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AMOR CORTES 4 expresion -amor camés,, empleada para designar la rélacion entre un hombre y una mujer, aparece por primera vez en 1883, en un articulo de Gaston Paris sobre Ef Caballle- 70 de la carreta, novela de Chrétien de ‘Itoyes que describe el amor que experimenta Lanza- role por Ginebra, esposa del rey Arturo, un amor que fuc volviendose progresivamente mas y mas perfecto. El vinculo que unia a Lanzarote con su amada le impulso a llevar a cabo asombrosas proezas y a aceptar una obediencia sin limites a las érdenes de su dama, Esta- mos ante Ta fine amor, En la produccién lirica, trovadores y trovetos emplean los términos ural amoury fine amour para hablar del amor mas completo, el mas perfecto v depurado, como el oro mas -fino-, Esta relacién ideal aparece como un auténtico objeto cultural y los testimonios que tene- mos corresponden siempre a textos literarios. Fundamentalmente, se habla de amor cartése ~de fine amor en telacion con la abundante produccién de pocuias de srnor pertenecientes al dominio de Oc y de Oil, a los que hay que afiadir una floreciente produccién de escena- tios novelescos que han quedado en el norte de Francia. Fs, precisamente, la novela deno- minada «cortés, basada en los destinos de Jos finos amantes,, la expresién que mostrar prdcticamente una mayor vitalidad. La-que lamamos sideolagia cons. o amadelo cards, Perdura tenazmente a lo largo del tiempo hasta el siglo xv, gracias a la repeticign de_unos esquemas narrativos, a su retorica amorose rica en meldforas y a una preciable reevaluaci6n de Ta tradiciGn, tanto en la poesia del siglo xv como en Ja novela o somat ET amor cortés, concept enigmatico y desconcertante para el public actual, se ha con- vertido, frecuentemente, en uno de los clichés de nuestra Edad Media imaginaria, cliché que nos muestra la representacién de la dama y del pocta que ensalza y «sirve: a dicha dama, éQue hay de real en los textos y cual es la relacién que sc establece entre [a literatura y la so- ciedad que la ve nacer? En la época cn la que se gestan estos textos no existe una concepcion undnime sobre el amor cortés. Esta representacién diversa incluye tanto el amor que siente un _cyballero por una dama casada ¢ inaceesible, como un tipo de amor aids camal que conduce al adulterio, uso, el amor enue en el matrimonio, Asi pues, la ideologia de la s. El espiritu que anima a los poctas del Midi y a los del norte puede ser muy diferente, sin hablar del que expresan autores concretos que se dedica- Fon a formular una dactrina sobre cl amor, tales como Andrés el Capellan, autor de un Tras tado sobre el amor (Tractatus de amore) escrito en 1184, En cuanto 4 las novelas, alguinas Parejas de amantes que aparecen en ellas ilustran en sentido estricto la fine amor (Lanzarote ¥ Ginebra), pero también puede reclamarse la condicion de fine amor pata la relacién que Se establece en el marco de un matrimonio deseado y buscado, Incluso en el seno del domi. no de Oc, la ideologia de Jaufré Rude! no es la misma que la que se observa cn el trovador Marcabru, y ni siquicra se puede afirmar que los que encierran la rclacién amorosa on los marcos doctrinales estén hablando, exactamente, en nombre de aquellos que expresan directamente el requerimiento amoroso 0 lo expresan por medio de sus héroes. 24 DICCIONARIO RAZONADO DEL OCCIDENTE MEDIFVAT. — ——— — ———— CORTESIAY LINE AMOR: Para comprender bien cl -gran canto de amor de los trovadores, ax come la a ce Is poetas ocettanos, es preciso seguir el consejo cn cl que sucks insist Jean Frappier: aie gute la -cortesia- en sentido estricta de la fine amor, La «cortesia» us €l ideal de compor ae aristocratic, un arte de vivir que implica lo que suele entenderse por buenas conics imuaneras refinadas, elegancia, pero también, mucho miis alli de cualquiera de estas cualidacles puramente sociales, un sentido del honor caballeresco. in Los limites de este comportamiento ideal puede instaurarse la fine amor, relaciin amorosa que, al término de maltiples ctapas, ogra llevar a la practica todo un arte de amar. | amor cortés aparece que son Jos mensajeros de ese amor. El requerimiento amoroso ha sido caleado sobre el mode- loFeudo-vasallatico. “Ma Dames (mi dona, -mi senor. cn occitano), es cl término empleado pa- Ta referirse a la amada_ Fl poeta est al servicio de la dams ce [a misma forma que él caballe- ro se declara hombre dependiente de un seRor. Los gestos del ritual feudal, ciertamente, no suclen quedar completamente detallados, pero el beso puede entenderse como una saisina (en el yocabulario social, stoma de posesién de un {rudo»), Después de haber -servido: co- rrectamente a su dama, el poeta podia reclamar el derecho # un guerredon Con galardén, una srecompensa, es decir, una mirada, un beso, quizd el consentimiento de la amada al amor que se Je presenta ~consentimiento que suele mantenerse en la incertidumbre-, ¢, incluso, puede aspirar a una verdadera unin camal, que recihe cl nombre de surpius). El requeri- miento amoroso debe ir siempre ligado a la valia personal, Aquel que desce llegar a ser el amante de la dama se mostrar siempre leal y cores, consagrard todos sus desvelos a en- salvar a sn amada y, particularmente en el norte de Francia, de acuerdo con el tema nov lesco de Is realizacién personal, se mostrara un caballero ejemplar en los torneos y en los combates. Fl términe provesse, en lengua de oil, sc refierc frecuentemente a las virtudes militares, mientras que proeza, en lengua de oc, designa el conjunto de cualidades que adoman al fino amante-, No obstante, la ética del amor comtés no se resume Unicamente 4 partir de la imitacién del servicio feudal, En el contexto en el que se expresa como una verdadera religion de! amor, la dama aparece como un objeto de culto. La alegoria del dios Amor sirve para poner on escena Ja sumision a un sentimiento que ha legado a percihirse como Ja dnica raz6n de vivir del poeta. Ta intensidad de la vida interior queda ampliamenie sugerid por la lirica, pero tam- bien por esos pasajes, muy destacados en las novels, cn los que determinado héoe ve ene Cuentra prisionero de una imagen fascinante y cac on un estado de dorvetlle! (como Perea. val ance las tres gotas de sangre sobre la nieve) y de éxtasis (como Lanzarote entreyado «loc Restos de adoraciin en el momento en el que por fin va a recihir la recompensa de una ne. che de amor) ELCUTTO AL Drseo. Far nalaclon ¥ entrelazados a Jo largo de los textos, estos rminos demuestran que la fine amor no se consigue antes de haber recorride un lars eccentide. lis ecastones at gulurdén, See naa que ¢l disfrute de un especticulo visual ~ver cémo la dama deseubre se desna, Gee pero, otras veces, el poeta puede aspirar a participa en mucho mas que eso, Es lo que Cptitamente se describe en El Caballero de la carreia, cuyo ssentider, propuesto & bre puesto al autor de esta novela por Maria de Champafa, era thisirar of wasillajer mis compl 1 El doreilleno tiene traduccién directa al castellano. Se trata sein el cual el personaje queda absorto en la contemplaciiin ce En tse estad ede Fercenal, en el roman de Chrétien dey tas de sangre en la nieve; la imagen del rojo de la sangre mec recuerdo dt color de la piel de su amada Blancaflor y qued placiGn del que ni siquiera podrin sacarle una serie de cals. rrotados por él, volviendo Perceval a su obsesiva contempl« sorteses Ie deviielve a su estado de mormalidad, LN. de fa 1 un escadv psicnligico, similar al éxtasis, so que le necuerda Ia imagen de la amada >: Una Oct herida por un haleen dejé tres go- nose ev el Blanes niveo le tre a Perceval el dbsorto, durante horas, en un estacio de contem- liencs armada, los cuales, uno tras cero, son de iGr, hasta que acude Gauvain, que con palabras | { ence AMOR CORTES 25 oF = do, En la lirica, estas etapas estan ckiramente expresadas: antes de aleanzar ¢l goce tiltimo, es preciso aceptar la prucba de castidad (assag, en lengua de oc), sorprendente dominio det deseo, incluso aun cuando el amante sc halle acostado desmudo junto a su amada. La fine amor es una erdtica del dominiv del deseo, Asi, el amante suspira (exhador en lengua de be) y adora, a menudo de lejos. Si puede esperar ser aceptado, se tomnard suplicante (preca- dof y podrd expresar claramente sui requerimiento, sin insistir demasiado, Si por fin es acep- tado (entendedor, mercelan’), podra ser admitido al assag y quizé se convierta cn amante car- nal (dru). 1a felicidad esperada se denomina foy, témino que se impregna de connotaciones referidas a esa elevacion plena de alegria que transforma el ser por In fuerza del deseo (cl rérmino gauc quedaba reservado al placer puramente fisico). Estas largus etapas resultan menos conocidas en la cortesfa que se practica en el norte de Francia, ¢l -gran canto de amor cortés, en donde las voces mas sensuales se mantienen menos explicitas. Los favores de la dama se obtienen con mayor dificultad, y la propia dama permanece casi oculta. Desde en- onces, el amor cortés se muestra como un arte de amar inaccesible sil comin de los morta- les, un arte que es, al mismo tiempo, una disciplina de la pasién amorosa y Una religiGn de amor. En cl espejo de la cortesia concebida como una virtud de la sociubilidad, el amor apa rece como -c] maximo relinamiento alcanzado por la cortesia: (J, Frappicr). En el plano literario hay dos tipos de composiciones que revelan la impartancia de ese Tada por Tos poets del ni ideal smoroso- Er cameON GE TAO? (CAT ve en lengua deal F delicado ane de la Fee ee ee eT TRaSnEDIe oe Pree w nUMCONas medulaciones y & Eigen fein forkeeiah formal que sesns une calidad admirable, Fl tono de la fine amor que cantan los trovadores, por cjemplo, est cargado de matices. La produccion lirica es compleja, recorre la gama que va desde un arte poético que se pretende sencillo hasta un arte hermético, desde Guillermo IX, poeta de las canciones gallardas, 9 Marcabru. con sus denuncias de las mentiras de la fine amor, a Bernardo de Ventadour, poeta de Ja alegria o Jaufré Rudel, poeta del -amor dé lejos-, Part los trovadores, una gran distancia separa a la dama de quien la corteja: el objeto de su amor ¢s, a menudo, inaccesible. La palabra aparece, incluso, como demasiado audaz para ser expresada: -ultraje- y desmesura. Tl poeta, cn acti- tud humilde, suspira y tiembla, su vida depende de una Gnica mirada de la dana, El amor es locura, una bella locura, ciertamente. Cautivo del deseo, muerc de amor pero, como el ave fénix, el amante renace de sus cenizas. Bl tormento causado por el amor es placer y muerte, todo a la vez. A la dama le ha sido otorgado un poder sobre la vida y sobre la muerte. Mientras que la cortesia del norte aparece como un conjunto de cualidades destinadas a la sociabilidad, entre las que se encuentra el arte de amar, la cortezia de lus wow adores se halla mas intimamente vinculada con la fine amor La cortezia va ligada ala meztera (control de uno mismo y dominio del deseo) que sugiere que la dama debe saber conceder la recom- Pensa a aquel que la ha sservide: fielmente. La meztra designa la actitud interna del amante cortés, su paciencia y su humildad. Por lo que se reflere a la joven (juventude), mas que una serie de cualidades relacionadas con un sector de edad, se trata de demos la disponibilidad al don, a la lirgueza, aquello que Supera, con mucho. las reglas de la sim- ple galanteria, y por supuesto, cl servicio a la dama. Pues la vida sin mor no Dues, se diria que el poeta se encuentra obsesionado én todo momento Px rde no ganar nunca el amor de su dama, fascinado por su belleza, habitado por cl funtasma de una aproximacién discret, Los amantes, si llegan hasta ese fo de intimidad, se encuentran slempre: en peligro, en_un estado de temor ante los espias, los (auzengicrs los enulers lengua & de oy Ese culta sccreto, tal y como dicta Ta discipiina de la fine amores abeenible tle acabar slendo victima del acecho de los espias y, por esa razon, el nornre do la hana os debe ser revelado jams, La regla del secreto, cuando se materializa an los cantos de amon, aporta una dindmica esencial alas de Maria Je Trancia, Tampoco sorprende fado por Jaubre Teidel en la Vida, obra de cone temdtica de sus poemas, en donde narra cimo in haberla visto jamas, muriendo, posteriormen ecibio durante la cruzada, Ia generosidad, le Icjos- sea desarn Divgrafico redactada mas tarde a partir de la se finde al amor de una condesa de Tripoli si fe, en sus brazos, a causa de una herida que r 26 DICCIONARIO RAZONADO DEL OCCIDENTE MEDIFVAT, — rr DocTaNs ¥ CONTEXTOS Casi se adivina todo aquellu que podria prestarse a transformarse en doctrina y en teria Fl Tratado de Andrés cl Capellin fue redactudo en un medio amparado por el mecenazgo Y propicio a la ereacion literaria, el entomno de Maria de Champaiis, del que habia surgido Al Cabattero de ta carreia. Fucra de cualquier horizonte de culpabililiad, y contrariamente al Tristdn de Béroul, esta novela sé consagra a relatar las etapas de la devocidn creciente del ‘culto de Lanzarote por su dama. Fsta humanidad novelesca, tan idealizada en sf misma, se ‘encuentra muy lejos del_Trawady cle Andrés el Capellin, que definia el amor comtés segtin ol grade de_accesibilidad permitida a los diferentes grupos sociales (de hecho, los clérigos y los villanos se neontraban excluides de su fica) y Scgdn se Correspondiera con clamor pertecto, definido a partir de los juicios de amor. abs fan dlctado grandes cumas. Peru, después de haber enun- cado lay reglas del amor, excluyendo el contexto conyugal, el autor finalmente, disuade de se- guir_Ies_caminos del amor cortés, pues destruye la moral ctistiana. Nos encontramos, pues, con tension maxima entre Ja produccisn Tieraria'y Tos valores de fa sociedad que BeneT dicha_ ra Su recepcidn. Las origenes del llamado amor cortés han sido debatidos durante mucho tiempo. Entre las posibles fuentes figuran la poesia latina compuesta a lo largo de tod ki Edad Media, que fue objeto de una tradicién hastame desticuble, precisamente, en el siglo sm. Se ha sugerido, igualmente, una inspiracion en lo popular, incluso en el folclore, basdindose en uno de los ‘Motives recurrenies de la poesta de amor, la reverdie, o teverdecer., la renovacién primave- ral que alienta la palabra poética. Sin embargo, la lirica cortesana cs tun sutil que el fondo Popular no puede ser invocado para explicar ese florecimiento del espiritu. Finalmente, la poesia de la fitie amor podria tencr un origen arabigo-andalusé: desde el siglo 1x sc encucn- {ran en la cultura oriental teorias sobre el amor puro y un verdadero desarrollo doctrinal de Jo erético. También se ha evoeado la posible influencia de la herejia catara, Algunos criticos han creido encontrar en la lirica cortés una pasion de tipo religioso que podria clarificar las manifestaciones de veneracién que el amante sabe mantencr Otros contextos, muy diversos, permiten incluir situaciones de fine amor La novela que in {woduce temas extraidos de referencias antiguas posee, ciertamente, rasgos del amor comes: el amor aparcce como algo fatal cn obras tales como el Eneas, cl Roman de Tebaso cl Roman de ruya. En especial, la materia de Bretana se presta a desarrollar relates amorosos, Para Mara de Francia, en particular, es precisa mostrarse sensible a los acentos de la fine amor (por ejemplo en ol Lai de la madreselvct 0 en el Lat del raisenor’, En cuanto a los frigmentos que han trans. mibido la leyenda de Tristan ¢ Isolda, uno de ellos, y no el de menor imporancta, puesto que es el que ha servido de modelo al Tristan aleman de Gontried de Estrasburgo, generalmenty es ‘considerado como una versin comtés con relacion al texto de Béroul, Ahora bien, el esquema de Tristan evoca la trasgresion y la culpabilidad. Como. Podria con- cebirse una suerte de fine amor al margen de toda condena, si ne ¢s por la escenificacién del amor que sicnte Lanzarote por Ginebra, amor convertido en modelo emblematico de la perfec= cién? En el sentido mas estricto de la fine amor, hay otra novela que pueda considerarse ver- daderamente cortés? De todas las posibles representaciones novelescas de la étiea a MOTO, NO hay mejor ilustracion del -servicio de amor- que la que se presenta eu esi obra, puesto que Lanzarote acepta subir a la carreta infamante con tal de no desobedecer a su dama y asume la vergtienza publica que supone aceptar el combate con el «mayor felén., No obstante, las pare: jas aduilteras aparecen en otras novelas. Es el caso de Hamenca, en el territorio de Oc, 0 HL Castellano de Coucy, que Jakemes compone en el siglo Xi tomando come héroe a un célebre trovador, el caballero Guy de Thourotte, muerto en la cruzada, cuyo corazin es servido como exquisito plato condimentado a su dama, reliquia y prenda amorosa metamorfosenda en bar- baric por los celos del esposo. El losengier, es decir, el cspia, ¢l acechador, setor importante en todos Jos escenarios corteses, ya se trate de lirica o de novela, es un Personaje que profana e| amor, lo difunde y lo destruye. Fin efecto, si la dama aparece distante y evasiva, de dificil acoe- 89, €5 porque no puede existir amor en c] matrimonio, y aunque el requerimiento amoroso pa- rezca conducir, a veces, a la alegria de la plenitud, la relacién de Ja dama y del amante debe permanecer en sccreto, secreto por razones de prudencia, pero secreto también para evitar AMOR CORTES a7 ie cualquicr profanacion de los indiscretos mirones. Esta sitwacién es vivida de un modo trigico por los amantes de un relato del siglo xut, La Castellana de Veryi, La Jenguas acechan a Jos amantes, el murmurador los espia con objeto de denunciar al mario la escandalosa noticia Su presencia mulefica desencadena la dinamica de numerosas novelas, comenzando con la le- yenda de Tristan. ‘METAFORAS & INTERIORIDAD la temporalidad del género novelesco permite desarrollar las etapas ciel deseo de una forma particular y poner en practica una sutil retorica del sentiniento, En primer lugar, se eneuentza la metifora de la flecha, que representa la belleza del objeio amado que traspasa cl corazon del amante y lo mantiene prisionero, para siempre jamas; lucyo viene la exalta cion amorosa, la pérclida de la consciencia y el éxtasis, el cardcter psicosomatico de lt pa- sion, las actitudes casi misticas, las imégenes de una herida incurable causaca por el amor. el amante hablando de 5u corazon como de otro yo. El amor cortés marco profundamente Ja concepcién occidental de la mujer y del deseo, con ERCS Pero perastiele pempetuacion de ua Gere ae a Tomas y-de ximbolos sin lox cules he pods comprendcrse [a comiente precio. Sista que se_desarrolla én el Siglo de Ore, En Tos inicios del desarrollo del género novelesco se elabord el arte del mondlogo imerior, el didlogo consigo mismo. No siempre era necesarie Practicar un amor prohibido, Estas técnicas novelescas que ahondan en la interloridad de los personajes servian, igualmente, para resaltar las situaciones dificiles que deben resolver los jévenes caballeros de Chrétien de Troyes, ya sea Ivain o Eree. calalleros que intentan caconttar ¢l equilibrio entre el amor y 1a proeza, la vinculacion a Ia esposa y In realizacion Personal, que es lo tinico que permite preservar la relacién amorosa. La aventura implica va- lor y coraje y el amor exige estas cualidades de forma absoluta, En ese horizonte, Cligés, Ivain o Erec, cumplen con el recorride que los conducira al matrimonio, El modelo cortés fecund6 el mundo novelesco. En E/ Roma de la Rosa, de Guillermo de Lorris, en el siglo xuu, al igual que después, en la lirica cortesana, la representacion de una bis. queda amorosa permanece bajo la impronia del deseo. #] autor de le peimem parte de esta no- vela, que se encuentra sin terminar, parece haber seguido un proposito educativo y haber explotado todos los recursos que podrian alimentar una pedagogia dle la existencia. Georges Duby Jo supo valorar como un ejemplo de perfeccién cortés que muestra una destacable fide lidad de la novela par los modelos de la cultura del amor cortés, pues las alegorias tienen como finalidad imitar los sutiles caminos del amor y del despertar de la pasion juvenil la fetérica amorosa y la posicién dominante de la mujer apareven todavia en los textos de los siglos Sav YX que desciiben Ta inicacion Ge Un joven CABAL en le proce yen cl amut_Sin enibargs. Jean de Saintré una novela de Anioine de la Sule esctita cn 1456, o¢ aparta sutilmente de los valores corteses. En esta novela, es la dama la que educa al joven vardn, pero esa iniciacién se desarrolla en un ambiente de sospecha, ¢ incluso de rechazo de los cdigos sociales y estéticos. Esto mismo se documenta ya en Ia otira de Alain Chartier, La bella dama sin piedad (1424), en donde la dama, cruel como preende la tradicién, rechaza ta metators de li mirada que se concede al amante cautivo: ‘Sabed «ue los oj0s fueron erea- dos para mirar. No me impona el efecto que produzcan. Aquellos que tengan miedo de mis ojos, que se protejan de ellos. En 1400 se funda en Paris la Corte de amor, instivucion mediante Ia cual, la sociedad de comienzos de siglo pretendia dar una imagen «enraizada en el modelo de la cortesia (J. Cer- quiglini-Loule), adoptando una forma juridica cuya finalidad parece

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