La seleccién cultural 87
Los nifios espaficles de una determinada edad conocen mas Ef
Quijote a través de programas de dibujos animados emitidos por
televisi6n, que por lectura de esa obra en las aulas. Algo parecido puede
decirse de otras obras o autores y parcelas culturales. La cultura
jiteraria en nuestra sociedad esta mas relacionada con la lectura posible
fuera de la escuela que con la escuela misma, por la oferta de medios
exteriores y por la pobreza en e! tratamiento que la institucién escolar
hace de este tema. Lo mismo podria decirse de ia educacién artistica o
de la practica deportiva, del aprendizaje de idiomas, etc.
Y todos esos medios pueden competir con una gran ventaja con la
institucién escolar, porque son mucho mas atractivos que ‘os libros de
texto o los métodos de ios profesores y e! pobre material de que
disponen la mayoria de las escuelas. No deja de ser una ironfa, por
ejemplo, que la televisisn ptblica pueda emitir series sobre la natura-
leza, sobre geografia, series histéricas, programas literarios, cursos de
idiomas, etc. de ios que no puede aprovecharse la escuela piblica.
Es decir, que en el andlisis de ia asimilacién y propagacién de ia
cultura, el curriculum come vehiculo de cultura general ha de ser
relativizado ante la competencia exterior, mas en la medida ean que se
mantengan las condiciones actuales para su desarrollo y no se tome ef
curriculum como instrumento de politica cuitural. o se piense y se
instrumente de forma coordinada la politica cultural para la escuela y
para la sociedad en generai. Vamos caminando hacia las redes de
informacién de las que hablaba !LLICH (1974), cuando proponia modelos
de comunicacién cultural sustitutos de unas escueias que en todas
épocas y lugares tienen las mismas caracteristicas.
Consideramos que es muy necesario meditar en el hecho de que la
aparicién de nuevos recursos y técnicas de comunicacién cultural en la
sociedad a través de medios escritos, audiovisuales, informéaticos, etc.
esta devaluando muy deprisa el valor de ja propia instituci6n escolar.
Toda tecnologia que sirva pata comunicar cultura, cuando se extiende
socialmente, altera el poder de la escuela como agente cultural, supo-
niendo un nuevo equilibrio de poderes culturalizadores entre fas fuentes
de formacién e informacién que desempefian el curriculum escolar y io
que podemos Slamar el curriculum extraescolar. Y no se trata simple-
mente de un reparto de compstencias, sino de una alteracién del valor
mismo de las funciones de Ja escolarizacién, que hacen de esta forma
mas evidentes las funciones de su curriculum oculto: “guardar” a la
infancia y a 1a juventud, socializaria en unos valores, etc. El valor
cultural de la escuela se rejativiza mas si consideramos el desigual
poder de atraccién que tienen los métodos escolares y los medios por los
que se presenta al cludadano ese otro curriculum cultural exterior.
Esto nos debe llevar a pensar la institucién escolar y su curriculum
dentro de un nicho cultural mas amplio que afecta al alumno y que éste
puede y debe aprovechar,; Io cual exige la transformacién sustancial de ia
institucién escolar, las fuentes de informacién y los contenidos que
ofrece a los alumnos, sus métodos, sus procedimientos de controf ast
como mejorar sus recursos.
————_,._aa EF curriculum: una reflexion sobre Ia prictica
Es obvio que, en ias sociedades desarrolladas, los estimulos
culturales tienen muchos canales, creando disfunciones en la institucién
escolar. Estas disfunciones son mas evidentes en momentos histéricos
como ef que atravesamos en e} que, con un aparato escolar rigido y
obsoleto, se accede a otros niveles de desarrollo econémico y cultural.
Estas apreciaciones nos lievan a matizar la importancia del
curriculum escolar y a contemplar nuevas perspectivas en su concep-
cidn y en su reforma. El cambio de los cusricula para la educacién
b4sica, obligatoria para todos tos ciudadanos, debiera considerar esa
situaci6n cultural en nuestra sociedad, aprovechar decididamente todos
los medios de que hoy se dispone. La mejora de ia calidad de la ~
ensefianza debe partir de esas nuevas realidades culturales, la
existencia de medios potentes en el exterior ante los que los ciudadanos
tienen desiguales oportunidades de acceder y !a necesidad de cambiar
los métedos de adquirir cultura. Si la escolaridad bdsica puede ser una
base cultural de tedos los ciudadanos, aunque no todos podran
aprovecharse por igual de ella, segin sus condicionamientos culturales,
en cambio es evidente que esa otra cultura exterior es nitidamente mas
favorable a los que tienen més medios para adquirirla, los que pertene-
cen a ambientes familiares donde las actitudes son mds positivas para
estimularla y donde pueden pagarla. La escuela, como posible instrumen-
to de nivelacién social, pierde esa posibilidad ante la nueva competencia
cultural exterior.
La conciencia de jas disfunciones entre curriculum escolar e
influencia exterior se hace mas evidente para las clases medias y altas
y en los ambientes urbanos, que tienen mas facil acceso a la cultura
exterior, al tiempo que deben seguir inmersas en los viejos usos
culturales de la escusia. Lo que repercute en una presién cada vez mayor
sobre la escuela, y sobre los horarias cada vez mas recargados de
actividades complementarias para los alumnos, que van teniendo una
escolarizaci6n paraleta fuera de las aulas, dentro de ofertas atractivas
@ veces necesarias para completar el curriculum escolar, sélo que a
costa de una excesiva sobrecarga de! alumno. Incluso se produce ya el
conilicto entre estilos pedagdgicos y exigencias del mundo escolar y de
esa otra escolarizaci6n paralela, repercutiendo en una insatisfacci6n
creciente respecto de! aparato escolar. Ocurre con los idiomas, con la
formacién musical, en ta informatica, con la expresién plastica, etc. Una
situaci6n que mueve casi todo un pseudaaparato escolar paralelo que
presiona a ios padres con la imagen en muchos casos real de la
insuficiencia de la escuela como agente de preparacién de susshijos y a
fa que no son ajenes los intereses econdmicos.
La disociacién entre la cultura del curriculum y la de los medios
exteriores va dejando cada vez mas obsoleta a la primera. Ello tiene
consecuencias distintas para diversos grupos de alummos. En aquellos
que proceden de niveles culturales bajos, fa cultura escolar es algo que
carece de significado en su vida presente y en sus proyectos vitales. De
ahf que la respuesta sea, en muchos casos, et abandono, la desmotiva-La seleccién cultural 89
cién, el fracaso escolar y otros modos de resistencia o la rebeldia
contra una institucién que, por aburrida, tiene que imponerse por medio
de recursos disciplinarios. Una escuela poco interesante tiene que
acentuar los procedimientos represivos, inevitablemente.
Para las clases medias, tal disociacién lleva a suplir desde fuera las
carencias de la institucién escolar, potenciando en los alumnos también
un conflicta permanente entre la cultura exterior y la propia de la
escuela, 0 fomentando una disociacién constante entre ambos mundos.
Sdlo que ellos tienen probabilidades de sobrevivir en ese ambiente de
contradiccién.
Mientras, los curricula escolares siguen siendo ja fuente de ia
acreditacién académica y profesional en una sociedad donde la sancién
administrativa de la cultura adquirida a través del curriculum tiene
consecuencias tan importantes en el mercado laboral y en las relactones
sociales. E| curriculum escolar ante toda esa competencia exterior
quiza esté perdiendo ei monopolio de la transmisién de ciertos valores
culturales explicitos, pero refuerza por 10 mismo otras funciones del
curriculum oculto de la institucién escolar: socializacién, inculcacién
de pautas de comportamiento, valores sociales, acreditacién para
escalar por ta pirdmide social, etc. Al menos deja mas patente esas
finalidades encubiertas. De hecho, como ha sefalado APPLE (1986, pdg.
70), el curriculum oculto que hey denominamos como tal fue ef curri-
culum explicito de ja historia de la escuela. La importancia de la
escolarizaci6n 6n una sociedad industrial dominada por un tipo de saber
apasenta relegar el valor de fa escuela como socializadora y promotora
de un determinado consenso social y moral. Hoy apreciamos el valor del
curriculum oculto como delator de una educacién encubierta, en
reaccién a la visién de la escuela como una institucién generosa,
igualadora y propagadora de! saber y de las capacidades para pariicipiar
en Ja vida social y econémica.
Estas apreciaciones deben movernos a ta reflexién en miltiples
aspectos. Primeramente, cambian el sentide mismo del curriculum
escolar de la educacién obligatoria. En segundo lugar, sefialan nuevos
medios a incorporar a su desarrolio. Ademds tienen que hacernos meditar
sobre la formacién necesaria del profesorado. Finalmente, pueden tener
una incidencia muy importante en la profundizacién de las diferencias
sociales, puesto que el acceso & Ja cultura exterior no empaquetada en
curricula escolares no es igual para todos, como tampoco lo es la
escolar, por supuesto. Sélo que la escuela tedricamente parece un medio
mas controlable de igualacién social de oportunidades.
Es preciso seguir manteniendo el principia de que la escuela hay
tiene un importante sentido cultural y social. Me parece que hoy, mas que
cuando se formuldé, sigue siendo vdlido el planteamiento de DEWEY
(1967a, pags. 28 y $s) cuando decia que la misién de la institucién
escolar es la de proveer un ambiente:
a) Simplificado, para que posibilite la comprensién de la complejidad
exterior.
b) Ordenado progresivamente, para que ayude a comprender el90 EI curriculum: una reflexién sobre fa practica
ambiente exterior mas complejo.
c) Que sea compensatorio o liberador de tas limitaciones que cada
alymno pueda tener por al grupo social al que corresponde.
d) Que coordine las influencias dispersas que los individvos reciben
de los circulos vitales a los que ellos pertenecen.
Los retos bdsicos de la escuela estén en ofrecer otro sentido
diferente de la cultura, distinto del que imparte a través de sus usos
académicos y romper el caparazén por e! que se ha encerrade en si
misma, pata conectac mejor con ja cultura exterior, cada vez mas
amplia, mas compleja, mds diversificada y mas atractiva. Al tiempo
seria preciso concebir la reforma del curriculum de la escolaridad
obligatoria en caherencia con una politica cultural general, recuperando
para el dmbito escolar medios y posibilidades no utilizados que existen
fuera de 61. Dejar para el profesorade esa tarea es pedirle demasiado.
—s preciso prevenirse contra cierto discurso ingenuo anti-
intelectualista 0 simplemente acultural que, bajo !a romantica dedica-
cién a las nacesidades del nifio, muchas veces impregna planteamientos
pretendidamente progresistas, que reaccionan contra Ja escuela tradi-
cional, y que son afegatos muy tefiidos por un psicologicismo vacio y
acultural también. La escuela, en una sociedad de cambio rapido y ante
una cultura inabarcable, tiene que centrarse cada vez m&s en los
aprendizajes sustanciales y basicos, con métados atractivos para favo-
recer las bases de una educacién permanente, pero sin renunciar a ser un
instrumento cultural. En muchos casos los modelos de educacién que
huyen de los contenidos para justificarse en los procesos no dejan de ser
Propuestas vacias.
2.2.- Los cédigos o el formato del curriculum.
La cultura que imparte la escuela encapsulada dentro de un
curriculum es una seleccién caracteristica organizada y preseniada
también de forma singular. El proyecto cultural del curricuium no es
una mera seleccié6n de contenides yuxtapuestos o desordenados, sin
criteria alguno, sino que dichos contenides estan organizados bajo una
forma que se considera mas propia para e! nivel educativo o grupo de
alumnos de que se trate. La propia esencia de lo que se entiende como
curriculum implica ta idea de cuttura “organizada” por ciertes criterios
para la escuela. Los contenidos estan disefiados para formar realmente
un curriculum escolar. En este sentido decimos que el curricdium tiene
un determinado formato,una forma como consecuencia de ta tecnifi-
cacién pedagégica de que ha sido objeto.
Cuando planteamos el marco de explicacién del curriculum,
mencionamos los contenidos, tos cdédigos y las pricticas como compo-
nentes esenciales dei mismo, que pueden actuar a nivel implicito o
explicite. Las cédiges son fos elementos que dan forma “pedagégica" a
los contenides, los que, actuando sobre alumnes y profesores, acabanLa seleccién cultural at
modelando, de alguna forma, la prdéctica. Por una razén fundamental,
porque el formato del curricufum es un potente instrumento de
conformacién de la profesionalidad del profesor que tiene que
impartirlo, Podria decisse que si los contenidos def curriculum hacen
referencia a un destinatariy basico que es el alumnado, las formas
curriculares afectan muy directamente a los profesores.
Detrés de cualquier curriculum, afirma LUNDGREN (1983, pdg.13)
existen una serie da principios que ordenan la seteccién, organizacién y
los métedos para la transmisién; y eso es un cédigo qué condiciona ta
tormulaci6n del curriculum previa a su realizacién. £1 curricutum,
para este autor, tiene un contexto de realizacién y un contexto de
formulaciéa. Es en éste donde cobran sentido y muestran més
directamente su operatividad.
Entendemos por cédigo cualquier elemento o idea que interviene en
la selecci6n, ordenacién, secuencia, instrumentaci6n metodolégica y
presentacién de los curricula a alumnos y profesores. Los cddigos
provienen de opciones politicas y sociales (separacién de la cultura
intelectual de la manual, por ejemplo), de concepciones epistemotdgi-
eas (el valor de método cientifico en la prdctica del aprendizaje de las
ciencias o el de la “nueva historia" en la ensefanza), de principios
psicolégicos c pedagdgicos (el sentido educative de la experiencia por
encima de los contenides abstractos elaborados, la importancia del
aprendizaje por descubrimiento, el valor expresivo det lenguaje, etc.), de
principios organizativos (la ordenacién de la ensefanza por ciclos o par
cursos, etc.) y otros mas.
Un analisis permenorizado de los mismos no esta al alcance de
nuestra pretensié6n en este momento e implicaria descender a curricula
concretos, que san muy variadas. Por ello, reflejaremos solamente la
impontancia de algunos de ellos que son de relevancia mds directa y
general.
A) El eédigo de la especializacién del curriculum.
El formato curricular es sustancial en la configuracién del
curriculum, detivandose de 6! importantes repercusiones en $a practica.
El cSmo se organizan los diversos elementos que componen ef mismo no
es una mera cualidad intrascendente o formal, sino que pasa a ser parte
integrante del mensaje transmitide, proyectandose en ‘a préctica.
Asi, por ejemplo, et curriculum agrupado en asignaturas, que es
propio de nuestra ensefianza secundaria, es muy diferenta en formato del
agrupado en 4reas que se cursa durante ia educacién primaria. Agrupar
objetivos y contenidos bajo un esquema de erganizaci6n u otro tiene
consecuencias muy decisivas para la elaboracién de materiales, que son
fos que desarrollaran realmente Jos contenides curriculares, para ia
formacién, seleccién y organizacién del profesorado, para que el
profesor sienta de forma distinta ef concepto de especialidad a que éI se
dedica, para la concepcién misma de lo que es competencia profesional920 ___ I curriculum: una reflexién sobre la practica
en los profesores, para el ejercicio de esa competencia y para el tipo de
experiencia que los alumnos pueden obtener en un caso o en otro. Por eso
consideramos que la forma de organizacién de los contenidos es parte
constitutiva de! curriculum mismo y uno de sus cédigos mds dacisivos.
Mencionaremos algunos ejemplos de cémo ei cédigo bajo el que se
organiza el conocimiento, seleccionado como pertinente y valioso para
formar el curriculum, es parte sustantiva de éste en tanto condiciona la
experiencia que los alumnos pueden obtener de él. Pera ademas veremos
cémo dicho cédigo tiene importantes repercusiones sobre la propia
estructura y funcionamiento del sistema educativo y de los centros
escolares.
Quizd, una de las aportaciones mas incisivas respecto de este cédigo
ha sido la de BERNSTEIN (1980), al distinguir tos curricula de acuerdo
con la relacién que mantienen entre si los diferentes contenidos que los
forman; es decir, en funcién del tipo de barreras y fronteras que se
establecen entre ellos, si estan o no aislados unos respecto de otros,
independientemente dei status del campo de conacimiento de que se
trate.
Este criterio le sirve a este autor para diferenciar dos tipos basicos
de curricula: el que denomina “collection”, que podrlamos traducir por
curriculum de componentes yuxtapuestos, en el que los elementos se
diferencian ciaramente unos de otros. Pensemos como ejemplo una
yuxtaposicién de asignaturas o en el afiadido de componentes que se da
en algunas déreas de ta actual EGB. El otro tipo seria el denominado
integrado, en el que los contenidos aparecen en relacién abierta unos
respecto de otros. Un ejemplo podria ser un curriculum de ciencia
integrada o un 4rea de EGB que tenga realmente ef cardcter de tal drea
qué suprime o difumina los contomos disciplinares. En el primer modelo,
los contenidos aparecen claramente delimitados unos respecto de otros,
con fronteras nitidas, diferenciados con claridad. En et segundo tipo no
ocurre eso.
El curriculum organizade bajo el esquema mosaico 0 yuxtapuesto
relega e! dominio de las dltimas claves del conocimiento a las fases
finales del aprendizaja de las asignaturas especializadas. Las primeras
etapas y las intermedias son escatones propedéuticos para las
siguientes, ordenadas todas ellas por aquella meta final. Por ello,
evando se plantea el sentido de la cultura que ha de lienar la educacién
obligatoria, que debe proporcionar un contenido con sentido en si misma
y No como mera preparacién para etapas de escolarizacién siguientes, se
produce ia tensién entre el principio que ordena los contenidos en base a
un cédigo integrade y el que fo hace en un cédigo mas especializado.
En la educacién infantil, ia aceptacién del cédigo integrado es
prdcticamente total. La educacién primaria ha progresado en el sentido
de una paulatina aceptaci6n de ese mismo cédigo. Por sila, se acepta la
férmula de} 4rea como recurso organizador de conocimientos amplios
que trascienden ef Ambito de una disciplina muy delimitada, aunque
internamente el 4rea sea todavia una yuxtaposici6n de componentes,