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EI nifio hiperactivo nifio hiperactivo? ¢Cudles son las causas de la hiperac- C= ¢5 la diferencia entre un nifio alegre y vital y un tividad? {QUE factores psicolégicos estén involucrados? Puede influir la dieta que le damos? Estos son algunos de los temas tratados por el profesor Eric Taylor en esta guia esencial para padres o cuidadores que estén preocupados y deseen informarse sobre los nifios hiperactivos. La hiperactividad es un patron de conducta impulsiva, desasosegada y distraida que se ha convertido en un tema controvertido y que genera inquietud entre los padres. Muchos se sienten confundidos por los consejos contra- dictorios que reciben y por la escasa informacién fiable de que disponen, y se preguntan cémo podrian ayudar a sus hijos. Esta obra ofrece respuestas claras y tranquilizadoras para todas las dudas de los padres y propone estrategias y con- ductas para abordar este problema desde la experiencia y el conocimiento que avalan al autor, expresado en un lengua- je asequible y directo que hace de esta obra una herramien- ta de ayuda inestimable para padres con hijos hiperactivos. Este libro ofrece informacién adicional sobre el Ila- mado «sindrome de falta de atencién». 9 wn iii ra02e8) EI niho 5 : hiperactiv : hiperactivo Dr. Eric Taylor Una guia esencial para los padres para comprender y ayudar al nifio hiperactivo & 8 o i co ° te c a ERIC TAYLOR EI nifio hiperactivo Una gufa esencial para los padres para comprender y ayudar al nifio hiperactivo TU HUO ¥ TC ‘The dl origina UNDERSTANDING YOUR HYPERACTIVE CHILD (© De la ago: JULIA FERNANDEZ, TREVINO © 1985, 1985, 1997, Brie Taylor, (©1998, Deexs eck, Eatoril EDAF, S.A. por acuerdo con Vermilion, London SWIV2S4(UK) [ior EDA. S.A org Jan 30. 26001 sti sdaf@esstaet Ores, 180, 98779, Ctonia Mactan 243 Se. iP. 15530, Mesica, DF tp: dalysmorales. com.mx sdaimerales oda nt af det Pas S.A. Chie. 222 1227 cane Aes, Argentina dfteplna@edat ct Et Anta. ne [AerdT ira 1584~ Capa Terrace (0821-1413) SanJuan,Poeno Rico dfs eds et Eat Chile, $A Hutto 1178 -0F 506, Sango = Chile dace et {Quada prohibide, lv escepcién previa en i ley. cual forma de repoduecin,dis- ‘sbucig,conunicion publi y transforsei de esta ova sin conta con I auterzaciéa {eo iuloes de propiedad intelectual. La lnsizciéa de los derechos menclonaéos puede fer consiiva de dela conta fs propiedad iclectual (at. 270 y siguientes del Codigo Pena Bl Cento Espa de Derechos Reprogfios (CEDRO) vela por el respeto de os ads derechos, 2° edicin fobrero 2008 Depésito legal: MS 614-2004 ISBN: B4.812.0082-4 PRINTED IN SPAIN InMPRESO EN ESPANA Taine ERICA GRATIS. Fabs Waa Agradecimientos E SIENTO MUY AGRADECIDO a Catherine Buc- M Kley por colaborar en la organizaciGn y presenta- cidn de este libro. Y en general, me complace agradecer la contribucién de mis pacientes y sus familias, y también la mis colegas, de los que he aprendido todo lo que se recoge en estas paginas. Eric Taylor 1985 Nuestro agradecimiento a David Gifford por dibujar los diagramas, y a Jennifer Eaton por recopilar las tablas de farmacos. Indice Agradecimientos .. Prélogo.. Prefacio.. Qué es la hiperactividad? Cémo reconocer Ia hiperactividad. Causas fisicas de la hiperactividad... Nifios hiperactivos en la escuela. Las influencias de las relaciones familiares Uso y abuso de las dietas.. Cémo abordar la hiperactividad. Cémo abordar las complicaciones Cémo tratar la hiperactividad. Cémo convivir con la hiperactivida Preguntas y respuestas.. 1 1 Apéndice: Criterios de diagnéstico cientifico. Lecturas sugeridas.... Sobre el autor. ai 107 123 135 149~ 155 161 165 167 Prélogo ‘Spay Mourn Fundador y presidente de LADDER (Asociacion de trastornos relacionados con la falta de aiencién, el aprendizaje y la hiperactividad) —tenfa 43 afios, mi matrimonio se habfa roto dos afios atras, una nueva relacién habia fracasado hacfa nueve meses, afrontaba serios problemas de trabajo, bebia més de la cuenta y tenfa pocos amigos. Por si esto fuera poco, los informes escolares de mi hijo de 14 afios se habjan deteriorado de tal manera que los profesores y yo estébamos seriamente preocupados. Curiosamente, las co- sas que decian sobre él eran el eco de lo que se decia de mi: «si sélo lograra concentrarse», «si pudiera permanecer sen- tado y quictor, «distrae a todos los demss», «parece no ¢s- cuchar nunca nada de lo que se le dice», En verdad, esas pa- labras parecian referirse a mt, Con la intencién de ordenar todo lo que estaba sucedien- do, ese mes decidi pasar una semana en Espafia. Entre los libros que escog{ para llevar conmigo haba uno sobre las alergias alimenticias, ya que padecia alguna de ellas y pre- sentia que pedfan estar relacionadas con mi comportamien- toy mis dificultades. Cierta noche, el libro se cay6 al suelo ¥ se abrié casualmente en una pégina en la que se menciona- ba el «sindrome hipercinéticor o «Trastorno de la falta de atencién» (ADD) (abreviaturas en inglés). ‘Ociosamente, eché una mirada a la lista de sintomas, pe~ ro al momento me erguf en mi asiento y volvi a leerlos con E N ENERO DE 1992 mi vida se habfa complicado 2 ELNINO wiPERACTIVO una enorme tensién en el pecho y con la boca abierta. Bra una descripcién de lo que me sucedia a mi, de lo que le pa- saba a mi hijo y a la mayoria de los hombres de mi familia. Nunca me habfa considerado un hiperactivo, aunque la gen- te solfa hacer comentarios sobre mi incesante actividad, mi «mente veleidosa», mi falta de capacidad para concentrar- me durante periodos prolongados y mi constante movi- miento. Lo que si habfa advertido era esa etiqueta de «Falta de atencién» con la que me identificaba. Toda mi vida me habfan dicho que debia prestar atencién y que no era capaz de terminar nada de lo que emprendia. ¥ yo le criticaba a mi hijo las mismas actitudes. Para estar completamente seguro de mis sospechas, de- cidf recabar més informacién y en cierta ocasién cayé en mis manos un libro escrito por un neurélogo australiano, ‘The Hidden Handicap, det doctor Gordon Serfontein, Alli en- contré la primera definicién que lef del ADD y fue una se- gunda revelacién. No me cabja la menor duda de que éste era el problema que me habfa acosado durante toda mi vida y también el motivo de las dificultades de mi hijo. Como un tépico ADD impulsivo, llamé al doctor Serfontein a Sidney. Conversamos durante cerea de media hora, y fue una de las cosas més importantes que hice en mi vida. La wmica perso- na que el doctor Serfontein sabia que trabajaba en este cam- po en el Reino Unido era el profesor Eric Taylor, el autor de este libro, Estuve despierto toda la noche, por momentos me sentia exultante por haber conseguido la ayuda que necesita- ba, y en otros rompfa a llorar, pues todo el dolor, los miedos y los maltratos de 43 aftos comenzaron a salir a la superficie. Aller e! libro, comprendi pronto que mi idea —y la idea general— sobre la chiperactividado era totalmente errénea. Un nif hiperactivo es mucho mas que un nifio travieso que no deja de correr o que se tumba chillando en el suelo del supermercado, 0 que aquellos que han sido considerados vagos y desmotivados en el colegio. La imagen popular es que se trata de esa clase de nifios, cuyos padres no han lo- grado educar correctamente y que carecen de la menor no- PROLOGO 3B cién de cémo disciplinarlos y, lo que es peor a los ojos de muchas personas, no saben cémo alimentarlos. Pero lo mas importante es que a través del libro me enteré de que el trastorno podie afectar a los adultos. ‘También descubri que la dieta que estaba siguiendo para combatir las alergias, y con la que no habfa obtenido ningtin éxito, estaba obsoleta y ademas sélo era adecuada para una mineria de los afectados por el sindrome. Habia estado utilizando el aceite de primula, asi como vitaminas, cinc y otros suplementos minerales que me reportaron po- ‘cos o ningtin beneficio. Ahora sé que el cuerpo puede absor- ber Gnicamente tal cantidad suplementaria de dichas sus- tancias antes de excretar el sobrante; jeliminé una orina ver- daderamente cara! Ese ha sido el inicio de un largo camino que todos los padres de nifics ADD/hiperactivos deberfan realizar. Como mi médico no‘estaba informado sobre el tema, comencé a buscar ayuda para Chris y para mi, y descubri que nadie pa- rec{a saber mucho sobre el tema, Encontré un libro cana- diense, y llamé a su autor, quien me envié informacién so- bre cémo funcionaban las cosas en Estados Unidos y los nombres de los profesionales que trabajaban alli. Me puse en contacto con el profesor Russell Barkley en Estados Uni- dos que me exvié gran vautidad de informacién, asi como las sefias de un grupo de apoyo norteamericano, CH.A.D.D. (Nitios y Adultos afectados por el ADD). En julio estaba atravesando graves dificultades en el trabajo debido a mis sfntomas de ADD y mi hijo también lo estaba pasando mal en el colegio. Habiamos consultado con el Psicopedagogo local que desconocia el sindrome y, a pesar de la evaluacién psicopedagégica privada que le pre- sentamos y cuyo diagnéstico era de ADHD (trastorno hip. ractivo de falta de atencién), se neg6 a aceptar que Chris, tenia un problema, todo el proceso resulté en vano. Parecfa imposible conseguir que nos ayudaran, a pesar de que en el equipo habia algunas personas que se mostraron bastante amables. 14 ELNINO HIPERACTIVO Fue entonces cuando nos enteramos que la medicacién, junto con otro tipo de ayuda, suele ser muy efectiva para los nifios. Después de ocho meses, finalmente conseguimos una cita con el médico local, quien opiné que el caso de Chris no era tan grave como para justificar la medicacién, a pesar de sus serios problemas en el colegio y de su falta de auto- estima que en ese momento resultaba preocupante. Unas semanas més tarde conseguimos localizar un médico en Harley Street, quien sugirié realizar una breve prueba que podria resultar beneficiosa. Los resultados fueron bastante sorprendentes; en la pri- mera semana Chris pasé a un curso superior de inglés y obtu- vo su primer grado «A>, fue clogiado en la clase de Matemati- cas; compré carpetas para organizar su trabajo, y su cali- grafia se modificé de tal forma que le regaiié pensando que habia dejado que otra persona hiciera sus tareas escolares. De todos mods, nadie fue capaz de ayudarme a mi. Atn luchaba por convencer @ mi médico; habia perdido mi tra- bajo por motivos que parecian un listado de los sintomas de ADD, y decidi acudir a la clinica del profesor Barkley en Es- tados Unidos. Chris me acompaiié, y su diagnéstico fue confirmado. En cuanto a mi, realmente sufrfa de ADHD, iQué alivio! Fue una experiencia increfblemente libera- dora saber que mo era tntenclonadamente perezoso ni in constante, que mi falta de motivacién se debfa a un trastor- no neuroldgico que es relativamente comin, aunque en gran medida desconocido. Asistimos a una conferencia con- vocada por CH.A.D.D., donde fui testigo de la vasta red de ayuda que existe en Norteamérica para quienes padecen es- te sindrome. Al regresar a casa, Chris continué mejorando en el cole- gio, pero yo atin necesitaba ayuda, En Estados Unidos me habfan recetado Ritalin, pero se me estaba terminando y mi médico no se mostraria inclinado a prescribirmelo, aunque sf se lo prescribia a mi hijo. Comencé a consumir la segun- da linea de medicamentos, antidepresivos, que paliaban un poco la situacién. Me lev6 dieciocho meses y la amable PR6LOGO 1s ayuda de un eminente psiquiatra que mi médico aceptara que yo padecfa un trastorno de falta de atenci6n, Excesiva actividad Regular-<-. Ritmo ~ > Imeguiar El ino se altera mucho cuando Elnifo no se atera cuando cama! ambenia—e---""- Adiplstiidad ~~" comme a arbre 2 won aruoras Aceramierto: _ Rehiye las stuac situaciones =t--- Retirada wane Respond s6lo a astimuios intensos —« Poca enorgia de Humor Persistencia Distraccién - El temperament de wn nito que desarrla pea actividad y de un nih ye actividades exesiva son muy diferentes, eto se rele ea oe ce te actividad y en el comportamiento, : ‘CAUSAS FSICAS DE LA HIPERACTIVIDAD 51 Por el momento, deseo destacar que estos comunes tras- tornos de conducta no quieren decir que su hijo sea hiper- activo, ni que padezca algin problema que requiera la inter~ veneién de un médico. La hiperactividad puede ser un extre- mo del caracter normal y, como los demas aspectos del carécter, tiene miiltiples causas. Efectos del temperamento sobre otras personas Quizé os resulte dificil comprender el temperamento ex- tremo de vuestro hijo; en general, siempre resulta posible adaptarse a él, y tened presente que vuestro hijo responderd segxin la forma en que vosotros reaccionéis frente a la situa- cién, Esto forma parte del desarrollo de una Familia, El pro- ceso puede realizarse de un modo incorrecto, en cuyo caso padres ¢ hijos no logran entenderse. Para algunos padres es relativamente sencillo relacionar- se con un nifio muy activo ¢ incluso con un nidio hiperacti- vo, pues encuentran que su compaiifa es divertida y estimu- lante. Para otros resulta muy complicado, pero esto no sig nifica que sean malos padres; quiz serian mejor que otros si tuvieran que adaptarse a un nifio timido, introvertido y que no logra afirmarse. No es necesario que os avergoneéis si no logréis poneros de acuerdo con vuestro hijo. Esto no significa necesaria- mente que la relacién sea negativa, es posible entablar otro tipo de relacién con él o ella ¢ incluso legar a valorar la parte positiva de una excesiva actividad. Si esa relacién in- cluye la determinacién y la afirmacién, puede resultar muy ‘itil para el futuro. Causas biolégicas La cvariaciéa normal» es s6lo una de las razones para Ja inguictud y la falta de atencién. Por lo general, se trata 52 ELNINO HIPERACTIVO del aspecto mas suave de la hiperactividad que se puede considerar como el extremo de la variabilidad normal. Los tipos més graves de hiperactividad pueden tener causas biolégicas. ¢Es hereditaria la hiperactividad? Las caracteristicas fisicas y del comportamiento se transmiten de padres a hijos por medio de unidades mini- mas de material genético lamadas genes. Los seres huma- nos tienen 23 pares de cromosomas, y cada uno de ellos, transporta muchos genes. El hijo recibiré aproximadamente la mitad de sus genes del padre y la otra mitad de la madre. Los hermanos tfenen, por término medio, la mitad de sus genes en comtin (véanse los diagramas de la pagina 54). Los gemelos no idénticos se desarrollan a partir de dos huevos (u 6vulos) separados que son fertilizados simultinea- mente. Cada uno de los gemelos tiene un conjunto diferente de genes y los dos nifios no son idénticos. Los gemelos idén- ticos provienen del mismo évulo fertilizado que se divide en dos fetos. Por ello, poseen exactamente los mismos genes (véase el dingrama de In péigina 54). Cuanto més estrecha sea la relacién de una persona con un nifio hiperactivo, mas probable seré que evidencie los mismos problemas de conducta. El nivel de actividad de los gemelos idénticos es mas parecido que el de los geme- los no idénticos; los hermanos se parecen més que los me- dio hermanos. Esto nos sugiere que algo de lo que se hereda contribuye ala hiperactividad. Pero esto no es completamente cierto, ya que incluso los gemelos idénticos pueden tener una activi- dad y una capacidad de atencién diferentes. Del mismo modo, es preciso destacar que los nifios no eligen ser hiper- activos, no es culpa de ellos, pero tampoco se debe a que los padres hayan cometido errores al educarlos. Actualmente se (AUSAS FISICAS DE LA HIPERACTIVIDAD 53 estén realizande nuevas investigaciones, y queda atin mucha labor por hacer. Ya se ha logrado identificar diversos genes individuales, Se han encontredo modificaciones del ADN en ciertos genes que codifican les moléculas de las células nerviosas (véase el diagrama dela pagina 141). Por ejemplo, los genes que generan las moléculas que transportan el transmisor quimi- co denominado dopamina a través de las paredes de las cé- lulas nerviosas, y algunas formas de los receptores de la do- pamina, muestran a menudo formas diferentes en los nifios hiperactivos que en los nifios «normales». De todos modos, no se trata de los «genes de la hiperae- tividad» que nos brindarian pruebas precisas para el diag- néstico. Para algunos, la gran mayorfa de los nifios con es: tos genes diferentes no son en absoluto hiperactivos. Para otros, existen probablemente muchos genes comprometidos on la situacién. ¥ atin mas, puede que no sea la hiperactivi- dad lo que se herede, sino cierta tendencia a reaccionar de forma especitica ante determinados ambientes, Resulta bas- tante improbable que a vuestro hijo le hagan una prueba genética como parte de la evaluacién diagnéstica, El tinico gen que seguramente ser sometido a una prueba clinica es al «X frdgils ¢ incluso esta prueba sélo euele ofrecerse a los nifios con retraso en el desarrollo. ‘Muchos padres que han sufrido de hiperactividad cuan- do eran nifios temen transmitirsela a sus hijos y a las proxi- mas generaciones. Sin embargo, las leyes de la herencia son complejas y, en cualquier caso, se trata de un factor entre otros muchos. ¢Tiene importancia el sexo de mi hijo? La diferencia mas evidente entre los nifios es su sexo. Es interesante comprobar que existe una gran diferencia entre nifios y nifias en términos de hiperactividad. Los 34 ELNIRO HIPERACTIVO Padre Madre | ee ‘Los genes so combinan de cierantes formas, de modo que | ‘cualquier individuo es cnico. _Fsvermatozeides alozeldes Espormatozoides _ | C-oue-CF Guto=Ce 2igotos “ | Unico nave terteados 0 zigoto tertnac| or seperado| nana Oo © GEMELOS No IDENTICOS ® 0 GEMELOS IDENTICOS Parte superior: Un nito recite aprosimadament a mitad ‘madre yim ad de pa Po spn combina Se fe ness y onda nis inc. Pats inferior: Gemelo ito yn doco. ERUSAS FISICAS DE LA HIPERACTIVIDAD 35 nifios tiene tres 0 cuatro veces més posibilidades de sufrir este problema. En parte, esto puede deberse a que no es tan probable que las nifias desarrollen los otros problemas asociados a la hiperactividad —tal como una fuerte agresividad— y, por lo tanto, tienen menos probabilidades de padecer este trastor- no que reguiere una evaluacién y un tratamiento. Se espera que las nifias sean més tranquilas y también més confor- mistas. Pero ademds se ha sugerido que en parte esa dife- rencia se debe a que el cerebro de las nitias se desarrolla de sun modo més estable que el de los nifios y por ello tienden menos a cualquier tipo de retraso en su desarrollo. Desarrollo lenio De alguna forma, la hiperactividad se podria describir como un tipo especial de desarrollo lento. Los nifios pequefios corretean mucho més que los nifios mayores, y aunque se concentran intensamente, lo hacen durante un breve periodo de tiempo. Lo que se considera normal para un nifio de tres anos en su propia casa repre- sentarfa un problema para un nifio hiperactivo de ocho afios que lucha por levarse bien con sus amigos, maestros y por progresar er: Ia escuela. Esto, obviamente, significa que se debe juzgar si un nifio es hiperactivo comparéndolo con una muestra normal de nifios de su misma edad; pero tam- ign quiere decir que es esperable que el trastorno disminu- yaa medida que el nifio crece. Los nitios hiperactivos presentan también otro tipo de problemas. A menudo, aunque no siempre, son lentos para empezar a hablar y presentan cierto retraso en Ia compren- sin del lenguaje. Esto puede significar un obstéculo para aprender a concentrarse, a organizarse y a llevarse bien con los otros nifios. En ocasiones, aunque de nuevo no siempre, son Ientos para aprender, y esto puede implicar problemas en el colegio (vézse el capitulo cuatro). 36 ELNINO mPsRactivo ~._Nios hiperactivos Cantidad do actividad «no digidaw Edad de! nto (aos) Los nifios hiperactivos desarrollan wna mayor actividad eno dirigiden que los nittos enormales» pero, como muestra este diagrama, los niveles de ‘actividad de todos ios nitas se controlan a medida que los nits erecen, Embarazo y nacimiento La toxemia —miés conocida como pre-eclamsia— es un estado que afecta a Jas mujeres en avanzado estado de ges- tacién provocando una subida de la tensién, hinchazén de los tobillos y excreci6n de proteinas a través de la orina, El cuidado prenatal garantiza su deteccién temprana con el fin de proteger el desarrollo del bebé, tanto psicolégica como, fisicamente. Existen evidencias de que la pre-eclamsia pue- de favorecer que su bebé sea mucho més activo en los pri- ™meros afios de vida; pero el efecto no es significativo. La mayoria de los embarazos complicados por la pre-eclampsia concluyen con un bebé sano, ‘CAUSAS FISICAS DE LA MIPERACTIVIDAD 37 Ocasionalmente, algunas embarazadas deben tomar hor- monas masculinas durante el embarazo, y esto también puede tener consecuencias para el bebé. En sus primeros afios el nifio puede ser mas inquieto que otros, jprobable- mente el estereotipo del varén explorador y activo! De cual- quier modo, nunca se ha descubierto que ésta sea una causa importante para cl grave tipo de hiperactividad que implica un problema para el desarrollo, Es de sobra conocido que el tabaco y el alcohol consu- midos durante el embarazo tienen un efecto adverso sobre el futuro desarrollo del nifio. El efecto del humo del tabaco en experimentos puede causar que las crias al nacer eviden- cien un comportamiento hiperactivo y un problema de aprendizaje. Niel tabaco ni el alcohol influyen en la mayor parte de los casos de hiperactividad infantil, pero las emba- razadas que son sensibles los evitan. Dario cerebral durante el parto Las complicaciones del parto pueden en ocasiones dafiar el cerebro en desarrollo del bebé o privarlo de oxigen du- ‘ante unt iempo suficiente como para que se presenten pro- blemas. Una de esas posibles consecuencias son los trastor- nos de conducta, Sin embargo, la mayor parte de los nifios que sufrieron problemas durante el parto se desarrollan normalmente. In- cluso si el cerebro se ha dafiado, esto no significa necesaria- mente que existirén dificultades futuras. El ambiente psi- coldgico que rodea al nifio durante toda su infancia parece ser més determinante. Algunos investigadores afirman que cuando el entorno psicolégico del nifio es adecuado no se ha observado que los nifios con un minimo dafio cerebral desarrollen posteriormente un sindrome de hiperactividad. Los problemas reales surgen cuando ¢l dafo es grave 0 cuando crecen en circunstancias adversas. 58 ELNINO MIPERACTIVO Del mismo modo que la mayorfa de los nifios cuyo cere- bro ha resultado afectado durante el parto no son hiperacti- vos, la mayor parte de los nifios hiperactivos no han tenido problemas al nacer. No se deberfa conjeturar que ha sucedi- do algo sutilmente malo, ya que, como otras «causas» fisi- cas, el dato cerebral temprano es generalmente un pequefio factor entre otros que contribuyen a la aparicién de la hiper- actividad. Dario cerebral después del nacimiento Algunos nifios pueden sufrir un dafio cerebral mas ade- lante, quizé a consecuencia de un accidente de tréfico. El datio debe ser grave para desencadenar problemas de com- portamiento en e! futuro; por ejemplo, si el nifio permanece inconsciente varios dias después del accidente. Es bastante improbable que na herida o un golpe en la cabeza que cau- sen una breve pérdida de conciencia puedan producir un problema psicolégico duradero, Las lesiones graves en la cabeza no provocan directa- mente la hiperactividad. La tristeza, la ansiedad, la frustra- ci6n y la agresividad son mas probablemente el resultado de dicha lesion que de la hiperactividad. Incluso cuando la causa de la hiperactividad ha sido esa lesién, ésta se puede tratar del mismo modo que cuando no existe una causa fisi- ca evidente. Las recientes investigaciones aplican la resonancia magnética para estudiar si existe algo erréneo en la funcién del cerebro de los nifios hiperactivos. En el momento de es- cribir el libro, los resultados sugieren que algunas partes del cerebro de estos nifios funcionan por debajo de lo normal. Determinadas areas, especialmente los lébulos frontales, que normalmente intervienen en el aufocontrol y la autorre- gulacién no funcionan adecuadamente. Esto no significa que el dario cerebral sea la causa en todos los casos. La fun- cin cerebral puede ser alterada por la herencia genética ¢ (CAUSASFISICAS DE LA HIPERACTIVIDAD 59 incluso por medio de la préctica y la experiencia de concen- trarse en el autocontrol. Un aspecto importante de esta in- vestigacién es que destaca la diferencia entre un nifio activo y brillante y un nifio hiperactivo cuyo cerebro no funciona a plena actividad. Plomo @Puede el plomo ser una causa importante? Se han hecho muchos programas de televisién y se han publicado muchos articules sobre los efectos del plomo, y esto ha ge- nerado ansiedad y confusién. La idea de una intoxicacién invisible por el plomo que contiene el aire que respiramos; el agua que beberitos y los alimentos que consumimos es ciertamente alarmante. Preocuparse excesivamente por la intoxicacién por plomo es innecesario ¢ imitil. El controvertido nivel de exposicién al plomo no es uno de los factores principales que intervienen, en la hiperactividad. Incluso podria tratarse de un factor me- nor y, en el momento de escribir este libro, las investigacio- nes contintian intentando establecer su importancia. Descri- biré algunos de los argumentos en favor y en contra de la tn- toxicacion por plomo para aclarar un poco el tema. Intoxicacién severa por plomo. Todo el mundo esté de acuerdo en que el plomo es una sustancia peligrosa. Si un nifio resulta seriamente intoxicado por plomo, puede enfer- mar de gravedad. En un estado agudo de la enfermedad, el nifio puede sufrir ataques y caer en estado inconsciente; in- cluso después de su recuperacién su cerebro puede resultar afectado; por ejemplo, el nifio pueden tener dificultades pa- ra concentrarse, problemas de aprendizaje y un comporta- miento hiperactivo. Afortunadamente, este tipo de intoxicaci6n severa no es comtin, Es preciso que suceda algo inusual para produ- 60 L NINO HuPsRACTIvO cir semejante concentracién; por ejemplo, al retirar una pintura muy antigua de las paredes de una casa. Hasta los atios 50, la mayor parte de las pinturas empleadas en las ‘casas contenfan plomo. Al retirar la pintura se puede con- centrar una masiva cantidad de plomo en el polvo que se respira o en los alimentos que se ingieren. Es aconsejable comprobar si podria resultar peligroso retirar la pintura antes de hacerlo. ¢De dénde proviene el plomo? Incluso en un ambiente ordinario no podemos escapar de un cierto contacto con el plomo. Las tuberfas de plomo contaminan el agua que fluye a través de ellas. Las zonas que tienen aguas blandas tien- den especialmente a contar con altos niveles de plomo, por- que el plomo de las tuberias se disuelve con més facilidad debido a las caracteristicas del agua. Algunos alimentos contienen plomo, en especial las conservas. El polvo que se desprende de la pintura vieja o el que produce la contami- nacién industrial puede contener plomo. Algunos procesos industriales tales como las fundicio- nes, 0 ¢l reciclaje de las baterfas de los automéviles, pueden liberar plomo en el medio ambiente. Los componentes del plomo se agregan a la gasolina para impedir los «golpeteos» del motor y son eliminados a través de los gases de escape. ‘Aunque la cantidad de plomo que tiene la gasolina es pe- quefia, es absorbida facilmente por el cuerpo debido a su forma quimica. Como el plomo proviene de diversas fuentes, Ia cantidad de plomo en el organismo de una persona puede variar enormemente. La preocupacién no se limita a que esa varia- cién cause graves sintomas de intoxicacién, sino también a sus efectos mas sutiles, Nadie conoce exactamente cual es el nivel de plomo que no resulta peligroso. éExisten niveles que no son peligrosos? Hasta hace unos ocho afios los expertos generalmente afirmaban que ‘CASAS Pistcas DE La HIPERACTIViDAD on mientras el nivel de plomo se mantuviera por debajo de los 40 miligramos por cada 100 miliitros de sangre, no resulta- ba perjudicial. Desde entonces se han realizado numerosas investigaciones que han revelado que, incluso por debajo de dicho nivel, algunos nifios que presentan grandes cantida- des de plomo enla sangre o en los dientes son mas proclives a tener dificultades para concentrarse y para realizar prue- vas psicologicas que los demds nifios, No se trata de una re- Jaci6n rigurosa, ya que la mayorfa de los nitios hiperactivos no presentan grandes niveles de plomo; sin embargo, se han realizado estudios exhaustivos que demuestran la existencia de algtin tipo de relacién Esto no significa que el plomo sea la causa tinica del problema. Podrfa ser al revés: cuanto ms impulsivo y ato- londrado sea un nifio, mas probable sera que inhale o ingie- ra polvo contaminado. O también puede suceder que los nifios que viven en condiciones de pobreza o que estén en contacto con el plomo desarrollen mas hiperactividad debi- do a otros factores derivados de ciertas privaciones. Las in- vestigaciones no han respondido esta pregunta: qué esta primero, gel protlema de comportamiento o el plomo? Se ignora atin en qué medida se debe reducir el contacto de los nifios con el plomo. Reduccién de la exposicion al plomo Existen algunos medicaments que extraen el plomo del cuerpo; por ejemplo, la penicilamina*. Sin embargo, todas las drogas que son efectivas tienen graves efectos secunda- rios, Algunas personas que tomaron medicamentos han su- frido problemas renales y en otros érganos del cuerpo, Por este motivo, los medicamentos sélo se recetan a los nifios que presentan niveles tan altos de plomo que corren un riesgo inequivoco, * Producto de la degradacién de la penicilna, (N. del 2) @ ELNIRO HIPERACTIVO ‘a | Niveles defintivamente toxioos que requieren un tratamiento urgents Grave contminacén que.a menu implica una ‘exposicin expeciioaa una fuente pelos BEES] |— Entomos moderadamente contaminados 100 mis. de sangre) 8 IK Nios on ambiente poco containados : Mon onsna tars ops: Fs: nama Nivelascrectentes de plomo (en microgramos por cada Elespecivo dela exposicién al lomo Es posible adquirir componentes mucho mas seguros a través de representantes comerciales y que se suponen tienen la propiedad de neutralizar la toxicidad del plomo. A menudo incluyen pectina, cine y aminodcidos. Pero atin es dudoso que estas sustancias sean efectivas para contrarrestar la expo- sicién al plomo, Yo no recomendaria a los padres que trataran a sus hijos por estos medios. Algunos padres lo hacen, baséndose con frecuencia en las estimaciones relativamente fiables de la cantidad de plomo que hay en el aire, pero esto resulta im- prudente por dos razones. La primera es que si el nivel de plomo en el organismo no es demasiado alto, tratarlo signi- fica una pérdida de dinero y tiempo y, lo que es més impor- tante, puede distraer la atencién de otros problemas de més CAUSAS FISICAS DE LA HIPERACTIVIDAD 63 consideracién. En segundo lugar, si el nivel de plomo es pe- ligrosamente elevado, resulta un problema demasiado serio como para tomar medidas parciales. Es preciso que un mé- dico supervise el tratamiento adecuado, La prevencién es la mejor de las curas, y en este caso més seguro. Un paso en el sentido de la previsién ha sido re- tirar los aditivos de la gasolina derivados del plomo y la adaptacién de los automéviles para utilizar gasolina sin plo- mo; la mayorfa de los paises han iniciado ya este proceso. Eliminar el plomo de Ja pintura —aunque existen adm mu- chas pinturas contaminadas de plomo en los edificios anti- guos— y la sustitucién de las tuberfas de plomo en las zonas de aguas blandas han sido otros avances en la misma direc- cién, Si usted todavia tiene en su casa tuberias de plomo; deberfa dejar cerrer el agua unos minutos antes de beberla © de usarla para cocinar. ¢Qué se deberia hacer con respecto la intoxicacion por plomo? + No suponer que la hiperactividad esté motivada por el plomo porque, de hecho, no es asi. Incluso los grados mfnimos, sutiles y controvertidos de exposicién al plo- mo pueden sélo ser responsables de una infima canti- dad de casos. ‘+ Evite las empresas comerciales no médicas que afir- man diagnosticar y tratar la intoxicacién por plomo. ‘* Si sospecha que en la zona donde vive el aire puede estar contaminado —por ejemplo, si vive usted en una zona cuyos edificios son anteriores a los afios 50 y en Jos que existe pintura antigua, o si existe una planta de reciclaje de baterfas en las proximidades— se pue- de solicitar a los departamentos de salud que realicen pruebas de polvo y de pintura para confirmar o disi- par sus dudas. Si existe una contaminacién por plo- mo, seré preciso someter a los nifios a determinadas 64 ELNINO HPeRAcTIvO pruebas y se deberan tomar medidas de salud publica para reducirla. Esté atento a la posibilidad de que su casa o la escuela estén préximas a algtin tipo de polucién de plomo. * Finalmente, incluso aunque no sea preciso reducir la exposicién al plomo, no suponga que esto necesaria- mente implica que sus nifios se hayan contaminado ni que el plomo sea la nica causa de un problema. La contribucién del plomo a la hiperactividad y a otros problemas de comportamiento es minima, y se trata simplemente de un factor entre otros. Otras enfermedades fisicas Cuando los nifios enferman, tienden a estar irritables, pueden perder la concentracién y portarse mal. Esto puede suceder con cualquier tipo de enfermedades. Normalmente ese comportamiento resulta evidente porque la enfermedad aparece en primer lugar, pero en ocasiones Ja enfermedad esté latente. Si vuestro hijo, que hasta ahora tenfa una con- ducta normal, se convierte en un nifio hiperactivo, algo an- da mal. Puede estar reaccionando a una situacién de estrés por alguna causa que desconocemos, y es aconsejable con- sultar con un médico acerca de la posibilidad de que haya desarrollado alguna enfermedad fisica. Algunos estados fisicos son crénicos y comienzan tem- pranamente en la infancia. Los mas significativos para la hi- peractividad son el deterioro de la audicién y de la visin. Los defectos auditivos graves generalmente resultan obvios, pero no asi los de menor importancia que pueden pasar de- sapercibidos durante largo tiempo. Las infecciones audi vas recurrentes pueden impedir parcialmente que el nifio escuche durante semanas pero Inego la audicién vuelve a ser normal, Si los reconocimientos médicos de rutina se in terrumpen en algdn momento, el médico puede no detectar el problema. La falta de una audicién adecuada de forma CAUSAS FISICAS DELA HIPERACTIVIDAD 6 intermitente puede alterar considerablemente al nifio, pro- vocando un cambio en su comportamiento y posiblemente un aumento del nivel de su actividad. Se deberia consultar a un médico siz * El desarrollo del lenguaje de vuestro hijo es més lento que el de los otros niifos, + Advertfs que el nifio mira detenidamente los labios cuando se le habla y se fia de los gestos y ademanes, «No reconove los sonidos significativos de la casa, co- mo el ruido que se hace al preparar los alimentos. * Advertis que las cosas han empeorado mucho después de un constipado. Las jaquecas recurrentes y las reacciones alérgicas son otros ejemplos, zunque menos frecuentes, de condiciones fi- sicas que interrampen la vida escolar y familiar (véase el capitulo seis). No existe evidencia cientifica que soporte les teorias que explican todos los casos de hiperactividad en términos de la quimica alterada del organismo. En resumen, el dafio cerebral puede causar la hiperacti- vidad, pero la mayor parte de los nifios hiperactivos no lo padecen. La mayorfa de los nifios afectados, especialmente los que presentan problemas menores, revelan un extremo del comportamiento normal o algén tipo de desarrollo len- to, o ambos. El temperamento y el desarrollo lento son he- redados, pero sélo parcialmente: las causas biolégicas rara ‘vez son la tinica causa, ¢ interacttian con factores psicolégi- cos para dar lugar a Ja hiperactividad 4 Ninos hiperactivos en la escuela cuela, ya an tenido que adaptarse a diferentes am- bientes y scontecimientos. La asistencia a clase im- plica a la vez nuevas tensiones y oportunidades. Algunos nifios, que ya han sido diagnosticados como hiperactivos, mejoran cuando comienzan a ir al colegio. ‘A menudo se trata de nifios que eran muy activos, pero no hiperactivos, en sa temprana infancia. Es posible que hayan sido nifios brillantes, excitados vy energéticos, pero también es probable que hayan sabido organizarse, reconocer cudn- do es necesaria una tranquilidad relativa y establecer buc- nos contactos con los demés nifios. Para este tipo de nifios, la variedad de actividades que se ofrecen en la escuela y el estfmulo que les brinda la vida social con otros nifios son bienvenidos. Su energfa encuentra canales de expresién constructivos. C UANDO LOS NINOS COMIENZAN a asistir a la es- En la escuela se resuelve el problema Michael fue enviado a una clinica psiquiatrica cuan- do tenia casi cuatro afios. Habfa aprendido muy pron- to a caminar, y de tanto en tanto pareefa estar conti: nuamente a maxima velocidad: cualquier cosa que hi- ciera, la hacta intensamente. Cuando se interesaba por un programa de televisién, podia pasar horas mirando- 68 ELNISO HIPsRACTVO lo, Por las noches dormia mucho menos que sus pa- dres y permanecfa despierto hasta Ja una o las dos de Ja madrugada, cantando a viva voz, jugando y entrete- nigndose solo. Sus travesuras se habfan convertido en una leyenda local: habfa descubierto que podia cerrar la puerta de su casa y dejar a sus padres en la calle, riéndose ante sus esfuerzos por entrar. Justo antes de enviarlo a la clinica, habia cogido las Haves del coche de su padre, habia salido por la ventana del apartamento que estaba en una planta baja, habfa puesto en marcha el motor y retirado el freno, Afortunadamente, la pendiente de la callle era suave y el coche se limit6 a golpear a otro co- che que estaba aparcado mas abajo. Los resultados de la evaluacién que le hicieron en la clinica no indicaban problemas de desarrollo. Por el contrario, estaba muy adelantado en lenguaje y tenfa gran habilidad para los rompecabezas. Se decidié que asistiera a la escuela, y el nifio disfruté de la nueva si- tuacién y se calmé considerablemente en casa. Una prueba de C.l. revel6 que tenia uma inteligencia «muy superior». Michael demostré que la escuela puede ser una expe riencia nueva que supone un desafio para el nitio hiperact vo. Ademés, la inteligencia de Michael Ie ayudé a compren- der y adaptarse a las demandas de los diferentes mundos en el que vivia. Otros nifios, hayan tenido o no problemas con su fami- lia, encuentran que las nuevas demandas que se agregan a su vida cuando se inician en el mundo escolar son excesi- vas. La naturaleza exacta de las dificultades es diferente pa- ra cada nifo, A algunos el nuevo ambiente les produce confusién y fa- cilita que se distraigan, Se desorganizan y pasan de una co- sa a otra; cualquier cambio, por fugaz que sea, les llama la atencién, pero no necesariamente se tienen que sentir an- NIROS HIPERACTIVOS BN LA ESCUELA 69 gustiados por ello. En verdad, pueden sentirse excitados y aparentemente alegres, al menos al principio. Las demas personas son quienes sienten la tensidn. Los maestros pue- den considerarlos agotadores o destructivos. Los otros nifios saben cémo apartarse répidamente de un nifio que se comporta tontamente o que interfiere con Io que ellos desean hacer. Se ha construido un escenario propicio para un dra- ma de aislamiento y resentimiento crecientes. ‘Muchos nifios hiperactivos sienten que lo més duro en la escuela es la felta de sus apoyos habituales; en la mayorfa de los casos, sus padres. Para los nifios que tienen una rela- cién firme con uno de sus padres 0 con ambos, gozan de una base s6lida a partir de la que pueden explorar el mun- do, Sin embargo, esto resulta muy dificil para los nifios que han experimentado previamente el rechazo, ellos son quie- nes presentan una mayor tendencia a angustiarse y enfadar- se, y también a las mayores dificultades; pueden llegar a prohibir a su madre que se marche y montar en célera, ‘Ambos patrones de conducta —convertirse en una per- sona desorganizada al entrar en contacto con un nuevo am- biente y angustiarse ante la separacién— son hasta cierto punto comunes en muchos nifios. Ambos pueden simple- mente formar parte de la adaptacién a Ja nueva situacién y luego desaparecer a medida que el colegio se va tornando més familiar. No deberia ser motivo de preocupacién a me- nos que la reaccién del nifio sea extrema y persistente. Se puede solucionar este problema introduciendo gradualmen- te al nifio en esta nueva experiencia. Algunas veces la hiperactividad de un nifio puede cau- sarle dificultades para acostumbrarse a la escuela, pero los maestros ignoran la causa de su comportamiento. Es posi- ‘ble que piensen que el nifio hace travesuras deliberadamen- te, o que éstas se deben a que est emocionalmente pertur~ bado. Esto es especialmente probable en paises como Ingla- terra, donde la hiperactividad no es identificada como un problema psicopedagégico. Si un nifio atraviesa grandes problemas, y éstos no se solucionan intentando aumentar 70 ELNiMo miPERACTIVO su sentimiento de seguridad ni aplicando técnicas de disci- plina que sean firmes pero a la vez cordiales, puede ser de gran ayuda consultar la opinién de un experto. Un psicope- dagogo puede detectar si el problema de concentraci6n y de autoorganizacién son el mticleo central del aparente mal comportamiento del niio, ¢Podria ayudar un grupo de juegos? Las clases de la guarderfa o los grupos de juegos ayudan a los nifios a adaptarse @ otros nifios y a menudo es muy Util la presencia de alguno de los padres. Desgraciadamente, estas experiencias preescolares son con frecuencia dificiles de conseguir cuando més se necesitan. Generalmente, cuando los nifios son muy conflictivos, se les pide a los padres que los retiren de estos grupos porque incordian a los demés nifios 0 porque «no estan preparados para asistir a la clase». Es probable que estén menos prepa- rados que otros nifios, pero de esta forma no lograrén adap- tarse répidamente a las mayores expectativas que genera una escuela cuando llegue el momento. Algunos colegios fa- cilitan que los nifios puedan permanecer en una clase con nifios menores, pero no todos los colegios son tan flexibles. Si vuestro hijo tiene problemas, puede ser beneficioso que comience a asistir al colegio de forma gradual y que al- guno de vosotros esté presente y se comprometa con la cla- se. Esto no siempre resulta posible, por supuesto; pero en caso de serlo, no deje que la timidez le impida hacerlo. La mayorfa de los maestros actuales estarén abiertos a esta po- sibilidad; y también podrén indicar en qué momento es aconsejable dejar el nifto solo durante un rato, ‘Mas adelante seré necesario realizar muchos otros pa- sos en relacién con el aprendizaje escolar, el autocontrol y las relaciones de amistad. Si todo esto progresa favorable- mente, no es demasiado importante que la hiperactividad persista, Si siguen surgiendo dificultades, a menudo se debe NIROS HIPERACTIVOS EN LA ESCUELA a a que el cuadro de hipercinesis que presenta el nifio reviste gravedad. Problemas de atencién Prestar atencién, Con el fin de aprender, vuestro hijo debe concentrarse. Los maestros esperan de los nifios un periodo de atencién que se amplia gradualmente y los esti- mulan para que aprendan cada vez més informacién en ca- da etapa, Finalmente, como sucede en la escuela secunda- 1a, se dedicarén periodos completos a una sola asignatura. EI problema de atencién que es una parte central del sindrome hipercinético acttia como un verdadero freno pa- ra el progreso. Cuanto més persista, mas se retrasaré el nifio hiperactivo, Qué se puede hacer con los problemas de atencién? Lo més sencillo es hacer una lista de soluciones que gene- ralmente no son titiles. Regafiar al nifio exasperadamente —por ejemplo, «¢por qué no lo intentas con més interés?» 0 «Dios mfo, quieres hacer el favor de concentrarte?»— no es de gran ayuda. Los nifios hiperactivos no tienen la intencién de ser como son, no pueden comprender las razones por lus que actiian de esa manera y no pueden cambiar simplemen- te porque se les ordene hacerlo. Y ademés, no sirve de nada aislarlos de los ruidos exteriores y de las distracciones ya que, aunque estén separados de los otros nifios siguen dis- trayéndose por cualquier minima perturbacién que surja a su alrededor, Una estrategia més positiva es simplemente aceptar que existe un problema, Los maestros deben adaptar adecuada- mente la ensefianza para estos nifios, y esto significa, por ejemplo, que cuando un nifio hiperactivo tiene que aprender algo nuevo en clase, es mejor dividir el tema en pequefios pa- sos para que lo pueda aprender en un breve periodo de tiem- po. Esto le da al nifio la oportunidad de descansar entre cada n EL NIRO HIPERACTIVO paso. Incluso aunque cada espacio de tiempo dure sélo unos pocos segundos, el resultado final ser probablemente mejor que si las Jecciones fueran prolongadas y continuas, Otro aspecto de la estrategia de aprendizaje es destacar Jo que es verdaderamente importante. Normalmente, el nifio progresa desde un punto en el que su atenci6n es di viada por cualquier estimulo que lo haya atraido —por su color, por ser el més brillante o el més ruidoso— hacia la capacidad de centrarse y reconocer los principales aspectos I6gicos del problema. Esto se puede lograr indicéndole qué ¢s lo més importante del problema, Enseftanza terapéutica Una segunda estrategia consiste en concentrarse direct: mente sobre las ocultas posibilidades de atencién del Esto puede requerir un programa de tratamiento del tipo descrito en el capitulo mueve. Para decirlo de un modo més informal, puede tratarse simplemente de realizar pasos gra- duales para lograr una buena concentracién, Existen diversos aspectos de la atencién que es necesario estimular: + Uno de ellos es la uci voluntad de persistir en una determninada tarea durante periodos establecidos; tam- bién puede ser beneficioso oftecer recompensas sis- tematicas cuando el nifio es capaz de permanecer aten- to a las actividades durante periodos mas prolongados. En el capitulo siete se describe un esquema de recom pensas para que los padres las conozcan y las utilicen, Los maestros siguen a menudo tacticas similares. * Otro aspecto que se debe estimular es que el nifio sea capaz de hacer pausas y reflexionar cuando se le pre- gunta algo o se le presenta un problema. Las respues- tas répidas e impulsivas son frecuentemente incorrec- tas y es preciso conseguir que se tome su tiempo y piense antes de contestar. [NINOS HIPERACTIVOS EN LA ESCUELA B + Los nifios aprenden gradualmente a desarrollar el arte de la atencién dividida; es decir, a concentrarse si- multéneamente en varias cosas y ser capaz de escoger la més esencial. Algunos maestros especiales pueden es- timularios a conseguir esto ensefiandoles a dialogar consigo mismos acerca de lo que estén haciendo y de esta forma descubrir qué es lo que deben hacer; por ejemplo, repetir frases como sdeténte y piensa» o «qué clase de problema es éste?». No existe contradiccién alguna entre estos dos modos de ayudarlos a deshacerse de sus impedimentos: por un lado, reconocer el problema e intentar reflexionar sobre el mis- mo; y por el otro, la ensefianza terapéutica. El equilibrio es parte de la educacién de todos los nifios con discapacida- des, En este caso en particular, la tarea més ardua puede ser reconocer que existe un impedimento. No ser capaz de prestar atencién es un problema sutil que a menudo se en- mascara tras una aparente pereza o picardia. Una concentracién débil es un obstaculo incluso cuando el nifio se vale por sf mismo, Gran parte de la educacién con- siste en Jo que los alumnos descubren por si mismos y en que Je dan sentido a su propio mundo de una forma activa, La cu- riosidad es més importante a largo plazo que la buena volun- tad para escuchar lo que los adultos les dicen, Superficial- mente, parecerfa que los nitios hiperactivos exploran intensa- mente, pero existe una diferencia fundamental entre esa exploracién poco eficiente y la constructiva curiosidad de los nifios brillantes que siempre permanecen alerta. La explora- cién de un nifio hipercinético es breve, dispersa y repetitiva, no conduce a ideas ni a la comprobacién de ideas sino sim- plemente a otra ronda de exploracién. Ellos no demixestran tn interés sostenido, sino que es el maestro quien debe pro- curarles un estfmulo exterior que despierte su interés por me- dio de una novedad, de un cambio y del humor. Cuando falta la capacidad para concentrarse, los maes- tros se enfrentan con tun desaffo en muchos sentidos. En pri- 74 FLNIRO HIPERACTIVO mer lugar, es preciso reconocerla y luego deberan adaptar la ensefianza al nivel individual de desarrollo del niiio. El lenguaje, el C.I. y los problemas de aprendizaje La hipercinesis se encuentra en nifios de diversos niveles intelectuales. No es un signo de talento pero tampoco de re- traso, En general, se la asocia con un bajo nivel de realizacién de una serie de actividades, entre las que se encuentran las pruebas de C.l. Es probable que existan diversas razones que puedan explicarlo. Un nifio que es lento para aprender, por el motivo que sea, también seré lento para aprender a concen- trarse y @ autocontrolarse. Un nifio que ha desarrollado una concentracién débil se retrasaré en el aprendizaje. Una relacién semejante tiene lugar con el desarrollo del Ienguaje. Una concentracién insuficiente puede retrasar el enguaje. A algunos nifios se les puede ayudar a utilizar el enguaje interior para controlar su atencida, y ésta es la base de un método terapéutico (véase la pagina 126). Cualquiera que sea la causa del retraso del lenguaje, es posible que con- tribuya a la hiperactividad. En resumen, la falta de atencién es uno de los factores de riesgo que pueden conducir a problemas de aprendizaje. Un nifio con estas caracteristicas debe ser diagnosticado por un profesional, pues puede necesitar diferentes tipos de ayuda. No se deberia suponer que la hiperactividad es el Xinico problema, ni tampoco imaginar que es una respuesta {cil para el fracaso escolar. Comportamiento antisocial en la escuela Los nifios que se retrasan en el aprendizaje tienden a des- arrollar otros problemas. Por ejemplo, casi la mitad de los nifios que presentan un retraso severo con la Jectura también se comportan de una forma antisocial, que los puede conducir NINOS HIPERACTIVOS EN LA ESCUBLA 5 al robo, a la agresi6n o a la haraganerfa, Se acostumbran a los fracasos y se convierten en seres descontentos, vulnerables y desesperanzades. La prevencién requiere esfuerzos positivos y un trabajo de equipo entre los profesores y los padres. Si se deteriora la co- municacién entre el colegio y la familia, el nifio sufre. Un ejemplo de este necesidad de comunicacién es el intento del maestro por mantener la disciplina. Un nifio que est fuera de control puede ser ayudado mediante un «sistema de infor- mes sobre el buen comportamiento», Los maestros toman. nota de las cosas positivas que el nifio ha realizado, isiempre hhay algunas! Esta forma de comunicacién es tan importante para los nifios como para los padres. Destaca determinados aspectos que los padres deben estimular y recompensar. Gama normal iy ) a3 Periodo de duracién af SS eeanaonee Bajo ae Los nifios que han deserrollado ta hiperactivided tienen wna capacidad de atencién breve y les resulta dificil concentrarse, Como resultado pueden presentarretrasos en el aprendizaje. 6 -BLNIRO HIPERACTIVO Un «sistema de informes de buen comportamiento» puesto en practica Un buen ejemplo de este enfoque fue adoptado para Ha- rold, cuyas dificultades hemos descrito en el capitulo dos (véase la pagina 44). El llevaba todos los dias una agenda al colegio y dividia cada pagina por el niimero de lecciones que habia en el dia. En cada leccién, su maestra debfa com- probar tres cosas: si habfa llegado puntual, si habia conclui- do su tarea (que Ia maestra le presentaba de un modo més breve) y si habfa legado al final de la tarea sin golpear ni dar puntapiés a ninguno de los otros nifios: Segiin los logros conseguidos ese dia en el colegio, por las noches podfa ver television durante més tiempo. Dos sefiales garantizaron que el sistema era titil para Ha- rold, a pesar de su cradeza. En primer lugar, cada vez conse- gua més logros y, por lo tanto, mas recompensas semanales. En segundo lugar, se mostraba més alegre y mas esperanza- do en relacién con el colegio y gracias a la desaparicién de Jos reiterados castigos. Se sentia mas motivado y era capaz de sentarse a leer junto a la maestra, consiguiendo una lectura ms fluida. ¢Cémo disciplinar a un nifios hiperactivo? La comunicacién entre padres y maestros puede inte- rmumpirse debido a que existen diferentes ideas sobre la disci- plina, y por esta raz6n es necesario que estén dispuestos a conversar, respeténdose mutuamente. Esto es de sentido comtin para todo el mundo, y no sélo para quienes padecen de hipercinesia. La hipercinesia es importante en este contex- to porque es una de las vias a través de las cuales los nifios desembocan en su problema de conducta. Igual que sucede ccon los desérdenes de aprendizaje (véase la pagina 74), la hi- peractividad es una de las causas posibles entre muchas otras. En algunos paises, como por ejemplo, Australia y los ROS HIPERACTIVOS EN LA ESCUELA 7 Un informe diario de buen comportamiento Lunes 14 de septiombre En el gar eorrecto Period | ar cemenzar a leccion No golpas ni dio puntapiés a nadie ‘area conclulda 918 va vo val 10,30 val {cespuss (de! recreo} 11,90 rf 2,00 “ 3,00 Elesistema de informes de buen comportamiento» adoptado por la maestra de Hao, EE.UU,, una gran proporcién de los nifios que se comportan ‘mal o agresivarente en clase son considerados hiperactivos y tratacos en consecuencia, El peligro es que los maestros piet~ dan de vista otras causas posibles. En otros paises, los maes- {ros no reconocen la importancia de concentrarse en ensefiar al nifio a controlar su propia impulsividad. Los amigos Los nifios que presentan una severa hiperactividad a me- nudo no se adaptan a la compatifa de otros nifios. Son poco populares y no saben cémo cambiar para que los acepten. 78 EL Nigo WorERACTIVO El Proceso normai de hacerse amigos es sutil y recipro- 0. Un nifio que se une a un grupo debe conocer las reglas y los juegos de dicho grupo; s6lo después de conocerlos puede tener influencia sobre los demas miembros. De modo simi- lar, dos escolares que comienzan a jugar juntos comparten actividades, hacen tumnos, se revelan cosas sobre si mismos y se descubren mutuamente. Un nifio que es impaciente, ‘que es inconformista y tiene pocos sentirnientos en relacion a otros, generalmente es excluido y aislado. Intenta una = otra vez amoldarse a Jos otros y no consigue adaptarse a las dificultades que supone un grupo. Los adultos deben ensefiar a los nifios hiperactivos cémo controlarse y cémo hacer turnos; y algunos Ilegan realmen- va aprenderlo, Puede ser muy doloroso ver cémo los otros nifios provocan a vuestro hijo o lo dejan fuera de ciertas ac- tividades. E] mejor modo de ayudarle es probablemente es- timularlo a que no se rinda, a que siga jugando con los demés a pesar de los desaires, y a aprender de sus reaccio- nes. Las explicaciones sosegadas y amables sobre cémo se sienten los otros nifios son otra forma de estimular el aprendizaje social. i Qué clase de colegio elegiria? No existe una tinica respuesta a la pregunta de cémo educar a los nifios hipercinéticos. Los que estén muy afecta- dos suelen tener muchos problemas y, desde su punto de vista, la escuela debe ser flexible y tratarlos segiin sus nece- sidades. Esto puede brindarlo tanto un colegio grande como ‘uno pequefio, y también una escuela normal o una especial. A menudo el ambiente y el liderazgo son més importantes ‘que ninguna otra cosa. Muchas de las técnicas pedagégicas se han mencionado anteriormente, pero ninguna de ellas es tan crucial como la clecci6n del colegio. En ocasiones, se recomienda a los pa- dres una escuela especial para que el nifio se beneficie de un NIROS SHPERACTIVOS EN LA ESCUELA 9 determinado enfoque educativo, como la modificacién de la conducta (véase la pagina 145) o la ensefianza terapéutica intensiva (por ejemplo, la ensefianza de uno en uno). La de- cisidn a menudo se basa en las ofertas locales y no en el co- nocimiento tedr:co de cul es la institucién més adecuada, Un psicopedagogo (véase la pagina 136) es generalmente tuna persona que esté en la mejor posicién para decidir euél sel mejor colegio para las necesidades de vuestro hijo. Es te- ma de debate si un nitio hiperactivo deberia ser educado en. tuna escuela especial o si deberia recibir una educacién espe- cial en una escuela normal. En muchos sitios del Reino Uni- do se esté favoreciendo Ia segunda opci6n. En los EE.UU. hay enormes diferencias de criterio, pero no existe una deci- si6n general que resulte ideal. Yo acostumbro a recomendar que los nifos con una hiperactividad severa deberfan contar con una persona especial —quiz4 un profesor especial— que pasara parte del dia en el aula ayudndoles a reconocer lo que tienen que hacer y ensefidndoles a que hagan las cosas més lentamente y a ser pacientes con los demas nifios. Tam- bién puede ser posible que dicha perscina emplee las téenicas de la terapia conductista (véase la pgina 145). La eleccién de los padres es muy dificil en el Reino Uni- do porque la idea de la hipercinesis infantil atin no es acep- tada en muchos circulos educativos, En el momento de es- cribir este libre, no existen unidades ni colegios especiales exclusivamente para nitios hiperactivos. En realidad, la hi- percinesis seve-a a la que me estoy refiriendo es bastante poco comin. Como resultado, veo nifios que son efectiva- mente excluidos de sus propios colegios. El tipo de escuela elegida dependera de cusll ¢s el proble- ma principal de cada caso en particular. Para algunos, el as- pecto mas destacado es la falta de capacidad para concen- trarse y aprender. Las escuelas para niflos que progresan len- tamente con su aprendizaje es el lugar indicado para ellos. Para otros nities, la escolarizacién se interrumpe a causa de su conducta destructiva; a ellos se les puede sugerir un cole- gio para nifios con problemas de adaptacién. Los nifios que 80 FL NIRO HIPERACTIVO padecen desérdenes motrices y retraso en el desarrollo del enguaje pueden quiz favorecerse acudiendo a clases para los discapacitados fisicos. Uno de los principales intereses de este libro es destacar gue las complicaciones que acompafian el problema de la hiperactividad son a menudo més importantes que la hiper- actividad original. Pero creo que los grupos de padres de- berian solicitar mas debates, investigaciones y planificacion sobre las necesidades educativas de los nifios hiperactivos severamente afectados. 5 Las influencias de las relaciones familiares pletamente los problemas infantiles pero influyen, en ellos de una manera significativa. Es preciso que los padres reconozcan los dos lados del problema, es deci, evitar los sentimientos de culpa pero también la irrespon- sabilidad. Es muy comin que los padres de los nifios hiperactivos se culpen a s{ mismos, y que también crean que los demas los culpan de lo que le sucede a su hijo. Esto es injusto ademas de innecesario, y sila culpa les dificulta la labor de ser padres eficientes, pueden dafiar al nifio. Algunos pa- ares se sitsian en la posicién contraria de negar su propio papel en el desarrollo del nifio y no se comprometen con la situaci6n. Existen tantas relaciones familiares como familias. El objetivo de este capitulo es decribir algunos de los modelos més comunes que pueden hacer atin mas diffeil la vida de un nifio hiperactivo Los demas miembros de la familia pueden ser importan- tes de diferentes maneras: I AS RELACIONES FAMILIARES no explican com- « Pueden ser determinantes para que un nifio sea diag- nosticado como hiperactivo. + Pueden reaccionar ante la hiperactividad de forma tal gue se acentiien otros problemas. 82 FLNIRO HIPERACTIVG ‘+ Pueden contribuir al desarrollo inicial de la hiperacti- vidad. Cémo identificar la hiperactividad Los padres son en general los primeros en darse cuenta de que su hijo es hiperactivo, y esto puede resultar muy ‘stil para el desarrollo del nifio. En muchas ocasiones los padres deberan Iuchar por comunicar a los demas lo que ellos interpretan de la conducta del nifio. Es posible que también existan problemas si son los padres quienes tienen que identificar el problema. Frecuentemente esto se lleva a cabo sin los debidos conocimientos y sin una adecuada ‘comprensién del problema. A veces se puede llegar a diag- nosticar a un nifio normal como si fuera hiperactivo, y esto puede constituir un serio problema si, a posteriori, se altera el modo en que se lo trata. Existen diversos factores que pueden contribuir a una mala interpretacién de la palabra chiperactivo», como ya se ha destacado en el capftulo uno. Si el problema es un alto nivel de actividad por sf misma —como indicarfan ciertos informes de los medios de co- municacién—, entonces un gran niimero de padres lle varian a sus nitios para que los diagnosticaran. Esto seria Jo mas probable para los padres que no han tenido mucha experiencia con nifios, que estén aislados 0 que provienen de una cultura con diferentes patrones de educacién para Jos niftos. Otra causa que puede intervenir en el desarrollo del sin- drome de la hiperactividad es que los padres estén estresa~ dos. Si, por ejemplo, uno de los padres se siente afligido 0 desalentado por alguna raz6n, es bastante coméin que di- cho estado afecte a todo Jo que le rodea. El buen humor in- fantil puede tornarse intolerable, y los minimos fracasos pueden ser magnificados como si de un problema» se trax tara. En ocasiones el nifio de la familia se transforma en el LAS INFLUENCIAS DE LAS RELACIONES FAMILIARES. 83 chivo expiatorio y cualquier tipo de tensién familiar se ad- judica al nifio. La «hiperactividad> puede ser una palabra abusiva y una acusaci6n de anormalidad. ‘« Dewi es hijo tnico de padres asiaticos que fueron obli- gados a salir de su pafs en el Medio Oriente como refu- giados politicos. Perdieron todo lo que tenfan, incluso sus profesiones, y se instalaron en Londres en la méxi- ma pobreza. Su padre encontré trabajo de criado y su madre trabajaba como ama de casa sin ningtn contac- to con otros adultos excepto su marido que regresaba a casa por las noches. Las aspiraciones de esta mujer para su hijo comenzaron a truncarse cuando a los seis afios atin mojaba la cama, y a la misma edad se re- sistia a irse a dormir escapandose de la habitacién. | Ninguno de estos «problemas» eran en realidad anormales, ni siquiera inusuales en los nifios briténi- cos de su misma edad, pero para su madre esto signi- ficaba una evidencia de la xenfermedads cerebral que padecta el nifio. Consulté con el médico, quien le dijo que no habfa nada que se pudiera hacer. Llev6 al nitio, a urgencias de la Unidad de Psiquiatria y pidié que también la atendieran a ella diciendo que se mataria si no lo edmitian para un tratamiento cerebral, En verdad, incluso después de recibir ella misma un tra tamiento y de que Dewi dejara de mojar la cama, no podia aceptar que su hijo fuera un nifilo «normal» y perectamente adaptado. De cualquier manera, ella esté menos aislada y, como consecuencia, se siente menos preocupada por la situacién, La solucior. es lograr conversar con alguien de confian- za acerca de las preocupaciones creadas por la situacién de vuesiro hijo. Los interlocutores ideales son otras personas que conozean al nifio, en particular los maestros o los Iide- res del grupo de juegos. De todos modes, vuesiro hijo puc- de ser muy diferente a los ojos de los demés, y es posible 84 ELNISO HPERACTIVO que oigéis descripciones que parecerian corresponder a otro nifo, ‘También puede resultar muy titi] comparar las notas di- rectamente con otros padres y pedir consejo al pediatra o al ATS que 0s corresponda. No hagas ningtin caso del retrato artificial de la vida familiar que los publicistas y los perio- distas a menudo intentan transmitir, jeon frecuencia es bas- tante irreal! Como reaccionar ante la hiperactividad EI ciclo vicioso del conflicto. Cuando los nifios son de- masiado inquietos, es evidente que terminan por entrar en conflicto con la autoridad de los adultos y Ia disciplina se puede convertir en un verdadero problema. Es sencillo pre- dicar la calma, el buen humor, la firmeza y la consistencia como recursos para abordar la situacién de una manera sensible, En verdad, se trata de un buen el consejo, pero sin embargo poner en préctica estas virtudes puede requerir ‘més paciencia y autoconfianza de lo que se pueda imaginar. Cuando no se logra remediar la situacién, comienzan los los vieiosos de una creciente hostilidad. Los primeros pasos tienen lugar cuando uno de los pa- Gres reacciona frente a la inquietud de su hijo con un cas- tigo. El nifio responde con més ira y una confrontacién atin mayor, lo que constituye una especie de castigo para el padre o la madre, y las disputas se hacen cada vez més intensas y frecuentes para finalmente, acabar enredados en un hébito de controlarse mutuamente a través de las, amenazas y los castigos (véase el diagrama de Ia pagina 86). Ambos estén resentidos, y el nifio puede incluso sentirse asustado, aunque de cualquier modo no es capaz de dete- nerse. Los contactos positivos, amables y carifiosos entre ambos son cada vez més escasos, y esta situacién malogra la relaci6n entre padre e hijo. El resultado puede ser un 1S INFLUENCIAS DE LAS RELACIONES PaKMLEARES 85 ambiente familiar tenso. Los nifios comienzan a mostrarse agresivos 0 antisociales fuera de casa y, como consecuen- cia, mas adelante pueden tener problemas con la ley. En algunos casos extremos se castiga fisicamente al nifio. Nadie desea una situacién como ésta; sin embargo, son muchos los que caen en ella. Obviamente, no ¢s inevitable. Muchas familias intentan evitarlo y lo logran, y la preven- cién es mucho mejor que una cura, Esta situacién no es ex- clusiva de la hiperactividad, ya que existen otras cireunstan- cias que pueden desencadenar esta reacci6n, La forma de evitar lo antedicho es: + En primer lugar, es preciso reconocer la situacisn. ‘« En segundo lugar, se debe encontrar formas de diluir las situaciones tensas y poner en prictica los contac- tos célidos y positivos que son necesarios para mante- ner el control de la situaci6n. + En tercer lugar, se debe aceptar la ayuda exterior cuando sea necesario. Los capftulos siete y ocho se ocupan de estos temas. Tirania y «tengo quer Si el conflicto disminuye debido a que el adulto abando- na el control de la situacién, se puede poner en marcha un ciclo diferente. Los padres permiten que el nifio los tiranice yy se encuentran pronunciando frases como ésta: «Tengo que dejarla dormir con nosotros porque si no grita toda la no- che»; 0 «Tengo que vestirlo para ir al colegio mientras al- guien lo entretiene, porque si no no terminarfa nunca.» Es- tos no son actos dafiinos en sf mismos, pero indican que los padres han abandonado su autoridad. 86 ELNINO HIPERACTIVO Espiral viciosa de coaccin NiKo PADRE Agresién Castigos Tisicos Resentimionto, brinch CCastigos Desobediente Da éedenes Intrangutio Para prevenir este ciclo eonflictivo, es preciso reconocer el problema, disol- ver las situaciones tensas y poner en prictica contactos edlides y positives ‘que son necesarios para mantener el contro En este caso no se le hace al nifio ningtin favor. El nifio no disfruta de tener la situacién bajo su control. Por el con- trario, los nifilos a menudo se sienten temerosos 0 quizé obligados a desafiar los limites de la autoridad de forma atin més violenta. Puede ser un verdadero alivio ser «trata- do como un nifio» otra vez y disfrutar de reglas claras y co- herentes que lo ayudan a afirmarse. Una de las formas de adoptar este tipo de modelo se de- be a que resulta favorable mostrarse indulgente. Por ejem- plo, si un nifio de seis affos que desarrolla una intensa acti- vidad ha destruido los juguetes de su hermano, los padres seréin capaces de mantener la paz si no permiten que el her- ‘mano proteste y ellos mismos no revelan ninguna reacci6n LAS INFLUENCIAS DE LAS RELACIONES FAMILIARES 37 negativa. A corto plazo, no existirén més berrinches, ni con- frontaciones, y la vida se tornaré més facil. Pero, por otro lado, a largo plazo quizés las cosas se pon- gan més dificiles, ya que el nifio de seis afios probablemente repetiré la aceién, pues en cierto sentido se le ha permitido hacerlo ya una vez. En una etapa posterior los mismos pa- dres podrian intentar compensar de algdn modo el enfado de otros nifios, y de sus familias, con quienes su hijo se ha mostrado agresivo, o permitirle quedarse con objetos que ha robado en alguna tienda y pagar el importe al dependiente. Muchos nifios severamente afectados por la hiperactivi- dad tienen dificcltades para descubrir Ia relacién entre sus acciones y las consecuencias de las mismas. Si se los protege con indulgencia de los efectos que producen sus acciones, se Jos priva de umo de los pasos esenciales del aprendizaje. Discusiones y desacuerdos entre los padres ‘Una de las fuentes mas comunes de discusiones entre los padres es cémo educar al nifio. Como no existe un camino nico, y como el padre y la madre aportan diferentes ideas y cexperiencias a la situaci6n que les toca vivir, la tnica sorpre- sa consiste en que la mayorfa de las personas abordan co- rrectamente el problema. De cualquier forma, las desavenen- cias y los desacuerdios se intensifican cuando la tarea es més dificil a causa del temperamento «conflictivo» del nifio. Esto no necesariamente debe convertirse en un problema grave. Es posible dialogar sobre las diferencias para resolver una discusién. Los problemas son realmente serios cuando los canales de comunicacién, que normalmente son fluidos, estan bloqueados. Cuando los padres no son capaces de resolver Ia situa- ci6n, la vida es més dura para ¢l nifio, La falta de coherencia ogra confundir a cualquiera, pero muy especialmente a los nifios hiperactivos que han luchado més intensamente que la mayoria para adaptarse a las sutiles y complicadas reglas que 88 EL NINO HIFERACTIVO gobiernan la vida social. Un conflicto evidente entre los pa- res y su rencor puede ser més negativo para el nifio, ya que ‘mina la principal base de su seguridad. Los desacuerdos que no se resuelven tienden a empcorar Ja situaci6n, Las acciones de uno de los padres fuerzan al otro a una versién més extrema de su postura original. Por ejemplo, una madre puede pensar que su marido es demasia- do estricto con el nifio, de modo que intenta compensarlo siendo mas indulgente con él, El marido entonces opina que lla asume una actitud débil de mimar excesivamente al nifio y redobla sus esfuerzos de ser firme y autoritario. Cada uno empuja al otro a apartarse de un término medio, y el conflic- to se intensifica o uno de los padres en general, aunque no necesariamente, el padre— se quita, de en medio completa- mente, abandona su papel y se desentiende de la situacién, dando la imagen de que rechaza al nifio; una vez més, el con- flicto se agudiza. No tiene sentido alguno culpar al nifio, Es posible que haya sido su actitud la que ha disparado esta situaci6n, pero 4 no es capaz de modificar el modelo de relaciones una vez creado. Corresponde a los adultos dar el primer paso para iciar los dolorosos procesos del compromiso, los pactos y los buenos deseos. Estos tiltimos a menudo no son suficien- tes, y es necesario solicitar una ayuda exterior. Lo importante es que dicha ayuda debe concentrarse con frecuencia en las relaciones familiares y no tinicamente en el nifio. Los capitulos siete y ocho se ocupan de algunas de las formas en que se pueden introducir cambios. cEs posible que las malas relaciones causen la hiperactividad? Los modelos que acabo de describir comienzan por una actitud caética y desasosegada del nitio. Se afirmab: que la causa principal residfa en el propio desarrollo del nifio, pero, LAS INFLUENCIAS DF LAS RELACIONES FAMILIARES. 89 ‘como ya he destacado, no siempre es asi. Existe una conti- nua controversia cientifica acerca de la importancia de la naturaleza y la eduucacién, es decir, los efectos de la herencia y de la crianza ¢e los hijos. Es probable que ambas tengan su participacién, y tiendan a reforzarse mutuamente. ‘Los niios deben aprender a organizar su atencién y una parte importante de dicho aprendizaje tiene lugar en los pri- meros cinco afios de vida en relacién con los adultos que los. cuidan. En principio los bebés exploran el mundo principal- mente a través de Ia mirada, Tienden a seguir la mirada de su madre y a mirar lo que ella mira. De esta forma, las ma- dres aprenden cuales son los objetos que interesan a su bebé y pueden sefialarlos. Por lo tanto, teéricamente, cual- quier cosa que interrumpa esta relacién mutua puede retra- sar el proceso por medio del cual el nifio aprende a organi- var su atencién. Nadie sabe a ciencia cierta si esta posibilidad realmente funciona en la practica, pero hay algunos signos de que asi es en efecto. Por ejemplo, los nifios que han crecido en un orfanato tienen més tendencia a comportarse de forma hi- peractiva y a concentrarse menos que los demas nifios. No han sido desatendidos fisicamente, pero no han gozado de la constancia que una madre es capaz de brindar. Obvia- mente, este ejemplo sélo se aplica @ una pequefia minorfa de nifios hiperactivos, pero pone en evidencia la posibilidad real de que la educacién de los nifios en una familia que pa- sa privaciones tiende a crear nifios inquietos ¢ inmaduros. Si la vida familiar es muy castica, y las actividades de los nifios son constantemente interrumpidas, entonces quizé los nifios no disfruten de Is posibilidad de aprender a ser constantes. Hiperactividad, go un hogar con privaciones? ‘Matilda fue entregada al cuidado de las autoridades locales cuando tenfa tres afios. Habfa sido un bebé re- Ss 90 ELNINO HIPERACTIVO chazado que incluso fue ingresado en un hospital debi- do a una malnutricién y a malos tratos. Como resultado de todo esto, un juez habia decretado que la separaran de sus padres. Su familia adoptiva no consiguié adap- tarse a ella, de modo que fue trasladada a un hogar in- fantil junto con once nifios més. El hogar era un lugar agradable donde se trataba a los nifios con mucha amabilidad, pero su desarrollo se re- trasé con respecto a los otros nifios. Cuando la vi por primera vez, a la edad de ocho afios, su lenguaje era muy inmaduro y a menudo se sentfa frustrada y chilla- ba. Se intenté mejorar su lenguaje y su vocabulario esti- mulindola a que conversara més con las personas que trabajaban en la institucién. Desgraciadamente, esto resultaba muy dificil. La ne- cesidad de ocuparse de todos los nifios y de estimular- os no dejaban demasiado tiempo para mantener con- versaciones prolongadas y pausadas con los adultos, y, cuando sucedfan, frecuentemente eran interrumpidas por nifios que articulaban mejor el lenguaje. La sociedad carga con el peso de la responsabilidad a esos hogares infantiles que a menudo no crean in ambiente parecido a un hogar real para los nifios. También la socie- dad fracasa con frecuencia al intentar aliviar las cargas de los padres que se sienten agobiados. Un castigo demasiado estricto Otro aporte para la hiperactividad proviene en ocasiones de un uso equivocado de los Iimites 0 prohibiciones, y se describe en el siguiente ejemplo. Los padres de Jeffrey intentaron abordar con severi- dad Ia falta de disciplina de su hijo de tres afios y des- cubrieron que un castigo eficaz era mantenerlo senta- {AS INFLUENCIAS DE LAS RELACIONES FAMTIARES. on do en silencio en un rincén de la habitacién durante quince minutos. Por desgracia, aunque no debe sorprendernos, el nifio emergia finalmente con una energia contenida que resultaba explosiva y que répidamente lo hacia meterse en problemas otra ve7. Cuando conoci a Jeffrey, a la edad de seis afios, s6lo era «bueno» cuando se lo castigaba, pero su picardia y su mal comportamiento se debfan justamente al casti- go. Sus padres habfan aprendido una forma diferente de coercién. Cambiaron de actitud y permitieron que Jeffrey disfrutara de un juego intenso y alborotado co- ‘mo recompensa por un juego mds sosegado. Su propia recompensa —después de algunas semanas tormento- sas— fue que su hijo se convirtié en un nifio mas con- tento y més manejable. En suma, las relaciones familiares pueden tener un fuer- te impacto en el desarrollo de un nino hiperactivo, pero, segiin lo que conocemos de este sindrome, rara vez son la causa fundamental de Ia hiperactividad. Sin embargo, las principales dificultades que se presentan con un nifio hiper- activo se pueden acentuar por otras dificultades no revela- das de Ia vida familiar. Bl primer paso para eludir los peli- gros latentes que se han descrito en este capitulo es recono- cer la posibilidad de que el nifio sea hiperactivo. El tipo de ayuda que la familia puede ofrecer se describe en detalle en el capitulo siete, 6 Uso y abuso de las dietas conduciré autométicamente a muchas personas a pensar que existen dietas que pueden resultar fe vas como tratamiento. Muchos de los libros y artfculos diri- gidos a los padres insisten todavia en que la causa principal de la hiperactividad es la intolerancia a determinados ali- mentos, y que el tratamiento adecuado ¢s evitarlos. Muchos grupos de ayuda para padres de nifios hiperactivos mantie- nen atin que ¢l tratamiento central reside en las dietas que excluyen ciertos alimentos. Cualquiera que se decida a pro- bar una tal diete debe abandonar absolutamente ciertos pro- ductos (por cjemplo, huevos, trigo y leche de vaca) que ce haya comprobado que son nocivos para un cierto nimero de personas. Después de un periodo de exclusién de dichos ali- mentos, se los vuelve a introducir en la dieta de uno en uno gradualmente y en un orden especifico con la intencién de identificar el producto que es perjudicial para esa persona. Mi propia experiencia me ha conducido a una conclusion mixta, Algunos aifios hiperactivos parecen realmente benefi- ciarse al excluir esos alimentos nocivos, que son diferentes para cada nifio. Es aconsejable llevar una agenda en la que se anote el comportamiento del nifio al comer ciertos alimentos. en particular. Sin embargo, s6lo una minorfa de nifios hiper- activos responden positivamente a las dietas. Por eso, es muy importante no gresionar al nifio con dietas estrictas si no pa- L A MAS MINIMA ALUSION A LA HIPERACTIVIDAD 94 ELNINO HIPERACTIVO recen hacerle bien. Los alimentos son una causa importante para la hiperactividad de algunos nifios, sin embargo, no son de gran ayuda para la mayorfa de los nifios hiperactivos. En este capftulo me ocuparé de los pros y los contras de las dic- tas un poco més detalladamente que de otras posibles causas, con el fin de que sedis capaces de juzgarlo vosotros mismos. La dieta Feingold El tratamiento mas conocido es la dieta Feingold, denomi- nada as{ por el médico que la ided. Se basa en evitar comple- tamente los alimentos que contengan colorantes artificiales, determinados conservantes y salicilatos (véase mas adelante). En la prictica implica abstenerse de una amplia variedad de alimentos manufacturados, congelados y procesados. Los salicilatos son productos quimicos naturales (simila- res a la aspirina) que se encuentran en muchas frutas; por ejemplo, en las manzanas, plétanos, aréndanos, uvas, cirue- las, ciruelas pasas, ruibarbos y fresas. Las etiquetas de los alimentos deberfan indicar los conservantes utilizados; con frecuencia es dificil descubrir cudles son los productos que se deberian evitar. Los fabricantes afiaden también colorantes artificiales a los alimentos y, segtin la dieta Feingold, todos ellos deben ser eliminados (al menos en principio). La eritrosina, un co- lorante rojo, y la tartrasina, de color anaranjado, deben ser evitadas debido a otros motivos: la eritrosina permite que se iberen sustancias quimicas de las células nerviosas de los animales y pueden provocar cambios en el comportamien- to; la tartrasina, que se afiade a los zumos de frutas y a mu- chos otros alimentos, produce reacciones alérgicas. Sin em- bargo, no existe ninguna razén de peso para concluir que el resto de los colorantes sean més seguros. Estoy convencido de que nadie conoce los efectos bene- ficiosos de la dieta Feingold, si es que los tiene. El mismo USO ¥ ARLSO DE LAS DIETAS 95 Feingold pensaba que algunos nifios padecen de un desor- den bioquimico hereditario que hace que los colorantes re- sulten t6xicos para muchas partes del cuerpo. Otra teorfa se basa en la conccida capacidad de los salicilatos para blo- quear la propia produccién de las sustancias denominadas prostaglandinas a partir del material en bruto —los dcidos grasos esenciales— de la dieta (véase mas adelante). Las prostaglandinas son sustancias qufmicas que controlan los procesos de muchas partes del cuerpo, de modo que es bas- tante probable que un nifio afectado tenga muchos proble- mas fisicos. Se ha sugerido que muchas personas que son. deficientes en prostaglandinas pueden producirlas ingirien- do grandes cantidades de 4cidos grasos en la forma de acei- te de primuia. Incluso los aditivos (en particular el glutama- to de sodio) son utiles para muchas personas. Otra teoria es la de que los aditivos alimentarios podrfan afectar directamente las funciones cerebrales. Es evidente gue la cuestién de cémo actia la dieta es secundaria a la pregunta de si, efectivamente, da buenos resultados. Si real- mente es efectiva, la mayorfa de los padres estardn interesa- dos en adoptarla sin esperar a conocer en detalle los efectos que tiene sobre el cerebro. La teoria de la alergia a los alimentos Los ecologistas clinicos —médicos y cientificos especia- lizados en el medio ambiente— tienen un enfoque diferen- te con respecto a las dietas, Sugieren que muchas de ellas naturales y sintéticas— pueden producir alergias. En las re- acciones alérgicas, el organismo resulta dafiado por sus pro- pias defensas inmunolégicas que normalmente lo protegen de las infecciones. Los glébulos blancos, que tienen como funcién proteger el cuerpo, por lo general no pueden intro- ducirse en el cerebro, y por este motivo la profesién médica se resiste a aceptar que la alergia sea la causa de problemas psiquiatricos y neurolégicos. Pero, una vez. mds, diremos 96, ELNIRO mPERACIVO que el tema de cémo funciona la dieta es secundario a la ‘cuestién de sila dieta tiene un efecto real sobre los nifios. Cualquier alimento puede despertar una reacci6n alér- gica; la leche, los huevos y el trigo son los mas comunes. Pero hay una gran cantidad de alergias que estén bastante extendidas. En ocasiones pueden existir sefiales evidentes de una reaccién alérgica, por ejemplo, si vuestro hijo tiene asma o una erupcién en la piel. Otro signo bastante corriente es que a veces los alimentos que producen alergias son los que més le apetecen a la persona afectada; asi que no os fiéis de los alimentos favoritos. Otra forma de diagnosticar una alergia alimentaria es llevar una dieta de exchisién radical (0 dieta oligoantigénica) que consiste en tomar unos pocos alimentos relativamente puros y luego afiadir de uno en uno otros ali- mentos que resulten sospechosos de causar alergia (véase la pagina 100). Deficiencias de las dietas Algunos expertos recomiendan otro tipo de dieta; una en. lz que se incluyen los alimentos que normalmente no for- man parte de la dieta usual de la persona en cuestién, En esta dieta se incluyen diversas vitaminas, especialmente pi- ridoxina y minerales como el cine. Existe una teorfa que su- giere que ingerir grandes dosis de vitaminas («terapia de las megavitaminas») podria solucionar alguna deficiencia igno- rada de la quimica del organismo, gs efectiva la dieta? Existe una gama enorme de dietas para su hijo segiin lo que dicen los expertos. La mayor parte de las sugerencias no estén basadas en la evidencia, sino en la especulacién. uso ¥ ARUSO DEAS DIETAS 7 La evidencia més destacada en favor de los tratamientos son los informes sobre casos individuales de nifios que eran. particularmente dificiles antes de iniciar el tratamiento y que después de haber hecho la dieta eran nifios més adapta- dos. Algunos de los casos de estos nifios, a menudo escritos por sus padres, han sido publicados. Desgraciadamente, esto no es suficiente, Cuando se ini- cia una dieta, muchas cosas cambian y se las debe tomar en. cuenta. Por ejemplo, se crea una atmésfera de esperanza de que el nifio comiznce a modificar su actitud, Estas sutiles presiones y expectativas pueden influir enormemente en el nifio. Esto se ha comprobado en estudios de investigacién sobre los tratamientos a base de medicaci6n en los que se sustituye una pildora activa por un placebo que no contiene droga alguna pero que es aparentemente igual. gue la pfldora original. En estos estudios se ha descubierto que el efecto psicolégico de estar en tratamiento es lo sufi- cientemente fuerte como para introducir una diferencia sus- tancfal en algunes nifios incluso aunque tomen el placebo en vez de la medicacion real. Recuerdo una madre que hablaba sobre su hijo que acababa de iniciar el tratamiento: «Es un. milagro —es relamente una cura—, es un nifio completa- mente diferente.» De hecho, el nifio estaba tomando un pla- cebo, El optimismo y el estimulo son muy postiivos para los nifios, y el efecto fisico real de la dicta debe considerarse por separado, igual que el efecto de las pildoras. Los cientificos han intentado abordar este problema in- dicando una die‘a en la que ni el nifio ni los padres sepan. exactamente lo que contienen los alimentos. Evidentemen- te, esto no resulta sencillo; jla gente normalmente sabe lo que come! Sin embargo, no es imposible, y la dieta Feingold ha sido evaluada cientificamente con gran esmero. Comprobaciéin de la eficacia de la dieta Feingold Esta dicta libre de aditivos (véase anteriormente) ha sido comparada con una dieta de «placebos» que contenian adi- 98 LNINO HIPERACTIVO tivos para verificar si realmente era efectiva para los nifios hiperactivos, pero los resultados no han sido muy conclu- yentes. Algunos nifios evidenciaron mejorias al realizar la dieta Feingold aungue existe la posibilidad de que las fami- lias supieran que estaban realizando la dieta «activa> y no la de placebos, y naturalmente esto afectaria los resultados. Posteriormente se realizaron otras pruebas mds elaboradas, y los investigadores trabajaron intensamente para evitar {ue se conociera cual de las dos dietas se aplicaba en cada caso. Cada semana proporcionaban diferentes productos alimenticios a la familia. Los resultados de esta prueba no revelaron ninguna diferencia entre la dieta Feingold y las dietas que inclufan aditivos. Mas tarde, los investigadores modificaron su Iinea de trabajo ¢ intentaron una forma diferente de comprobar la eficacia de la prueba, Seleccionaron nifios que estaban ha- ciendo la dieta Feingold, muchos de los cuales habian res- pondido muy bien a ella, y les ofrecieron galletas 0 c&psu- las, algunas de las cuales contenian colorante artificial y otras que eran placebos. Los investigadores esperaban que los nifios volvieran a comportarse hiperactivamente al inge- rir los alimentos con colorantes, pero no cuando tomaran los placebos, aunque ignoraran cual era cual. Diversos estu- dios realizados en esta linea ofrecieron una conclusion si- milar. Los nifios que habfan respondido positivamente a una dieta sin colorantes artificiales no se mostraron hipe- ractivos después de consumirlos otra vez. Probablemente st primera respuesta habia sido psicolégica, y no debida al efecto fisico del tratamfento. Pero éste no es el final de la historia. Una vez estudiada la respuesta individual de los nifios, se descubrié que oca- ional mente alguno de los nifios se comportaba mucho peor cuando ingeria aditivos, aunque la gran mayorfa de los nifios hiperactivos no experimentaba ningéin cambio. Si ésta fuera la conclusién real, y si fuera posible tratar con éxito a un pequefio ntimero de nifios con la dieta Fein- gold, esto explicarfa muchas cosas. Explicarfa, por ejemplo, {USO ¥ ABUSO DE LAS DIETAS 99, por qué algunos nifios se benefician de ella y también por qué muchas familias que vienen a mi clinica y han probado Ja dieta, se encuentran desalentadas y apenadas por no ha- ber conseguido ningéin logro. Esto implica que no se de- erfa propagar el éxito de la dieta basandose en una buena experiencia personal. Son los padres quienes deben decidir si prueban o no la dieta con su hijo, teniendo en cuenta su escasa probabilidad de éxito —aparentemente sélo una pe- quefia parte de los nifios se benefician de esta dieta— y los riesgos que entratia (véase la pagina 103). Algunos trabajos cientificos recientes se han realizado con el fin de comprotar la posibilidad de que una amplia varie dad de alimentos —posiblemente diferentes para cada nifio— puede perjudicar el control de la atencién y del comporta- miento. Las pruebas atin no son concluyentes, pero conozco tres estudios y todos han legado a la misma conclusi6n. Un pequefio ntimero de nifios se beneficia de una dieta de exclu- sin y se tornan més hiperactivos cuando se agrega ciertos alimentos. En las pruebas principales los nifios son someti- dos a una dieta de exclusién, y, si se observan mejorias, se agregan determinados alimentos paulatinamente y uno por vez hasta llegar a una dieta equilibrada que excluye aquellos alimentos que tienen un efecto nocivo sobre el comporta- miento. En este punto comienza la prucba cientifica. Se disi- mula el alimento, cualquiera que sea éste, y se ofrece al nifio de manera tal que ni el investigador, ni la familia, ni el nifto sean capaces de decir si lo ha tomado o no en un dfa determi- nado. Por ejemlo, si el producto perjudicial es la leche de va- ca, algunos dias se le daré al nifio una leche sustituta como la leche de oveja; otros dias se afiadiré a esa leche de oveja una pequefia cantidad de leche de vaca; demasiado pequefia co- ‘mo para detectar su presencia, pero suficiente como para al- terar el comportamiento. Estos estudios sugieren que, si un nifio ha reaccionado mal frente a un determinado alimento, las pruebas objetivas realizadas por personas que desconocen Jo que ha comido el nifio también concluirén que ese alimen- to es nocivo para la actividad y la atencién de ese nifio. 100 ELNINO IMPERACTIVO Los alimentos més comunes que pueden alterar en este sentido a los nifios son bastante naturales: la harina de tri- g0, la leche de vaca, los zumos de fruta y los huevos pueden ser sustancias peligrosas. Lo que resulta curioso es que lo que afecta a un nifio probablemente no alteraré el compor- tamiento de otro. Es preciso investigar cudles son las causas particulares para cada nif. La mejor guia para descubrir qué es lo que esta alterando Ja conducta de vuestro hijo es lo que vosotros observéis. Si lle- va una agenda, puede descubrir facilmente qué alimentos le perjudican. Como alternativa, si existe algtin producto por el gue el nifio sienta especial inclinacién, puede que sea el al mento buscado. Si no se observan reacciones frente a ningtin alimento en particular, si no existe un producto favorito, 0 si durante un periodo prolongado se lleva una dieta de exclusién muy estricta (véase el Nivel C en la pagina 103) y no se obser- van resultados, no es conveniente insistir con las dietas, ya gue evidentemente no mejoran la situacién, Ademés, existe el peligro de deteriorar la nutricién del nifio al eliminar tantos alimentos. Las alteraciones severas de la dieta pueden ser peli- grosas. Debido a que la mayorfa de los nifios hiperactivos no se benefician por medio de las dietas, es mejor aceptar las Ii- mitaciones de este tipo de tratamiento e intentar otros. Cafeina, Es una de las sustancias incluidas en una dieta normal que afecta los niveles de actividad especialmente en nifios hiperactivos. Esta droga no solamente est presente en el té 0 en el café; también se afiade a muchos refrescos. Un nifio que bebe muchos refrescos por dfa obtiene una dosis st- ficiente para alterar su comportamiento psicolégico. Los efectos de Ia cafeina son complejos y se ha utilizado como droga estimulante (véase la pagina 139) para tratar la hiper actividad, Probablemente aumenta la concentracién en algu- nos nifios, aunque también puede incrementar el nivel de ac- tividad y producir irritabilidad y nerviosismo. Es aconsejable considerar la cafeina como una de las causas posibles de la hiperactividad si su hijo es «adicto a los refrescos». {801 ABLSO DE LAS DIETAS 101 Cémo alterar Ia dieta de su hijo Como existen tantas formas de alterar la dicta, la gente que se decide por este tratamiento necesita conocer algdn tipo de estrategia, Existen diversos niveles de complejidad, pero la mayorfa de las personas comenzarn por el mas simple y luego decidirén si vale la pena seguir aumentando en laescala. Nivel A. Es el enfoque més simple y probablemente cl més satisfactorio que comienza con vuestras propias obser~ vaciones. Si se ha advertido que algunos alimentos alteran el comportamiento del nifio, se debe intentar evitarlos. Esto es atin més importante si el nifio tienen algiin tipo de aler- gia (como asma o erupciones) que se intensifican por la ac: cién de determinados productos. Los aditivos artificiales, el chocolate, la leche y las bebidas gascosas son algunos de los mis frecuentes. Si esta dieta no resulta eficaz, esto se hard evidente al cabo de unos pocos dias. Las limitaciones de este nivel, que implica el sentido comin, son que sélo se puede juzgar el efecto de tn alimen- toa la vez. Es preciso detenerse si después de restringir el uso de los alimentos no se evidencia ningtin resultado posi- tivo en Ia conducta o en el aprendizaje del nifio. Es el mo- mento de buscar otro tipo de ayuda, 0 de pasar al nivel C y solicitar la supervisién de un profesional. Nivel B. (por ejemplo, la dieta Feingold). El siguiente paso es probablemente el menos satisfactorio. Implica una climinacién «a ciegas» de ciertos alimentos que a menudo son causa de otras alergias infantiles. Puede, sin embargo, valer Ia pena intentarlo si se est decidido a seguir un trata- miento por medio de una dieta y no existen motivos para pensar que otras posibles causas estén afectando al nifio. Como las quejas més corrientes son acerca de los colo- rantes alimentarios artificiales y los conservantes, lo més ‘iti seria modificar la dieta Feingold. Esto significa cambiar Ln 102 ELNIRO HPERACTIVO los habitos de compra y consumo hasta excluir completa- mente todos los productos que contengan colorantes sintéti- cos. Existen de todos modos muchos alimentos que de- berian evitarse: + Todos los helados, los caramelos, los chocolates y los chicles, a menos que estéis seguros de que no contie- nen aditivos (por ejemplo, porque son caseros). + La came procesada, las salchichas, el salami, el bei- con, el jamén, el pastel de cerdo, el pollo o el pavo asados fuera de casa y el pescado congelado, a menos ue las etiquetas indiquen que no tiene potenciadores de sabor ni colorantes. + La mayoria de las bebidas gascosas (excepto el agua mineral y las que no contienen aditivos), todos los zu- mos de frutas que contengan colorante artificial, todos las bebidas instantaneas para desayunar, las mezclas de bebidas, los yogures de sabores. Los fabricantes de- ben consignar en las etiquetas los aditivos atiadidos, y si no existe una lista detallada de los componentes, es aconsejable evitar el producto. * Todos los postres preparados e instanténeos, las jaleas, tartas, bizcochos, galletas, mermeladas, conservas y pastas, + Los cereales comerciales para el desayuno, a menos que se especifique que no contienen aditivos. ‘* Muchos tipos de pan envasado (incluso el pan de horno puede contener colorantes, de modo que no dudéis en preguntar); margarina, queso procesado o coloreado. + Patatas fritas con sabor, salsa de tomate (a menos que no contenga aditivos), salsa de soja, vino o vinagre de sidra, variantes, nata salada y mostaza preparada. Ademés de esta larga lista de productos, es preciso evitar los colorantes de muchas otras cosas; por ejemplo, los com- primidos de vitaminas, las pastillas para la garganta, los an- tiacidos, los colutorios para enjuagues bucales, los compri- 1690 ¥ ABUSO DE LAS DIETAS 103, midos y medicinas coloreadas y la pasta dental de colores. De este modo se deber‘n preparar la mayorfa de las comi- das con productos frescos y asar los alimentos en casa, La harina generalmeate no contiene aditivos, asf como la carne y los vegetales que no se han enumerado anteriormente y no han sido coloreados. Las patatas, las judias, los huevos, la miel, la fruta y los dulces caseros son aceptados en esta die- ta, La dieta Feingold original insistfa en la exclusién de mu- chas frutas porque contienen salicilatos naturales; esto précticamente no marca ninguna diferencia. Sila dieta «funciona», entonces el siguiente paso es vol- ver a introducir algunos de los productos eliminados, uno por uno. Recordad que los efectos psicolégicos de hacer una dieta son fuertes, de modo que puede ocurrir que un. determinado cambio favorable no se deba a un alimento en particular. Para obtener més informacién sobre los aditivos alimen- tarios y las dictas de exclusién, véase The Allergy Diei, un vo- lumen de esta serie. Nivel C. El modo més claro y exhaustive de evaluar una dicta es excluir una gran variedad de alimentos. Recomien- do que esto se reclice sélo bajo la supervisién de un especia- lista en dietética 0 de su propio médico. ‘Se comienza por una dieta de exclusién muy restringida, que puede consistir en comer una pequefia cantidad de ali- mentos; por ejemplo, dos carnes (como cordero o pollo), dos vegetales (como judtas y coliflor), dos frutas (como manzana y plétano) y otro alimento (como la patata). Si no se evidencia ningdn cambio en el nifio, entonces se realiza una dieta més estricta en la que se comen dos cares dife- rentes a las anteriores, y as{ sucesivamente, de manera que los alimentos no se repitan. Si atin no se observan mejorias, entonces la dieta no es adecuada para el nifio, Si una dieta de exclusién resulta efectiva, el paso si- guiente es volver a introducir los alimentos, uno por uno. No es adecuado hacer esta dieta durante un periodo prolon- 104 BELNIRO HIPERACTIVO gado, ya que su tinico objetivo es identificar los productos que causan una reaccién. Es importante que un médico 0 un especialista en dictética supervise el tratamiento porque pueden ayudar a reconocer un efecto producido por alguno de los alimentos. Una vez identificado e} alimento en cues- tidn, se elimina de la dieta. Es importante recordar que: + La ayuda profesional es muy aconsejable si se van a introducir cambios importantes en la dicta, En el de- partamento de pediatria de cualquier hospital existe ‘un especialista en dietética. «# Sisse asiste a una clinica privada, es aconsejable solici- tar otra opinion en primer lugar. cTienen desventajas las dietas? Hablando en términos fisicos, la dieta Feingold es muy segura, Si se elimina drésticamente toda la fruta, se corre el peligro de no disponer de suficiente vitamina C, lo cual constituye un riesgo, aunque s¢ puede evitar ingiriendo ci- do ascérbico. Normalmente, lo més adecuado es llevar una dieta equilibrada. Las dietas que climinan una gran variedad de alimentos corrientes pueden dar como resultado una mala nutricién. Un exceso de entusiasmo a la hora de restringir los alimen- tos puede poner en peligro la salud de vuestro hijo, lo cual ¢s particularmente lamentable, teniendo en cuenta que no existe prueba alguna de que semejantes restricciones sean tiles, La principal desventaja de estas dietas son psicolégicas, La mayoria de los regimenes alimenticios son arduos, supo- nen mucho tiempo de preparacisn para la persona que coci- na y no son nada populares entre los nifios porque la mayorfa de los dulces y las comidas que les gustan estan probi- bidos. Aunque en principio se observa un breve periodo de {SY aBUSO DE LAS DIETAS 105 entusiasmo, éste a largo plazo cede su puesto al descontento y al desaliento. Las relaciones familiares positivas son tan importantes en el tratamiento de la hiperactividad (véase el capitulo cinco) que no vale la pena ponerlas en peligro por nada que no represente un beneficio importante, Puede ser muy éescorazonador cuando un tratamiento fracasa después de que ha sido entusiastamente recomenda- do y puesto en practica concienzudamente, Existe entonces la tentacién real de abandonar o rechazar otros tratamientos. Si decidis experimentar con las dietas, os recomiendo que no os obsesionéis con ellas. He conocido nifios a quie- nes se prohibia jugar con otros nifios por el temor de que pudiera comer un caramelo o un bollo, En este caso la res- triccién resultaba més negativa que el propio problema. También deberiais intentar no estar tan pendiente de las dietas hasta el punio de olvidaros de todo lo demés. Los niios hiperactivos generalmente tienen muchas necesida- des. Cuanto més grave sea la hiperactividad, menos proba- ble sera que los alimentos sean la causa dominante, Tam- bien es demasiado ficil perder de vista los canales de ayuda ceducativa o psicolégica por detenerse en las interesantes po- sibilidades de un tratamiento fisico. He intentado destacar que las oportunidades de ayudar a un nifio hiperactivo mediante la dieta son muy limitadas, y por esta razén no las recomiendo. Por otro lado, las pruebas cientificas a favor o en contra del tratamiento basado en una dicta adn no son definitivas, de modo que la decisién tltima corresponde a los padres. El conocimiento que éstos tienen del nifio es la mejor gula. Si decidis probar una dieta, debo recomendaros algunas cosas: «+ MANTENED un sentido de la perspectiva. * CONSIDERAD otros tipos de ayuda ademis de las dietas. * RECORDAD que la dieta no es el dtimo recurso. Si fracasa, existen atin muchos otros medios para ayudar a.wuestro hijo y no debéis desesperar. 106 EL NIRO HPLRACTIVO + NO os empefigis en una dieta demasiado estricta si la més simple no da resultado alguno. + NO prediquéis las ventajas de la dieta; puede resultar desalentador y producir confusion en aquellas fami- lias que no han tenido éxito con ella. 7 Cémo abordar la hiperactividad que la hiperactividad no es generalmente uma enfer- medad sino un modelo de comportamiento conflicti- vo. No tiene ura causa tnica ni tampoco una tinica cura, Sin embargo, es posible conseguir algunos logros a través de la relacién con vuestro hijo antes de intentar los diferen- tes tipos de tratamiento que describiré en el capitulo nueve. L ADEA GENERAL QUE INTENTO TRANSMITIR és Vosotros y vuesiro hijo No existe un método que sea mejor que otro para criar a un nino hiperactvo, como tampoco existe una unica forma correcta de educar-a los nifios en general. Cada familia fun- ciona de una manera diferente, y las reglas universales nor- malmente no son correctas. Es probable que haydis recibido muchos consejos sobre cémo disciplinar a vuestros nifios, y que entre ellos figuraran frases como: «Evitad los azotes», «Nunca intentéis sobornarlos», «Nunca se debe retroceder ante el chantajes. Es aconsejable que no se aplique ninguna regla de forma servil. La mejor gufa es hacer simplemente lo que resulta més efectivo para vosotros y para vuestro hi- jo, y sobre este tema vosotros sois los expertos. Por lo tanto, las siguientes sugerencias no pretenden convertirse en reglas, no reemplazan la sabiduria de los pa- dres, y tampoco intentan sustituir una ayuda profesional de 108 ELNINO HHPERACTIVO acuerdo con las necesidades individuales del nifo. Més bien, se basan en mis observaciones de familias que se han adaptado bien a Ja situacién y también en las diferencias que las distinguen de otras familias en las que la conviven- cia es conflictiva. Los padres de los nifios hiperactivos que progresan son a menudo los que mejor han sabido superar las dificultades. ‘+ Han encontrado los medios para identificar el proble- ma del nifio y estimular su autocontrol. ‘+ Han establecido reglas claras y encuentran tiempo pa- ra compartir un mont6n de tareas con ¢l nifio, aunque también puede haber conflictos entre ellos. « Han conseguido autocontrolarse ellos mismos. + Cuando los padres viven juntos, comparten los mis- mos puntos de vista, * Pueden tener diferencias a la hora de aplicar la disci- plina, pero, cualquiera que sea ésta, ha sido pensada de antemano y estan preparados para modificarla si no resulta efectiva, Reconocer los puntos positivos Ningiin nifio es totalmente desorganizado. Incluso los niflos més hipercinéticos pasan algtin tiempo entretenidos con un juguete, mirando televisién o haciendo cualquiera de las cosas que suelen hacer los nifios. Puede parecer una desa- lentadora minima cantidad de tiempo, pero, sin embargo, la forma de construir la atencién del nifio es reconocer los pun tos positives. De alguna forma, esto parece contranatural. ‘Tomemos el ejemplo de un nifio de siete aftos que se pasa el dia corriendo de un lado a otro, que es tin torbellino de ac- tividad durante las comidas y que se escapa de la mesa vein- te veces durante la merienda. La reaccién «natural» es res- ponder frente a la cantidad de veces que se ha levantado de Ia mesa. Sin embargo, también ha vuelto a la mesa veinte ve- ces ¢ incluso ha pasado algunos segundos sentado. Es menos |, TFTT?F?.. = © = = {COMO ARORDAR LA HIPERACTIVIDAD 109 natural responder a esos escasos segundos de buen compor- tamiento; pero es mucho més efectivo. Es importante que vuestras acciones se basen en vuestro propio hijo, y no en una imagen idealizada de lo que el nifio. deberia ser. Esto parece evidente, pero es posible que no ocurra de un modo natural. La tentacién es comparar al nifio con sus hermanos, sus compaiieros del colegio © sus amigos, y puede resultar muy contraproducente preocuparse por los aspectos negativos del comportamiento de vuestro Ihijo. Si se le carga con la responsabilidad de alcanzar el difi- cily remoto objetivo de ser como todo el mundo, el resulta- do es el desaliento. Un objetivo mucho mas adecuado es simplemente que la proxima semana lo haga un poco mejor. Puede resultar muy complicado aceptar a un nifio biperac- tivo tal como es, Como su comportamiento varia enormemen- te dia a dia, lo que se siente es que ellos lo podrian hacer mu- cho mejor si Jo intentaran. Como consecuencia, es muy fil sentirse frustrado porque no progresan y enfadarse con ellos. Los investigadozes han sugerido que cuanto més crfticos son. los padres, peor es el progreso psicol6gico del nifio. El hecho de que la condici6n hipercinética del nifio tenga una base mé- ica y no se trate simplemente de travesuras, puede ayudar a aceptar los comportamientos dificiles y a facilitar la conviven- cia. La fluctuacion de Ja conducta es parte del siuudrome y no un signo de que su nito se «esté convirtiendo en un nifio hiperactivow. No es un problema de locura, y muchos nifios se desarrollan muy bien a pesar de su problema. Una lista de buenas cuslidades. Un ejercicio muy «til es hacer una lista que incluya los aspectos més valiosos del nifio, Es probable que empeccis por apuntar aquellas cosas en las que el nifio parece destacar en relacién con los otros, para luego pasar a otras cualidades que podrfan ser estimu- ladas. Puede que os encontréis escribiendo un montén de ‘«

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