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18 ~ Roberto Russell les que hasta ahora han sido muy poco o mal utilizados. Necesita- mos saber més sobre la dimensién social de la politica exterior, ‘especialmente si acordamos que los factores econémicos ocupardn vun lugar cada vez mas importante en la agenda externa latinoame- Hieana, Ademds, hace falta proporcionar una mayor atencién a las, variables “blandas” de la politica exterior, como el sistema de ‘creencias de los lideres, sus percepciones, valores, talentos, prefe- rencias, motivos, prejuicios y experiencias previas. Igualmente, hay ges vant mis a fondo en ol estudio de los procesos de adopeién le decisiones para desentrafiar las pujas burocrdticas, comprender ‘el comportamiento organizacional de las Cancillerfas y conocer el rol desempefiado por los actores estatales en ese procéso ast como la participacién e¢ influencia de los actores no estatales. Asimismo, es necesario estudiar la politica exterior desgloséndola por Areas ‘teméticas a fin de contar con elementos que nos permitan desenre- ar con el aporte, de los. estudios de casos, la, compleja madeja de fa vinculacién de cuestiones en la que también esté incluida la problemética de la “fungibilidad” del poder. Finalmente, y acaso més dificil, es preciso desarrollar nuevos modelos analiticos que ‘nos ayuden a explicar la interaccién de las variables internas y ‘externas que influyen o determinan Ta politica exterior. pegs Teenicn x wetoorceorens MAL GTURIO BEA BEAN IG“ (1E2 beast PERSPECTIVAS TEORICAS EN LA BIBLIOGRAFIA DE POLITICA EXTERIOR ARGENTINA ‘Mim1aM COLACRAT DE TREVISAN 1. Consideraciones preliminares El propésito fundamental al que apunta este trabajo es relevar, dentro de la produccién bibliogréfica referida a politica exterior argentina, tanto aquellas obras de cardcter general como las aco- tadas a determinadas probleméticas que encierran un interés par- ticular para el pafs, con el objeto de sefialar direcciones y tendencias Sobre las perspectivas tedricas empleadas ast como réconocer pa igmas dominantes y lagunas explicativas. Sin desarrollar exhaustivamente toda la produccién' sino aque- la que hha tenido mayor impacto y servido de fuente de consulta ¢ informacién, tanto en el nivel académico como en el de "toma de decisiones”, s6lo haré una breve referencia a Ios antecedentes previos a 1960 para focalizar estrictamente Ia atencién a partir de los afios setenta y hasta la gctualidad. ‘A modo de observacién preliminar, convendrfa apuntar que hhasta fechas recientes ha sido escasa —no digo inexistente— la investigacién sobre politica exterior argentina que tendiera a expli- ‘car mAs que a describir situaciones de la accién exterior donde el pals aparece como actor involucrado. Otra caracteristica a tener cuenta es que, en Ia mayor parte de los casos se ha puesto par- ticular énfasis en el anélisis de cuestiones de indole internacional oamundlal y a politica argentina referida a ellos; y en las relaciones Dilaterales (de Estado a Estado) o dirigidas hacia areas geogréficas ‘ regiones, También se ha manifestado clerta inclinacién por la biss- queda de tendencias y constantes de ta politica exterior argentina, ‘que se materializan en las medidas de accién politica adoptadas por el Estado o los “modos irrenunciables” en el desarrollo de la poltica exterior del pas hacia el entorno global o regional Considerando que el enfoque a partir del cual se trabaja tam- bién se refleja en la metodologia de andlisis, la forma de abordar la problematica internacional en general y de la politica exterior ‘en particular, fue adquiriendo diversas modalidades que obedecen + Profesora ¢ Investigadora de In Universidad Nacional de Rosario, Ar- in, 4'Se ha tomado exclusivamente Ia produccién clentifica de autores ar- nos y edtada en el pas, salvo alguna excepcion puntual que sel debi te liriam Colacrai de Trevisdn 4a la seleccién de una dptica y al empleo de algunas variables y fac- tores a los cuales se tiende a prestar mayor atenciéa. A cello se suma la limitada produccién de estudios teéricos sobre la politica exterior argentina hasta fechas recientes, por Jo ‘cual se hace necesario realizar una lectura en profundidad de los estudios empiricos para determinar las categorias de andlisis sub- yyacentes a ellos. sta lectura tefriea que propongo intenta descubrit, a tra ‘vés de los supuestos, las variables e indicadores asi como los con- ‘ceptos utilizados por los autores, las perspectivas implicitas o mas (© menos explicitas en otros casos, en los textos analizados. Este cconstituye, en sintesis, el principal aporte que pretendo realizar con este trabajo como contribucién al estudio sistematico de la polt tica exterior argentina. 2. La vision de la politica exterior argentina hasta 1960: teméticas y enfoques analiticos dominantes La etapa que cubre aproximadamente el periodo 1940-1960 se carac- teriza, basicamente, por el predominio del enfoque histérico-juri- dico de las relaciones internacionales donde los trabajos sobre politica exterior siguieron Jos lineamientos propios, de la historia iplomética. Estos estudios pusieron énfasis en la génesis de deter- ‘minados problemas bajo estudio, ala par que analzaban las accio- nes diplométicas, tratados y doctrinas a los que el Estado podia ara diseflar su eventual solucién, En este sentido algungs autores han considerado a Ja Argentina como un pafs fundador de “doctrinas internacionales” (Moreno Quintana, 1948). BI modo de anélisis empleado en dichos trabajos permite infe- tir que, en forma implicita, se considera al Estado-nacién como uni- dad de andlisis y el nivel de las relaciones corresponde al estricta- mente intergubernamental, A partir de dicha unidad de anélisis se ggncibe a la politica exterior como “aquella politica que realiza el stado en el orden externo para ir los objetivos politicos de la Nacion (Moreno Quintana, 1946: 10); tambien como “la di eetriz caracteristica que el Estado tiene en su forma de ser frente a los demés miembros de la Comunidad Internacional de Estados". ‘(Usinger: 1949: 13435). Este enfoque se desarrollé de la mano del derecho internacio- ‘nal, Se trabajé sobre el supuesto de que Ia evidencia histérica ayu- daba a entender por si sola los procesos y que al derecho corres- pondia darle solucion? 2 Téngase en cuenta que se adscribe indistintamente al empleo de Ia denominacién Politica Internacional y Relaciones. Exteriores, Dentro de las ‘obras de mayor difusidn en esa época que comparten las consideraciones que Bibtiogratia de politica exterior argentina ~ 2 Una caracteristica saliente de esta etapa del desarrollo de la dlscipina fue la elaboracion de periodizaciones queen gran part, estuvieron vinculadas a los cambios politicos e institucionales que se sucedieron internamente en el pais. En ellos se sigue un criterio histérico —a modo de linea de tiempo— sin que esto pueda consi derarse un andlisis propiamente tedrico a partir de la variable interna, La division de la politica exterior en etapas fue relacionada con cambios en el carécter particular que se imprimfa a la accién exterior en cada caso, o la priorizacién de paises o areas de vinew- lacién externa. No obstante, también se desprende del andiisis de os textos bajo estudio, el esfuerzo por hallar las constantes 0 modo ide actuar caracteristicos que daban continuidad a la accién del Estado argentino en el exterior. Al caracterizar la politica ‘exterior argentina estos. trabajos (comparten, en general, la idea de que han primado en ella clertas {Teslas invariables y principios como el respeto al Derecho y Ia Justicia, la solidaridad y cooperacién, el pacifismo y la igualdad. Esto hace que Ia politica exterior tenga un fuerte contenido ideals: ‘fa aungue paralelamente haya aseveraciones en el sentido de que {la “Politica internacional argentina” debe ser también realista y equilibrada, esto es, realizarse conforme a los intereses nacionales, a las exigencias que la vida internacional impone y a la potenciali- jdad misma del Estado, considerado éste como ente socloldgico, \politico y econémico (Usinger: 1949: 135-136). Los aspectos sefialados en esta somera evaluacién de la biblio- grafia producida entre los afios cuarenta y la década del sesenta permiten sostener que, con minimas diferencias generalmente vincu- ladas a Ia eleccidn de determinados acontecimientos 0 conjunto de hechos que delimitan el pasaje de una etapa a otra, se pone en evidencia la relevancia del enfoque histérico. Ademés, el tono pres- ctiptivo empleado supone la necesidad de una permanente corres- pondencia entre las acciones en politica exterior y los principios del derecho internacional, Como he sostenido previamente, la unidad dé andlists emplea- da ha sido el Estado, visto desde In perspectiva de actor racional unificado. En Jo relativo a la relacién entre politica interna e inter- nacional —si bien no se ha trabajado explicitamente— parece pre- dominar Ia percepcién de que el Estado argentino actia en su rela- Ihe sefialado se destacan: Carlos A. Silva, Politica Internacional de la Nacién. ‘Argentina, Ministerio de Tateror, Buenos Alres, 186 Licio Moreno Quintana, itica Internacional Argentina, Instituto de Derecho Taternacional, Buenos ‘Aires, 1948: Owen G. Usinger, Fundamentos de ta Polltica Intemacional Ar 1930-1960, T'uemul, Buenos Aires, 1964, Roberto Etchepareborda, La Polttica Exterior'Argentina 18701920, en Anuario de Historia, Cordoba, 1967. 22 ~ Miriam Colacrai de Trevisén Lot estudio geopolitics de tipo terico y de aleance general “caracteristicos de Ia etapa anterior— ceden protagonismo frente w los referidos a la luica aplicada. Con esta expresién pre- tendo indicar que los trabajos tienden a priorizar en sus andlisis la fransferencia de las claves conceptuales de la geopolitica wa veces ‘obsoletas— a problemas concretos y a evaluar los mismos en tér- inos prescriptivos. Se comparten ciertos supuestos bésicos que guardan relcién con lo que algunos caracterizan como la "falencia ‘und tica nacional” que contribuya al andlisis de cuestio- pes p rente descuidadas, a saber: el componente espacial, Ja falta de integracion material y espiritual de la nacién, la cuestion ie las regiones fronterizas vinculada al crecimiento de los paises ecinos y su presign sobre Jas freas de frontera, la relevancia de dos recuisos humanos —poblacién— y de los recursos energéticos ara la potenciacién de Ja nacién. || La indisolubilidad de este enfoque con el realismo clisico se de manifiesto, también, en que el Estado es visto como un te abstracto, racional y unificado, dotado de voluntad, que perso- hhifica a la nacién a partir de su visualizacién como un todo homo- ibéneo y que encama la representacin del interés nacional, el cual tituye, segitn Villegas, la premisa esencial de la politica interior ‘condicionante de la politica exterior (Villegas, 1969: 14). [El sistema internacional es representado a partir de las rela- es interestatales, la formacién de bloques y alianzas entre Es- ‘que generan nuevos escenarios para la politica mundial, otor- ‘un lugar preponderante al componente estratégico. S6lo trabajos avanzan en la consideracién de otros. tipos de ctores emergentes como corporaciones multinacionales y grupos “de presién internacionales, en tanto y en cuanto algunos de ellos len lesionar seriamente el desarrollo y la economia nacional (Goglialmell, 1979: 121), zgj,Uta de las cuestiones analizadas en los estudios de politica z lor de este perodo, alrededor de a cual gard lego cl abor. Hafe de otros temas conexos, se refiere al rol de la Argentina en ef Shiga de poder regional. Predomina, entonces, ol supuesto realis- ta de Ia necesidad de establecer un equilibrio o balance de poder ‘entre Jos actores estatales més relevantes de la regién: Argentina y Brasil. En tal sentido se perciben como “peligrosas” aquellas alian- as que pudieran agregar poder y prestigio a'uno de ellos. El otro pivote del equilibrio del Cono Sur sudamericano estaré epresentado por la defensa irrestricta del principio de la division ocedinica:que le asegure a Ja Argentina su dominio incontestable sobre aguas atlénticas y evite toda descompensacién geopolitica y Bibliografia de politica exterior argentine ~ 27 estratégica frente a cualquier aspiracién chilena de obtener algun punto en el Atlantico. 3.2.1:Broblemdticas espectficas y'rasgos dominante El marco de referencia presentado ‘anteriormente nos introduce en cl andlisis de las probleméticas éspecificas que mayor impacto ejercieron en el pensamiento geopolitico de la etapa bajo estudio. Ellas estén representadas en: 8, Los aspectos conflictivos de les relaciones con Brasil. Bb. Las relaciones con Chile en el marco del diferendo austral. c. La defensa de los derechos argentinos en la Antértida, d. La cuestién Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Aspectos conflictivos de las relaciones con Brasit Desde comienzos de los afios setenta el denominado “milagro eco- némico” de Brasil y el estancamiento relativo de la Argentina cons- tituyen un argumento reincidente para cambiar conceptos que des- cribfan situaciones de rivalidad tradicional entre ambos actores taclonales por otros que acentuaban el peligro de la, hegemonia brasilefia en la regién. En este sentido Sanz, en su obra “El espacio argentino” (1976), se referfa a Ia estrategia brasilefia como un pro- yecto geopolitico tendiente a redondear una esfera de dominio pro- pia, cuyas jones no ‘sino anular aspectos sustanciales del esfuerzo de integracién y desarrollo de los demAs Estados de la parte sur del continente, al tiempo que vulneraba los requisitos rmihimop de seguridad que los Estados estén obligados 1 conservar is y comentarios sobre fos escritos de los idamentalmente Golbery do Couto © ‘Travassos— y las posibles consecuencias de su aplicacién también se convirtieron en una constante en la literatura geopolt tica de Argentina. Se percibieron como contrarios al interés nacio- nal, los efectos de la concentracién ica en log Estados det” sur brasleno ast como Ia creciente vinculacién e influencia respecto de los Estados que integran la cuenca , iraves de los cuales podria llegar al Pacifico. Por su parte : Be eat nea co a ae pa tn ata ce cn el a ce ge aM! eae es ee ete oa See eens eS Bera t | | 2B x Miriam Colacral de Trevistn Jas cnestiones referidas a las represas hidroeléctricas del Alto Pa- Tand fueron objeto de una importante variedad de andlisis geopo- Iiticos que las sefialaban como un factor desestabilizante del fragil equilibrio existente entre la Argentina y Brasil, A esto se agrega Ja aparicién de la “doctrina de la defrontacién” que asigna espa- glos territoriales a Brasil en la Antértida y al involucrar en el otros paises sudamericanos es perebida como una estra de desequilibrio de fuervas contra {a Argentina, (Mastrorili, 976: 113) y como una manifestacién mas de la “expansién impe- Tal” de Brasil (Rodriguez, 1976: 195). Estas perspectivas, como veremos, estaban lejos de augurar un mejoramiento de las relaciones argentino-brasilefias, situacion ‘ue se producirs gradualmente desde principios dc los afs ochen- 1 con una notable pr in a partir de los acuerdos de coo- eracién firmados en julio de 1986. Bb. Las relaciones con Chile en ef marco del diferendo austral Si bien la problemética fronteriza con Chile es de data y guarda relacién con diversas y, a veces, contrapuestas interpreta- tones juridicas sobre los acuérdos limfirofes firmades durante el siglo pasado —sobre los cuales existe una profusa bibliografia con ‘un. enfoque predominantemente_hist6rico-juridico— el peso de la perspectiva geopolitica se haré notar singularmente durante el ult. mo gobierno militar argentino. No obstante conviene aclarar que festa tendencia tiene su correlato en’los estudios geopoliticos chile ‘nog del mismo period, Los argumentos empleados de uno y otro lado son de un tono Jntranigente producto de una pereepcion de Jucgos de suma cero. _ Coincido al respecto con Child (1988) cuando apunta que la literatura geopolitica a finales de los setenta tanto en la Argentina como en Chile tuvo como rasgo dominante: la mutua acusacién de ‘nga y expansionismo, asi como un fuerte estimulo a la retdrica rasional stay le tnflamacora de a guerra, la parte argentina, los estudios geopoliticos referidos a la relacién con Chile tienen tun marcado cardcter reactivo —callfica: ‘tivo que puede hacerse extensivo a los andlisis sobre Brasil- pues- t0.que se basan en postulados acerea del expansionismo chileno, ln esiliad latente do su inuencia sobre zones de frontera, jones, Dentro de este marco, algunos perci- Pane dencrfsnds Taare, ese arco, algunos ere narfa reas patagénicas y la regién maritima austral. Resulta interesante remarcar aqui que la mayor densidad de studios relacionados con ¢l diferendo austral y por extensién al resto de Jas dreas fronterizas con Chile —algunas pendientes de definitiya— se produce entre los aftos 1977 y 1978, fecha esta ultima en que se estuvo al borde de una guerra. | | Bibtograta de potica exterior argentina 2 ee Una Reco pel ‘en estos trabajos es Se ee nae Ja necesidad preservar el principio biocednico, es decir, aquél que consagra Ja formula Argentina en el Atlantico y Chile en el Pacifico, como eementg lave del equibri de poder en la regién aural De haberse proyectado hacia el futuro estas posiciones, rmadas en doctrinas geopoliticss tan duramente concebidas, hublese resultado imposible arnibar al ‘del diferendo austral en vir~ tud del Tratado de Paz y Amistad firmado en 1984. ‘©. La defensa de los derechos. argentinos en ta Antdrtida EJ] mar tiene wna gravitacién singular en los anélisis geopoliticos argentinos. Uno de sus ejemplos inds evidentes puede halarse en Ja Interdependencia que se plantea respecto de las euestiones Beagle Malvinas y Antartida, Ademds, las derivaciones de cada una de fllas son percibidas como un elemento clave que —segtin su reso- fucién— constrefiir o agegurar Iz proyeccién geopolitica ar- gentina en el Atlintico Sur. Dos figuras geopoliticas han sido acuiadas para representar Ja ‘mutua dependencia ¢ influjo del territorio con sus Areas marftimas adyacentes. Por una parte, Guglialmelli (1979 habla de la "Argen- tina Peninsular” en contraposicién con Ia insularidad que se habfa sefialado tradicionalmente a partir de la vision de Storni. En ésta se fusionan Ja condicién maritima y el rol continental en cuyo contexto adquiere relevancia la regién sur de la Argentina que debe atticularse con las islas del Atléntico Sur y la Antértida. De esa ‘manera resulta una Argentina continental, bimaritima y antartica. Ia otra figura novedosa corresponde a Millia (1978) quien habla ‘de Ta “Atlantértida” como la nueva frontera argentina, donde ella tiene sus intereses vitales. Desde una Sptica integracionista aparecen propuestas sobre tuna nueva politica antartica de “dimensién hispanoamericana” que permitirfa formar un frente comin donde Ia Antartida serfa el ele- ‘mento aglutinante (Leal, 1981: 44-45) —obsérvese que la expresién hhispanoamericana hace presumir la virtual exclusion de Brasi Esta perspetiva se amplig en alermo (1980) cuya tesis se basa en Ja necesidad de evitar “que las politcas cerradamente nacions- Jes" respecto de la Antartida choquen entre si y de esta manera beneficien sélo a las grandes potencias. Impulsa la claboraciéa dé: una “doctrina latinoamericana” que implique la prioridad latino americana en la utilizacién y ocuy del continente blanco em su drea americana, di! La cuestion Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur En los estudios geopoliticos esta cuestién ha estado indisoluble- ‘mente ligada a la ponderacion del valor estratégico de las ilas en ‘un primer momento, al ue, 30 =g6 luego el factor econémico. Las raices histéricas y juridicas cas baw sido tomadas como supues- tos validos ¢ indlseutibles por los escritores geopoltices. Hasta la de Malvinas (1982) Ia literatura geopolitica referida a esta disputa se habfa caracterizado por tener un discurso ‘eminentemente nacionalista cuya resolucién comprometia con ex- ‘lsividad al Estado argentino, A partir del conflict, Ia preocups- in adquiere una dimensién regional estableciéndose que el caso Malvina fees le Seguridad do‘hmerisa Latina 1a, particular el Atléntico Sur. Dentro de esta lfnea se concreta [a iniciativa brasi- Telia de crear ia Zona de Paz del Atléntico Sur, aprobada en la Asamblea General de Naciones Unidas durante 1‘ 1A modo de conclusion, de to expuesio hasta aqui, [ov ra dominantes en los estudios geopoliticos de la etapa comp: ‘entre los afios setenta y principios de los ochenta, pueden sinteti- zaree de Ia siguiente manera: * Ausencia de temas que incoporen a aniiss los procesos de cambio que se venfan dando en el sistema internacional, ‘vinculados a la “détente”, a la red de, vinculaciones como re- sultado de una creciente’int idencia, y a la aparicién de problemas de cardcter global. ‘* Predominio de las cuestiones territoriales, de poder nacional y de las referidas al rol de Argentina en el sistema subregio- nal (espacio inmediato del Cono Sur), * Actitud eminentemente defensiva con relacién al marco ex- temo, con especial énfasis en el escenario geografico ms . Fikes = una visién global de los intereses externos del pals, lo cual conduce a una actitud predominantemente reac- tiva que focaliza la atencién ante cada situacién emergente que sea percibida como contaia al interés nacional. '* Percepcién acerca de la Argentina como “pafs geopolitica- mente agredido”” (Cortese, 1981). ‘ Aplicacion del marco analitico de 1a geopolitica al estudio de la politica exterior, lo cual contribuyo a acentuar la vincu lacién entre seguridad nacional, politica de poder y capaci- dad militar sin tener en cuenta la posicién relativa de la Ar- genta, y desconocendo su escasa relevancia en el orden tt err nereretnarennannemenmarn hao egstaasssncn Remit Bis de politica exterior a 23 La perspectiva geopolitica, comio pardmetro de interpretacién chroundante y's parr dee maphticaden de i compensa por circundante y, a partir de la magnificaci Ir el poder, coadyuvd a reavivar antiguos problemas Hmitrofes, Hota situacién, que no fue original de fa egetina, hizo que la repro- duccién generalizada de este esquema en los Estados sudamerica- znos —en su mayorfa bajo gobiernos militares— generara una desen- freaada carrera por exhibir politicas de defensa cada vez més duras, auedando de esta manera atrapados dentro del “dilems de In se- ‘Sin que esto suponga invalidar la utilidad del enfoque geopo- Ittico, considero que el excesivo énfasis puesto en esa dptica redujo- la postbilidad de hallar explicacion a. stuaciones emergentes que no podian constrefirse dentro del rigido etquema de poder y se- idad. Habida cuenta que transitamos un sistema internacional tan dindmico y cambiante, que la visi6n lineal del poder en los tér- minos clasicos resulta insuficiente, hacer caer todo el peso expli- cativo y 1a fundamentacién de acciones de politica exterior en la ponderacién.de un solo factor, deriva en andlisis reduccionistas y conduce a Ia implementacién de acciones erréticas! 3.3, Tendencias actuales Como une de las conseeuencias observables del conflicte de Malvi- nas, los enfoques geopoliticos tenderdn a incorporar aspectos vincu- Jados a la integracién y cooperacién latinoamericana, De todas maneras, al factor Malvinas debers sumarse un con- junto de otros factores contribuyentes, que explicarfan este paula- tino cambio de enfoque y tendencia a la apertura que marcan’cier- tos trabajos actuales en geopolitica. Entre estos factores, considero como més relevantes los siguientes: que un pais hace para reforzar su propia seguridad a través del an ABS a a Sybese o esracee weictiorieameme Nae Hpavad cman aceon inietr mia. toe a | { ‘32 ~ Miriam Colacral de Trevisin * A nivel de la subregién: Bl ingreso a una etapa de transi- cidn y consolidacién de la racia en América del Sur que pone ‘mayor énfasis en las relaciones cooperatives que en las conflictivas ‘como medio para garantizar la estabilidad. * A nivel de las relaciones bilaterales de la Argentina con sus vvecinos; Tanto la solucién del conflicto con Chile (1984) como la firma de los acuerdos de integracién con Brasil (1986) abrieron nuevas expectativas respecto de la posibilidad de encarar acciones ‘conjuntas, En el primer caso se produce la vuelta a escena de temas respecto de la Integracin fsa la reapertura de vias de comunt éacién (por ejemplo pasos cordilleranos), se revitaliza la cuestion de la cooperacién antartica que habia sido consagrada en diversos ‘acuerdos desde 1948 y que, sin embargo, habia quedado en letra muuerta a la luz de los hechos. En el segundo caso, los pasos son més concretos, la integracion se constituye en un proceso irreversible, lo que lleva a algunos autores a sefialar la necesidad de elaborar una geopolitica para la ‘integracién de la Cuenca del Plata, teniendo en cuenta el efecto de ‘expansién acumulativa que dichos acuerdos pueden generar (Dalla- negra, 1984, 1986). "Al remarcar el desarrollo paulatino de este enfoque, intento significar que no se ha producido el surgimiento de una vision alternativa —la de integracién y cooperacién— que anule comple- tamente la vigencia de ciertos rasgos conflictivos. Puede decirse, ‘entonces, que ambas coexisten dentro del amplio campo de la geo- politica. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que dentro de las. problemdticas referidas a la politica exterior argentina a partir del ‘gobierno democratico, la tendencia sera considerar como temas vi ‘gentes pero nto excluyentes aquellos vinculados a los aspectos terri- ‘oriales y de soberania. 4, Las reflexiones y aportes para un andlisis sistemético de la politica exterior argentina La cuestin de la autonomia En la década del setenta, la vivencia de un ambiente internacional de mayor distesién as come Ia emergenc de nuevos espacios para el ejercicio de una politica exterior mas diversificada, ejer- ‘cen su impacto en los estudios de esta disciplina. ‘Se inicia una’etapa caracterizada por estudios que ampliaran los temas de interés y pondran énfasis en Ia vaslable politica, in luna buena docs de componentes tris, une me yor rigurosidad en la co: izacion y metodologias que apun- Yon a Strecer un mayor alvel expicativo en el rea de las relaciones internacionales y de la politica exterior, en particular. A la par de i Bibliogratia de politica exterior argentina ~ 34 esta nueva tendencia continianse desarrollando los 8 jue Tidicohistoricistas y os. geopoliticos. foe El puntapie inicial de esta corriente se produce con los traba- Jos de Juan Carlos Puig y junto con él una nueva de autores Carlos Pérez Kiana, Carios Moneta, Felix Pela, Luis Dalla: negra Pedraza, entre otros— que contribuirén en la misma itnea? EI propésito que anima los trabajos de Puig es contribuir al avance analitico de las relaciones internacionales cuyo desarrollo ‘ torna insuficlente si se trpbaja exclusivamente con categorias, Juridico-normativas. Sin embargo, su planteo no constituye una ropuesta que rechaza la visi6n jurldico-normativa sino que Ja in- cluye puesto que en sus trabajos esté presente Ia idea de cambio reformista en sentido positivo (el deber ser) tomando en cuenta, en primer lugar, la stuacion que se tene delanto (el ser). En est se acerca al pensamienta de Stanley Hoffmann y sus lados sobre “utopfas relevantes’* ce eee Revisando oiros aportes tedricos previos, Puig critica aquellas orientaciones progresistas que, como la “teorla de la dependencia”, uisieron transitar Ja buena senda y nunca Iegaron a buen puerta debido a la ausencia de ua replanieo fundamental que, en defini: tiva, candujo a un diagndstico sin salida. Su opinidn es que aquella "espuesta fue descorazonante y niilsa ya que la dependenia fue ‘concebida como una cansecuencia automética —Gunder Frank, Dog Santos— 0 semiautomética —Furtado, Cardoso, Ianni— de agime: tri, estructurales inducidas por el modo capitalsta de produc clon? ___A la superacion del factor econémico como privilegiado y la integracion de diversas variables desde la dptica Trad de ad re laciones internacionales (visién comprensiva y holistica), suma la ee mane Sten ies Ras See ee } Con esta expresién advierte sobre la necesidad de combinar ‘qmpiricosistemético y una filosofia. de las relaciones int genie a lien Sirti estan ec Ue eye oe pm ela i ttle y te dae eodar atc, ae aos oe, mana a ‘Teengs, Madrid, 1963, pp. 254 ¥ $5). Pate (Compiiador), América Latina: Politicas exteriors Be rit oe gomparadas, volt, Grupo Editor Latinoamericano, Ducnos Aires, 1 (salvo indicacién express, jas ideas que se desarrollan han sido t 5 lineas conceptuales hab(an tenido wna hea exjerorrgentine na (1979: 139438). snl: 9 eaomomts 34 ~ Miriam Colacrai de Trevisdrt necesidad de encontrar marcos teéricos propios y desestimar aqué- los que, habiendo sido elaborados para realidades distintas a las “nuestras”, no contribuyen a este nuevo modo de reflexién. Puig propone dejar de lado aquellos supuestos que, tanto desde las perspectivas dependentistas como de los enfoques realistas, cen- tran su atencién en el predominio de los Estados poderosos. Desa- acuerda con la visién que considera que los pequefios y medianos Estados son objetos y no sujetos de la politica internacional o que estén condenados a un “periferismo permanente”." De ello se desprende que la existencia de un régimen internacional que cuenta con “‘supremos repartidores” —las superpotencias— de ninguna manera es incompatible con la progresiva autonomizacién de los. pueblos. Por ello plantea la urgencia en analizar posibles formas de autonomta y promover, de acuerdo con ellas, oportunas manio- bras estratégicas. La categoria analitica de la autonomta, constituiré sin duda el niicleo teérico més fuerte de sus trabajos. Su definicién sobre auto- nom{a esta referida a la méxima capacidad de decisién propia que un Estado puede lograr, teniendo en cuenta los condicionamien- tos objetivos del mundo real. Es decir que Ia situacién internacio- nal juega, en este caso, como variable contribuyente en Ia determni- nacién del grado de autonomia a que puede aspirar un Estado pequefio o mediano. Ademés, dado que todo planteamiento autonémico supone un contenido estratégico, debe realizarse un correcto andlisis del opo- nente que involucre la miagnitud relativa del mismo, la determina- cién de sus posibles aliados, los medios con que cuenta para apun- talar sus objetivos. Dado que este tipo de apreciaciones las hacen los dominantes, ser muy uitil que también las haga el que se auto- nomiza. En este sentido, se incorpora en el andlisis el enfoque de Jas “‘percepciones”, Como puede apreciarse, en todos los casos los componentes empleados son tipicamente realistas, aunque de un realismo que tiene connotaciones propias y que proviene de aquéllos que, pre- cisamente, no son los “‘supremos repartidores”. Vinculado a ello, cualquier ‘tipo de estrategia para estos Estados deberé partir del reconocimiento de su condicién de “dependientes”. Ademds, como Jn dindmica autonomista sucle ser cfcica y desarollarse por eta pas, implica un continuo ajuste entre Ia realidad tal cual es —a tra- vés'de las innumerables variables en juego— y la realidad tal cual Ja pereiben sus protagonistas. Una contribucién novedosa al andlisis de las politicas exterio- res —sobre todo para los Estados dependientes— quedaré plas- Puig toma esa expresin de Douglas Chalmers, Developing on the Periphery, en James Rosena (1969: 71). Ribliografta de politica exterior ergentina ~ 38 mada en sus conocidos cuatro modelos Sra tats progesivos en el continuum dependcnecnson epee fu pla ‘Ponde, entonces, a una Idgica gradualista y no dia: El valor explicativo de dichos modek fradera siimension al se Tos considers come ipo tet Jos cuales Puede acercarse en mayor o menor medi i due en politica exterior resulta difedl promos 0 neg Ss fransitar por "ser2" gue Jas cucstiones analizadas suelen a veces Atendiendo a las cuales se repre- Seustempleo para adjetivar diferentes “areas tenting Ferminado pened se elem, podremos deseubrir que ede igimingdeperfodo oe gatenpoliticas exterioresexpecficas de corte tfavio son tiplcamente dependientes, Llegar's deteonge ee oe ren diene yor numero de estudios Particulares, que incor; iad Variables a través de las ‘cuales 0 putdan Seo ia ee erates de autonomia o mayor vulnerebilldéd y depen senile iematica de ue se tne ioc de tr fggtrabalos de Pug, se descubre ina nucra vsién acerca 4 ecanismo sito hacia 4s autonomia. Pata que ella sea frucifere bend nese, la 5 Dichos modelos pueden sintetizarse en: ga ee peendereta parecolonal caracterisada por Ia desi ie eta y Félix Pefia se refieren a ella como “dependencia consent Carlos wonkgrt bine; ay eres irecta vinculacion a la "cotidlane alent fn one Eas elena copa ayaa on oan ee etc pune a ce ue sl ee) iq Autonoma secesionista: signticn i a el desafio global a la Potency Sqepltia totalmente: des interes, cobateicnd Rs LOM 1 { : 36 x Miriam Colacrai de Trevisin formas y modos més operativos, superadores de Jos experimen- Aedos en'los afios sesenta que resultaron ineficaces. Se estaria apub- Yando aqui a la idea de encarar acuerdos y acciones comunes « tardcter’menos global, evitando los excesos de burocratizacion Y fa'mecdnica menos atada a cuestiones “formales” que plantea steriormente Mutioz (1987: 296). ronan la linea iniciada por Puig se inscriben trabajos de gutores Spe efit como "nue genre fogs conformando ne quienes contribuyeron a abonar, us do una femiento que podria caracterizarse como su de fries Toe pele A ene gm un realismo en el diagndstico —reconocimiento de grandes Pot clas como supremos repartidores, actores estatales que persigve® $s sStereses nacionales— aunque considero que en fa faz descrip Hoa se evidencia la relevancia de [os valores y se le asigna impor Tancin a principios como la autodeterminacion, ta igualdad sobe, Tana de los Estados, la cooperacién internacional. Visualizar est0 desde la periferia, reconociendo a condicién de “dependi¢ pol fhsce que el posicionamiento sea diferente y se otorgue, una ¢2p- nota dst a ale ape el ce qu ny ae i éria ubicarse el inicio del lante Russell designaria como realismo periférico, Estos trabalos, que constituyeron el mend fuerte de la Revista Argentina de Rete ciones Internacionales, tenfan como denominador come ay ao sideracién de la accién externa del ‘Estado —sobre t ae americanos— en el contexto internacional dentro de ito Acberga reconocerse los “mérgenes de manlobra", entendidos come Gl resultado de una correcta evaluacién tanto de sus permisivi como de sus restricciones. Aj Dentro de este esquema, el trabajo desarrollado por Félix Pefia ® apunta a considerar los mArgenes de autonomfa internacional de {que pueden gozar los paises latinoamericanos —Argentina y Brasil. Gn este caso— en el escenario mundial de mediados de los afios se {enta, Se valoriza el redimensionamiento de los ejes por, do! ‘a “fractura mundial” donde Ja confrontacién, industrial texie- Qégiea toma el lugar que antes le habia correspondido a la division ideologica caracteristica de la guerra fris, 7 En dicho ensayo hay un aporte pragmatico en Ia percep de 1a relacién bilateral Argentina-Brasil, necesario para disefiar po” Ifticas exteriores realmente operativas y no declamativas. El hecho ue se plantee la atmidad de un mejoramiento y estrechamient ea relacién bilateral no se convierte, en esta prope, en una actitud confrontacionista respecto de Estados Unidos. Més parte de la percepcién de la primacia norteamericana en region lx Pb ; ea a Argentina en Ambrica Latina, en Celso Later; Féllx Pei Fels Pe areenema de relaclanes internacionales, Waiciones Noc- drag raed 9B, olecaion Fiche oT Bibliogratia de politica exterior argentina ~ 37 y de la relacién estrecha entre el subsistema latinoamericano y el Interamericano del cual forma parte. - Adn asumiendo Ja premisa de que Ja primacia norteamericana ‘opera a través de una alianza formal e informal con la mayorta de Jos paises latincamericanos y ef compromiso que ellos adguleren como aliados en cuestiones estratégicas a escala global, ello no debe ser visualizado, en términos Pefia, como una traba a la autoafirmacién y a'la busqueda de alianzas que contribuyan a Ja superacién de la “bi itacién”. También en este caso, se infiere Ia perspectiva realista desde la situacign de dependencia plantcindose la diversificacion de relaciones y la aliens con otros paises latinoamericanos como estrategia de regacion de ler (Pes, 1973: 51). - frees ae lotemos, ademés, que atin cuando el andlisis es tipicamente estadooéntrico, se avanza en la consideracin de otros actores inter. nacionales sobre todo al incorporar Ja cuestién de la accién de las flags de coporacionesintreionales en Latinoamérica. in general, puede decirse que en esta elapa se amplian los temas de estudio adquiriendo una importancia significativa el tema de la autonomia, Aparece una renovada preocupacién por el andli- sis de las relaciones con América Latina y la busqueda de nuevos espacios que permitan a la Argentina el desarrollo’ de una politica exterior més diversifiads. Se evidencia una clara intenclon por Superar aquellos aspectos de la “teorla de la dependencia” Gue arrastraban al sees al politico a la posibilidad de cambio, a menos que éste fuese de corte revolucionario, Se avanza en la busqueda de soluciones “reformistas” para los problemas liga. dos al subdesarrollo Iatinoamericano y a la irrelevancia de los palses rads, dentro del sistema int Los trabajos producides en este perfodo, inscriptos dentro del frradigma realita desde una peropectiva “Sur fdvierten sobre a necesidad de poner en prictica diversos mecanismos y estrate- ias de insercién externa que contribuyan a aumentar los recursos le poder del Estado —acercandose a la idea de poder como influen- fan al estilo de Aros ao en spasesuencia, le permitan ascender en ficaci6n internacional y obtener un mayor mai nomia en sus decisiones. ei He oe Se genera, entonces, una lectura diferente del concepto de in- serci6n internacional —tema recurrente en los estudios de politica exterior argentina— donde se valoriza el no-alineamiento, el terce- Fismo, y diversas formas de neutralidad. Analizados en su conjunto, puede descubrirse en ellos la tendencia al empleo de “teorfas gene: rales’ itentar explicar la politica exterior y més ain orientar’ su implementacién (policy oriented studies), Colacrat de Tre 5, Etapa de bonanza Yen los estudios de relaciones internacionales y de politica exterior argentina. De los afios ochenta a nuestros dias Un nuevo impetu en el desarrollo de estudios sobre politica exte- Hor argentina se produce a partir de los afios ochenta y singular mente, con el advenimiento del proceso democrético. Los trabajos aparecidos durante esta etapa reflejan el significative avance que se ha hecho en los tiltimos tiempos desde e! punto de vista analitico en los estudios de politica exterior, vinculado al crecimiento ted- ico que ha experimentado la disciplina de las relaciones interna- Cionales a nivel internacional. : Hq En los hechos, esto significé una produccién de trabajos que incorporaron una multiplicidad de variables y se esforzaron por mostrar la vinculacién existente entre el marco interno ¢ interna- cional que, en cambio, el realismo clésico habfa exhibido como dos Ambitos separados y no interpenetrables. También merece desta- ‘arse el progresivo abandono del tipo de estudios histéricos como relatos cronologicos de los acontecimientos referidos a la, politica exterior. Un gporte en este sentido lo constituye In obra de Arch baldo Laniis que, siendo una historia diplomética, no se limita ‘a presentar una detallada sucesién de hechos —aunque esto vea importante— sino que acude a la vinculacién entre hechos de poli- ica exterior y gobiernos y ofrece, ademés, una buena base empfrica el estudio del proceso de toma de decisiones, habida cuenta ‘su participacién y conocimiento de los actores con ingerencia en la negociacién diplomatica, 7 Dentro de la perspectiva histérica aparecen, otros importantes trabajos que apuntan a explicar las relaciones de la Argentina con las grandes potencias en momentos claves de su historia reciente, singularmente a partir de la Segunda Guerra Mundial y la inme- diata posguerra, En andlisis de perfodos y éreas de vinculacion si- milares —en el caso de Estados Unidos y Gran Bretafia— se en- Fiquece, en los trabajos de Escudé® y Rapoport,* mediante la we oar umn en i pull a ce ie om sur de a en spa ERE Rc dete kaa ava mt Be ahead rcs Laois, De Chaptepes ol Beye: Politics exterior agen ne er tm ee a eA erg woes a eta enna aoa sg da ar a ee See ee te Senos Aes: enero tatao. 190, vol. 25, x" 82, pp. 61742, 61063, respect ia cn emer Or Ce rte a ie ee ce Re Wi i \ Bibliograia de politica exterior argentina ~ 39 incorporacién de variables y anélisis que permiten a estos autores echar luz sobre procesos y situaciones como la “‘declinacién argen- fina” (Escudé) donde se combinan factores intemos y extesos interatuantesy Ia desagregacin de dverss ‘nteeses nacional teri la log aases diigntes” (Rapoport) ice emplenda por sus Es de destacar que entre ambos se genera un riquisimo debate académico poco frecuente entre nuestros especialistas —a través del cual se ponen en evidencia perfiles teéricos diferentes, mas ‘rientado a a vsign dgpendentisiaen el caso de Rapoport y desde pectiva tica de inserci i oa perspectia pragm insercién que incluye la alineacién, Respecto de la mayor dedicacién a aspectos tedrico-metodol6- loos que caracteriza esta nueva etapa, son sumamente molivaiores consideraciones que Perina (1988: 17-18) hace en el abartado etodolégica. Dichas observaciones st 7 2 tigacion para apuntar a una mayor sistematizacién y Ti tffico en I exte- For as que debertan contemplars | “wuu0® G= Polen ext & Clarificacién de conceptos,”, sobre todo la diferencia entre polftica exterior y relaciones internacionales. b, Identificacién explicita de las vari Y - [dentificacign explicta de iables relevantes y la rela- ¢. Vinculacién entre variables internas y externas. d. Profundizacién de conocimientos sobre estructuras 0s de la formulacién e implementacén de Ia politen ex Entre los mayores logros en la ponderacién de varial samente utlizadse en estudios previon, mettten doer een serie de trabajos encarados por Roberto Russell que ponen énfasi ‘en los componentes domésticos de Ia politica exterior Este nivel micro propuesto abarca varias dimensiones ansltti- camente separables que se expondrén en la secuencia de trabajos 1983; La Argentina versus 1as Grandes i es La Arges 41as Grandes Potencias, Baitorial de Belgrano, Buenos Aires, ith; Mario Rapoport, Gran Bretaha nid Basan Aires Na Gran Bretaha'y Estados Unidos’) ts sie euete egetines HDR, Cal de blrano ss Paty att an cst dt promo Sts We al Rass aed 40 ~ Miriam Colacrai de Trevisén roducidos por el autor. Por un lado la vinculacién entre Ja varia: Ele “cambio de régirmen” y cambios/ajustes producidos en la poli: tica exterior argentina del régimen autoritario (1976-1983) y el gobierno democratic presididido por Rail Alfonsin. La desagrega- Sion de reas diversas de la politica exterior argentina durante el Proceso Militar permite demostrar que ella fue errética y estuvo signada por una “feudalizacién” del poder que produjo enfrenta- mientos j disensos al interior del régimen. Esto significa que no ne- Cesariamente las autocracias pueden concebirse como actores ra- ‘ionales unificados y, por lo tanto, son pasibles de un andlisis en profundidad de su estructura y proceso decisorio. En un sentido similar se pronuncia Pérez Llana (1983: 91) quien también reconoce en ese periodo la existencia de varios cen- fros de decisidn en temas de politica exterior, representados por la Cancilleria —gestora de la diplomacia politica—, el Ministerio de Economia —de donde se dirigia la diplomacia econémica— y los respectivos Comandos en Jefe y el Estado Mayor Conjunto. Continuando con el andlisis desagregado, Russell avanza en la {dentificacién de los diversos actores burocraticos que compiten en la elaboraciGn e implementacion de la politica exterior y aporta una ‘itil distincién teérico-metodoldgica entre quiénes hacen la politica exterior (estructura de Ia decision) y cdmo (el proceso de decision mismo) entendiendo que ambos afectan en buena medida el qué (contenido). Al profundizar la estructura decisoria durante el régi- ‘men militar en la Argentina Mega a la conclusion —aplicando los modelos de Hermann y Hagan— que la misma estaba representada por “actores miiltiples auténomos” los cuales se convirtieron en. tunidades de decisién paralelas.? El fenémeno de la redemocratizacién inspiraré un buen mime ro de estudios que en la Argentina, asi como en otros patses de ‘América Latina, pondrén el acento en el sistema politico para deter- minar en qué medida éste se constituye en una variable indepen dente que explica las continuidades y los cambios en sus politicas exteriores, Lo interesante de este enfoque esté dado por Ia bis- queda de otras fuentes de explicacién que no se circunscriban a las correspondientes al nivel sistémico, es decir, las provenientes del marco externo. En todo caso, estos trabajos alertardn sobre 1a necesidad de determinar prioridades causales teniendo en cuenta tanto variables externas como internas. Robert Russe, Argentina y Je potion exterior del régimen auto sitario SRE Tses Rane esdlakelon prbimisars Demorracte 7 police exterior, Fag ge ase ako rape iamente ; Tpke, Ceutioaaar Sie dsarallo con datoe empiric, ver Roberto Rusch BT pee ae tna de deccionss ofa politic exter argentina Bet tet poliioe exer y toma de dedsiones ‘eoamerica, 9, en Roberto Russell, ‘en América Latina, Grupo editor ‘Buenos Aires, 1990. i Bibi de politica exterior argentina ~ 41 Para demostrar Ia debilidad de la variable “tipo de regimen”, Escudé# prioriza Ja variable cultural dentro del espectro de los sondicionamientos internos de la politica exterior argentina Al Fespecto sostiene que la cultura nacional —una de las macrovaria- ‘gles societales que sefiala Rosenau— y, en particular, el sobredi- mensionamiento del aspeecto territorial dentro de la misma, impri- nen continuidad al contenido de la politica exterior argentina sin que puedan marcarse diferencias sustanciales entre gobiernos y s diversos. Rasgos de singular continuidad también son sefialados por Aldo Vacs en su andlisis sobre Ins relaciones de la Argentina con Ja Unién Soviética. Sin embargo, en este caso, la continuldad de la politica exterior no se explics por la variable cultural —ideologica ya que ésta hubiese hecho suponer distanciamiento y no “discreta asociacién” con la Unién Soviética durante el gobierno militar dado su manifiesto anticomunismo, sino por el peso de la variable eco- némica, representada fundamentalmente por el incremento del co- mero exterior y la relevancia del mercado sovitico para nuestro pats. Los anélisis precedentes ast como otros aparecidos en este perfodo dan la pauta de que se esté trabajando, aungue en forma relativamente incipiente, en la ponderacién de fuentes domésticas de Ia politica exterior. Se conocen. algunos trabajos dedicados a probleméticas particulares o “estudios de caso” que han involucra- do aspectos relativos a toma de decisiones,® o han tenido en cuenta al sistema de creencias y su influencia en la percepcién de deter- minados problemas." De todas maneras estas cuestiones no ban cupads, todavia, la atencién nevesaria por parte de los académi- ros en nuestro pais. Es por ello que, Russell hace un lamamiento a profundizar estas vertientes analiticas, En uno de sus tltimos trabajos sobre la politica exterior argentina en el que toma el pe- iodo de 1976-50 adelanta Ia hipdtesis que para el perfodo analizado, al sistema de creencias de los gobernantes fue un factor causal im- portante en la determinacién de las orientaciones principales de » Carlos Eseudé, Et naclonatismo territorial, op. cit, También en Ar senting versus las Grandes Potencas..~. p. et aldo €. Vacs, Las socos discrefgs, Bl rucvo cardeter en tas relaciones ge Maen yt Urn Soi, itor Sudaercns, Boros A, "8 Carlos J. Moneta, Elementos para el andisis det proceso de decisones det rdgimen malter argentino en et Conflicto de tas Islas Malvinas 19761383, i Hetaldo Mutos y Joseph Tulchin, Entre la autonomaa y fa subordinacign: Joliteas Literiores de lot pateslatinoamericanas. GEL, Buenos hie, 1364, ln Laskin de aivares, Argent crs sudricang on Condes ‘os de Politica Exterior Argentina, CERIR, Rosario, junio, 3 Meryam Colacral de Trevisin, Enfogues tedrioos y doctrinarios que domingron las relaciones entre los poses del Cono Sur durante fos setenta ‘Su aplicaciin a ta problemdtica antérica, en Cuadernos de Politica ‘Argentina, CERIR, Rosario, marzo de 1588, ‘£2 ~ Miriam Colecrai de Trevisdn 1a politica exterior argentina ¢ influyé en el comportamiento exter- no del pais? z Como puede verse, la mayor dedicacién desde el punto de vista metodolégico aporta nuevas y més complejas explicaciones y abre también nuevas Iineas de investigaci6n. También se marca fa ten- dencia a acotar los temas de andlisis en politica exterior tanto en funcidn del tiempo —es decir relevar periodos cortos— cuanto en funcidn de una mayor especificidad, En el campo estrictamente tedrico, al que separo deliberada- mente del metodoldgico sdlo a los efectos de sefialar con mayor precisién un aspecto que quiero remarcar, se aprecian en esta etapa nuevos intentos de teorizacién. As{ como a la pérdida de peso del paradigma de Ia dependen- cia le sucedieron formulaciones que ponian bi acento en la bus- queda de alternativas autonomizantes, en fechas muy recientes se jan Jos primeros pasos para redefinir el concepto de autonomia™ Este concepto, dada la naturaleza tan variable del fenémeno que encierra y la dificultad —que también se presenta con el interés nacional o e! bienestar general— para convertirlo en un instrumen- to operativo de las relaciones internacionales y de la politica exte- ior, ha concitado la atencién de un buen numero de especialistas. La definicién propuesta por que se referia —como vik mos a "la maxima capacidad de decision propia que un Estado Puede tener, teniendo en cuenta lox condicionamientos objetivos del mundo real” podria ser corregida y ampliada —a partir de Ia ‘nueva realidad internacional de creciente interdependencia— segan la definicién planteada por Tokatlién-Pardo (1990; 373) en térmi- nos de “capacidad de un actor social de maximizar su n Giador real y/o potencialvisvis otro actor social en un(as) area(s) temética(s). En ella esté implicita la idea de que no se habla de una autonomfa en abstracto sino con relacién a una o varias esferas de accién que pueden ir cambiando con el tiempo. _. Rscudé, que considera defectuosa la concepeién de dependen- cia y autonomia con que se ha trabajado en Ia bibliografia de los afios sesenta y los afios setenta, propone que estos conceptos se ana- licen desde la éptica realista del costo-beneficio de los paises depen- diente y se in re al andlisis “el costo de los desafios” para los Estados vulnerables” Destaca que una correcta definicién de la Se oes a comma i) as prisms ; wy BA, cece stones pur Gd cedc dint unelaotoes arate a bua thle ote coer ae caries ee Se elle egies es de ne eae so Ble aoe i toe 7 1 Am PIO ne wa we me nn nari obs es Wo de un ‘realismo periferico’™ en Roberto Bouras; Roberto Raseel, Beradoe Bibliografia de politica exterior argentina ~ 43 autonomfa debe excluir la posibilidad de definirla como 1a capacl- ded de decision y accién que tiene un Estado, Desde su éptica para gue ese concepto resulte util debe redefinirse en términos de los estos relativos de ejercer esa libertad de decision y accién que tun Estado moderno, atin el mas dependiente, casi siempre tiene. Es contraproducente hacer un “consumo” de’ ese término y utili zarlo como justificativo de confrontaciones con Ja potencia, hege- ménica porque pretende demostrar, fundamentalmente, In “extre- ma importancia de los vinculos cooperativos, de una. alineacién flexible y en ciertas circunstancias de las alianzas para paises que, como Ja Argentina, se encuentran en una situacion de vulnerabl- lidad”. De este planteo se desprende que, “la reduccién de costos y riesgos debe ser el principal objetivo de la politica exterior de im Estado dependiente y es un principio basico para el desarrollo de un realismo periférico” (Escudé, 1989: 257). Precisamente en este punto quiero detenerme para hacer algu- nas precisiones acerca de la gestaci6n de éste como enfoque té6- ico Cuando en 1987 Russell empleé por primera vez esta expre- sién, no estaba proponiendo una politica exterior alineada sino que aspitaba a demostrar la esterilidad de las politicas de confronta- cién por razones ideoldgicas, por sentimentalismos subjetivistas © por mera ignorancia o ingenuidad. También alertaba sobre la im envenioncia del eric de politieas de poder en, el ambo sub- regional. Con esta referencia al “realismo periférico” intentaba ade mis incorporar al debate en la Argentina los desarrollos teéricos Yas disputas generadas dentro de Ia teoria tealista y analizar su \velidez: para reformularla, aprovechar lo util de ella y, a partir de alli, pensar en términos de una “teorla normativa” que pudiera servir de orientacién a la politica exterior del pafs.” Conviene recordar que la cuestién de la insercién es un tema recurrente en los andlisis de politica exterior argentina. Una dife- rencia sustancial radica en si se 1a conefbe como un fin en s{ mis. ma o como medio para dotar al Estado de una maniobrabilidad mayor de sus decisiones y acciones en relacién con el resto de los, Estados del sistema internacional. Podrfa establecerse, en este sen- tido, un abanico de posibilidades desde el planteo de Grondona que'la vincule fundamentalmente al abandono del aislacionismo Unidos y la transictén Argentina, Legass, Buenos Aires, 1989. Sobre el costo ‘del desatio y la conveniencia de Ja alincacion el autor se habia explayedo en La Argenitina verssu las Grandes Potencias, oportunamente citads. ‘autores dado ef te desarrollo sistemético de los estu- dios sobre la politica exterior, consideran que estaria transitando una etspa Pretedrica (Rosenau, 1980: 123 y $6.) "P Aclaraciones ‘acerca del Contenido de este “realismo periférico” apa Jemyen staricalo Tl neoldeallsma perio’, Un eater par oneiag fica exterior de Tos palses del Cono Sur en Is posquerra fria”, en Amé- rica. Latina/Internactonal, FLACSO, Busnos Aires, volumen 8, n° 29, julio Septiembre 1991, p. 440. $= Miriam Colacrat de Trevisin neta te We coracterizd Ia Argentina desde la possuerra® a lo ual Péroe ina sma to exter de decor er loves ¥,un claro compromigo de integraciin latinoamerioana constr lo una “masa critica” partir del denominado “cuadnlatero la ‘oamericano” formado por México, Venezucla, Brasil Asyentigs desde el cual poder potenciarse reciprocamente2 Ea ef otra entre Obra de Eaoade te lschulesenteigads 2 ea 2 ae t, debe ir inc hut ite Lig a una evaluacién Pragmdtica de los bencjictos de la alineasion La vision puesta fundamentalmente en el disefio de estrategias diversas de maximigacién de potenciaidades, de basqueds te oes mayor “integracién” a nivel internacional, en la eleceién del ti de insercion que se pretende y bajo qué condicionamientos ella puede dare, Gsterian'mostrandonos que pueden eristr al Menos versiones del "eallimo perfec A la discusi6n todavia latente® acerca de las dos lecturas tenciales de éste —bésicamente la linea divisoria pasaria por la alineacién “acritica” con la potencia hegeménica—- y como conse. Suencia de la preocupacin or halla un marco trico que res. ponda a le due le es propia a los palses dependstates y, fn particular a los lainoamericanos viene & Sumarse reelentemenve wLyuore satema interpretative que he dado en amare "new is us post ican en torno a desmitificar la presunta ingenuidad del idealismo™ y parte de la ecesidad de construir una teoria normativa en la porifeda que orca Ia posibilidad de cambio en las relaciones hneroacion, tes y “rechaza la presuncién dtica del reallsmo eastentada ee ereencia de que la human irremedi fa repetir el pasado”. Para 2 Ver Mariano Grondona, La tina en ef tie 4 mugde, mera Plana, Bueoos Ara aghs “ emtPo 7 o* es ene a pate ear nda ee oy arin mm Sid Barr, Buenos eee 3) 9 sloweptismbre 3h at en hllare ma leaching pao tv comprem fia del Lalani x Sastey Kober 3 Ea Foreign Polen es 10s y valores son exen- gales para ia elaboracién’de una tcorla de fas relaciones internacional desde tina perspectiva Sur (Dallanegra: 1981; S253)" a Bibtiogratia de poiltica exterior de la cooperacién interestatal ¢ invierte las claves jerérquicas de la agenda realista. £ y Esta nueva linea de investigacién, pblo emmciada por el mo- mento, se constituye en una gstimulante ipiciativa para contribuir al debate sobre la politica exjerior argentina, a partir de Ja situa- ‘ign de posguerra fria que caracteriza Ja escena internacional, y ieeerr, al faves pony arene Ja accién en esa particular fera de 8. ‘ ‘A modo de conclusin, los trabajos aparecidos en esta etapa reflejan el significative avance en los estudios de politica exterior en tiempos recientes. Se ha transitado desde enfoques més 9 me- ‘nos tradicionales, o desde la perspectiva seopolitca con su ‘con secuente reduccionismo— a visiones més comprensivas ¢ integra: doras, que incluyen mayor cantidad de variables de andlisis y ‘vinculan e} marco interno e igternacional.para hallar pluricausales, La metodologia se esfuerza por ser més precisa y Gientifica, incorporando aportes novedosos de las nuevas corrien tes de investigacién en el carapo de la politica exterior y las rela: clones, internacionales. En este sentido se destacan los andlisis sobre “tipo de régimen” y su imy en el disefio y ejecuciin de Ja politica exterior, Ja busqueda de continuidades y ajustes 0 cam biog, la determinacién del curso que sigue le ody de una de cisién en este campo especifico de la accién del Estado, involu- rando tanto el aspecto procesal como el contenido de la misma. Existe concomitantemente con ello, una preocypacién crecien- te por la explicitacién de los marcos teéricos can los cuales s& sla y una esperial atencién a la conceptualizacién. 4 esto $e sume esqyemas jnterpretatiyos alternatives y/o Seen neo reas meets c mabeticn sino come fuente de eeurtos pars la cakoraon Be Be eas posbloy de sien. 6, A modo de conclusion desarrollo de los endlisis de politica exterior argentina ha s0- Buide” deeds cl pane ae va Gytoometatologe in eoluion Es asi que se ha transitado desde la esfera de lo histéricojurt- dico thst dplomdieas oe oa hava Ja t de investigacién que proponen la bisqueda We cxplcaZonss sobre la base Se tuna inuliplisad de variable | Miriam Cotacrat de Trevisén fnteractuantes y que se proyectan hacia la formalizacién de mo- deter de interproicion de ia pollen cxtrior. Hcitacion de los supuestos con los que se trabaja y la éonsideracién clara de la metodologfa empleads es una carseteris: tea de los estudios més recientes. En cambio, los primeros traba- Jos se desarrollan sobre la base de supuestos implicitos que deben 4er descubiertos a partir de su contenido, para poder determainar si adscripciOn a paradigmas o esquemas interpretativos. Los estudios sobre politica exterior argentina aparecidos en- tre 1940-1960 (la periodizacién no es absoluta) tendieron a focali- zar su atenciGn en la génesis historica de determinadas cuestiones relativas a Ia accién externa del Estado vistas desde la perspectiva del derecho internacional y Ta historia diplomstica, Es'asi que trabajé a partir del supuesto que la evidencia histérica ayudaba a atendey rors sola le procnosy al derecho le coreoponda Ia le iones, enmarcadas en cit ios juridic squeal de slscion clertos principios jurfdicos Es comin encontrar en Ia bibliogratia de ese perfodo, Ia preo- cupacién por determinar cierta tradicién en el elerciclo de la polf- tHea exterior argeatina y su sujecién a deterininados principios salomitos como ol paclfismo, neutrals, el respeto al derecho y la justica, Ia jgualdad juridica de los Estados, ete- sta connots. cién' de un estilo de politica exterior argentina nos Ileva a inferir Ta perepeia acerea de su contindad introduccic spectiva geopolitica, que convive en os tramos de su formulacion con les andliss juridicietas pro. voca una combinacién un tanto contradictoria en el abordaje de Glertas cuestiones intemacionales, sobre todo lay de indole terri torial (geopolitica + derecho). Se produce una sobreestimact6n del factor feogréticg y se descansa en las soluciones que desde el mar- co furidieo pueden diseniarse, Puede decirse que hasta ese momento predominabsn los enfo- oe luridicomormativos, la historia diplomética y Ja perspectiva oltcs. El esfuerzo teorizador desarrollado Juan Carlos y desde mediados de los afios setenta, marca el untapié inicial ad inten- to por dotar a las relaciones internacionales ya la politica exterior, ‘en particular, de una mayor capacidad explicativa’ Ya clave de at porte radica en haber reversida el orden tematico que venion esa. rollando los andlisis sobre la “dependencia” en Amperica Latina y centrado su atencién en los grados y capacidad de “autonomfa” aque in Estado puede lograr, posicionado dentro de un sistema in- femacional cuya estructura y funcionamiento debe. ser compren. ida, para desentrafar Tas ventajas y condicionamientos que éste En Ja formulacién de sus cuatro modelos, que responden a una légica incrementalista (dependencia paracolonial; dependencia nacional; autonomia heterodona; autonotnia sevesionista), no solae AOS ENE SRNR ON NN Bibliografia de politica exterior argentina ~ 4 mente tiene en cuenta las variables sistémicas sino que incorpora as{el marco interno con el internacional. ‘El planteo de un cambio reformista para los pafses dependien- ippemisivided se aclonal yee peoples, & poder, isividad internacional y los propios’ recursos 7 © la agregacién de los mismos conforme a diversas estrategias de integracién, constituyen datos significativos para poder sostener que esta linea de pensamiento se inscribirfa dentro de un realismo- reformista desde una perspectina periférica, como lo he denomi- nado en el desarrollo de este trabajo. Se genera, entonces, una lec- tura diferente del concepto de insercidn internacional donde se valo- a el noalineamiento, el teroerismo; los valores y ls principlos ocupan un rol relevante. Reconociendo el valor de la elaboracién de los modelos antes sefialados, como un paso cualitativo en el, desarrollo de la teorfa, gonvendria remarcar que su empleo para caacteriza:globalments la itica exterior en un determi pertodc ofrecer la dificultad de que clertas situaclones resulten formas 0 sa. ic slo, Estas lag aparezcan como excepciones al model ian varse si, en cambio, se realiza e} anélisis combinant pertodos histdricos con érea de cuestiones. Desde mediados de los afios setenta y principio de los afios les en ochenta se profundizan los geopoliticos, los cual Sattttan enka séeimon milter geberognte un amblente favorable para su expansién, Los estudios de cardcter general van cediendo paso a los de geopolitica aplicada a determinadas cuestiones consi- Gl binomi'geopollticepoltica de poder aparece como el deno- jomio geopolitica-pol le poder apare minador comin de la de los trabajos sobre politica exterior argentina. La recurrencia al plano competitivo-conflictivo es una de sus caracteristicas salientes y la ponderacién de los fac- tores de poder —armamento, recursos militares y econémicos po- tencales iy reales— tiene solo wna Tectara de carketr etrtégee militar, El empleo de las cateporias anliticas dela geopoliticn, cond. jo a la explicacién monocausal, tan negativa para el estudio de los ‘complejos problemas internacionales. Précticamente no se tuvieron en cuenta los procesos de cambio, Ia creciente situacién de interde- pendencia a nivel internacional y la em ia de problemas de carfcter global que afectaban a la humanidad en su conjunto. Su preocupacién estuvo fundamentalmente centrada en el manteni miento del balance de poder a nivel subregional, como con: ‘cia de una percepeién confrontacionista y de juegos de suma cero con los patses vecinos. (De todas maneras conviene recordar que piacienes similares se reproducian en otros paises de América Latina, ‘Un nuevo impulso en el desarrollo de estudios sobre’ polftica exterior se produce en los afos ochenta,y de manera singular, jo histérico, puede ‘Con {8.x Miriam Colacrai de Trevisdn €l proceso de redemocratizacién. Los trabajos aparecidos en esta ¢tapa incorporan gran parte de los avances realizados a nivel mun. dial en el campo de las relaciones internacionales. Este crecimiento Se trasluce en la elaboracién de andlisis integradores de multiples Jatlables, en la preocupacién por anunciar los marcos tedricos con Jos que se trabaja y en el esfuerzo por vincular cuestones de orden doméstico con el ‘marco internacional. También se avanza en el Bretedrico (segin el estadio que asigna Rosenau a los esti dios sobre politicas exteriores) en ef intento por formalizat e mas interpretativas y guias para Ia accién en materia de politica exterior. Si optamos por asignarle el carécter fundacional a los trabajos de Juan Carlos Puig, en materia tedrica (o pretedrica), estariamos transitando en direccién hacia la “acumulacion del co- n Se evidencia un esfuerzo renovado por la generacién de mayor conocimiento sistematico sobre la politica exterior y el hallazgo de Principios orientadores para la accién, La polémica que suscita el ‘asignarle contenido a enunciados paradigméticos como “‘realismo petiferico” (Escudé) o “neoidealismo periférico” (Russell) es un ndicador saludable en el camino hacia etapas de teorizacién més complejas, Aun reconociendo los avances relativos, son todavia importan- tes las lagunas que quedan por resolver y las cuestiones que es ne- cesario continuar profundizando tedrica y empiricamente. Sin pre- tender hacer una enunciacién taxativa, las areas del conocimiento ‘las que habria que prestar mayor atencién estarian vinculadas a: a Fuentes domésticas de la politica exterior que permitan de- tectar no sélo los actores que participan en el proceso decisorio sino el desarrollo del proceso decisorio en’ sf mo (politica burocratica). ». Factores poco considerados hasta el presente, tales como la Cuestién de las imagenes y Pereepeiones de los lideres polt ticos y el peso de la opinién publica en la politica exterior. La relacién entre continuidades, cambios y/o sjustes en Politica exterior con el tipo de régimen o sistema ier no del Estado. Andlisis sobre el rol del Ejecutivo y el Con- gfeso. y Ja vinculacién entre ambos respecto de cuestiones Politica exterior. © d. Modalidades operativas del “linkage politics” en el disefio de la politica exterior (combinacién de variables polfticas y econémicas, © Accién de grupos no gubernamentales y su impacto en la olitica exterior para avanzar més allé del nivel intergu- -rnamental de relaciones. eae Bibliografta de potttica exterior argehtina'~. 49 Finalmente, considero de fundamental importancia seffalar que Ja incorporacién de perspectivas y enfoques diversos puede con tribuir a mejorar cualitativamente el nivel de los andlisis sobre poli- tica exterior. Sin embargo, su utilidad debe avanzar més allé del plano analitico y el desarrollo académico para apuntar a la elabo- racién de esquemas interpretativos y operativos aplicables a la Propia realidad sobre la que se pretende actuar, REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ATENCIO. Jorge, ¢Qué es la Geopolttica?, Pleamar, Buenos, Aires, 1965, p. 17, BORON, Aiilio, ‘as desventuray del ‘realismo perifériog’”, en América Lat ‘a/tnernacional, FLACSO, Buenos Aires, volumen 8, 2 39, juioseptien COLAGRAT de TREVISAN, Miryam, Enfoquer tedrigs y doctrinaras gue dominaron las relaciones entre los patses. del Cono Sur’ durante os Selonta Gu apart’ «le Crobemitcnatterhen en Casters Folios Exteror Argentina, FROMOPERCERIN, Renstio tates 96 cowl FE Abin y FERRARY, Gane Poteet cers BBL cont are fin fs merece ape’, noe com, ick "EI penniientpopiico sudameicano en Ia asada del cchenta'y en dt Zutura en Geopaicn, Bucnor ties, Bs, 3 pe DALIANEGRK BEBRAZAT Lig “Uy Tema ho deere ak tees seen es cette dara — Fae ate SB at teppei de “lin pry oa Tei da Reger itemaconl pare da Veo ~ Se ems sta pre dete oP Rude Bata Sats AR Barer ESCUDE, Carlos, Gran Breta‘ia, Estados Unidos y ta declinacién argentina, (Bit) itor de Belgan. oe i, — Ee re tc Bt eo Dearte a ccm EO _— Esieeig Ans paca aaa ats Baas on — "EY baclonalismo territorial argenting", en Roberto Perina; Roberto aati erie gt, Sao TRE ENS pec a — "De la irrelevancia Alfonsin: hacia el desarrollo de un ‘ites ges aE Mk earl Se Unidos y la transicidn argentina, Legasa, Buenos Aires, 1989. wreaked Ot Ea eee a, aah ea ae Tt eo pe ss fake fa Ancdrtida, #13, Buenos Altes, febrero de 1984, Re. 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