Capitulo N° 02
EL PENSAMIENTO PEDAGOGICO DE MANUEL VICENTE VILLARAN
MANUEL V. VILLARAN GoDOY
(1873-1958)
Manuel Vicente Villarén, como positivista, consideraba que el hombre tenia en la
ciencia el principal instrumento para su liberacién progresiva como ser humano. Su
pensamiento gira en torno a la idea de que la ciencia es factor preeminente del
rogreso social, que la transformacién personal y social, con la ayuda de los avances
de la tecnologia cientifica conduciria a un radical cambio en la historia del ser humano
y de los puebios. Iqualmente a través del conocimiento cientifico, el hombre lograria en
todo el mundo dominar la naturaleza, poniéndola a su servicio para el progreso social
y econémico. Se hacia necesario, por tanto, crear nuevas formas educacionales
basadas en una actitud y metodologia cientifica, cancelatoria de los sistemas
metafisicos-ontolégicos tradicionales.
‘Maria Luisa RivaRa oe TuestA (2003).Manuel Vicente Villardn, fue un politico, maestro y pensador que analiz6 con lucidez
Y¥ profundidad los problemas y perspectivas de la educacién peruana. Sus ideas —de
orientacién demo-burguesa, segtin José Carlos Maridtegui- transcienden hasta nuestros
como referencias importantes para comprender nuestra complicada realidad
educativa,
a. Su biografia.
Manuel Vicente Villardin Godoy nacié en Lima, el 18 de octubre de 1873. Realiz6 sus
studios en el tradicional Colegio Nuestra Sefiora de Guadalupe de Lima, donde
sobresali6 por su excelente aprovechamiento y conducta.
En 1890 ingres6 a la Universidad Nacional Mayor de San Mayor, en donde opté los
grados académicos de bachiller (1893) y de doctor en Jurisprudencia (1895),
recibiéndose de esta manera como abogado. En 1908, consigue los grados de Bachiller,
primero, y Doctor, después, en Ciencias Politicas y Administrativas con las tesis
tituladas: “EI factor econémico en la educacién nacional” y “La educacién nacional y
la influencia extranjera”, respectivamente.
La vida profesional de Villardn fue intensa y brillante. Se desempefié como Profesor
universitario, como politico y como funcionario del Estado.
En su actividad como profesor universitario, dict6 catedra y ocupé importantes cargos
en la Universidad Mayor de San Marcos. Entre 1896 y 1911 fue profesor de los cursos
de Derecho Natural y Filosofia del Derecho; entre 1912 y 1924 condujo la cétedra de
Derecho Constitucional; entre 1913 y 1917 se desempefié como subdecano de la
Facultad de Jurisprudencia; entre 1918 y 1922 ejercié el decanato de la misma facultad;
¥ entre 1922 y 1924 ocupé el rectorado de la Universidad, cargo al que renuncié como
demostracién de su oposicién a la inconstitucional reeleccién de Augusto B. Leguta. Tal
actitud fue motivo para que sea echado del pais como exiliado (1925-1927). A su
retorno en 1929, se mantuvo al margen de las funciones piiblicas, retomando recién en
1935 la cdtedra de Derecho Constitucional. En los afios siguientes, se dedicé al estudio y
a la investigacién.
En su actividad como politico sobresalen los hechos siguientes: Entre 1917 y 1918 fue
senador por el Departamento de Junin; en 1919 se promueve, sin éxito, su candidatura a
la Presidencia de la Repiblica; y en 1936 se concreta su candidatura a la Presidencia
representando a la derecha oficialista antimarxista, no consiguiendo su propésito debido a
que el proceso electoral fue interrumpido.
En su actividad como funcionario piblico y como jurista, fue vocal de la Corte
Suprema y miembro de la Junta de Gobierno (1895); miembro de la Comisién encargada
de redactar el proyecto de ley de accidentes de trabajo (1903); ministro de Justicia, Culto
si ¢ c po! 19€ Instruccién en la primera gestién del presidente Leguia (1908-1909); decano del
Colegio de Abogados de Lima (1914-1915); presidente de la comisién encargada de
preparar el anteproyecto de una nueva constitucién del estado (1931); integrante de las
comisiones de reforma de los cédigos civil, de procedimientos civiles y de comercio: y,
finalmente, en atencién a una designacién del gobierno de entonces, embajador ante la
ta Sede (1939-1941),
En st cargo como Ministro de Justicia, Culto ¢ Instruccién
‘Centr6 su interés en renovar la educaci6n, para ello procuré el mejoramiento de la
infraestructura de las escuelas no sélo de la capital sino también de las provincias; la
capacitacién de los profesores mandandolos al extranjero para su perfeccionamiento;
facilité la venida de pedagogos norteamericanos; mejoré la educacién primaria; formé
tuna comisién que trabajé un nuevo Plan de Educacién Secundaria (CONVENIO
ANDRES BELLO, 1995:667).
La vida de este gran intelectual se acabé el 22 de febrero de 1958, a los 85 aiios de
edad.
b, Su obra,
La obra producida por Villardn es bastante amplia. Los temas que aborda en sus
libros estén referidos al Derecho, la Politica y la Educacién, Es obvio que por ahora
resulta indtil resefiar toda su produccién intelectual, pues s6lo es de interés para este
‘curso aquella que se refiere a la educacin.
Entre las publicaciones donde argumenta las tesis bésicas de su pensamiento
pedagégico sobresalen las siguientes: “Las profesiones liberales en el Perii” (1900); “El
Factor Econdmico en la Educacién Nacional” (1908), tesis presentada para obtener el
grado de Backiller en Ciencias Politicas y Administrativas; “La educacién nacional y la
influencia extranjera” (1908), tesis elaborada para optar el Doctorado en Ciencias
Politicas; “Estudios sobre educacién nacional” (1922); y, finalmente, “La Universidad
de San Marcos de Lima: Los orfgenes, 1548-1577" (1938)
ce. Su to pedagogico.
Manuel Vicente Villaran tayo un pensamiento muy bien elaborado en torno a los
problemas de la educacién peruana. Para él, la educacién debia ser “democrética,
simple, cientifica, comin y profesional, tendente a despertar energias, fisicas y
mentales, estimular el trabajo y formar hombres”. Si bien muchos de sus
planteamientos fueron consistentes y renovadores, lamentablemente s6lo quedaron en.
critica, pues sus propuestas se frustraron porque el débil desarrollo del Pent no tenfa la
suficiente fuerza para emprender una real transformacién de la educacién.‘A continuacién una sinopsis sobre su pensamiento pedagégico:
+ La educacién peruana requiere de una radical transformacién.
Un primer rasgo que se distingue en el pensamiento de Villarén es el duro
cuestionamiento que esboz6 en torno al régimen educativo predominante en su tiempo.
El siguiente texto, extrafdo de su discurso: “Las profesiones liberales en el Pent
(1962:309-310), es una clara muestra de su profunda censura a la educacién peruana:
Nuestro régimen de educacién parece haber sido inventado deliberadamente para
otro pafs y otras épocas. Hay abundantes maestros que nos ensefian historia,
literatura, latin, teologia, leyes, filosofia y mateméticas; pero no hay ninguno que nos
enseile a labrar la tierra, a criar el ganado, a explotar las selvas, a navegar, a
comerciar, a fabricar cosas witiles [...} Nosotros, a pesar de la vida independiente,
hemos conservado en mucho ef alma colonial; y aunque cambiando y perfeccionando
las formas, mantenemos en espiritu el mismo régimen de educacién decorativa y
literaria que tos gobiernos espaiioles implantaron con fines politicos en Sud América.
El cuestionamiento, lo hacia pensando en que el modelo edu
contribuido con el desarrollo del Peng, Para Villarén:
ivo imperante no habia
El Pent deberfa ser por mil causas econdmicas y sociales, tierra de labradores, de
colonos, de mineros, de comerciantes, de hombres de trabajo; pero las fatalidades de la
historia y la voluntad de tos hombres han resuelto otra cosa, convirtiendo al pais en
centro literario, patria de intelectuales y semillero de burécratas (Op. cit., 1962:310).
Lo que se desliza del pensamiento de Villardn es que faltan hombres con habilidades
para la industria, hombres que contribuyan al engrandecimiento y transformacién del
pafs. La apertura a la modernidad que se promovi6 en el Pert de inicios del siglo XX.
exigia cambiar Ja educacién libresca, verbalista e imitil por una educacién prictica,
racional y ttil. Era necesario, convertir la educacién con “alma colonial’, en una
educacién moderna para el desarrollo productivo del pais.
En tal sentido, lo que Villarén demand6 es un cambio radical en la educacién, En su
tesis de doctorado, “La educacién nacional y la influencia extranjera” (1908) propuso
que’
La formula que se impone a fos educadores nacionales es huir, como de una plaga
detestable, de la necia instruccién erudita, verbalista, literaria y libresca y sustituirla
con una edueacién sobria y sana, basada en ta idea de combatir el ocio y el
ricter; que haga si se quiere hombres rudos, pero eficaces;
apocamiento del
sencillos y sin desvastar, pero titiles a
mismos y a su patria.
21En tal perspectiva ¢ imbuido de las ideas positivistas de su época, afirmé que “era
urgente rehacer el sistema de nuestra educacién en forma tal, que produzca pocos
diplomados y literatos y en cambio eduque hombres tiles, creadores de riqueza”. Por
0, sobre la base de su experiencia en los Estados Unidos, sostuvo que el Penti debe
corregir el destino de ta educacién nacional, fomentando una educacién practica que
ayude a Ia industrializacién. La realidad del Peni, exigia un nuevo modelo educative
desde la educacién primaria hasta la educacién superior.
+ Eldesarrollo econémico es la condicién para el desarrollo educativo.
La tesis central expuesta por Villarin en “EI factor econémico de la educacién
nacional” (1908) sefiala que el desarrollo econémico del pais era la condicién
indispensable para el desarrollo educativo. “Sostenemos, pues, que el desarrollo
industrial es el factor mds necesario para la mayor cultura", porque, “la riqueza
nacional y el esfuerzo para crearla constituyen el mds poderoso instrumento de nuestra
educacion en el presente”, afirmaba.
En el libro antes citado, Villardn sustenta su tesis de la siguiente manera
Enormes cadenas de cerros hacen el pais intraficable, las selvas siguen inaccesibles
al trabajo, las plagas se ensefiorean de nuestros campos y los terrenos cultivados son
apenas pequeflas manchas en la gran extensién yerma y desierta, Se destaca, pues, un
serio problema en la conquista de nuestro propio suelo, del cual, por desgraciada
excepcién entre las naciones, podemos decir que vivimos en él sin poseetlo, que es
nuestro y no podemos aprovecharlo.
Antes de llenar de escuelas el pais, es necesario cruzarlo de ferrocarriles, caminos
y telégrafos; proveerlos de canales de riego, puertos y obras sanitarias; porque sin
estas cosas y sin la vitalidad creciente que ellas produzcan, todo cuanto adelantemos
en pura instruccién, sélo serviré, quiz4s para hacernos sentir, més agudamente que
hasta hoy, la impotencia y la humillacién que acompafian a los pueblos perpetuamente
miserables.
Conforme lo advierte el mismo Villarén, no se trata de “subordinar servilmente la
educacién al industrialismo, sino plantear el problema en su verdadero significado,
considerando el desarrollo econémico del pais como una condicién para el mejor
desenvolvimiento de su capacidad educativa {...]”
Por eso, en otro apartado de la obra citada, Villardn escribi6,
Sostenemos esta misma idea bajo un nuevo aspecto que deriva del anterior; 1a
accién de la escuela, tomada en amplio sentido, debe promover el progreso material,
ara que, a su vez, el progreso material haga posible y prepare la cultura.
gico en el Perti Contemporanec 22