5 FRANCIS A. SCHAEFFER
Hemos visto, por experiencia, que el mejor méto-
do para usar estos ESTUDIOS consiste en leer, pri-
meramente, cada versiculo biblico indicado en la mis-
ma Biblia. Luego, leer lo que comentamos sobre ese
versiculo. Debe tenerse en cuenta que estos comen-
tarios no son ofrecidos como una explicacién com-
pleta de cada uno de los textos, sino mas bien como
puntos de reflexién sobre alguna, o algunas, de las
ensefianzas que se desprenden del pasaje biblico y
que guardan relacién con el tema de la leccién con-
creta. Por ejemplo, la primera referencia biblica que
se da, Efesios 1:4, tiene muchas otras cosas impor-
tantes que decirnos y que no mencionamos nosotros
en el comentario breve que sigue; llamamos la aten-
cién sobre una de las cosas que Efesios 1:4 ensefia,
que Dios, siendo un Ser personal, piensa y planea. De
manera que, cada versiculo deberia ser leido y medi-
tado a-la luz del comentario que sigue unicamente
en relacién con el intento pedagégico de la leccién en
que aparece, nunca como una afirmacién aislada. Es
a la luz de la totalidad del tema de esa leccién, y
aun mas: a la luz de la corriente que unifica toda
la ensefianza biblica, que habria de leer estas leccio-
nes. La Biblia no es un montén de textos sin conexién,
es una unidad. Y tiene un contenido que puede ser
estudiado, de la misma manera que se estudian otros
libros.
Si la estudiamos teniendo en cuenta lo dicho, la
Biblia nos mostrara cudntas cosas tiene que decir en
respuesta a las inquietudes y preguntas que agitan
a los hombres de nuestra generacién, muy especial-
mente las que inquieren por el sentido y el propésito
de la vida. Porque la Biblia nos dice qué es el hom-
bre, cual es su naturaleza, de dénde derivan sus pro-
blemas fundamentales y la solucién que Dios tiene
para estos problemas, tanto en su proyeccién terrena
como eterna.