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COLECTIVO DE RECTORES
Históricamente la humanidad ha logrado avances significativos cuando establece
sinergias a través de una meta común. La educación no escapa a este principio, es
así, que para poder superar este momento crítico que vive nuestra sociedad, hoy
más que nunca, estamos llamados a seguir promoviendo la unidad en cada acto
que como gremio emprendamos, emitiendo críticas constructivas en lugar de
generar espacios de división. La pandemia nos ha mostrado lo vulnerables que
somos como seres humanos, pero además nos ha permitido visibilizar y valorar lo
que es la verdadera humanidad “amar al otro como a uno mismo”.
Como personas seguimos siendo testigos de las pérdidas de muchas vidas por
diversas circunstancias, entre ellas luchas sindicales y demás; sin embargo, el
Magisterio ha venido fortaleciendo el mismo objetivo: La lucha por una educación
integral, de calidad y equitativa para todos. El primer reto que nos planteó el
COVID-19 fue generar estrategias de trabajo en casa para garantizar el aprendizaje
de los estudiantes, desde la virtualidad, para lo que no estábamos preparados y el
magisterio de Barranquilla lo asumió con compromiso, responsabilidad y con el
apoyo y orientación de la Secretaría Distrital de Educación.
El magisterio es uno solo, tanto Docentes como Directivos Docentes nos hemos
preparado para educar y ser educados en la interacción social aportando nuestros
valores y saberes, siempre respetando las diferencias. Esta es nuestra verdadera
esencia, la capacidad de debatir constructivamente sin necesidad de caer en
polarizaciones sectarias que requieren siempre visionar un “enemigo” para la
promoción de un “héroe”. Desde las bases del sindicato a las cuales pertenecemos
docentes y directivos docentes, participamos directa o indirectamente con un fin
común. Nuestra lucha y gestión siempre será por el bienestar común y para ello se
establecen puentes de diálogo entre nuestras instituciones educativas
representadas por el rector(a) y la Secretaría Distrital de Educación, en un marco de
interacciones, sin que ello implique intereses egocéntricos y poco éticos.
Consideramos que siempre habrá lugar a las sugerencias de mejoramiento de
cualquiera que sea el proceso que adelante el Ente Territorial y sus dependencias
adscritas. Sin embargo, estas deben hacerse respetuosamente mediante el diálogo
y no atentando contra la dignidad de las personas, sin olvidar que todos caminamos
en la misma dirección.