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79. CASO RELATIVO A LAS ACTIVIDADES MILITARES Y PARAMILITARES EN NICARAGUA Y CONTRA NICARAGUA (NICARAGUA CONTRA LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA) (FONDO DEL ASUNTO) Fallo de 27 de junio de 1986 ara pronunciar su fallo sobre el fondo del asuto axel sas academia yaa fares en Nicaragua y contra Nicaragi, incoado por Nicaragua contra ies Estados ‘Unidos de América, la Sala estuve compuesia como sigue Presdente: Nagendra Singh; cepresident: de Lae chaste; Mapistads: Lacks, Rada, Ela, Oda, Ago, Sete-Camara, Schweel, Sir Raber Jeanie, hb Bedjaol, Ni Bversen, Magisirado ad hoc: Cll PARTE DISPOS"TIVA DEL FALLO DE LA CoRTE “La Conte, “1. Por 11 votos contra 4, “Decide que, a pronunciarse sobre la controversia que se le ha sometido en la solicitud que presents la Repiblica de Nicaragua el 9 de abril de 1984, la Corte ha de aplicar Ia "reserva de tratado multilate- ral” que figura ea el acapite ¢) de Ia declaracién de aeepacin de, juisicion presenta en vid del pitrafo 2 del Articulo 36 del Estatuto de la Corte por el Gobierno de los Estados Unidos de América, de- Positada el 26 de agosto de 1946 “"Voros a Favor: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr, de Lacharrére, Vicepresidente; St. Lachs, Sr Oda, Sr. Ago, Sr. Schwebel, Sir Robert Jennings, Sr. Maye, SF. Bedjaoul y Sr. Evensen, Magisira: dos; St. Colliard, Magistrado ad hoc; “VoTos EN conrRA: St. Ruda, Sr. Elias, Sr. Sette- ‘Camara y Sr. Ni, Magistrados. “2, Por 12 votos contra 3, echaza Ia justficaciGn de legtima defensa co- lectiva invocada por los Estados Unidos de América en relacién eon hs actividades militares paramili- fares en Nicaragua y contra Nicaragua, objeto de este caso; “Voros & Favor: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lachanrtre, Vicepresidente; St. Lachs, Sr Ruda, Sr. Elias, Sr. Ago, Sr. Sette-Camara, Sr. “Mbaye, St. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis trados; Sr. Colhard, Magisirado ad hoc; “VYotos EN conTuA: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sit Ro- bert Jennings, Magisirados. “3. Por 12 votos contra 3, “Decide que los Estados Unidos de América, al ‘entrenar, armar, equipar, financiar y abastecer las fuerzas contras 0 al estimular, apoyar y ayudar por ‘otros medios las sctividades militares y paramilitares en Nicaragua y contra Nicaragua han actuado, en suicio de la Repiblica de Nicaragua, infingiendo la obligaciGn que les incumbe con arreglo al derecho 210 internacional consuetudinario de no intervenir en los asuntos de otro Estado; ““VoTos A FavoR: St. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharriére, Vicepresidente, St, Lachs, Sr Rada, Sr. Elias, Sr. Ago, Sr. Seite-Camara, Sr. ‘Mbaye, St. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis- ‘trados; St. Colliard, Magistrado ad hoc; ""Voros EN conTRA: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sit Ro- bert Jennings, Magistrados. “4, Por 12 votos contra 3, “Decide que los Estados Unidos de América, con ciertos ataques realizados contra testorio nica igiense en 1983 y 1984, a saber, los ataques contra Puerto Sandino los dias 13 de septiembre y 14 de oc- tubre de 1983; un ataque contra Corinto el 10 de oc- tubre de 1983; un ataque contra Ia base naval de Potosi los dias 4 y 5 de enero de 1984; un ataque contra San Juan del Sur el 7 de marzo de 1984; ata- ‘ques contra patrulleras en Puerto Sandino los dias 28 30 de marzo de 1984, y un ataque contra San Juan 4el Norte el 9 de abril de 1984, y que, ademas, con Jos actos de intervencién mencionados en el inciso 3) del presente, que implican el uso de la fuerza, ban Aactuado, en perjuicio de la Republica de Nicaragua, infringiendo Ia obligacion que les incumbe con arre- glo al derecho internacional consuetudinario de no ‘sar la fuerza en contra de otro Estado; "“Voros a Favor: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharriére, Vicepresidente, St. Lachs, St Ruda, Sr. Elias, Sr. Ago, Sr. Sette-Camara, Sr ‘Mbaye, Sr. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis: ‘trados; St. Colliard, Magistrado ad hoc; “Voros EN coNTaA: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magistrados. “5, Por 12 votos contra 3, cide que los Estados Unidos de América, al ‘autorizar vuelos sobre terrtori nicaragien- Se, y con los actos imputables a los Estados Unidos ‘mencionados en el inciso 4) del present, han actua- do, en perjuicio de la Repiblica de Nicaragua i fringiendo la obligacién que les incumbe con arreglo al derecho internacional consuetudinario de no vio- lar la Soberanfa de otro Estado; “Voros A ravor: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharritre, Vicepresidente, Sr, Lachs, St Ruda, Sr. Elias, Sr. Ago, Sr, Sette-Camara, Sr ‘Mbaye, Sr. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis- trados; St. Collard, Magistrado ad hoc; “"Voros EN corn: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magistrados. "6. Por 12 votos contra 3, “Decide que, al colocar minas en las aguas inter- ‘aso tettitoriaies de la Republica de Nicaragua du- ante los primeros meses de 1984, los Estados Uni- dos de América, en perjuicio de la Republica de Ni- ‘aragua, infringieron las obligaciones que les incumben ton arrelo al derecho internacional consuetudinario de no usar Ia fuerza contra otro Estado, no intervenir en sus ‘buntos, no violar su soberania' 0 interrumpir el CO mercia martimo paciico, "Votos FAVOR: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharrire, Vicepresidente; St, Lachs, Sr Ruda, Sr. Elias, Sc. Ago, Sr, Sette-Camara, Sr Mbaye, St. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis- trados; St. Collard, Magisirado ad hoc; “Votos EN conTRa: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magistrados. “7, Por 14 votos contra I, “Decide que, con los actos sefalados en el inciso 6) del presente fallo, lbs Estados Unidos de Améric ‘en perjuicio de la Republica de Nicaragua, han in- fingido las abligaciones que les incumben en virtud del articulo 19 del Tiatado de Amistad, Comercio y Navegacisn entre los Estados Unidos de América y la Repiblica de Nicaragua, firmado en Managua el 21 de enero de 19565, “Voros A ravor: St, Nagendra Singh, Presidente; St. de Lachartiére, Vicepresidente, St. Lachs, Sr. Ruda, Sr. Elias, Sr: Oda, Sr. Ago, Sr, Stte-Cama- fa, Sir Robert Jentings, Sr. Mbaye, Sr. Bedjaou Si. Ni y Sr. Evensen, Magistrados; Sr. Collard, Magisirado ad hoc, “VoTOs EN CONTRA: Sr. Schwebel. “8. Por 14 votos contra I, “Decide que los Estados Unidos de América, al no ‘dar a conocer la existencia y la ubicaciGn de las mi- nas por ellos colocadas, mencionadas en el inciso 6) del presente fallo, han infringido las obligaciones {ue Hes incumben con arreglo al derecho internacio- nal consuetudinario aese respecto; ““Voros A FAVOR: Sr. Nagendra Singh, Presiden- te; St. de Lacharritre, Vicepresidente, St. Lachs, Sr. Ruda, Sr. Elias, Sr- Ago, Sr. Sette- Camata, Sr. Schwsbel, Sir Robert Jennings, Sr. Mbaye, Se. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Ma- gistrados; Sr. Colliatd, Magistrado ad hoc; ““VoTos EN CONTRA: Sr. Oda, Magistrado, "9, Por 14 votos contra 1, “Decide que los Estados Unidos de América, al claborar en 1983 un manual ttulado ‘Operaciones psicoldgicas en guerra de guerillas’ y al difunditio a Fas fuerzas contras, han estimulado la comision por 4éstas de actos contrsrios a los principios generales del derecho humanitaio; pero no estima que haya bases para llegar ala conclusién de que los actos de ese tipo que puedan haberse cometido sean imputa- bles a los Estados Unidos de América como actos de Jos Estados Unidos d> Améric “Voros a FavoR: Sr. Nagendra Singh, Presiden- te; Sr. de Lacharridre, Vicepresidente; St Lachs, Sr. Ruda, Sr. Elias, Sr. Ago, Sr. Sette- Camara, Sr. Schwebel, Sir Robert Jennings, Sr Mbaye, Sr. Bedjaoui, Sr. Ni y St. Evensen, Ma- gistrados; Sr. Collia, Magistrado ad hoc; “Voros EN conTRA: Sr, Oda, Magistrado, “10. Por 12 votos contra, “Decide que los Estados Unidos de América, con los ataques en territorio nicaragiense sefialados en el inciso 4) del presente fallo, y al declarar un em ‘argo general del ccmercio con Nicaragua el 1° de an ‘mayo de 1985, han cometido actos encaminados a privar de su objeto y finalidad al Tratado de Ami ad, Comercio y Navegacién entre las partes, firma- doen Managua el 21 de enero de 1956; “VYoros 4 Favor: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharrire, Vicepresidente, St. Lachs, Sr Ruda, Sr. Elias, $r. Ago, St. Sette-Camara, Sr. Mbaye, Sr. Bedjaoui, Sr Ni y Sr. Evensen, Magis- trados; St. Colliard, Magistrado ad hoc; ‘Votos EN CONTRA: Sr. Oda, St. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magistrado. “11, Por 12 votes contra 3, “Decide que los Estados Unidos de América, con los atagues en terttorio nicaragiense sefalados en el inciso 4) del presente fallo, y al declarar un em- al del comercio con Nicaragua el 1° de mayo de 1985, han obrado en violacion de las obli- gaciones que les incumben con arreglo al aticulo 19 el Tratado de Amistad, Comercio y Navegacion entre las partes, firmado en Managua el 21 de enero e 1956, ““VoTos A FavoR: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharrire, Vicepresidente, Sr. Lachs, Sr. Ruda, Se Elias, Se. Ago, Sr, Seite-Camara, Sr. Mbaye, St. Bedjaoui, Sr Ni y Sr. Evensen, Magis trados; Sr. Colliard, Magistrado ad hoc; “Yotos EN CONTRA: Sr. Oda, St. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magistrados. “12, Por 12 votos contra 3, “Decide que los Estados Unidos de América de- ben poner término inmediatamente y abstenerse de toda accién que pueda constitu una violacin de las obligaciones jurldicas anteriormente mencionadas; “VYoros 4 rAvOR: St. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharritre, Vicepresidente, St. Lachs, Sr. Ruda, Se. Elias, Sr. Ago, Sr. Sette-Camara, Sr. Mbaye, Sr. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis- trados; St. Colliard, Magistrado ad hoe; ““Votos EN conta: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magisirados. “13. Por 12 votes contra 3, “Decide que los Estados Unidos de América tie- sen la obligacion de indemnizar a la Republica de ‘Nicaragua de todos los perjuicios causados a Nica- ‘agua por las infracciones de obligaciones que le incumben con arreglo al derecho internacional con- Suetudinario anteriormente enumeradas; “Voros FAVOR: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharrire, Vicepresidente, St. Lachs, Sr. Ruda, Sr. Elias, Sr. Ago, Sr. Sette-Camara, Sr Mbaye, Sr. Bedjaoui, Sr. Ni y Sr. Evensen, Magis- trados; Sr. Collard, Magistrado ad hoc; ““VoTos EN conTRa: Sr. Oda, Sr. Schwebel y Sir Ro- bert Jennings, Magistrados. “14, Por 14 votos contra 1, “Decide que los Estados Unidos de América tie- nen la obligaciOn de indemnizar a la Repiblica de [Nicaragua de todos los perjuicios causados en Nica- ragua por las infracciones del Tratado de Amistad, ‘Comercio y Navegacién entre las partes, firmado en Managua el 21 de enero de 1956; “Voros A Favor: Sr. Nagendra Singh, Presidente; Sr. de Lacharrére, Vicepresidente, St. Lachs, Sr. Roda, Sr. Elias, Sr’ Oda, Sr. Ago, St. Sete-Camara, Sit Robert Jennings, Sr. Mbaye, St Bedjaou, St. Ni y fe Eres, Mapiras, Se Coltard Magid a ““Voros EN conTRA: Sr. Schwebel, Magistrado. “15. Por 14 yotos contra 1, “Decide que Is forma y el moato de esa indemni- zaci6n, a falta deacuerdo entre las Parts, sera deter- minado por la Corte, y reserva a estos efectos el procedimientoulierioF en el caso; ““Votos a ravor: Sr. Nagendra Singh, Presidente: Sr. de Lachariére, Vicepresidente, St. Lachs, Sr. Ruida, St Elis, Sr. Oda, Sr. Ago, Sr. Sete-Cama- ta, Sir Robert Jennings, Sr. Mbaye, Sr. Bedjaout, Sr. Ni y St. Evensen, Magistrados; St. Colliard Magisirado adhoc; “VoTos EN conTRA: Sr. Schwebel, Magistrado. “16. Por unanimidad, ““Recuerda a anbas partes su obligacin de buscar tuna solucién de sus controversias por medios pacifi- 08 de conformicad con el derecho internacional.” ReSUMEN DEL FALLO Cualidades (Pérrafos 1 a 17) ML, Antecedentes de la controversia (Parrafos 18 4 25) MIL La incomparecencia del demandado y el Articulo 53 del Estar (Pérrafos 26 a 51) La Conte recuerda que, después de haberse pronuncia- do su fallo de 26 de noviembre de 1984 sobre a compe- tencia de la Corte y Ia admisibilidad de la solicitud de ‘Nicaragua, los Estalos Unidos decidieron no participar ‘en la presente etapa de ls actuaciones. Sin embargo, eso ‘no impedia que Ia Corte fallara en el caso, pero tenia que hhacerlo respetando los requisites del Articulo 53 del Esta tuto, en el que se prevé la situacién de que una de las partes no comparez'a. Habiéndose establecido la compe- tencia de la Corte, ésta tena que asezurarse, conforme al Articulo 53, de que la demanda dela pate compareciente ‘estaba bien fundadaen cuanto a los hechos y al derecho. ‘A ese respecto, la Corte records ciertos principis orien- {adores establecidosen varios ca°>s anteriores, uno de los ‘cuales exclu toda 2osibilidad de pronunciar automatica- ‘mente un fallo en fivor de la parte comparecente, Tam- Dign sefial6 que la Corte estimaba valioso conocer las ‘opiniones dela parte que no comparecia, aunque las opi- niones se hubieran expresado de modos no previstos en el Reglamento de la Corte. Tenia que mantenerse como incipio bisico el de la igualdad ene las partes, y la ‘ort tena que asegurarse de que la parte que se negara a ‘comparecer no se beneficiara de su incomparecencia, IV. Juzgabilidad del litigio (Parrafos 32 435) 6 que procedia ocuparse de una ‘eestin preliminar. Se habia sugerido que las cuestio- nes del uso de la fuerza y de la legitima defensa colec- tiva planteadas en el caso quedaban fuera del imbito de las cuestiones de que podia conocer la Corte, en otras palabras, que no eran juzgables. Sin embargo, en pri- ‘mer lugar, las parts no habian alegado que el presente Titigio no’ era una “controversia de orden juridico" en el sentido del pirrafo 2 del Articulo 36 del Estatutoy, en segundo lugar, Ia Corte consider6 que el cas0 1 entrafaba necesariamente la evaluacion de asuntos po- Iikicos o militares, que se saldrian de los limites jurldi- Gos_apropiados. Por coniguiete, esas cepicitada para decidir respect a esos problemas. V. Bl significado de la reserva de los ttados malt laterales (Pirrafos 36 a 56) La declaracién de aceptacién de Ia jurisdiccin obli- gatoria de la Corte hecha por los Estados Unidos con arreglo al pirrafo 2 del Articulo 36 del Estatuto conte- l'un reserva qu exclua de a apliccion dela de “las controversias derivadas de un tratado multilate- ral, a menos que: 1) Todas las partes en el tratado afectadas por la decisiOn sean también partes en el aso ante la Corte, o 2) Los Estados Unidos de Amé- rica acepten especialmente la competencia.” En su fallo de 26 de noviembre de 1984, Ia Corte decidis, basindose en el parrafo 7 del Articulo 79 de su reglamento, que la objecién a la competencia basada cen [a reserva planteaba “una cuestion relativa a asuntos sustantivos relacionados con el fondo del caso” y que a objecién no tenia, “en las circunstancias del caso, ‘un cardeter exclusivamente preliminar”. Como conte- ‘fa al mismo tiempo aspectos preliminaresy otros rela- tivos al fondo del asunto, tenla que sustanciarse en la etapa correspondiente al fondo. Para decidir si su competencia quedaba limitada por efecto de la reserva en cuestién, la Corte tenia que determinar si resultarian “afectados” por el fallo teree- 10s Estados, partes en los cuatro tratados multilaterales {nvocados por Nicaragua, que no fueran partes en las actuaciones. De esos tratados, la Corte consider6 sufi- ciente examinar la posiciGn respecto a la Carta de las ‘Naciones Unidas y a la Carta de la Organizacién de los Estados Americanos. La Corte examin6 el efecto de la reserva de los tratados multilateraies en la alegacidn de Nicaragua de que los Estados Unidos habian usado la fuerza en contravencion de las dos Cartas. La Corte examiné en particular el caso de El Salva- dor, en cuyo beneficio alegaban primordialmente los Estados Unidos que estaban ejerciendo el derecho de legitima defensa coleciva, como justificacién de su propio comportamiento respecto a Nicaragua, ya que ‘ese derecho estaba reconocido en la Carta de las Na- ciones Unidas (Articulo $1) y en la de la Organizacién de los Estados Americanos (Articulo 21), En esa medi- da, el ltigio era una controversia “derivada de” trata- dos multilaterales en los que eran partes los Estados Unidos, Nicaragua y El Salvador. Ta Coe le parecia evidente que El Salvador seria “afectado™ por la deci- sidn de la Corte sobre la legalidad del recurso por los Estados Unidos a la leitima defense colectiva, En cuanto a la alegacién de Nicaragua de que los Estados Unidos habjan intervenido en sus asuntos en contravencién de la Carta de la Organizacién de los Estados Americanos (Articulo 18), ta Corte observé que eta imposible decir que una decision sobre el pre- sunto incumplimiento de la Carta por los Estados Uni- os no “afectaria" a El Salvador. Habiendo resuelto asi que El Salvador seria el “afectado” por la decisién que la Corte tendria que adoptar sobre las denuncias de Nicaragua basadas en la violacién de las dos Cartas por los Estados Unidos, la Corte concluyé que la competencia que le conferia la sdeclaracin de los Estados Unidos no le permitia cono- cer de esas denuncias. También puso en claro que el ‘efecto de la reserva se limitaba a excluir Ia aplicabili- dad de e508 dos tratados multilaterales como derecho convencional multilateral, y que no tenfa otras conse- ‘euencias respecto a las fuentes de derecho internacio- nal que el Articulo 38 del Estatuto requerta que aplica- 212 1a la Corte, incluido el derecho consuetudinario inter nacional VL. Determinacién de los hechos: prueba y métodos ‘empleados por la Corte (Parrafos 57 474) La Corte tenia que determinar los hechos pertinen- tes ala controversia, La dificultad de su tarea derivaba del evidente desacuerdo entre las partes, de la incom- pparecencia del demandido, del secreto que rodeaba a Cierto comportamiento ¥ del hecho de que el conflicto ‘ontinuaba, Sobre este altimo punto, la Corte conside- 16, de conformidad con los principios generales del proceso judicial, que los hechos que habian de tenerse fn cuenta eran los ocurtides hasta el cierre de las ac- tuaciones orales sobre el fondo del asunto (fines de septiembre de 1985). ‘Con respecto a la presentaci6n de pruebas, la Corte indid cémo tnian que cumplise en este caso lot -qusitos establecidos en su Estatuto —en particular en el Articulo $3— y ea su Reglamento, sobre la base de que la Corte tenia libertad para estimar el valor de los diversos elementos probatorios, No le habia pareci do procedente ordenar tna investigacién con arreglo al “Articulo 50 del Estatuto. Por lo que se refiere a cierto ‘material documental(aticulos de prensa y diversos li- bros), la Corte lo habia aceptado con cautela, No lo ‘consideraba una prueba capaz de establever los hechos, sino un material que podia, no obstante, contribuir 2 corroborar Ia existencia de un hecho y podia tenerse en ‘uenta para demostrar si ciertos hechos eran de conoci- ‘miento pablico, En cianto a las declaraciones de representantes de los Estados, a veces al mis alto ni- vel, la Corte considerata que esas declaraciones tenfan un especial valor probatorio cuando reconocian hechos © comportamientos des‘avorables para el Estado repre- Sentado por la persona que las hacia, Con respecto a la ‘prueba testifical presenada por Nicaragua —cinco tes- tigos dieron testimonic oral y otro hizo una declars- ‘lon jurada por escrito—, una de las consecuencias de la incomparecencia del demandado era que la prueba testifical no podia contestarse mediante un examen contradictorio. La Corte no habia tratado como prueba ninguna parte de los testimonios que fuera una simple expresion de opinin ea cuanto ala probabilidad de la existencia de un hecho a0 conocido directamente por el testigo. Con respecto, en particular, alas declaraciones ¥ testimonias jurados ce miembros de un Gobierno, la Corte considet6 que pedia ciertamente admitir las par- tes de esas pruebas que pudieran considerarse contra- ras a log intereses o as alegaciones del Estado al que perteneciese el testigo; el resto de esas pruebas tenia ‘que tratarse con gran reserva, La Corte tenia conocimiento también de una publi- cacién del Departamento de Estado de los Estados Uni- dos titulada “Revolucién més alld de nuestras fronte- ‘as: intervencién sandinista en Centroamérica”, que n0 habia sido presentada a la Corte en ninguna forma 0 manera prevista en su Estatuto o su Reglamento, La Corte cansiderd que, en vista de las citcunstancias es- peciales del caso, podia, dentro de cirtos limites, util 2ar la informaciéa contenida en esa publicacién. VIL. Los hechos imputcbles a los Estados Unidos (Parrafos 15 2125) 1. La Corte examiné tas alegaciones de Nicaragua ‘de que el rendido de minas en puertos 0 aguas de Nica- ragua habia sido realizado por personal militar de los Estados Unidos o por nacionales de paises latinoameri- 213 ‘canos a sueldo de los Estados Unidos. Tras examinar los hechos, la Corte consideré probado que, en una fecha de fines de 1983 o principios de 1984, el Presi dente de los Estados Unidos autorizé a una de- pendencia del Gobierno de los Estados Unidos a que fenuiera minas en los puertos nicaragienses: que a pri- ‘meros de 1984 fueron tendidas minas dentro o cerca de los puertos de El Bluff, Corinto y Puerto Sandino, ya fuera en las aguas intefnas de Nicaragua o en su mar testo, por persons pagatas por esa dependenia.o siguiendo instrucciones de ella, bajo la supervision y ‘208 el apoyo logistico de agentes de los Estados Uni- dos; que mi antes del tendido de las minas ni después publicé el Gobierno de los Estados Unidos ninguna Advertencia piblica y oficial de la existencia y la loca- Tizacién de las minas con destino a a navegacién inter- nacional, y que la explosién de las minas eaus6 daiios personales y' materiales, creando también el riesgo de tna subida de los tipos de seguro maritimo, 2. Nicaragua atribula a la accién directa de perso- nal de los Estados Unidos, 0 de personas a sueldo de ese pals, las operaciones contra instalaciones petrole- ras, una base naval, etc, relacionadas en el pirrafo 81 Gel fallo. La Corte considers probados todos esos inci- dents, salvo tres de ellos. Aunque no se habla probado si habia intervenido directamente en las operaciones personal militar de los Estados Unidos, agentes de los Estados Unidos participaron en su planeamiento die ‘sign y apoyo. Por consiguiente, Ia Corte consideraba ‘robada la imputabilidad de esos ataques alos Estados Unidos 3. Nicaragua denunciaba la violacién de su espacio aaéreo por aeronaves militares de los Estados Unidos. ‘Tras indicar las pruebas de que se disponia, Ia Corte resolvi6 que las tinicas violaciones del espacio aéreo ricaragdense imputables a los Estados Unidos sobre la base de esas prucbas eran vuelos de reconocimiento a gran altura y:vuelos a baja altura del 7 al 11 de no- ‘iembre de 1984 que causaron “estallidas s6nicos”, Con respecto a las maniobras militares conjuntas ‘con Honduras efectuadas por los Estados Unidos en territorio hondurefio cerca de la frontera entre Hondu- ras y Nicaragua, la Corte estimé que podian conside- arse de conocimiento piblico y, por tanto, suficiente- ‘mente probadas. 4, La Corte examiné seguidamente Ia génesis, el desarrollo y las actividades de las fuerzas contrarrevo- lucionarias, y el papel de los Esiados Unidos al res- pecto. Seguin Nicaragua, los Estados, Unidos hi "concebido, creado y organizado un ejérito mercena- rio, los coniras”. Sobre fa base de la informacién dis- ponible, la Corte no pudo Hegar al convencimiento de ‘que el Estado demandado “cred” la fuerza de los con- ‘ras en Nicaragua, pero cosideré probado que los Esta- dos Unidos habian financiado, adiestrado, equipado, armado y organizado en gran parte al FDN, uno de los elementos de esa fuerza. ‘Nicaragua demunciaba que el Gobierno de los Esta- ‘dos Unidos habia elaborado la estrategia y dirigido la Hetca de Tos convas,y que habia propocionadospo- yo directo en combate a sus operaciones militares. A la Iz de las pruebas y materiales de que disponia, la Cor- te no estaba convencida de que todas las operaciones Janzadas por los coniras, en todas las fases del confic- to, reflgjaran una estratogia y unas ticticas planeadas Uinicamente por los Estados Unidos. Por consiguiente, no podia aceptar la alegacion de Nicaragua sobre ese punto, Sin embargo, 1a Corte consideraba que era evi- ‘dente que varias operaciones habian sido decididas y planeadss, sino directamente por asesoresestadoui Aense, al menos ex etechacolaboracion con ellos, y Sobre la bass del sfoyo de itligncia Topstico gu ioe Estados Unidos podianpresta A julcio de la Cor te también estaba pobado que el apoyo de los Estados Unidos a is actvieads Gels conras habla adopts diversas formas a le lrgo d los afos, ales como spo logistic, el suminito de saformacién sobre Ta 3 UMacidny fos movinients de ls tropas saninstas, utso-de métodos avanzados de comonicacion, ete Las Pruebas no jusifiesban, sin embargo, la conclusion de ue los Estados Unidos habian prestado apoyo directo tn combate, spores se entenla la intervencon di ‘recta de fuerza de combate estadounidenss. La Corte tenia qu determina si fa rlacén ente tos conras y el Gobierno de los Estados Unidos era tl ue basa corecto considera a los conta, efectos Jiridicos, como un Sgano del Gobiero dels Estados Tinids, 0 que actuabs en nombre de ese Gobierno. La Cre considers que las prucas de que disponia 0 Sastaban pars demnsstrar fa dependents total de los Contras dela ayuda estadounidense, Una dependencia fetal aye hat tata no oda termina It ote podiainferie del hecho de que ls jeeshabian Sido deleceionados por ls Estados Unidos y de otos factres tales comova organizaie, el aiestramiento Yel equpamiento def fuerza, el planeamiento de ope- Tasions,ineeccin Ge objetivos 9 el apoyo opersco- tal proporcionado. No habia prucba event de que ioe Estados Unidos hiberanejereido un grado de con- trol tal que jstfieara que se Consderra qu los con- tras acuaban en sunombre 5. Habiendo llepado a exaconclusi, la Corte opi- 16 qu los conassepian siendoresponsables de sus Acton, en particular des presuntas vilacones de derecho himanitaro, Para que Tos Estados Unidos fve- tan jurdlamente responsable, tendria que probarse gue ese Estado tena un contra cfectivo de lat opera. Sones durante las qu se hablan cometio fs presun- {as vitacones 6. Nicaragua hibiadenunciado ciertas medidas de carder econdmicn adopiaas conta ese pais por el Gobierno de los Estados Unidos, qu consderaba una forma indrecta de intervncion eh ss asuttos iter nor La ayuda eccndmica habia sido. suspendda en nero de 1981 yteminada en abril de 1981 fos Esta dos Unidos se habln opuesto ala concesin de prés- famosa Nicaragua por los organismos financleros Internacionales 0 los habian bloqueado; Ia cvota de Inoracine sat de Nicaragua abi rd hls enun 30% en epiembre de 1983; y el Presidente de lov Estados Unidos haba delarad et T° de mayo de 1985, mediante una orden sjecutiva, un embargo ‘omerial foal con respect a Nicaragua VII, El comportaniento de Nicaragua (Parrafos 1263 171) La Corte tenia cue determinar, en la medida de 1o posible, si las actividades denunciadas de los Estados Unidos, que ese pals alegaba que constituan une) cio de ia legitima defensa colectiva, podian esta just ficedas por ciertos hechos atribuibles a Nicaragua, 1, Los Estados Unidos habian alegado que Nicara- ‘gua apoyaba activanente a grupos armados que opera ban en algunos de los paises vecinos, en particular en EI Salvador, y constetamente en forma de suminisiro de armas, acusacién que Nicaragua habla techazado, La Corte exmin6 primeramente las actividades de Ni caragua respecto a El Salvador. 24 Despuls de examina vais prucbas, y de tener cuenta varia inicacionesconcrdanes, micas de ls opie fr pn Near de ge a oe podia infer raznablmente el umn de cir ta canad de ayuda desde temtorio ncarapiens, ont eoneluys que e apoyo aia oponcin armada dE Saivador desde tron ncarapuense er un hecho hasta ie pm ess 8, Foon procs a miluar desde Nearing ves de Nicrigee tran muy débls,pse a que los Estados Unidos haban desplego en la ein ampli ecusosteneos de i anc, La Corte oo oda conclu, sn embargo ue 10 ber exist algun anspor otifico de armas Sim- plement, tomaba ota de Qu is alegacines de feo Ae amas no esabansoldamente probadas, y de que no isbn paid convencese de qo Buber haido una co- ate continua ge ita imporancl 9 pride po imeos meses de 1981 ‘Aun suponiendo que se hubieraprobad que legaba ayuda millara la Qpostcion armada de E1 Salvador desde ter‘rio de Niaragua, habia que probar an Aue esa ayuda er imputable alas autridaes nicara tenses, que no hablintratado de ocular la pos Ghd de gue ls armas stravetaran ou ter, pro negaban que eso fera‘conecuenca de una pola oflcialdeliberda por su parte. Teniendo en cent lat Clreustncas que caracttizaban esa parte de Amécea Central, a Corte consderaba que no era posible at bur auomsiicamente la responsabilidad & Nicaragua por el tifico de armas en su terri. La Corte com aba que abla que reconoeer que una acivida de tsa naturser, sis efestuaba a excala ita, podia probablementerealizarse sn el conocimicnt def Go- Elem del territorio.En todo caso, las pruebas no enn Sufteeates para convencer ata Corte de que el Gober no de Nicaragua era responsable del trfico de armas fnainguno de los dos perodos 2. Los Estados Unidos habian acusao también Nicaragua de ser responsable de atayues. militares trungfontrizos a Honduras Costa Ria. Si bien no taba tan nformada de In euestion como iubies sido Seseable ln Corte cnsideraba probodo el hecho de que tcenas tcusiones militares tansfonterza eran ne pulabls al Gobiemo de Nicaragua 3. Enel fllo, se recordaban ciertossucesos ocur- dos en ia poe dela caida del Presidente Somoza, ya Aue los Estados Unidos se basaban en ells par alear fe atl obee de cara tbl ye Sleas presunas seguidades 5 predecesor {nmediaio. El lose referia en parla al plan ars gaantzr Ia paz", enviado el 12 de jlio de 1979 Por if "Junta dl Gobierno de Reconstuceidn Nacio Tal” de Nicaragua al Secretario General dela Orga. nizacién de los Estados Americanos, en el que s¢ ‘encionaba,en particular, su "firme intencion de es. Uublecer Ia plenaobservaicia de fos derechos huma- tos en nuestro pas” y "convocar las prmeraselecco- te ibres que nuestro pals ha conocido en et siglo tos Estados Unidos considersban que tenian una res: Ponsabildad especial respecto al cumplimient de {os campromiso. IX. El derecho aplicable: el derecho consuetudinario internacional (Pirrafos 172 2 182) La Corte habia concluido (final de ta seceién V) que tenia que aplicar la reserva de los tratados mulilaters- [es contenida en la declaracién de los Estados Unidos, sin que la consiguiente exclusiéa de los tratados multi laterales afectara a otros tratados 0 a otras fuentes de derecho mencionadas en el Articulo 38 del Estatuto. Para establecer el derecho efectivamente aplicable a la ‘contraversia, tenia que determinar las consecuencias de In exclusion dela aplicabilidad de los tratados multla- terales para la definicién del contenido del derecho gonsutiinariointernacal qu sega eno apis: La Corte, que ya habia comentado brevemente ese tema en la’ fase jurisdizcional (LC. Reports 1984, pigs, 424 y 425, parr. 73), desarrolié sus observacio- hes iniciales, No. consiferaba que pudiera alegarse, ‘como hacian los Estados Unidos, que todas las normas, consuetudinarias que pedieran invocarse tuvieran un tontenido exactamente idéntico al de las incluidas en Tos tatados que no podian aplicarse en virtud de la reserva de los Estados Unidos. Aunque una norma con vencional yuna norma consuetudinaria, pertinentes, tambas en la presente cortroversa, tuvieran exactamen- te el mismo contenido, eso no seria motivo para que la Corte tuviera que opinar que la aplicacién del proceso felativo al tratado debia necesariamente privar ala nor- ‘ma consuetudinaria de su aplicabilidad separada. Por ‘consiguiente, Ia Corte no estaba obligada en modo al- ‘guno a aplicar las normas consuetudinarias slo en la ‘medida en que difirieran de las normas convencionales fue no podia aplicar debido a la reserva de los Estados Unidos: En respuesta a un argumento de los Estados Unidos, a Corte eonsiderd que la divergencia entre el conteni- do de las normas consuetudinarias y el de las normas ‘convencionales no era tal que un fallo restringido a la fsfera del derecho. consuetudinario internacional no fuera susceptible de cunplimiento o ejecucidn por las partes, X. El contenido del derecho aplicable (Parrafos 183 2225) 1, Introduccién: observaciones generales (Parrafos 183 a 186) La Corte tenia que examinar seguidamente cules eran las normas de derecho consuetudinaro aplicables al presente litigio. A es» efecto, tenfa que examinar si ‘una norma consuetudinaria existia en la opinio juris de Tos Estados, y convencerse de que estaba confirmada por la practica, 2. La prokibcin dl uso de a fuerza y l derecho Ge leglima densa , tharos Tet 281) La Corte concluyé que ambas partes opinaban que ls principios relativos al uso de Ia fuerza incorpora- dos ala Carta de las Naciones Unidas correspondian, fen [o esencial alos que existian en el derecho consue~ {udinario internacional. Por consiguiente, aceptaban tuna obligacién convencional de abstenerse en sus rela- clones internacionales de recurir ala amenaza al uso de fa fuerza contra la integridad territorial o la inde~ pendencia politica de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los propésitos de las Nacio- ines Unidas (pérrafo 4 del Articulo 2 de la Carta). No ‘bstante, la Corte tenia que convencerse de que existia ‘en derecho consuetuditario una opinio juris sobre el cardcter obligatorio de esa abstencién. La Corte consi- ero que esa opinio juris podia deducirse, en particu- lar, de Ta actitud de las partes y de otros Estados res- pecto a ciertas resoluciones de la Asamblea General, ¥en particular respecto ala resolucién 2625 (XXV), 215 titulada “Declaracién sobre los principios de dere ‘cho internacional referentes a las relaciones de amis- tad y a la cooperacion entre los Estados de conform dad con Ia Carta de las Naciones Unidas”. El ‘onsentimiento respecto a esas resoluciones era una de Tas formas de expresion de una opinio juris sobre el principio’ del no uso de Ia fuerza, considerado ‘como un principio de derecho consuetudinario inter- nacional, independientemente de las_disposiciones a ‘que estaba sujeto en el plano convencional de la Carta, specialmente las de catacter institucional ‘La norma general de derecho consuetudinario que prohibe el uso de la fuerza permite ciertas excepciones. La excepcidn del derecho a la legitima defensa indivi- dual o colectiva también esti, a juicio de los Estados, testablecida en derecho consuetudinario, como lo evie ddencian, por ejemplo, los términos del Articulo $1 de la Carta de las Naciones Unidas, que se refiere aun “derecho inmanente”,y la declaracion contenida en Ia resoluci6n 2625 (XXV). Las partes, que consideraban aque Ia existencia de ese derecho estaba establecida en ¢l derecho consuetudinario internacional, convenian en aig a legaliad dea rexel ave un aague ppendia. del cumplimiento de los principios y de la necesidad y la proporcionalidad de las medidas adopta- das en legitima defensa, ‘Ya fuera individual o colectva, la legitima defensa s6lo podia ejercerse como reaccién a un “ataque arma- do". A juicio de la Corte, podia entenderse que eso Significaba no slo acciones emprendidas por fuerzas farmadas regulares a través de-una frontera internacio- nal, sino también el envic por un Estado de bandas larmadas al teritrio de otro Estado, si esa operacién, Dor su escala y efectos, se hubiera clasificado como un ‘aque armado en. caso de ser realizada por fuerzas ar- ‘madas regulares. La Corte cit la definicion de la agre- fia gue figuaba como anexo a a resluion 3314 (XXIX) de la Asamblea General como una expresién del derecho consuetudinario a ese respect. La Corte no consideraba que el concepto de “ataque armado” incluyera la asistencia a rebeldes en forma de Suministro de armas o apoyo logistico o de otra indole ‘Ademas, la Corte concluyé que en el derecho consue- tudinario internacional, ya fuera el general o el paticu- lar del sistema juridico interamericano, no existia una ‘norma que permitiera el ejercicio de la'legitima defen- sa colectiva sin Ia peticin previa del Estado que fuera ‘ictima del presunto ataque. Siendo ese requisito adi tional al de que el Estado en cuestin declaara él mis- ‘mo haber sido atacado, 3, Elprincpio de no intervencion (@hrafos 202 2209) El principio de no intervencién implica el derecho de todo Estado soberano a resolver Sus asuntos sin in- jerencia extranjera, Hay numerosas expresiones de una ‘opinio juris de los Estados respecto a la existencia de tse principio. La Corte tomé nota de que ese principio, expresado en su propia jurisprudencia, se habia refleja- do en numerosas declaraciones y resoluciones adopta- das por organizaciones y conferencias internacionales fen las que habian participado los Estados Unidos y Nicaragua. El texto de esas declaraciones y resolucio- nes atestiguaba la aceptacion por los Estados Unidos y ‘Nicaragua de un principio consuetudinario que tenia aplicacion universal. En cuanto al contenido del princi pio en el derecho consuetudinario, la Corte defini los lementos que parecian pertinentes en el presente caso ‘una intervencion prohibida debia referirse a cuestiones, en as que se prmitia que cada Estado ore principio Gt Ia Soberatia de oe Estados, desdtra Hbromente (Por ejemplo, la elzccién de un sistema politico, econd- sco, soil ula, la formulacon de su plies {xerion, La’ intevensin ef ita cuando wiliara, feapeco a cua eleciones, mélodos de cocci, cb Picola ta fcc: eho noon cin wn clin mitar oe a forma inditecta de apoyo a at dadessubversivasreaizadas en oto Estado. ‘Con respecto ala prictica de Ios Estados, la Corte sefald que habla abil en los limos as trios ca. fos de intrvenci extanjers en un Estado en favor de fieres puesta l Gobiemo de exe Estado. Concluys {ue la pretca de los Estados no jstificaba fa pinion E%qc'eistera ex el derecho internacional contempo- "ogo agin deesvo general de intervencion en apoyo de Ta oposcin dentro de oo Estado, en efecto, tos Extados Unidos i Nicaragua afrnaban su ex. 4. Contrameditas colecivas como reaccién a un comportamiento que no entra un atague armado (Parrafos 210 y 211) La Cort examin seguidamente la cuestin des, en caso de que un Esa ae respect ato en conga. ‘encign del principio de no intetvenign, un ercer Ex. {ado puede Tegitmamente tomar. conramedias. que auvdlgan aa intervencion en le aunts inertos 2 primer Bstad. Seria ‘algo andlogo al derecho de Teta defensn en el caso de atagu armado, pero el 2c decadent de a een seria meno ee 8 que no ental on stague aad. A ui dela ork, con arreglo al derecho intrmacionl oy vgen- te, lou Entados no tienen derecho de reacin armada (Colectva) ents actos gue no constuyan un a Sue armado" 5. Soberania de los Estados (Parrafos 212 a 214) Pasando a examinar el principio del respeto de la soberanfa de los Estados, 1a Corte record6 que el con- cepto de soberania, tanto en el derecho convencional como en el derecho consuetudinario internacional, abareaba las aguas internas y el mar territorial de un Estado y el espacio aéreo situado sobre su terrtori. Seflal6 que el tendido de minas afectaba necesariamen- tea la soberania dl Estado riberefio y que, si se entor- pecia el derecho de acceso a los puertos mediante el tendido de minas por otro Estado, lo que se infringia cra Ia libertad de comunicaciones y de comercio mari- 6, Derecho humanitario (Parrafos 215 a 220) La Corte observ6 que el tendido de minas en las aguas de otro Estado Sin ninguna advertencia o otf ‘eaciOn no sélo coasttuia un acto iliito, sino también una violacién de ls principios del derecho humanita- to subyacentes ena Convencion No. VIII de La Haya, de 1907, Esa consideracion lev6 a la Corte a examinat el derecho humanitario internacional aplicable al lit gio. Nicaragua no habia invocado expresamente las dis posites del dereco humantario nternacioal, pro bia denunciado actos cometidos en su terrtorio que parecian contravenir ese derecho. En sus alegaciones, habia acusado a les Estados Unidos de haber matado, herido y secuestrao a ciudadanos de Nicaragua. Como las pruebas disponibles eran insuficientes para atibuir 216 los Estados Unidos los actos cometidos por los con- tras, la Cort rechazé esa alegacin [No obstante, faltaba examinar la cuesti6n del dere- ‘ho apliable a'os actos de los Estados Unidos en rela- ‘ida con las actividades de los contras. Aunque Nicara- ‘gua se habia abstenido de referirse a los cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, en los que eran partes Nicaragua y los Estados Unidos, la Corte considers que las normas establecidas en el articulo 3 comin a los cuatro Convenios, apicables a Jos conflictos armados que no tuvieran caricter inte nacional, debfan aplicarse. Los Estados Unidos estaban obligados a “respetar” los Convenios e incluso a “ase- furar el respeto” de los mismos, y, por tanto, ano alentar a personas o grupos participantes en el conflic- to existente en Nicaragua a que actuaran en contraven- ida de las disposiciones del articulo 3. Esa obligacion derivaba de los principios generales de derecho huma- nitari, a los que los Convenios simplemente daban una expresié concreta 1. EL tratado de 1956 (Pérrafos 221 2 225) seb ila de, 26 ds novembre de 1984, Cre cidi qe tela competencia para examina is solic: tudes relerenes a existencn de una contoversia entre {or Estados Unidos y Nicaragua relatva la interpretacign gla aplicacin de varios artculos dl Traado de Amistad, Comercio y Navepaci firmado tn Managua el 21 de enero de 1956, Tenia que deter minar el sentido de dveres daposciones pertinen- tes, y en particular el de os apatadon ) 9 4) del pitrafo I Wel arcu XX1, mediante los eas las artes se reservaban la facllad de apliarotas di XI. Aplicacién del derecho a los hechos (Pérrafos 226 2282) Habiendo establecido los hechos del caso ‘mas de derecho internacional a las que parecfan afectar ‘es08 hechos, 1a Corte tenia ahora que evaluar los he- ‘hos en relacidn con las normas juridicas apicables, y con el propésito de derrocar a $4 Gobierno, eso equivalia a una intervencién en sus suns interno, cualquiera que fuera lobo pl tico del Estado que prestara el apoyo. Por consiguiente, treet vilaions del articlo 3 comin de os cuatro Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949. Elma. nual sore "Opracons scopes en a guerra de gue- lad cay pas» ie cra responsables ios Estados Unidos, aconseabs clertos acts que tenian due considera volasiones de ee artical, 6. Otros motives mencionados para justificar los ‘actos de los Estados Unidos (Pirrafos 257 a 269) Los Estados Unidos habian vinculado su apoyo a los del Antu 36 de Esato, or sltumo, ef Magisrao Oda Tamentaba que Ia Comte se hubita precipita innecesaramente 8 dar $0 opiniones sob la leatima defesa coletva ene primer flo qustsaba exe toma Opinién disitente det Magistrado Schwebel El Magistrado Schwebel disentia del fallo de la Corte por motivos de hecho y de derecho. Convenia con la Corte en las imputaciones a los Estados Uni- dos por no haber dado a conocer la existencia y la localizacién de minas tendidas por ese pais y por haber hecho publicar un manual que preconizaba ac- tos que violaban el derecho de Ia guerra. Sin embar- go, el Magistrado Schwebel concluia que los Estados Unidos habian actuado de un modo esencialmente Ii- cito al ejercer presiones armadas contra Nicaragua, tanto ditectamente como mediante su apoyo a los contras, porque el apoyo anterior y duradero de Ni- cearagua a la insurgencia armada en El Salvador equi- valia a un atague armado a El Salvador, contra el que los Estados Unidos podian reaccionar mediante una Tegitima defensa colectiva en apoyo de El Salvador. El Magistrado Sehwebel concluia que, desde 1979, Nicaragua habla ayudado a los insurgentes de El Salvador y seguia proporciondndoles asistencia vital en gran eseala. Los actos delictivos de Nicara- gua no se habian imitado a proporcionar a los rebel- des salvadoresios grandes cantidades de armas, muni- clones y pertrechos, lo que podia argumentarse que ‘no equivalia por si mismo aun ataque armado. Nica ragua se habla unido también a los rebeldes salvado- refios en Ia organ-zacién, la planificacion y el entre- namiento para sus actos'de insurgencia, y les habia 21 proporcionado servicios de mando y control, bases, co- Tioticaclone yrefugios qua pecmileron a direction dels rebeldessalvadoreos opera desde eritrio ‘aragiense, La escala de es asistencia equivalia ur dicamente, a juicio det Magistrado Schwebel, au at {ue armaio. No sSlo tenia El Salvador derecho 2 detenderse porsi mismo contra ese ataque armado; ha- bia pedido alos Estados Unidos que le ayudaran en ejerticio de a leitima defensacolectiva, Los Estados Unidos tentan derecho a hacerlo, mediante medidas abtertaso eneubiertas. Esas medidas podian cereerse no s6lo en El Salvador, sino contra Nicaragua en so propio tetitero. "A juicio del Magisrado Schwebe, la conclusion de ta Corte de que el Gobierno nicaraglense no era res Ponsable de ningdn suministro de armas” a Tos insur ents slvadorefios no estaba basada en conideraio- tes "jodicales o juiciosas", La Corte habia “exclido, desestimado y excusado la evidenciainnegable de 1a {ntervencin importante ysostnida de Nicaragua en la insurgencia salvadoretia La intervencion de Nicara- fg cn El Salvador en apoyo de low insurpentes salvar Aorefios habla sido, segin el Mapistrado Schwebe,ad- imitida por el Presidente de Nicaragua, afizmada por Inprtatesetior de Niaagu eo 9 oni ‘mada por“ abundantescorroboraiones". Taeluso aunque, en contra de su opinign, no se est- mara que las acclones de Nicaragua en apoyo de la insurgencia salvadorefa equivalian aun afaque arma do, a Magistrado Sehwebel conclla que consiuan {nnegablemente una inervencion iia: Sin embargo, laCort, "de modo muy sorprendente consideraba & los Estados Unidos responsables de su intervencin en Nicaragua, pero no reconocta la intervenci anterior y continuads de Nicaragua en El Salvador Para que las medidas adoptadas por los Estados Uai- dose ero de nega denn clea ran cas, debian ser necestis y proporcionads. A jucio dsl Magstrado Schnebel, ra dato qu la cestion de la necesidad fuera juzgable en el presente cao, Ya que los hechos eran ta indeterminados, dependiendo como dependian de qué medidas que no entrafaran evs def fuerza podian bastar para poner fina la intervencion de ‘Nicaragua en El Salvador, Sin embargo, pdiarazoable- mente mantenerse qu la necestdad de eat medias que- data proba por "Ya negativapersstente de Nicaragua cesar a subversin armada en El Salvador EI Magistrado Schwebelsostenia que “as aciones de los Estados Unidos eran impresignantemente po Dorclonada, Los rebeldes salvadoretos, apoyados vi {Etmente por Nicaragua ilevaban 8 cabo una reblign fn Bl Salvador, en leita defensa colectv, fos Esta dos Unidos apoyaban simétricamente a rebeldes que Hlevaban a cabo ana rebelion en Nicaragus Los rebel des de El Salvador stacaban de un modo peneralizado bjetivs econdmicos importantes en El Salvadr, los Estados Unidos atacabanselctivamente objetivos eco. rémicos de importancia militar” en Nicaragua, El Magistrado Schvebel mantenfa que en el dere cho intemacional contemporaneo, el Estado que pri mero intervenlacon el uso de Ta fuerza en otro Esta do come mediante la partiipacion sustancial en el envio de furzas regulates a su territorio-— era, pri- ina facie, el agreso, La situacion de Nicaragua como agresor prima facie se confirmaba tras el examen de ios hechot,“Ademas”, -conclula el. Magistrdo Schvebel, "Nicaragua habla agravado su comportar iniento dlictivo al prestar falso testimonio ante la Corte en un esfuerzo deliberado por ocultarlo. En consecuencia, por ambas razones, Nicaragua no acudia ante la Corte'con las manos limpias. El fall a su favor estaba, por tanto, injustificado, y estara injustificado Jncluso aunque se concluyera —como no debia hacerse— que las acciones de epresalia de los Estados Unidos eran Innecesaria 0 desproporcionadas” Opinién disidente del Magistrado Sir Robert Jennings El Magistrado Sir Robert Jennings convenia con la Corte en que la reserva de los tratados multlaterales hhecha por los Estados Unidos era valida y debia res- m tare, Sin embargo, no pola scp a decision de e'Cotisde que pode eevee htleccein sabre et leis SS Sh op peeregeer Bite oa tna os tad mulls prt tes'En coneventiy a bien pod your afar ‘igus So cenhsions So's Cane eae Stiga svar au cnt de ts toss tobe tool de a fasta sobre la intervenes y sobre i stestn de eine defen prgue gS oto It Gore carci ds competacis pda doc abr as |

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