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altri Gedsaofrece os siguientes titulo sobre CINE, MUSICA Y TEATRO ony Braoy Sinn Frases Awsor no Lameasias ‘Tostis Manono ‘Aum Jengesson ‘Sone Baan Sn Fetanes Ansorn0 Lanenais Niaent Mars eve ver Dess Lewis own Fundamentos dele historia dela misica loficio det guionisa La composclin dela imagen on ‘movimiento El pentagrama seceto Loreal yo virtual La préctca det monte Gn argument Gin Seamer Worf tnt dt crepe tongue del cine La misiea ye cerebro Introduce ale flosefia de amisiea Panios dle referencia FUNDAMENTOS DE LA HISTORIA DE LA MUSICA por Carl Dahlhaus el original en aleman: Gndlagen dr Mustigesehchte 1977 stustkverag Hans Geri tn ‘Traducein: Neia Machate Dien de aber Mare Vala ty Paton Goats S.A. ‘uns 150, ent. “ul, 201 6000 ( 84-7432-620-6 egal: B-87847/1007 Ai en Lberduple i 1, 08014 Barcelona Provoco, 4. gPérdida de Ia historia? 2, Histoviidad y eardcter artistico 8, gQué es un hecho en historia de a miisica?.. 4. Sobre el problema del sujeto en ta historia ela mien 5. Historicismo y tradicin. 6, Hermenéutica histériea., 17. Bl juieio de valor como abjeto y como promisa 8, Sobre In “relativa autonomia" dela delamisia 9, Tdons aceres de Ia msisien estructural. 10. Problemas de la historia de la reeopeién. spice De NoMERES PROMOS. Prélogo Bltitulo, Fundamentosdela historia de fa mutseg, resulta ‘de por si algo alisonante. ¥ para compensar —o por lo menos Jnacerme perdonar— la ineapacidad de eneontrar tna formula: ‘ion mas precisa y menos rimbombante, slo me queda un ‘remedio: preven al lector —antes de que éste ince la lect ‘ra—deque nose tratade una introduceiina hechos fundamen {ales dela historia de a masica ni do un texto sobre el método Ihistric, a estilo Bernheim, Tampoeo es losofia dela historia © eriticaideokigica segun Ia tradiign de Hegel 0 Mars. Son rellesiones sobre historografiaa las cuales el autor se sinti Iamado.oincitado en razin del notable dosequilbrio exstente ‘entre a falta de trabajos tedricos dentro de su propia disipling peviférica y la casi superabundante producein tedrica de la Investigacion histriea en general, de In sociologia y de la filosoffaabroquelada en el armpo dela teria cienifica). Si se ‘busca un modelo, habria que pensar, mas bien, en la —nunca superada—Historik de Johann Gustav Droysen, de 1857. esultadifil trazar los limites netos dela critica ideol6- sca, Ensu émbito —oen el émbito que protende abarear—, 1s éleccin de un tema ha aparecido siempre entrelazada con la decisiina favor de una delas pesicionesenlitgio. Supongamoa ‘queseafirma—aparentementesinsegundasintenciones—que el asunto en discasion noes sociologta de la histori, sino st 16ica. En otras palabras: supongamos quese insisteenestable- cor una diferencia entre In seiologia del conocimiento, que {investiga lv relacionesoxtornas, yl teoria dela historia, que studi relacones intoras. Un marsita, que weenel partiiae ev alternativa de apertura, sospechara orn, Noes posible evita a desconfants ‘Nlosummose podrd agumentarantacllaque,hastacl momento, nose hanlogrado deexri,en a prdctea cents, relaciones tan evidentes come lo firma la teots, El concept de que la historia esrusturale,a prior, més progresista”quelahisto- tia narrativa, resulta abwurdo alse tene en cuenta @ ac Burekhardt ofa Wilhelm Heinrich Ris La tesis del erdcter ‘renecionari? del formalism rasoo dl estractiraismecheco hin demostado ser una falafceeién dela historia, Dela mime Ihunora,elmétodo del-comprender” que anta deseonflanzata thnpertado, no puede vinculare so con una stad de ant tuaro, que olvida st mundo para sumergree on un too del Sando, Tambignesidentifcablocon une postin de distance: Bike) yuo —al comprendor cada veo mejor al pasndo—rero- cai lforoncia, cada veo mds calgmatiea,y experimenta la ie proxmidad eomacrecinte distancia, parsexpresarlo iaminersparagia, Wa erinis del peneamiento histérco dela cusl so habla Made neo dceadas,nofueinterprtada n’cnsurada alcomien- oedeadeHrnst Troltseh Der Hstortamusund seine Probleme, baa) hasta Aled Heuss (Verlast der Geschichte, 1909) foun pllgroqueamonazabu ala heloiogratia dca dentro, tomo Insoguriad do Tes premises dele cuales pata, de lan fits que ve habia ado y de lo casinos que sedalaba para Blennvardichas metas Sela viocome una dseorposiién delat Betioned\yue cumpitsonlaconconsi genera. Sin exarro, Hurante or itimos ntee sea ido compro, cada ves con fuyorlvidad, que ls ficultades de principio’ en law cuales Given anvuola ls hstorigrafa, no deaban tan indemne ala Praxis ciotiesctidiana, como se ereybo se quiso creer en un fomnene, conviando en iadferencia entre meter, de euya go ettba vogue, y ta Wezanschauung, que era cosa Bi te me permive una digresign personal a titulo Minato os eta qin ea daira dela ‘aun contitayon rflexiones de alguien directa: loufludolpno dun tao gue vets yet cen tes #ynnso pred de ana ambien vc sarc al Inston do le misien enn dseripeén dela formacon bs con los cuales la sea justfea au autonomic iu prtenain de ser eecuchada pars ism. asin psc rma or rai te pest en pri, eri a eual una dora eco historia" por ser nueva desde el punts de via tivo, Pertenece a una historia conesbida como una cad tvifeaciones. Los enemigos des historogata trad con formacion en materia de Slosofia dela histo ae poresceamino wet clevando,reefiexivamont ri depacpdtoaahisradela mal ty fvuna promise dels sign Sy Xl onvien Obra debi ser original para ser aunties. Argue Aulaseatdad ose Ge Nese rere donna fine unfalen perspctva, através de una ranting ne rari dunn. lo lo nuovo en cada cao, part neo const P ‘sobre 1a base de Ia sucesién de cambips lade ap mdelo nucrocn neal ony uo o pds doses, adechadA ura asic” porque nada ston estragry Tnanera puede nogarse. Sin embargo, e8a pi ng habia sido tan decsiva como se la presenta en rata que parte delas ideas dela losofin dela} tento por coloear. el scent rea, tal eomo lo estaba en la pordnoos mejor dicho: de los grupos neo babria sido necesaxio roomypla ‘una eoneat to ob elon do tenacién do sucosn o de obra critica similares alas que se oponen a la historia de las obras, estrechamenteligada aclla, Aquéllassecrientariande acuerdo ‘onla creacién de una "lgica musica”, para lograr un principio de eleceicn y vinealacion de los hechos. Be seria el medio por ‘leual una musica conscientamente artificial jusiicera, desde el punto de vista estético, su pretensiones de autonomfa, eu femancipacidn de fines extramusieales. El hecho de que en la risa do los siglos xm y'xx, el proceso de aparicin y diferenciacion de la tonalidad arménica, que confiere forma, ¥ del trabajo sobre el tema y motivo parecen ser el proceso Ihstérico central, eaya acentuacién se fundamenta on Ia ostott- ‘ea de obra do la époce, no admite mucha diseusién, Pero no se puede establecer en quémedidaes posible declararla evolvcién ‘deestructurasy medios artistics de épocas anteriores, omolo ‘ds importante para el htoriador. Una historiografia que partiora dela premisas del sigloxvnodeberta, quiad,subrayar fos medios por los euales una misa polifinica adquiria la integridad eclea que la hacta sobresalir,eomo bra de arte, del context litirgico, sino aquellos factores por los cuales una Aleterminada relacién entre funcién extramusical y procedi- rientos musicales a constitufan y la afrmaben como norma ‘de un género(excluyendo algunas obras cuya finalidad repre sentativa merecié el ealificativo de ostentatio ingenii, que ‘Heinrich Glarean [1488-1536] aplieé a Josquin), ‘Pero la medida en que un historiador deberis adaptarse a 12 formas de pensar ya los habitos de jazgar de la era que Aeseribe,continiasiendo incierta. Yloseréen tantoel historia- dor se vea foraado, en un caso extremo, a extracr la ihisoria consecuencia de exclu dela historiogratta épocas sin concien- cia historica es decir, tiempos do ininterrumpido tradicions lismo, en los cuales el ahora no era mas que una repeticién del ayer, baséindose en el argumento hogeliano seg el el as res gestae solo ascionden a “historia” en el sentido real, cuando sereflejan en un historia rerum gestarum. (Deacuerdo con esto, ‘una historia de fandamentos arqueoldgioas, que a remit alot simples rlictos—en lagarde remitire a los informes—, seria tan s6lo una prehistoria.) ‘Aparte de las dificultades generales esbozadas como ame. ‘nazas a Ja historiografin on general existen otras, evidente- ‘mente referidax a Ia historia de. lermdaioa Sin que se bays egado a controversiasexpectaculares, en las timas décadas tanto eoncopto de estilo como el método historiografico,cuya ‘categoria central estaba representada por aquél,han empalide: ‘ido y se han vaciado en una medida tal que, de las ide reunidas a principio de siglo en torno ala palabra “estilo, cash porestan més que cisearas huecns, Pero mientras a concienela Ihistérica ineluya también la coneiencia dela historiidad mi mma y de ls procedimientas en los que ésta se abjetiva, no est ‘de mas investigar los motivos de la decadoncia de la histori srafia del estilo, por un lado, y reconstruir ls problemas como Solucién de los eusles In coneibieron Guido Adler y Hugo Riemann, Pues ee supone que loa problemas correspondent interrogantes que no envejecen tan répidamente como lai respuesta, que cambian de una época a ata. ‘Se putde tomar caneiencia de algunos de los motivos que ‘ondujeron a la desintegracidn del concopto de historiograli ‘del estilo, sin introdueirse en la marana de definiciones del ‘concepto de estilo en sf. Hvidentemente, la difeultad decisiy ‘onsiste en eoneliar—sin forzar las cosas—el postulado dou Felacidn interna de as earacterfsticas del estilo, y el métodode {dsterminar tn estilo por comparaciin con otros, es dit ‘onsiderar las earacteristicas distintivas como esenciald yomos, pues, las eausas de esa descomposieion —por Io ‘csquemiticamente—, sin detenernos en ls problemas Inetales. De mado que no se hablara dol concepto de eatin bt mismo, sino de las ideas historiograficas vinculadas a) 1. Ems eaquema de una teoria del eoncepto musa do ostilo (91D, Guido Adler partié del modelo al cus tarde, Brich Rothacker denominaria modelo del onal Pero enfoue demuestra rer engarioso, por mis que PASE asi inevitable st ge intenta ajustar a historiogratia Wn ‘dterminasin de los hechos musicales a traves de leita de futile, (Todavin en 1965, en el artioulo "Stl" (Extlo) de I fenciclopedia Musih in Geachiehte und Gigenuart XI 10 Baward A. Lippman hablaba primero dé’ nin "orp ‘analogia entvela historia de un esto ya historia de i do tna obra, no surge por easualidad, como expresién de una Voluntad aviisticn easual, sino que se basa en leyes de la ormacién, desarrlloy decadencia del proceso orgtinica” (Der Suilin der Musik, 2 edicion, 1929, 18), Adler est elevando ala eategoria de “ley” que regula la historia de la musica una sim ple analogia, admisible como metafora, pero cuestionable como tcorema dela filosofia de la historia. Sie la considera desde el punto de vista de su funcion metodoogca, laingenua metafii- ‘a no pasa de ser una fala easual que podria corregirse sin fafectar, en su sustancia, el eoneopto de la historiografia del Cato. La analogia os eaencial, on todo easo, porque las defini cones de estilo —ya se trate de una obra aislada, de Ia obra feompleta de un compositor o de la produccidn de toda una {poca—son, fundamentalmente,construeciones cerradas en si mismas y complejo separados entre sf, que debon ser rlacio- ‘dos “desde fuera” —precisamonte a través del modelo del Orjsinisme— para manifectarse como etapas de un proceso ‘volutivo, Ee verdad que, desdeel punto devistadela eritica del silo, se puede captar una unidad ms amplia, que ligue los ‘omplejos yuxtapuestos pro la piramidede conceptos de estilo ‘quo resultavia de esto distaria mucho do epresentar lamarcha dle un proceso evolutivo. Por eso, cuando Adler hablaba de “adigjecta membra de una pseudohistoria” al referirse a la ‘yuxtaposicion de estilos de obras (239), estaba dando un nom ‘roa la debilidad de su propia concopeion. No advertia que el problema, tan claro en detale, no repetin en Tos estos de las eens dentin enesnca nue en oto aren de magni 2, Hl modelo del organismo —entendido como condicién [ara quo la critica de estilo dé origon a la historiografia— se Minculaen Adler (y no por easualided) oon el prejuicio estéico UW Insuporiordad deloa estilo ldsicos. "Al seguirla apariein, Aoveeimionto y decadencia de una grientacion eatilitica, el {érmino medio dentro del periodo se constituira en principal factor do comparacisn, Los eriterioa de estilo sen fjados por io grupo intermedio, tal como ocurre en la evolucién del coral, Heide ol estilo do los siglos x ya hasta le misieapolifiniea « ‘cqopella do las miodslidadn ootlsticas que aleanzan su plena Inadureen ox siglosxvy-xvi. Pueden y deben ser tomados en ‘Guenta-el significado y la importancin historiea de etapas elle we. aS ee previas y de derivaciones, aun cuando se aparten individual- ‘mente, de los eriterios de estilo determinantes. Asilos tipos de coral de los primeros tiempos que, ean su intercalacion de tonalidades intermedias, oo spartan del coral de cardeter diaténico dal término medio, o el coral que tiende a una equis paracidn ritmica en los periodos finales del génoro; otro tanto fcurre con los de las etspas iniciales, quo so apartan dela festrita polifonia voeal de ln época de Morecimiento, part rocurrir & medios instramentales accesorio y con los rien instrumentales dela etapa de decadencia” (Methode der Musil {eschichte, 1919, 20-21). El lenguaje empleado por el historia ‘dor Adler revela su predilecién estética por el clasicismo, Por ftra parte, en el fondo se adivina Is intencidn de “salvar ln struccin histérea, alzeformular elesquema motafisico yd losofia de la historia en un esquema heuristic. Pero ai la premisa estética de Adler resulta insostenible (me refiero a la dea de que uncontrapuntoimitativo representa lacalminacién | clisiea del estilo polif6nice, mientras que un eonjunto arménio fen relacién con la melodia (monodia) —y, por eonsiguientey Aistintas desde el punto de vista molédieo— se consideran como perteneciontes a etapas iniciales ode un manierismo decadens te) el bosquejo histario pierde su sontide y su capacidad de ssustentacién aunque se lo interprete heuristicamente y no gon lun enfoque motafisico. En lugar de etapas de una evolucldy flo puede hablanse de un cambio de ideal en el estilo, y ‘motivacion del eambio (del paso de un contrapunto eon funcionalmente graduadas & una polifonia ean voces die ‘valor vieeversa) queda sin explieaeién no bien se enn stolucion del problema propuesta por Adler, que con doa de una "rogularidad en la evolucién organica’ — Jn etapa estilistica areaica a la manieristica, pasani clisiea—, por considerdrsela como hipéstasis de una {que te eonvierte asi en ley de la historia 5, La palabra “barroco” fue liberada, a mas tarda Initoviografia de ia déeada del veinte, dela méeula de ropronee tar el nombre do una época de decadonciaestilisticn, Silly ‘noamonte surgi la tendeneia —que adn no se ha impuosto por ‘completo neutralizar la idea de que ol concepto de cls ‘eniugardo seria categorianormativa,esiatiqueta detest Aosuni éponn, (Signo sind dill incluny sin vaeiaeionemy@ ‘compositores eomo Pleyel o Kor"eluch dentro del concepto de ‘ldsicos, si bien el lenguaje cientifio corriente, euyas conven ‘ones revelan el espipita de una diseipina, permite designer a Pleyel coma compositor del elasiciemo, pero no como elasica) oro ol modelo del organismo de la historia de los esilos no ‘permaneceintactoal desaparecer aa implicaciones narmativas fnntenidas en las categorias de estilo. Porque mientras “el ‘érmino medio del periodo”, como define Adler, constituya el “principal factor de ecomparacién’, 1a histovia'del estilo se orientard, inequivocamente, hacia la idea segin la cual lo clisien eso perfect y paradigmatico, y eleancepto de clasico se reducird a una eatogoria descriptivayel modelo del organismo —eneleual lestadiointermediodeunestilofuesiempreelmis prominente— conservara vigencia. (Bs curioso que ni siquiera fen las épocas en que la ancianidad gozaba de prestigi, sehaya tonsiderado la etapa final den estilo como su culminacin.) Pero no bien se distiende Ia relacién entre Ia metafara 0 analogia bioldgica y la idea reguladora de lo clésion como tlminacion de un proceso esilistico, los intentos por entender lun estilo o complejo de caracteristicas musicales “desde den- tro", como unidad, y por diferenciario de Tos estilos vecinos tienen —involuntariamente y eas por la fuerza—a construe ‘onceptos antitéticos que se nutren de lugares comunes. Recor- tlomos las discusiones sobre clasiciemo y Romanticismo. La tleeripeién de una transicién, de un cambio de estilo, que no se ‘eample de manora abrupta, sino como tn movimiento perma- hhente (los “saltos cualitativas” marcan tuna *mucsca’ en la tontinuidad, pono aquiebrany,masbien,ladanporsentada) pprece un problema cast insoluble en cuanto secede a Tas te {clones de la antitétiea. Yno se trata de que los historiadores tel eatilonioguen la continuidad dl proceso evolutive. ero ex ‘ontinuidad apenas si podré sor descripta mientras “barroca lasic” y“romsntio” se entiendan como complejo decaracte: stead, enya relacin interna se basa en una idea —o configu- ‘agin de idens— central, que permanece invariable dentro de lnwera, En otras palabras, le continuidad no se hard evidente Inlentras los historiadores se sometan a la necesidad, surgida tal nétod, do desoubrit una mayor afinidad entee el final del ‘lanelamo Wa eomionao, que entre el fina del clasicismo y el ia yuntaposiciin de bloques no es ————————--mrt‘( i‘ el! us mana. historiografia, ¥ pareceria sor que ol historiador del estilo so éeneuentra ante [a desafortunada alternativa de elegir entre la ‘dudosa metatisica del modelo del organismo, eargado de impli- taciones normativas, yla descripeian de estilo de época ais {osentre sfeomo una especiode historiografla que cast equval ‘aun renunciamiento ala istoriografa 4, El método de Is historia de los estilos se establcié a comienzos de siglo, como una reaceién al procedimiento, propio {Telos anticuaros, de acumular los escombros de loshechos, ast ‘emo al prineipio de expicar las obras musicales recurriendo a Ta biografia del compositor, prineipio detado por una dospros- tigiada estétien de la expresion. (Se pretendia aleanzar el Gntificimo de las ciencies naturales modiante una imitacién ‘del principio de causalidad, lo eual termin6 por ser una carica+ tura,) En contraposiciin oon el positivism, la historia de los ‘stilos intents solucionar un problema que representa un par= ‘manente desaffo, Me refiero al problema de esbozar una histos ria del arte, que sea realmente historia y no una eoleceion de ‘nlisis de obras, apenas conectados entvesf; pero una historia feuyo objeto sea realmente el arte y no slo aus elementos bingraficos 0 sociales, una historia, pues, cayo principio historiogrice esta fundad en el arte en tanto arte. Hl estilo “entendido como cardter impuesto “desde dentro” y no com formacdeeseribir modifiable, comoloentendia lateoria del arte ‘lel siglo xem fue concebide por los cientiicos del arte que procuraban concliar su conciencia eaética con eu concionell hhistoriogrfiee— como eseneia de lo que imprime su eariclat ‘rtistiona una obra y, por otra parte, como una entidad quest ‘medifeaba con lahistoria. La eritiea de estilo tenfa la misiondo ‘oun la historcidad y el eardeter artistic de la masiea on un “inico concepte, Pero el objetivo de buscar una mediacién entra totéti © historia, sin forzar a ninguna de las dos, so fh perdiendo de vista, insensiblemente, enol camino elegido pas fleanzarlo. Porque, en la medida en que la investigacin dt ‘stile de In obra aisiada —euya deseripeion puede formulary perfectamente como exposicin del cardcter artistic y I {nvortigacisn del estle personal, que también converge can ak rite artiticodelas obras, dando por sentada laostética do J oviginalidad —es devirIn oquiparacion de lo artificial con postiea ¥ expresive- repetizog: en Ia medida en. 0 eA investigaciones avanzan hacia el estilo temporal o nacional y, ‘or consiguiente, se aproximan a la historia propiamente di- ‘cha, la configuracion musical de una obra de arts (que es “un ‘mundo aislado en s",segin la definicion do Ludwig Teck) se {ansforma en tn simple ejemplo de ideas, procesos 0 estruc- ‘tras, euyo centro de gravedad se encuentra fuera del arte. En tras palabras, ge convierte en un documento sobre el espvitu 6'la oranizacién social de una época o de una nacién. La ‘uptura entre estética e historia waelve, pues, a producirse Uontro del eoncepto do estilo, como ruptura entre estilo dela tba‘ el estilo personal, y el estilo temparal o nacional. La Individualidad del compositor es esencial para el cardctar fartistico, entre euyos riterios figura el factor de originalidad. ‘Pero es difellafirmar que el espirita de la 6poca o del pueblo termine el eardeter del arte somo arte (y no como simple yeumento). (Salvo cuando se esta de acuerdo con Hegel —y ‘on ef marxismo— en que el contenido del arte es 1o iaderamente sustancial y se pasa por alto la estética més ‘eva, sogtin la cual es mas bien la forma lo que determina el feontenido, ynoel contenido a la forma.) 2 Historicidad y cardcter artistico En el apéndice de un texto de historia de la mises, de enorme difusién, A History of Western Music, de Donald Jay Grout (1960), encontramos una eronologia cuso sentido es “io provide a background forthe history of music, and toenable the reader to se the individual works and composers in relation 9 their times” (698) [proporcionar un contexto a la historia de la ‘miisca ypermitir que el Teetor vea las obras y los compositores fen relacion con sus épocas). Ast, por ejemplo, el ao 1843 ests ‘epresentado por EI holandés errantede Wagner, Don Pasquale {de Donizetti y Temor y temblor de Kierkegaard; 1845, por Les préludes de Liset, Tannhauser de Wagner ¥ EI conde de ‘Montecristo de Dumas; 1852, por el golpe de Estado de Lis [Napoleon y por La cabata del io Tom 1858, por La troviata la guerra de Crimes, Lo que no se sabe muy bien es qué pretends demostrar al lector. La analogia cculta entre a obra, {do Wagner y lade Kierkegaard? 20, por el contrario, la falta de ‘eontemporaneidad interna de obras contemporsneas? Esto ‘timo rerulta casi grotescamente evidente cuando se procura, ‘stra, por mediode tablaseronolégica,lafraso sogi lacual Ta unidad de espiritu dela época se filtraen la totalidad de los ‘campos. Qué sa masica?;Un refleode larealidad que rodea ‘lcompositaroel esboze de un mundo contrario a esa realidad? {Esta vincalada por races comunes eon los sueesos politicos y| Tnsidensfilonétieas? 20 acacolamisica surge porhabor existido una misiea anterior y:no—o sélo on menor medida— porque el ‘compositor ee mueve en un mun al cust intents responder a trav dels msn? "problema de Ia elacion entre el arte y la historia —pro- fandamontalde la investigacién histériea cientifia— permanecers sin solucién mientras seinsista en un dogmatismo stétionyen un dogmatismo historiografic, En otras palabras: ‘mientras se sostenga la maxima de que el arte se muestra como realmente es, en la observacin aislada de obras auténomas, por un lado, por el otr, se parta de la premisa de que historia consiste exclusivamente en la relacign de eatsa y facto, objetivo y manifestacién. La historia de la masica, en tanto historia de un arte, parece una empresa imposible s sea enfoca partiendo de la premisa de un estétien auténoma, por ‘ana parta,ydeuna teora de lahistoriaqueseaferraal eoncepto do continuidad, por otra parte. Y os imposbilidad so dobe a ‘que, o bien no es una historia del arte sino una enleseiin de analisis estracturales de obras aisladas, 0 bien no es una historia del arte sino un enfoque de las obras musicales como procesos dentro dea historia de las ideas ode a historia social, fuya vineulaeién brinda eohereneia al relat histieo. Pero el toneepto de arte del formalismo —que tiene sus origenes en el siglo ux y debe su pathos al hermético modernismo—no es el ‘nico del cual puede partir un historiador en su intento por Jjustificar la historiografa de la musica ante aus detractores versados en flocofla del arte, Ademés, Ia antinomia entre ‘studio de la funeién y esttien auténoma—en torno ala cual sea encondido,en los ltimos aos, una violentacontroversia, ‘no siempre “desinteresada"—no basta para brindar un funda: ‘mento tesrico a las investigaciones histricas eientifieas. Aun ‘euando no se toma simplificar —en la medida en quola soap Fcaciin ten aceptable— uno se ve obligado a distingwin, por To menos, cinco enfoques tereos, euyas consecuencias historio~ ‘msficas serfa necesario investigar, antes de emitir un juicio {sobre la relacion entre historiidad y eardcter artistcn ‘La relacin entre historia yestétin tiene una estructura circular: las promisas de la teora dol arte, sobre las cuales so ppuedebasar la historiorafia de a musica, son, por su parte, de ‘aricter historic (La fijacion de normas que estén por encima, dol tiempo seria dogmitiea en ol sentido mis dudoso de la ‘expresidn.)A grandes rasgosse puede afirmar que teoria del frto do los sigios v1 y sv parti de la relacidn entre funciones ‘soviles y téenicas de composicion; Ia de os siglos xray a ge Jnay6 en. loa jotas de In exposicion musical: las emocionos; la ; \lolaiglo xian xen In porsona del compositor, y la del siglo oval x, ena estructura de las bras por separado. Desde hace ‘unss dos déeadas se dfande a tondencia aeonsiderarlas obras ‘amo documentos. “Hasta el arte del presente se percibe, cal ‘yer mas, desde tna distancia inmediata, en forma critica y ocumental” (0, K. Werckmeister, Ideolagie und Kunst bot Mars, 1974, 33, ‘La teoria funcional del arte del siglo xv fue, en primer ugar, una teoria de los géneros musicales, que se constituian como eorrelaciones coneretas y reguladas por normas entre las finalidades sociales que debian eurmplirso los medios musiew» Jee que se consideraban aptos para ello. EI hecho de quo Christoph Bernhardestablezea una distineién entree report vio musical del estilo sacro, de edmara y de teatro, demuestra ‘gae, desde ol punto de vista de Is teora del arte, os mediog musicales se vinealan mas eon Tos objtivos préeticos que con las etapas histrieas que representan. No debe interpretarsa mal la coincidencia entre estilo sro y prima prattica y ents ‘atioteatral yseconda prettica. La musica sacra nose consid Fun estilo de"musica antigua’ ene sentido de una.conciendia histriea distante, sino que, como forma de eomponer acorda conla iturgia, eargié antes, la antiguedad quel distingoat tin gello de eu legitimidad, (Monteverdi no eonsideraba Ih sevonda prattica como progreso; la delarab resttucin dou verdad mas antigua atin —del coneepto de musica antiguaesy) Tn honraba como tl.) La tooria de las emociones de los sigles x00 y segundo “paradigma’ de a estética masical, no es und Jwexpresidn, sino una teria expositiva de orientacion a Lo que presenta musicalmente un compositor es ‘omprension de lanaturaleza de una emocién burma ‘ue no se entiende una obra musical como exprogl ‘noeiones del compositor, sino eomo Ia verdad objetiva Juda musiealmente por ésie, Ia exposicion delas emacl tnto imitatio maturae como pintura musical Hasta ‘ilaiglo xvurno se planted el problema de eémo se podin capt ‘lespiita gjeno musiealmente documentado, La comp ‘musical signifieaba acuerdo sobre el eontenido objetivo de In ‘musica, ‘Para ln estética expresiva surgida en In era de a vonsibe diddy dolSturm wre Drang en enmio, et compositor gona

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