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Pensiones de plan de retiro del Banco de la República

Origen
Con motivo de la entrada en vigencia de la nueva Carta Política de los colombianos
(1991), que redefinió al Banco de la República y supeditó sus funciones esenciales a
las de Banca Central (Capítulo 6 – De la Banca Central – Artículos 371, 372 y 373), la
entidad quedó con exceso de nómina o sobrepoblación laboral, lo cual obligó a sus di-
rectivos – con base en la ley - a diseñar un programa o plan de retiro mediante pensión
voluntaria a fin de solucionar dicho problema que a la vez le representaba costos enor-
mes a la entidad. Dicho programa de retiro, abierto a todos los servidores del Banco
que tuvieran una antigüedad igual o superior a los 20 años a su servicio, estuvo vigente
entre noviembre de 1993 y finales de 2004 y permitió la salida de varios miles de em-
pleados en calidad de pensionados.

Calidad de los empleados del Emisor sujetos al plan de retiro voluntario

La Ley 31 de 1992 1 o Ley Orgánica del Banco de la República, y los Estatutos de la


institución o Decreto 2520 de 1993 2 , definieron la calidad de sus empleados, así:

Ley 31 de 1992: Capítulo V, Sección Primera, Régimen Laboral:

“Artículo 38. Naturaleza de los empleados del Banco. Las personas que bajo condicio-
nes de exclusividad o subordinación laboral desempeñan labores propias del Banco de
la República, u otras funciones que al mismo le atribuyen las leyes, decretos y contratos
vigentes, son trabajadores al servicio de dicha entidad, clasificados en dos categorías,
como enseguida se indica:

a) Con excepción del Ministro de Hacienda y Crédito Público, los demás miembros de la
Junta Directiva tienen la calidad de funcionarios públicos de la banca central y su forma
de vinculación es de índole administrativa.

El régimen salarial y prestacional de los funcionarios públicos de la banca central será


establecido por el Presidente de la República.

b) Los demás trabajadores del Banco continuarán sometidos al régimen laboral propio
consagrado en esta Ley, en los Estatutos del Banco, en el reglamento interno de trabajo,
en la Convención Colectiva, en los contratos de trabajo y en general a las disposiciones
del Código Sustantivo del Trabajo que no contradigan las normas especiales de la pre-
sente Ley.

(…)

1
Diario Oficial número 40.707 del lunes 4 de enero de 1993. En:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley/1992/ley_0031_1992.html
2
Diario Oficial número 41142 del 17 de diciembre de 1993. En:
http://www.presidencia.gov.co/prensa_new/decretoslinea/1993/diciembre/14/dec2520141993.pdf
Artículo 39. Categoría especial. Para los efectos previstos en el Código Sustantivo del
Trabajo, todos los funcionarios y trabajadores del Banco de la República, continuarán
siendo empleados de confianza.

Para los fines del artículo 56 de la Constitución Política, defínese como servicio público
esencial la actividad de banca central.”

No sobra poner de presente que los empleados invitados a acatar el plan de retiro fue-
ron los catalogados en el literal “b)” anteriormente anotado.

Ley 31 de 1992: Capítulo V, Sección Segunda, Régimen Prestacional:

“Artículo 40. Régimen salarial y prestacional. El régimen salarial y prestacional actual-


mente en vigor para los trabajadores y pensionados del Banco no podrá desmejorarse
como consecuencia de la aplicación de las normas de la presente Ley.

Decreto 2520 de 1993: Título IV, Régimen laboral, prestacional y de seguridad so-
cial, Capítulo I, Régimen Laboral:

“Artículo 46. Naturaleza de los empleados del Banco. Las personas que bajo condicio-
nes de exclusividad o subordinación laboral desempeñan labores propias del Banco de
la República, u otras funciones que al mismo le atribuyen las leyes, decretos y contratos
vigentes, son trabajadores al servicio de dicha entidad, clasificados en dos categorías,
como enseguida se indica:

a) Con excepción del Ministro de Hacienda y Crédito Público, los demás miembros de la
Junta Directiva tienen la calidad de funcionarios públicos de la banca central y su forma
de vinculación es de índole administrativa.

El régimen salarial y prestacional de los funcionarios públicos de la banca central será


establecido por el Presidente de la República;

b) Los demás trabajadores del Banco continuarán sometidos al régimen laboral propio
establecido en la Ley 31 de 1992, en estos Estatutos, en el reglamento interno de traba-
jo, en la Convención Colectiva, en los contratos de trabajo y en general a las disposicio-
nes del Código Sustantivo del Trabajo que no contradigan las normas especiales de di-
cha ley y estos Estatutos.

Las relaciones laborales entre el Banco de la República y sus trabajadores continuarán


siendo contractuales y rigiéndose por el Código Sustantivo del Trabajo con las modali-
dades y peculiaridades que se derivan de su carácter de empleados del Banco de la Re-
pública, que se expresan dentro de las normas que constituyen el Régimen Jurídico del
Banco, descrito en los presentes Estatutos. Las relaciones entre el Banco y sus pensio-
nados continuarán igualmente regulándose por el Código Sustantivo del Trabajo, con las
modalidades y peculiaridades del mismo régimen jurídico del Banco.

(…)

2
Artículo 48. Categoría especial y régimen laboral aplicable. Para los efectos previstos
en el Código Sustantivo del Trabajo, todos los funcionarios y trabajadores del Banco de
la República, continuarán siendo empleados de confianza.

En consecuencia, las prestaciones sociales de dichas personas, y, en general, todas las


relaciones jurídicas derivadas del contrato de trabajo se determinarán por las normas del
referido Código que no contradigan las normas especiales de la Ley 31 de 1992, estos
Estatutos, el Reglamento Interno de Trabajo y la Convención Colectiva, todo ello tenien-
do en cuenta la categoría especial dada por la Ley 31 de 1992 como trabajadores de
confianza, que tendrá incidencia en la aplicación de las normas del Código Sustantivo de
Trabajo. A los funcionarios públicos de la Banca Central les serán aplicables las disposi-
ciones especiales que expida para el efecto el Gobierno Nacional.

Sin perjuicio de lo previsto en la Ley 31 de 1992 a los trabajadores del Banco de la Re-
pública a que se refiere el literal b) del artículo 46 de estos Estatutos, no les son aplica-
bles las normas que regulan las relaciones laborales de los demás servidores del Esta-
do.

Artículo 49. Acumulación de tiempo de servicios. Sin perjuicio de lo establecido en el


artículo 7° de la Ley 71 de 1988, para efectos del reconocimiento de la pensión legal
plena de jubilación, será acumulable el tiempo trabajado en el Banco de la República
con el laborado al servicio de la Nación, los Departamentos, Distritos, Municipios, enti-
dades descentralizadas y cualquier empresa o entidad oficial en la que el Estado tenga
participación mayoritaria.”

Decreto 2520 de 1993: Título IV, Régimen laboral, prestacional y de seguridad so-
cial, Capítulo III, Régimen salarial y prestacional:

“Artículo 55. Régimen salarial y prestacional. El régimen salarial y prestacional actual-


mente en vigor para los trabajadores y pensionados del Banco no podrá desmejorarse
como consecuencia de la aplicación de las normas de la Ley 31 de 1992 y estos Estatu-
tos.

Instrumento para transar las pensiones

Tanto la Ley 31 de 1992 como el Decreto 2520 de 1993 contemplaron el instrumento


constitucional destinado a transar las pensiones voluntarias - la conciliación laboral - el
cual necesariamente fue acatado por la Ley 100 de 1993, pues fue un derecho legal
tanto del Banco de la República como de sus empleados a quienes estuvo dirigido el
plan de retiro. Es por ello que se puede decir sin temor a equivocaciones que dichas
pensiones se transaron en el marco de la ley laboral 3 .

Constitución Política:

“ARTICULO 53. El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente


tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales:

3
A partir de la entrada en vigencia de la Ley 100 de 1993 el plan de retiro y las pensiones se dieron al
abrigo de la misma.

3
Igualdad de oportunidades para los trabajadores; remuneración mínima vital y móvil,
proporcional a la cantidad y calidad de trabajo; estabilidad en el empleo; irrenunciabili-
dad a los beneficios mínimos establecidos en normas laborales; facultades para transigir
y conciliar sobre derechos inciertos y discutibles; situación más favorable al trabajador
en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales de derecho;
primacía de la realidad sobre formalidades establecidas por los sujetos de las relaciones
laborales; garantía a la seguridad social, la capacitación, el adiestramiento y el descanso
necesario; protección especial a la mujer, a la maternidad y al trabajador menor de edad.

El estado garantiza el derecho al pago oportuno y al reajuste periódico de las pensiones


legales…” (Subrayado por fuera del texto)

Ley 31 de 1992:

“Artículo 41. Conciliación. Cualquier diferencia que se presente entre un trabajador o ex


trabajador del Banco y la entidad como empleador, siempre y cuando se refiera a dere-
chos inciertos y discutibles, podrá solucionarse por medio de la conciliación laboral.”
(Subrayado por fuera del texto)

Decreto 2520 de 1993:

“Artículo 56. Conciliación. Cualquier diferencia que se presente entre un trabajador o ex


trabajador del Banco y la entidad como empleador, siempre y cuando se refiera a dere-
chos inciertos y discutibles, podrá solucionarse por medio de la conciliación laboral.”
(Subrayado por fuera del texto)

De hecho, antes de reconocer el Emisor las pensiones a sus trabajadores que acataron
el plan de retiro, el derecho a la pensión de éstos no pasaba de ser incierto y discutible,
sujeto a negociación entre ellos y la entidad. La conciliación judicial fue el instrumento
legal que permitió la transacción en un tema que ciertamente entrañaba una diferencia
entre aquellos y el Banco, pues estaba de por medio la necesidad de éste de resolver
su problema de exceso de nómina, y la protección legal de sus trabajadores con 20 o
más años de servicios.

Es así como se puede decir que esas pensiones fueron transadas a la luz de la ley la-
boral. El Banco de la República dice que ello no es cierto.

Características de las pensiones voluntarias

1) Según el Banco de la República, con base en las actas de conciliación:

“…pensión mensual vitalicia de jubilación especial… Esta pensión tiene las mismas ga-
rantías, condiciones y limitaciones que tienen todas las pensiones reconocidas por el
Banco de la República y se reajustará en los términos de ley.

(…)

4
… Las partes entienden y así lo establecen, que la pensión conciliatoria objeto de este
acuerdo es incompatible y no concurrente con la que puedan reconocer el Instituto de
Seguros Sociales o un fondo privado de pensiones, teniendo en cuenta que el Banco ha
efectuado por el trabajador cotizaciones por concepto de pensiones. En consecuencia,
en caso de que sea reconocida una pensión por alguna de estas entidades, el Banco
quedará obligado a continuar pagando únicamente el mayor valor, si lo hubiera, entre la
pensión que venía reconociendo y la reconocida por una de las entidades menciona-
das.”

2) El régimen laboral de los empleados del Banco de la República. Este siempre


estuvo enmarcado por el Sistema General instituido por la Ley 100 de 1993 o en el uni-
verso legal de seguridad social que ésta reemplazó, en el cual, y durante toda su vida
laboral, todos los trabajadores de la entidad estuvieron obligados a cubrir sus aportes -
de ley - pertinentes a salud y a pensión (ISS), en forma compartida – de acuerdo con la
ley - con la entidad.

A manera de complemento se puede volver a leer el título “Calidad de los empleados


del Emisor sujetos al plan de retiro voluntario”, en la página 1 del presente documento.

Desde el momento mismo en que los empleados del Emisor acataron el plan de retiro
voluntario mediante pensión, han sido sujetos a sufragar en su totalidad los costos por
salud de la Seguridad Social, en tanto que la entidad ha asumido los pagos correspon-
dientes a los riesgos de Invalidez, Vejez y Muerte de los mismos (al Sistema de Seguri-
dad Social de la Ley 100), de la misma forma como se hace en el caso de aquellos
pensionados por convención colectiva o por reglamento.

Entre dichos ex trabajadores y el Banco de la República no existe, desde el momento


del inicio de la vigencia de las conciliaciones judiciales ningún lazo laboral, dado que el
reconocimiento de esas pensiones voluntarias se dio en simultaneidad con la cancela-
ción de los correspondientes contratos laborales. De ahí que esos ex empleados, hoy
pensionados vitalicios, no pueden ser catalogados como “trabajadores”.

3) Las bases del plan de retiro. El Banco de la República reconoció que el cálculo de
los montos de las pensiones voluntarias se basó en la Convención Colectiva; las pen-
siones voluntarias reconocidas obedecieron a un esquema de cálculo cuya base fueron
los montos establecidos en el reglamento o Convención Colectiva multiplicados por dos
factores sucesivos menores que la unidad (porcentajes), representado el primero por el
cociente entre la edad de cada empleado y la edad para merecer una pensión plena
reglamentaria, y el segundo por el cociente entre el tiempo real de servicio al Banco de
cada empleado y la edad para merecer una pensión plena reglamentaria; de ahí que
esas pensiones fueron decrecidas proporcionalmente en relación con las estipuladas en
el reglamento interno (o de convención colectiva) 4 . Así pues estuvieron atadas en su
origen al reglamento interno del Banco y a la ley laboral que no las prohibió.

4
Por ello recibieron coloquialmente el nombre de “pensiones castigadas” en relación con las del regla-
mento interno de la entidad.

5
4) Según la Corte Constitucional, en su sentencia T-466 de 1999 esas pensiones tie-
nen las mismas garantías que las llamada “legales” o de vejez:

“5.4. Así mismo, se admitió la existencia de la pensión de carácter voluntario, definida


por la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral (sentencias de la
Sección Primera de abril 2 de 1986, septiembre 30 de 1987 y diciembre 5 de 1991, entre
otras) como aquella que puede reconocer el patrono al trabajador, cuando éste no tiene
los requisitos para la pensión legal, condicionada o no a la ocurrencia de un evento.
Evento que generalmente consiste en el reconocimiento por parte de la entidad de segu-
ridad social de la pensión de vejez. Pensión voluntaria que, en términos de la menciona-
5
da jurisprudencia, merece las mismas garantías que una pensión de jubilación o vejez.”
(Subrayado por fuera del texto).

5) Según el Ministerio de la Seguridad Social

Oficio 03310 de fecha 13 de marzo de 2005, con Radicado 19200, dirigido al señor
Hugo Benavides Legarda, pensionado voluntario del Emisor:

“…En relación con las pensiones voluntarias, se encuentra que la legislación laboral y de
seguridad social no prohíben al empleador el reconocimiento de estas pensiones a sus
trabajadores.

(…)

… para la Corte Suprema de Justicia una vez reconocida la pensión voluntaria, ésta ad-
quiere los mismos efectos de una pensión de jubilación…

(…)

… la pensión indemnizatoria unilateral no tiene cabida en su caso particular toda vez que
la indemnización busca el resarcimiento de un daño o perjuicio ocasionado por una si-
tuación de desventaja para el trabajador, y en este caso, no se presenta tal situación.
Respecto del carácter unilateral, puede considerarse que no existió el pago de la pen-
sión sin la voluntad del trabajador, toda vez que esta prestación tuvo su origen en una
conciliación, esto es, un acuerdo de voluntades sobre la terminación del contrato y el re-
conocimiento de la pensión vitalicia de jubilación en las condiciones aprobadas por am-
bas partes.

(…)

… la pensión vitalicia de jubilación que le otorgó el Banco de la República es una pen-


sión voluntaria otorgada mediante acuerdo conciliatorio, en virtud de la cual, el trabaja-
dor adquiere el derecho a la pensión de jubilación con todos sus efectos legales…”
(Subrayados por fuera del texto)

5
Inexplicablemente la DIAN mutiló el texto legal ya que omitió la última expresión, lo cual fue oportuna-
mente advertido al Banco en el transcurso de 2005: “Pensión voluntaria que, en términos de la mencio-
nada jurisprudencia, merece las mismas garantías que una pensión de jubilación o vejez.”

6
Oficio 12310 – 859 – 06 de mayo de 2006 en respuesta a un derecho de petición del
pensionado Carlos Alberto Ramírez D.:

“… si dentro de un plan de retiro de una entidad, válidamente se establecieron unas


condiciones de tiempo de servicio y edad, para el reconocimiento de una pensión de
carácter voluntario, respecto de aquellas prestaciones que se hayan reconocido en vi-
gencia del acuerdo y con el lleno de los requisitos establecidos en el mismo, no perderán
su validez, por el hecho de que a través de una norma posterior se prohíba por ejemplo
este tipo de acuerdos.

Ahora bien, en cuanto a que si las pensiones así reconocidas hacen parte del Sistema
Integral de Seguridad Social, previsto por la Ley 100 de 1993, me permito manifestarle,
que el régimen pensional de los empleados del Banco de la República, no fue excluido
de la aplicación de la misma en el artículo 279 de dicha Ley, que estableció los regíme-
nes de excepción, por lo que para todos los efectos los empleados del Banco de la Re-
pública se les aplican las disposiciones del Sistema General de Pensiones, máxime si
tenemos en cuenta que el acto legislativo 01 de 2005, acabó con dichos regímenes, con
excepción de los establecidos a favor del Presidente de la República y el de los miem-
bros de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional.” (Subrayados por fuera del texto)

Lo que sostiene el Banco de la República en relación con esas pensiones a partir


de enero de 2005

No obstante que el Banco de la República sostuvo sistemáticamente durante la vigencia


del plan o programa de retiro que las pensiones enmarcadas por éste habían sido reco-
nocidas con base en la ley laboral dado que ésta no las prohibió, a partir de primeros
días de 2005, en forma concomitante con un relevo en su Gerencia General 6 , cambio
su posición y criterio frente al asunto ya que consideró que reconoció tales pensiones
por fuera de la ley laboral o Ley 100 de 1993; ello con la finalidad de que un concepto
tributario emitido por la DIAN en diciembre de 2004 7 las abarcara como gravables, tal y
como lo deseaba el anterior gobierno.

De la documentación cursada por el Banco de la República a partir de finales de enero


de 2005 se puede concluir la “nueva” naturaleza de las pensiones, según la entidad:

1) El reconocimiento de pensiones voluntarias por parte del Emisor a sus emplea-


dos a fines de 1993 (primer contingente pensionado en el marco del plan de reti-
ro), mediante el mecanismo de la conciliación, estuvo por fuera del Sistema de
una ley que aún se había promulgado (Ley 100) 8 , y cuando ésta entró en vigen-
cia no incorporó a tales pensionados en ese Sistema, dado lo cual sus derechos
adquiridos (a la pensión vitalicia exenta) no fueron acatados por tal Ley.

6
Y con la finalización del plan de retiro voluntario que le permitió al Banco solucionar su problema de
sobrepoblación laboral y le representó pingües beneficios económicos.
7
Concepto tributario 089507 de 22 de diciembre de 2004, vigente a partir del 4 de enero de 2005. En:
http://www.dian.gov.co/Dian/1316Doctrina.nsf/febb71e3489bfe8b052572ea006d5887/15c62bbea24b42b4
05256fb1005cf207?OpenDocument&Highlight=2,089507
8
Salieron pensionados el día 2 de noviembre de 1993 y la vigencia de la Ley 100 de 1993 tuvo inicio el
día 23 de diciembre de ese año.

7
2) El reconocimiento de las pensiones voluntarias fue el fruto de la utilización de un
mecanismo constitucional, y legal, - conciliación - aceptado por la Ley 100 de
1993, pero los actos que las concedieron (conciliaciones laborales judiciales) in-
explicablemente no estuvieron enmarcados por el sistema de esa ley.

3) Las pensiones voluntarias reconocidas por la entidad son “anticipadas”.

4) Las pensiones voluntarias son “indemnizaciones” o «”pensiones”» (pensiones


entre comillas), o sea seudo pensiones.

5) Los términos “pacto” y “acuerdo”, conforme a los cuales tuvieron origen las pen-
siones en mención, no se refieren a convenio entre un solo trabajador y la em-
presa sino entre esta y una colectividad de trabajadores; de esa manera ni los
pactos ni los acuerdos son conciliaciones 9 .

6) Las pensiones voluntarias no tienen las mismas garantías que las pensiones de
jubilación o vejez, ya que su tratamiento tributario es diferente 10 .

7) La exención tributaria de las pensiones de jubilación o vejez no es una garantía


(conclusión del anterior aparte).

8) Las pensiones voluntarias no están enmarcadas por el Sistema General institui-


do por la Ley 100 de 1993, ni explícita ni implícitamente.

9) Las pensiones voluntarias son “salarios mensuales” sin que los beneficiarios, a
quienes la DIAN denomina “trabajadores”, tengan que trabajar 11 .

10) La base gravable de las pensiones voluntarias es la misma que para salarios de
igual monto.

Por todo lo anterior, según el Banco de la República, las pensiones que transó con sus
empleados y se las reconoció son gravables si los beneficiarios de las mismas no han
arribado a las edades requeridas para optar pensiones en calidad de vejez.

9
No obstante que el Diccionario de la Real Academia Española define esos términos así (acepciones
válidas): Acuerdo: “Convenio entre dos o más partes”. Pacto: “Concierto o tratado entre dos o más partes
que se comprometen a cumplir lo estipulado”. Conciliación: “Acuerdo de los litigantes para evitar un pleito
o desistir del ya iniciado”. Cabe hacer la observación de que ni “pacto” ni “acuerdo” se refieren a partes y
ninguna de ellas se supedita a ser una colectividad; puede ser un individuo singular o persona.
10
Lo cual contradice la sentencia de la Corte Constitucional T-466 de 1999 que expresa que las pensio-
nes voluntarias sí tienen las mismas garantías que las de vejez: Pensión voluntaria que, en términos de la
mencionada jurisprudencia, merece las mismas garantías que una pensión de jubilación o vejez.”. Cabe
notar que éstas tienen como garantía la exención tributaria.
11
Conclusión de la interpretación que hace el Emisor de la sentencia C-1261/2005, Corte Constitucional.
En: http://www.avancejuridico.com/actualidad/ultimassentencias/C-1261-05.html

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