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El més extrafio idilio : Comedia lirica en cuatro escenas 4 rE faze goforces enirks: but we kave seen of Tough ett, ply ash, can pf sound ‘of gaiety and quest have heard a"kitten in the wilderness, Personajes El HOMBRECILLO La PATRONA El ANcTANo (su suegro) El BOxEADOR NrTcHEVO, el gato Escena ‘Una habitacion amueblada en una pequefia ciu- id industrial del oeste medio de los Estados Uni- dos. Es semejante a cualquier habitacién de este tipo, con la particularidad de que las paredes estan cubiertas de inscripciones, firmas de ante. tlores ocupantes, hombres que vivieron alli algin tiempo y se marcharon a otros sitios parecidos, los trabajadores itinerantes, solteros, de una na. cién. Hay dos ventanas. Por una de ellas se ven las delicadas ramas de un arbol que cede sus hojas a los ultimos dias del otofio, Desde la otra Ventana pueden verse las erizadas chimeneas de la gran fabrica de manufacturas que da vida a ln ciudad. i | Escena primera que anda y habla con una especie de poderosa indo. lencia, esta ensefiando Ja habitacién a un posible huésped, el hombrecillo, moreno y de aspecto tm Gelicado y nervioso del que suelen tener los trabaja. dores. Tan pronto como cruza el umbral detras de Ja Patrona su maleta, muy estropeada, se abre despa. tramAndose por el suelo su contenido: camisas sa. cias, zapatos viejos, crema para limplar calzado, wa rosario) paren (Riendo): | Vaya! {La maleta hha deci- dido! HOMBRECILLO (Agachéndose para recoger los obje- tos esparcidos): Lleva soltandose todo el dia. PATRONA: ¢Desde cuando tiene usted esa maleta? HOMBRECILLO: Desde que empecé a viajar. PATRONA: j Debe ser usted Gulliver, entonces! Us- ted lo ha resistido mucho mejor que ella. , HOMBRECILLO (Enderezdndose}: No sé. . PATRONA: Con esas cuerdas tan gastadas no puede usted sujetarla, 105 106 Piezas corlas HOMBRECILLO (Sonriendo timida y tristemente): No sé. PATRONA (Cruzando la habitacion para levantar la persiana): En cuanto a esta habitacién..., es: pero que no sea usted supersticioso. HOMBRECILLO: ¢ Por qué? paTrona: En esta habitacidn vivié un hombre que tavo una mala . HOMBRECILLO: jOh! ¢ Qué le sucedié? (La patrona ve de repente al gato encima de la cama) PaTRONA: ¢¥ como entré aqui ese gato? Un pe- quefio misterio, ¢ch? Debe haberse subido al peral, dejandose caer después al tejado del por- che y trepando por la ventana. (E/ HoMBRECILLO deja en el suelo la maleta y se dirige al gato sonriendo. Lo coge con una gran ternura.) So- lia vivir en esta habitacién con el ruso. HoMBRECILLO: ¢Con quién? PATRONA: E] hombre que tuvo la mala racha. Yo le decia que se la habia traido el gato. HOMBRECILLO: ¢Se tenian carifio? PATRONA: Nunca he visto un carifio igual. HOMBRECILLO: Entonces el gato no pudo traerle mala suerte. Cuando se quiere no se puede dar mala suerte. 2Cémo se llama? PATRONA: Nitchevo. HOMBRECILLO: ¢ Cémo? PATRONA: Nitchevo. Asi es como él Jo Iamaba. Un dia me dijo lo que significaba esa palabra, pero Jo he olvidado. Me fastidiaba. HOMBRECILLO: ¢ Qué? PATRONA: Yo venfa aqui a charlar. Las circunstan- cias en que me ha tocado vivir ponen a prueba a cualquiera, Llega un momento en que tengo que desahogarme. El sabia escuchar. HOMBRECILLO: ¢El ruso? El mas extrafo idilio 107 PATRONA: Comprensivo, pero callado. Mientras yo hablaba, él se limitaba a mirar al gato. HOMBRECILLO (Sonriendo un poco): ¢¥ por eso usted no lo ve con buenos ojos? PaTRONA: No. (Se sienta cémodamente en la ca- ma.) Le contaré la historia. El era ruso 0 algo asi. Yo les llamo polacos, Ocupaba esta habita- cién antes de ponerse enfermo. Habfa encon- trado al gato en el callején, lo habia traido a casa y le daba de comer y lo cuidaba, y hasta Je dejaba dormir en su cama. Una costumbre poce higiénica esa de meter a los animales en la cama. ¢No cree usted? (El HOMBRECILLO se encoge de hombros.) Bueno..., el trabajo de la fabrica es malo, incluso para un hombre fuerte Y robusto. El polaco perdié la salud. Cogié la tuberculosis. Consiguié no sé qué indemniza- cién y decidié irse al Oeste. El gato..., 4 que- ria levarselo. Por eso si que no pasaba yo. Le dije que habla desaparecido. Se march sin él Ahora no puedo verme libre del muy puerco. HOMBRECILLO: ¢El gato? PaTRONA: Ya le he echado dos veces agua fria cuando viene merodeando por aqui, buscdndo- le. ¢Ve usted como me mira? Odio. Odio ful- minante. Igual que mira una mujer celosa a otra mujer. Creo que espera que él vuelva a casa, HOMBRECILLO: ¢ Volver? PATRONA: Nunca mds. HOMBRECILLO: ¢ Muri6? PaTRONA: Lo supe el diecis¢is de enero. No habia nadie a quién comunicarselo. (El HOMBRECILLO asiente con una sonrisa triste y acaricia al gato.) Hay quien dice que los animales entienden. Se Jo dije esta mafiana. No va a volver, est4 muer- to. Pero no lo entiende: 108 Piezas cortas HOMBRECILLO: Yo creo que si. Esta triste. (Soste- niéndolo junto a su oido.) Si, le oigo Morar. paTRoNa: Usted también es un tipo raro. ¢Le con- viene la habitacién? . HOMBRECILLO: Es una habitacién bonita. PATRONA: ¢Con quién bromea usted? HOMBRECILLO: Con usted. ¢Cudnto? PATRONA: Tres cincuenta. Por adelantado. — HOMBRECILLO: Me quedaré, con la condicién de jue... PARONA: gQué condicién? ; WoMBRECILLO: Que pueda hacer lo mismo que el ruso y tener al gato aqui conmigo. parrona (Haciendo una mueca): Oh, de modo que quiere usted hacer lo mismo que el ruso. HOMBRECILLO: Si. . PATRONA (Arregidndose el pelo en el espejo roto): Mi marido es un invdlido crénico. Un acciden- te en la fabrica, Lo sient HOMBRECILLO: ¢Si? Lo siento. paTRONa: Codeina todos los dias. Cincuenta cen- tavos me cuesta cada pildora. No me importaria con tal de que él no fuera también una buena pildora algunas veces. ¢Pero quién puede ver sufrir a una persona? MOMBRECILLO: Nadie. , PaRoNA: Eso es lo que yo digo. Bueno, pues... el ruso solia ayudarme en el trabajo mas duro de la casa. y. (OMBRECILLO: Ya. - PATRONA! {Cuantos afios tiene usted? ¢A qué lo acierto? ¢Treinta y cinco? woMBRECILLO: Ajé. Mas o menos. PATRONA: ¢ Italiano? HOMBRECTLLO: Ajd. | paTRONA: ¢No pensard usted que soy una adivi- na? Mi padre era gitano, Me ensefié muchas canciones gitanas. Me decia: «Bella, tienes nue- El mis extraiio idilio 109 ve partes de msica jy el resto es picardia de mujer!» (Le sonrie.) Ese instrumento colgade de la pared es una ‘balalaika. Una noche wen. dré aqui a distraerle. HOMBRECILLO: Muy bien. La of cantar al Iegar a Ja_casa. Por eso me paré, (Ella sonrie de nuevo y se queda como espe- rando) PaTRONA: Le llamaré Musso. Musso de Mussolini. éTiene usted un empleo? HOMBRECILLO: Todavia no, PATRONA: Baje a la fabrica y pregunte por Oliver Woodson. Parone {Oliver Woodson? PATRONA: D: que va de parte de la sefiora Gallaway. te pondra en sequida en la némina, HOMBRECILLO: Bueno. Gracias. PATRONA: La ropa se cambia los lunes. (Inicia la salida.} Tengo que disculparme por el estado en que estan las paredes. . HOMBRECILLO: Ya me di cuenta. ¢Quién las uso asi? Patmoxa: Todos los hombres que pasaron por aqui escribieron su nombre, MOMBRECILLO: Deben haber sido muchos. PaTRONA: Aves de paso. ¢Intenté usted contarlas alguna vez? Desaz6n... cambios, HOMBRECILLO (Sonriendo, . rarrona: Una dirfa que un hombre que tiene la paga en el bolsillo tiene algo mejor que haces que poner su nombre en las paredes de una habitacién alquilada. wompRecniio: ¢Esté también ahi el nombre del ruso? PaTRONA: Su nombre no. No sabia escribir. Pero si estd su retrato. ; Ahi! (Sefiala un dibujo in- fantil de un hombre muy grande.) ¥ asa lado, 110 Piezas cortas mire, el rabo..., los bigotes..., jel gato! (Riert los dos.) Compafieros de fatigas, geh? HOMBRECILLO: ¢Era un hombre alto y grande? PATRONA: jEnorme! Pero cuando el microbio de Ja enfermedad le atacé, se hundié como una viga podrida... Las estadisticas demuestran que los hombres casados viven més tiempo, Le diré por qué. (Se estira fa blusa y se ajusta el cin- turén.) Los hombres que viven solos... adquie- ren costumbres peculiares. Toda esa parte de su vida que deberia llenarse con las cosas de Ta familia se queda... vacia. ¢Usted me en- tiende? HOMBRECILLO: ¢ Si? PaTRONA: Bueno, pues... fa llenan con sustituti- vos. Una vez tuve un huésped que iba al cine todas las noches. Siempre Tevaba consigo una cartera. ; Adivine lo que llevaba en ella! HOMBRECILLO: ¢ Qué? PATRONA: Rollos de papel higiénico para sentarse en el inodoro. (El WoMBRECILLO desvia la mira- da con embarazo.) Un manidatico de la higiene. Otro huésped tenia un par de zapatillas de fiel- tro que eran su tesoro. MomBrectLio: ¢Un par... de...? PaTRONA: Zapatillas. De fieltro gris corriente. No tenian nada de pintoresco. Salvo una cosa: jel olor! Casi insoportable al cabo de quince afios, el tiempo que debio Ilevarlas, segin mis célcu- Jos. Bueno, pues jas zapatillas desaparecieros por una feliz casualidad, como suele decirse. jCielo santo! ¢Cémo iba yo a imaginarme que se moriria de desconsuclo? {Poco le falté! (Rie,) No podfa vivir sin aquellas zapatillas de fieltro. (Se vuelve hacia la pared.) Un dia voy a coger un estropajo de alambre y una pastilla de jabon y voy a dejar estas paredes tan lim- E] més extrafio idilio ut pias como estaban ant. pias fomo 5 antes de que Hegara el pri- (Se abre la puerta. Enti (Se ab waren intra el ANCIANO. Se parece ANCIANO: No debes hacer eso, hija. patrona: Ah. Es usted. ¢Por qué no? anciano: Esos nombres son sus pequefios inten- tos de dejar memoria. Sus modestas pretensio. nes de inmortalidad, hija. No los borres. Inclu. so el gorrién... deja como recuerdo un nido vacfo. ¢No es verdad, muchacho? ROMERECILLO: Si ANCIANO: cataratas han empezado a... (Mue- ve la mano por delante de sus ojos casi cists No sé muy bien dénde esté usted. : HOMBRECILLO (Tendiéndole la mano): Aqui, ARCTIC Que ie sea grata a st estancia aqui. Aun- corta, | Y escriba su noml - red! No se le olvidara. re en Ia pa PATRONA: Ya basta, padre. ANCIANO: Sélo busco al; bot i Weted ahaa guna botella vacia. ¢Tiene PATRONA: ¢Como va a tener botel ? Aca- Fiowa: 2Como er botellas vacias? Aca- ANCIANO: Las cambio en la Bright Spot Delicate- ssen. Volveré después para termin: conversacién. p P ° ar uestra ' (Sal PATRONA: Mi suegro. No le haga caso, le dard Z Tata. (Se Heva un dedo a la frente.) | Alcohdli- co..., ido! HOMBRECILLO (Hundiéndose en la cama ic attra pez al gato): Estoy cansado. ¥ cogiendo wa: Espero que se sients THONA: Espero a jienta comodo aqui. Creo ROMERECILLD: {Oliver Woodson? TRONA (En la puerta): Ab, si, Oliver Woodson, (Sale. El womprect.io se levanta 9 saca del bol. 12 Piezas cortas i lapiz muy gastado. Sonriendo un poco sie a la ‘pared 'y dibuja, debajo del gran autorretraio eliptico del ruso, su propia igure desmirriada en unos cuantos trazos rdpidos de lapiz. Debajo del dibujo del gato hace una mar- ca muy sefalada. Después sonrie al gato y se echa a un lado para estudiarlo) Telén Escena segunda & ve gl fluctuante resplandor rojizo de la fabrica y se pye débilmente el rumor de sus pulsaciones, Entra of hombrecillo y enciende la bombilla que cuclga ‘del echo, Lleva ‘un paquete pequelio. Sonrie a Nichace Geshace el paquete, Es ina pequefia botella de leche la ensefia al gato.) HomBRECILLO: Un momento. (Baja la persiana de la ventana que daa la fabrica.) Ahora. Olvide- mos la fabrica. (Pone a leche en un platilio azul.) Eso es. La cena. (Lo pone en é) suelo junto a la cama y se sienta para ver comer al gato.) Nitchevo, no te pongas nervioso, No hay Por qué preocuparse, En invierno se me poner ‘as Manos tiesas, me vuelvo desmafiado. Pero puedo frotarmelas, puedo darme masaje en las articulaciones. Y cuando venga el buen tiempo Se me pasaré esta rigidez. Entonces ya no vol. 13 ‘Tennessee Williams, § ary Piezas cortas veré a atascar la maquina. Hoy el sefior Wood- son se puso furioso. ;Me dio unos gritos! Por- que mis dedos torpes atascaron la maquina. Se puso detras de mi, me miré y gus +, asi (Da un grufido amenazador.) ; Oh, fue como si me clavaran un cuchillo entre las costillas! Porque, verds, yo... tengo que conservar este empleo para traerte la cena. ;Empecé a tem- blar! jAsi! (Imita el temblor.) ¥ él siguid de pie detras de mi, observandome y grufiendo. Mis manos iban cada vez mds a prisa, mds a prisa, rompieron el ritmo. ;Y de repente, una pieza sta fuera de su sitio, la maquina se atasca, la cinta transportadora se para! ;Aaaaaaaa! {Todos los hombres de la hilera me miraron! jLos de delante y los de detras, a todo lo largo de la fila, se volvieron y me miraron! ;El se- fior Woodson me agarré por el hombro! «Ta tenias que ser —me dijo—, italiano desmano- tado! ; Parando el trabajo otra vez, desgraciado imbécil! » (Se tapa la cara.) Oh, Nitchevo... Perdi mi dignidad... Lloré... (Toma aliento en un sallozo estremecido.) ,Pero ahora olvidé- moslo, por fortuna se acabé! Es de noche, es- tamos solos y juntos... Se esta caliente en la habitacién... Vamos a dormir... (Se quita la camisa y se echa de espaldas en la cama. Llaman a la puerta y se incorpora ré- pidamente. Hace un gesto de advertencia al gato. Pero la persona que tlama no se desani- ma facilmente. Se repite la llamada y se abre la puerta. Es la PATRONA, vestida con una negli- gée Iena de manchas, pero elegante) PATRONA (En un tono resentido, pero melifluo): jOh...! Se hacia usted el dormida. HOMBRECILLO: No... estoy vestido. patroNa: No tiene por qué darle vergiienza de mi, Pensé que habia salido y se habia dejado la luz wae: El més extraiio idilio us de la habitacién encendida. T: nomizar electricidad, OS Wwe eoo- HOMBRECILLO: Siempre la apago cuand: Parma eampeeI aago cunndo cago, para ir a la fabrica. meee LO: Estoy en el turno de noche, ah PaTmona: El turno ‘del cementerion ie eee, Qué le ha pasado con Oliver Woodson? HOMBRECTLLO: ¢Qué me ha pasado? : Por qué? Patmowa: Me fo encontré en la Bright Spot De- icatessen. «Oh, por cierto —le dije yo, ¢ qué tal aquel hombre que te mandé, aquel italiand os «Ah, ése», dijo el sefior Woodson, «Dime, ¢ qué pasa con él? ¢No lo hace bien?» «No, pars el trabajo» «Bueno —le dije yo—, dale tiempo. meine, we es nervioso. Quiza se a de- PATRONA, Made. at dijo él? : Nada, dio un grunido. (Sonrie. El pom SRECILLD vierte el resto de la leche en el platillo el gato. Esté temblando.) Debe usted procuray dominar sus nervios. Tal vez lo que necesita % un poco de distraccién. (Se sienta en el bor- de de 1a cama, con Ja balalaika.) ; Siéntese! iHay sitio para los dos en este sofa! (Aplana espacio que hay junto a ella. El se sienta encogido, a considerable distancia. Enirecruta con desasosiego las manos. Ella toca un acorde suave en Ia balalika y anturrea miranda de rvioso huésped.) ¢ HOMBRECILLO: S{, ed.) ¢Cansado? paTrona: Algunas noches le oigo hablar a t de la puerta. Con quién habla, pensaba ve (Con una risita.) Al principio creia que habia trafdo usted una mujer. Yo soy tolerante. Sé que la gente necesita algo mas que comida y algo mas que trabajo en la fabrics. (Toor cbs, traida por un momento.) Por eso, cuando ola 16 Piezas cortas esas conversaciones me alegraba. Me decia: «Ese hombre solitario ha encontrado una mu- jer.» Unicamente me preocupaba que fuese una inujer pescada..., ya sabe usted, en la calle. Esas mujeres no suelen ser muy limpias, La hi- giene femenina es mucho més complicada. Bien... (El HoMBRECILLO mira al suelo muerto de azo- ramiento) MOMBRECILLO: No era... una mujer. paTRoNA: Ya lo sé. Lo averigiié. Estaba usted solo. i Hablando solo con un gato! Divertido, si, pero un poco lamentable también. Usted, un - bre que todavia no ha llegado a la edad ma- dura, dedicando tanta atencién, tanto tiempo y tanto afecto... ¢a qué? jA un gato callejero perdido que heredé por casualidad del hombre Que ocupé la habitacién antes que usted, aquel ruso loco! El més extrafio idilio..., un hom- bre... iy un gato! Lo que nunca se debe hacer es no escuchar a la naturaleza. La naturaleza dice: «El hombre debe tomar una mujer 0... estar solo.» (Con una sonrisa acariciadora y corrién- dose un poco hacia él.) Pero la naturaleza nun- ca ha dicho; «El hombre debe tomar un gato». HOMBRECILLO (De repente, levantdndose torpemen- te): A mi la naturaleza nunca me ha dicho. nada. PATRONA (Con impaciencia): ;Porque no la habra escuchado! nomprectso: Si que la he escuchado. ; Pero lo uni- ‘co que digo es mi propia voz haciéndome pre- guntas molestas! PATRONA: Usted me oye, ¢n0? HOMBRECILLO: La oigo cantar algunas veces cuan- ‘do vuelvo a casa. Es muy agradable. Me gusta. paTroNa: Entonces, ¢por qué no entra usted en ‘el salon y charlamos un poco? ¢Por qué es us- ted tan vergonzoso? (Poniéndose de pie tras El mas extrafio Ay él.) Podriamos charlar, pasarlo bien, Cuand tomo usted esta habi aci io wna falsa ome ste bitacién me dio una falsa NoMBRECILLO: ¢Qué quiere usted decir? FaTwosa: ¢Ha'olvidado Ja conversacién que tu HoMBRECILLO: No recuerdo ninguna conversacié PATRONA: Dijo usted que deseab: ‘smo mona: Dijo usted que deseaba hacer lo mismo HOMBRECILLO: {Me referia al gato, quedarme con él! PATRONA: {Yo le dije que éf tambien a en el trabajo de la casal sme ayuda HOMBRECILLO: ra estoy en el turno de 1 PATRONA: {Déjese de evasivas! (Hay una ‘jaa después elia le pone la mano en el hombro.) Crei que le habia explicado bien las cosas. ;Mi marido es un invalido, codeina dos veces al dia! Natural mente, yo... jtengo que desahogarme! (El ommrect..o se separa de ella, nervioso, Ella continua, agobiante, levantando la mano para apagar la bombilla.) Asi... est mejor, ¢ verdad? ouanEct.1.0: No jo sé... con seguridad. " : ¢No esta contento con la habitacién? woumeciLlo: Si, me gusta mecien? PATRONA: ja la impresio mona Tenia presion de que no estaba a vomarecrLio: Esta habitacién es mi hogar. Me gusta. PATRONA: jCémo evita usted toda conversacié asa casi corriendo por Ja entrada ‘todas lag ches! ¢ Por qué no charlamos? ¢ i poches! gFor g lamos? ¢Le comié la wouarecrio: Usted nome habla... a mf. ONAS estoy hi HONK | y hablando a usted... directa. HOMBRECILLO: A mi, no. PATRONA: j Usted! | Yo! ¢ Donde ti Fowmnecriic: No hey segundo, 4 1 ‘7080? 120 Piezas cortas HOMBRECILLO (Acercdndole una): Aqui. ANCIANO: Gracias. Me voy en seguida. HOMBRECILLO: Puede usted estar todo el tiempo que quiera. anezano: Es usted muy amable. Pero no me que- daré. Sé que soy muy pesado, un viejo pesado gue molesta a la gente con su necesidad de compaiifa, gNo tendré usted... un poco de tabaco? HOMBRECILLO (Sacando un poco): Si..., aqui esta. ¢Quiere que se lo Me? ‘ANctano: Oh, no, no. Tengo los dedos muy 4giles. HOMBRECU.LO: Los mios tiemblan, siempre estan entumecidos. ANCIANO: Si. Sé lo que es eso. Por eso... vine a verle. Pensé que podriamos charlar un poco. HOMBRECILLO (Incémodo): Yo no... hablo mucho. ‘anctano: Los tontos no soportan el silencio. A mi me gusta, Veo que tiene usted libros. ¢De la biblioteca publica? HOMBRECILLO: Uno 0 dos. Son mios. AncraNo: Cuando pasaba por la puerta of un chasquido. WOMBRECTLLO: ¢Chasquido? ANCTANO: Si, como de botellas. Yo recojo botellas vacias que cambio en la Delicatessen. HOMBRECILLO: La botella que oyé usted fue un bo- tellin de leche. Esta debajo de la cama. ANCIANO: | Oh! Esas no sirven. Toma usted leche? HOMBRECILLO: E] gato. ANcIANO (Moviendo la cabeza): ; Ohhh, de modo que esté aqui el gato! jEso es lo que daala habitacion un ambiente tan grato y apacible! Nitchevo..., ¢donde estas? nomprecrLio: Esta cenando. |NelaNo: Bien, no le diré nada hasta que haya terminado. Le gustan a usted los animales? nomBrectLLo: Sélo Nitchevo. EI mas extrafio idilio ANCIANO: Tenga cuidad " HOMBRECILLO: {De que? 1aNo: Podria usted : perderlo, E; qus tiene el tomarle cari @ algo, 1a yaaa’ ene el tom lg0, la posibili- HC : Ni eenan a Nitchevo no me abandonaria, ‘CANO: Es le que no quiera abandc ie wide esta lena de accidentes, sree iempre favorables, ; Sabiz HOMBRECILLO: Si. ANCIANO: Puede i : lOMBRECILLO: Nitchevo se crié en la calle, be none eimbotade un poco sus facultades aidan, NG,conoce usted a Nitchevo. No ha tina pereee Peligrosa que puede ser Ia vida para ANCIANO: ; Pero vn universo! com, : anctane:Puecer Saeed hab tener? usted en Ia fabricay "#5 ©0888. ¢Trabaja HOMBRECILLO: Sj. no tiene en sus manos el control IANO (A su 0s aso fdtica): {Ajal Conozco a los tipos que degen trucos. Por eso me i ire. Supers aus ‘ e odian. Mire, S fe demands de lo que ellos fabrican diemine 1 haver dos cosas. Bajar los preche, sumidores. tion. Pero no, P 1 . Pueden hac Hon. r er otra cosa, rede cir fl numero fe cosas que hacen.. regen mas! agesaz! éVe? iY subir los precios at mist is ese modo mantener el mar, de eneficios de los ricos! ¢Qué cree ustely que e Piezas cortas 122 itchevo sabe la ios Todopoderoso... Nitel peeucstat ies arin To que han hecho siempre! Tle entre diontes y 3 levaay emspezan cantar con voz bronca y cascada. rri iba Ios beneficios grb seb lo bene ne, Elevad ios reales beneficios, No deben sufrir merma. ke (Se oye un golpeteo en la pared y una vor era) soc O'Fallon. Fremont Melestamos a Ia sefiore, O'Fallon, ANCIANO: ‘Si, si. Lo que reducirén sera Ia produe “Nin, Se necesitaran menos born! res cada dia para hacer funcionar las riguinas, Habrd cada ae menos en la cinta transportadora, eran a dia. mas Jos. trabajadores ue, eaigan en manos de la beneficencia. Se pierde a indepen. Gencia...: después, el orgullo...; despus, Ia es: cranza, Por viltimo, se pierde hasta cane PMjad del alma pata sentir vergiienza | o doses: peracién o algo. Qué es lo que queda? in ser Eomo yo, cuya necesidad de compatia se, ha ‘do en una molestia para la gente. Buc- cones en algun eslabén de la cadena de des gracias. jesta el gato! :_¢ Nitchevo? - . IReinvo asintendo con aire de sagactdad): Yo “Sho puede usted comprarle Ie leche, MBRECILLO: ¢Y bien? aN Tos, caprichosos! ANCOR hot ‘Bete no es un amigo de los buenos pn oMPOS. cree usted que le seria fiel? ¢Incluso en Ta adversidad? MBRECILLO: Me seria fiel. HOMTANO (Se ie alegra la cara poco a poco) | Magnifico! i Magnifico! (Se toca los pdrpados.) i ! El mis extrafio idilio 123 iQué hermosa confianza! Una rara y hermosa confianza. Casi me hace llorar. Es lo més pen fecto que puede dar la vida. HOMBRECILLO: ¢ Qué? ANCIANO: La comprensién afectuosa y total de dos © tres seres entre cuatro paredes de una ha- bitacién con las ventanas cerradas al mundo, HOMBRECILLO (Asintiendo): S{. ANCIANO (Alternativamente manso ¥ vociferante); El tejado es delgado. Por encima de él. la enor, me y resplandeciente rueda de! cielo'‘que nos habla de un misterio. Finas..., invisibles..., ma- ravillosas cuerdas nos ligan’a’él. ¥ asi estamos salvados, purificados y_glorificados. Nosotros tres. | Usted y yo y... Nitchevo, el gato! (Lo le- vanta hasta su oido.) ;Escuche! j Ronronea! iMmmm!, qué sonido tan suave y tan dulce y fan Potente: (Es el alma del universo... palph tando en él! (Se lo devuelve al HOMBRECILLO, } Tomelo y no jo suelte. No permita que se sepa, re de usted. Porque mientras estén juntos... tin. guna de las fuerzas del mal en la tierra podran destruirles. ; Ni siquiera ese nifio estupido que es el azar, ni los lobos enloquecidos ¢ insacia- bles que hay en los corazones de los hombres! (El sonido de la protesta exterior aumenta de volumen. Se oye el ruido de una ventana al abrirse, y una mujer que lama a un policia, El ANCIANO Se dirige a la ventana que da @ la fabri. ca. Sube ta persiana y el flameante resplandor rojo de las palpitanies forjas brilla sobre on vostro barbudo,) ; Abi esta! HOMBRECILLO: ¢La fabrica? aNCIANO: Ajé. (En un tono tranquilo, de conver. sacion normal.) Anteayer bajé a Ja fabrica. Pedi un empleo al encargado. «Oliver Woodson —le dije—, esta empresa es demasiado grande Para que yo pueda luchar contra ella, Vengo Piezas cortas 124 con la rama de olivo. Quiero un empleo.» «Es usted demasiado viejo», me dijo. «No impor- ta le contesté yo—. Témame el nombre.» «Pero, abuelo —me replico—, esta usted casi ciego.» «No importa —repeti yo—. Témame el nombre.» «Conforme, abuelo —dijo Oliver Woodson—. Como se Hama usted?» «Me llamo Hombre —respondi—. Me llamo Hombre. Hom- bre es mi nombre —le dije—, se escribe H-o-m- bre» «Muy bien —dijo Oliver Woodson—. zDénde vive usted?» «Vivo en una cruz», le dije Jo. «¢ En donde?» «{ En una cruz! ; Vivo en una cruz! (Elevando cada vez mds la voz.) Codicia y Estupidez, esos son los dos brazos de la cruz en que me habéis clavado. ;Estupidez y Codi- Ga, esos son los dos brazos de Ia cruz en que me habéis clavado! » HOMBRECILLO: ¢Y qué dijo él entonces? ;El en- cargado! ANCIANO: ¢EJ encargado? Dijo: «jCéllate, estate quieto! | Voy a hacer venir la furgoneta! » vor pe musrr (Gritando desde el pasillo): ;No estoy dispuesta a vivir en la misma casa que un loco! } He llamado a Ia Policia y van a venir con la furgoneta! HOMBRECILLO (Tristemente): furgoneta. ANCIANO: ; Ya esta! ¢Lo ve? Yo hablo en nombre del pueblo. Ellos Ifaman a la furgoneta para que tne leven. No importa. Témeme el nombre. ;Me llamo Hombre! (Se asoma a la ventana y levanta el puiio amenazadoramente en direccion de la fébrica. Aumenta el flamear de las forjas, y su pulso uniforme parece acelerarse con el frenesi del aNciaNo.) ; Te veo y te oigo! ; Bum- bum-bum! jE latido' de un corazon enfermo! paTRoNA (Desde el pasillo): ;Callese, viejo tonto, borracho, ha despertado usted a toda la casa! Va a hacer venir la qd EI més exiraiio idilio 125 voz DE MUJER (Desde fuera): anterible!_ (Locos en Ia ‘coca CAN: jres un monstruo que respira fuego! iPero esctichame! | Porque voy a echar la tal dict ont é poguid u seguid vosotros, rufianes mice 1 | Vosotros, em 1 ngalio, traficantes dementias! "Nos, tenes corralados, pero no nos habéis derrotado! iL: sion de nuestra resistencia esté adquiriendo ao i Fodemos rugir también, vamos a girl 10s damos solo un poco de respite! Os decimos: alimentaos, alimentaos! Raza de blo. ! carne de vuestros nos, bebed su sangre! Hartad vuestros neon. imuosos vientres de corrupcién! -{¥ cuando eiids demasiado cebados para poder moveros, a es e] fi i i Pa re ue ol plo de Dios, se apretara (Rompe un cristal de la ventana, En este me ‘o se abre violentamente la puerta. Ta le susereiile se vierte sobre Ia habtacion) ESTED fuera): j Cuidado, puede matar a PATRONA: j Sefiora O'! ft medio! ‘Policia, entre” “aes aultese de en mira un AGENTE DE POLICIA Segui guido d - TRON, en bata. Un grupo de huusspedes auste Gee ae ‘pecto gris y pusildnime, se arraci ras ella en el umbral. El wommeeciiio estd de Bie, apretando al gato contra su pecho, Al AN- Clana se le ha pasado el arrebato. Estd de pie gon la cabeca gacha bajo la. banal lux de" paPombilla eléctrica que enciende ta PATADNA) * TnoNA (AI anciano): Aaah, viejo esttipido y bo- veselo. Encicrrelo hasta mmtencia! Policia, Ue po EL POLICIA cope al ANCIAN ora Braco oLicia: Vamos, viejo. razo} iTerrible, terrible, 126 Piezas cortas nuespepa (En el grupo de la puerta): ,Un tipo peligroso, un criminal! paTRONA (Al grupo): Vamos, vamos, vuelvan a la cama. Se acabé el alboroto, (El ANCIANO apenas parece durse cuenta de que le sacan de allt. Los demds se retiran tras él. El womnrectiio hace un gesto mudo, de protesta, y sigue sosteniendo @ NITCHEVO con un brazo contra su pecho. La patrona cierra la puerta detras de los otros. Se vuelve, airada, hacia el woMBRECTLLO.) ; Usted! jUsted es el-responsable! ¢No le dije que no le diera cuerda cuando esta borracho y se pone a desbarrar? ; Bueno! ... ¢Por qué no dice algo? (Cierra de golpe la ventana.) ;Dios! Usted no es un hombre, usted es un remedo de hombre! {Deje ya ese gato! ;Suelte a ese animal! (Le arrebata a NITCHEVO 9 1o echa al suelo.) Me odia. omprectiio: No le gusta la brusquedad, (La mira fijamente} paTRONA (Incdmoda): soz: No, no puedo entrometerme en sus Telacio- nes, Demonios, si tuviera un empleo 20 podria propinas por todos | subse A tiene Preocupada,” “ale” con ella. Jor: ¢Por qué? Ella dice que es mamas creo que tiene Tazo, mayor que yo, : No, no es ma: if JOE De ees mas que una nifia. Hablale, Joe, MADRE: Siento que se haya colocado, Joe. Debi rn s 7 ~ fa haber ‘seguido ‘estudiando en la ‘escuela su. Jor: Ella queria cosas.. dinero, traj des censurarla. ¢Ha salido papa?” "PU MADRE: Si... Ha dejado la natacion, Jog: La echaron del equipo Lorelei, aR ¢Por qué, Joe? Jor: Nunca respetaba las normas de entrenami to. Qué demonio, yo no puedo atajarla wanRe: A ti te escucha. PMP? a8) soz: No mucho. MADRE: Joe... JOE: ¢Si? 148 Piezas cortas MapRE: Joe, me ha vuelto otra vez, Joe. 10E (Volviéndose lentamente hacia ella): ¢Qué? Mapne: La operacién no sirvié de nada. ;Y con Jo que nos costé, Joe! ;Las cuentas todavia sin pagar! 3oE: Madre, ¢qué te hace pensar eso? MADRE: Me empez6 otra vez el mismo dolor. JOE: ¢Cudndo? MADRE: Hace ya algin tiempo. Jor: ¢Por qué no...? MADRE: Joe..., ¢para qué? | sor: jPuede que... no sea lo que ti crées! nes que volver. ; Para que te reconozcan, mam! MADRE: No. Asi es como yo lo veo, Joe. Asi, Nun- ca me han gustado las apreturas. Siempre he deseado tener espacio a mi alrededor, mucho espacio, vivir en el campo, en lo alto de una colina. Naci en el campo, me crié en él y en estos ultimos afios lo he echado de menos mu- chisimo. Jor: Si. Lo sé. (Ahora habla para st.) Aquellos paseos en coche por el campo, los domingos por Ja tarde, con el sol dorado, ya bajo, a través de un huerto, las sombras torcidas, la vieja casa ruinosa, azotada por el viento, vacia, ladea- da, y ti sefialandola, asomada a la ventanilla del coche, tratando de hacer parar a papa... apre: ; Mira! ; Aquella casa est4 en venta! ; Debe ser barata! j Veinte acres de manzanas, un ga- Hinero y, mira, un hermoso granero! | Esta es- tropeada ahora, pero no costaria mucho repa- rarla! i Para, Floyd, ve despacio por aqui! soz: {Pero él pasaba’de prisa, no queria mirar, no queria escuchar! La cerca desaparecia como una flecha y se elevaba un muro de piedra que ocultaba el'sol por un momento. Tu cara se en- sombrecia, madre, tu cara expresaba desespe- ranza, como si estuvieras muriéndote de deseos | i | i El largo adiés 149 por algo que habias visto y casi tenido en las manos, pero sin llegar a conseguirlo, Y el coche paraba frente a un puesto de fa carretera, «Ne. Cesitamos huevos.» Veinticinco centavos, treinta y cinco..., le pedias cinco centavos a papa. ¥ el sol estaba ya muy bajo, caia oblicuamente so- bre los campos invernales, y el aire era frio... MADRE: Para algunas personas la muerte significa estar metido en una caja bajo tierra. Pero para mi no. Para mi es lo contrario, Joe, es salir de una caja. Y subir, no bajar. Yo no creo en tiene que haber mucho espacio, y no habra que pagar el alquiler a primeros de mes a un visio holandés avaro que protesta si se gasta muche agua. Habra libertad, Joe, y la libertad es lo mas grande que hay en la vida. Es curioso que algunos de nosotros no la consigamos hasta después de morir. Pero as{ es, y no hay mas remedio que aceptarlo. Lo que més me cuesta es no. dejar las cosas arregladas. Me gustaria tener una seguridad, una idea clara de lo que vais a hacer, de cémio os saldran las cosas... jJoe! : JOE: ¢Si? MADRE: ¢Qué harias con trescientos délares? Jon: No voy a pensar en eso. Mabre: Quiero que Io pienses, Joe. La péliza esté a tu nombre. Esta lada en el cajon de la derecha del tocador, doblada debajo de la caja de pafiuelos y... (Su voz se debilita y entran dos de los mozos con una ldmpara de pie) Joe (Aclarando la garganta): ¢Dénde esté la pan- talla de esa lampara? (La MapRE se desliza en silencio hacia afuera al iluminarse la escena) 150 Piezas cortas ozo 1.°: Ahora viene. (Da un pequero golpe a la lémpara contra la pared) 308: j Maldita sea! ¢ Por qué no mira lo que hace? Mozo 2.°: ¢Qué mosca le ha picado? Mozo 1°: Oiga, amigo... JoE: {No les importan nada Jas cosas de los de- més! Las tratan de cualquier manera! stLva (Levantando los ojos de la revista): Joe, no te pongas asi, no van a estropear esos trastos. Jog: ;No van a estropearlos, no! Mozo 1.°: ¢Estropearlos? M... (Los dos mozos rien al salir) SILVA: Si te rompen algo, te lo pagan. Mozo 3° (Entrando con unas cajas de carton): Qué hay en estas cajas? Joe: Porcelana, Cosas de cristal. De modo que no vaya traquetedndolas por ahi como... sua: Joe, vamonos de aqui. No puedo concen- trarme en un cuento con todo este barullo. De todos modos, ¢qué haces quedandote aqui? No seas irracional. Sélo consigues... sentirte depri. mido, ¢no es cierto? Jor: Vete tt si quieres. Yo tengo que esperar aqui. ozo 4.° (Entrando con un puriado de frascos): En aquella cémoda habia unos frascos de per- ey tarros de crema vacios..., ¢los quiere usted 0 no? Joe: Déjelos aqui, en el suelo. (El 4° mozo coge una silla de la habitacién y sale por la puerta que da a la escalera. 108 exa- mind las cosas que ha dejado en el suelo. Des. tapa un frasco de perfume y lo huele. La habi tacién se oscurece de nuevo y queda iluminada por un foco la puerta de entrada. Se oye la voz de Myra en la escalera.) Myra: Bill, lo he pasado estupendamente. i largo adids 151 BILL: ¢Eso es todo?... No hay luz, Estan todos en Ja cama. (Joe se levanta y se éndereza, atento) MYRA (Apareciondo en el umbral): La luz de Joe esta encendida aun. prt: Callandito, nena. No tenemos por qué ha- cer ningun ruido. ;Yo soy una boquita chi- juitita! waa (Beséndole): Si, y tienes que irte a casa. BILL: Acércate mAs. | Mmmm! MYRA: iBill DEN la . BILL! ¢Qué pasa? ¢No eres la pequefia campeona de tatacion y stito de ‘Saint Louis? Myra: ¢Y qué? : Bueno, yo también tengo una buena braza- . fuera del agua. Callate. Quiero irme a Ja cama. Yo tambicn. Yo salgo con nifias bien, de la buena so- ciedad. yra: ¢¥ qué? BILL: Nada. Excepto que... Myra: ¢Cémo tengo que tomar esas palabras? BILL: Muy bien. Te lo diré. Yo acepto el: «Buenas noches, lo he pasado estupendamente» de la reina de las fiestas. Pero cuando como ti pretenden hacerme tragar... soz (Entrando en la cona iteainada por el foco): ra! we Es el hermano mayor. Crei que esta- fa ya durmiendo. Joe: Fuera, canalla... norma: Joe! ' dat : jAntes de que te sacu mm ame Waitt rie débilmente y sale) 152 Piezas cortas myra: Tenias razén, No vale nada. (Jor la mira.) Joe,

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