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Subjetividades “marginales” en el lenguaje incémodo del teatro regional yucateco Carmen Castillo Rocha Universidad Auténoma de Yucatan Redecom Resumen El modelo teatral ofrece al estudio de la comunicacién la posibilidad de identificar elementos que se presentan con menos frecuencia en otro tipo de discursos (politicos, sagrados, académicos). El lenguaje teatral apunta no sélo a la multiplicidad de interpretaciones, sino que sefiala algunos puntos sensibles de la sociedad a la que representa, y en el caso que aqui se muestra, se hacen visibles en la presencia de algunos elementos obscenos con los que el teatrista arma un contexto de juego, diversién, entretenimiento y subversion. El teatro, como arte escénico tiene frecuentes pretensiones universales, pero no en todos los casos, en Yucatan, por ejemplo, existe una tradicidn teatral con reivindicaciones diferentes. Se manifiesta como un vehiculo de comunicaci6n intimo, en el que vienen al caso los temas regionales, digamos: los chismes, la politica y los problemas sociales que esta viviendo el propio Yucatén. Es un fenémeno en el que destaca la presencia multicultural, donde el personaje principal de la escena es el mestizo yucateco'. Este teatro es visto por los propios yucatecos de manera dual, tanto se estima entraiiablemente como algo propio y digno de preservarse, como se le condena por frivolo y ofensivo. En ese sentido es un fenémeno dificil de ubicar en un marco de categorias. Hay quien dice que es “arte” hay quien dice que es “divertimento” y hay quien dice que son “mamarrachadas”, “espectaculo para entretener borrachos”. Esta discusién se actualiza cada vez que el tema se vuelve a revisar. El principal argumento en contra de la libre presentacién de este tipo de teatro tiene que ver con el uso del lenguaje altisonante, no obstante, quienes asisten a este tipo de teatro lo califican de “popular”. Esto no es extrafio, pues escuchando las convers ciones de la concurrencia al principio y final del espectéculo, el tipo de lenguaje usado era muy similar, las “malas palabras” eran las mismas, la diferencia era que en el escenario provocaban risa. Si, como quedo expuesto en ponencia AMICOS, el Teatro Regional Yucateco emerge de lo que se vive con simultaneidad, y como quedé expuesto en capitulos anteriores- la creacién de los personajes tiene como base la observacién de modelos reales; la descalificacién para este tipo de trabajo probablemente esta relacionada con la negacién para identificarse con la realidad social contempordnea, pues de ahi emerge el modelo social que ese tipo de teatro esté ofreciendo, Es algo asi como decir “eso que est en escena no somos nosotros los yucatecos”, Es indudablemente mas sencillo buscar identificarse con una imagen idealizada que en el imaginario fue producto del trabajo de intelectuales y artistas prestigiosos: un teatro “gracioso y limpio” que nos muestre la parte " Quizé no sobra recordar aqui que en Yucatén el término “mestizo” se usa para describir a personas de origen ‘maya, que hablan fal lengua y que se nombran a si mismos con esa categoria, “graciosa y limpia” de nosotros mismos y no la parte obscena y vulgar de la realidad social que hemos conformado. Uno de los teatristas en el candelero es Ricardo Adrién Lizama “Melo Coll”, el teatrista a quign nos referimos fue, por mucho, quien mis producciones puso en escena durante el afio 2004, Su trabajo ha sido continuamente descalificado por el excesivo uso de palabras altisonantes, pero Ricardo tiene una postura al respecto, él opina que las palabras ofensivas pueden dejar de serlo cuando se les incluye en un contexto cémico, Frecuentemente, el propio Ricardo antes de comenzar algunas de las funciones preguntaba explicitamente a su publico: Quién no quiere que se insulte en el escenario? Alguno —minorfa- levantaba la mano cuando era el caso. Después preguntaba:, ZA quién si le gusta que se insulte en el escenario? Muchos otros ~mayorfa- levantaban la mano, y luego agregaba: cA quienes les vale madre? La critica al uso del lenguaje soez no viene del publico del Teatro Regional, sino de un sector diferente que se dice “culto”, y es curioso que la critica se aplique a las obras regionales y no a obras mis formales, en las que el uso de insultos y otros atrevimientos no son socialmente sancionados. Por ejemplo, la obra de Oscar Liera, Los negros pdjaros del adiés que se presenté durante varios meses en diferentes escenarios de Mérida en el aio 2004, se hacia un uso del lenguaje igualmente fuerte y se representan escenas como la simulacién de un acto sexual entre una mujer muy mayor y un jovencito, pero en este caso ® Segiin investigacién de oferta cultural realizada en ese afl. Hoy dia Ricardo se presenta en un teatro bar y ha virado su temiética a un espectéculo que podriamos calificar de teatro gay-regional. no hubo motivo de controversia, 0 censura, quiz4 porque en el teatro formal los insultos se permiten, 6 porque tal obra estaba lejos de representar al “nosotros” de los yucatecos. La respuesta de Ricardo Adridn a eriticas de la “academia eseénica” no se hace explicita en ninguna mesa panel organizada por el Ayuntamiento, ni en espacio institucional alguno, sino en su propio campo de batalla: en el teatro. Un ejemplo es aquella parte de la obra Niunka Melo dejes, donde se expone el mondlogo de un anciano que defiende, a punta de obscenidades, a la “buenas educacién” y las “buenas costumbres” en contraposicién con la nefasta modernidad que s6lo ha traido obscenidades. Con ello Ricardo representa a una sociedad hipécrita que niega parte de aquello que la constituye. En, el problema quedaba claramente expuesto. Fuera del teatro, Ricardo hacia explicito lo anterior en respuesta a una periodista que lo cuestionara sobre el tema. La nota comenta, Cuestionado sobre la vulgarizacién del género y las expresiones altisonantes, el actor, quien suele recurrir a estas manifestaciones, opina que a nadie deberia sorprender el uso de insultos, pues el teatro regional refleja la realidad. “Quien diga que el teatro regional se ha vulgarizado, entonces no ha salido a la calle y paseado por los mercados, las plazas y los pueblos, o en su casa nadie insulta...” (Patricia Garma Montes de Oca, enviada especial del Diario al Festival Cervantino en Guanajuato, y Emanuel Rineén Becerra. [Edicién electrénica del Diario de Yucatén, 11-10-2005]) Pero, Para quién son malas las “malas palabras”? Las obscenidades’ son transgresiones verbales al lenguaje institucional, culto, propio de las buenas costumbres. ‘on palabras tabi porque denotan aspectos sexuales y escatoldgicos o defectos que se consideran contranatura, a los que s6lo se puede hacer referencia en nuestra cultura a través de eufemismos, pues conforman la esfera de lo prohibido”, eseribe Laura Heméndez, Martinez (2000). Las palabras soeces presentes en el discurso, violentan el supuesto “deber ser” del lenguaje, pero la verdadera raiz de la censura es aquello que las mismas palabras estén velando, la sancién moral que esté detras del significado de estas innombrables palabras El significado de una palabra esta dado por su uso, y la plasticidad es tal que lo que una vez pudo ser un insulto bien puede transformarse en un elogio. Como lo ejemplifica Hernandez (2000: 253) refiriéndose en el lenguaje juvenil, a la palabra cabrén (...) la palabra cabrén, que literalmente se refiere al “macho cabrio” y, por extensién, a aquel marido que sufte de infidelidad de su esposa (que le pone los cuemnos), también se usa desde hace mucho en el lenguaje popular de México para referirse a una persona mala 0 que no es de fiar. En el cal6 de los jévenes amplié su sentido, pues se usa para destacar la calidad estética de una obra de arte, como cuando se dice: “Te recomiendo ese disco, el grupo que toca esté cabrén”; pero tambien sirve para referirse a la dificultad que se presenta para realizar algo exitosamente, como cuando se dice: “Esté cabrén que pase ese examen porque ponen unas preguntas muy cabronas.” > Obsceno = fuera de escena. Mary Douglas (1966) estudiosa de las religiones comparadas, en su libro Purity and Danger An andlisis of concepts of pollution and taboo hace una anilisis de aquellos elementos que se consideran “impuros” en diferentes grupos sociales, Seftala que lo que se califica de tal manera, es aquello que ofende al orden establecido; y cuando se intentan climinar tales impurezas hay en realidad un intento por organizar el ambiente, por eliminar las zonas marginales y hacer desaparecer aquellos elementos que son considerados “contaminantes”. Por ejemplo, la palabra “puta” sefiala y a la vez oculta una zona marginal que la sociedad quisiera hacer desaparecer; la prostitucién. El identificar esa palabra como obscena e intentar cotidianamente suprimirla del lenguaje, es también un intento por borrar del mundo aquello que la palabra representa. Douglas propone que la reflexién sobre lo impuro -1o contaminante- posibilita la identificacién de los mecanismos de orden y el desorden de los sistemas sociales, los mirgenes de lo permitido y de lo indeseable, La autora comenta que no hay tal cosa como a “suciedad absoluta” pues tal sélo existe en el ojo de quien la mira, igualmente podria decirse que lo obsceno de las palabras esté en el ofdo de quien las juzga, esto seria factible si las palabras tuvieran solamente un significado y fueran emitidas desde una neutralidad afectiva absoluta, pero no: cuando se habla, la comunicacién excede a la suma de los significados de las palabras, pero esto es tema que por ahora no abordaremos. Las obscenidades efectivamente son tratadas como suciedad, como elemento contaminante que disturba nuestra propuesta respecto de lo que el mundo “debe ser”, pero tienen también un valor y una funcién, como lo explicé Octavio Paz (1993), su expresién es una manifestacién de intimidad. Su estudio nos acerca al mundo de lo socialmente sancionado, pero no por ello inexistente. El teatro regional, independientemente de la universalidad de los temas que toca, esta pensado por y para yucatecos, y las obscenidades tienen ese caricter de comunicacién intima, no oficial, no institucional, por ello igual se recitan obscenidades en maya que en espaol Siguiendo lo arriba expuesto, las palabras inconvenientes que se ocupan en el teatro regional yucateco son entonces materia reveladora de aquellas caracteristicas sociales que precisan ser negadas por la estructura que las define para que todo sea “como debe ser”. El material que se escribe en otro trabajo y que da pie a la presente ponencia forms parte del “Monélogo del abuelo” en la obra Niunka Melo dejes escrita, dirigida, producida, y actuada por Ricardo Adrién Lizama, El espectaculo inicia con un “show cubano” interpretado por tres bailarinas rollizas con vestidos entallados. Es interrumpido por un anciano que lleva un bastén, pijamas y una bata mal puesta que muestra la etiqueta. El viejo amenaza a las bailarinas con su bastén y dice “jala, jala” El discurso que nos offece el teatrista en la caracterizacién del anciano que se enfrenta con las rollizas bailarinas y la vibrante misica, tiene la cualidad de la franqueza. No es un guién que esté hecho para quedar bien con las autoridades. Tampoco pretende convencer a nadie de nada, y por lo tanto no hace uso de las herramientas retoricas chocantes que son audibles en los discursos politicos, es un lenguaje claro, con cierto grado de espontaneidad y que se recité de frente al piblico. En el se mezclan palabras en maya y espaitol con obscenidades en las dos lenguas. El lenguaje temerario que emplea Ricardo en esta obra no es muy distinto del que empleé en otras ocasiones. El discurso pretendia ser un monélogo, pero se convertia en un didlogo por la intervencién del publico, que esta acostumbrando a dialogar durante la funcién con sus actores regionales, a la usanza del teatro de carpa de la Ciudad de México. Tiene la virtud de la transparencia: en términos generales se dice sin pretensiones de hacer honores ni ganar los favores de nadie, se recita sin protocolos, sin formulas de cortesia. Destaca en él tan solo un honorifico “Don Victor”, que respondia a la orientacién politica del actor, que tampoco quedaba oculta bajo falsas pretensiones de neutralidad. En cuando a la fluidez del discurso, su secuencia cursa con los tropiezos propios de la conciencia del aqui y ahora, es decir, de incluir a los presentes y lo que est sucediendo alrededor en el propio discurso a costa del guién previamente estructurado, En esta critica a lo modero la estética del cuerpo resulta un punto relevante, El anciano nos habla de las bailarinas cubanas que llegaron hace doce aiios para “retentar a todas | s chiquitas de Mérida”. Es sabido que a mas de buenas bailarinas, stas jovenes tienen buena figura; pero en Yucatin, en cambio, mis de la mitad de la poblacién femenina adulta presenta problemas de obesidad. Las bailarinas que presenta Ricardo en su espectaculo forman parte de estas mujeres yucatecas con sobrepeso, que, con sus vestidos entallados en colores chillantes, parecen segiin dice el anciano “el show de Barnie” (el dinosaurio). Lo atrevido en los espectaculos de este teatrista excede el ambito de las palabras y se cruza al de las imagenes y las acciones. Algo semejante nos describe en esta alegoria del cuerpo femenino de la “chaparri- gordi-pansonci-fundilloncita” que el anciano vio cuando subja al camién de la “60 sur” (avenida del sector popular de la ciudad de Mérida), Una joven obesa y desatendida pero con atuendo de modelo de televisién. Ricardo en la voz del anciano, y en esta obra de teatro, nos presenta el contraste entre lo que los medios masivos de comunicacién dicen que “debe ser” la figura femenina, y lo que realmente es en Yucatan, Esta alegoria es * La obra se presenté a unos meses de terminar el periodo de Ana Rosa Payan como alealdesa de Mérida, y Victor Cervera Pacheco ex gobemador de Yucatin contendia por la sucesion, presentada no solamente en el monélogo sino a lo largo de toda obra, Desde luego, tal burla al modelo estético de los medios masivos, la presencia de las figuras obesas en prendas de bailarinas cubanas, tampoco forman parte del juego estético que propondria el arte dramatico de la “alta cultura”, y su presencia en el teatro resulta tan disonante y atrevida como los mismos insultos, y como éstos, también forman parte de la realidad yucateca, una realidad que algunos preferirian no ver en escena y en lugar de ello deleitar la pupila con las estéticas y armoniosas figuras de algunas bailarinas cubanas. Otros de los temas comentados por el anciano que no nos detendremos a analizar son las obras del ayuntamiento, el papel de la alealdesa, los partidos politicos, la modificacién de las costumbres por el contacto intercultural, la impotencia masculina y el adulterio, Pero més all de los temas tratados, de las figuras obscenas y del lenguaje inconveniente, me interesa seilalar que este sujeto de la comunicacién franca, cercana, popular, transparente esté muy lejos d ser el sujeto pensado desde algunos fuetes sociolégicas de la comunicologia donde, cuando se ha reconocido a la subjetividad con un aspecto relevante del fenémeno comunicacional, frecuentemente parecen hablar de abstracciones marcadas por lo que “debe ser” el sujeto y lo que “debe ser” la relacién comunicativa, que no tienen mucho que ver con la manera en que Ricardo Adrién jugé con su piiblico en el teatro y més alla del teatro con la sociedad de la que forma parte, Los sujetos obscenos lo han sido igualmente para algunos sectores de la academia, y ha sido la sociologia fenomenolégica -y habré que citar a Goffman y su trabajo Estigma: la identidad deteriorada- y luego la sociologia del poder ~y habri que citar a Foucault y sus trabajos sobre la locura, la enfermedad mental, y Los anormales- quienes consideran estos sujetos que parecen escurtrse a las propuestas de Appel o Habermas o Weber o a Buber: el sujeto que difiere, que aparenta, que se esconde y se muestra a la vez, y que al mostrarse obsceno, muestra también las partes obscenas de la sociedad de la que forma parte, pero sobre todo, el sujeto que juega. Asi pues, quizd haya que buscar en los ojos de esta subjetividad negada aquellos aspectos que quizé han sido silenciados también de los trabajos formales en el propio campo de la comunicacién. Referencias bibliograficas. Castillo Rocha, Carmen (2007) El teatro regional en tierras mayas. Tesis de Doctorado en Estudios Mesoamericanos. Hamburgo: Universidad de Hamburgo. Douglas, Mary (1966) Purity and Danger an Analysis of Concepts of Pollution and Taboo, London: Routledge & Kegan Paul. Foucault, Michel (2001) Los anormales. México: Fondo de Cultura Eeonémica Goffman, Erving (2006) Estigma: la identidad negada, Buenos Aires: Amorrortu. Hernandez Martinez, Laura (2000) “Las malas palabras como paradojas. La trasgresin de la normatividad social y la ética en los jévenes” en Gabriel Medina (compilador) Aproximaciones a la diversidad Juvenil, México: El Colegio de México. Paz, Octavio (1993) El laberinto de la soledad. México: Fondo de Cultura Econémica. DATOS DE LA AUTORA Identificacién: ¢ Nombre: Carmen Castillo Rocha Nacionalidad: Mexicana © Direccién postal: Calle 1d #71c¢x 16 y 14 Colonia México Norte, Mérida, Yucatan, México CP: 97128 © Teléfono: — +52 (999) 930-0090 ext. 2204 © Correo electronico: enloha@hotmail.com Adscripcién: © Facultad de Ciencias Antropolégicas Antecedentes académicos: * Licenciatura en Psicologia (ENEP Iztacala, UNAM) © Maestria en Ciencias Antropolégicas (Universidad Autonoma de Yucatan) ¢ Doctorado en Estudios Mesoamericanos (Universidad de Hamburgo) Lineas de Investigacién: * Comunicacién y Teatro en la Peninsula de Yucatan Comunicacién vinculada al maltrato entre estudiantes de secundaria

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