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Tain a tenes aula, s saga, mensle rans ‘Gann Vitam fine deo moder 1985 ‘Archigram se articulé como grupo en los primeros aos sesenta, en la misma Londres cosmopolita donde luego Mary ‘Quant y los Beatles venderian miles de minfaldas y discos a tuna juventud deseosa de nuevos signos de identidad y patrones cde comportamiento. El pesimismo y la austeridad obligada de la posguerra habian dado paso a una economia de consumo favorecida por a expansién fordista, por la influencia americana Y por un estado asistencial comprometido con el pleno empleo a seguridad social, la habitacion y la educacion. En la escena publica, el laborista Harold Wilson se preparaba para derrotar al conservador Harold MeMilan con un discurto politico que abandonaba la retériea usada por la mayoria de sus anteceso- res y aludia a una revolucién tecnolégica inminente, capaz de rescatar la fuerza de la economia bricinica y mantener alejados a los fantasmas de fa inflacin y del desempleo. ‘Yate, Ginn Fin deb Medemiod Ninoy hemvendatce en lecture pesnader,Baresions: Ged, 1997.9. 32 En e1 ano ae 1961, Peter Cook (1936) y David Greene (1937), entonces dos arquitectos recién sali- dos de la escuela, colocaban en circulaci6n un panfleto fen dos hojas llamado Archigram: la fusi6n entre las palabras arquitectura y telegrama, EI objetivo era salvar del olvido unos poemas y media docena de proyectos de estudiantes, que de otro modo no tendrian la mas minima posibilidad de salir publicados fen fa prensa arquitecténica tradicional londinense, como The Architectural Review y Architectural Design. En 1962 la publicacién pasé a conear con la cola- boracién efectiva de Warren Chalk (1927-1987), Ron Herron (1930-1994), Dennis Crompton (1938) y Michael Webb (1937), convirtiéndose en vehiculo de exposicion y debate de los proyectos y temas alrede- dor de los cuales se articul el grupo Archigram. Estos ‘temas, ainador con el tono de optimismo teenolégico que impregnaba enconces la sociedad britinica, se fueron desarrollando segon un eje central de reflexion Ia relacion entre arquitectura y tecnologia en una cultura en transformacién. La sociedad del consumo y del ocio, la demanda por flexiblidad y movildad, e! impacto de las nuevas tecnologias de la automocién y de la comunicacién sobre el ambiente fueron las cues- tones que estaban detris de todas las Investigaciones proyectuales de Archigram, © los puntos de partida para la vigorasa cantidad de disefios extravagantes, dlibujos coloridos e ideas fantasiosas que habicaran la revista, El pequefio magazine, que al principio parecia no tener aliento para mas que un par de nimeros, aleanzé nueve ediciones entre 1961 y 1970, Aunque ringuno de los proyectos publicados fuera efectiva mente construido, hasta el final de la década habian recibido innumerables menciones, positivas y negat- vas, en las mismas publicaciones en las que sus auto res_no habian encontrado al principio la menor eceptividad E! Ultimo magazine fue publicado en septiembre de 1974, después de casi cuatro aos. EI nombre, Archigram 9, indicaba que quiza ya no existera sufi- lente motivacién por parte del grupo como para repeti los hechos anteriores, alcanzando el impacto y fa coherencia interna de ediciones como el Amazing Archigram o el Metropolis de 1964, con sus referencias, a los comics de fccién cientific, sus cApsulas y mega- estructuras. O bien, simplemente atestaba la desapari= cién del mundo que habia justficado toda aque, confianza en el poder libertador de fa tecnologia Diez atios ances, Archigram habia desafiado la ccukura arquitecténica vigente con un minimo de ‘medios, una considerable cantidad de humor y ener a, y sobretodo, muchos dibujos. Con estos proyec- tos publicados en papel barato, con técnicas de Jmpresién econémicas y ediciones domésticas, habia, reivindicado una revisién del funcionalismo que recu erase el heroismo de las vanguardias futurstas y constructivistas, y sostenide la intencién de investr la arquivectura de las nuevas realidades sociales y econd- rmleas emergentes a partir de la posguerra, CONSTRUYENDO UNA FABULA DE LA TECNICA ‘A despecho de la desaparicion de la revista, la desart- ‘culacién del grupo y de la crisis de optimismo tecno- logico que acompaié el final de los afios dorados de! ‘apitalismo fordisea’ en los setenta nétase una inluen- ‘ca de Archigram sobre las corrientes tecnolégicas inglesas, especialmente en la obra de Richard Rogers, Norman Foster y Nicholas Grimshaw. Aparte del pasado comin en la tradicién funcional inglesa, de Paxton al primer String, una cierta gramétiea e leono= arafia que Archigram habia consistentemente explo- 140 a lo largo de los aos sesenea cristaliza en la obra de estos autores. Pero si existe una relacion formal, y Ih manutencién de fa confianza en la técnica, es e53 continuidad suficiente para establecer una misma posi- cién arquitecténica? En este texto se propone que el interés en preci- sar la contribucion de Archigram a la cultura arquitec- ténica debe ir mis alli de comprobar su relativa continuidad en propuestas mas recientes de las corrien- ‘tes tecnolégicas, como suele considerarse, En las disin- tas valoraciones eriticas de fa produccién de ‘Archigram.' subsistié el consenso de que la vocacién del ‘grupo para las temticas teenolégicas tuvo como prin- cipal resultado la renovacion de los repertorios moder- nos a partir de una ampliacién iconogréfica. Como Incerpretacién que pone énfasis en los aspectos pura- mente fisionémicos de esta produccion, su corolario es la comprensién de Archigram como episodio dorado de tuna considerable dosis de superfiiaidad. Esta es la pala- bra que surge para defini una produccion que se consi- era coma una fantasia tecnalégica, como un canunto ‘de imdgenes sucesivamente desplegadas en los diez rnimeros de la revista. Atractivas,instigadoras, pero ain ‘asi un conjunto de imagenes: y ademas, un conjunto de imagenes que es de naturaleza superficial y banal. Asi, lo ‘que emerge de este consenso es un Archigram muy poco ccritico, voleado en la pura prospeccién de un futuro optimista para fa humanidad por la mano de la tecnologia, e ingenuamente cegado por el encanto ficil e! consumo y dela cultura de masas. Michael Web, Suton, 1968 Pacer Cook, Pini, 1964 or Mans, Leo ais 6 i ecnoog yo peso tenolgcos, en Leo Mar y Mere Roe Smith ed, Hori determine tema (eo, Made: Alan Earl, 1996 Sobre apacion del concepto de poslsn argutecunica ver: Landay, Royston «Notes on the concept ofan arciecural poston, AA lg, 1, Autumn 1981 pp. I-14 "Para un revision bbogrfa ver Costa Cabral, luda Panel, Guo Aca, 1961-1974. Una fabled kena, Tess doctoral, UPC, 2001, press Se propone, a partir de este consenso, un cierto desplazamiento del punto de vista que permica cambiarlo, Este desplazamiento pasa por el necesario movimiento desde el universo de ls imagenes tras las cuales es conocida y discutida esea obra, hacia las estra- tegias proyectuales desarrollades por la misma. Porque ‘es sobretodo desde el punto de vista de estas estra- ‘egias que existe una Logica interna en esta produc- cidn, que articula estos proyectos singulares en un proyecto compartide, que es sin duda més que una simple coherencia de linea editorial, En el caso de Archigram, estas estrotegias proyec- ‘uals estan vinculadas a unas pautas en conereto, que pueden ser reconocidas segin tres lineas principales. La primera de ellas es la relacion entre tecnologia y ‘consumo, que remite al tema de la substitucin y del entorno desechable. Desarrollada a través de la dialéc- tea entre cépsula y megiestructura en fa Plugin City (1964) de Peter Cook, la proposicién es sintetizada por Warren Chalk en Housing as 0 consumer product, articulo de 1966, La segunda es la discusién de la rela- ion entre tecnologia y lugar. que examina la cuesti6n de las nuevas movildades y su potencial sentido de dispersién. EI nomadismo es el tema central para una serie de proyectos, desde la megaestructural Walking iy (1964) de Ron Herron 2 micro-arquitecturas como el Cushicle (1966) de Michael Webb y el Uving- pod (1965) de David Greene. La tercera y Gitima pauta de investigacién es la exploracion de los limites, imprecisos, entre tecnologia y materalidad arquitecté- nica, que articula proposiciones como Computer City (1964) de Dennis Crompton ala floresta cibernéticas ya la nocién de una carquitectura de la ausencian (1968: 1969) propuestas por David Greene. Fue por medio de estas estrategias que Archigram ineent6 no s6lo integrar las nuevas tecno- logis a la arquitectura, sino sobretodo, reflexionar, 2 través del proyecto, sobre las experiencias que la téeniea estaba colocando en el plano culeural y soci Esta reflexién s6lo se revela con integridad a parcir de este encaje, de poner en relacién estos proyectos y reconfigurar los pasos de la historia contada por Archigram, y comprender su doble articulacién: interna, en el campo ficcional:y a fa vez externa, con su profunda implicacion en el contexto de los sesenca. Fue a través de esta narratia que Archigram articuld un discurso arquitectonico, que podia ser propuesto como un discurso critico con relacion a un discurso disciplinar genérico? En este sentido, se ropone que Archigram actud en el «mundo del texto» no s6lo porque la forma de exponer sus proyectos € Ideas fue a través de una revista. Archigram actud en cl mundo del texto porque organizé un relato de fccién, si entendemor esta expresion tal como explica Paul Ricoeur, come la proposicién de un mundo diferente del mundo real, pero aun asi, a epropesicién de un ‘mundo susceptible de ser hobitadon* Pero en esta fccén arquitecténice que Archigram construyé, la faneasia y el recurso al imaginario no tiene nada que ver con lo irracional, la fantasia es e! instrumento para construir un mundo que tiene una logica interna, y que, mas que nada, se pretende que pueda llegar a interaccionar criticamente con el ‘mundo real, y es por esto que esa narrativa puede ser considerada como una fabula. Y para que sea posible Landi, Royton eArchiscrurldscoutee and Gieions, The Jura of Accu, | Spring, 1996, pp 9-60 * Segundo Ricoeur la nocon de mundo de torts nos exige aber (.) obra Merara 2 un exterior” que ela proyca ante sy ofece al ‘ramen ere eal eror Noxon de apertira que no conrad ae ire implies por el pana forma de configura, ya que ot (obra puede estar ala ver cerada sobre si misma en xan a su estructura yablerta aun mondo, comm una WeMan’ GUE ECO fs parpee- ‘a hua de un pa oreo. Esa apertura consist en ro-pesiin de un mundo susceile de ser habtadon, Paul Ricoeur Tepe y Naacén I. Conan el ompo ene reas de fecn, Madn: Sigo Verano. 1995, p 533, Rom Heron, Waking iy, 1964 confrontar esta fibula con el mundo real, o que ese discurso particular de Archigram pueda ser confron- tado con el discurso disciplinar genérico, la cuestion de la verosimiltud es fundamental. El realismo en los dlibujos, fa retdrica del deralle, el supuesto compro: miso técnico de todos estos proyectos, funcionan ‘como uno de fos puntos fundamentales para conferir plavsbilided (en el sentido de lo que es admisible) a fa rarrativa: para fraguarla en un lenguaje comin, que Permita al mismo tiempo asimilar otros repertorios (del arte, de la cultura popular, dela ciencia),y mante- ner el nicieo comin de dislogo con la tradicién de la profesién. El gran movimiento de la fabula de la cécnica que Archigram construy6, el flujo de esa narrativa, fue de la monunentalidad a la miniaturizaci6n; de la solucion totalizadora a la fragmentacién: de la logiea mecani- cista de las megaestrucuras a la invisblidad y a la aspi- se NA HRA BELLE racién de inmaterialidad de Computer City y de la floresta eibernética. El contexto de esta fibula era la ‘emergencia de ia sociedad de consumo y el giro de la posguerra en direccin alas tecnologias de la comuni- cacién y de la informacion; el paso del mundo estable de! forcismo y de las cadenas de montaje, a la condi- cién de entropia y simultaneidad que expresaba la rmecifora de la aldea global de Marshall McLuhan, ‘Asi la osclacién de esa narrativa, entre la logica secuencial y mecdnica de Pligin Ciy y la simultaneidad clectrénicamente producida en Computer City indicé justamente aquella transformacion en el cardcter y en la Fepresentacion de la tecnologia cuando esta ha dejado de estar identificada principalmente con ortefactos coneretas —como era el caso de la maquina— y pass a identificarse, cada vex mis, con sitemas y procesos potencoimente abstracts yubicues de contol como en el ‘ato de los sistemas de comunicacin e informacién, El papel que la mecanizaciin habla desempefiado fen la cultura de la modernidad seria asumido por las tecnologas elécricas y electrénices; si el funcionalismo de los aos veinte habia buscado representar la ‘méquine, como una entidad concreta, y el tiempo de las eadenas de montaje, como un tiempo que podia ser dividide, medido y organizado conforme una suce- sign linear de eventos, lo que la fibula de la técnica propuesta por Archigram procuraba asimilar era justa- ‘mente esta eransformacién en la percepcién de la tecnologia, y la implicacién de esa transformacién en |a propia experiencia del tiempo y del espacio. «Qué hemos construido!» —explicaba ‘Cook— «un conjunto de actitudes, un conjunto de referencias, una ampliacién del vocabulario de la arqui- tectura no sélo en el sentido formal, sino también en el sentido del qué podia ser discutido por arquitec- ‘uray’ Lo que Archigram queria demostrar. a través de esa fabula, era no Unicamente cémo la arquitectura podria emplear las nuevas tecrologos, sino, en ultima instancia, investigar cémo la tecnologia estaba implicada en Ja manera por Ja cual los personas utizarian, exper ‘mentarin y vvron la arquitectura y la ciudad. La razén de esa fibula era interpreta, a través del proyecto como ficeién que permite explorar un campo de rela ciones conceptuales y formales, un conjunto de trans formaciones sociales que estaban implicadas con los cambios tecnolégicos. Esta fabula estaba dirigida por Jo tanto a la cultura arquitectonica de su dempo. Era ese _mundo de la cultura arquitecténica, el que Archigram queria amplia. EL BLANCO DE ESTA CRITICA: UNA MATRIZ DE PROYECTO PARA UN MUNDO EN TRANSFORMACION Si esta narrativa, o esta fibula, encerraba una dimen- sin critica que es normalmente infravalorada, Zcudles eran los contenidos de esta critica? En el contexto inglés, una arquisectura estatal concebida como servi- cio piblico habia en parte realizado tas ambiciones sociales del movimiento moderno. Habia utiizado la industrializacién y la prefabricacién para colocar en ‘marcha una politi habitacional capaz de producir las cantidades esperadas de viviendas al afo. Pero ni la versién inglesa de realismo social practicada en las New Towns, ni los grandes bloques habieacionales ejecutados con la prefabricacién pesada, ni el moder- nismo domesticado del estilo internacional resultaban convincentes para expresar una sociedad emergence. Esta sociedad répidamente transformada por la explo- si6n de la cultura de masas, por el impacto de las teenologias de la comunicacién y por ln ascensién de fa coleculeura, Desde el punto de vista iconogrsfico, Archigram bused referencias directas en la propia cultura del consumo, del mundo de la ciencia, de los objetos técnicos. Pero no se trataba sélo de una cuestién de istiea, aunque existia sin duda_una Cook, Pear Conferenca sobre el proyecto de Archigam para Monte Carlo, 1970, Coleglo de Arqutects de Mn, 30 de marzo de 2000 (oo pea) vvoluntad de ampliacién de los repertorios arquitecto- nicos modernos. El problema fundamental para Archigram era, por un lado, recuperar aquel compro- miso de las vanguardias, de asimilacion de una cultura ‘técnica (entendida como conjunto de objetos técnicos y formas de organizacién) a través de una respuesta no puramente técnica, que fuera capaz de expresar, formal y compositivamente, una realidad emergente: y or otro, promover la revsin del dogmatism funcio- nalsta dentro de este nuevo contexto de continua transformacién, de aquel mundo que «parecia estar explotandon* Lo que se estaba poniendo en discusién era la ‘confianza funcionalista en I posibilidad de determina- cién de las formas a partir de una identfcacién univoca de las funciones. A la matriz funcionalista del proyecto basada en ia asercién de Auguste Choisy de que «cada problema encerraba su propia solucién»,” ‘Archigram buscarfa oponer una matriz composiiva para un problema miliple, cuya solucién podria estar fuera del mismo, La sintesi de esa macriz estd ident ficada con ocho conceptos fundamentales para ‘Archigram, las nociones bisicas que fueron susten- tando todos sus proyectos: metamorfosis,emancpa- cién, indeterminacién, control y eleécién, contort, rnomadismo, y el par hardsoft. ‘Archigram no slo realiz6 sus propuestas dentro de un marco econémico, politico y social histérica- ‘mente defnide, sino que fue conduciendo su acwuacion critiea de acuerdo con una agenda de problemas suge- rida por este contexto, Asi, la matriz de proyecto propuesta por Archigram articlaba uno de los grandes temas culturales de los afios sesenta: el relativo despla- zamiento del énfasis en las demandas sociales y colec- tas. que habian sido centrales para las vanguardias, para la cuestién de la expresién y de la libertad indivi dual, en el marco de una sociedad de masas y de un estado tecnocritico, Esta insistenciaen la participacion Denne Crompeon,Compater Cry, 1964 * Greene, David entrevista a Barry Cur, en aArchiram =A Necesry Ian’, en Deans Crompton, Conering Achim, Londres eda question pate, a soution frit indiqudn, Sabre la reli ence fancioalmo an el movinlento moderno y Auguste Choy ver Bantam, Reyer: Tear nd Design inthe Fst Machine Age Londres The Architectural Pres, 1960 individual y en la nocién de una arquitectura como producto de consume, pero también como producto del consumidor que el texto de Warren Chalk propone y la Plugin Cy de Cook tipifica, era una respuesta a uno de los dilemas basicos en el contexto de la sociedad de la afluencia: el problema de la autonomia individual delante de los grandes sistemas tecnocraticos, en una sociedad homogeneizada y un estado protector El chombre del traje gris» de Sloan Wilson, el hombre organizacién» de William Whyte, el hombre uni-dimensional» de Marcuse o la «multiud solitarian de David Riesman eran encarnaciones de un cierto malestar de la afluencio que acompafaba estos taiios gloriosos» del capitalism.” Y este mismo contexto intelectual identifcé personajes que podrian consticuir e! antidato al conformisme del hombre del ‘raj gris: el homodudens de Huizinga, que es la fuente ‘original de la idea de Ia autonomia individual cons- truida a través del juego de Riesman, o el némada téenicamente equipado de fa cultura beatinik. Ese dilema entre individuo y sistema, que informé los movimientos de contracultura de los serenta, penetré la cultura arquitecrénica y suscité distintas respuestas, algunas nitidamente anti-modernistas, otras no. Para ‘Archigram, el home-udens y el némada tecnologica- mente equipado fueron los personajes a contraponer la cultura arquitecténica, en el intento de reverter la utiizacién de la tecnologia para las finalidades de un nuevo proyecto anti-tecnocritico. Si el problema de proyecto con que se hablan enfrentado las vanguardias funcionalistas era. homoge neizor, para poder producir y repetir en escala masiva, €l problema de proyecto que Archigram identifiaba era como diversficer, como posibiliar un consumo dif renciado, pero dentro de la misma légica de la produc cién masiva. Donde la busqueda tipolégica moderna habia preconizado no s6lo nuevas soluciones arquitec- ‘énicas, tino también un determinado modo de vida, cordenado e higinico, con «un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugarn, In expectativa de Archigram fra investigar una matriz abierta de proyecto que justamente evitase a arquitectura como «solidfcacién de cualquier modo de vida». Conceptos como eman- cipacién, metamorfosis, indeterminacién © noma- dismo, estrategias de proyecto tales como el plug-in y ¢l cipro, son propuestos como artilugios para confe- 5 propane com a marc ints on a cal rtucionr bs propusts de Archgra: Dv Roe, The Lane) Crd 1980, San Wison, The Mon the Gry Fema Sut, 1985, Willa Whyte, The Organon Man 1956, Herbert Marcie, One-dmersral Man 1964, Ver: abr, op. ct, Cap 1.1. Um eran eric para uma argutetura como produto de consumo edo consumicor, pp. 62-77 ric al individuo la posibidad de partcipacién y elec- cién, de ejercer por si mismo control sobre su ambience de vida El cierne de la critica de Archigram a la culeura arquitecténica vigente era la resistencia por parte de festa cultura a incorporar fas nuevas tecnologias de una manera que fuera més favorable a este tipo de control individual, de pasar de la prefabricacion pesada a la inversion en sistemas de proyecto y produccion que fueran més aptos para ofrecer opciones de control por parte del ocupante. Esa era la idea de la megaes- ‘ructura como un sistema genérico bisicamente inde- terminado, cuya organizacion, en cada momento dependeria de la suma de miltiplas decisiones indivi- duals: ese fue el camino de la fragmentacion de las cépsuls en sistemas de pequefios elementos prefabri- cados, en artefactos movies, en dispositivos técnicos para llevar consigo. Archigram estuvo siempre en el sanegocio del catdlogo>," y lo que divisaba como su contribucién al tema era defender la posibilidad de ‘apropiaciin de la tecnologia a una escala al mismo sempo individual y masiva ON THE (ROCKY) ROAD "Wy do you care, wy do you care about me the Future, dew your planing you se ‘(unborn wh your ales and ‘morales, don magne me de beckon you wih Bombs and plastic soul (rte your own realzation that you are already lsc at worries you. (6) The rod, ends, to top, indeed rocky Dad Groene, 1969° \eEramor en el negocio de cxtalopacion, muesrotrabso = lminary extender y reinvent aslogon. eArhgram, Background Note, ‘Arctecura Desig, agosto de 1971, 486 "Greene, Davi cre yu sing comsrtabl! Than Il beg, AroMecta Design, mayo de 1969, S07 Desde una perspectiva actual, David Harvey en La Condiciin Péssmoderna comenta la transicién econé- ‘miea del fordismo a un régimen de acumulacién flexi= ble; en que el capitalismo pasa a organizarse a trovés de la dispersion y de fa moviidad geogrfica, y cuya principal consecuencia cultural est identifiada con cuna aniquilaci6n del espacio por medio del tiempo.” Paul Virilio apunta como elementos constitutivos de nues- ‘tra época una velocidad y un tiempo tecnolégicamente producidos, cuya consecuencia seria la erosién de los limites fisicos, y el paso del orden del sucesivon al «edesorden del simuitineos.* Desde una vision contempordnea, la pequeha fabula de Archigram puede hoy ser leida como una representacién sintétiea de toda una transformacién feconémica, social y cultural que tuvo lugar en el contexto de estos afior de reestructuracion capita- lista, en que un modelo fordista, industrial, basado en Ia produccion y en el consumo de objetos, pasaba a combinarse con las formas de produccién pés-fordis- ta, Es paraddjico que el camino de la fibula propuesta por Archigram., cuyo fin itimo esté en la direccién de Ia invisblidad y de la ausencia, a pesar de su perspec- tiva basicamente optimist, haya anticipado el sentido de una critica contempordnea de la técnica, sea la teorizacién de la estética de la desaparicion de Virilio © la compresion espacio-tiempo de Harvey ‘Archigram proyecté su fabula en un mundo en visperas de una crisis de futuro, Si colocé el punto final fen esta fabula en 1974, una parte de su profecia se ccumplid, sin que eso significase aleanzar el mundo de la flexibilidad, del juego y de la autonomia individual que divisaban, y su optimismo parece hoy fuera de lugar. Sila tecnologia tornase la arquitectura dispensa- ble, seria porque al final, segin e! modelo de Meluhan, en el mundo revribalizdo por la clectricidad, el hombre seria restiuido a una condicién integral y primitiva de reconeilacién con la naeuraleza, Si, desde el contexta de la revolucién industrial, €’l culto al primicivismo y al individuo habia sido una de las més. profundas reacciones romanticas contra la maquina,” el modelo de McLuhan daba margen al opt- mismo, porque de una cierta manera ofrecia una pers- pectiva de solucién, ofrecia el retorno a lo primitive como respuesta a ln contradiccién bisica entre la racionalidad técnica y la restricci6n a la autonomia Individual como dilema ineelectual en el contexto de los afos sesenea, Pero, el problema bisico de la fabula de Archigram (y también del esquema de McLuhan) no es simplemente su confanza en la tecnologia; es su confianza en la tecnologia como agente relotvamente ‘uténomo de combio. Desde el interior de la burbuja de Idealizaci6n de la tecnologia que permanecié inflada hhasta que entrase en crisis el modelo de sustentacién del estado del bienestar, probablemente era imposible ver que el camino de esta fibula era también el de la disolucién del mundo que permitia su plousiblided. Que Ia misma cultura tecnologica que habla estado Implicada con el chombre saltando de arriba abajo en la luna y en las calles, los estudiantes en el poder en Woodstock, en Hyde Park y en los campusn,* que la misma tecnologia que parecia estar sembrando una floresta cibernética para el deleite de los hombres y permisiendo moverse alas velocidades eléctricas de la conexién planetaria, estaba posiblitando la tltima reestructuracisn del eapitaismo y la desindustralza cidn, ¥ es0 no era el augurio de la realizacion del Edén y de una completa cultura del ocio, pero la decadencia Urbana, el desempleo y el descenso del estado asis- tencial en la subsecuente era Thatcher. Los escenarios de la fabula de Archigram son perfecramente factibles en los horizontes tecnoldgicos ” Harvey Davi. condo pésmader (1989) SSo Paulo Editones Loyal, 1993 iro, Pau Eee de a desaparsn,Brclon: Eaoral Anagrams, 1988, Ve también ol ensay a contol del entornon, en Paul Vir, 1a Ineca Play, Trama edi 1999, pp. 92-115 urira, Lews. Teenc y Giza (1963), Madr: Alianza, 1994, p, 310 ' Chae Warren, eTouch aos, hectares, bre 1971, p 432 cn 6-976 EA EATEN actuals, La tecnologia puede realizar lot suetios de Gi Conjuro que Archigram’dhisé en su fibula, pero el Sentido de la apropiacion humana de Ia técnica que tista en fs extrategas de Archigram sedis on la resaca tecnologia de los stent, no parece tan fe mente recuperable en el bafo viral de ls noventa. Enel contexto dels aor serena, Archigram contaba con la idea de una teenologa posible de ser colocada bajo el contrl de los indvdvos La erayectoria de Archigram, dela megaestruc- tura a fos pequef elementos, del gigantimo la representa un esuerso por devel ver in cecnologia ala escala humana, ana dimension posible de ser manipulada por el hombre comin La (dea de orguecura como. juego propuesta por Archigram tenia que ver con esa posblidad. Remite a las expeaciones de Lows Mumford sobre el papel fundamental que desempens el juego en fs constitu cién de toda una cukura técnica. El exprey del juego Contribuyd para iberar y expandir una maginacion mecinien, que primero estwvo ocupada en la iven- Clon y en fa produccion de grefictos ingenios no ttltarios, que consttuyeron el terreno de a experi mentacion sobre el cial esaria cimentado todo el desarrollo de la cultura material humana." Tods a gramitia plugin y clpan que Archigram investigs procuraba recoger ext posbldad, de poder separar fF todo en sus partes, de comprender su funeiona- Irian, de tormario mangjble para que pudera ser Convertdo por el hombre de fale en otras aru tectura,en otras bus. Cuda Plane Costa Cabral er argitecta doctor por el programa Teoria ¢ Hireora de Is Arquectra, ETSABUPC.Ensiyo extaldo ela tess doctoral Arar 1981-197, ara fala de wees Fesizads con una beea CAPES del goblero de Br "algunas de as grandes rekzacones de a nacanzaion se concbron prmerimente como coms de jegorlojescomplcados ip ras se movin con inn sucestn de flee ysegater mowmientos, mufear que se mova sis coches que andaban como un Mecano ‘de ele.) La verdad meciic foe 3 veces doa primaramente en roma amis que leer ue primera usados juegos de salon te Amrica antes de sr emleado en cig. En eld linge inter deni ube en slo vagos dices come gra part dl ite ‘rt del adulto por is miqunas: os motores sn cubory plat verdor de eoquea par lo eis. El espireu del juga lero tragncion ‘mechrican, Munford, ppp. 120-121

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