Professional Documents
Culture Documents
Le Goff, Jacques - Héroes, Maravillas y Leyendas de La Edad Media
Le Goff, Jacques - Héroes, Maravillas y Leyendas de La Edad Media
, Suscits el nacimiento (0 reunié en
‘su entorna) de una serie de héroes, entre los que s en-
‘cucatran los més brllantes: Gawain, Lanzarote (o Lance:
loo y Perceval. Cres tna insttueion utopies, una de las
‘escasas del Occidente medieval cristiano, la Mesa Redon
dda, en lt que los caballeros fueron heroes ejemplares,
toino veremos en el capitulo «El cabsllero, la eaballeri.
‘Arturo también es el vincule entre el héroe guerrero que
sy el que le acompafa con sus profeciasy su proteccisn,
desde su nacimiento hasta su muerte, Merlin. Est en el,
frigen de la elaboracién de una excraordinaria maravilla
‘que no estéincluida en este libro porque précticamente
hha desaparecide de nuestas imapinacianes, el Grial. Este
‘es un objeto migico que acaba siendo una especie de cdliz
‘cuya bGsqueda y conguista se impone a todos los caballe-
10s eristianos, en especial los de la Mesa Redonda. Es el
‘mito en el que culmina la ristianizacién caballeresca dela
[Edad Media. La utopia de la Mesa Redonda permite tam-
bign ver que el mundo de los héroes y de las maravillas
cxconde as vez las conttadieciones de la sociedad medic
val y de su cultura. La Mesa Redonda es el suefio de un
‘mundo de igualdad que no encontré su encarnacion en la
sociedad medieval, sociedad muy jerarquizada y no iguali-
teria. Y sin embargo, hay en la idcologia feudal una aspi-
racién ¢ crear, en la capa superior, nable y aistocritie,
insttuciones y comportamientos de igualdad, El beso en.
Taboca entre el senor el vasalloes el simbolo gestual. La
‘Mesa Redonda, ademés de sa referencia a la globalidad
del universo, ala ttalidad del globo, es un sveno de igual-
dad, del que Arturo seria el garante, y que encontrar su
‘encaznacién social en el mundo aristocrats,32 rwoss, ARAGILAS Y LEVENDAS DE LA BDAD DLA
No obstante, més que del guerrerao del caballero, Ar
tuto es la encarnacién mities del re, la eabeza por exce
leacia de las sociedades polticas medicvales. Es signifies
tivo que, desde muy pronto ~-como se ve, por ejemplo, en
‘dl imostico del pavimento dela iglesia de Oteanto, en el
Ssur de leas, del siglo 2—, el verdadero nombre de Arta
rosea el de Ariburas rex, y Acturo permanece en el imag
nario postico europeo como cl sfmbolo del rey que solo
‘existe de una forma profundamente desmitiieada, pero
‘gue no ha perdido a cardeter sacro, Arturo no es an rey
[presente y mitio; también es milenarsta. Los hombres y
Tas mojeres de la Ecad Media soiaron muchas veces com Is
ceclosién de un tempo en el que reinaran la fe y la virtue
‘milenio apocaliptico dirgido por un rey sursido de la his
tori. Fee tema, clemir oculto, eonocis en Oriente un gran
sito. En Occidente, su pape! fue captado por reyes como
‘Federico Barbarroja, que no habria muerto, sino que dor
‘mirfa en una caverna, y sobre tod por Arturo, 2 la espera
desu retorno, en Avalon. Bs el tema de Rex quondam, rex.
(que futures, arey de antatio y rey del porveni.
‘Si bien ua abjeto mitico como Ia Mess Redanda esté
cctrechamente vinculado a ia imagen de Arturo, un objeto
ppersonalizado, el de los grandes puerreros los grandes
Caballeros, ain esté mas unido a su nombre: su expada,
‘Una espada magica que sélo él puede sostencr y mancjat,
con la que mata maravllosamente enemigos y monstru0s,
‘en particular gigantes,y euyo lanzamiento a un lago pone
‘de manifesto el fin de su vida y desu poder Fsa espaca es
Excalibur, cays desapericin corona el episodio erepuscu
lar dela muerte de Arturo que el gran cineasta betanico
John Boorman resucts en la pelicula homénima. Encon-
traremos espadas personalizadas con Carlomagno y Rol:
clin: Joycuse, Durandal y Excalibur son compaticras mx
swvillosas dehéroes excepcionales. Arturo es, en principio,
tuna encarnacién del conjunto de los valores elaborados
pot Ia Edad Media. Valores ciertamente muy marcador
rune %
por la huella cristina, pero ante todo valores laicos de
heroes Iaicas. Arturo express ens! mismo los des tiempos
sucesivos de los valores feudales. Ea el siglo xi, la proeza,
fen al siglo x, la cortesia. Fue el rey trfuncional de la
‘uadicién indocusopea, rey sagrado en su primers funcién,
rey guerrero en la segunda, y rey civiizador en la tercera
sts lo que el gran historiador dela literatura medieval,
Erich Kohler, ha defnido de maners tan pertinente: «El
doble proyecto del mundo feudal cores: la legitimacign,
histriea y la elaboracién de mitoss
‘Come todos os héroes, en especial en la Edadl Media,
Arturo ext estrechamente vinculado alo lugares. Lugares
‘gue son lugares de bulla, de residencia 0 de muerte. En
primer lugar, cl area de lo exencial de aus combates, con-
‘uistsey victorias: ls paiees celts, Tlanda, el pas de Ga.
Is, Cornualles, Armérica, También Tintagel, en Cornua-
Iles, donde Artara habria sido concebidos Camelot, la
capital imaginaria de Arturo en In fromtera entre Comus-
Iles y el pais de Gales. Y las islas marauillosss como Ava
lon; © el monasterio inglés de Glastonbury abadia bene
dlictina en la frontera del pais de Gales, en fa que habrian
‘sido descubiertos,en 1191, sus restos j los de la teina Gi
nebra. Pero lejos del mundo celts, hay tambien un sor
prendente lugar vinculado a Arturo, entre la vida y la
Imuerte y como tey ala espera, Ese lagar es el Etna, como
Sse cuenia en una asombrosa recopilacién de cuentos ma
tavillosos de an inglés de principios del siglo Xl, Gervais
de Tilbury. Arturo espera, acostado y tranquil, un retor-
‘no maravillooo al tee ola eublimacign del paraiso. Ass,
Armuro esta vinculado alo que lamo «el nacimiento del
‘pargatosion, en un momento en el que se dudabv si situar
gen Inlanda on Sicilia y del que el rey celta podria haber
sido une de los primeros habitantes de exe lugar que fue
Iensndo la eratsndacl=
‘Pera en la Tuiropa cristiana —y esta caracteristica se
tha conservado hstea nuesteos dias, no hay ni héroe 054 anos, MARAVILAS YLEVENDAS OF 1A EDAD MEDIA
dopoderoso ni maravilla sin su reverso, El hézoe no ex mis
{que un hombre, todo hombre es un pecador, ya la fide
dad feudal se le opone la taicién de los maivados. Por
‘tra parte si bien Ia ideologia mondrquica construye el
personaje del rey como un hétoe,esté lejos de conferiele
fl caricter absolutista que se esforsarin en atribuirle el
renacimiento yla Spoca cisiea. Arturo et un peeador Ar
‘ro es traicionade, Arturo, vencido por la cencupiscen-
ia, se une a su hermana y de ese incesto nace Mordred. A
jgran personaje, gran pecado; los reyes y los hérocs (tam-
big el easo de Carlomagno) son con frecuencia inces
‘uosos. En cuanto al fruto del pecado, Mordred, es el tai-
dor cuya muerte provoca la sua; y conocié ott traicion,
lade su mujer Ginebra con su vasallo Lanzarote. Por #
parte, Arturo traiciona a Ginebra en diversas ocasiones.
‘Después de Geofiroi de Monmouth, el ito de Art
ro no deja de amplifiearse-En primer lugar se ategur6 gra
cias ala politica de los reyes de Inglaterra Plantagenet. Lt
utilizacién politica de los hézoes es uno de los grandes fe-
‘némenos de la historia, en expecial en ln Edad Media yen
la historia europea. Los reyes de Inglaterra exaltaban
Arturo frente alos alemanes y frente a los franceses, quie-
‘es, en la carrera por el padrinasgo histérico-mitico, in
tentaban acaparar cada vez mas a Catlomagno. Aste dio
‘en Ia historia de Europa una pareja con dos earas que, al
‘mismo tiempo que se reforzaban, se oponian: ARO ¥
Carlomagno.
‘El éxito de Arturo fue tan enorme que, a principios
del siglo xt, el eisterciense Césaire de Heisterbach pudo
‘escribir en sus Dialogus miraculorume que unos monies
ormitaban durante una prédica de su abad, cuando de
repente éte alzé la voz y dio: «Escuchadme, hermanos,
‘escuchadme bien, os contaré hechos nuevos y extraordi
‘narios: habia una vez un rey que se Ilamaba Arturo». Al
‘escuchar esas palabras, los monjes se despertaton, xe agi
taron: fueron todo ofios. Artur, hasta en los claatros,
snrro 35
habia convertido eo‘unbéroe. Orr teimonio del éxito
Azle tmmagen de Arvo en sociedad medieval ne all
Geos cinalosartocriticos excl xiv del nombre Arr
to, ave se pocde observer cvando, en oe sges XIty 0,
Grd Oceldentsexstiano se forma le ancroponimia mo:
‘fem, que inclaye un nombre de pila yun apelido, ex
pecilonte en las categories socals urbane. Michel
Pastoremt ha destacrco especialmente ia difesion del
nombre de Aratoy de los exbalers de Ia Moss Redon
Gay sobtayende qua an aocante de pla noes munca ne
tro, quc cs el primer mareador soca, el primes abut,
panes emblomee, Fla cetadindo la frecucncla de les
ftombrcsdecablleros del Mesa Redon cs eas 40.000,
textes sobre sells franessen anteriores lio XV, ave de
Investran qe ehigar al rey Arts se convité en won
statin mania wbene, un verdadero cnet aio, aoe
Se deserts en algunas regione, emo Holand © Kala
Insta mesiados dl sgl X01. Para volera Francia, ls
‘ado de era entopologi antroponimic atric Tr
tin, con Gento vente menelones, segue de Lenraote
on stent y neve: Pero Arturo ev any eres, on ee
tents y dos menciones, con une amplia dclntera sobre
Gawain (Curent y ace mencionc) Perceval cunrenta
cst menciones).
Como veremos en varias ocasones al largo de cata
cobra el pratigio de los heroes de Ia Elad Media, bastante
Sdorintido en el vilo a, wolvié a despermse em el 09
fe presa, come lo demostsoberbiamente Johan Hur
‘nga en loro dela Edad Medi, de as ms vedas di
‘gaciones cabalerescs, Es un poete ings, Malory
ten denpiren a Arta ea ba grea poms do 1463 Lo
‘muerte de Artur. cl ila conserva tan bin a mn
toria sue otro poeta, Spence, hace revi de nucra a
“Arto en The Fatry Quer (1990), Gracia nacional
ino bisinicn, Arturo atavcsa bastante bien el imaginaio
4 sige. Selo debe en expec gran ico Pur36 sitons, MauAWLAS yLevEDAS DE La EDAD MEERA
call, que compone su obra King Artbur sobse un lbre:o
Sl gran poeta John Dryden y que al haber estado apa:
do al principio por el rey Carlos il, no consiguié ver
presentada su obra hasta 1691
‘Arauro conocis la gran tenowacién del imaginario me.
dieval con el comanticiimo, Tavo a suerte de convertizes
fen el héroe de uno de los ms grandles poctas roménticos
ingleses, Tennyson, que publied su Muerte de Arturo en
1342, y redace6 hasta el fin de su vida The Idylls of the
King, cayo conjunto apareci6 en 1885. Més 0 menos hacia
la misma época, Arturo conocis una nueva vida en las
‘obras de los pintores pretrafuclistas, sobre todo en las de
Dante Gabriel Rossetti (1828-1882) y Edgard Burne-Jones,
(1833-1898). En masies, Chausson, bajo Ia inflaencia de
Wagner —del que veremos sti papel decsivo en el renaci-
imlento de los heroes y las maravillas dl imaginario me-
dieval (sobre todo, getminico)-— entre 1886 y 1895 cor
puso El rey Arturo, su nica Sera.
Por dltimo, el cine segurd una nueva vida al prestigio
del héroe medieval Arturo y de sus principales heroicos
‘compaiteros. Jean Cocteau comens6 por leva la leyenda
‘arvitica al teatro con Les Chevaliers de la Table Ronde
{os cabatlors de le Mesa Redonda] en 1937. Después de
Ja querra, se realizaron obras macstras y peliculas mis o
‘menos desnaturalizadas por las visiones deformadas de la
[Edad Media extendidas entre l pablico dela produecica.
cinematografiea, como las hollywoodicaces Knights of the
Round Table (Los caballros de la Mesa Redonda), de Ri-
chard Thorpe, en 1953, 0 Camelor, una comedia tusical,
dde Joshua Logan, en 1967. Las grandes obras maestras
son Lancelot dis Lac, de Bresson (1974), Perceval le Ge
Hots, de Erie Rohmer (1978) y Excalibur, de John Boor
‘man (1981). Ka su e€lebre pelicula Indians Jones y la ilt-
‘ma eruzada (1989), Steven Spielberg lanza a Harrison
‘Ford en busea del Grial, La parodia, signo tambien de
ppopularidad, nos ha hecho selenos de Arturo tanto en la
re
z
.
t
aerun0 37
famosa Monty Python and the Holy Grail (1975) (Lo ete
Balloros de la Mesa Cuadrade), como en A Connecticut
Yankee in the King Arthur's Court, de Tay Garnett (1949)
con Bing Crosby. ¥, para termina, cana nueva aventura
Sel héroe Arturo va a darle el rostro de George W. Hush?
F] productor hollywoodiense ultraconservador Jerry
Beuclcheimer he financiado farmocamente Ia espectacular
pelicula de Anthony Fugua, El rey Arturo (2004), en Ta
‘Sue presenta 8 Arturo, Ginebra y los caballeras de Is Mesa
‘Redonda como los héroes de una Inglaterra decidida a la-
‘har contra Ios sajones tras el final dela ocupacién rorn
‘na pars permitir que el pals prosiga la ruta del progreso.
‘Afitma: “Hay ecos entre Arturo ylasituacién en Afganis-
tin Irae cuando Koma ocupabs Gran Bretafa y este pais
se ler de Tos romanos para cumplit su misiGn civiliza-
dora yluchar contra la barbarie». Arturo ain no ha deja
slo de sorprendetnos.El caballero, la caballeria
Pierre Bonnassc he planteado corsee-
tamenre el probleme del estudio de la
‘abulletis medieval, Excribe: «En ol
concepto de eaballera es difll dain.
(gle parte del mito dea parte de la
tralidedEl mito es el del exballero prendado de lo ubsoluto y
vvengador del oprimido que, através de las leyendas y de la
literatura —y también del cine, ha sobrevivido en la
mentalidad colectiva. Hn otras palabeas, la imagen que ge
ineralmente nos hacemos hoy del caballera medieval no ex
mis que una imagen ideal: e, precisamente, la eepresen
tacién que buscaba darse dest misma la eastacaballeresca
Y que ha llegado, por medio de relatos variades, a impo-
hersea la opinion»
Desde el ilumninador punto de vista del vocabulario,
-You might also like