{
evidentemente la paciente no experimenta dn relacién con la
madre ha sido integramente proyestada en la mitologia griega
y shora, desde el feriado, en la historia antigua de Irlanda, los
Gruidas, las rasces del cristianismo en Irlanda, Ja eruzirlandesa
gue es un efrculo, Reformulémoslo: para esta paciente, que ha
tenido una experiencia insuficiente de vivir omnipotente, el
complejo de Edipo y todas las relaciones triangulares —y de
hecho, todas las relaciones— quédan fuera de la omnipoteneia
proyectada (objetos parciales interrelacionados) o de lo contra-
rio gon vietimas de la fatalided, estén atrapadas por el destino,
0 sea, hay en ellas una total proyeccién de la omnipotencia
infantil de la paciente.
110
18. BL MIEDO AL DERRUMBE
@Escrito en 1963? *
ORMULACION PRELDAINAR
Mis experiencias clinicas me han levade en los sltimos
tiempos a una nueva comprensién, segiin ereo, del significado
del miedo al derrumbe.
Mi propésito aqui es enunciar con la mayor simplicidad
posible esto que es nuevo para mi y quizé para olros que
trabajan en psicoterapia. Naturalmente, si hay alguna verdad
en To que he de decir, ya los poetas del mundo se han ocupado
de ella; pero los destellos de inteligencia que nos brinda la
poesia no nos absuelven de Ta penosa tarea de ir aparténdanos
paso a paso dela ignorancia en direceién a nuestra meta, En mi
opinion, un estudio de este limitado ambito leva a reformular
+ Bsto trabajo fue publicado on International Journal of Peyeho Analysis
(2974), Ln fecha en que fue escrito es incierta; hay algunas prucbas de que
habia sido preparade para une eoaferencia quo Winnicott promuncis en la
Cliniex Davidson de Baimbango en 1963, donde Finalmente ley6 oto trabelo;
‘nés.o menos por esta misma époea Winnicott utlz6 el mismo mnterinl para
1 posfacio a su artiulo “Classieation” (1964), ineluido en The Mavurational
Processes ond the Pacilitating Environment, Londres, Hogarth Press; Nueva
‘York, International Universities Press, 1966. En 0 artical "La poicologta de
Ja locora” cap. 21 do esto volumen), fechado en 1988, Winnfeote volvié «
border une dificaltad con Ia que ya se habia topado al plantear Ia iden que
subyace on “EI ido al derrumbe", x suber, sl eto no posible experienelar tn
dorrambe o calapao total de las defensas, (Compe)
qavarios otros problemas que nosintrigan por cuantone logramos
en la clinica el éxito que quisiéramos. Al final serialaré las
ampliaeiones de la teorfa que propongo para su discusién,
\VARIACIONES INDIVIDUALES
Elmiedo al derrumbe es un rasgo significative en algunosde
nuestros pacientes, pero no en otros. Si esta observacién es
correcta, de ella puede extraerse la conclusién de que el miedo
al derrumbe se vineula con la experiencia previa del individu
y con factores ambientales aleatorios. Al mismo tiempo, eabe
suponer que hay en este miedo un eomtin denominador que
indicarsa la existencia de fonémenos universales; son éstos, en
verdad, los que vuelven posible para cualquiera de nosotros
conocer empaticamente lo que siente un paciente euando pre-
senta este miedo en forma aguda. (De hecho, lo mismo puede
decirse de cada detalle de la locura de una persona loca. Todos
Jo conocemos, aunque tal vez ese detalle particular no nos
moleste,)
APARICION DEL SINTOMA
Notodos los pacientes nuestros que presentan este miedo lo
manifiestan al eomienzo del tratamiento. Algunos si lo hacen,
pero otros tienen tan bien organizadas sus defensas que sélo
cuando ya se‘han hecho progresos eonsiderables en el trata-
miento el miedo al derrumbe pasa a primer plano como factor
dominante.
Por ejemplo, un paciente puede presentar diversas fobias y
‘una organizacién compleja para tramitarlas, de manera tal que
Ja dependencia no surge prontamente en la transferencia, Ala
larga la dependencia pasa a ser la protagonista principal, en
euyo caso los errores y fallas del analista se vuelven la eausa
direeta de fobias localizadas, y por ello del estallido del miedo al
derrumbe.
SIGNIFICADO DE “DERRUMBE*
He empleado deliberadamente el término “derrumbe"
Gbreakdown] porque es bastante vago y puede significar varias
2
cosas, En goneral, dentro de este contexto puede entendérselo
como una falla de la organizacién de las defensas. Pero de
inmediato nos preguntamos: idefensas contra que? Y esto nos
eva a un significado mas profundo del término, ya que neces
tamos emplear la palabra “derrambe” para deseribir ese estado
de cosas impensable que esta por debajo de la organizacién de
Jas defensas.
Se advertira que sibien es itil pensar queen el dmbito delas
psiconeurosis lo que subyaee en las defensas es la angustia de
castracién, en el mbito de los fendmenos mas psicsticos que
estamos examinando lo que se aprecia es un derrumbe del
establecimiento del self unitario, El yo organiza defensas con-
tra el derrumbe de la organizacién yoiea, quo os Ia amenazada,
poro nada puede organizar contra la falla ambiental, en tanto
yen cuanto la dependencia es un hecho viviente,
En otras palabras, lo que estamos examinando es una
inversién del proceso de maduracién del individuo, Esto me
exige reformular brevemente las primeras etapss del ereci
miento emocional.
CRECIMIENTO EMOCIONAL, PRIMERAS BTAPAS
Bhindividuo hereda un proveso de madurceién. Estololleva
adelante on la medida en que exista un ambiente facilitador, y
sdlo en esa medida. El ambiente facilitador es en si mismo un
fenémeno complejo que demanda un estudio por si; 10 esencial
es que tiene una suerto de crecimiento propio, y que se adapta
a las cambiantes nevesidades det individuo en erecimiento,
Blindividuo pasa dela dependeneia absoluta aladependen
cia velativa y de ésta avanza hacia la independencia. En la
salud, esta evolucién tiene lugar a un ritmo tal queno deja a la
zaga al desarrollo de la complejidad de los mecanismos psiqui
£08, ligado al desarrollo neurofisiolégico.
Puede deseribirse el ambionte facilitador como un sostén
que evoluciona hacia una manipulacién (handling), ala que se
Te agrega la presentacién del objeto.
En un ambiente tal, el individuo tiene un desarrollo que
puede ser elasificado como una indegracién a la que se agrega
“Entre otras acepeiones, tiene as sigulentes:“guiebra”9 "quebreatamien
1 eolapso","dosperfecto™o “avert, “malogro, “racasa” (P)una residencia {indwelling orelacién psicosomdtiea ), sequida
de la relacién con el objeto.
Esta es una grosera y exagerada simplificacién, pero puede
bbastar en este contexto.
Se observard que en esta descripeién el avance en el desarro-
Mio se corresponde estrechamente con la amenaza de un movi-
miento retrograde (y las defensas contra esta amenaza) en la
enfermedad esquizofrénica.
DEPENDENCIA ARSOLUTA
Debe recordarse que en la época dela dependencia absoluta,
cen que la madre cumple la funcién de yo auxiliar, et bebé axin no
hha separado lo “distinto de mi” de lo que es “parte de mf” —lo
cual es imposible que suceda en forma independiente del
establecimiento del “mf
ACONIAS PRINITIVAS
A partir de este esquema es posible enumerar las agonias
primitivas (la palabra “angustia” no es suficientemente inten-
sa en este caso). He agus alguna:
1. Retorno a un estado de no-integracién, (Defensa:
tegracién.)
2. Caer para siempre. (Defensa: autosostén.)
Pérdida de la relacién psieosomatica, falla de residencia.
(Defensa: despersonalizacién.)
4, Pérdida del sentido de lo real. (Defensa: explotacién del
narcisismo primario, ete.)
9. Perdida de la capaeidad para relacionarse con los objetos.
(Defensa: estados autistas, relacién exclusiva con los fe-
némenos del self.)
Y asi cucesivamente.
LA ENFERMEDAD PSICOTICA COMO DEFENSA
Es mi intencién mostrar aqui que lo que vemos en Ta elsnica
es siempre una organizacién defensiva, incluso en el autismode
la esquizofrenia infantil, La agonia subyacente resulta impen
sable.
Es erréneo pensar en la enfermedad psiestica como en un
derrumbe: es una organizacién dofensiva relacionada con una
14
i
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agonfa primitiva, y que habitualmente:logra su propésito
(excepto cuando el ambiente facilitador ha sido, no deficiente,
sino atormentador, que es auizé lo peor que le puede suceder a
un bebé humano)
ENUNCIACION DE LA TEMATICA FUNDAMENTAL
Estoy ya en condiciones de enunciar mi principal afirma-
cin, que resulta muy simple. Sostengo que el miedo clinico al
derrumbe es el miedo a un derrumbe ya experienciado, Es el
miedo a la agonia original que dio lugar a la organizacién
defensiva desplegada por el paciente como sindrome mérbido.
Esta idea puede serle o no de utilidad inmediata al clinico.
No podemos apresurar a nuestros pacientes. Sin embargo,
podemos detener su avance a rafz.de una jgnoraneia genuina;
cualquier pequefio fragmento decomprensién tal veznos ayude
mantener el ritmo de las necesidades de un paciente,
De acuerdo con mi experiencia, hay momentos en que el
paciente necesita que se le diga que el derrumbe, el miedo, el
cual esti destruyendo su vida, ya tuvo lugar. Es un hecho
escondido en el inconsciente, que se ileva de aqui para alld. En
este caso el ineonseiente no es el inconsciente reprimido de Ia
psiconeurosis, ni el inconsciente de la formulacién freudiana
acerca de esa parte de la psique que esta muy préxima al
fencionamiento nourofisialégico. Tampoco es el inconsciente de
Jung, que yo designaria asf: todas las cosas que pasan en
cavernas subterréneas, o (en otras palabras) la mitologia del
mundo, donde se produce una connivencia entre las realidades
psiquicas internas del individuoy dela madre. En este contexto
particular, ineonsciente significa que la integracién yoica no es
capaz de abarcar algo. Elyo es demasiado inmaduro como para
ecoger todos los fendmenos dentro del dmbito de la omnipoten-
cia personal.
Aqui podria preguntarse: :por qué sigue preocupéndose el
paciente por esto que pertenece al pasado? La respuesta ha de
ser que la experiencia original de la agonia primitiva no puede
convertirse en tiempo pasado a menos que el yo sea capaz
primero de recogerla dentro de su experiencia presente y su
‘control omnipotente actual (presumiendo que la madre/analis-
ta cumpla la funcién de auxiliar de soporte del y6).
En otros tétminos, el paciente debe seguir persiguiendo ese
15detalle del pasado querodavia no fue experienciado, que adquie-
re la forma de una busqueda de ese detalle en el futuro,
A menos que el terapeuta pueda operar con éxite sobre la
base de que ese detalle es ya un hecho, el paciente tendrd que
seguir temiendo eneontrar lo que busca compulsivamente en él
faturo.
Porotro ado, siel paciente estd en condiciones de aéeptar de
algdn modo esta extrafia especie de verdad —que eso que
todavia no ha sido experienciado sucedié, empero, en ¢l pasa-
do—, queda abierto el camino para experienciar la agonia en la
transferencia, como reaccién frente a las fatlas y errores del
analista. El paciente podrd tramitar estoserrores silas dosis no
son excesivas, y podré dar cuenta de cada falla técnica del
analista como contratransferencia. Dicho de otro modo, poco 2
poco el paciente recoge la falla original del ambiente facilitader
dentro del ambito de su omnipotencia y de la experiencia de
‘omnipotencia que corresponde al estado de dependeneia (hecho
transferencial)
‘Todo esto es muy arduo, penoso y Tleva tiempo, pero de
cualquier manera no es fuitil. Lo futil es la alternativa, que
ahora pasaremos a examinar.
LA FUTILIDAD EN EL ANALISIS.
Debo dar por sentada la comprensién y aceptacién del
anélisis de as psiconeurosis. Baséndome en este supnesto, diré
qucen los casos que estoy examinando, elandlisisempiezabien,
y sigue bien; no obstante, lo que ocurre es que el analista y el
paciente entran en connivencia y pasan unes buenos ratos
haciendo un analisis paiconeurdtico, euando en rigor la enfer-
medad es psiestica.
‘Unay otra vez la pareja analitica se muestra complacida por
Jo que ambos logran juntos. Fue vélido, fue inteligente, fue
eémodo, a rafz de la connivencia. Pero eada presunto avance
termina enunadestruccién, Elpaciente lo rompey se pregunta:
ay ahora qué? Lo cierto es que el avanee no fue tal: fue un nuevo
‘ejemplo del juego a que se entregé el analista, de hacer que eb
paciente postergase Ia cuestién fundamental. ZY quién puede
echarlela culpaal paciente oal analista?(a menos, desde luego,
que pueda haber un analista que mantenga al pez psiedtico en
el extremo de una larguisima linea de pesca psiconeurdtiea, y
116
confie en evitar que al final el pez sea atrapado gracias alguna
treta del destino, como la muerte de uno de los dos, oa falta de
dinero).
Debemos suponer que tanto el paeiente como el analista en
verdad desean que el andlisis termine, pero... jhete aqui que no
hay final posible a menos que se toque fondo, a menos que lo
iemido sea experienciado! De hecho, una de las salidas para el
paciente consiste en sufrir un derrumbe (fisieo psfautico), y
‘esto puede funcionar muy bien. Sin embargo, la solucin no es
suficientemente buena si no ineluye la comprensién y-elinsight
analiticos del paciente;y locierto es que muchos delos pacientes
a quienes aqui me refiero,som personas valiosas que no pueden
darse el Injo de derrumbarse, en el sentido de tener que ser
Tievadas a un hospital psiquidtrico,
La finalidad de este articulo es llamar la ateneién hacia la
posibilidad de que el derrumbe ya haya sucedido, cerea de los
inicios de la vida del individuo. Este necesita “recordarlo”, pero
no es posible recordar algo que ne ha sucedide atin, y esta cosa
del pasado no ha sucedido ain porque el paciente no estaba alli
para que sueediese, La tiniea manera de “recordar”, en este
‘080, 08 que el piadiéite experiencie por primera vez esta cosa
del pasado en el presente, vale decir, en la transferencia, Hsta
cosa pasada y futura pasa a ser entonces un asunto del aut y
ahora, y es experienciada por el paciente por primera vez. Bste
es el equivalente del recordar, y el resultado equivale al levan-
tamiento de la represidn en el analisis det paciente psieoneurs
tico (cl analisis freudiano elisico).
OTRAS APLICACIONES DE LA THORIA
Miedo ala muerte
‘No son necesarias muchas modificaciones para transferir ta
tesis del miedo al derrumbe a un miedo especifico a la muerte.
Ecte miedo es quiz mis corriente, y esla incorporado a las
ensefianzas religiosas sobre un mds alld, como para negar el
hecho de ta muerte.
Cuando el miedo a Ia muerte es un sintoma significativo, la
promesa do un més alla nobrindaalivio,ylarazéndeelloesque
el paciente busea compulsivamente la muerte. De nuevo, logue
busca es la muerte que ya sucedié pero no fue experienciada.
17Cuando Keats decfa encontrarse “a medias enamorado de
una muerte tranguila’, estaba —segtin Ia idea gue aqui expon-
‘g0—anhelando el sosicgo que tendria si pudiese “recordar” que
habia muerto; pero para recordar, se debe experienciar 1a
muerte en.-lpresente.
Lamayoria de mis ideas se inspiran en mis pacientes, y debo
reconocer mi deuda al respecto. A uno de ellos le debo la frase
“muerte fenioménica”. Lo sucedido en el pasado fue la mucrte
como fenémeno, pero no como Ia clase de hechos que nosotros
observamos. Muchos hombres y mujeres se pasan la vida
pregunténdose si para ellos seria una solucién el suicidio, o sea,
entregar el cuerpo a una muerte que ya le ha sobrevenido ala
Psique. Sin embargo, el suicidio no es una respuesta, sing un
sesto desesperado, Ahora comprendo por primera vez lo que me
guiso decir una paciente esquizofrénica (que se suicidd) cuando
me dijo: “Todo lo que le pido es que me uyude a suicidarme por
la razén correcta, y no por una razén equivocada”. No lo logré,
y se malé desesperada de hallar una solucién. Su propésite
(ahora lo veo) era lograr que yo enunciase que ella habia muerto
{en su temprana infancia. Creo que sobre esta base, ella y yo
habriamos conseguido que ella postergase la muerte del cuerpo
hasta que la vejez se cobrara su tributo.
Asf concebida, como algo que le acontecié al paciente pero
‘euando éste no era Jo bastante maduro para exporienciarlo, Ja
muerte tiene el sentido de una aniquilacién, Es algo asi como el
desarrollo de una pauta tal gue la continuidad del ser se vio
interrumpida por las reacciones infantiles del paciente ante la
intrusion de factores ambientales, posibilitada por las fallasdel
ambiente facilitador. (En el easo de la paciente a que aludi, los
problemas empozaron on fecha muy temprana, ya que hubo un
Percatamiento premature, suscitado antes de nacer por el
panico dela madre, alo cual debe efiadirse que el nacimiento se
complieé debido a una placenta previa no diagnosticada.)
Vacto
Mis pacientes me muestran, asimismo, que es posible ver a
través de estos mismos lentes el concepto de vacio.
En algunos pacientes es menester experienciar el vacio, y
este vacfo pertenece al pasado, a la época anterior a aquella en
la que el grado de madurez hizo posible experienciar el vacto.
Para entender esto es preciso pensar, no en un trauma, sino
us
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en que no pasara nada cuando algo provechoso podria haber
pasado.
‘Aun paciente le es mas facil recordar un trauma, que
recordar gue nada pasé cuando podria haber pasado. En ose
momenta el paciente no sabfa que podrfa pasar, y por endenada
pudo experienciar, salvo advertir que algo podria haber sido,
Ejemplo
Tlustraré esto con una frase del tratamiento de un paciente,
una joven mujer que yacfa initilmente en el divén sin deeir otra
cosa que “En este andlisis no pasa nada!”
Enlaetapa que estoy describiendo, la pacientehabia propor-
‘cionado material en forma indirecta, de modo tal que yo estaba
enterado de que probablemente ella estuviera sintiendo alguna
cosa, Pude decirle que ella habia estado experimentando senti-
mientos y su gradual desaparicién, de acuerdo con una pauta
propia de ella, que la desesperaba. sos sentimientos se vineu-
Jaban con la sexualidad y Ja feminidad. No se manifestaban
clinicamente,
1En la transferencia, yo era en ese momento la causa (0 casi)
de que su sexualidad femenina se viniera a pique; cuando esto
fue adecuadamente formulado, tavimos en el presente un
ejemplo do To que ya Te habfa acontecido a ella innumerables
veces. En su caso (lo simplifiearé en aras de la descripcién)
habia un padre que al comienzo, cuando ella era pequefia, rara
‘verse hacia presente en el hogar y cuando venianoqueria saber
‘nada con el self femenino de su hija, ni le daba nada a modo de
nulo maseulino.
Ahora bien, el vaefa es un requisite provio del anhslo do
recibir algo dentro dest, El vacto primario significa, simplemen-
te, “antes de empezar a lenarse”. Para que este estado sea
significativo, se precisa una madurez considerable.
En el tratamiento, el vacio es un estado que el paciente in:
tonta exporienciar, un estadodel pasado queno puede recordar-
se a menos que sea experienciado en el presente por primera
Ena préctica, Ia dificultad reside en que el paciente siente
temor ante el eardcter atroz de eso vacio,y amanerade defensa
‘organiza un vacio controlado no eomiendo 0 no sprendiendo, o
bien la Mena cruelmente con una avidez compulsiva que lo hace
sentirse loco, $i es eapaz de alcanzar el vacio mismo y tolerarlo,
119gracias a su dependencia del yo auxiliar del analista, puéde
iniciarse la incorporacién como funcién placentera; puecle en-
tonces comenzar un comer que no es una funcién disociada (0
escindida) como parte de la personalidad; asimmismo, de este
modo pueden comenzar a aprender placenteramente algunos
de nuestros pacientes que no lograban hacerlo antes,
La base de todo aprendizaje (asi como del comer) es el vacio
pero si ésta no fue experienciada como tal al eomienzo, se
convierte en un estado temido, aunque perseguido compulsiva-
mente,
Noexistencia
El afin de no-existencia personal puede examinarse de la
misma forma. Se comprobard que en este easo la no-existencia
es parte de una defensa, La existencia personal esta represen-
tada por los elementos proyectivos, y el individuo intenta
proyectar todo lo que pudiera ser personal. Puede tratarse de
una defensa relativamente compleja, euya finalidad es ovitarla
responsabilidad (en la pesicién depresiva )o la persecucién (en
Toque yollamaria la ctapa de autoafirmacién, o sea, la etapa del
YO SOY, con el eorolario inherente YO REPUDIO TODO LO
QUE SEA DISTINTO DE MI. Aqui eonviene recordar como
ejemplo el juego infantil en el que un nifio le dice a otro: “Yo soy
el rey del castillo, tu eres un sucio® bribén”).
En las religiones, esta idea puede presentarse en el oneepto
deser uno con Dios con el Universo. Puede verse refutada esta
defensa en los eseritos y ensefianzas existencialistas, donde se
hhace un culto del existir, en una tentativa de contrarrestar la
tondeneia personal a la no-eaisteneia que forma parte de una,
defensa organizada.
En todo caso puede haber un elemento positivo, o sea, un
elemento que no sea una defensa. Cabe sostener que sédio a
partir de la no-existencia, la existencia puede comenzar. Es
sorprendente advertir eudn preeozmente (aun antes del naci-
miento, y por cierto en su transcurso) puede ser movilizado el
apereibirse o un yo prematuro. Pero el individuo no puede
desarrollarse a partir de una raia yoica si ésta se halla divoreia-
da de la experiencia psieosomética y del narcisismo primario.
* Sobre este término, veaso le nota del autor en In pég. 142 (11)
120
Precisamente en este punto se inicia In intolectualizacién delas
fanciones yoieas. Cabe apreciar que todo esto es temporalmente
muy anterior al establecimiento de algo que sea dable denomi-
nar el self.
TESUMEN
He intentado mostrar que el miedo al derrumbe puede ser el
miedo aun hecho pasado que atin no ha sido experienciado. La
neeesidad de experienciarlo os equivatente a la necesidad de
recordar que se presenta en el andlisis de psiconeursticos,
Esta idea es aplicable a otros miedos conexos, y he mencio-
nado el miedo a la muerte y 1a busqueda de vaefo,
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