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am activa, participativa, en que se comprometen en la medida de sus fuerzas y de sus intereses, en la marcha de su pais. Generalmente esto es posible a través de instituciones interme- dias como sindicatos, asociaciones gremiales, organizaciones no gubernamentales como el Cuerpo de Bomberos, la Casa de la Mujer, etc. Se entiende que los que estan directamente nvohucrados en una parte de la sociedad estén ms capacitados y mas interesadlos en la buena marcha de ella y su participacién puede ser Touma do dust muy valiosa. Ademis ellos se sienten mas dignos en esta sociedad. Los gobiernos clemocraticos tienen una manera de limitar el poder de sus gobernantes a través de la divisién de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, Jos que en otro tipo cle gobiernos estaban en poder de una sola persona, gene- ralmente el rey. Otra manera de controlar el modo de ejercer el poder de un gobierno es la prensa. Ella puede manifestar criticas a la gestion gubernamental o revelar ac- tuaciones irregulares de un gobierno. Un caso muy famoso fue el del Presidente Richard Nixon de los Estados Unidos, quien fue descubierto en una operacién, de espionaje politico por unos periodistas del Washington Post. Ellos dieron a conocer el hecho y crearon conciencia piiblica respecto a la inmoralidad de la actuacion del mandatario, lo que finalmente produjo su renuncia. Este caso fae conocido como Watergate. ‘Veremos algunas ce las ideas planteadas por el filésofo inglés John Stuart Mill, acerca del gobierno representativo. “El ideal de la mejor forma de gobierno es el Gobierno representativo” ..] toda educacién que procure hacer de los hombres algo més que méquinas acaba por impulsarlos a reclamar franquicias, independencia [...] Todo lo que desenvuelve, por poco que sea, nuestras facultades, aumenta el deseo de gjercerlas con mayor libertad, y la educacién, de un pueblo desatiende su fin, si le prepara para olvo que para aquél, cuya | idea de posesidn y veivindicacién le sugerira probablemente [...] No hay dificultad en demostvar que et ideal de ta mejor forma de gobierno es la que inviste de la soberania a la ‘masa reunida de la comunidad, teniendo cada ciudadano no séla vox en el ejercicio del poder, sino, de tiempo en tiempo, intervencién real por el desempeno de alguna funcién local 0 general. Hay que juzgar esta proposicién con relacién al criterio demostrado en el capitulo anterior. Para apreciar el mérito de un Gobierno se trata de saber: 1°. En qué medida atiende al bien pitblico por el empleo de las facultades morales, intelectwales y activas existentes; 2%, Cudl sea su influencia sobre esas facultades para mejorarlas 0 aminorarlas. No ne- cesito decir que el ideal de la mejor forma de gobierno no se refiere a la que es practicable 0 aplicable en todas los gradas de la civilizacién, sino aguélla a la cual corresponde, en las civcunstancias en que es aplicable, mayor suma de consecuencias inmediatas 0 futuras. Sélo el gobierno completamente popular puede alegar alguna pretensidn a este carécter, por ser el tinico que satisface las dos condiciones supradichas y el més favorable de todos, ya a la buena diveccién de los negocios, ya al mejoramiento y elevacién det carécler nacional. CAPITULO 1 * LAS REDES SociaLes 153 Su superioridad, con relacién al bienestar actual, descansa sobre dos principios que son universalmente aplicables y verdaderas como cualquiera otra proposicién general, | susceptible de ser emitida sobre los negocios humanos. El primero es que las derechos € intereses, de cualquier clase que sean, tinicamente no corven el riesgo de ser descuidados cuando las personas «que alatien se encargan de su direccién y defensa. Bl segundo, que la prosperidad general se eleva difinude tanto mas cuanto mas variadas e intensas son las facultades consagradas a su desenvolvimiento. Para mayor precision podria decirse: El hombre no tiene mas seguridad contra el mal obvar de sus semejantes que la proteccién de st mismo por sf mismo: en su lucha con la naturaleca su tinica probabilidad de triunfo consiste en la confianza en si propio, contando con los esfuerzos de que sea capaz, yee aistado, ya asociado, antes que con los ajenas. La primera proposicién, que cada uno es eltinico custodio seguro de sus derechos e intereses, es una de esas méximas elementales de prudencia que todos siguen implicitamente siempre que su interés personal estd en juego. Muchas, sin embargo, la odian en politica, complaciéndose en condenarlas como una doctrina de egoismo universal [...] Por intencién sincera que se tenga de proteger los intereses ajenos no es se- _guro ni prudente liga las manos a sus dlefensores natos; ésta es condicién inherente a tas ‘asuntas lnmanos; y otra verdad més evidente todavia es que ninguna clase ni ningtin individuo opevard, sino mediante sus propios esfuerzas, un cambio positivo y duradero en su situaciin. Bajo la influencia reunida de estos dos principios en todas las comuni- dades libres ha habido menos erimenes injusticias sociales y mayor grado de prosperidad 4 esplendor que en las demas, y que en ellas misma, después de haber perdido la libertad Toul Bs necesario reconocer que los beneficios de ta libertad no han recaido hasta ahora sino sobre una porcién de la comunidad y que un Gobierno bajo el cual se extienden imparciatmente a todos es un desiderdtum cxin no realizado. Pero aunque todo lo que se cacerque a él tenga un. valor intvinseco innegabley por mas que el estado actual del progreso no sen frecuentemente posible sino aproximarse al mismo, la participacién de todas las clases en los beneficios de la libertad es en teoréa la concepcién perfecta de Gobierno libre. Desde el momento en que algunos, no importa quiénes, son excluidos de esa panticipacién, ‘sus indereses quedan privados de las garantias concedidas «los otros, ya la vez estan en condiciones mas desfavorables para aplicar sus facultades a mejorar su estado y el estado dela comunidad, siendo esto precisamente de lo que depencle la prosperidad general. He agui el hecho en cuanto al bienestar actual, en cuanto a la buena diveccién de los negocios de la. generacién existente. Si pasamos ahora a ta influencia de ta forma de gobierno sobre el carticter, hallaremos demostrada la superioridad del Gobierno libre mas facile incontestablemente, sies posible, Realmente, esta cuestién descansa sobre otra mds “fundamental todavia, a saber: cud de los dos tipos ordinarios de cardcter es preferible ‘que predomine para el bien general de ta humanidad, el tipo activo o el pasivos el que Iuchaa contra los inconvenientes, o el que los soporta; el que se pliege a las circunstancias, 0 el que proctra sometertas a sus mivas. Los lugares comunes de la moral y las simpatias generales de los hombres estan a fucvor del carévcter pasivo. Se admiran, sin duda, los caracteres enérgicas, pero la mayor ‘parte de las personas prefieren pasticularmente las sumisos y tranquilos. La pasividad de los demdis aumenta nuestro sentimiento de seguridad, concilidndase con fo que katy en nosotros dle imperioso, y cuando no necesitamos la actividad de tales caracteres nos parecen un obstéculo de menes de nuestro camino. Un cardcter satisfecho no es un rival 154 CUARTA UNIDAD + ETICA SOCIAL | | | peligroso. Pero, sin embargo, todo progreso se debe a los caracteres dlescontentos; 9, por otra | parte, es mas facil a wn espiritu. activo adquirir las cuatidacdes de obediencia y sumision (que a uno pasivo adquirir la energia. | L..] El hombre que se agita leno de esperanzas de mejorar su situacién se siente impulsado a la benevolencia para con los que tienden al mismo fin o ya lo han alcan- zai. ¥ cuando la mayoria esta asi ocupada, las castunbres genevales del pais dan et tono a los sentimientos de los que no logran ver satisfechos sus deseos, quienes atribuyen su suceso desgraciado a la falla de esfuerzos 0 de acasién, 0 a su mata gestion personal. Pero los que sin perjuicio de ankelar lo que otros poseen no emplean ninguna energta para adquirirlo se quejan incesantemente de que la fortuna hace por ellas lo que por el ‘mnismo debieran hacer, 0 se revuelven envidiosos 'y malévolos contra tos demds. Ahora bien, no puede dudarse en modo alguno que el Gobierno de uno solo o de un pequerio mimero sea favorable al tipo pasivo de caricter, mientras que el Gobierno de ta mayor parte es favorable al tipo activo. Los Gobiernos ivresponsables se hallan mas necesitados de la iranquilidad del pueblo que de cualquier actividad que no eslé en sus ‘manos imponery dirigir. Todos los Gobiernos despéticas inculcan a sus stibditas la preci- sién de someterse a los mandatos humanos como si fueran necesidades de la naturaleza, Se debe ceder pasivamente a la voluntad de los superiores y a ta ley como expresién de esta voluntad. Pero los hombres no son puros instrumentos o simple materias en manos de sus Gobiernos cuando poseen voluntad, ardor o una fuente de energia intima en su conducta privada [.... [...] Sin duda alguna, con un Gobierno parcialmente popular es posible que esta libertad sea ejercida por aquellos mismos que no gozan de todos los privilegios de las ciu- dadanos pero todos nos sentimos impulsadas con més fuerza a condyuvar a niestro bien ya confiar en nuestros medios cuando estamos al nivel de los demés, cuando sabemos ‘que el resultado de nuestros esfuerzos no depend de la impresién que podemos producir sobre las opiniones y disposiciones de una cor- poracién de que no jormamos parte. Desalienta | alos individuos, y mas ain, alas clases, verse escluidos de la. Constitucién, hallarse reducidas ‘aimplorar a los drbitros de su destino sin poder tomar parte en. sus deliberaciones: et efecto for- Lficante que produce la libertad no alcanza su méxima sino cuando gortmos, desde luego, 0 en perspectiva, la posesién. de una plenitud de privilegios no inferiores a los de nadie. Mas importante todavia que esta cuestién de sentimiento es la disciplina practica «a que se pliega el cardcter de los ciudadanos cuando son lamados de tiempo en tiempo, cada uno a su vex, a ejercer alguna funcién social. No se considera lo bastante cudin pocas cosas hay en. la vida ordinaria de los hombres que pueda dar alguna elevacién, ‘Sea a sus concepciones, sea a sus sentimientos. Su vida es una rutina, una obra, no de caridad, sino de egoismo, bajo su forma mas elemental: la satisfaccién de sus necesida- des diarias. Ni lo que hacen, ni ia manera como lo hacen, despierta en ellos wna idea oun sentimiento generoso y desinteresade. Si hay a.su alcance tibros instructivos nada les impulsa a leertos, 9 la mayor parie de las veces no tienen acceso cerca de personas de cultura superior a la suya. Déindoles algo que hacer para el bien priblico se Uenan, hasta cierto punto, estas lagunas. Si las cixcunstancias permiten que la suma de deber jriblico que les esta confiada sea considerable, resulta para ellos una verdadera educacién. A CAPITULO 1 * LAS REDES SocIALES 155 | | | { | i | | ‘pesar de los defectos del sistema social y de las ideas morales de la antigiiedad, la préctica de los asuntos judiciales y politicos elevd el nével intelectual de un simple ciudadano de Atenas muy por encima del que haya alcanzado nunca en ninguna otra asociacion de hombres antigua 0 moderna [...]. [...] Mas importante todavia que todo lo dicho es la parte de la instruccién adguirida por el acceso del ciudadano, aunque tenga lugar raras veces, a las funciones priblicas. ‘Vese lamadlo a consideray intereses que son los suyos; a consultar, enfrente de pretensiones contradictorias, otras reglas que sus inclinaciones particulares; a llevar necesariamente a la practica principios y méximas cuya razén de ser se funda en el bien general, y encuen- tra en esta tarea al lado suyo espiritus familiarizados con esas ideas y esas aspiraciones, teniendo en ellos rina escuela que proporcionard razones a su inteligencia y estimulo a su sentimiento del bien priblico. Llega a entender que forma parte de la comunidad, y que el interés puiblico es tam- bién el suyo, Donde no existe esta escuela de espiritu priblico apenas se comprende que les particulares cuya posicién social no es eleaada no deban cumplir otros deberes con la connunidad que los de obedecer la ley y someterse al Gobierno. No hay ningiin sentimiento desinteresado de identificacién con el priblico, El individuo o la familia absorben todo pensamiento y todo sentimiento de interés 0 de deber. No se adquiere nunca la idea de intereses colectivos. El_préjimo sélo aparece como un rival'y en caso necesario como una victima. No siendo el vecino ni un aliado ni un asociado no se ve en é mas que un competidor. Con esto se extingue la moralidad pilblica 9 se resiente la privada. Si tal ‘fuera el estado universal y el tinico posible de las cosas las aspiraciones mds elevadas del ‘moralisia y del legislador se limitarian a hacer de la masa de la comunidad un rebario de ovgjas pacienda tranguilamente unas al lado de otras. Segiin las consideraciones antedichas es evidente que el vinico Gobierno que satisface ‘por completo todas las exigencias del estado social es aquel en el cual tiene participacion al pueblo entero, que en toda participacién, aun en las mds humildes de las funciones jptblicas, es vil; que, por tanto, debe procurarse que la participacion en odo sea tan grande como lo permita el grado de cultura de la comunidad; y que, finatmente, no ‘puede exigirse menos que la admision de todos a. una parte de la soberania. Pero puesto que en toda comunidad que exceda tos linites de una pequena poblacion nadie puede artcipar pesonalment sino de una porién muy pequera dels asuntespriblices, tipo ideal de un Gobierno perfecto es el Gobierno represeniativo, John Stuart Mill, Del gobierno representative, Tecnos, Madrid, 1985 Cuestionario c Relacién que hace Mill entre educacién y participaci6n activa en la Comunidad, €Qué condiciones debe cumplir un buen gobierno? @ De qué manera se eleva la prosperidad general? 2Qué consecuencias tiene excluir a algunos de la participacién en el Gobierno? 2Qué entiende Mill por una persona pasiva y por una activa?

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