ITTJORNADAS DE INVESTIGACION EN CIENCIAS HUMANAS Y VOLUNTARIADO SOCIAL HUMANISTICO
‘SECRETARIA DE DOCENCIA, INVESTIGACION Y EXTENSION . FACULTAD DE HUMANIDADES- UNAF.
1M DE OCTUBRE DE 2010- CAMPUS UNIVERSITARIO- FORMOSA CAPITAL.
de inmersién en la cultura de la escuela, mediante el cual el futuro docente hereda y acepta la cultura
profesional y los roles correspondiente.
En este modelo, hay un predominio de la reproduccién de conceptos, habitos, valores de la cultura
“egitima”, al decir del propio Lella. Desde aqui, desde este enfoque, formar seria generar buenos
eproduetores de los modelos socialmente consagrados, En otras palabras, se podria decir que para este
‘modelo, lo que se busca es un profesor que imite “modelos”, que transmita “Ia” cultura, el decir, el pensar
y hacer como nuestros mayores. De aqui se desprenden algunas preguntas, como Quiénes son “los
mayores” en el profesorado en historia, cuyos modos de decir, pensar y hacer se ponen o se imponen,
como modelo? {Cudl es “le” cultura, que se transmite o se pretende que los egresados transmitan?
Por su parte, el modelo academicista, es el que entiende que la solides en el dominio del conoci-
miento de la disciplina que ensefia es lo esencial de un docente. Para este modelo, “la formacién ast
Hamada pedagégica — como si no fuera también disciplinaria — pasa a un segundo plano y suele
considerarse superficial y hasta innecesaria”. (Lella, 1999:4). Es la experiencia directa la que posibilita la
adquisicién de los contenidos pedagégicos. Se separan, nitida y drasticamente, el proceso de produccién y
reproduccién del saber, dado que es la comunidad de experto la que debe tomar las decisiones acerca de
los contenidos a transmitir. El docente solo necesita las competencias para transmitir el guién elaborado
por otro. Como un locutor habil, dice Lella. En consecuencia, la autonomia del profesor, no solo que no se
romueve, sino que se considera peligroso, por ser fuente de posibles sesgos. {Sern los fantasmas de este
modelo los que andan revoloteando por la formacién de profesores en historia en la UNaF?
A su vez, para el modelo “teenicista-eficientista’, el profesor es esencialmente un téenico, cuya
funcién es “bajar” a la prictica, de manera simplificada el curriculo prescrito por expertos extemos, en
torno a objetivos de conducta y medicién de rendimientos. En consecuencia este modelo apunta a
tecnificar la enseftanza sobre la base de esa racionalidad, con economia de esfuerzos y eficiencias en el
proceso y en los productos
Para ello, el docente no necesita dominar la logica del conocimiento cientifico, sino las técnicas de
transmisién. Por Jo tanto, este esta subordinado a los cientificos de la disciplina, al pedagogo y al
psicélogo, Estos mecanismos concluyen posicionando al docente en el campo técnico y no como
intelectuales. Asi se limita a planificar los previsibles pasos del proceso de ensefianza y aprendizaje y
bajar los paquetes instruccionales con términos seguros para garantizar el logro eficiente de los objetivos.
Lella plantea, que las posibles combinaciones entre estos tres modelos darin diversas formas
reproductivistas, de racionalidad técnica, beterdnomas, desconociendo las implicaciones éticas y politicas
del quehacer educative, Estos modelos subordinan al docente y los despojan de toda capacidad de gesti
en lo que respecta a politicas de la edueacion; despojan a la sociedad misma de la capacidad de decisién
de los medios més acordes y conseeuentes con los fines propuestos
Por ultimo, nos referimos al modelo “hermenéutico-reflexivo”, para quien la ensefianza es una
actividad compleja, sobredeterminada por un contexto (temporo-espacial y socio-politico), que requieren
permanentes opciones éticas y politicas. Es decir, que el docente debe enfrentar situaciones pricticas
imprevisibles, que exigen, a menudo resohuciones creativas, inmediatas, para las que no sirven reglas
técnicas ni recetas de la cultura escolar
El docente parte de las situaciones concretas (personales, grupales, institucionales, sociopoliticas)
que intenta reflexionar y comprender con herramientas conceptuales y vuelve a la prictica para
‘modificarla. Se dialoga con la situacién, interpretandola, tanto con los propios supuestos teéricos ¥
practices como con otros sujetos (autores, colegas, alumnos, autoridades). Se llega asi, a partir de
permanente interjuego dialéctico en donde se vincula lo emocional con la indagacién teérica, 3
conocimiento expert. ‘
Como debilidad, este modelo deja las puertas abiertas a posible parcialidad, rel
provisoriedad, Ios eventuales riesgos, dilemas e incertidumbres. Sin embargo, pretende formar un
‘comprometido, con sélidos valores y competencias polivalentes. Al decir de Lella, un docente
ccapaz de: partir de la prictica como éje estructurante, en tanto éulica, institucional, comunitaria
de problematizar, explicar y debatir desde la biografia escolar hasta las situaciones cot
creencias, las rutinas, las estereotipias, as resistencias, los métodos y las técnicas; de constriir