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DEVOCIONALES GLASICOS bro inlay Lectura esogidas de varios reconocids autores les .S.LEWS SC ES ReMi) SOREN KIERKEGAARD ECCI 3) STR) TOMAS DE KEMPIS Pent misty DIETRICH BONOEFFER Ea tagi sy eas] Pau DEVOCIONALES CLASICOS DEVOGIONALES CLASICOS I nirann rok ————— RICHARD FOSTER & BRYAN SMH Lecturas escogidas para el estudio individual y de grupo Richard J. Foster James Bryan Smith editores EDITORIAL MUNDO HISPANO EDITORIAL MUNDO HISPANO 7000 Alabama Street, El Paso, Texas 79904, EE, UU. de A. wwweditorialmundohispano.org ‘Nuestra pasién: Comunicar el mensaje de Jesueristo y facilitar la formacién de discipulos por medios impresos y electrénicos. Devocionalescsicos. © Copyright 2004, Editorial Mundo Hispano. 7000 Alabama ‘Scoet, El Paso, Texas 79904, Estados Unidos de América. Tiaducido y publicado con permiso. Todos los derechos reservados. Prohibida su reproduccidn 0 transmision ‘oral o parcial, por cualquier medio, sin el permis escrito de los publicadores. Publicado originalmente en inglés por Renovaré, Inc., bajo el titulo Devotional CClasics: Selected Reading for Individuals and Groups, © copyright 1993, por Renovaré, Inc, Para informacién: Harper Collins Publisher, 10 East 53rd Street, New York, NY 10022. Las citas bfblicas han sido tomadas de Ja Santa Biblia: Versién Reina-Valera Actualizada. © Copyright 1999, Editorial Mundo Hispano. Usada con permiso. Copyright © 1993 by Renovaré, Inc. Originally published in the U. S. A. by HarperSanFrancisco under the title Devotional Classics, copyright © 1993 by Renovaré, Inc. Traductor: José Septicn Disetio de la portada: Carlos Aguilar Ediciones: 2005, 2006, 2015 Clasificacién Decimal Dewey: 242.8 ‘Tema: Devocionales ISBN: 978-0-311-40074-4 EMH Nim. 40074 2M215 Impreso en Colombia Printed in Colombia A CAROLYNN FOSTER J MEGHAN SMITH acestras amadas exposes, compatieras files _y mejores amigas. PRESENTACION DE LA OBRA EN ESPANOL Editorial Mundo Hispano/Casa Bautista de Publicaciones procu- 1 publicar recursos que ayuden en la profundizacién de la vida ctistiana. En un esfuctzo conjunto con Visién Mundial ponemos fen sus manos una herramienta de crecimiento devocional que sin duda serd de mucho provecho. Por veinte siglos los cristianos hemos luchado, en nuestras ropias expericncias, por buscar una relacién més intima y enriquecedora con nuestro Dios. Cada uno partimos de nuestra experiencia personal. DEVOCIONALES CLASICOS es un resumen de esta biisqueda. Por estar basado en la experiencia de ada uno y 6 Gero contests specos, ls opiniones de los autores son diversas. No siempre van a coincidit con la posicién doctinal de Editorial Mando Hispano; ee imsches ds ellos no coincidirin con la posicién teolégica sobre determinado asunto con cada lector, pero queremos insistir en ponerlos en sus ‘manos para que seamos mujeres y hombres sabios que podamos discernir y tomar ventaja de estas experiencias para aplicarlas a nuestra vida, en la situacién en que cada lector vive su crstianis- ‘mo, haciendo a un lado los prejuicios sobre determinadas posi- ciones doctrinales y legando a la mujer u hombre en biisqueda de tuna relacién vigorosa con Dios. eee uerido que DEVOCIONALES CLASICOS sea una crramienta «til, para ser usada en manera personal o en grupos de estudio y meditacién, La gran cantidad de libros citadon, los hemos dejado con sus titulos en inglés, salvo los escritos original- mente en espafiol, y uno que otro que es de ficil acceso a nuestros lectores de habla espafiola. Esperamos que lucgo del uso adecuado del libro, cada uno haya encontrado al menos un elemento que le ayude a crecer hasta Ilegar a “la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Los editores. CONTENIDO Introduccién 7 Preparacién para la vida cspiritual 11 C.S. Lewis: Entregar todo a Cristo 13, Dallas Willard: El costo de no ser un disefpulo 20 Jonathan Edwards: Compromiso del corazén 27 Francisco de Sales: Una devocién verdadera 35 Juan de la Cruz: La purificacién del alma 43 Bemardo de Claraval: Los cuatro grados del amor 51 Francois Fénclon: Una voluntad indivisible 59 Agustin de Hipona: Una rendicién completa 66 La vida de meditacién contemplativa 73 ‘Thomas Merton: Maneras de meditacién 75 Juliana de Norwich: La forma mas alta de oracién 83 Lancelot Andrews: Una luz que jams se apaga 90 El Hermano Lorenzo: Un sentido habitual de la presencia de Dios 97 Douglas V. Steere: Las fuentes internas de la oracién 104 Henti J. M. Nouwen: Trayendo soledad a nuestras vidas 111 George A. Buttrick: Un régimen sencillo de oracién privada 118 ‘Soren Kierkegaard: Orando para descar una cosa 125 Evelyn Underhill: ;Qué quetemos decir por oracién? 132 Frank Laubach: Abriendo ventanas 2 Dios 140 John Baillie: Oraciones matutinas 147 Martin Lutero: Orando con fe 154 Jean-Nicholas Grou: La oracién del silencio 161 La vida virwose 169 Teologia Germénica: Del hombre exterior al interior 171 Gregorio de Nisa: Corriendo la carrera 179 Richard Rolle: La lama espiritual 186 Juan Calvino: El gozo de la auconegacién 193 Blas Pascal: Cayendo en la presuncién 200 Benito de Nursia: La escalera de la humildad 207 ‘Tomds de Kempis: Tratando con las tentaciones 214 William La , la regla y la medida 221 Teresa de Avila: Esforzindose en progresar 228 __DEVOCIONALES CLASICOS La vida en el poder del Espiritu 237 Thomas Kelly: Convirtiéndose en un santuatio sagrado de adoracién 239 Catalina de Génova: Esperando en Dios 247 George Fox: Caminando en el poder de Dios 254 Ignacio de Loyola: Movimientos producidos en el alma 261 Jean-Pierre de Caussade: El momento presente 268 Isaac Penington: Esperando el soplo del Espititu 276 Juan Bunyan; Ejercitando el don 282 La vida compasiva 289 ‘William Temple: El impacto de la iglesia en la sociedad 291 John Woolman: Rompiendo el yugo de opresion 298 Hannah Whitall Smith: Recobrando el gozo del servicio 305 Jeremy Taylor: La gracia de la humildad 312 Elizabeth O’Connor: Tratando con el dinero 319 Juan Wesley: Amandonos unos a ottos 326 Catalina de Siena: Sobreabundando en amor 333 Dietrich Bonhoeffer: Cristo en la comunidad 340 La vida centrada en la Palabra 347 E, Stankey Jones: El hdbito de la leetura diaria de la Biblia 349 Sadhu Sundar Singh: Compartiendo el gozo con los demés 357 Francisco de Asis: Una cosecha de almas 364 Madame Jeanne Guyon: Orando la Eseritura 370 Juan Criséstomo: Un sermén acerca de morir al pecado 377 Charles Spurgeon: Sermén sobre el avivamiento espititual 384 Watchman Nee: Evangelismo 392 Reconocimientos 399 Indices 405 INTRODUCCION Hoy en dia padecemos de lz nocién poco estudiada de que las cosas més recientes son mejores y verdaderas. En este libro inten- tamos oponernos a esta miopfa del dia presence. Este libro retine 52 porciones cuidadosamente escogidas de los llamados grandes “devocionales clésicos". Es importance desde el comienzo llamar la atencién a estas dos palabras: devocional y elsico. Para muchas personas de nues- tros dias la palabra devocional significa etéreo, alcjado del mundo, irzelevante; para otros, implica sentimentalismo, superficalidad y tuna desgana para enfrentar las duras ealidades de la vida. Sin em- bargo, lo cierto es que los verdaderos escritos devocionales no tienen nada que ver con los malentendidos modernos. Por el con- twario, ésos aspiran a transformar la personalidad humana. Tocan cl corazén, se dirigen a la voluntad, moldean la mente. Convocan a una formacién radical del cardcter, inculcan habitos santos. ‘Asimismo, la palabra eldsico no goza de popularidad en nues- tro tiempo. Si un libro es un “clisico”, inmediaramente pensamos que debe ser oscuro, dificil de leer y seguramente alejado de los asuntos modernos. Como acertadamente apunta Mark Twain, es Ia clase de libro que “todo el mundo quiere que se lea pero que nadie quiere leer”. Sin embargo, lo cierto es que cuando se dice que decerminado escrito es un clésico, lo que se quiere decir es que mucha gente, con el paso del tiempo, ha sacado fuerza de sus ver- dades y da testimonio de su valia. ‘Cuando estas dos palabras (devocionales clisicos) se unen, describen una clase de escrito que ha pasado la prueba del tiempo y que busca formar el alma ante Dios. Empaparse de los devocionales clisicos representa una ver- dadera ventaja. La modernidad nos hace provincianos. Peto estos cscritos han hecho época. Han sobrevivido a las novedades del ‘mercado. Nos dan perspectiva y balance. C. S. Lewis observa: “Un libro nuevo esté todavia a prucha, y el amateur no esté en posicién, de juzgarlo... El nico terreno seguro es tener una norma de cris- tianismo sencillo y esencial (“cristianismo puro”, como Baxter lo llamaba) que pone las controversias del momento en la perspecti va correcta. Esta norma puede adquirirse tinicamente de los vvicjos. Es una buena regla: después de leer un libro nuevo, jams te permitas otro nuevo, hasta que hayas lefdo uno viejo entre los dos”! El libro que tiene en sus manos trata de poner a la disposi- cidn dal lector promedio precisamente esta “norma de cristianis- ‘mo sencillo y esencial” DEVOCIONALES CLASICOS Hay que leer con el corazén Es necesario dar una palabra ¢ instruccién acerca de la manera en. que deben leerse estos clésicos devocionales. Los escritores no intentan asile répida y fuertemente. No pretenden causar escoz0r «en los ofdos ni estimular sus fantasfas. No prometen pasos ficiles para aleanzar una santidad instanténea, no garantizan un plan. para alcanzar la prosperidad personal, ni una técnica infalible para lograr cranquilidad de espiritu. Ya que estos hombres y mujeres escribieron antes del naci- ‘miento de la nocién modema de la leetura ripida, no llenaban cada parrafo con clichés trillados y jerga sin sentido. El resultado es que cada frase estd cargada de sentido, por lo que ¢s mejor leer- la a paso mesurado, deteniéndonos 2 menudo para volver a leer, pensar y experimentar las palabras hasta que logremos no sélo comprender su significado, sino ser moldeados por sus verdades. Jean-Pierre de Caussade nos aconseja: “Lean tranguila y lenta- ‘mente, palabra por palabra, para entrar al tema mds con el co- razén que con la mente... De cuando en cuando hagan breves pausas para dar tiempo a que estas verdades fluyan por todas las artes rec6nditas del alma y den ocasién para la operacién del Espiritu quien, durante estas pausas sosegadas y tiempos de silente atencién, graba ¢ imprime estas verdades celestiales en el cora- zn... Mientras mds perdure esta paz y descanso, cudnto mejor. Cuando te percates de que tu mente vaga, reasume tu lectura y continta asi, renovando frecuentemente estas mismas pausas"™ Hay una palabra técnica para esta clase de lectura: lectio di- ving, “lectura divina’, y puede que resulte itil conocerla. Esta es tuna clase de lectura en la que la mente desciende al corazén, y ambos son introducidos al amor y a la bondad de Dios. Hacemos ‘més que leer palabras; estamos buscando “la Palabra expuesta en Jas palabras’, para usa la frase de Karl Barth, Nos esforzamos por ir mAs alld de la informacién a la formacién, ser moldeados y for- a Blo qu lsemos, Esuchamos con el eorazén al sanco lentro de nosotros. Esta lectura piadosa, como podriamos lla- marta, nos transforma y foralece. pee Cinco grandes corrientes Las lecturas estin divididas en una seccién preparatoria y luego en cinco secciones temdticas: “Preparacién para la vida espiritual”, “La vida de meditacién contemplativa’, “La vida virus”, “La vida en el poder del Espiritu”, “La vida compasiva” y “La vida cen- INTRODUCCION 3 trada en Ia Palabra’. No es un accidente que éstas siguen a las cinco grandes corrientes de la vida cristiana y a la fe que hemos identificado en RENOVARE, (RENOVARE, palabra latina que significa “hacer nuevo, es un esfuerzo tendiente a la renovacién de la iglesia de Jesucristo en todas sus multifacéticas expresiones). Estas divisiones, sin embargo, vienen después del hecho, si asf lo quiere ver. Comenzamos desarrollando primero estas lecturas en tun intento por encontrar material itil, a partir de los clésicos re- conocidos de la fe y la devocién, para las reuniones semanales de nuestros grupos de formacién espiritual. Fue s6lo mas tarde que nos dimos cuenta de lo bien que armonizaban con las cinco grandes tradiciones: contemplativa, santidad, carismética,justicia social y evangélica. ¥ de hecho estdbamos sorprendidos al ver que habiamos escogido aproximadamente un mimero igual de por- ciones de cada tradicién. Esto nos alegrs porque estamos convencidos de que necesita- ‘mos experimentar cada una de estas tradiciones si es que quere- ‘mos tener una visién balanceada de fe y vida. Cada una represen- ta una dimensién vital de una espiritualidad cristiana verdadera~ ‘mente universal. Desafortunadamente, aunque podemos sentir- ros cémodos, aclimatados o interesados en una o dos de estas cinco tradiciones, pocos somos fuertes en todas ella. Nos parecemos un poco al gimnasta que sobresale en los ejer- cicios de piso, la barra de equilibrio y las barras paralelas pero no puede competir en la barra de altura y en el potro. Una persona asi simplemente no esté bien balanceada en sus habilidades gim- ndsticas. De la misma manera, estamos faltos de equilibrio y dejamos de ser eficientes si sobresalimos en, digamos, evangelismo yy oracién pero carecemos de santidad de vida y compasién hacia los pobres. Cada tradicién, aun nuestra favorita, nos dejard des- balanceados si e50 ¢s todo lo que conocemos. Estamos bien ba- lanceados cuando nos esforzamos por aprender de las cinco, reconocemos su importancia, y comenzamos a hacerlas parte de nuestra vida Las secciones, por lo tanto, estén planeadas para ayudarle a ver las reas de desarrollo espiritual més importantes. Pero es probable que no desce leerlas en orden. Después de ler la primera seccién sobre la preparacién para la vida espiritual, puede encon- tar provechoso saltarse varias sclecciones de este libro. Si, por cjemplo, siente una carencia en el érea de la justicia social, podria empezar su lectura en la quinta seccién: “La vida compasiva’. 10 n DEVOCIONALES CLASICOS Quins después de dos o tres lecturas querrd ocuparse en la vida de oraciéni si es asi, puede regresar a la segunda seccién: “La vida de meditacién contemplativa’. Siempre la clave serd tener una dicta equilibrada de nutrientes espirituales. La tarea de edicién Ofrecemos ahora una nota breve acerca de la condensacién y edi- cidn de estos escritos. Muchos de estos libros se escribieron en cotzos siglos; y aspectos tales como el estilo literatio arcaico y la longitud de las otaciones podrian desanimar al lector contem- poréneo. Por consiguiente, hemos abreviado oraciones y parafos. Se han cambiado los vocablos arcaicos por sus equivalentes voca- blos castellanos modernos. EI material se ha condensado donde hay digresiones o alusiones que corresponden a las costumbres de Jos escritores. En pocas ocasiones se ajusté el lenguaje donde cre ‘mos que al hacer as se daria realce al mensaje del escritor. En todo momento trabajamos arduamente para ser ficles al ‘mensaje esencial del autor y seguir tanto como fuera posible el estilo original y las mismas palabras del autor. Es nuestro deseo que la condensacién y edicién ayudarin a provocar en el lector moderno la misma clase de repuesta que se obtuvo en aquellos «que los leyeron primero. Estamos especialmente agradecidos con Lynda Graybeal por la edicién de nuestro trabajo editorial. Oftecié incontables horas de labor cuidadosa y dedicada para que estas palabras del pasado pudieran hablar al presente con claridad y poder. FXII pvt fh "GS. Lewis, God in the Dock (Grand Rapids, Ml: Eerdmans, 1970), pp. 201, 202. ‘Jean-Pierze de Caussade, The seerament of the Pretent Moment, tad. Kitty Maggerdge (San Francisco: Harper & Row, 1982), p.m PREPARACION PARA LA VIDA ESPIRITUAL Elita miners ocho pociones nos incoducen al vid ep tual, Note que tas no siguen el patrén al que estamos acostumbrados hoy en dia, el darle a la gente una “iglesia baja calorias” con la esperanza de poder hablarles mds adelante ace de la rendicién, el abandono y el discipulado, ;Vana esperani Estos autores clisicos sabfan mas y mejor. Entendian que nuest Dios no es un Dios de acomodos. Solamente un compromis absoluto funcionard, ‘Todos ellos tienen una sola vor. Francisco de Sales habla tuna “devocién verdaclera’, Agustin de Hipona de una “compl rendicién’, Francoise Fénelon de una “voluntad indivisa’, y C. Lewis de “entregar todo a Cristo”, Jonathan Edwards nos rec da que amamos a Dios con los sentimientos ast como con mente, y Bernardo de Claraval nos apremia a “amar a Dios amor a Dios” y esencialmente a *amarse a uno mismo por amor Dios". Juan de la Cruz nos llama al batio putificador de la “n oscura’. ‘Todo esto nos equilibra y nos recuerda que la gracia, aun ¢s gratuita, no es barara, como nos ensefié Dietrich Bonhox Ser discipulos de Jesucristo nos cuesta nada menos que Como escribe Dallas Willard, el costo de na ser ue discipulo ‘mucho més grande: “No ser disefpulo nos cuesta la paz durade rnos cuesta carecer de una vida penetrada por completo por amor; por la fe, que ve todo a la luz del gobierno primordial Dios para biens por la esperanza, que se mantiene firme en las ci cunstancias mds desalentadoras; por el poder, que nos capaci para hacer el bien y resstr las fuerzas del mal. En pocas palabi no ser un diseipulo cuesta esa abundancia de vida que Jest dij «que vino a tract”, A.una sola voz estos autores testifican que el costo de ser discipulo es una oferta muchisimo mejor que el costo de no lle ser uno de ellos. ENTREGAR TODO A CRISTO eC. 8. Lewis (1898—1963) PRESENTACION DEL AUTOR C. S. Lewis sera recordado como uno de los pensadores cristianos mds importantes del siglo XX. Naci6 en Ifanda en 1898, y la mayor parte de su vida adulta la pas6 como miembro del cuerpo docente del Magdalen College, Oxford, donde enseié literatura medieval En 1931 fue “sorprendido por el gozo”, segin la propia descripcién de Lewis, de su conversion al crstanismo. Como erutito y escritor brillante, Lewis emple6 sus talentos para alcanzar a miles por medio de la palabra hablada e impresa ly un grupo de amigos (incluyendo a J. R. R. Tolkien, autor de El sefior de los anillos) se reunion una vez por semana para com partir sus escritos. Durante aquellos afios Lewis produjo su famosa obra Cartas a un diablo novato. A comienzos de los cuarentas dio una serie de charlas sobre varios temas crstianos en la radio ingle se. Su fama creci6 en toda Gran Bretafia y se extendi a los EE. UU. de A. De aquellas charlas surgi el libro Cristianismo... y nada ‘mécl, una ponetrante obra do apologética cristiana. Un incontable rndmero de cristianos manifiestan que este libro es parte esencial en su viaje de fe. Si el indice de ventas fuera un indicador de la popu- latidad, entonces, C. S. Lewis, atin 30 afios después de su muerte, es uno de los pensadores cristianos mas populares del siglo XX. En los siguientes parrafos, Lewis discute la pregunta: ¢ser un cristiano es algo dificil 0 es algo facil? FRAGMENTOS DE CRISTIANISMO.. 1. ¢Cuanto de mi mismo debo dar? a idea comtin que todos tenemos antes de hacernos cristianos es es- ‘a. Tomamos como punto de partida ‘uestro “yo” ordinario con sus varios deseos e intereses. Entonces recono- cemos que algo més, lmese “moral- dad”, “conducta decente” o “el bien de la sociedad”, demanda algo de este "yo", esta demanda interfiere con nuestros propios deseos. Lo que queremos decir con esto de “ser bue- nos” es satisfacer tales demandas. Al qpunes da hs CRE conered iY NADA MAS! el “yo” desea se convierten en lo que podriamos llamar “lo malo”; y por supuesto, debemos renunciar a ellas. Otras cosas, que el “yo” no quisiera hacer, se convierten en lo que po- driamos llamar “lo bueno”; y por su- puesto que tenemos que hacerlas. Pero siempre estamos a la espera de que cuando todas las exigencias se hayan cumplido, el pobre “yo” natu- ral tenga su oportunidad, disfrute de algin tiempo para disponer de su propia vida y hacer lo que le agrada. aes Heathens cco ol

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