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onografias | fl ceac dela construccién Encofrados | José Grihan onografias :ceac | dela construccion. Encofrados José Grifan e ediciones ceac Peru, 164 - 08020 Barcelona - Espafia © EDICIONES CEAC, S.A. Pert, 164 - 08020 Barcelona (Espajia) 19 edicién: Junio 1989 ISBN 84.329-2951-4 Depésito Legal: B-25234 - 1989 Impreso por GERSA, Industria Grafica Tambor del Bruc, 6 08970 Sant Joan Despi (Barcelona) Printed in Spain Impreso en Espana Introduccién Al iniciar el presente trabajo nos empujé un doble ob- jeto: orientar a los iniciados en este arte, mediante el estudio de diversos casos de encofrados en las distintas partes de una obra, y el de cubrir un hueco en esta coleccién puesta al alcance de los futuros técnicos de la construccién, en donde hallarén una serie ordenada de casos que podrdn sacarle del apuro en los primeros pa- sos de su vida profesional. Ya comprenderdn nuestros lectores que es material- mente imposible crear una obra que comprenda todos los modelos y tipos de moldes y encofrados posibles, ya que éstos son infinitos, y por mucho que extendié- ramos esta obra, siempre habria casos nuevos, distin- tos. Por eso aqui exponemos unos cuantos casos, de los que el lector puede aprender «lo fundamental», el alma de este importante oficio, aplicables a cuantos problemas se le presenten. Naturalmente, de aqui debe sacar el lector la idea, el concepto, no el caso concreto, ya resuelto, pues las caracter/sticas de los elementos de un encofrado depen- den de las fabricas de hormigén previstas, ya que serén muy distintos los encofrados para vigas de cimentacién que para vigas de pisos, y aun dentro de éstas habré que atenerse a las caracter/sticas de cada caso. El encofrador debe saber cémo obraré mecénicamen- te el hormigén al ponerlo en el molde, ya que de ese conocimiento dependeré el disponer bien y adecuada- mente dimensionados los embarrotados, bridas, codales, latiguillos, etc., etc. El desconocimiento absoluto de esa mecénica puede provocar desastres irreparables. El dominio de esa mecdnica de que venimos hablan- do se hace bien patente si el lector se detiene un mo- mento a pensar que, de ordinario, no se incluyen planos de encofrados en las obras de hormigén, sino que sim- plemente se dibujan las obras tal y como han de quedar definitivamente, es decir, los contornos de pilares, vigas, voladizos, etc. Queda al encofrador la concepcién y con- feccién de cada tipo de encofrado, elementos de seguri- dad, etc, La prdéctica, pues, es tan necesaria en nuestra materia como la teoria, ya que nos ensefiaré a resolver cientos de casos en que otros encofrados similares en todo o en parte ya fueron debidamente resueltos satis- factoriamente. I. Generalidades EL HORMIGON EN CABEZA DE LA CONSTRUCCION De la misma manera que cualquier titular deportivo, encabezamos esta monografia, con la que cerramos el ciclo de LA MADERA EN LA CONS- TRUCCION. Efectivamente, la técnica del hormigén ha alcanzado limites insospechados y hoy marcha en cabeza de cuantos materiales componen la primera divisién de la construccién. Histéricamente hablando, e! hormigén es de muy reciente invencién, aunque, por otra parte, ya era conocido al menos por los romanos, si bien no conocian més que empiricamente el proceso de fraguado. Toda- via hoy perduran obras de aquellas remotas épocas en las que el hormi- gén, 0 mejor, los morteros hidrdulicos, eran empleados como aglome- rantes. Parece ser que fue el inglés John Smeaton, alld por el afio 1756, el que logré entrever algo de lo que sucedia en el proceso de fraguado de las cales. A principio del siglo pasado, sera Vicat el que producia los primeros cementos al cocer mezclas determinadas de arcilla y caliza. No obstante, adn habfan de transcurrir bastantes afios hasta que se Ilegara a la produccién comercial lo cual ocurrié hacia 1824, en que el inglés John Aspdin obtuviera a elevadas temperaturas, de una mezcla definida de cal apagada y arcilla, un producto que denominé cemento Portland, ya que se parecia a la piedra existente en Portland, en el Condado de York. Modernamente, con el sistema de los hornos rotatorios, la produccién del cemento artificial se ha incrementado enormemente, hasta el punto de constituir su desarrollo un {ndice claro de la economia de los pueblos. EI campo de aplicaciones del cemento es inmenso, y es, sin duda, un material indispensable en la construccién moderna. Este incremento con- 7 siderable en el empleo del cemento, se debe a sus propiedades, que, enu- meradas muy ligeramente (1), son las siguientes: a) Resistencia al fuego. b) Duracién ilimitada de las construcciones. c) Gran resistencia a los esfuerzos exteriores. d) Bajo costo. e) Es moldeable. Esta Ultima propiedad, principalmente, es la que ha jugado un papel muy importante en el hecho de que se empleen los hormigones aun en obras de diversas formas, ya que basta con disponer de un molde o enco- frado suficiente y adecuado. Por esta causa, el campo de aplicacién del hormigdn es prdcticamente ilimitado ya que en la actualidad se utiliza para cimientos de obras, es- tructuras de edificios, obras de ingenieria, depdsitos, obras de puertos, presas, elementos premoldeados y prefabricados, etc. MATERIALES QUE FORMAN EL HORMIGON El hormigén es una mezcla mecdénicamente obtenida de un aglome- rante, el cemento, y una dosificacién determinada de éridos: arena y gra- va, amasados con la cantidad de agua suficiente. La masa asf obtenida tiene la propiedad de «fraguar», endureciéndose con el tiempo. En esta mezcla, es el cemento el elemento que actUa como «activador» de ese endurecimiento que al principio es répido, haciéndose més lento después. La resistencia o dureza obtenida de la mezcla citada varia dentro de ciertos limites con la cantidad de agua que se emplee, de manera que si se fabrica un hormigén excesivamente «seco», la resistencia obtenida seré menor que si empleados Ia cantidad de agua «dptima». También decrece grandemente aquélla conforme va aumentando la cantidad de agua. En la figura 1, mostramos un grafico en que se relaciona el cociente agua/ cemento y la resistencia obtenida con Ia mezcla. Se supone que los dridos han sido bien dosificados, de lo cual también hablaremos. Estudiando quimicamente el cemento, se ha Ilegado a la conclusién de que es el silicato tricdlcico el factor que determina el fraguado, de manera que es la cantidad de esta sustancia en un cemento la que determina la buena calidad de éste. Los cementos con buena calidad de cal y bien cocidos, son los que dan mayor resistencia en el fraguado. El cociente de dividir el contenido (1) La técnica del cemento en sus multiples aplicaciones: morteros, hormigones, etc., fa encontraré el lector en la monogratia n.° 33 TECNICA Y PRACTICA DEL HORMIGON AR- MADO, limitindose a una sucinta nocién antes de entrar en nuestra materia, intimamente relacionada con la técnica del hormigén armado y de masa, 8 100% 15% 50%: 25% Figura 1 Cements de cal por la del resto de los componentes (silice + aldmina + éxido de hierro), recibe el nombre de médulo de hidraulicidad. Este numero suele variar entre 1,7 y 2,2 en los buenos cementos, El color predominante en los cementos es el gris verdoso, y después de fraguado, en el hormigén, adquiere una tonalidad predominantemente gris azulada. ALGUNAS PROPIEDADES MAS IMPORTANTES QUE DEBEN REUNIR LOS MATERIALES Durante el fraguado del mortero u hormigén, se desprende calor de la masa, como consecuencia del proceso quimico que en ella se efectUa para la transformacién de unos componentes en otros, Este calor depende en gran manera de la dosificacién o cantidad de cemento, de la cantidad de dridos, del agua, de la temperatura exterior, etc, Parece ser que la méxi- ma cantidad de calor desprendido, o mejor dicho, la maxima temperatura que llega a alcanzar una masa, se produce entre las diez y las doce horas después de su amasado. Esta variedad de temperaturas y, por tanto, su diferencia con la del ambiente, origina que no sean iguales las temperatu- ras en el nucleo de la masa o pieza ya moldeada y las de las capas 0 zonas més préximas al exterior, por lo que son de temer grietas y hay que adop- tar ciertas precauciones, En determinadas circunstancias, se requiere un répido endurecimiento de la masa empleada en la obra, por lo que se suele emplear los llama- dos cementos de fraguado rapido, para lo cual se emplean los dlcalis. En otras ocasiones, en cambio, puede interesar que el fraguado del cemento sea lento, lo cual podemos conseguir con pequefias dosis de yeso, anhi- drido sulfurico, ete.

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