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PRovECCION 43 (1996) 203-219 LO RELIGIOSO COMO CONFLICTO EN LOS ESCRITOS DE NIETZSCHE ENRIQUE BosReco El marco de la enfermedad Sobre la muerte del pastor luterano Ludwig Nietzsche, padre de F. W. Nietsche, acaecida cuando éste s6lo tenfa cuatro aflos, escribe Friedericke Diichsel, hermanastra del clérigo, que eternamene problemas, Yo be intentado regalo todo: jAb, desiree fly constr, en camo, que diel. El poder ‘ela costumbre, la necesidad de algo superior a ropura con todo lo esablecido, Is dioluegn de todas las formas soctes. todo ello mantene tn Tacha no ‘esvela, basta que al ial, una serie de expeiencasdlorosas, de acomecimientos frnts en moet corazin, os llevan de auevo ala vii fe del infanciae” ‘Muy lejos esté todavia de afirmar, como lo haré hacia el final de su vida licida, en Ecce Homo, que el ateismo se da en él sinstntivamente», que no es lun hecho acaecido en un momento dado de su vida o un resultado de circunstancias concretas. Para enfonces tiene mucho de qué defenderse, 0 un rencor, 0 un miedo, que le conduce a la expresién cinica: «Soy demasiado ceurioso, demasiado problemdtico, demasiado orgulloso, para contentarme con ‘una respuesta burda, Dios es una respuesta burda, una falta de consideracién para todos los que nos dedicamos a pensar; en el fondo, no es més que una burda prohibicién que nos hacen diciéndonos que no’ debemos pensar CCuriosamente, su amiga Lou Salomé lo define como «una naturaleza religiosa, lo que despertaba por parte de Nietzsche una fuerte resistencia, Lou Salomé escribié: «Veremos el dia en que se presente como heraldo de una nueva religi6n, y sera entonces una religi6n que reclute héroes como disefpulos»”. ‘Nietzsche rompi la mayor parte ce sus apuntes intimos del perfodo més critico de su adolescencia, sobre todo poemas, destruccién que més tarde terminaria Elisabeth Forster, deseosa de sustraer al publico los sintomas de la tragedia interior de su hermano. Hay, sin embargo, suficientes retales que dejan ver el difeil tramado de su experiencia vital entre los 17 y los 20 afios y el lugar importante que su sentir religioso ocupa en esta experiencia. En dos ‘poemas enviados a su amigo y condiscipulo Raimund Granier, en carta del 28 de julio de 1862, Nietzsche rebosa sersimiento religioso. El primero, dice, es una prueba de mis canciones de iglesia: Me his tama Senor, me apresuro| ye detengo ante las gradas de eu oR LLieoo de amor, resplandece tn entraable, tan dolorosimente, tu'mirada en mi coraza: Seo, voy hacia ti ' Jungeschriter.Gesanmele Were, Maston Avsgte, Munich 19222, 1, 6s \ Bece Homo, 8 " LoU ANDREAS SALOME, Miradoretospecivn, Compentio de alunotrecuerdorde aise, compilsos ycomeniados por su amigo personal en ls Ulumos afos, Ernst Prefer, (Ed spat, Aliza Eur, Madd 1980, 8 208 [EnRique Borseco El segundo poema lo presenta a Granier como «una pequenta pieza de vivencia propia». Se manifiesta ya en estos versos un espritu oprimido, pero la mirada de Dios es todavia confortant, no ha adquirido ain la penetracién acusadora de los tltimas afios, que provocaré el tema de la «muerte de Diosw sBsaba perdido, rio de ergo, Indio, ¥ de ‘efotgon.Elerisanismo es una metas de verdugo=" Todos los intentos anteriores de fundamentar la moral son atacados por 'Niewsche. Incluso principios tan universales como el imperativo categérico de Kant 0 el inatacable principio schopenhaueriano", son declarados de mal gusto, falsos y sensimentales, ya que la esencia del mundo es la voluntad de poder® y la vida misma es voluntad de poder®. % Bece Homo, 8-2. ™ ber das Pathos der Wahrheit (Nietsche Werke, Ketiche Guxammnuszabe, ed. Coli Momiaat ML, De Gruyter 1973, 253, ™ Bece Homo, 72 2» Bocas, 7 CF EI 06830, 245, “Tap universal como el katiano: «No hagas dao a mae, sn) ayuda a todos cuanto puedas (El fondament de a moral 8) "© hs all del bien y de ma, Alianza aio, Madi 1980, 11-15. Cf Ms ali... 215218 Lo ReLi6I080 Como COMFLICTO EN... NIETESCHE 215 Nietasche no s6lo est en contra d> la libertad, en tanto que ésta implica responsabilidad moral, sino que le irrit la idea misma de voluntad libre. Esta tacidn parece dar pie, una vez més, ala sospecha de que persiste en él un antiguo estado angustioso de conciencia, engendrado, tal vez, en su esprit ‘enfermizo por las ideas eepresivas de fa moral de su tiempo. Ello explica en parte ques critica de la libertad adguieatonos insultanes a libertad —dice— ela artimaia mis desacreditada de Ins te6logos para *responsabilzar” a la ‘humanidad, de acuerdo con el objetivo que persiguen, eso es, para hacer que dependan de ellos.» «La doctsioa de la voluntad. ha’ sido inventda ‘Sencialmente con la fnalidad de casigar, es decir, de querer encontrar calpabless*. Como un eco de Marx, deformado por la distancia intelectual, la ides de volurtad libre, como otras propas de cualquier ideolopia del pasado, tiene su origen en minorias en poder; pero las minoris de Nietzsche son mas retoreidas y malévolas,y desde luego menos reales, que las de Marx. Tod avi psicologi de a volumad debe wy exten al hecho de que sus ores, fos sacerdoten ue oeupaban fp pesos mis eevados dela amiguas Comunidades, aaron de acoguse ol defeco impose catgos 0 gusron ner a Bios ese derecho. Sesupaso qe los eres humanos eran sires para oss isan y ui, consi ur. li [eseporta de prniio de Te propia pcloga el fade ms absouto ea custateapcollgoa tue t ste dar No cabe dude que su erica, aunque exaltaday radical, roaba en ocasiones ppuntos claramente. vulnerables de la moral cristina que predicaban los Sacerdotes de su tiempo y que se a seguido predicando durante muchos aos. Prescindiendo de sus radicalizaciones, muchas dela citias puntuaes que hizo [ietasche # le moral se lerfan hoy, en oto contexto menos host, con toda naturaldad y acepacin. Ente lo fragmento que dej6 Nietsche hay uno de verano de 1887 en el que acusa al «sicerdote del cristanismo» de «enemigo ‘mortal de la sensbilidads por su odio contra los sentidos, contra el gozo de los Sentidos, Ia alepria en general y la sexualidad”, extica que se identifica aparentemente con otras muchas que le han sucedido hasta casi hoy mismo por parte de mentalidades de dentro y de fra dela Iglesia, pero que en Nietzsche fe convierten en un geto confuso, emnarafado, en defensa de una vida de libertad que le arrebatan sus fantasmas interiores. En los anquilosamientos, rigidecesy errores en general de a mal en uso Nietsche ve sobre todo ef rstro temido del opresor, No hablo, pues aqui, de orgen, aciertoo aleance de Bt o¢at0. 8. © Bocas 96 Et ocaso. 9, * Metsche Werke, VIL 1, 340, 216 [Enrique Borxeco a critica nietzscheana a la moral crstana, punto desde luego interesante hoy ‘pero no del todo pertinente para esta reflexién, sino del contexto emocionsl en cel que esta critica se formula, La tesis de Nietzsche, independientemente de los ‘posible traumatismos que pudiese éste padecer, estd aht y sigue en la actualidad interpelando a las ideologias religiosas: en el terreno moral, viene a decir, todo ‘aturalismo representa Una moral sans; y una moral sana esté regida por un instinto de vida. En consecuencia, la moral que va en contra de la naturaleza, esto es, scasi toda la moral que se ha ensefiado, respetado y predicado hasta hoy, va precisamente em contra de los instintos a los que condena, unas veces de una forma solapada y otras de un modo ruidoso y descarado», Hasta aqui no es més que una tesis discutible que, por supuesto, no podia ser asimilads por sus contemporineos, sobre todo por los estamentos cristianos contra los que est fen gran parte formulada. Pero a reglén seguido concluye, con la mis extrema y fandtia radicaidad, que el santo en el que Dios tiene puesta su complacencia, es el castrado ideal» y que «la vida termina donde empieza el eino de Dioss* Asi, pues, una tesis que hoy podriamos reconocer como valida, una vex purificada de su contexto radical y superada la rigidez de conceptos como ‘snaturaleza» o «instinto», se convierte en una explosion desesperada y blasfema. La «muerte de Dios» La famosa expresion ha sido frecuentementetrvializada, Tiene, incluso, un alcance mis complejo que el que se le ha dado con frecuencia como mera afirmacion de ateismo, No se refiere Nietsche al sentido logic que podria tener la proposicién «Dios ha muertos. Si Dios existe, no puede, obviamente, rmorir. Se refiere ala muerte de Dios en la conciencia del hombre, a un cambio cultural que converte en antiguo y periclitado el régimen de’los antiguos valores. Nietzsche lo expresa grficamente en la figura del ttimo papa, sin trabajo ya, después de la «muerte de Dios. Entonces recaba una orientacién de Zaratusta, «el mis piadoso de todos los que no creen en Dios», y Zaratustra le dice: +Es mejor que no tengamos Dios, es mejor hacerse cada uno su destino com sus propios puflos, es mejor ser un loco, es mejor ser cada uno un dioss®. Nietzsche no habla de una muerte radical y definitiva que sucede de un solo olpe, como si se tatase de una muerte fisica, sino del dramitico hecho historico de que esté muriendo la fe del hombre en Dios. Entiende la «muerte dde Dios» como un acontecimientohistérico, como algo que les ha acontecido a. los hombres en relacién con Dios; y en esto sf es definitiva la emuerte de Dios» © Bt cca... 7 © Ast hai W, Sin tbo, 260 ‘Lo natiaoso como cosFLicTo EN... NIET2SCHE 207 Este acontetimiento define nuestra época histrice®, Como una imprecisa esperanza quedan flotando estas palabras de Zaraustea dirigidas al viejo y “limo papa, cuyo sentido se me escipa realmente: «En verdad, podrfamos esperar mucho tiempo hasta qu alguien resucitase a tu Dios. Pues ese Dios sntiguo yao sive: ha muerto definitivaments" ‘Es Dios el que ha muerto o silo la antigua idea de Dis, la que hasta ahora han tenido los hombres? Heidegger interpreta que Nietzsche indica con la “muerte de Dose el derumbaniesto del mundo suprasensible, la metafisica, s dvr, la flosfia occidental entendida como platonismo ha tocado a su fins Yo, por mi parte, me inclino a ver una serie de elementos psiquicos en la «tcorits de la woerte de Dios: estos elementos avalan la suposicién de una carga emocional ocasionada por la pervivencia de las antiguas angustias de una consciencia reprimida por un seatimiento infantil de culpabilidad fjado en la mirada penetrante, irresistible, y en la vor inarticulada de aquel personaje situado a suespalda. La emuerte de Dios» explicria asi una peculiar motvacion del atetsmo personal de Nietasche, que no anula, por supuesto, el eonjunto de 5 pensamiento ertico y su vlidez dento de la evolucin de Ia historia de las ideas. Pero si se trata de una relacin importante. Desde esta perspectiva, se desvela un significado patcular de la pardbola del encuentro de Zaratustra con ‘el mas feo de los hombres, asesino de Dios. En este pase, Zaratustra intuye Ja identdad de aque! monstuo sé pececmens qué reso con vor de actro— Terese asesino de Dios. Ben que me marche "Tino has pido “spor” al qu “Ye vel, a que velaconsantemente en todo ovo, #8, emis eo de los Bombe. Fe has engado de se Dios supone en este momento una intromisi6n en la conciencia. EI més feo 4e los hombres responde entre otras cosas: «fue preciso» que muriese: vefa con ‘ojos que lo ven elodos; vela las profundidades y los abismos del hombre, todas sus verguenzas y sus deformidades oculas 8a piedad no conolé el pudo:tegraba los replies més inmundos de i ser, Fue preciso que muriera ese curio ene todos I curiosos, ese ind ‘misericordias. sna, “a mis fe prevto que yo me venga de semejanetextigo yo mismo, © C4. CovoMn, EI pensamieno olen, 272 2 fa abl... TV, Si tabaon. 261 ® Meriches Wort «Got it oe (Gesamtausgabe, V, 8 Klosermann, Frankfurt am Main 1977, 258 35a abl. V, «Sin abso, 263, 218 [EnRIQUE BorRE00 EL Dios qu love todo, “aun sien hombre”, yse Dios debfa moi ‘As abl el mis feo de los hombre” Los interrogantes de ateismo Pero el atefsmo de Nietzsche rechaza las conclusiones tranquilizantes de Feuerbach y Marx, no es nada frivelo, como en ocasiones se ha dado a entender. Las consecuencias del atefsmo no son agradables; sin Dios, la realidad se hunde en la nada. Ast pues, mis bien hay que decir, piensa Nietzsche, que para la gente que no se ha liberado cor él, el sacontecimientor del atefsmo es algo grave, trdgico. EI atefsmo plantea infinitos interrogantes. He aqui la ‘imagen det hombre loco que aparece en El gay saber: Todes somos sus asesinos (de Dios pero, jc6mo hemos hecho esto? ,C6mo hemos pod vaciar el mar? Quin nos ha dado una esponja eapar de borrar el hotizonte? {Que hemos hecho para desprender esa itr del so? ;Hacia donde se miueve ahora? facia dénde nos movemos nosores, spartindonos de Yodoe las soles? No vamos eranes como staves de uns nada infin? yo nos absorbe eLespacis vaclo? [La «muerte de Dios» no es un suesso tranquilizador para las conciencias. Por ello existe la tentacién de volver a ser creyente. «Hemos abandonado Ia tierra firme, os hemos embarcado... jAy cuando te viene la afioranza de la tierta fieme.. y ya no hay tierra firmes*, Fatalidad, lamento y obstinacién, necesidad de alejar el peligro de ia angustia, de superarlo con la arrogante negaci6n. Paradoja que podrfa ofrecer una perspectiva particular del niilisma: nietzscheano: Si Dios ha muerto, nada tiene sentido, Sartre se hard eco de esta profunda conciencia®. El nihilismo sucede como Ia desvaloracién de los valores supremos, Nietzsche se conviere asi en el profeta del mundo occidental ‘moderno. Tiene conciencia de que es un pensamiento autodestructivo; pero él lo ha vivido asi y uno puede ahora plantearse si este rebelde y autodestructivo pensamiento le hirié a él mismo y provocd aquella conciencia de tener “literalmente» el porvenir de la humanidad en su mano™ y que termin6 en las imagenes alucinantes del fina!” dat hal, 1, El is fo de fos hombres, 265. Bl gay saber 125, Biscora, Madd 1973, 20, % El gay saber, 4,241, C4 HeodeR, Neches Wort «Got kt tt 0 217 Borrador de cara a. su ermana, ce dciembie de 1888. (Feirich Metsche CConespondencie, Agulat, Madrid 1989, 439). Powe ls ideas megalmanas que expres en las ima caras —Ias amas sats de locuras esta seneas con -l erica, si ie podaos sabe ie veleria a esis fms len sun mievo salvador ‘Lo RELIGIOsO COMO CONFLICTO EN... NIETZSCHE 219 Sin embargo, parece subsis en este pensamiento destructivo, distorsionada. hasta el paroxismo delirante, una convicei6n, también fatalista, que constituye ‘como una dialécica revolucionara, sui alternativa de la marxista ideaista en el fondo y redentora, Se trataria agué de un cierto mesianismo que promete la verdad tras el derribo de los idolos, en un cierto paralelismo con la tarea ‘marxista de acabar con las ideologias, toda una paradoja moralizante: «La palabra ‘ideales’ no significa para mi otra cosa que derribar idolos: en esto cconsiste mi misiOns, Pero esta negaci6n, burla critica de los ideaes es, a su vex, un ideal, el ideal de la verdad frente a la mentira. Los idolos son la rmentira; el mundo ideal es un mundo inventado y, por consiguiente, una rmentra; y en la medida en que se ha irventado esa mentira se le ha quitado al ‘mundo su sentido y su veracidad, La bisqueds de la verdad queda bellamente expresada en una de sus definiciones de filosofla: «La flosofia no es otra cosa {que querer vivir entre los hielos, en las altas montafas, buscar todo lo que tiene de extrafo y de problemitico nuestra existencias. En 1885 escribia a su amigo Overbeck: «Mi vida consiste ahora en el deseo de que todas las cosas sean rejores de lo que yo entiendo y de que alguien convierta mis verdades en increfbless". Y, en contra de toda fatalidad 0 nihilismo, pondré en boca de Zaratustra una palabra profética, salvadora, mesiénica:' «Quiero enseflar al hhombre el sentido de su existencia, que no es otro que el superhombre, el rayo aque brota de la oscura nube humat Pienso que se dan aqui contradicciones y paradojas que nos revelan las claves més eficientes en la lectura de este escritor tenido por cinico —loco 0 genial—, y no por un hombre enredado en su angustia, trasmisor de signos

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