El cuento del mes
Cenicienta «PEELEDCORCH CARS eNND CAROS ROK ES oKE
hermosa y dulee, de ojos hubiera gustado ponerse un vest- ta mégica, hada latransformd en,
azules y cabellos tubios. Era do de seda, La joven no pudo con- una magniiea carrza; cuatro raion
hija de un rico mercader que la tener las légtimas. Tanto lioré que _citos se convirtieron en cabllos y
‘amaba tieramente; pero al morirla el suelo quedé mojato; pero cuan- dos lagartjas en un pat de eache.
‘madre, e! padte pens6 que su hija do levant6 los ojos.. vio ante ella os con lbrea.
recesiiaba una buena mujer quela una espléndida dama.Erasuhada Ya esté todo listo —dljo el
teducara y se ocupara de ella, y se maciina, hhada—. Ya puedes ire!
habia vuelto a casar. Desgraciada-—{Por qué lloras, pequefia Ce. —Pero,.. Zeon ests ropas? —dljo
mente, Ja, madrastra pronto dio nicienta? Te hubiera qustado ir al Cenicienta ‘ensefténdole sus ah
rmuedias de su coda y egoima, bale af ambén?—lpregunsel daon
Heer ustado ir al baile, tembién a ella le Tacando Ia calabaza con su vati-
hija, las hermenastas de had Elhada asin. ¥ con un toque
ibjowen ran presimidasyenvicio. |" Esas fiestas no son para mi— de varia magn vapatecteron los
sas. ¥ como el mercader casisiem- contest6 Cenicienla con resig- hatapos conviriéndose en un ves
Dre estaba de viaje, la madrastra ynacién, tido de seda bordado en oro, zapa-
Sus hijas se comportaban como si —Ya veremos. TiSeme una ca- tos de cristal y alhajas. |
fueran las amas. La oven siempre Inbaza,
iba vestida con andrajos y llena de
ppolvo y ceniza; por ello va todos la
llamaban Cenicienta, z
Un dla, el hijo del rey, que anda
ba buscando esposa,invté a todas
las muchachas del reno a un gran
ball: queria verlas y eseoger entre
ellas. En casa de Cenicienta todo
‘eran preparativos se compraron
os telidos-y-pelucasy se eligieron
alhajasTemblén a Conienta la ha-
ban invitado al bale, pero la ma-
rasta, "la ibara-louas
Legé por fin la nache tan espe-
radar. las. hermanastras. parecian
otras, transformadas come estaban
‘con aquellos vestidos yaquells jo
‘yas. Cahiclonta las vio part ruy
apenada. También aellalelnublera
ube y vete —dijo el hada—DROLEDIACACABS NEMO CHO DECANE DL IEC
Pero recuerda esto: cuando den las
‘doce, abandonarés la fiesta. Cesa-
rn mis encantamientos: la carroza
tolverd a ser una calabaza, los ea-
ballos volverén a ser ratones y los
cocheros,lagatias. Y 10 volverés 2
fer la Cenicienta de siempre, con tus
tmismos harapos,
Elbaile fue maraviloso, Todos ad
miraron a la princesa desconocida
¥yel principe bailé con ella toda la
ache. Elcoraain de Cenicienta sl
taba de alegrta,
‘Soné la primera campanada de
medianoche. Cenicienia se dio pr
s veoz vsonsientesalié del salén
Elpincipe la siguié, pero no cons
{quid detenerla: s6lo encontré un
Drecioso y pequetio zapato que Ia
Joven habia perdido al bajar por la
‘escalinata de Falacio,
Elprincipe se puso triste: desea-
‘ba encontrar ala joven del baile, la
que habia percido el zapatto
‘Se diets tn bando: todas las)
venes del reine deberian probarse
el zapato y el principe se casarfa con
aquella@ la que le sirviera.
‘A di sgulente loa ofteales de la
corte comenzaron las pruebas, pe
ro ninguna joven conseguia calzar
se aquel zapaio. El principe fue
también a casa del mercader y las
hhermanastrasintentaron ponerse el
‘zapato: pero era tan pequelio y es-
{echo que no consegufan meter ni
la punta del pie.
Elptincpe, cada vez més tiste y
‘apenado, va ba a marcharse cuan-
do descubr6 a Cenicienta que se
manienta timidamente alejada
“Yella, zquign es? preguntd,
=J0h, no es mas que una cra-
da,.I— respondi la madrastra
Pero el principe miré alos ojos de
Conicientn ya Joven, como #08
tuviera hechizada, se sent6 ante el
chambelin y extendié su diminuto
pie,
1Ah! El zapato austaba perfecta-
‘mental Einmediatamente Ceniien-
‘a aparecié revestida con las ropas
del baile, el principe la convirtis
fen su esposa,
[Las bodas se celebraron aquel
mismo da, y fueron dignas de su
2 las hermanastas yla madras-
‘re? El principe hubiera deseado
‘astgarlas por su maldad, Pero Ce-
nicienta las perdoné. Las invité a vi-
vir con ella en la corte y poco
Gespués las hermanastras se ca:
saron con dos caballeros, La ma:
Grasira comprendis su error y en
adelante fue buena y amable con
todos
Y ast termina la historia, con el
‘més bello de los hechizos todos vi
vleron felices y contents,gee zw \ or ;
% Blancanieves y los siete 4
‘ . enonitos ae
DW, ta hie" ps ae contenegro, melas roséiceas yl ez
blanca como la nieve; por eso
Ia lamaban Blancanieves. Por des
sraca,lareina mun, ylanina, que
fda vez ea més bella, quedé hut
fana. El rey voli6 a casarse
La segunda esposa era la mujer
‘mas fascinate del reno, pera la sa-
bia, yen su vanidad, no soportaba
nl siguiea la idea de que exisitera
fen el mundo una mujer més bella
‘que ella. Conocla las artes mgieas
‘tenia un espejo encantado al que
Siempre le hacia l misma pregunta
‘Quién es lamas bella del
oino?
Invarablemente el espej le ase
aguraba que era ella, hasta que un
da, la respuesta fue diferente:
10h, renal Antes ti eras la mis
bela, pero ahora Blancanieves va es
ims bella que t
Lareina, que se llamaba Grim
da, se encendié de humilacién y
‘odio hacia su bijastra, que realmen
te, por entonces se habia convert
doen una joven de inigualable
Lees; pelo
+ bellea, Tl fue su odio que omen
{2.94 eriado mata ala princesa; pe
ro el hombre no quiso mancharse
‘con semejante atrocidad ni siquie
+ por obediencia a la reina. Dei6
escapar a Blancanieves, pera le st
plicé que se fuera @ un lugar muy
Sint tSepreees, (feb pes tReet
Iejano donde la weina no pudlera
deseubrira,
Lamuchacha, aerorizada, coms
porel bosque hasia que llegé a una
‘asa muy pequefa y muy bonita
No habia nadie. Jento, todo era
‘mindsculo: Jos mucbles, la vail, et
‘ajar. Incluso las camas eran pe
{quenisimas; hab sete, y Blanca
nleves, agotada por sulorga huida,
fuvo que juntarastodas para poder
tenderse en ellas a dormir
‘Al despertar, vb a Su alrededor
siete gractorsimos enanitos, ls due
fos de la casita. Conmovidos y
preocupadas, eseucharon la histo-
tla de la joven y s ofrecieron a al-
bergarla toda la vida, Todas las
rmahanas, al se a trabajar y dejar:
lasola haciendo las labores de la ea-
sa, le hacfan milrecomendaciones,
fungue sabfan que, antes o des
pus, la pérfida reina Grimilda da
fa sefales de vida,
'Y¥ era verdad: la bruja supo por
su espejo que Blancanieves estaba
escondida en el bosque. Se disra
25 de buhonera y fue a buscarla,
Ofreri ala joven un einturén pre-
cosa y quise probéiselo ella misma;
pero apreté tanto que la pobrecita
Se desvanecié. Por suerte, los ena-
nls legaron en ese momento y la
salvaron,retintnsnessmyon fehiéro Foster
doa su hijasta, supo por el espejo
{que su malfico plan habia fallado
Se encerté en la torre mas alta del
* easill, donde tenfa su laboratorio
| Ge brujera, y consults los libros de
| magia hasta que encont6 un hechi
| Grimilda, que ctefa haber mata
do die le patecis infalible
‘Se distros de vendedora ambu
lante y volvé ala caste del bosaue.
Esa ve Blancanioves habia sido ad
[vert por sis amigos los enaniing
{Joo dejé entrar ala mujer, sino que
‘bserv6 su género desde la venta
nay le gust6 un peine, Nada mds
meterloen sus cabellos, cay6 sin
Endo al suelo, V la bra hug, Pe
10 los enanitos no estaban trangul
los yde vez en cuando uno de ellos
Tha a ver si todo seguta bien en la
casa; ax, también esta ver fue sal
vada Blancanieves
‘ira ver tvaicons el espejo em
brujado a Blancanieves y Grimilda
preparéun hechlzo miicho mas
fuerte. Se present6 ante la joven,
fingiendo ser uaa anciana campe
sina, y le offecis una de las sucu
lentas manmanas amarilns y rons
aque levaba en su cesta. Blancanie
ves, desconfiando de ella, no qui
son probatlas. La bruja slo habia
pesto el terible veneno en la par.
fe amarila de la manzana, Morais
la parte oj, para demostrar que no
estaba envenenada y le tends la
parte amarila por la ventana. Nav
‘da ms mordeta, a princesa se des:
plomé al suelo, como fulminada.
Esta vez los siete enanitos no pu-
dieron hacer nada: la joven estaba
‘mueria, aunque parecta slo dorm
da La pusieron en una uma de cis
fal y le evaron a un claro del
bosque donde pudieran ir a ver a
si queria amiga mira slompre
{que quiseran
Un dia, encontraron alfa un pri
cipe, que se habia extraviado en el
bosque y habia legado af por ca:
sualidad. Se habia quedado fas
‘nado por labelleza de la muchacha
¥y cuando los enanos lecontaron [a
Inste historia de Blancanieves, le
afect6 tanto que se desmayé. Cay
precisamente sobre la uma de ers
fal, que se hizo afcos; el goipe hi-
20 salir de los labios de la joven el
trom de manzana embrujada. Al
punto, desapareci6 el efecto del he
hizo y Blancanieves volis a la
vida
Menuda fiesta organizaron os
enanitos cuando Blancanieves se
‘cas6 con el principe! La reina Gri-
mila se resigné ano ser la mas be-
Ia del reino, pero rompié en mil
pedazos el espejo magico, para no
Disco repetit todas horas.PLEIN EARLE LOEB WLLL RERSAIEA SM. BOSD
re: SOHC TS
‘cuento, del mes
z 2 Soldadito de plomo 3
Bs eS Na Bh: a foes:
9CARLOS BETHORAER SEY MGTIO WREPAELSAEAS BOSD
bien hecho; fundido y esmal-
do con tanto cuidado que
parecia de verdad, Tenia guerra
qoja con botones dorados y cintu-
t6n blanco, pantalones negros que
pparecfan reign salidos de la plan.
hadora, el fusl al hombro, con la
larga bayoneta puntiaguda y relu-
‘Gente, Parcia que se distingufan los
pelos de su gor; en la eara, en
Imareaday eel Uarbuquejo de pla-
‘a, destacaban sus meiilas ro}, sus
‘ojos azules y los bigotes negtos do-
blados hacia arsiba
‘Los soldados de verdad hactan
‘uardia en el palacio real; pero él,
‘que slo eta un regalo que habia
traido el padte a su hijo de un vie
je, hacia quatdia entre los otros ju
suctes
‘Justo delante de él estaba un eas
till construido con muchos ladril-
tos, con torres y almenas, y hasta
bandera en el puentelevadizo, Ha-
ba un gracioso osito de peluche y
‘una vieja peonga que al gar hacfa
| un muido extrafo; habia un balén
‘on tantas patadas encima que ha-
‘ia perdido el color, vlos boos, le
nos de abollones a fuerza de darse
‘goles.
Pero al soldadito de plomo el ju
guste que més le gusab rb
E& de plomo, pero estaba muy
No era exactamente "n juguet,
sino una de aquelas mufiecas de
pporcelana que estcban tan de mo-
4a entonces. Estaba en equilbrio
fencima de una caja, sobre la pun
ta del zapatito v, cvando se le daba
cuerda, empezaba a dar vueltas al
‘ilo de un vals, tocado con ls no
tas argentinas de un cantarino ea-
nil.
El soldadio se enamoré de ella
nada rs ern. ¢¥0.quién no cha
bia pasado lo mismo? La ballarina
‘era muy bella, con aquella pose ar-
‘moniosa, una piema hacia atrés y
los brazos un poco arqueados ha-
cla arriba; tan elegante con su del
cada falda de tul un poco amari-
llenta por el paso del tiempo,
Pero la preciosa criatura no di
afar siquiera una mirada al ecién
llegado: estaba vuelta a ot lado y
no se volfa hacia él nl siquiera de
noche, cuando todos los juguetes se
animaban y empezaban graciosa
mente a moverse
El soldadite.habia intentado una
vee lrg la palabra, corés v ga-
lontemente; pero deropante ce ha
bia alert la tapa de una caja que
‘estaba junto al earl y habia sal
{ado un diabillo de muelle, que ha:
'bfa montado una eseena de celos y
habia proferido terbles amenazas
|
q
"
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fiPEPER OLRERILT TM BG MBIT PRE WRES AISI GASP
«\Jo sorprendia cortejando a la be-& poco, el polvs lo fue cubriendo. tuvo muy mojado, Su dltimo pen:
Tia aliarna Pero un dia llvié mucho ylaca- samiento fue para la bailarina de
Elsoldadito, por su parte, no te- saca roja del ssldadio de plomo porcelana.
fa miedo, pero al desconocer los destacaba brillante ena acera. Dos "Poco después lo trag6 un pez y
Werdaderas sentimientos de la bai» chicuelos lo encontraron y tuvieron ya no vio nl entendié nada més,
Taina de porcelana, desde enfonces la fatal idea de convertiio en mari- No supo ni el empo que habia
2 habia abstenido de hacer cual» nero: hicieron un barquito de papel, pasado, cuando v6 un grito de
{uier cosa que pudiera comprome- lo pusieron en el arroyo formado sorpresa
Hie congue elfondo lds mms: porialluviny mteronenGlelsok Eh malo que hay anu den-
wa | hina )ubere desendo hacer Gado de pmo. trol Un soldadto de plomel
ga. | fen a sy adversaro, ‘De aroyo enartoyo, elbarguto La doncel, qs estaba bnpian
Be PMS achat pets contents el acattensin taut sventul En do‘l per lewd alfeguete a am
fue ff atwanlte por un descudo dey conicascudag vermin ypeces ts Elec fogs un et con peo
Ur | fini operun sortingo del diolo amenasantes- Hl soldadto ressi6| en seguda se cameo fo dei con
he.) darmeles, se habia coido de lx impasilacormosifoea un avient fos demée jogete
Sy | Ventana yhablaquedado priione- co-caplin denavio pero elbarqut--.;Casualdades dela vida 8 sol
zat | roanite doslosas de laacera, Poco. to actb6 por handive euando es- dato vohib a encontrare ate el
castilo yla peonza. Hio un estuerao
por mover los ojos. sf también
estaba al a balarina,
El corazén del soldadito empez6
a lair con tanta fuerza que ella de-
1b ofto, ya que hizo una pirueta y
se volv6 hacia él, con ung especie
de reverencia graciosa. Infhediata-
‘mente salt6 la Tapa de la ota ca,
pero por el excesivo impetus, el mu:
lle se rompi6y el malvado abo ea-
16 para siempre dentro de su caja,
Desde entonces, la bailarina ha
aprendido a hacer la quardia Y el
Soldadito a baila el vals siguiendo
las notas del efsilén, i
Parece ser que todavia viven y
aque siguen siendo muy felices.PPT ALE RENAE §— NYO AE RRT ESR OOS ER,
‘nacié su primer hijo {una pre. —Na pueda anular lo que mis empleado todavia su poder; pera
ciosa niffa que en su da seria compafieras te han concedido ya no era un poder tan grande comg,
{eina) en todo el reino se celebra- pero s{puedo harer que s6lo lo dis-_ para anular el sortlegio del Had
zon grandes e inolvidables festas. frute algunos aes. Cuando tecon- Negra, la gran soberana del reing
‘También en palacio se organiaé una vielas “en una bella joven, te de la Tinieblas
fastuosa recepci6n, para presentar pincharés con un huso y morirés. —Todo lo que yo puedo hacer
cficialmente a la princesita al pue- El Hada Negra desapareci6, de- —explicé— es impedir que musta
blo, a la que se invté a los perso- jando a todos desesperades y al pincharse com el huso: caerd en
‘ajes més importantes y poderosos, _aturdidos. lun profundo suefio que duraré cien
‘ncluldas las numerosas hadas que | —(Salvad a mi hija de este teri-aftos.
vivian en aquel tangullo pals. ble hechiso! sup la yeina alas No era une perspeetiva muy ha:
Eldia de la festa, todas las ha-hadas buenas. Iatieia tampoco. El rey, en su de
das se presentaron en elcasilo, me- Sin embargo, ya habfan emplea- sesperacién, crey6 haber encon:
nos una, el Hada Negra, y nadie do sus poderes mgicos para hacer trado la solucién;
sabia por qué no habia aceptado la sus dones alaniia y ahora no po- —iDestruité todos los husos del
Invtaeién. (Después se supo que, dfan hacer nada reing! (Mi hija no saldré nunca del
por desgraca, la invilacin se haba
perdido, pero el Hada Negra, con-
vencida de que no la habfan invta-
Ge, se fea mucisno y dele
vengarse.
Las hadas destilaron por delante
de lacuna dela princesta y con un
toque de su variia mégica, le fue-
ron concediendo sus dones: la be-
leza, la bondad, [a inteligencia, Ia
sgracia
“Tantas eran las hadas que la c-
‘ma dud6 un poco, sin conseguir en-
contrar un don que no le hubieran
concedido ya, Mientras pensaba
{qué don concedere,entr6 en el sa-
Jon el Hada Negra, que se acercé
lacuna y sefialé con su varia mé-
Esmee, les gica amenazadoramente a lana, _Unicamente la itima no habacasll y sex4 vigllada diay noche!
‘No impediré que se cumpla el sor-
lego!
Pero gqué hombre, aunque sea
rey, tiene més poder y astucia que
fm hada vengatva y cruel?
Las 6rdenes del soberano fueron
soguldas al ple de la letra y la prin
tesa se conus en una encantado-
fa joven de quince afios, con todas
fas gracias y virtudes que le habian
concedito
Ta Gnica vitud que no tenfa era
Iafalta de curiosdad; y a deci ver
ad, la muchacha era mas curiosa
(que una urraca,
‘Slempre habia vivido encerrada
fen sus habitaciones, por lo cual te
fa unas ganas locas de descubrir lo
{que habia en las otas partes del cas.
till. Un dia sus wlantes se dita
Jeron un poco la princesa apro-
\ech6 para escepar.
‘Vag6 por todes las salas del cas-
Lilo, por los s6tanos y los desvanes,
hasta que legs a una alta tone os
condida entre les drboles,
Dentro estabael Hada Negra, ya
vieja: estaba hlndo. Le fue fel
tentar ala princesa ensenéndole el
hhuso de oro con el que estaba hi-
Jando y hacer que se acercara has-
tapincharia. Alinstante se cumphé
cl sortlegio; perolajoven, como ha-
PS TT IO CE BMA, TGYO BARI PA WEST PISS
ba dicho la iia de las hadas bue-
nas, cay6 al suelo dormida sola-
mente
Sin embargo, pasé algo que las
hhadas no habfan previsto: junto con
la princesa cayeron dormidas todas
las personas y todas las cosas que
se encontraban en el inmenso
castillo
‘Cen aftos mas tarde, un valero-
so principe que se habfa adentrado
tenet hoa, se encontyé con oles
‘mino cortado por densas zara es
ppinosas. Con la espada se abrié
‘paso, hasta que, con gran sorpresa,
legé a un castilo donde todos dor
ian, centinelas y cortesanos, pe
‘ros yeaballos, hasta eley ylareina
Junto al trono,
El principe recors6 todas ls es
tancias hasta que llegé a la tore,
donde encontt6 a la princesa dor
‘mia. Apiadado por la terbe suer
fe que debia de haber cortido
‘aquella preciosa joven, se arrodilé
yy le dio un delcado’ beso en a
frente
‘Aquel beso rompié el encanta
miento y todo el castillo se desper-
16. Qué alegria cuando el ey y la
relna abrazaron a su hijal Las fies-
as, que incluyeron el matimonio
della princesa con su salvador, du-
raron fes meses jy no es seguro que
hhayan terminado todavia!S| AESBT He KOKORIM juno MOTO se msreTeanodo lo que un pobre eampe-
T etic sion een
Gina sushios era un motno,
un bure y un gato. Al hijo peque™
fo le habia tocado el gato y no 32-
"acme conse sal adelante
—En cuanto me coma el gato y
‘me haga una peliza con su piel, me
‘moriré de hambre —se lamentaba
entre profundos suspios.
I gato re dio eu
auien més peligro coma era él, y el
tmiedo de convertrse en una pel
2 le hizo hablar
[No te preocupes: de t me ocu
paré yo. Sélo tienes que darme un
par de botas y ropas elegantes, co:
‘mo conviene al escudero de un
gran sefior. Del resto me encargo
yo,
Fue tale estupor del joven al oft
hablar al gato que no lo pens6 dos
‘veces: com al mercado y compr6
‘un par de buenas botas yun elegan
fe sombrero con plumas, igual al
que llevaban los cabaleros.
Muy bien —djo el gato mirén-
* dose en el espejo—, pero necestaré
también una casaca y una capa.
“Se me habia acabado el dine
ro —se justified el joven,
—Entonces me areglaé con esto
—se resign6 el gato.
En cuanto se preparé, el gato sa-
lisa cazar, y como era ally exer-
to, en unos minutos habia arapado
Une labre gorda yapetiosa
Conéentoncesa palatoy, con
tono avo pid ser reco po el
te). Los guadas,emoreados, no
se areveron a devener a un gato
due habla v que se comporaba
oh tanta seguridad, Geom
c Ante el trono, el gato hizo una
xan reverencia tenia ere al
* Mi amo te ruege ceptor ese
regalo dio
"Yan est senor?
—Etimargués de Caras —im
proved el gato.
No le conazzo, pero de todas
formas dale la aracas le mi pare,
Elrey acept6, unas cuantas ve
‘ces més, regalos del misterioso mar
uss de Carabés.
‘Un dia que el rey paseaba en su
carroza acompafiado de su bel
rma hija, vio al gato moviendo los
trazas en medio del camino y or.
den6 al cochero que se detuviera,
El astuto gato con botas conté;
Unet bandos han robade lar
ropas que mi sefior habia dejado en
la hierba mientras se bofiaba en el
Iago!
Elrey mi y vo al joven metido
enelagua hasta eleielo y, despugsi. REDOT RAGS OAT IM JUNO MOTO G asswHOTEsn
as de haber aceptado tantos regalos lantado y vio @ unos campesinos —iSon del marqués de Carabés!
Suyos se sinié obtgado a ayudario. que trabajaban en un campo in- La misma respuesta dieron alzey
ren “\Comred a palacio ytraedleo- -menso. Y les djo amenazador: todos aquellos a quienes pregunta
or posl —orden6 a sus crados. ‘Bscuchadme bien! Si alguno ba. Realmente pareca que si joven,
‘Con un rico vestilo de cortesa- os pregunte de quién son estos huésped (mudo de extraneza 0, se-
su no,elhijo del ampesino, que siem- campos, deeldle que son del mar- gin suponfan el rey y la princesa,
Si; | _ pre habia llevado pobres harapos, qués de Carabés. Sino me obede- por una laudable modesta) fuera el
los {etaba tan guapo que la princesta cfs, os haréalbondiguilas, palabra duenio de todo el reino,
ot ‘comenzé a suspirar por él desde de honor! Mas adelante estaba ei castillo de
a. fque lo vio. Eley se dio cuenta y Los pobreclos estaban tan asus- un terrible ogro que podta conver.
pensé que el rico y generoso mar- tados al ver un gato con botas y_tirse en el animal que quisiera. El
lac Gude de Carsbir rer un buen yer. sombrero, que hablaba daha de- gan In dacafis a eave una prucba
en hho; asf que lo invité a palacio, El denes, que ro sofaron siquieracon de sus facultades y el ogro se trans-
vel Joven, alurdido portodo lo que le desobedecelle; ast pues, cuando formé en un enorme y rugiente
festaba pasando, subié a la catroza_pas6 la carrozay el rey quiso saber _le6n.
do real sin hacerse rouar {quién era eldueno de los campos, Eso es muy fall —dljo el gato
és El gato con botas se habia ade- respondieron todas a una sin asustarse lo ms minimo-—. Ms
diffe es para alguien tan grande y
tan gordo como 16, transiormarse
‘en un animal pequeno, por ejem
plo, en un ratén.
El ogro, herido en su vanidad,
squiso demostrar que también podta
hacerlo, Elgato sats sabre el raton-
cllo y seo ragé de un bocado: des-
‘puss conié hasta elpuente evadizo,
Justo a tiempo para dar la bienve-
nida al ey y ala princesa en el fa-
‘buloto castillo del. marqués de
Carabis. Elrey quedé tan conven-
ido de la riqueza y el poder deljo-
‘ven que no esperé a lar ala corte
pata proponerle el matrimonio con
Su hij; y la boda se colebr6 all mis
mo, en el que habia sido el castilloCPEOSMBROOMETRE julio CHAI. OS MAME
amé Pea estaba toda do-
lorda por fa larga inmov
Idlad'a que estaba obigo-
da yno velala hora en que los hue.
‘os que estabe ineubendo se abr.
yan. Por fin, una céscara se romps
¥salié un precoso palo, se rom:
Dia segunda, a tree, y la felz
Imamé-e enconté rodeada de una
hhumerosa nidada de rls vvaces
9 alegres.
$e Bvt cr un apnea
voy se dapuso repress alagian-
Jn; pero vo que un huevo todavia
tstaba entero, precsament elma.
Yor de todos
La Pava vio el extraio huevo y
se aceres can cunondad para ob.
Zervatlo mejor.
Esto no es un huevo de pato—
sentencié-- Es de pinteda
De pintada? —dijo ncédula
ta Pata 2¥ cémo ha podido ve
tira parat aqul
"5 Quien sabe! —se encogls de
hombros a Pave, Quis los chi-
cos han querido gait una bro-
ta pesada, En cualguler cao, 05
Indl que contindes Incusindolo,
Yaverdscomo de ake sale nada
bueno.
‘Apesar de aquelas advertencias,
JnPata no se quod convencida: 2
Jo mejor la Pava se equlvocabo, 2
Jo mejor nacia oo bello patio
Pero cuando racié por fin el l-
‘timo de los pollualos, la Pata se la-
‘ment, al prinebio, de no haber
seguido el conseo de su amiga. El
patito era muche mayor de lo que
‘eberta ser, y nose parecia en na-
daa sushermanes. (Nisiquiera era
blanco!
Pero la Pata ye lo querfa como
todos sus ots os, incluso més,
precisamente porque era un patito
feo y sabia que por ello la vida no
le sera fil.
Para el patito fo, los problemas
‘empezaron en cuanto la madre lo
llev6 con los oes a la granja: no
s6lo ls gallinas, el gallo, los pavos,
sino también los demés patos dg
ton claras muestras de desprecio
puesta que la madre parecin dea}
ddida a quedarse con aquel mong,
nuit, se le echaron todos enc
‘que sus propios hermanos se bur
Jaron de ly le dieron picotazs. La
‘made hizo todo lo que pudo pata
defenderio; pero los animales eran
‘muchos v, al final, el patito feo hy
‘ve que resignarse se, 8 que ex
la nica forma de salvarse
Fue al estanque y se acostumbng
‘a vir con las ocassivestes, aun
{que no tenfan muy buena fama y
si existencia era dura y estaba ltPRLTSMIROS BerHHEr julio WEA OSMEMTOMD
ra de sactificios. Las ocas acepta
fon al patito feo. sin ningan
problema; al contrario, se alegraron
fe tenero con ellas. Pero un da le
garon al estanque los eazadores y
Se produjo una masacre. Hasta at
alto feo vio que se abalanzaba so:
bre él un enorme perro y ya sere
signaba a mort cuando, increble
mente el perro seal sin morder
Tosiquiera. Elpobrecilo, en vez de
alegroren, en an trite dalersin
por ello
Soy tan feo», pens, «que ni los
perros quieren comermel=
Desde aquel ia, e patito se que-
solo en el estanque. A decir ver-
dad, también haba otras. aves
grandes blances, de aspecto ele-
antsimo y con sha preciosa mas
carta negra y amarila en el pico;
pero aquellas aves (se rata de cs:
nes) vivian en una parte lejana del
estanque, por lo que el patito feo
ro sabia que exstian
Un dla las vie pasar volando y
queds fascinado, Muy compung-
do, pensé: «(Como me gustaria ser
rama ella! Si sudiera irme con
elas.
Intent esti bs alas para seguir
las, pero volvé a caer en el agua;
vy cuando levanté la cabeza, ya he
ban desaparecico.
LLleg6 el invierno y la superficie
del estanque empez6 a helarse po-
‘co. poco. Para no quedar atrapa-
do entre el hielo, el patito feo tuvo
‘que seguir moviendo el agua a su
flrededor, sin un momento de re-
oto, huchando para sobrevivir con:
tea ei cansancio y el hambre
“Tuvo que luchar duramente con-
tra adversidades de todo tipo, pe
ro después volié la primavera y el
‘stanque vols también een ver
ey azul tibio y trangutio,
Entonces el patito feo estiré el
cuello y las patas; probé a estar
también las alas y... eché a volar
Tabla crecide: mucho aque in:
vierno v, claro, también le habian
‘recido mucho las alas
‘Con un suave aleteo vol6 por en-
cima de los érboles de un magni-
co parque, hasta un lago donde
nnadaban los elegantisimos cisnes
{que tanto habia admizado en otofo,
‘Sus parientes estuvieron muy
‘contentos de rechitlo... porque el
pobrecilo, al que durante tanto
tiempo todos habfan considerado
un patito feo, era tan diferente de
los demas patitos sencilamente
iporque era un cisnel
Y¥ desde entonces, las alabanzas
de todos los que pasaban le com
ppensaron de todo lo que habia te
ido que padecer antes,El cuento del mes
QJacobito
y la abubia magicaGBS EPO Ge OLS AG010 OLAS ER OCG CER
nna pobre viuda y su hijo Las hojas y lo tallos formaban Pero después la mujer tuvo com.
s6lo tenfan para sobrevi- una emda escalera. Eljoven se pasion y le dejé entrar en el cast
vir la leche de su vaca, lla-atrevi6 a subir y se encontré.en un lla. Le dio pan y leche, pero justo
‘mada Blancaleche, que ban a ven- largo camino que levaba a un in- en aquel momento, el eastilo te,
der al mercado, Un dia Blancaleche _menso casilo. Si ningtin miedo, tumb6 con los pasos del ogto ue
fenferms y dej6 de dar leche. La Jacobito se dirigié a él, con la es” rearesaba
mujer decidi6 vender la vaca y dijo peranza de encontrar all algo de —iRépido, esténdete en la estu
su hij Jacobite que la levara al comer. fa! “ordené la mujer al joven —
mercado, ‘Le abri6 una giganta y Jacobito jy de tsi te encuentra
Pero nadie queria comprar una le pregunté El ogro era enorme y espantoso
vaca que ya.no daba leche, —Gentl sehore, gno tendrfaal-y en cuanto entiS, mid a su ale.
‘Jacobite estaba a punto de vol- go para comer? iernr. ermpezs a allatear y dbo con
vera casa cuando se le acere6 un Ta-serés la comida —exclam6 vor terrbe
Velecll que le propuso comprar la ela—, sino escapas pronto! Mima- Ah! jAquf huele a came hus
vaca a cambio de un pufado de rido est8 a punto de tegresar es un mana!
‘alubias: eran unas elubias muy es- ogro y le encantan sobre tod jos" Qué val —Intent6 despstarlo
peciales, expled, que podian cre-muchachos con pan! la mujer—Habré quedado olor de
fer de la noche a la mafiana tanto
{ue cas! legaban al cielo. Eljoven
rho se lo ereyé pero le dio la vaca
¥ se lev las alubias.
Cuando la madre se enters del
negocio que habla hecho su ho, se
‘enfureeié: agar ls lubias las
*6 por la ventana.
Alia siguiente, los rayos del sol
despertaron al muchacho: pero slo
entraban algunos rayos por la ven
+ tana ya que se lo impedia un tap
do follaje que nunca habia estado
Junto ala casa. Extranado, Jacobi
to se levani6 y mir6 por la venta
na: las alubias habfan germinado y
‘en muy pocas horas hablan erect,
do tanto que se percian en el cielo,we CLP OES LBS M900 CLOSE FTW ER e
om Ja oca que te preparé ayer para observ més atentamente Io que _guida, pero no en la estufa sino en
ast cena ppasaba en le habitacién. Elogro.co- un perol que estaba junto a la
to Elogro se tranquilz6 y cen6 co- gi6 una gallna y le ordené: —;Ponchimenea,
ye plosamente; luego se puso a con: un huevo! ~y la gallina la puso in- — Lleg® el ogro y olfates algo
ul tar saquitos de monedas de oro y mediatamerte, pero de oro maciza! —_—ja, jl Hiuele a carne huma-
al rato se quedé dormido, Jacobl- Cuando e agro y la mujer se dur- na! —y empez6 a buscar por todas
stu to salié de la estufa, cogié una de mieron, Jacobo sali de su escon- partes, pero no se le ocutn6 mirar
= las bolstas y escapé a toda prisa, dite, cogié b gallina que ponia los en el perol. Cen y después sacé
Con as monedas de oro, su ma huevos de cro'y escapé a toda ve un arpa de oro,
lo%0 dey él pudieron vivir un empo sin locidad —iTocal— le ordené, y el arpa
ke problemas; pero el dinero se aca- Con los huevos de oto que po- se piso. tocar sola una nana que
on 56 y dlacahto decidié ie hueenr nila galine, podian comprar todo hizo enor al ogro en un such pro
‘mas al castillo del ogra lo que queran. Sin embargo, un dia fundisimo. Entonees Jacobito sli
hw La giganta no lo reconccié yto- Jacobite tuvo ganas de volver a su. del pero, cogis el arpa magica yes
do pas6 igual que la primera vez. bir alcastil y tepé por a planta caps. Pera el arpa empezs a gitar
alo Cuando el ogto leg6, el joven se de alubias. sta vez no se dejé ver —iSocorra, amo! Socorro, que
re escondié en la estufa, pero esta vez por la gigania vse escondié en se- me roben!
Elogro peg6 un salto y se lana6
fen persecucion del joven, que ba
jaba por eltallo de la plana. Elogro
fue detrés de él, pero al legar al
suelo, Jacobito comé a casa y co
16 un hacha. Empez6 a cottar la
Planta, yal ogro apenas le dio tern-
po de agarrarse al borde del cami-
hho que conduciaalastilo, para no
Jecobito, que ya era muy rico
gracias a los huevos de oro de la ga
lina, se hizo muy famoso y sole:
tado por todos gracias a la misica
del arpa mégiea; pudo easarse con
luna princesa de sangre real y des
e entonces todos vivieron felices
¥ contentos,Caperiscita RojaRAO SESEHE UNG OHw Septiembte MVE GROB-S-2b tex
fia tan due, alegre y educa
@ue todo el mundo la queria,
Una vez habia comprado unreal de
{erclopelo rojo con el que le habia
hecho una capa con caperuza. Ala
nia le habfa gustado tanto aquella
ropa que no se la quitaba nunca, La
gente del pueblo, al verla lege,
sontela; —iAhf viene Caperucita
Roja! —Y con aque! nombre se ha:
bia quedado: casi nadie recordaba
ya su verdadero nombre
‘Caperucita Roja era muy sevical
¥y como todavia no tenia edad de ir
‘la escuela, preguntaba siempre a
Su madre si pocia ayudarla en al
0; la mujer le dejaba hacer alguna
cosa y, como vela que era muy jl
cosa, @ veces la mandaba a algin
recado,
‘Un da, metié en una cestita una
forta y un tarro de eonfitura y dio
ala nifia que fuera a levérselo a la
abuelta, que viva al otro lado del
bosque y estaba enferma, Caperu
ita Roja fue jugueteando. con la
cestita en el brazo. Querfa mucho
‘a su abuelltay le gustaba mucho i
‘su casa, tanto mas ahora que po-
ia ayudarialevindole cosas sabvo
s2s-y ordendndole la casita
‘También le gustaba mucho la
dea de dar un agradable paseo por
fa madre se consideraba muy
| afortunada: su hija era una ni:
el bosque, cogiende flores y frutos
silvestes y jugando con los pajari-
los y eon los deme animallos, que
no le tenfan miede y que eran sus
amigos.
Pero esta vez, elgazapillo la as-
dillano saberon a buscar como de
costumbre. Habian huido todos
[argue habia apaesidoellobo yes-
faba escondida a ls espera de po
rer sus garras sobre alguna cosa
apettosa. Ya habit visto ala nia
{la boca se le habia hecho agua al
pensar en lo tema y sabrosa que
{debia estar. No se Fabia lanzado so-
bre ella porque habia visto algunos
tenfa que per
Tin
=
smanecer escondido s no queria ver.
se frente a ss escopetas.
Pero tuvo una idea’ Fue a bus-
car unos harapos que colgaban de
un espantapsjaros se los puso; se
pegé.en el hocico unas flores de al-
‘godén que parecan una barba blan-
cca y se mit6 en el lago, con una
sonrisa de satisfaccién: la nifia se
‘guro que lo lomaba por un ancis
rho caminante. Y asf fue’
“= ZDénde vas, hermosa niia?—
le pregunt6, esforeéndose porque
su vorarrén no fera muy roneo,
Caperucita Roja se lo dijo y, en
contestaci6n a. sus preguntas, sin
sospechar nada, le explics también«donde estaba la casa dela abuela,
El lobo se frot las patas y pensé
que era un dia de suerte: con un
ove de paciencia, consegutfa no
'S6lo la comida sino también la cena
Habi6 un poco més con la nia,
le dio que no perdiera tiempo ju
¢gando en el bosque v, sobre todo,
ue no hablara con desconocidos:
Tuego se despiisy se marché. Co
roca cle memoria todos los atalos
cra mucho mis tSpido que Cor
‘perucita Roja: asf que estaba segu:
10 de legar a lacasta de a abuela
mucho antes que ella,
Encontréfécimente la casa y la
1mé a la puerta, esforzindose por
Iimitar la voz de Caperucita Roja:
—2Se puede, abuelita? Soy tu
nieteita,
—iPasa, pasa! La puerta esté
ablerta
‘La anclanita estaba en la cama,
casia oscuras, porque la luz le ha:
ca dafo en los ojos. Esto favore-
16 los planes del lobo, que pudo
‘acercarsé ala cama sin que lo re-
conocera. Sak sabe a pobre mi
‘merla en ese momento. ;Ya lo ha-
‘a después! Le quit6 el camisén y
el gon de dormir, la a6 y amor-
ddaz6, y la encend en un arcén,
iusto a tiempo! Caperucia Roja es-
taba ya llamando ala puerta. Ello-
'bo se puso el camisén y el gorro,
se metié en la cama y le dijo que
jpasara, tapéndose con las mantas,
hasta los oo para esconderse me-
Jor, Sin embargo, Caperucia se dio
‘cuenta de que algo raro pasaba y
Sse acercé con precaucién
[Abuela, qué orejas tan gran-
des flenes!
Si, pequefa: son para ote
“TY qué ojos tan grandes tenes!
—Son para verte mejor.
SY qué brazos tan grandes!
—Son para abrazarte mejor.
Caperucita se iba acercando ca-
dda vez més y estaba cas al alcance
del lobo,
Abela, qu dents tan gos
Hienes
Son para comerte mejor! —y
el lobo se abalanzs sobre ella,
ero en ese instante sonaron ds
pros en la puerta. Un pajailoha-
bia visto el engafo de! lobo y para
salvara su amiguta, habia avisado
a un cazador, que lo haba seguido
hasta all. ELlobo, al verse apunta
do por una escopeta, escapé a to
a velocidad. Caperucita Roja
fencontré a su abuela en el arcén,
Yyjunto con el eazador que la habia
Salvado tan oportunamente, impro-
visaron una alegre merienda,RIDADL TILDE CS — octube
una gran cludad de la ant
‘gua Arabia, el banio de los co
pmerciantes estaba lleno de
forasteros como sucedia siempre
‘cuando era dia de mercado. Haba,
tun forastero muy alto y con tas
vestiduras que daba vuetas con su
ccamello yen lugar de comprar ob-
servaba @ los muchachos y hacia
preguntas sobre ellos. Le lam la
‘atenci6n especialmente Aladino, hi
jo de una pobre hilandera viuda,
ue tena aspecto inteligente y con
fiado. Le progunts s le gustaria en
trar a su servilo; la madre estuvo
de acuerdo y el oven se fue can él
‘Tras un largo viaje legaron a un
valle, onde estaba la caverna que
bbuscaba el hombre,
El desconocido ordené a Aladi
no: —Entra y baja por la escalera
que lleva a un jardin subterréneo,
Busca la limpara que olvidé hace
mucho tiempo y tréemela,
Etjoven obedeci6, més ranqut
Jo porque su amo le habia dado un
anilo encantado que le protegeria
de cualquier peligro,
Encontré el jardin y la limpara y,
‘su débil luz, vio que los drboles del
jardin tenfanfrutos y flores de pie
Gras preciosa! Se llen6 los bolslos
¥y empez6 a subi los escalones; pe-
ro, por un encantamiento, cuanto
més subia, mis crecia la escaera,
Poco después, se sint extra
mente cansado, pero todavia no
habia legado nia la mitad. Se sen
16 en un escal6n y se quedé
dormido,
Fuera, el amo después de mucho
‘esperar, pensé6 que Aladino lo ha
Wa enganado v muy enfadade, se
En la caverna, Aladino durmié
tres dias seguidos. Cuando por fin
se dio cuenta de estar prisionero de
eralern embruinda, se dosespe.
15, Junté sus manos easialmen
te froté el anillo que le habia dado
‘eldesconocido: al punto se le apa
recid un genio,
Soy el genio del anilo. Ord
EPO Y BOS Slw WRC
name hasta tes veces y te obe
decers
—iQuiero volver a mi casa!
En un instante estuvo ante sa ma-
dre, que le reprendié. por haber
abandonado a su amo. La pobre
‘mujer no par6 de llorar nl siquiera
cuando Aladino sacé de los bols
los los rubies y las esmeraldas que
habia cogido en la cueva:
Qué quieres que haga con es-
tos trozoe de cristal de colores!
Porque en aquel momento habla
‘que pensar en comer y como en la
‘casa no habla ni una sola moneda,
la mujer pens6 en ir a vende la
lampara que habia traido su bio.epaharimseesetsens octubie smaayarsctumameenD
ero antes quiso impiatla, para que quedaban sin dinero vendian algin mi nombre y qulzés conslenta en
tuvlera mejor aspecto: al frotarlasa--cubierto 0 alain plato ddatme por esposa a Badu
6 otto genio, mayor queelqueha- Los afos fueron pasando, Aladi- Ast fue. El sultén acept6 pero a
bia aparecido en la cueva, ‘noge convitig en un apuesta joven cambio dela mano de su hija pidis
“Soy el genio dela impara. Or- y todas las muchachas de lacludad diez cestos llenos de joyas y que la
déname hasta tres veces y te abe- le sonrefan; pero él estaba enamo- princesa viviera en un palaco tan
decers redo nada meros que de Badur, la Tico como el suyo, Gracias al genio
“Siivenos una buena cena —di- hija del sulin. Cuando pid a's dela lémpara, Aladino puco hacer
Jo Aladino, que con la sompresa no madre que fueraa pedt la mano de ambas cosas, hasta el punto que la
habia tenido tiempo de pensar en la princesa, le pobre mujer pens6 toda se celebr6 al dia squiente.
nada mejor. Al punto aparecié una _que su hijo se habla vuelo loco: Badut y Aladino vivieron felices
mesa dispiesta con los maniwes ——4Crees que el sulin va a dar durante muchos aos, hasta rien
mms exquisitos y vajila de plata. su hija a un pobre teledor? dia volvié alla ciudad el extranjero,
Gracias a ell, el joven y suma-— Los eistaes de colores que en- En realidad era un maga, y merced
dre pudieron comer no s6lo aque- conité en la caverna son piedras si bola de ersta, habia consegui
lia noche sino también los dias preciosas y vaen muchisimo —dijo do encontrar al oven crado de otro
siguientes, ya que eada ver que se Aladino-. Llevdselas al sulén en tempo, Pensaba que Aladino e ha
bia traicionado, robsndole la lim
pata y venia a vengatse,
Esper6 que Aladino pariera pa
ra.un viaje yfueal palacio. Las ena
das le dherom la limpara maravilosa
hizo salir al genio:
~Lleva a Badur y al palacioen-
tero a mi reino —le ordend
Cuando Aladino volvié y vio lo
due habia pasado, se acordé del
anllo encantado y ordené al genio
{que lo levara junto a su mujer. Con
Ia ayuda de Badur, Aladino consi
guié que el mago Se quedara dor
mmido y se apoder6 de nueve de la
lmpara y el genio, que aparecié al
momento, hizo realidad su tercer
deseo, devolvéndolos a la ciudad
Junto con el palacio,ASAE EeE noviembe sseGDsweaS72-3e