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sujeto politico? , eee ig tase eee CARLOS A. MA . Y LAURA QUINTANA iia. f @ Politica, contingencia y proletariado en Karl Marx: la interpretacion herética de Maurice Merleau-Ponty Dirco Parepes Gorcocnea’ ollé una teoria normativa de las instituciones. Sin embargo, oder, la revolucién, la praxis, el ser-en-comiin, el sujeto entre otras, recorren la obra marxiana desde los textos Ahora bien, este desajuste entre la sistemati- Ja interrogacién sobre lo politico hace que, en el /aspecto sea “el mas abierto y,en una palabra, 2000, 89). Por ejemplo, algunos de sus intér- Ja obra de Marx hay un desplazamiento —o ‘ya que esta es reducida a un elemento de- PP sceriies y las elacidneatdaipeodeoci6a existentes ~*~ ACOMO SB FORMA UN SUIETO POLITICOT Maurice Merleau-Ponty hace de algunos de sus textos principales. Este iltimo lee a Marx desde su propia experiencia del presente, dialoga con éla partir delos acontecimientos y no pretende convertir sus textos en objetos de estudio sobre la esencia de la historia, la politica o la nueva. sociedad (Lefort 1978; 75). Siguiendo este mismo camino, mi objetivo no es extraer una filosofia politica sistematica del pensamiento de Marx, sino mostrar de qué manera puede haber en su obra de juventud una interrogacién sobre lo politico. Pienso mostrar los alcances de esta interrogacién en tres momentos. El primero de ellos versa sobre una politica de lo concreto que, segtin Merleau-Ponty, surge dela mano con el materialismo practico marxiano, Enel segundo momento examino la relectura que el filsofo francés hace de la filosofia de la historia de Marx, abriendo un espacio para la contingencia politica ehistorica. Y, finalmente, en el tercer momento, me detengo en la concepcién del proletariado como negatividad y universalidad concreta. Hacia una politica de lo concreto Enel prologo a la Critica de la economia politica de 1859, Marx hace un recuento de los propésitos de algunos de sus textos de juventud —especialmente de aquel de la critica de la filosofia del derecho de Hegel— y concluye que las relaciones juridicas y las formas de Estado deben comprenderse a partir de las condicio- nes de vida materiales [materiellen Lebensverhdiltnisse). En esta ocasién, Marx retoma su critica de la ideologia, desde el marco de la economia politica, para sostener que “la totalidad de las relaciones de produccién constituye la estructura econdémica de la sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio [Ueberbau] juridico y politico y ala cual corresponden {entsprechen] determinadas formas de conciencia social” (Marx 2005, 192-193). Este acento en la correspondencia entre la base real y ¢l edificio juridico-politico pareciera sugerir que la politica no puede comprenderse a partir de si misma y que, en consecuencia, no es més que el reflejo de la estructura econémica. Desde sus textos de juventud, Marx sefiala, en efecto, que la politica no puede abordarse como un 4mbito autonomo ysenel prologo en cuestién, deja claro que “el modo de la produccién de la vida material condiciona [bedingt] el proceso de la vida social, politicae intelectualen general” (Marx 2005, 193). Sin embargo, afirmar que cada cambio en el edificio politico corresponde a un cambio en la estructura econémica, como siexistiera una mera relaci6n de reflejo, puede simplificar en exceso la interrogacin que Marx hace de lo politico. En los textos de los primeros afios de posguerra, Merleau-Ponty realiza, precisamente, una lectura heterodoxa —y a veces herética— de Marx que busca distinguir su filosofia de las frecuentes interpretaciones mecanicistas y positivis~ tas, De esta forma, insiste en una interpretacién fenomenolégica, en la cual uno POLITICA, CONTINGENCIA ¥ PROLETARIADO BN KARL MAR. N x 18 delos puntos fundamentales es la concey instrumentos y objetos, y como una relacién que no sea un simple pensamiento, sino que lo comprometa [engage] en el mundo de tal manera que tenga una cai Se exterior, un afuera, que sea ‘objetivo’, al mismo tiempo que ‘subjetivo” (Merleau- Ponty 1977, 199-200). Este nexo con el mundo es Jo que impide queel serhumano sea concebido como una conciencia pura que realiza de manera fantistica su esencia humana. El ser humano noes separable de su existencia efectiva, esto es, delos otros, de su cuerpo, de las cosas. De este modo, segiin Merleau-Ponty, el materialismo de Marx, que es dialéctico ¥ contiene un principio de productivi- dady de novedad, lo sittia de manera social y natural. Pero es en esta situacién, eneste condicionamiento y dependencia en relacion con el mundo, através de su actividad, las condiciones de su autonomia ysu libert Pcin del ser humano como “relacion a que él crea, ‘ad: Se trata de comprender que el vinculo del hombre con el mundo es al mismo tiempo el medio de su libertad, y cémo el hombre, en contacto conla naturaleza, sin quebrantar [briser] lanecesidad, sino al contrario utilizandola, proyectaa su alrededor los instrumentos de su liberacién, constituye un mundo cultural en el que “el comportamiento natural del hombre se ha conyertido en humano... donde el ser humano se ha convertido en su ser natural, su naturaleza humana se haconvertidoen sunaturaleza” (Merleau-Ponty 1977, 200). Alinsistir en la importancia de la praxis humana, la coexistencia y la consti- tucién de un mundo cultural, Merleau-Ponty busca rechazar toda reduccién del Marxismo al cientismo 0 al mecanicismo. Con esta postura, el filésofo francés ‘ntenta refutara algunos marxistas de su época que habian reemplazadoa filoso- fiapor laciencia y, por tanto, creian que podian descubrir, a través del método de ‘ciencias de la naturaleza, leyes para explicar los asuntos humanos. Merleau- Yeen ese tipo de marxismo una reduccién cartesiana de la complejidad ‘Ser humano, puesto que este se define unicamente por oposicién a Jas cosas confundiéndose con ellas. Con el fin de rebatir este fetichismo de la Merleau-Ponty opta por analizar los textos de juventud de ae a rar de qué manera este tiltimo combate en dos frentes: “por un ‘a gat “ontra todas las formas del pensamiento mecanicista. Por otro, libra la wal ¢lidealismo” (Merleau-Ponty 1977, 197). e — a caso ‘la ideologia, que primero se expresa en la critica 64 aelioven Mane pated Ja religion es “la premisade toda ae nord 95). En ella, siguiendo en principio a Feuerbach, Marx insis a Mduccénigeramente modificada. ee jyero poLTICo? mo si FORMA UN SU 182 ac6m0 8 cia invertida del mundo, oria, una conciel : este proyecta la realiza- vn Ja medida en que dad fantastica. Los seres humanos religion no es mas que una dicha ih que deshumaniza al ser humano : ign de su esencia en el mas alld de una an Me rsensble. POE €50 es reales y sensibles se enajenan en 5° mund see pa uerte de inversion para Marx no es una posicién kantiana de ane ro que debe recuperar de la inversién; una superacion [A ufhebung] de la relies : i hhora elser humano “gire en torn 3S) mismo Ja humanidad perdida para que aho e rte lo gire en torno a su verdadero sol” (Marx 2008, 96). Asi, a parr eee lareligiony, deesta critica, el ser humano debe comprender que es élquien hace la religion y 25 manera, puede reapropiarse de suesenciaalienada. En principio» esta inversion ‘odesalienacién no parece ir més alla de cierto humanismo ilustrado que pone mel centro del universo la razén y laautonomia humans. Sin embargo, al con- tinuar la exposicidn de sucritica, Marx introduce una premisa materialista que va ser fundamentalen elresto de su obra: “Ia miseria dela religidnesla expresion “Ye la miseria real” y, por tanto, “la exigencia de abandonar Jas ilusiones sobre una circunstancia [Zustand] es la exigencia para que se abandone un estado de cosas [Zustand aufeugeben) que necesita de ilusiones” (Marx 2008, 96). El rei- ro suprasensible de la religion tiene su asidero en circunstancis® reales y, por tanto la “critica del cielo se convierte asien la critica de la tierra” (Marx 2008, 96). De este modo, no basta con desenmascarar esta fantasia en el plano de las ideas: “el arma de la critica no puede reemplazar, evidentemente, a la critica de Jas armas, el poder material [die materielle Gewalt] ha de ser derrocado por al poder material” (Marx 2008, 103). Asi pues, la critica de la religién sélo se realiza cuando se apunta hacia las relaciones bajo las cuales el ser humano, en su humi- Tacién y sojuzgamiento, inventa un cielo ilusorio. Es en este sentido que, como se mencionaba anteriormente, la critica de la religion es la premisa de toda critica. Teniendo en cuenta lo anterior y utilizando su propio vocabulario, Merleau- Ponty sostiene que la critica de Marx a la religién no es aquella del “marxismo descarnado” queal reducir Ja historia a su esqueleto econémico concluye que la religion debe ser vaciada de toda su significacién humana, La critica marxiana ips nee sostiene que esta sea totalmente falsa, sino que es “la expresién proe ee a. social y humano” (Merleau-Ponty 1977, 196). Por lo tanto, que se busca es la comprension de la religién segiin la verdad del “més act” es decir, seguin las relaciones concretas de los seres human : Sete aia Wetieiioatee Gays cantar men payee iradaieaibedthdtvetslaninnnr Sia ee aectestiSiiw ihistn clas palabras haciendo uso de un materialismo elemental, sacle emgeudeun® aN edad al determinism de las relaciones seconde ie pes. MerieauPonty cae en esta vision, porque, entre otras cosas, ve a Mare fon unt guerte de fenome! nndlogo. Dado que Marx no separa en la cosa perch pidala forma de Ja materia, 0 en sus términos, la ideologia de la economia, él es seo, sein Merleau-Ponty, en introducir la nocion de “objeto humana + la fenomenologia. Segtin esta perspectiva, los co de falsedad. ay : lada posteriormente pol : ahjeos dela naturale7 no adquieren su significacion humanaa través de juicios ' jos, sino que “la significacién es adherente al objeto tal como se presenta 4 experiencia” (Merleau-Ponty 1977, 201) La relacion entre ideologia y economia Ta concepcién de Marx no es aquella que puede establecerse entre jayrealidad, puesto quela economiaes|acreacién de objetos culturales nlos cuales se realiza y vive elespiritu de una sociedad. De nuevo s& hace notoria la manera como el materialismo xiano combate en los dos frentes mencionados unas lineas més arriba. Por un Jado, evita el camino del idealismo que separa ¢l espiritu de los condiciona- dela coexistencia humana y ‘gu mundo cultural. Pero, por otro, elmecanicismo proveniente de una interpretacion elemental del materialismo que busca establecer una relacion de causalidad entre la economia y la ideolo- “a. Merleau-Ponty cita en ¢ ste caso a Engels para afirmar que el pensamiento “causal es insuficiente, porque revela una concepcion abstracta de la relaci6n de Ta causa y el efecto al considerarlo: wnte opuestos (vease erleau-Ponty 1977: 203) s como polos estrictame Ahora bien, el lugar que pretacion permite hacer mai inversion de la inversion, que es PUe* iende al Ambito de la politica. En [derecho de Hegel, Marx sefiala que, dad (Heiligengestalt] de la autoenajenaci rarla “autoenajenacion en sus formas profan' practico mar- Merleau-Ponty le otorgea la ideologia en su inter- .s compleja la interrogacion marxiana delo politico. sta en marcha en lactitica dela religion, Ja Introduccion 4 Iaccritica dela. 5 filosofia una vez se senmascara “Ia forma de jon humana’, S€ debe desenmas as {unheiligen Gestalten]” (Marx 4 re no era una soc ae ero) siglos de ventaja, aquello que otras sociedades bincapaces de formular” (Merleau-Ponty 200% 178). 186 jnésio su ponssa wursuat0 POLtFTO? "| {tica de la po- 2008, 96). Por eso la critica dela teologia debe convertirse en Ja critic pe thea. Asi pues, aunque la forma de desposesion ¥ enajenaci6n a5 aaa humana seadistinta, el esquema de critica permanece siendo i A oo politica, separada de Ja sociedad, hace valer una generalida : i : te. Yeporeso, el ser human debe reapropiar su esenc alienada. En el Estado, por ejemplo, “el hombre vale como un ser genérico, es el miembro ee a tuna soberania imaginaria, se le ha despojado desu vida individual real y sele 7 dotado de una generalidad irreal” (Marx 2008, 180). De ahi que, en la Sobre la cuestidn judia, Marx sugiera, hacia el final de la primera parte del texto, que al ser humano individual debe recuperar sus “ ‘forces propres como fuerzas sociales ce impedir separar de si “Ia fuerza social en la forma de fuerza politica” (Marx 2008, 197). Esta no-separacién entre las fuerzas sociales y politicas no sugiere que la politica deba ser simplemente el reflejo de las condiciones materiales sino, mis bien, que no puede ser aislada de ellas. Ts esta eritica a la abstraccién y supuesta autonomia de la politica lo que Merleau-Ponty retoma en textos como ‘Humanismo y terror. En este libro, ea pensamiento politico de Marx le hace frente a la mistificacion liberal, porque parte dela vida social concreta que determina la manera como elser humano es nel mundo. Asi este pensamiento no se queda en el terreno de los principios, sino que se sumergeen el Ambito de las relaciones humanas. Para Merleau-Ponty, Marx asume esta posicién en la medida en que “no habla solamente en nombre de una filosofia materialista, siempre discutible, sino que da una formula pare un estudio conereto de las sociedades, que no puede ser recusada por el espi- ritualismo” (Merleau-Ponty 1956, 8)°. El fildsofo alemén se rehiisa, entonces, a juzgaralliberalismo seguin sus ideas yformalismos constitucionales y opta mejor He one ey Estado liberal establece efectivamente sus principios en De este modo, el estudio concreto dela sociedad, en sentido marxiano, pone die manifisto que la purera de los principios de la politica liberal eerie: relaciones de fuerza e, incluso, de violencia i : que estan de hecho presentes en la coexistencia humana. E] Estado liberal establece una clara s i6 violencia, excluye a esta iltima del mbit Pee enue ae ito del derecho y del reino de las ideas, pero la mantiene “en la vida real {effective} bajo la forma de ao Pte Seneca cnet Cire rote cas) Ae ol ibe ee fete eee tae ee ne Pee ater net en an Seta SesPctrseheoet Meee nn on mistificacién del liberalismo, que a través d if fa guerra sean inevitables. Esta le la igualdad formal de libertades 9. Traduccién ligeramente modificada, A, CONTINGENCIA Y PROLETARIADO EN pouirte tm 0 EN KARL MARX 187 scara las relaciones de fuerza en lugar de suprimirlas, es, pa- Y y-Ponty, “menos una politica que una moral” (Merleau-Ponty 1977, gl mencionado formalismo de los principios no se ocupa del problema delss estructuras sociales y las relaciones efectivas entre los seres humanos, sno que parte de que las condiciones de la justicia estan dadas ya en ciertos atemporales. Por eso, frente al enfoque moral de la democracia liberal, Merleau-Ponty opta por el realismo, “si se entiende por este tiltimo una politica aqeseocupa de realizar Jas condiciones de existencia de los valores que ella ha escogido” (Merleau-Ponty 1977, 125). Lo que est en juego aqui es, entonces, una ica que No Solo se fundamenta en el derecho, sino que busca comprender Jogueessuna politica que existe en acto, que afronta la “maldicién” de traducir Josvalores en el orden de los hechos y que, por tanto, es siempre el “arte delo posible” (Merleau-Ponty 1956, 29). Contingencia politica y contingencia de la historia {sta politica de lo concreto, fundada en el materialismo practico marxiano, tiene para Merleau-Ponty sus antecedentes en Maquiavelo, cuya concepcion de __ hkpolitica tampoco se basa en principios abstractos. Segiin Merleau-Ponty, la " diicultad para comprender a Maquiavelo estriba en el hecho de que fue él quien Seatrevi6 a unir “el mas agudo sentimiento de la contingencia o de lo irracio- ~ talenel mundo con el gusto de la consciencia 0 de la libertad en el hombre” " (Merleas-Ponty 1995, 298). azar yla praxis humana son inseparables ln accion ~tsfrigil, precisamente porque los acontecimientos que ella pone en marcha no sonenteramente controlables. Como buen republicano, Maquiavelo encuentra, : Ponty, un principio de comunién, Pero este principio no es como a liberales, meramente formal y ahistérico, sino un principio que sélo se menalble en su facticidad™, esto es, en el examen de las fuerzas ode los ahh que o aplican olo portan en la lucha histérica. Por es0,el huma- Jj uomaquiaveliano no es una filosofia del “hombre interior”, que reemplaza PWoblems Por la exhortacién moral, sino un humanismo que “afronta como OP ‘ ha relacién del hombre con el hombre y la constituci situacién y de una historia que les es comin” (Merleau-Ponty 1995 jon entre ellos de 308). Phan, nae Metleau-Ponty no.usa este término en a “Nota sobre Maquiavelo’ en elprologes la aa eee percepcign lo tliza para defini a Tenomenotogia como una “fiosofia ue yeas clas en la existencia” (Merleau-Ponty 1997, 7) Ast en la interpretssi fenome- AEs en T8!8Velo, el realismo politico puede comprenderse no ‘solo como Ta descripeion -Priteipog, abd tal como ella se presenta, sino también como el intent de resituar los uacidn histérico-mundana concreta. 188 aa a vida colectiva es el infierno” ue “l stata ql el otro no cesa validad entre el si mismo y des de la vida en comiin ni desconoce El principio de comunién con: (Merleau-Ponty 1995, 288), que la ri i i ificulta nunca, Maquiavelo no ignora las dificu oe la opacidad que le es propia. Asi, pone de manifiesto que el po . la participa- jeto disponible y controlable, sino una relacion que se = ale oleate nf cidn de una situacién comtin: “no hay poder ae ot pes “ sips cristalizacion dela opinién’ (Merleau-Ponty 1995, 289). En el origen ¢¢. Poder social esté el conflictoy la lucha y, por es0, la coexistencia esi MUTTIC® Plt un antagonismo irreductible. Pero este antagonismo no ie ‘i dominado por la fuerza pura. Las relaciones entre ls seres humanos no son claramente relaciones entre objetos. De ahi que el conflicto no haga See se cs acuerdo, La virtud maquiaveliana es por eso “un medio de vivir con los demés (Merleau-Ponty 1995, 292) y asf, la relacién entre los seres humanos, aunque no elimine del todolla rivalidad, pasa por la consulta y el intercambio. Del combate con la fuerza se pasa al combate con las leyes, atin cuando se tiene claro que el poder no es la simple detegacién honesta de voluntades individuales. ‘Ahora bien, el poder no es un objeto disponible, porque sus actos se desplie- gan en el campo de lo visible, en un espacio de aparicién: “desarrollarse en la apariencia es, entonces, una condicién fundamental de la politica” (Merleau- Ponty 1995, 296). En el espacio piblico, las acciones son vistas y juzgadas por otros. Es ahi donde aflora su publicidad y se revela su sentido. De esta forma, los actos de poder se manifiestan en medio del “vértigo de la vida entre varios” Ue vertige de la vie a plusieurs] (Merleau-Ponty 1995, 297), adquieren su visibili- dad en un espacio de pluralidad donde el sentido de la accién, que es histérica, no esti dado de antemano ni es tampoco previsibl raz6n que Maquiavelo sustrae la politica al puro Ponty, en el campo de “Ia accién hist6rica, crueldad menos cruel que el humor bon interpretacién que aqui se hace de Maqui cia de la accién humana en el mbito de en la lucha histérica y en la politica con Merleau-Ponty: le. Es precisamente por esta juicio moral. Segtin Merleau- la bondad es a veces catastréfica y la ‘achén” (Merleau-Ponty 1995, 295). La iavelo resalta, entonces, la contingen- apariencias. La accién se desenvuelve flictiva de los muchos. En palabras de Lo que a veces transforma la dulzura en crueldad, la di ¥ trastorna los preceptos de la vida Privada, es que los eee fe ae intervienen en un cierto estado de opini ; ¢ opinién que alt Piertan un ecoa veces desmesurado; abren rte ¢l bloque del consentimiento general y d © clerran fisuras secretas en POLITICA, CONTINGENCIA ¥ PROLETARY, ABIADO EN Kant ARL Mans delas conciencias, se transfiguran, y los reflejos de estos ef unaapariencia que es el lugar propio y,en summa, la verdad de eine pistdrica (Merleau-Ponty 1995, 295-296), sentido de los actos de poder se altera, se transfi Ce Bvenior por laincertidumbre y el riesgo de la adda hist ae a festa en la coexistencia humana. No hay un sentido acabado ni controlable de estos actos, ya que puede haber fisuras en los sucesos esperados, modifica radicales en el curso de las cosas. La acci6n politica no esta fundamentadaen una - filosoffa primera, esto es, en una filosofia soberana y constituyente que postula ~unsentido ultimo de los siempre cambiantes asuntos humanos. Se desenvuelve, mejor, segdin unas condiciones fenomenales caracterizadas, por laambigitedad, el - equivoco y la fragilidad. La vida compartida de los seres humanos y la situacin historica que es inherente a esta vida en comiin son las condiciones de la accién. _ lapolitica maquiaveliana no se abstrae de dichas condiciones, sino que, por el h contrario, se sumerge en ellasy, al afrontarlas, asume el riesgo dela contingencia. __ Esteriesgo de la contingencia es el que Merleau-Ponty resalta en su interpre- ~ tacidn de la filosofia de la historia marxiana. La accién politica es contingente no ‘s6lo porque se lleva a cabo en un mundo compartido, sino, ademés, porque se ‘tealiza en medio de la indeterminaci6n y apertura historicas. Para insistirenesta ‘telacion entre contingencia e historia, Merleau-Ponty reinterpreta ¢l “materia- lismo hist6rico” a la luz de la politica de lo concreto. Asi pues, este materialism hoes mas que una concepcidn concreta de la historia donde entran en juego las telaciones interhumanas tal como estas se manifiestan. En la Ideologia alemans, Marx afirma precisamente que los supuestos de los que parte para abordar la ia humana son “los individuos reales, suacci6n [Aktion] y sus condiciones ‘materiales, tanto las encontradas como las creadas [erceugten] mediante 1Propia accién” (Marx 2005, 35). De este modo, el primer supuesto dela historis “existencia de individuos humanos vivientes”, de su organizacién corpors! elacién con la naturaleza. Por esta raz6n, Merleau-Ponty insisteen got el 0 pouiticot al scomo se roRMA UN SUIT ostrar que el punto sino reintegrat esta tiltimaala Jones causales ¥ CONSETT ja amplitud en el fondo, la historia reposa, los seres humanos. Ja relacion entre economia marxiana de Ja historia. Alm a economicista de la teoria ! Ja economias tura de Marx no es reducir Ja historia @ Jas formulae’ historia, su perspectiva evita de la propuesta marxiana. Por eso sostiene que para Marx, en la maners de existiry coexistir dell En este caso, Merleau-Ponty Tetorna de nevo.a la relachn ¢ ideologia ¢ insiste, primero, en que n> hay una relaciOn de causalidad pura entre ellas y, segundo, en que laeconomia debe ser tomadaen toda su extension, teniendo en cuenta la nocin de “existencia”. Ast sostiene que “el materialismo hist6rico no es una causalidad exclusiva dela economia” yque este nO reduce {ne raméne pas} la historia de las ideas @ Ja historia econdmica, sino que situa replace alas dos en Ia historia dinica que ambas expresan, 1a de la existencia social” (Merleau-Ponty 1997, 188, nota 2)- si bien Merleau-Ponty recomoce, con Jo anterior, que las ideas y el pensamiento no pueden ser separados del contexto histérico y econémico del ser humano, deja en claro que la economia ne debe sercomprendida como un simple sistema objetivo y cerrado, ya que ella forma parte de la existencia total y conereta de la sociedad. Por eso, Ja economia no pela mera produccién de riqueza, sino la manera conto el ser humano excede el entorno natural dado y proyec u humano. En el ta, alrededor suyo, un milie centro de la historia esta, entonces, la vida interhumana y en esta vida hay un entrecruzamiento y una accion reciproca de factores donde ninguno es abso- Jutamente determinante: derecho, lamoral,lareligiOn, laestructura econémica idad del acontecimiento social como las partes del cuerpo seimplican unaaotra en la Unidad de un gesto,o como los motives “fisiolbgicos, “psicolgicos” y“morales” se traban [nouenf] en ta Unidad de una ccién, y esimposible reduci la vida interhumana ya alas relaciones econémicas, ya alas relaciones, juridicas y morales pen- sadas por los hombres, como es imposible reduci la vida individual ya ‘las funciones corporales, ya al conocimiento que tenemos de esta vida (Merleau-Ponty 1997, 188-189, nota 2). Laconcepcién del seentresignifican en la Uni ‘Ahora bien, con esta relectura dela filosofia marxiana de la historia, Merleat Ponty no sdlo busca poner ‘de manifiesto que cada acontecimiento en aan tee eee de ee yrelaciones, sino también que 1 rr a priori la posibilidad del hombre i a ie renee donde todas las contradicciones een ae peLatipay be rae inevitable” (Merleau-Ponty 1977, 133). No hay Brunet la historia. No existe una receta previa que determine ie los acontecimientos ni una garantia metafisica a Ja resolucion — poviTICa, CONTINGENCIAY PROLETARLA: ot aslascontradicciones. De este modo, Merleau-Ponty deMarxune Sieacien teleolégica de la historia, ngencia: “lo propio del marxismo, adife 3 am pepo Bleu heptlanoy esac ges sine pa aaa cseitesis final, no son necesarios y dependen de un acto revel n naw sided no ext garantizada por ningiin decreto divinn por sens

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