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El cuento del mes Cenicienta « PEELEDCORCH CARS eNND CAROS ROK ES oKE hermosa y dulee, de ojos hubiera gustado ponerse un vest- ta mégica, hada latransformd en, azules y cabellos tubios. Era do de seda, La joven no pudo con- una magniiea carrza; cuatro raion hija de un rico mercader que la tener las légtimas. Tanto lioré que _citos se convirtieron en cabllos y ‘amaba tieramente; pero al morirla el suelo quedé mojato; pero cuan- dos lagartjas en un pat de eache. ‘madre, e! padte pens6 que su hija do levant6 los ojos.. vio ante ella os con lbrea. recesiiaba una buena mujer quela una espléndida dama.Erasuhada Ya esté todo listo —dljo el teducara y se ocupara de ella, y se maciina, hhada—. Ya puedes ire! habia vuelto a casar. Desgraciada-—{Por qué lloras, pequefia Ce. —Pero,.. Zeon ests ropas? —dljo mente, Ja, madrastra pronto dio nicienta? Te hubiera qustado ir al Cenicienta ‘ensefténdole sus ah rmuedias de su coda y egoima, bale af ambén?—lpregunsel daon Heer ustado ir al baile, tembién a ella le Tacando Ia calabaza con su vati- hija, las hermenastas de had Elhada asin. ¥ con un toque ibjowen ran presimidasyenvicio. |" Esas fiestas no son para mi— de varia magn vapatecteron los sas. ¥ como el mercader casisiem- contest6 Cenicienla con resig- hatapos conviriéndose en un ves Dre estaba de viaje, la madrastra ynacién, tido de seda bordado en oro, zapa- Sus hijas se comportaban como si —Ya veremos. TiSeme una ca- tos de cristal y alhajas. | fueran las amas. La oven siempre Inbaza, iba vestida con andrajos y llena de ppolvo y ceniza; por ello va todos la llamaban Cenicienta, z Un dla, el hijo del rey, que anda ba buscando esposa,invté a todas las muchachas del reno a un gran ball: queria verlas y eseoger entre ellas. En casa de Cenicienta todo ‘eran preparativos se compraron os telidos-y-pelucasy se eligieron alhajasTemblén a Conienta la ha- ban invitado al bale, pero la ma- rasta, "la ibara-louas Legé por fin la nache tan espe- radar. las. hermanastras. parecian otras, transformadas come estaban ‘con aquellos vestidos yaquells jo ‘yas. Cahiclonta las vio part ruy apenada. También aellalelnublera ube y vete —dijo el hada— DROLEDIACACABS NEMO CHO DECANE DL IEC Pero recuerda esto: cuando den las ‘doce, abandonarés la fiesta. Cesa- rn mis encantamientos: la carroza tolverd a ser una calabaza, los ea- ballos volverén a ser ratones y los cocheros,lagatias. Y 10 volverés 2 fer la Cenicienta de siempre, con tus tmismos harapos, Elbaile fue maraviloso, Todos ad miraron a la princesa desconocida ¥yel principe bailé con ella toda la ache. Elcoraain de Cenicienta sl taba de alegrta, ‘Soné la primera campanada de medianoche. Cenicienia se dio pr s veoz vsonsientesalié del salén Elpincipe la siguié, pero no cons {quid detenerla: s6lo encontré un Drecioso y pequetio zapato que Ia Joven habia perdido al bajar por la ‘escalinata de Falacio, Elprincipe se puso triste: desea- ‘ba encontrar ala joven del baile, la que habia percido el zapatto ‘Se diets tn bando: todas las) venes del reine deberian probarse el zapato y el principe se casarfa con aquella@ la que le sirviera. ‘A di sgulente loa ofteales de la corte comenzaron las pruebas, pe ro ninguna joven conseguia calzar se aquel zapaio. El principe fue también a casa del mercader y las hhermanastrasintentaron ponerse el ‘zapato: pero era tan pequelio y es- {echo que no consegufan meter ni la punta del pie. Elptincpe, cada vez més tiste y ‘apenado, va ba a marcharse cuan- do descubr6 a Cenicienta que se manienta timidamente alejada “Yella, zquign es? preguntd, =J0h, no es mas que una cra- da,.I— respondi la madrastra Pero el principe miré alos ojos de Conicientn ya Joven, como #08 tuviera hechizada, se sent6 ante el chambelin y extendié su diminuto pie, 1Ah! El zapato austaba perfecta- ‘mental Einmediatamente Ceniien- ‘a aparecié revestida con las ropas del baile, el principe la convirtis fen su esposa, [Las bodas se celebraron aquel mismo da, y fueron dignas de su 2 las hermanastas yla madras- ‘re? El principe hubiera deseado ‘astgarlas por su maldad, Pero Ce- nicienta las perdoné. Las invité a vi- vir con ella en la corte y poco Gespués las hermanastras se ca: saron con dos caballeros, La ma: Grasira comprendis su error y en adelante fue buena y amable con todos Y ast termina la historia, con el ‘més bello de los hechizos todos vi vleron felices y contents, gee zw \ or ; % Blancanieves y los siete 4 ‘ . enonitos ae DW, ta hie" ps ae conte negro, melas roséiceas yl ez blanca como la nieve; por eso Ia lamaban Blancanieves. Por des sraca,lareina mun, ylanina, que fda vez ea més bella, quedé hut fana. El rey voli6 a casarse La segunda esposa era la mujer ‘mas fascinate del reno, pera la sa- bia, yen su vanidad, no soportaba nl siguiea la idea de que exisitera fen el mundo una mujer més bella ‘que ella. Conocla las artes mgieas ‘tenia un espejo encantado al que Siempre le hacia l misma pregunta ‘Quién es lamas bella del oino? Invarablemente el espej le ase aguraba que era ella, hasta que un da, la respuesta fue diferente: 10h, renal Antes ti eras la mis bela, pero ahora Blancanieves va es ims bella que t Lareina, que se llamaba Grim da, se encendié de humilacién y ‘odio hacia su bijastra, que realmen te, por entonces se habia convert doen una joven de inigualable Lees; pelo + bellea, Tl fue su odio que omen {2.94 eriado mata ala princesa; pe ro el hombre no quiso mancharse ‘con semejante atrocidad ni siquie + por obediencia a la reina. Dei6 escapar a Blancanieves, pera le st plicé que se fuera @ un lugar muy Sint tSepreees, (feb pes tReet Iejano donde la weina no pudlera deseubrira, Lamuchacha, aerorizada, coms porel bosque hasia que llegé a una ‘asa muy pequefa y muy bonita No habia nadie. Jento, todo era ‘mindsculo: Jos mucbles, la vail, et ‘ajar. Incluso las camas eran pe {quenisimas; hab sete, y Blanca nleves, agotada por sulorga huida, fuvo que juntarastodas para poder tenderse en ellas a dormir ‘Al despertar, vb a Su alrededor siete gractorsimos enanitos, ls due fos de la casita. Conmovidos y preocupadas, eseucharon la histo- tla de la joven y s ofrecieron a al- bergarla toda la vida, Todas las rmahanas, al se a trabajar y dejar: lasola haciendo las labores de la ea- sa, le hacfan milrecomendaciones, fungue sabfan que, antes o des pus, la pérfida reina Grimilda da fa sefales de vida, 'Y¥ era verdad: la bruja supo por su espejo que Blancanieves estaba escondida en el bosque. Se disra 25 de buhonera y fue a buscarla, Ofreri ala joven un einturén pre- cosa y quise probéiselo ella misma; pero apreté tanto que la pobrecita Se desvanecié. Por suerte, los ena- nls legaron en ese momento y la salvaron, retintnsnessmyon fehiéro Foster doa su hijasta, supo por el espejo {que su malfico plan habia fallado Se encerté en la torre mas alta del * easill, donde tenfa su laboratorio | Ge brujera, y consults los libros de | magia hasta que encont6 un hechi | Grimilda, que ctefa haber mata do die le patecis infalible ‘Se distros de vendedora ambu lante y volvé ala caste del bosaue. Esa ve Blancanioves habia sido ad [vert por sis amigos los enaniing {Joo dejé entrar ala mujer, sino que ‘bserv6 su género desde la venta nay le gust6 un peine, Nada mds meterloen sus cabellos, cay6 sin Endo al suelo, V la bra hug, Pe 10 los enanitos no estaban trangul los yde vez en cuando uno de ellos Tha a ver si todo seguta bien en la casa; ax, también esta ver fue sal vada Blancanieves ‘ira ver tvaicons el espejo em brujado a Blancanieves y Grimilda preparéun hechlzo miicho mas fuerte. Se present6 ante la joven, fingiendo ser uaa anciana campe sina, y le offecis una de las sucu lentas manmanas amarilns y rons aque levaba en su cesta. Blancanie ves, desconfiando de ella, no qui son probatlas. La bruja slo habia pesto el terible veneno en la par. fe amarila de la manzana, Morais la parte oj, para demostrar que no estaba envenenada y le tends la parte amarila por la ventana. Nav ‘da ms mordeta, a princesa se des: plomé al suelo, como fulminada. Esta vez los siete enanitos no pu- dieron hacer nada: la joven estaba ‘mueria, aunque parecta slo dorm da La pusieron en una uma de cis fal y le evaron a un claro del bosque donde pudieran ir a ver a si queria amiga mira slompre {que quiseran Un dia, encontraron alfa un pri cipe, que se habia extraviado en el bosque y habia legado af por ca: sualidad. Se habia quedado fas ‘nado por labelleza de la muchacha ¥y cuando los enanos lecontaron [a Inste historia de Blancanieves, le afect6 tanto que se desmayé. Cay precisamente sobre la uma de ers fal, que se hizo afcos; el goipe hi- 20 salir de los labios de la joven el trom de manzana embrujada. Al punto, desapareci6 el efecto del he hizo y Blancanieves volis a la vida Menuda fiesta organizaron os enanitos cuando Blancanieves se ‘cas6 con el principe! La reina Gri- mila se resigné ano ser la mas be- Ia del reino, pero rompié en mil pedazos el espejo magico, para no Disco repetit todas horas. PLEIN EARLE LOEB WLLL RERSAIEA SM. BOSD re: SOHC TS ‘cuento, del mes z 2 Soldadito de plomo 3 Bs eS Na Bh: a foes: 9 CARLOS BETHORAER SEY MGTIO WREPAELSAEAS BOSD bien hecho; fundido y esmal- do con tanto cuidado que parecia de verdad, Tenia guerra qoja con botones dorados y cintu- t6n blanco, pantalones negros que pparecfan reign salidos de la plan. hadora, el fusl al hombro, con la larga bayoneta puntiaguda y relu- ‘Gente, Parcia que se distingufan los pelos de su gor; en la eara, en Imareaday eel Uarbuquejo de pla- ‘a, destacaban sus meiilas ro}, sus ‘ojos azules y los bigotes negtos do- blados hacia arsiba ‘Los soldados de verdad hactan ‘uardia en el palacio real; pero él, ‘que slo eta un regalo que habia traido el padte a su hijo de un vie je, hacia quatdia entre los otros ju suctes ‘Justo delante de él estaba un eas till construido con muchos ladril- tos, con torres y almenas, y hasta bandera en el puentelevadizo, Ha- ba un gracioso osito de peluche y ‘una vieja peonga que al gar hacfa | un muido extrafo; habia un balén ‘on tantas patadas encima que ha- ‘ia perdido el color, vlos boos, le nos de abollones a fuerza de darse ‘goles. Pero al soldadito de plomo el ju guste que més le gusab rb E& de plomo, pero estaba muy No era exactamente "n juguet, sino una de aquelas mufiecas de pporcelana que estcban tan de mo- 4a entonces. Estaba en equilbrio fencima de una caja, sobre la pun ta del zapatito v, cvando se le daba cuerda, empezaba a dar vueltas al ‘ilo de un vals, tocado con ls no tas argentinas de un cantarino ea- nil. El soldadio se enamoré de ella nada rs ern. ¢¥0.quién no cha bia pasado lo mismo? La ballarina ‘era muy bella, con aquella pose ar- ‘moniosa, una piema hacia atrés y los brazos un poco arqueados ha- cla arriba; tan elegante con su del cada falda de tul un poco amari- llenta por el paso del tiempo, Pero la preciosa criatura no di afar siquiera una mirada al ecién llegado: estaba vuelta a ot lado y no se volfa hacia él nl siquiera de noche, cuando todos los juguetes se animaban y empezaban graciosa mente a moverse El soldadite.habia intentado una vee lrg la palabra, corés v ga- lontemente; pero deropante ce ha bia alert la tapa de una caja que ‘estaba junto al earl y habia sal {ado un diabillo de muelle, que ha: 'bfa montado una eseena de celos y habia proferido terbles amenazas | q " ¢ fi PEPER OLRERILT TM BG MBIT PRE WRES AISI GASP «\Jo sorprendia cortejando a la be-& poco, el polvs lo fue cubriendo. tuvo muy mojado, Su dltimo pen: Tia aliarna Pero un dia llvié mucho ylaca- samiento fue para la bailarina de Elsoldadito, por su parte, no te- saca roja del ssldadio de plomo porcelana. fa miedo, pero al desconocer los destacaba brillante ena acera. Dos "Poco después lo trag6 un pez y Werdaderas sentimientos de la bai» chicuelos lo encontraron y tuvieron ya no vio nl entendié nada més, Taina de porcelana, desde enfonces la fatal idea de convertiio en mari- No supo ni el empo que habia 2 habia abstenido de hacer cual» nero: hicieron un barquito de papel, pasado, cuando v6 un grito de {uier cosa que pudiera comprome- lo pusieron en el arroyo formado sorpresa Hie congue elfondo lds mms: porialluviny mteronenGlelsok Eh malo que hay anu den- wa | hina )ubere desendo hacer Gado de pmo. trol Un soldadto de plomel ga. | fen a sy adversaro, ‘De aroyo enartoyo, elbarguto La doncel, qs estaba bnpian Be PMS achat pets contents el acattensin taut sventul En do‘l per lewd alfeguete a am fue ff atwanlte por un descudo dey conicascudag vermin ypeces ts Elec fogs un et con peo Ur | fini operun sortingo del diolo amenasantes- Hl soldadto ressi6| en seguda se cameo fo dei con he.) darmeles, se habia coido de lx impasilacormosifoea un avient fos demée jogete Sy | Ventana yhablaquedado priione- co-caplin denavio pero elbarqut--.;Casualdades dela vida 8 sol zat | roanite doslosas de laacera, Poco. to actb6 por handive euando es- dato vohib a encontrare ate el castilo yla peonza. Hio un estuerao por mover los ojos. sf también estaba al a balarina, El corazén del soldadito empez6 a lair con tanta fuerza que ella de- 1b ofto, ya que hizo una pirueta y se volv6 hacia él, con ung especie de reverencia graciosa. Infhediata- ‘mente salt6 la Tapa de la ota ca, pero por el excesivo impetus, el mu: lle se rompi6y el malvado abo ea- 16 para siempre dentro de su caja, Desde entonces, la bailarina ha aprendido a hacer la quardia Y el Soldadito a baila el vals siguiendo las notas del efsilén, i Parece ser que todavia viven y aque siguen siendo muy felices. PPT ALE RENAE §— NYO AE RRT ESR OOS ER, ‘nacié su primer hijo {una pre. —Na pueda anular lo que mis empleado todavia su poder; pera ciosa niffa que en su da seria compafieras te han concedido ya no era un poder tan grande comg, {eina) en todo el reino se celebra- pero s{puedo harer que s6lo lo dis-_ para anular el sortlegio del Had zon grandes e inolvidables festas. frute algunos aes. Cuando tecon- Negra, la gran soberana del reing ‘También en palacio se organiaé una vielas “en una bella joven, te de la Tinieblas fastuosa recepci6n, para presentar pincharés con un huso y morirés. —Todo lo que yo puedo hacer cficialmente a la princesita al pue- El Hada Negra desapareci6, de- —explicé— es impedir que musta blo, a la que se invté a los perso- jando a todos desesperades y al pincharse com el huso: caerd en ‘ajes més importantes y poderosos, _aturdidos. lun profundo suefio que duraré cien ‘ncluldas las numerosas hadas que | —(Salvad a mi hija de este teri-aftos. vivian en aquel tangullo pals. ble hechiso! sup la yeina alas No era une perspeetiva muy ha: Eldia de la festa, todas las ha-hadas buenas. Iatieia tampoco. El rey, en su de das se presentaron en elcasilo, me- Sin embargo, ya habfan emplea- sesperacién, crey6 haber encon: nos una, el Hada Negra, y nadie do sus poderes mgicos para hacer trado la solucién; sabia por qué no habia aceptado la sus dones alaniia y ahora no po- —iDestruité todos los husos del Invtaeién. (Después se supo que, dfan hacer nada reing! (Mi hija no saldré nunca del por desgraca, la invilacin se haba perdido, pero el Hada Negra, con- vencida de que no la habfan invta- Ge, se fea mucisno y dele vengarse. Las hadas destilaron por delante de lacuna dela princesta y con un toque de su variia mégica, le fue- ron concediendo sus dones: la be- leza, la bondad, [a inteligencia, Ia sgracia “Tantas eran las hadas que la c- ‘ma dud6 un poco, sin conseguir en- contrar un don que no le hubieran concedido ya, Mientras pensaba {qué don concedere,entr6 en el sa- Jon el Hada Negra, que se acercé lacuna y sefialé con su varia mé- Esmee, les gica amenazadoramente a lana, _Unicamente la itima no haba casll y sex4 vigllada diay noche! ‘No impediré que se cumpla el sor- lego! Pero gqué hombre, aunque sea rey, tiene més poder y astucia que fm hada vengatva y cruel? Las 6rdenes del soberano fueron soguldas al ple de la letra y la prin tesa se conus en una encantado- fa joven de quince afios, con todas fas gracias y virtudes que le habian concedito Ta Gnica vitud que no tenfa era Iafalta de curiosdad; y a deci ver ad, la muchacha era mas curiosa (que una urraca, ‘Slempre habia vivido encerrada fen sus habitaciones, por lo cual te fa unas ganas locas de descubrir lo {que habia en las otas partes del cas. till. Un dia sus wlantes se dita Jeron un poco la princesa apro- \ech6 para escepar. ‘Vag6 por todes las salas del cas- Lilo, por los s6tanos y los desvanes, hasta que legs a una alta tone os condida entre les drboles, Dentro estabael Hada Negra, ya vieja: estaba hlndo. Le fue fel tentar ala princesa ensenéndole el hhuso de oro con el que estaba hi- Jando y hacer que se acercara has- tapincharia. Alinstante se cumphé cl sortlegio; perolajoven, como ha- PS TT IO CE BMA, TGYO BARI PA WEST PISS ba dicho la iia de las hadas bue- nas, cay6 al suelo dormida sola- mente Sin embargo, pasé algo que las hhadas no habfan previsto: junto con la princesa cayeron dormidas todas las personas y todas las cosas que se encontraban en el inmenso castillo ‘Cen aftos mas tarde, un valero- so principe que se habfa adentrado tenet hoa, se encontyé con oles ‘mino cortado por densas zara es ppinosas. Con la espada se abrié ‘paso, hasta que, con gran sorpresa, legé a un castilo donde todos dor ian, centinelas y cortesanos, pe ‘ros yeaballos, hasta eley ylareina Junto al trono, El principe recors6 todas ls es tancias hasta que llegé a la tore, donde encontt6 a la princesa dor ‘mia. Apiadado por la terbe suer fe que debia de haber cortido ‘aquella preciosa joven, se arrodilé yy le dio un delcado’ beso en a frente ‘Aquel beso rompié el encanta miento y todo el castillo se desper- 16. Qué alegria cuando el ey y la relna abrazaron a su hijal Las fies- as, que incluyeron el matimonio della princesa con su salvador, du- raron fes meses jy no es seguro que hhayan terminado todavia! S| AESBT He KOKORIM juno MOTO se msreTean odo lo que un pobre eampe- T etic sion een Gina sushios era un motno, un bure y un gato. Al hijo peque™ fo le habia tocado el gato y no 32- "acme conse sal adelante —En cuanto me coma el gato y ‘me haga una peliza con su piel, me ‘moriré de hambre —se lamentaba entre profundos suspios. I gato re dio eu auien més peligro coma era él, y el tmiedo de convertrse en una pel 2 le hizo hablar [No te preocupes: de t me ocu paré yo. Sélo tienes que darme un par de botas y ropas elegantes, co: ‘mo conviene al escudero de un gran sefior. Del resto me encargo yo, Fue tale estupor del joven al oft hablar al gato que no lo pens6 dos ‘veces: com al mercado y compr6 ‘un par de buenas botas yun elegan fe sombrero con plumas, igual al que llevaban los cabaleros. Muy bien —djo el gato mirén- * dose en el espejo—, pero necestaré también una casaca y una capa. “Se me habia acabado el dine ro —se justified el joven, —Entonces me areglaé con esto —se resign6 el gato. En cuanto se preparé, el gato sa- lisa cazar, y como era ally exer- to, en unos minutos habia arapado Une labre gorda yapetiosa Conéentoncesa palatoy, con tono avo pid ser reco po el te). Los guadas,emoreados, no se areveron a devener a un gato due habla v que se comporaba oh tanta seguridad, Geom c Ante el trono, el gato hizo una xan reverencia tenia ere al * Mi amo te ruege ceptor ese regalo dio "Yan est senor? —Etimargués de Caras —im proved el gato. No le conazzo, pero de todas formas dale la aracas le mi pare, Elrey acept6, unas cuantas ve ‘ces més, regalos del misterioso mar uss de Carabés. ‘Un dia que el rey paseaba en su carroza acompafiado de su bel rma hija, vio al gato moviendo los trazas en medio del camino y or. den6 al cochero que se detuviera, El astuto gato con botas conté; Unet bandos han robade lar ropas que mi sefior habia dejado en la hierba mientras se bofiaba en el Iago! Elrey mi y vo al joven metido enelagua hasta eleielo y, despugs i. REDOT RAGS OAT IM JUNO MOTO G asswHOTEsn as de haber aceptado tantos regalos lantado y vio @ unos campesinos —iSon del marqués de Carabés! Suyos se sinié obtgado a ayudario. que trabajaban en un campo in- La misma respuesta dieron alzey ren “\Comred a palacio ytraedleo- -menso. Y les djo amenazador: todos aquellos a quienes pregunta or posl —orden6 a sus crados. ‘Bscuchadme bien! Si alguno ba. Realmente pareca que si joven, ‘Con un rico vestilo de cortesa- os pregunte de quién son estos huésped (mudo de extraneza 0, se- su no,elhijo del ampesino, que siem- campos, deeldle que son del mar- gin suponfan el rey y la princesa, Si; | _ pre habia llevado pobres harapos, qués de Carabés. Sino me obede- por una laudable modesta) fuera el los {etaba tan guapo que la princesta cfs, os haréalbondiguilas, palabra duenio de todo el reino, ot ‘comenzé a suspirar por él desde de honor! Mas adelante estaba ei castillo de a. fque lo vio. Eley se dio cuenta y Los pobreclos estaban tan asus- un terrible ogro que podta conver. pensé que el rico y generoso mar- tados al ver un gato con botas y_tirse en el animal que quisiera. El lac Gude de Carsbir rer un buen yer. sombrero, que hablaba daha de- gan In dacafis a eave una prucba en hho; asf que lo invité a palacio, El denes, que ro sofaron siquieracon de sus facultades y el ogro se trans- vel Joven, alurdido portodo lo que le desobedecelle; ast pues, cuando formé en un enorme y rugiente festaba pasando, subié a la catroza_pas6 la carrozay el rey quiso saber _le6n. do real sin hacerse rouar {quién era eldueno de los campos, Eso es muy fall —dljo el gato és El gato con botas se habia ade- respondieron todas a una sin asustarse lo ms minimo-—. Ms diffe es para alguien tan grande y tan gordo como 16, transiormarse ‘en un animal pequeno, por ejem plo, en un ratén. El ogro, herido en su vanidad, squiso demostrar que también podta hacerlo, Elgato sats sabre el raton- cllo y seo ragé de un bocado: des- ‘puss conié hasta elpuente evadizo, Justo a tiempo para dar la bienve- nida al ey y ala princesa en el fa- ‘buloto castillo del. marqués de Carabis. Elrey quedé tan conven- ido de la riqueza y el poder deljo- ‘ven que no esperé a lar ala corte pata proponerle el matrimonio con Su hij; y la boda se colebr6 all mis mo, en el que habia sido el castillo CPEOSMBROOMETRE julio CHAI. OS MAME amé Pea estaba toda do- lorda por fa larga inmov Idlad'a que estaba obigo- da yno velala hora en que los hue. ‘os que estabe ineubendo se abr. yan. Por fin, una céscara se romps ¥salié un precoso palo, se rom: Dia segunda, a tree, y la felz Imamé-e enconté rodeada de una hhumerosa nidada de rls vvaces 9 alegres. $e Bvt cr un apnea voy se dapuso repress alagian- Jn; pero vo que un huevo todavia tstaba entero, precsament elma. Yor de todos La Pava vio el extraio huevo y se aceres can cunondad para ob. Zervatlo mejor. Esto no es un huevo de pato— sentencié-- Es de pinteda De pintada? —dijo ncédula ta Pata 2¥ cémo ha podido ve tira parat aqul "5 Quien sabe! —se encogls de hombros a Pave, Quis los chi- cos han querido gait una bro- ta pesada, En cualguler cao, 05 Indl que contindes Incusindolo, Yaverdscomo de ake sale nada bueno. ‘Apesar de aquelas advertencias, JnPata no se quod convencida: 2 Jo mejor la Pava se equlvocabo, 2 Jo mejor nacia oo bello patio Pero cuando racié por fin el l- ‘timo de los pollualos, la Pata se la- ‘ment, al prinebio, de no haber seguido el conseo de su amiga. El patito era muche mayor de lo que ‘eberta ser, y nose parecia en na- daa sushermanes. (Nisiquiera era blanco! Pero la Pata ye lo querfa como todos sus ots os, incluso més, precisamente porque era un patito feo y sabia que por ello la vida no le sera fil. Para el patito fo, los problemas ‘empezaron en cuanto la madre lo llev6 con los oes a la granja: no s6lo ls gallinas, el gallo, los pavos, sino también los demés patos dg ton claras muestras de desprecio puesta que la madre parecin dea} ddida a quedarse con aquel mong, nuit, se le echaron todos enc ‘que sus propios hermanos se bur Jaron de ly le dieron picotazs. La ‘made hizo todo lo que pudo pata defenderio; pero los animales eran ‘muchos v, al final, el patito feo hy ‘ve que resignarse se, 8 que ex la nica forma de salvarse Fue al estanque y se acostumbng ‘a vir con las ocassivestes, aun {que no tenfan muy buena fama y si existencia era dura y estaba lt PRLTSMIROS BerHHEr julio WEA OSMEMTOMD ra de sactificios. Las ocas acepta fon al patito feo. sin ningan problema; al contrario, se alegraron fe tenero con ellas. Pero un da le garon al estanque los eazadores y Se produjo una masacre. Hasta at alto feo vio que se abalanzaba so: bre él un enorme perro y ya sere signaba a mort cuando, increble mente el perro seal sin morder Tosiquiera. Elpobrecilo, en vez de alegroren, en an trite dalersin por ello Soy tan feo», pens, «que ni los perros quieren comermel= Desde aquel ia, e patito se que- solo en el estanque. A decir ver- dad, también haba otras. aves grandes blances, de aspecto ele- antsimo y con sha preciosa mas carta negra y amarila en el pico; pero aquellas aves (se rata de cs: nes) vivian en una parte lejana del estanque, por lo que el patito feo ro sabia que exstian Un dla las vie pasar volando y queds fascinado, Muy compung- do, pensé: «(Como me gustaria ser rama ella! Si sudiera irme con elas. Intent esti bs alas para seguir las, pero volvé a caer en el agua; vy cuando levanté la cabeza, ya he ban desaparecico. LLleg6 el invierno y la superficie del estanque empez6 a helarse po- ‘co. poco. Para no quedar atrapa- do entre el hielo, el patito feo tuvo ‘que seguir moviendo el agua a su flrededor, sin un momento de re- oto, huchando para sobrevivir con: tea ei cansancio y el hambre “Tuvo que luchar duramente con- tra adversidades de todo tipo, pe ro después volié la primavera y el ‘stanque vols también een ver ey azul tibio y trangutio, Entonces el patito feo estiré el cuello y las patas; probé a estar también las alas y... eché a volar Tabla crecide: mucho aque in: vierno v, claro, también le habian ‘recido mucho las alas ‘Con un suave aleteo vol6 por en- cima de los érboles de un magni- co parque, hasta un lago donde nnadaban los elegantisimos cisnes {que tanto habia admizado en otofo, ‘Sus parientes estuvieron muy ‘contentos de rechitlo... porque el pobrecilo, al que durante tanto tiempo todos habfan considerado un patito feo, era tan diferente de los demas patitos sencilamente iporque era un cisnel Y¥ desde entonces, las alabanzas de todos los que pasaban le com ppensaron de todo lo que habia te ido que padecer antes, El cuento del mes QJacobito y la abubia magica GBS EPO Ge OLS AG010 OLAS ER OCG CER nna pobre viuda y su hijo Las hojas y lo tallos formaban Pero después la mujer tuvo com. s6lo tenfan para sobrevi- una emda escalera. Eljoven se pasion y le dejé entrar en el cast vir la leche de su vaca, lla-atrevi6 a subir y se encontré.en un lla. Le dio pan y leche, pero justo ‘mada Blancaleche, que ban a ven- largo camino que levaba a un in- en aquel momento, el eastilo te, der al mercado, Un dia Blancaleche _menso casilo. Si ningtin miedo, tumb6 con los pasos del ogto ue fenferms y dej6 de dar leche. La Jacobito se dirigié a él, con la es” rearesaba mujer decidi6 vender la vaca y dijo peranza de encontrar all algo de —iRépido, esténdete en la estu su hij Jacobite que la levara al comer. fa! “ordené la mujer al joven — mercado, ‘Le abri6 una giganta y Jacobito jy de tsi te encuentra Pero nadie queria comprar una le pregunté El ogro era enorme y espantoso vaca que ya.no daba leche, —Gentl sehore, gno tendrfaal-y en cuanto entiS, mid a su ale. ‘Jacobite estaba a punto de vol- go para comer? iernr. ermpezs a allatear y dbo con vera casa cuando se le acere6 un Ta-serés la comida —exclam6 vor terrbe Velecll que le propuso comprar la ela—, sino escapas pronto! Mima- Ah! jAquf huele a came hus vaca a cambio de un pufado de rido est8 a punto de tegresar es un mana! ‘alubias: eran unas elubias muy es- ogro y le encantan sobre tod jos" Qué val —Intent6 despstarlo peciales, expled, que podian cre-muchachos con pan! la mujer—Habré quedado olor de fer de la noche a la mafiana tanto {ue cas! legaban al cielo. Eljoven rho se lo ereyé pero le dio la vaca ¥ se lev las alubias. Cuando la madre se enters del negocio que habla hecho su ho, se ‘enfureeié: agar ls lubias las *6 por la ventana. Alia siguiente, los rayos del sol despertaron al muchacho: pero slo entraban algunos rayos por la ven + tana ya que se lo impedia un tap do follaje que nunca habia estado Junto ala casa. Extranado, Jacobi to se levani6 y mir6 por la venta na: las alubias habfan germinado y ‘en muy pocas horas hablan erect, do tanto que se percian en el cielo, we CLP OES LBS M900 CLOSE FTW ER e om Ja oca que te preparé ayer para observ més atentamente Io que _guida, pero no en la estufa sino en ast cena ppasaba en le habitacién. Elogro.co- un perol que estaba junto a la to Elogro se tranquilz6 y cen6 co- gi6 una gallna y le ordené: —;Ponchimenea, ye plosamente; luego se puso a con: un huevo! ~y la gallina la puso in- — Lleg® el ogro y olfates algo ul tar saquitos de monedas de oro y mediatamerte, pero de oro maciza! —_—ja, jl Hiuele a carne huma- al rato se quedé dormido, Jacobl- Cuando e agro y la mujer se dur- na! —y empez6 a buscar por todas stu to salié de la estufa, cogié una de mieron, Jacobo sali de su escon- partes, pero no se le ocutn6 mirar = las bolstas y escapé a toda prisa, dite, cogié b gallina que ponia los en el perol. Cen y después sacé Con as monedas de oro, su ma huevos de cro'y escapé a toda ve un arpa de oro, lo%0 dey él pudieron vivir un empo sin locidad —iTocal— le ordené, y el arpa ke problemas; pero el dinero se aca- Con los huevos de oto que po- se piso. tocar sola una nana que on 56 y dlacahto decidié ie hueenr nila galine, podian comprar todo hizo enor al ogro en un such pro ‘mas al castillo del ogra lo que queran. Sin embargo, un dia fundisimo. Entonees Jacobito sli hw La giganta no lo reconccié yto- Jacobite tuvo ganas de volver a su. del pero, cogis el arpa magica yes do pas6 igual que la primera vez. bir alcastil y tepé por a planta caps. Pera el arpa empezs a gitar alo Cuando el ogto leg6, el joven se de alubias. sta vez no se dejé ver —iSocorra, amo! Socorro, que re escondié en la estufa, pero esta vez por la gigania vse escondié en se- me roben! Elogro peg6 un salto y se lana6 fen persecucion del joven, que ba jaba por eltallo de la plana. Elogro fue detrés de él, pero al legar al suelo, Jacobito comé a casa y co 16 un hacha. Empez6 a cottar la Planta, yal ogro apenas le dio tern- po de agarrarse al borde del cami- hho que conduciaalastilo, para no Jecobito, que ya era muy rico gracias a los huevos de oro de la ga lina, se hizo muy famoso y sole: tado por todos gracias a la misica del arpa mégiea; pudo easarse con luna princesa de sangre real y des e entonces todos vivieron felices ¥ contentos, Caperiscita Roja RAO SESEHE UNG OHw Septiembte MVE GROB-S-2b tex fia tan due, alegre y educa @ue todo el mundo la queria, Una vez habia comprado unreal de {erclopelo rojo con el que le habia hecho una capa con caperuza. Ala nia le habfa gustado tanto aquella ropa que no se la quitaba nunca, La gente del pueblo, al verla lege, sontela; —iAhf viene Caperucita Roja! —Y con aque! nombre se ha: bia quedado: casi nadie recordaba ya su verdadero nombre ‘Caperucita Roja era muy sevical ¥y como todavia no tenia edad de ir ‘la escuela, preguntaba siempre a Su madre si pocia ayudarla en al 0; la mujer le dejaba hacer alguna cosa y, como vela que era muy jl cosa, @ veces la mandaba a algin recado, ‘Un da, metié en una cestita una forta y un tarro de eonfitura y dio ala nifia que fuera a levérselo a la abuelta, que viva al otro lado del bosque y estaba enferma, Caperu ita Roja fue jugueteando. con la cestita en el brazo. Querfa mucho ‘a su abuelltay le gustaba mucho i ‘su casa, tanto mas ahora que po- ia ayudarialevindole cosas sabvo s2s-y ordendndole la casita ‘También le gustaba mucho la dea de dar un agradable paseo por fa madre se consideraba muy | afortunada: su hija era una ni: el bosque, cogiende flores y frutos silvestes y jugando con los pajari- los y eon los deme animallos, que no le tenfan miede y que eran sus amigos. Pero esta vez, elgazapillo la as- dillano saberon a buscar como de costumbre. Habian huido todos [argue habia apaesidoellobo yes- faba escondida a ls espera de po rer sus garras sobre alguna cosa apettosa. Ya habit visto ala nia {la boca se le habia hecho agua al pensar en lo tema y sabrosa que {debia estar. No se Fabia lanzado so- bre ella porque habia visto algunos tenfa que per Tin = smanecer escondido s no queria ver. se frente a ss escopetas. Pero tuvo una idea’ Fue a bus- car unos harapos que colgaban de un espantapsjaros se los puso; se pegé.en el hocico unas flores de al- ‘godén que parecan una barba blan- cca y se mit6 en el lago, con una sonrisa de satisfaccién: la nifia se ‘guro que lo lomaba por un ancis rho caminante. Y asf fue’ “= ZDénde vas, hermosa niia?— le pregunt6, esforeéndose porque su vorarrén no fera muy roneo, Caperucita Roja se lo dijo y, en contestaci6n a. sus preguntas, sin sospechar nada, le explics también «donde estaba la casa dela abuela, El lobo se frot las patas y pensé que era un dia de suerte: con un ove de paciencia, consegutfa no 'S6lo la comida sino también la cena Habi6 un poco més con la nia, le dio que no perdiera tiempo ju ¢gando en el bosque v, sobre todo, ue no hablara con desconocidos: Tuego se despiisy se marché. Co roca cle memoria todos los atalos cra mucho mis tSpido que Cor ‘perucita Roja: asf que estaba segu: 10 de legar a lacasta de a abuela mucho antes que ella, Encontréfécimente la casa y la 1mé a la puerta, esforzindose por Iimitar la voz de Caperucita Roja: —2Se puede, abuelita? Soy tu nieteita, —iPasa, pasa! La puerta esté ablerta ‘La anclanita estaba en la cama, casia oscuras, porque la luz le ha: ca dafo en los ojos. Esto favore- 16 los planes del lobo, que pudo ‘acercarsé ala cama sin que lo re- conocera. Sak sabe a pobre mi ‘merla en ese momento. ;Ya lo ha- ‘a después! Le quit6 el camisén y el gon de dormir, la a6 y amor- ddaz6, y la encend en un arcén, iusto a tiempo! Caperucia Roja es- taba ya llamando ala puerta. Ello- 'bo se puso el camisén y el gorro, se metié en la cama y le dijo que jpasara, tapéndose con las mantas, hasta los oo para esconderse me- Jor, Sin embargo, Caperucia se dio ‘cuenta de que algo raro pasaba y Sse acercé con precaucién [Abuela, qué orejas tan gran- des flenes! Si, pequefa: son para ote “TY qué ojos tan grandes tenes! —Son para verte mejor. SY qué brazos tan grandes! —Son para abrazarte mejor. Caperucita se iba acercando ca- dda vez més y estaba cas al alcance del lobo, Abela, qu dents tan gos Hienes Son para comerte mejor! —y el lobo se abalanzs sobre ella, ero en ese instante sonaron ds pros en la puerta. Un pajailoha- bia visto el engafo de! lobo y para salvara su amiguta, habia avisado a un cazador, que lo haba seguido hasta all. ELlobo, al verse apunta do por una escopeta, escapé a to a velocidad. Caperucita Roja fencontré a su abuela en el arcén, Yyjunto con el eazador que la habia Salvado tan oportunamente, impro- visaron una alegre merienda, RIDADL TILDE CS — octube una gran cludad de la ant ‘gua Arabia, el banio de los co pmerciantes estaba lleno de forasteros como sucedia siempre ‘cuando era dia de mercado. Haba, tun forastero muy alto y con tas vestiduras que daba vuetas con su ccamello yen lugar de comprar ob- servaba @ los muchachos y hacia preguntas sobre ellos. Le lam la ‘atenci6n especialmente Aladino, hi jo de una pobre hilandera viuda, ue tena aspecto inteligente y con fiado. Le progunts s le gustaria en trar a su servilo; la madre estuvo de acuerdo y el oven se fue can él ‘Tras un largo viaje legaron a un valle, onde estaba la caverna que bbuscaba el hombre, El desconocido ordené a Aladi no: —Entra y baja por la escalera que lleva a un jardin subterréneo, Busca la limpara que olvidé hace mucho tiempo y tréemela, Etjoven obedeci6, més ranqut Jo porque su amo le habia dado un anilo encantado que le protegeria de cualquier peligro, Encontré el jardin y la limpara y, ‘su débil luz, vio que los drboles del jardin tenfanfrutos y flores de pie Gras preciosa! Se llen6 los bolslos ¥y empez6 a subi los escalones; pe- ro, por un encantamiento, cuanto més subia, mis crecia la escaera, Poco después, se sint extra mente cansado, pero todavia no habia legado nia la mitad. Se sen 16 en un escal6n y se quedé dormido, Fuera, el amo después de mucho ‘esperar, pensé6 que Aladino lo ha Wa enganado v muy enfadade, se En la caverna, Aladino durmié tres dias seguidos. Cuando por fin se dio cuenta de estar prisionero de eralern embruinda, se dosespe. 15, Junté sus manos easialmen te froté el anillo que le habia dado ‘eldesconocido: al punto se le apa recid un genio, Soy el genio del anilo. Ord EPO Y BOS Slw WRC name hasta tes veces y te obe decers —iQuiero volver a mi casa! En un instante estuvo ante sa ma- dre, que le reprendié. por haber abandonado a su amo. La pobre ‘mujer no par6 de llorar nl siquiera cuando Aladino sacé de los bols los los rubies y las esmeraldas que habia cogido en la cueva: Qué quieres que haga con es- tos trozoe de cristal de colores! Porque en aquel momento habla ‘que pensar en comer y como en la ‘casa no habla ni una sola moneda, la mujer pens6 en ir a vende la lampara que habia traido su bio. epaharimseesetsens octubie smaayarsctumameenD ero antes quiso impiatla, para que quedaban sin dinero vendian algin mi nombre y qulzés conslenta en tuvlera mejor aspecto: al frotarlasa--cubierto 0 alain plato ddatme por esposa a Badu 6 otto genio, mayor queelqueha- Los afos fueron pasando, Aladi- Ast fue. El sultén acept6 pero a bia aparecido en la cueva, ‘noge convitig en un apuesta joven cambio dela mano de su hija pidis “Soy el genio dela impara. Or- y todas las muchachas de lacludad diez cestos llenos de joyas y que la déname hasta tres veces y te abe- le sonrefan; pero él estaba enamo- princesa viviera en un palaco tan decers redo nada meros que de Badur, la Tico como el suyo, Gracias al genio “Siivenos una buena cena —di- hija del sulin. Cuando pid a's dela lémpara, Aladino puco hacer Jo Aladino, que con la sompresa no madre que fueraa pedt la mano de ambas cosas, hasta el punto que la habia tenido tiempo de pensar en la princesa, le pobre mujer pens6 toda se celebr6 al dia squiente. nada mejor. Al punto aparecié una _que su hijo se habla vuelo loco: Badut y Aladino vivieron felices mesa dispiesta con los maniwes ——4Crees que el sulin va a dar durante muchos aos, hasta rien mms exquisitos y vajila de plata. su hija a un pobre teledor? dia volvié alla ciudad el extranjero, Gracias a ell, el joven y suma-— Los eistaes de colores que en- En realidad era un maga, y merced dre pudieron comer no s6lo aque- conité en la caverna son piedras si bola de ersta, habia consegui lia noche sino también los dias preciosas y vaen muchisimo —dijo do encontrar al oven crado de otro siguientes, ya que eada ver que se Aladino-. Llevdselas al sulén en tempo, Pensaba que Aladino e ha bia traicionado, robsndole la lim pata y venia a vengatse, Esper6 que Aladino pariera pa ra.un viaje yfueal palacio. Las ena das le dherom la limpara maravilosa hizo salir al genio: ~Lleva a Badur y al palacioen- tero a mi reino —le ordend Cuando Aladino volvié y vio lo due habia pasado, se acordé del anllo encantado y ordené al genio {que lo levara junto a su mujer. Con Ia ayuda de Badur, Aladino consi guié que el mago Se quedara dor mmido y se apoder6 de nueve de la lmpara y el genio, que aparecié al momento, hizo realidad su tercer deseo, devolvéndolos a la ciudad Junto con el palacio, ASAE EeE noviembe sseGDsweaS72-3e

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