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3 Mr azzcavo xx FAvOR DEL PRAGMATISNO 35 V_ [METODOs PARA FIJAR LA CREENCIAI Si la consolidacién de la opinién es el tinico objeto de la investigacién, y si la creencia posee Ia naturaleza de un Jhibito, gpor qué no hemos de aleanzar el fin deseado toman- do como respuesia 2 una cuestiGn lo primero que se nos ntoje, y reiterémoslo constantemente, persistiendo en todo Jo que pueda contribuir a esa crcencia, y aprendiendo a aartaros con desreio _avexin de. canto puss torbatla? Este método simple y directo es realmente aplicedo 2 Hos de conocer que puden suai mis tarde das 3 eto « lg eo no hoy nog propo ge no ete es Toi cntaguace Degemot sonst mcs tas de avers fue can petables ales desbeimsents primes, becendo aie se GeSe'en To mayer vacedsd pole de condreciones eieents Seegusd, dcnds Gpace oi las medfcacores que 70, Puelen 2s pert ee © banant segze gue seslen Ynprecndbls Ur items cin mie aetos ena eyce que arn Todos bv feete apepan pamaralmmts en que “bo conrad cs jeoneet BS Tet tattle percularmente files» peceedete. Er Cinbio, it que denon en-eridencs postves 9 evan ine ‘ra ekacid sbsolata de ss dogmas son diflles de dent, - 1693. $B Gatpe efde ia nunca inese auf sna sci sobre el Gamino de stun 9 sbte la anal ene este dominio en el Stobto moral y cr ol rasonal - 1908 36 costes 5. vemos Pot muchos hombres, Recuedo que una vex me rogron ‘que no leyera cierto periédieo, por temor a que pudiera hacer- te cambiar de opinisn sobre el comercio lie. “Por miedo a gue pudiera verme atrapado por sus falacias y erzores’, fue la forma de expresién. "Tit no exes —me dijo mi ami em apelin en economis politica Pot Jo tanto, poultias ser Facilmente enganado con argumentos falaces sobre Ja materia, Par es, si lees este articule, podrias ser inducido a creer en el proteccionismo. Pero ta admites que cl libre cambio ¢5 la doctrina verdadcra; y no quieres creet lo que no es verdadero”, A menudo he sabido que este sistema era Aeliberadamente adoptado, Con mayor frecuencia todavia, la repugnancia instintiva hacia un estado de ‘nimo indectso, exagerada hasta un vago terror a la duda, hace que los hombres se apeguen espasmédicamente a las nociones que ya han aceptedo. El hombre siente que, con tal de aferrarse a su creencia sin titubear, todo le iré de tun modo enteramen- te satisfactorio, Y es innegable que una fe fine ¢ incom- rmovible proporciona una gran paz de espirtu. De hecho, puede acarrear inconvenientes, como ocurricia si un hombre continuara creyendo resueltamente que el fuego no lo que ‘aria, 0 que se condenaria eternamente si tomara sus ali- rmentos de otra manera que a través de una sonda, Pero, de ser axi, el hombre que adopte este método no consent gute sus inconvenientes sean superiores a sus ventajs. Dir “Me atengo decididamente a Ia verdad, y la verdad cs siem- pre saludable”, Y en muchos casos puede muy bien suceder que el placer que obtiene de su fe sobrepase a los inconve- rientes resultantes de su cardcter engaiioso. AAs, si es verdad ‘que la muerte es aniquilacién, entonces el hombre que cree ‘que ité derecho al cielo cuando muera, a condieién de cum pilir ciertas observancias insignificantes en esta vida, tiene ME ALECATO EN FACOR BEL DAACMATISUD 37 un placer poco costoso al que no seguiré Ia menor decey se a seas iors Lakes people fen muchas personas con respecto alos temas religiosos, pues frecuentes dei Vo no pono tl Ss, que seria may desgraciado si Yo hicier”. Cuando ‘un Tresuuz enter la eabera en la arena al acerca el psig, f: muy verosimil que haya escogido el camino més fli. Es- conde el peligro, y luego dice trnquilamente que no hay ligt; y, si se siente perfecamente segura de que no Io Fay, epot qué habia de levantar la cabeea para cereiorase? Un hombee puede pasire Ta vida manteniéndoce stems camente alejdo de todo lo que pudiera causar wn cambio en sus opiniones, con tal de que tenga éxito —basindo su todo mo To Bae do ees pics Fandaneg tales no veo que sealicito decir nada contra su manera de fbr, Seria una, arrogante impertinenels objetar ques Drocedimiento es iraclonal, porque cso se reduce Gnicamen- tea declorar que su método de establecer la creencia no e fl nuestro. El no se propone ser zacional, yy en Zigt, a menudo hablaré con desdén de la débil e lusoriarazén del hombre. AS, pues, dejémesle que piense como le plazca. ero este método de fijr la creenela, al que cabia lamar rnéiodo de tenacidad, srd incapan de sostenerse en la pr C2. El impulso social esté conta. E hombre que lo adopte encontrar que otros hombres piensan de modo diferente, y Gata ue se le oun c agin moment de sy sensatez, que las opiniones de aquéloe son tan buenas coma ies suyes y est enlbard ou confianza en su crencia, Esta concepeién de que el pensamiento o al sentiniento de ott 22 Aunque ciertamente os posible que eo ocasione una lines de conducta que Heve consign ofce dolores, Ios cuales se babrian eviado fon una relledén mis profunda,- 1903 38 cums 5. rEmce hombre puede ser equivalente al nuestro es un paso palma- riamente nuevo y muy importante, Surge de un impulso demasiado fuerte en el hombre, para ser suprimido sin peligro de destruir la especie humans. A menos que nos. hagamos ‘emmitafos, necesariamente nos influiremos unos a otros en nuestras opiniones; de suerte que el problema se convierte asi en cémo fijar la creencia, no en el individuo meramente, sino en la comunidad. Supongamos entonces que actie Ja voluntad del estado en lugar de Ja del individuo. Que se cree una institecién ‘euyo objeto sea ofrecer Tas doctrinas correctas a la atencién el pueblo, seteradas perpetamente y ae Ia jue ventud; teniendo al mismo tiempo el poder ir que las doctrinas contrarias sean ensefiadas, defendidas 0 expre- sadas. Consideremos que todas las causas posibles de um ‘cambio de parecer sean eliminadas de las aprehensiones de los hombres. Que se Jos mantenge ignorantes, por temor a que pesciban alguna yazin para pensar de forma distinta a como piensan, Que se fomenten sus pasiones para que juzgeen on odio y horror las opiniones privadas @ insdites. Imagi- nemos, atlemas, que se aterrorice hasta el silencio a todos los hombres que rechazan las creencias saneionadss. Que la gente arroje y emplume a tales hombres, 0 que se hagan {nguisiciones sobre la manera de pensar de Tas personas s0s- pechosas, y cuando scan declaradas culpables de abrazar Greencias prohibidas, que se las someta a un castigo ejemplar. Cuando la conformidad completa no pado lograrse. por otras medios, una matanza general de todos los que no pensaban de cierto modo ha resultado una medida muy eficaz de co lar Ia opinién en un pals. Si se carece de fuerza pa ‘esto, se redactard una lista de las opiniones 2 las que rningin hombre de la menor independencia de pensemiento ME ALEGATO EX FAVOR BEL DRAGDHATISSCO 38 pueda asentir, y se exigird a los fieles que acepten todas estas proposiciones, con el fin de apartaclos lo mis radicalmente posible de la influencia del resto del mundo. Este método, desde los tiempos més rematos, he sido uno de Jos principales instrumentos para sostener doctrinas teold- sgicas y politicas correctas, y para preservar su cardcter uni versal 0 catdlico, En Roma, especialmente, se ha practicado Aesde la época de Numa Pompilio a la de Pio IX. Este es el iis perfecto ejemplo en Ta historia; pero dondequiera que hhaya un sacerdocio —y en ninguna religién ha faltado mun ca—, se ha utilizado’ mis 0 menos este método. Siempre ‘que haya una aristocracia, o un gremio, o cualquier asocie cién de una clase de hombres cuyos intereses dependan, 0 se suponga que dependen, de ciertas proposiciones, se encon trarén inevitablemente huellas de este producto natural del sentimiento social. Las crueldades acompafan constante- mente a este sistema; y cuando se lleva a cabo de modo coherente, se convierten en atrocidades de Ja més horrible laya a los ojos de todo hombre razonable. Y no debe sor prender este hecho, pues el mandatario de una sociedad no Ye justificado el renunciar a los intereses de esa sociedad Bar caus de Ta misc camo guizis seca el co ean sus propios interests privados. Es natural, por ende, que la simpatfa y el compafierismo produzcan as{ un poder stim mente despiadado, Al juzgar este método de fijar la ercencia, que puede denominarse método de autoridad, hemos de’ edmitir, en primer luger, su inmensa superioridad mental y- moral sobre ‘al método de tenacidad. Su éxito es proporcionadamente ma- Yor; ¥, en efecto, ha conseguidlo una y ota vez los resultados ands majestuosos. Tas meras esteucturss do piedsa que ha fncitado a consinir —en Siam, por ejemplo, en Egipto, y 40 counuss «. ramen en Europa— tienen muchas de ellas una sublimidad apenas sobrepujada por las més grandiosas obras de la Naturaleza, Y, excepto las eras geol6gicas, no hay periodos de tiempo tan vasios como los que se miden por algunas de estas Fe onganizadas.* Si escrutamos a fondo el asunto, descubriremos 4 Si se unificaan en el sesido de la Plegara usivereel de Ale sander Pope, Zguiem sera el indvidas cuya yanida se aunse Tossa sofrentar su decision con la. delle? Eats fs teclanan ‘an otgen Avincyy ex verdad que Tos hombres a las an inveniad tn met ‘ado que los péjers han Inventado sus cantar, E> you seeiaa eo lindo de teoaciead I que las sara y cies a Un ecatances paca el velar de algo que no sea el ode Tole eedo distntves co Gonnio echo hic fe iovestdo fara data leon Sin tears resultado ba sida en general, um gait Sn pec, St Jn eslvitd de ln opinion es natural y sludable pare tos homies, entonces eben segulrsiendo asclavs, Cada po de teles stems fue primeramente esbleido Teale o peofea indivdesl; + wna ver fundady cress bot stole, "Mas dentro de’ ese pencpio de cecimienta, se ceulan xmencs de decadencs, El poder del individeaisne se eating Aieamente It orzaczacién tiene vida. Ahora Men Gr el tascarso de Tos sigs we olvidan ls vijer euetonce; nuctas cuestiqnes se foman ‘ufgentes, El mar avira o reosedey alguna hors gue siempre: Ba vivo de conquiar lps a hacer una conguisa de cone seeuencias para el muro enter. De in modo ode ete, el comesio se desria de sus antiqioscatces. Somejuate cambiy te experience delgado, oy hopes empl «bare cone as acciones de las gutoidades Tas que en tempos peeceentes se gn omeido. Cheon tay ude or Dine con vistas a una sclacién; pero. un legeldr individual ya no sea cscicado Flinn de lor gobemantes sts hu dead de avert aque la convoeacin de un conscn del chlo ec una medi carga de peligios para Ia auioidad. No obstnts, por mis gue se ect en extra, invocan efecivamente In opiniin Publicy Io cual et una apeaciém impertante a un micro método de implener le opie, pettbaciones; grupos Ge hombres discuten el ttado do co sas y se enclende la sovpesha —que corte gam un regucio de DMF ALEGATO EN FAVOR DEL PaaGaATISNO 41 que ni uno solo de, sus credos ha permanecido siempre ic; pero el cambio estan Teno como para ser impor ceptible durante toda la vida de una persona, de suerte que In recncia individual queda seniblemente ij. ora la ms de la humanidad, por consiguientc, no hay acaso mejor método que éte.’ Si su impulso supremo es ser esclavos intelectuales, entonces deben permanecer esclavos. Pero ninguna institucién puede cmpefiarse en regular las opiniones sobre todos Jos temas. Sélo cabe_atender a, los ‘mis importantes, y, por lo demés, la mente de los hombres hha de jes a1aoeciin de Ins eausas naturales, Esta ie perfeccién no seré una fuente de debilidad mientras los hhombres estén en tal situacién cultural que una opinién zo influya en otra, es decir, en tanto que no sepan cuéntas san dos y dos. Sin embargo on Ia mayora de ns exads regidos por sacerdotes se encontrarin algunos individuos que se Inyan elevado por encima de esa condicién Estos hhombres poseen un tipo més amplio de sentimiento social; vven que los hombres de otros paises y otras edades han sostenido doctrinas muy diferentes de aquéllas en que ellos mismos han sido educados a ereer; y no pueden por menos de comprender que es el mero accidente de haber sido ‘ensefiados como lo han sido, y de haber estado rodeados de Lis costumbres y asociaciones en que han estado, lo que fea eee a ein aeneae ace eee amo ie ee ae Se Se ear ad we ae ane seo bien eae ee ae bot inte eee beg eae SSusgatiiccinnesache Shey AER Ss oes a eee ee eee Soni ee ee ees 2 cranes =, amon Jes ha hecho creer como creen y no de otta forma muy distinta. Y su candor no puede recistise a la reflexi6o dde que no bay razén alguna’ para apreciar sus proplas ideas en un valor més alto que las de otras naciones y otros siglos; provocando asi dudes en ‘su espititu Mis adelante percibirin que dudas como éstas deben exist em sus mentes con referencia a toda cetncia rue parezca haber sido determinada por el eapricho de’ elles ‘isos o de los que originaron las opiniones populares, La adhesién voluntaria a una creencia y su imposicién arbitra- ia a otras personas deben, por tanto, abandonarse. Es pre- iso adoptar un nuevo y diferente método de ascitar las ‘opiniones, el cual no s6lo ha de producie un impulso a erect sino que decidiré también qué proposicon es la que tiene we soe Defer entanets libre an a la accién de las preerencias naturales y, bajo su lnfluenpenestamea que los hombres, conversando entre $1 y contenplande. los /cuestiones desde diversos éngulos, desarrollen. paulatinamen- te sus ezeencias en armonia con las causas naturales. Este método se asemeja a aguél merced al cual se han evado ala madurez las concepciones del arte. Su mas. perfecto ejemplo se halla en la historia de la flosofia metafsica. Los sistemas de este género no se han basado usualmente en Jos Inschos observades, al menos no en. un grado conside- rable. Han sido principalmente adoptados porque sus pro- posiciones fundamentales parecian “agradables a la razdn”, Esta es una expresién adecuada; no alude a lo que con ccuerda con la experiencia, sino a lo que nos sentimos ineli- nados a rect. Platén, por ejemplo, encuentra conforme a Ja rezén que las distancias de las esferas celestes entre sf scan proporcionales a las diferentes longitudes de las cuer- das que produeen acordes armoniosos. Muchos filésofos han tz ALEeATO EN FAvoR BEL PAACMIATISMO a sido conducidos a sus conclusiones primordisles por cons: Geraciones de este estilo®™ pero esta es la forma inferior y menos desarrollada que adquiere el método, pues esté ee se han aplicado 2 consolidar Ia opinién, y cudl ha sido su Po Bape gin Mea ee otis © oe Se eas moasas wks Ss oe Lidell Et peo he oe rier trae be Si Soe son honey panes mene Sree bor dee cat A ee eee i et rey Soteig o & ‘Entende exitir en vet de Ta existencia de la idea. En consecuen- eo ee Sahota cee hae Page och ie eter pete Sern ase Bea as fae tea a nari BX RARE Sot Amen Sea a pis fate ie De eee DOSES ogi passes SE ie ene, die ie serdar. Sor b ant la pote de ieee ee eres tito desatnor de agai que ex jul, m8 indipuiemente cect. ‘deste We Sus, ect ae ne meee ee “ consniss 5. pence claro que otro hombze podcia estimar més adaptable a su razin la teoria de Kepler de que les esferas telestes son proporcionales 2 las esferas inscritas y circunscritas de log 2 cual parezea haber una iocinacién natural a adopesla, Pero adie puede deat que lo ameter no define taactmente fe wae, de Der be ti mn nae ensue? Quist Se me argupa, ain embargo, que dane Kent se I «wcado ee vein La gran jactanca de Kant ef. que di examina exh fatmente neers ilinaciones naturals hata cts cpiionse, Usa Sensi ume vay a arent nt alte To ae la experiencia puede gacandas’ Una opie Se oa algo es necesaamente verdadero (o ea, mo que © meninee Tene eto en cl estado de eps existent sino ue sala weladees aualguierexido de cues) va igualinente mis ld Seo gue auocen 1h experiencia, “Estas isenactones bablan sido hccha fee Lei 4, mimiidas por Hume; y Kant las tc," Aungue sem proporcones de un matic nominative, difcllmente tabe negurlas "Lie fe ately ae tudo Jo que se sotticne que er sigurosuncrte verdadeto ve ae allg deo’ gue la ‘experiencia. puede jstfiew, “Accords” ct ites del eiged de las ides, Nene proosle « tazonar cans sine as provesiciones grométrica te afitma que son urnersieeate oe, metas. De gut que.ng scan dadas por la exptiencns Ea cove Guencia han de ser debidas a una neceidad inter de a rauedion del hombre, por In que éte Ip ve todo en el copies Eee fy ag a los ingles de un tiingulo serd igual doses Oe ES abjetos de nest vision. Jurtamente eso, y nade mit ey le nce de pensamionto de Kant. ‘Bero le compa ee iad “et et seminsrics ha Iegado hasta el pants de comigerie que tal sedgasa Sum sumer dial Yo iin scr Crier ef readin pura, secon por sci, y mustar que el penance co tee g's st det cit eal ven es sae es objets ortnarios como ls artes y as monte te ayen coment no ois estan, de Jos szatidos. Pero no podemen persuadincs a enue ¢ ead Ak Ios deboles ¥"lis monedas de ore Tay’ ona isitenci Sates ene solr elo yest wa evan parame en el ble de la cxeencia general en ellon Eno’ cept sinplesent, ao tudo, una creencia tan onto como se campruche he ceeplane ur anscaTo Ex Avon paz pascuarisNo 4 diversos sélidos regulares. Pero et choque de las opiniones pronto induciré a los hombres a apoyarse en. preferencias Ge naturaleza mucho més universal. ‘Tomemos, por ejemplo, gyandemente a muche gente. Cuando pasa a Ins ideas de Dios, GETTING Seis ac rea i re ee oe eee ee ee oa sin oh oe Sige ieee a ee a ea Ses Sees Sea Evia Sie ee Sees Gene eee paces cae ae inlet" mea yt isl acy cee ots be ee, cape te eae cee Seciee ee aes tao ol rma Lape ee ain lo pry Dneliy ctor cay en eet SOBER Sree rer al ee a ae eee ee ogee Sees, ce a, Sole Seer aS ere Se a ee dificultades a las gue cualquier opinién da lugar espontineamente, Sleds + me gms clin Ge ee poe cor so oes ce ee ee ad ee ees nied cies alee a puesto”, a “resupoicones s” (con lo see = ane sire tients Ce re) 7 se os Sree ca eam ae ee eee ge isang ee see re Semi me Go, ae ane eas Se i oo oe oe Se speed 9 Slo loo hls ot see eed oa ee 46 coms & rece Ja doctrina de que el hombre slo actia egofstamente, es decis, bajo Ta consideracién de que actuar de un modo le cepataré més placer que actuar de otto. Esto no ce funda en ningin hecho del mundo, pero ha tenido una amplia aceptacién como Js tinica teorla razonable #0 Este método es mucho mds inselectual y respetable desde el punto de vista de la razén que cualquiera de los otros dos que hemos mencionado, Ciertamente, debe seguire, mientras no pueda aplicarse um método mejor, puesto que ¢s cntonces Ja expresién del instinto, el cual ha de ser la causa tltima de Ia ereencia en todos los casos. Sin embargo, su fracaso ha sido el més manifiesto. Hace de la indagacion algo similar al desarrollo del gusto; pero el gusto, desgra. Hh epbatio, queds fuera de la nica ewestin impure, lade st al mcd Toata iar as opinloner de ‘lor hombres Los prosecios estos autores son muy peruativon. Uno se atcucia © jst goa bn de legato. Py de hecho, hota I Fecha, decadent ao than conseguo; » Ta penpetiva en esta dneecn et muy dessin. ora Le difcultad esha en que Jar cpiniones auc hoy se hee ph inmuabiny ata ven ss le ra” Son ealmente bar mis varsbiy de lo que parccm 2 ua lator apie rados pest aie las freses dostinadas yrevestic Las opiniones ies {05 om usedas de segunda, mano por sus syensuras Todaviahablamos de “causa 'y elec” aunque, en el mando recinico, a opinidn que la frase pretend expres he sd aoe rads hace largo siempo. Ahora tabems que la acelerciin de ona pardcula en uslguer insnte depende Seu pesca velit fess patclas nee mismo inate, mints que le antigen leg era gue, el pavado fects al futuro, en tanto que tl future alesse al paedo. De. andloga manera, In “ley de ls eferta ¥ ls demaree Heng sgiffados enteramente ifecnies en difcences scseeniasy 25 Una acentacin euyo apoyo real ha sido lp epiién de eee al hoes lini bien tltimo. Mae esta piu, nclas gg ign de que el placer ner se es sigera un bien ssh es dcbendis sieavas el que’ a sostiene. permanece sn una idea duets de Io aie enticnde por “bien” "1908, Me ALEGATO EN Favon MEE PnAcDHATEENO a ciadamente, es sfempre més o menos una euestién de moda, y. en consecuencia, los metafiscos nunca han llegado a un szusdo jaan gue el penulo ha oscad a tn lado ¥\ ‘ofr entre una Filosofia mis material y otra més espiritual desde los tiempos mis remoios alos mis-recientes. Y asi, de éste que se ha Tlamado el método a priori, nos vemos conducidos, en frase de Yord Bacon, una verdadera induc cin. Hemos examinado este método apriorstico como algo que prometia suprimir de nuesteas opiniones su ingrediente accidental y caprichoso. Pero el desarrollo, aunque es un proceso que elimina el efecto de algunas circunstancias c2- suales, también aumenta el de ottas. Este método, por ende, no difiere de un modo muy especial del de autoridad. El gubjemo quizés no haya Jevantado su dedo para influie en this convicciones; tal ‘vez yo haya quedado exteriormente libre de elegc, digamos, enire la monogamia y la poligamia, , apelando sélo a mi conciencia, acaso he concluido que esta segunda prictica es en si licenciosa. Pero cuando al canzo a comprender que el principal obsticulo para la difusién del cristionismo entre un puchlo de tan elevada cultura como los hindées ha sido el convencimiento de la inmoralided de nuestra manera de teatar a las mujeres, no puedo por menos de ver que, aunque los gobiemos no in- terfieran, Jos sentimientos en su desarrollo estarin en gran parte determinados por causas accidentales. Ahora bien, hay algunas personas, entre les cuales debo suponer que se encuentra mi lector, que, cuando advierten que cualquiera de sus creencias esté detcrminada por circunstanciss extra- fias a los hechos, desde ese momento, no sélo admiten de palabra que la citada creencia es dudosa, sino que experi> mentan una duda real respecto a ella, de modo que, en cierto grado al menos, ésta deja de ser una creencia 8 cuss 5, remee Para satisfacer nuestas dudas, por lo tanto, es necesarto descubrir wn método segin el cual nuestras creencias no sean detenninadas por nada humano, sino por alguna per- manencis xem, por alg sobre lo uc nucsto pensar po | tenga efecto27 Ciertos misticos imaginan que poseen dicho meétedo en una inspitacién privada de Iovate, Pero. exo no es més que una forma del método de tenacidad, en donde la concepcién de la verdad como algo piblico no’ esté todavia desarrollada, Nuestra permenencia extema no seria extema, en metro sentd, si su influencia se linia a un individuo. Debe ser algo que afecte, o pueda afectar, a todo hombre. Y, aunque estas afecciones sean necesaria: ‘mente tan variadas como Jo son las condiciones individuales, sin embargo, el método ha de ser tal que Ia conclusién di. ‘time de todos los hombres sea la misma Tal es el método de la cicncia, Su hipétesis fundamental, reformulada en tun lenguaje més familiar, es ésia: Hay cosas reales, cuyos caracteres son enteramente independientes de nuestras opi niones acerca de ellos; esos reales afectan nuestros sentidos de acuerdo con leyes regulares, y, aunque nuestras. sen: saciones son tan diferentes como nuestras relaciones con los objetos, no obstante, valiéndmos de las leyes de la pescep- cién, podemos averiguar mediante el razanamiento cémo son las cosas real y verdaderamente; y cualquier hombre, si tiene suficiente experiencia y razona bastante sobre ello, lle gard a Ja nica conclusién verdadera. La nueva concepcién “7 cqul implicada es la de Realidad. Cabe preguntar céino sé yO que existen reales. Si esta hipétesis es el xinico apoyo Pezo que, por otro lao, tienda incesantemente a inflit en el pengamiento; 0 en ots palabrs, por algo real -1903, 380 ‘seia la mista si se penstiona saficientemente en la inde: exci. 1903, DIE ALEGATO Ex" FAVOR DEL PRACMATISNO 8 de mi método de indagacién, mi método de indagacién no Giebe usarse para apoyar mi hipétesis. La respuesta es ésta: 1. Si nos posible jugar que To imvestiacon pruebe que hay cosas reales, al menos no conduce a una conclusién (huts adams, el metodo y ln concepein’ cn gue se Basa pemanecen sempre én armonit. Ninguna dude del miétodo, por tanto, surge necesariamente desu préctica, Como es el caso con tofos los restantes 2 El sentiments jue origina cualquier método de fijar Ia creencia es una thsadfaccidn ante dor proposcloncs incompatbles” Peo aqui ya hay una vaga concesién de que existe alguna cosa ala que una proposicién deberia representar. Nadie, por consiguiente; puede dudar realmente de que hay reales, porque, silo hiciera, Ia duda no seria una fuente de insatis- faccién, La hipétesis, pues, os une hipstesis que toda inteligencia admitc, De suerte que el impulso social no inclina 2 los hombres a dudarla. 3. Todo el mundo utiliza ‘el método cientifico en muchas cosas, y sélo deja de em- pplearlo cuando no sabe cémo aplicarlo. 4. La experiencia del método no nos ha levado 2 poeta en dud sno que, cl contrario, la investigacién cientifica ha obtenido los Tus maraillzostrunfos en el camino del exablecimlent de la opinidn. Esto proporciona la explicaci6n de por qué no dudo del método ni de la hipstesis que aquél presupone; y no teniendo ninguna duda ni creyendo que las tenga nadie fen quien yo pudiera influir, seria mera palabreria por mi parte hablar mis de ello. Si hay alguien con una duda viva sobre el particular, que To considere detenidamente.*® Los cambios de opinién se efectam en vit de aomtec anientot que esti fussy del contd bumano. "Toda Ja humanidad {enia ns opinion tan fone de que Tor etesps pesados deben cate inde de' pis que lor gers, gue cualquiera cra nociin er desde- 50 cums «. pres Deseribic el método de Ja investigaciin cisntitica objeto de sie de anculs Pda ‘alo Ee sion de sefialar algunos puntos de conteasn en 41g Jos dems moos de Fae le ceenca, nese SME dlistinciin entre un uso corccto y oto inconeene ]jnétodo de tenaidad, y me ciero a cualquier ine todo cuanto yo estime necesario para conseguir esto, es ne. Setro segin ese méioda, La mismo scum eon er aneg de tutored: el estado quizisintente supinit ly het er metios que, desde sn punto de vs centhien oe {sri muy mal calcolads pa cumphy sug dangers pen el tinico ctiterior de ceuerdy con one método es lo que el estado piensa; de modo que no puede ema " 10 Puede emplear el métod exréneamente, Tgual sucede con el método aptiodstion Ce at los us elec en sometee on Tee oRDl 4 ao cml de cneensy "yma ‘atl a fn, y escachar Ip qde fy nature ese (ls om Send, La ornpebactin de ee med de aye Sea SEER ol durante sos ver en ana et Ie ME ALECATO EN FAGOR DEE PRAGMATISIO 31 esencia misma de éste radica en pensar como uno esté inclinado a pensar. Todos los metafisicos estarin seguos de rar ast, por mas que st inclinen a jrgar ines Se otos que estin perversamente equivocados, sistema hegellano admite como légica toda tendencia natural del pensamniento, aun euando se cio que sen abolidas por Gutatanton cias. Hegel cree que hay un sistema regular en la sucesién de estas tendencias, como consecuencia de lo cual, tras de Auctuar en una ditecciém y en ota durante largo tiempo, | opinién seré por sltimo correcta, Y es verdad que los metaffsicos alcanzan al fin Jes ideas justas; el sistema de la Naturaleza de Hegel representa tolerablemente la ciencia de su época; y uno puede asegurar que cualquier investi- fn inca que haya Seablcd sa Tage @ dade recibir; al punto una demost @ priori por parte de les meufiieoe Pew con tl mtiode cents eles diferente. ae puedo Saat con eee caoede. ¥ observados pita pusar To. deconocdo: 9 sin embargn, fas reglas que observo al proceder asi tal ver, no sean lag aque la nvenigacign aprobtia, El enteio ors siber i txcy Siguiendo verdadoramente el método no far una apelocién inmediata « mis sentimientos y propésitos, sino que, por el contrario, 1 mismo entrafid la aplicactén del métlo. De aqui que un mal razonamiento sea tan posible como un buen razonamiento; y este hecho es el fundamento del lado prictico de la légicn No ba de suponerse que los tres primeros métodos para afianzar la opinién no presentan yentajas sobre el méodo cientffico. Al contrari, cada uno tiene algune conveniencia peculiar que le es propia, El método aprioristico se distin. ‘gue por sus conclusiones confortables. La naturaleza del Proceso estriba en adoptar cualquier creencia a la que este- 52 ones s. prone mos inclinados, y hay cietos halagos a la vanidad del hom- bre que todos ereemos por naturaleza, hasta que los hechos bbrutos nos despiertan de nuestros suciios.placenteros, El método de autoridad siempre gobernaré ala ‘masa de la humanidad; y los que detentan las varias formas de fuerza organizada en el estado, jams se convencerin de que el razonamiento peligioso ‘no debe ser suprimido de algtin modo. Si la libertad de expresién ha de estar exenta de las formas més groseras de coaccién, la uniformidad de la opinion se loyraté mediante un tersorismo moral al que Ia respetabilidad de la sociedad daci su cabal aprobacién La adopeién del método de autoridad es la senda de la poz, irtas disidencias son peritidas; otras Cconsidcradas per niciosas) son probibidas.” Estas con ileentes en Jos divers Paises yen distinta épocas; pero, dondequiera que estes, has de saber que si sstiene setamente una cranes decane tabi, puedes estar perfectamente seguro de gue serde tra. tado con una erueldad menos bestial pero més refinada que el cazarte como a un lobo. Asi, los mayores benefactores inteleetuales de la humanidad nunca se han atrevido, ni se atreven ahora, a manifestar la totalidad de su pensarniento, 3,38 ambign, In smbra de lo que, prima faci, Davee una luda empaia toda proposicién que se repute esenclal para Ta seguridad de To Sodedad Et basen singular que la Persecuciin no venga siempre de fuer; antes Ben, los hom es se atormentan a sf mismos y a menudo se angustian sobremanera al descubrir que ereen proposiciones a las cuales se les ha ensefiado a mirar con aversién. El hombre pacifico ¥ acomodaticio econtraré por tanto dificil resistrse aa Tentacién de someter sus opiniones a la autoridad. Pero el que més admiro de todos es el método de tenacidad, por su vigor, sencillez y rectitud. Los hombres que lo aplican MF ALECSTO EN FAVOR DE, PRAGAEATISHO 33 se distinguen por su decisién de caricter, que resulta muy facil con semejante regla mental. No pietden el tiempo fntentando averiguar lo que quieren, sino que, afcrrindose ‘con la rapidez del rayo a la primera alternative que se les cure, Ja mantienen haste el fin, suceda lo que suceda, sin un instante de irresoluciim. Es ésta una de las espléndidas Cualidades que acompanan generalmente al éxito brillante y efimero, Es imposible no envidiar al hombre que puede des. cartar la rez6n, aunque sepamos eémo debe acabar 4 la postr. Tales son las ventajas que los otros métodos de afianzar Ja opinién tienen sobre Ia investigacién cientifica. El hom. be ha de examinatlos bien; y Iuego ha de considesar que, después de todo, ansfa que sus opiniones coincidan con los hhechos, y que no hay razén alguna para que los resultados de esos ites primeros métodos sean asi. Producie este efecto ¢s la prerrogativa del método de la ciencia. Bajo las citadas consideraciones, tiene que hacer su cleccién: una eleccicn| que es mucho més que la adopcién de una opinién intelec- tual, porque es una de las decisiones predominants de su Vida, a la cual, una vez tomads, esté obligado a adherise. La fuerza del hébito hari con frecuencia que un hombre per. sista en sus viejas creencias, aun después de hallarse’ en condiciones de ver que carecen de una base sélida. Pero Ja reflexién sobre el estado de la cuestién venceri estos habitos, y debers conceder a la reflexiin todo su peso, La gente’ rehdye a veces hacer esto, teniendo la idea de gue las creencias son saludables cuando no se puede por menos de sentir que no se apoyan en nada. Pero que car Personas supongan un caso andlogo aunque diferente del suyo propio. Que se pregunten a sf mismas qué dirfan a un tusulmén seformado que vacilara en renuinciar 2 sus an tiguas nociones sobre las relaciones de los sexos; oa tn 34 ‘cuantes §, remce catélico reformado que se abstuviera todavia de leer Ja Biblia, No dirian que estas personas debian escrudrinar completamente el asunto y comprender con claridad la nueva octtina, para abrazarla Juego en su integridad? Porque ha \ de considerarse principalmente que més saludable que eusl. uier creencia particular es la totalidad de la exeencia, y ‘que evitar ingpeccionar el sostén de una creencia por miedo 4 ue pueda evidenciase su endeblez es tan inmoral como lesventajoso. La persona que confiesa que hey una cosa fal como la verdad, la cual se distingue de la falsedad sim plemente en esto, en que si actuéramos de conformidad con ell, ts una madura reflexién, nos lesa al punto al que aspiramos y no nos extraviaria, y después, augue con: vencida de esta, no osa reconocer la verdad procim lee irla, se encuentra ciertamente en un lamentable estado de espiritu.% Si, los otros métodos tienen sus méritos: una clara con. ciencia légica cuesta algo, como cualquier virtud, como todo Jo que apreciames, nos cuesta caro. Mas no debermos desear que sea de otra manera. Fl genio del méiodo légico de tun hombre he de ser amado y reverenciado como la des. Reseda a Ta que aquel ha escogido entre todo el mundo fo cs menester que desprecie a las demés, al contrario, puede honrarlas profundamente, y al obrar ast Io que hace 6 honrarla mds a ella, Pero éita es la tinica a la que ha clegido, y sabe que acerté en csa eleccién. Y una vez hecha, trabajaré y Iucharé por ella, y no se quejaré si hay gplpes que rexbir,confiando en gue puede haber tare y tan duros que ascstar, y se esforzaré en ser su diana caballero, y campeén, y de sus flameantes resplandores ce. caré su ingpiracién y' su bravura, 39 Tachar el reo. — Nota marginal, 1893, 1903,

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