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Arquitectura rococé. El fin del barroco Unelemento particularmente atractivo dela escalera de Bruchsal es su decoracién roco- 6, Esta ligera e irregular omamentaciéon cur- vilinea, tan diferente de las pesadas molduras escultdricas de los érdenes clésicos del siglo XVII, no es sino parte de una reaceién arqui- tect6nica iniciada en Parfs en la década de 17,37. ean Couto, Hotel de Mavgnon, Pas 1722-1724, Panta Tras la ner de Ls XIV on 1715 te habla volo a esablecerse on Parts, donde consruyevon sus nuevas resdencias (hes), de on 0 dos pisos de lure poeelas enerbmente ivegleres de Ins afeas dela ciudad. as plantas aiaes de estas css debion usta, encade 150, las irequaridades ide ls respectvns parcels 1720 y que se extendié a toda Europa a me- diados del siglo xvi, Como suele suceder con casi todas las etiquetas estilisticas, este término fue acunado peyorativamente por Jos neoclasicistas en la década de 1790. Etimol6gicamente, la palabra rococd deriva del término francés rocaille, 0 rocalla, un tipo de ornamentaci6n que se inspiré en Tas gru- tas de los jardines de principios del siglo xvi y que se basé en la imitacion de elementos naturales, como rosas, caracolas, etc En tiempos de Luis XIV, cuando se deci- did que todos los miembros de la corte de- bfan residir en Versalles, muchos de ellos tuvieron que adaptarse a vivir en los estre- chos y no siempre bien acondicionados apo- sentos del propio palacio, o en el primer alojamiento que pudiesen encontrar en el pueblo. En esas condiciones, los saturado: pesados interiores barrocos de Le Brun, em pezaron a ser considerades por muchos como agobiantes. Nada mas morir Luis XIV se ini- cid el éxodo masivo de Versalles (acompa- fiado del colapso del mercado inmobiliario local). Los nobles se trasladaron a Paris, don- de crigieron sus espaciosas casas particula- res 0 palacetes, dtels, en lo que a la sazén eran las afueras de la ciudad. Por lo comtin, esos hidtels’se edificaban en parcelas de gran lamafo, frecuentemente irregulares, que per- nnitfan ubiear junto a la calle un patio de en- trada que conducia al pabellon de entrada de Incasa y a las caballerizas, y un espacioso jardin privado en la parte posterior, Un buen. ejemplo de esta recién ganada libertad de iseito residencial es el Hotel de Matiznon, fen Paris, construido por Jean Courtonne en. 1722-1724(17.37]. La planta muestra una su til uptura con respecto a la insistente sime- ttia axial de Versalles, ya que la fachada del patio de entrada es muicho mAs estrecha que Ja del jardin, aunque ambas sean simétri- «eas bilateralmente. Ello se traduce en que el te de la fachada de entrada se ha desplaza: ddo hacia un lado del conjunto de habitacio- nes entrelazadas, para convertirse en el eje de la fachada del jardin. Arquitectura barroca y rococs 423 1738, Germain Boufend, ain ove Hotel de Sons, Pari 17321785. Belo salons dees hotels Inrcos poss se desarallurevo estilo {Ee decracon erin el rca, caracteado por a frei, eigen yl Tomincsidad, como se fan en ete ero Estas mansiones se construfan muy ape- gadas al terreno, con las habitaciones prin= Cipales orgaihizadas en planta baja y abiertas fal jardin mediante lo que ha llegado a la marse puertas vidrieras francesas, es decir, puertas dobles, acristaladas en su mayor ps fe, que dan a un baleén, terraza o jardin. A menudo, los pafios de pared no ocupads por las puertas 0 ventanas, se revestian de espe~ jos, de manera que la atmésfera obtenida con las altas vidrieras y los innumerables espe- jos era de una resplandeciente claridad, un aire de agradable domesticidad desligado del sentido de masa y estructura. Para sus ocu- pantes, las habitaciones de esos hotels, pin- tadas en colores claros o en tonos pastel y amenizadas con su fluida decoracién de ro~ calla, con adornos dorados en forma de gré- 424 La historia y el significado de la arquitectura cles arabescos, debieron ser como una bo- canada de aire fresco, viniendo como venfan de los sombrios interiores de Versalles, con su decoracién de pesadas pilastras y enta- blamentos. En lugar de los estaticas érdenes de la antigiedad, esa nueva decoracién rococé derivaba de formas naturales, como caracolas, flores y algas marinas, particular- mente si ten‘a Ia caracteristica curva en for- ma de doble S. El cardcter de este estilo de origen patisino esta perfectamente engloba- do en el gran Salén Oval del Hotel de Soubise, remodelado por Germain Boffrand en 1732-1745 [17.38]. Mientras que la ar- ‘quitectura harroca y sus fantasiosas visiones dieron sus primeras pasos en Roma para dar expresion a los misterios religiosos, la ar quitectura rococé se desarroll6 en Paris como un estilo absolutamente secular; también fue, posiblemente, el primer lenguaje arquitec: 1739. Frangois Gls, poe (Alemania), 17381738. Los artstasfranceses que taba et Asan ‘ono itr este lege pablo de ee. La sala circular rs ple forma despa ode pas vers ténico que surgié y se manifest primor: dialmente como un estilo de decoracién do- méstica de interior. El Amalienburg Enel corto plazo de una década, el rococo se convirtié en el estilo decorativo de moda en los interiores de toda Europa, de tal manera que los ejemplos mas elaborados de ese es- tilo son los realizados por los disefiadores franceses que trabajaban en Alemania. Mis resplandecientes atin que los interiores del ‘Salén Oval del Hétel de Soubise son los del pequetio pabellén de caza del Amalienburg, cconstruido en el parque del Nvmphenburg. el refugio real bavaro de las afueras de Mainich inspirado en Versalles. El Amalienburg fue construido entre 1734 y 1739 por el arqui: tecto y decorador Francois Cuvilliés (1695- 1768) para Amalia, Ia esposa del elector de el Noenburg afueras de Mice evar eet coc ste su expres rpletamente ovestida de video, bio Baviera, Maximiliano Manuel. Cuvilliés ha- bia nacido en Soignies (Francia) y desde los {3 atios era enano de la corte de Maximiliano Manuel, quien, en 1720, le envié a Paris a tra- bajar en el taller de J. F. Blondel, para per- feccionar sus estudios de arquitectura. La fachada blanca y relativamente lisa del dimi- ‘nuto Amalienburg dice muy poco de lo que nos vamos a encontrar en su interior. En efec- to, cl Salén de los Espejos esta decorado con una fantasfa de delicadas incrustaciones de filigrana de plata sobre un fondo azul celes- te que cubre practicamente todos los rineo- ‘nes de la sala que no estén acristalados 0 evestidos de espejo [17.39]. Las paredes de Jas salas adyacentes son de un tono amarillo palido, con hoja de plata en el fino empa- nelado. La delicada prolusién del estucado labrado y dorado, obra del pintor y estuquista Johann Baptist Zimmermann, hicieron in- necesaria la pintura de los pafios. Este inte- rior rococé no Ileg6 a ser superado por ningain otro. Vierzehnheiligen a intensidad desplegada en la ornamenta- cin de los edificios del siglo xvi en Alemania hay que atribuirla, en parte, a una especie de compensacién o resarcimiento por los largos ‘ios de carencias provocados por la Guerra de los Treinta Afios (1618-1648), que devas- taron las economias de todos los obispados yprincipados germainicos (aunque en menor medida en el sur, catélico, que en el norte, protestante), Esta agria lucha entre catéli- 08 y protestantes, redujo la poblacién ale- mana en un 15 por ciento -azotada por los jrcitos imperiales suecos, franceses, espa- fioles y austriacos, y por la subsiguiente ham- bruna-, un porcentaje que legé a alcanzar 166 por ciento en ciertas zonas septentrio- rales y de las riberas del Rin. Las maltre- chas economfas alemanas no llegaron a recobrarse totalmente hasta alrededor de 1715, precisamente por las fechas en que co- ‘menzaron a construirse los grandes palacios las iglesias de peregrinacién del sur de ‘Alemania, Las numerosas iglesias de peregrinacton cconstruidas durante el siglo xvit en Baviera. yy Franconia también son emblematicas de tun auge del fervor religioso, Seatin la tradi- cién,en 1445, sobre una colina de Franco: situada en posicién dominante sobre el rio Anquitectura barroca y recoes 425, Main, unos 72 kilémetros al norte de Nuremberg, un pastor tuvo una visién del Nitto Jesis rodeado de 14 angelitos, quienes con el tiempo recibirian el nombre colectivo de los Catoree Santos en Tiempos de Pobre- 22a, Pronto se construyé en ese lugar la iglesia de peregrinaci6n de los Vierzehnheiligen (Catorce Santos), y en 1742 empezaron las ‘obras de sustitucién de ese edificio, segtin los planos suministrados por el arquitecto Johann Balthasar Neumann. Sin embargo, tl supervisor y rival de Neumann, G. H. Krohne, se aparté alegremente de su pro- xyeeto, modificando la planta en el sentido de uubicarel altar principal de los Catorce Santos cen el centro de la nave, en lugar de en el coro, ‘como estaba previsto. En 1744, Neumann re- ibis el encargo de asumir la direccién de la ‘obra personalmente y de rehacer lo mejor ‘que puiese los ervores que Krohne habfa in- troducido. Como la posicién del altar con res pecto a los cimientos exteriores era ya inamovible, Neumanin decidié dar més flui- ez a las divisiones espaciales de Ia iglesia, remodelando la planta del interior como una, serie de évalos entrelazados, cl mayor de los, cuales contenia el altar principal, indebida- ‘mente desplazado por Krohne [17.40, 17.41, 17.42]. De abi que las arcadas curvas inte- riores, rematadas por eupulas elipsoidales de xyeso, no tengan ninguna relacién con el ex: terior, el cual da una idea, por ast decirlo, de iglesia convencional. Concretamente, las ct puilas del coro v la gran nave ovalada se cor- tan en nervios ovales encima del crucero en el que uno espera encontrar una ciipula. El altar principal esté ubicado en el centro del gran 6valo de la nave (justo sobre el lugar donde tuvo lugar la visibn), dentro de la eds- cara interna de la iglesia; esta disposicién permitia a los peregrinos circular alrededor de Ia iglesia sin entorpecer la cetebracién de a misa en el altar del coro. Asimismo, el embellecimiento interior, levado a cabo entre 1744 y1772, es una so- berbia muestra del rococé tardio, a cargo de Jos estuquistas Fohann Michael Feichtmayr y Johann Georg Ubelhor y el pintor Giuseppe ‘Appian (17.43, lamina 5]. Sus blancos pila~ tes y bévedas estan decorados con zarcillos dorados que enmarcan las pinturas de las bé- vedas. Aqui, como en la mayorfa de iglesias, racocé de Alemania y Austra, las policromas, colutmnas ricamente veteadas, que aparen- 426 La historia y el significado de Ia arquitectura ed ele 17st. Viersodolgen, Prenconta Pore Newnan confine wes Peis ase de vale enelcados Be eccrine msg few de fudes a ands de odo deci, fan ser de marmol, en realidad no son de pie- dra, sino que estan revestidas de un estuco ‘especial llamado scagliola (escayola). Esto es Coherente con el desinterés barroco por ex- presar la realidad estructural, en este caso exagerado hasta el punto de que las bévedas son de escayola suspendida de los cuchillos de madera de la cubierta. Las bévedas no son — Arquitectura barroca y rococs 427 sino una cascara ambiental sutilmente em- pleada para definir espacios interpenetradlos y para manipular la iluminacién natural, ha- ‘ciéndola rebotar en la cara interior de los pi- lares circundantes, de modo que el espacio quede bahiado de una suave y misteriosa ra- diacién. El interior es un luminoso mundo de delicado y lidico artificio, que guarda et = mm Im 1742. Vierahnbetgen, Frenconia Sect, Las bovedas cura no son sino ot clo aso de eso suspend de las 428 17.43, Virclbelloen Franconia, Vista interior. Buena parte des desumbrantes Irueriones de estas ilesas de peregrinacin del sur de ‘Alemania hay qr aimbuirle ol trabajo de los asia yess, tsincadonesy pinfoes. ne ‘aso de Verein, ‘nt los lguraban aistas mo Jars Michal Feclumayr, Soran Georg Delo Giuseppe Arian maximo contraste posible con el sombrfo mundo exterior. A los perezrinos que acce- dian a su interior, esta iglesia debia parecerles ‘como una repeticién de la visién del pastor, ‘un anticipo del parafso, Una arquitectura del artificio Los arquitectos del barroco y sus posteriores colegas del rococd, en su esfuerzo por obte- ner los maximos efectos posibles del espacio moldeado, de Ia manipulaci6n de la luz, del color y del detalle sensual, crearon una ar- uitectura cada vez. mas implicada en la con- figuracién del espacio, manifestando a la vez tun interés nulo, o casi nulo, por la expresion de la estructura de sus edificios. La arqui- tectura pasé a ser, casi literalmente, tn ex: quisito y vivide revestimiento aplicado sobre a historia y el significado de la arquitectura algo mas; un efecto puramente visual, con muy poca sinceridad estructural. Sin em- ‘argo, para la tardia época en que se termi- 16 Vierzehnheiligen, hacia la década cle 1760, en Francia se estaba preparando un cam- bio verdaderamente radical, un giro brusco hacia una arquitectura totalmente racional, cen la cual se volvia al dominio de la verdad estructural sobre el efecto visual. Ast pues, el péndulo volvia hacia las posiciones més ra Gionales de los puristas del renacimiento. Sin tembargo, no se produjo.un retorno inmediato al estilo renacentista, ya que entretanto ha- bia surgido una tendencia hacia el conoci: rmiento objetivo de la historia como disciplina Cientifica, Ahora, los arquitectos buscaban crear una arquitectura moderna racional completamente reformulada a la luz de una ‘nueva interpretacién de la arquitectura de la antigiedad.

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