pportendo, sino parte integral de un servicio arquitecténico con
sentido de responssbilided y un nexo vital con la sociedad, que ei
arquitecto deberd apreciar por su singulridad entre todas las artes,
El proyectista debers poder y querer comunicarse con sus colegas
Y con sus clientes en toda otape del proceso de proyectar. Necesi-
tamos formas de comunicacion mds bsieas que ia planta, la sec.
in y la proyeccion vertical, Es en este nivel més bésies donde
ddeben de participar nuestros cliontes y colegas, y no en el nivel
tradicional de dibujos arquitecténicos ya terminedos en todo de-
tlle. Si al cliente se le presenta un conjunto de dibujos bien aca
ado, tan sélo le queda rechazar todo esquama 0 haver alguna
sugerencia tonta como “Por qué no le ponemos persianas?”
El arquitecto debe comunicarse visualmente con el cliente muy al
principio del proceso de proyectar. Si desea y valors las contribu
clones que a este nivel haga el cliente, se eliminara la necesidad de
"yenderle™ el proyecto en algun momento posterior. Entoness, no
‘cambia el propdsito del dibujo: sigue siendo el de tomar decisiones
‘especto al prayecto y no sord el de toner que aceptar transaccio:
nes. No deberd convertirselo en un recurso para relaciones oUbli
‘as, aunque el cliente seguramente se sentiré halagad si se lo in-
Cluye en To que obviamente es e! nivel conceptual formativo. Lot
lentes particinardn rdpids y entusiastamente sf 9¢ les presontan