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EJERCICIO DEL MES Y

DEVOCIONARIO DE LA

P RECIOSÍSIMA
Don Raffaele Bernardo C. PP. S.
S ANGRE

IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA


Forma Extraordinaria del Rito Romano
A.D. 2021
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 2

Desde la Iglesia del Salvador de Toledo –España-


ofrecemos el “Mes de la Preciosísima Sangre”
del P. Raffaele Bernardo,
Misionero de la Preciosa Sangre
y discípulo de San Gáspar de Búfalo,
escrito en italiano y traducido por D. Fabio Gallo
con colaboración de Dña. Maria José Aparicio.
Esperemos que sirva para alimentar la piedad
de muchos devotos de la Preciosísima Sangre
y para que cada vez sean muchos más
los que amen esta devoción.

Toledo, 28 de junio de 2021


Vigilia de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
3 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

ORACIÓN PARA COMENZAR CADA DÍA


Jesús mío, acepta todas aquellas buenas obras
que durante este mes me inspires;
en reparación por tantos desprecios,
ingratitudes y blasfemias cometidas por los hombres,
y para que la acción del maligno enemigo
no destruya el deseo y conocimiento de tu Amor
por parte de tus hijos.
Que la Devoción a la Divina Sangre
acerque las almas a tu Sagrado Corazón. Amén.

A continuación se hace la meditación y se puede concluir con


la siguiente oración de san Gaspar de Búfalo, las letanías de
la Preciosísima Sangre o alguna otra oración que se
encuentra en este devocionario.

ORACIÓN PARA TERMINAR CADA DÍA


Oración de San Gáspar de Búfalo
Oh, preciosa sangre de mi Señor,
que yo te ame y te alabe para siempre.
¡Oh, amor de mi Señor convertido en una llaga!
Cuán lejos estamos de la conformidad con tu vida.
Oh Sangre de Jesucristo, bálsamo de nuestras almas,
fuente de misericordia, deja que mi lengua,
impregnada por tu sangre
en la celebración diaria de la misa,
te bendiga ahora y siempre.
Oh, Señor, ¿quién no te amará?
¿Quién no arderá de agradecido afecto por ti?
Tus heridas, tu sangre, tus espinas, la cruz,
la sangre divina en particular,
derramada hasta la última gota,
¡con qué elocuente voz grita a mi pobre corazón!
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Ya que agonizaste y moriste por mí para salvarme,


yo daré también mi vida, si será necesario,
para poder llegar a la bendita posesión del cielo.
Oh Jesús, que te has hecho redención para nosotros,
de tu costado abierto, arca de la salvación,
horno de la caridad,
salió sangre y agua, signo de los sacramentos
y de la ternura de tu amor,
¡Seas adorado y bendecido por siempre, oh Cristo,
que nos has amado y lavado en tu preciosísima sangre!
Amén.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
5 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

DÍA 1
LAS SIETE EFUSIONES
Venid, adoremos a Cristo, Hijo de Dios, que nos ha
redimido con su Preciosísima Sangre.
En el misterio de la redención Jesus derramó siete
veces su preciosísima sangre. Hubiera sido suficiente
una sola gota para salvar a la humanidad, pero el amor
que nos tenía era tanto que se entregó de manera total.
Jesús, en los albores de su vida terrena, quiso empezar
su plan de redención con su primera efusión de sangre
derramada durante la circuncisión. Este primer
derramamiento de su sangre muestra cómo Dios miró
a la humanidad con ojos de misericordia y no de
justicia.
Desde el primer derramamiento de su sangre hasta el
momento de la pasión, Jesús llevó una vida de
humildad, renuncias, sacrificios, trabajo, oración,
humillaciones y persecuciones. Es en el huerto de los
olivos donde Cristo comienza su pasión redentora,
derramando sudor de sangre. No fueron los dolores
físicos los que le hicieron derramar su preciosísima
sangre, sino la visión de todos los pecados de la
humanidad. El Cordero, inocente, cargó sobre sí
mismo la ingratitud y soberbia de aquellos hombres
que pisotean su sangre y rechazan su Amor.
Del preciosísimo Cuerpo de Cristo brotaron torrentes
de sangre durante diferentes momentos de la pasión:
En la flagelación: para purificar los pecados de la carne,
porque “para una plaga tan podrida, no había medicina
más saludable” (San Cipriano).
En la coronación de espinas: Cristo, rey de Amor,
prefirió la corona de espinas a una de oro. Corona
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dolorosa y sangrienta para asombro y postración del


orgullo y la soberbia humana frente a la Majestad de
Dios.
En el camino hacia el Calvario: bajo el peso de la cruz:
Insultado, ridiculizado y golpeado; mientras María
Santísima contemplaba aquella dolorosa escena y las
mujeres piadosas se compadecían derramando
abundantes lágrimas. Esto nos enseña Jesús: “Entonces
dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y
sígame»” (Mt 16,24). No hay otro camino para llegar al
monte de la salud que aquel impregnado por la sangre
de cristo.
En el Calvario: de las manos y los pies perforados por
los clavos en la cruz brotó la sangre majestuosa del
Dios encarnado. De lo alto de aquel monte, altar
verdadero del amor divino, sus manos sangrientas se
extendieron para un amplio abrazo de piedad y
misericordia: “Venid todos a mí”. La cruz es el trono y
la cátedra de la preciosa sangre. El emblema que trae
salud a las almas y una nueva civilización a los siglos.
Es el signo del triunfo de Cristo sobre la muerte.
No podía faltar la sangre más generosa, la del Corazón:
Las últimas gotas de sangre que se quedaron en el
cuerpo de nuestro Salvador brotaron desde la herida
causada por la lanza en el costado. Jesús revela los
secretos de su Corazón a la humanidad entera para que
pueda comprender su inmenso amor.
Cristo quiso exprimir toda la sangre de sus venas y
brindarla generosamente a los hombres.
¿Qué han hecho los hombres desde la muerte de Cristo
hasta nuestros días? ¿Le hemos ofrendado nuestro
amor? Muchos son los que, obstinadamente, declinan
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
7 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

amar al amor, maldicen su santo Nombre, viven del


odio, actúan deshonestamente y, de este modo,
pisotean su preciosa sangre.
En reparación a la ingratitud de estos hombres impíos,
pidamos al Padre por su conversión. Invoquémosle
para que, derramando su misericordia sobre ellos y
sobre todos nosotros, podamos alcanzar, por los
méritos de la pasión y muerte de su Hijo, la gloria de la
resurrección.

EJEMPLO
En 1848, durante la proclamación de la república en
Roma, Pío IX se vio obligado a refugiarse en Gaeta. El
Siervo de Dios Don Giovanni Merlini visitó al Santo
Padre y le anunció una profecía: “Si el Santo Padre
extendía la fiesta de la preciosa sangre a toda la Iglesia,
pronto regresaría a Roma”.
Después de mucho orar y meditar sobre aquella
profecía, el Papa escribió una carta a Don Giovanni el
30 de junio 1849. El Santo Padre prometió que lo haría
por propia voluntad y no por voto. Fiel a su promesa,
el 10 de agosto del mismo año, firmaba el decreto para
extender la fiesta de la preciosa sangre a toda la Iglesia
durante el primer domingo de julio.
San Pio X, en 1914, cambió la fecha al 1 de julio y Pío
XI, en 1934, en celebración del XIX centenario de la
Redención, la elevó a Rito doble de primera clase. En
1970, Pablo VI, tras la reforma del calendario, la unió a
la Fiesta del Corpus Christie.
El Señor, a través de un Santo Misionero, extendió
esta Fiesta a toda la Iglesia y dando a conocer la
importancia del culto a su Preciosa Sangre.
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INTENCIÓN: Me uniré durante este mes a la


preciosa sangre, rezando especialmente por la
conversión de los pecadores.

JACULATORIA: Sangre de Jesús, precio de nuestro


rescate, bendita seas para siempre.

DÍA 2
DEVOCIÓN A LA PRECIOSA SANGRE
Cuenta la tradición que la Santísima Virgen, después
de dar sepultura a Jesús, recogió la sangre derramada a
lo largo de la Vía Dolorosa y en el Calvario para
honrarlo, siendo la reliquia más sagrada dejada en la
tierra por su divino Hijo. A partir de ese día, las
reliquias de la sangre de Cristo fueron objeto de la más
tierna devoción. Por tanto, podemos decir que la
devoción a la preciosa sangre surgió en el Calvario,
permaneciendo después, siempre viva en la Iglesia. No
podía ser de otro modo, porque la sangre de Jesús es
sangre divina, es el precio de nuestro rescate, la prenda
del amor de Dios por las almas. Nos ha abierto las
puertas del cielo, fluye perennemente sobre miles de
altares y alimenta a millones de almas. Por lo tanto, el
Cordero es digno de recibir honra, gloria y bendición,
porque fue muerto y nos redimió. Nosotros también
hemos de procurar alimentar una profunda devoción a
la preciosa sangre, porque es una fuente perenne de
gracias. Contemplemos la sangre de Cristo como
manantial vivo. Él es modelo perfecto de todas las
virtudes; adorémoslo y amémoslo, y unidos a Él en el
sufrimiento, imploremos el perdón de nuestros
pecados.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
9 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

EJEMPLO
San Gaspar del Búfalo, un día en el que se encontraba
muy desalentado debido a las continuas batallas a las
que debía enfrentarse para difundir la devoción a la
preciosa sangre, pronosticó que un Pontífice subiría a
la cátedra de San Pedro y favorecería e inculcaría su
culto. Este Papa, podemos decir sin peligro de
equivocarnos, fue San Juan XXIII.
Desde el comienzo de su pontificado exhortaba
públicamente a los fieles a cultivar esta devoción;
revelando que él mismo recitaba las letanías de la
preciosa sangre todos los días del mes de julio, como
había aprendido de niño en la casa de su padre. En
lugar de encomendarlo a un cardenal, quiso reservarse
el protectorado de la Congregación de los Misioneros
de la Preciosa Sangre y, el 31de enero de 1960 lo hizo
público en la Basílica de San Pedro en presencia de
cardenales, obispos, prelados y fieles. En 1960, para la
clausura del sínodo romano, exaltó a San Gaspar como
“El verdadero y más grande apóstol de la devoción a la
preciosa sangre en el mundo”. El 24 de enero del
mismo año aprobó las Letanías de la preciosa sangre
para la Iglesia universal y el 12 de octubre siguiente,
quiso que se añadieran las invocaciones de Dios sea
bendito para toda la Iglesia, así como el Bendita sea su
preciosa sangre. Pero el acto oficial más solemne fue la
carta apostólica Inde a primis del 30 de junio de 1960,
con la que, dirigiéndose al mundo católico, aprobó,
exaltó e inculcó el culto a la preciosa sangre, que, junto
al del Santo Nombre de Jesús y al sagrado Corazón,
son fuente abundante de copiosos frutos espirituales y
remedio contra los males que oprimen a la humanidad.
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Por tanto, podemos llamar a San Juan XXIII “el Papa


de la preciosa Sangre” predicho por San Gaspar.

INTENCIÓN: Alimentaré de por vida la más tierna


devoción a la sangre divina de Jesus.

JACULATORIA: ¡Oh, Cristo Jesús seas por siempre


bendito y adorado! que por tu preciosísima sangre nos
otorgaste la salvación.

DÍA 3
PRÁCTICA DE DEVOCIÓN A LA PRECIOSA
SANGRE.
La devoción a la preciosa sangre no debe ser estéril,
sino fructífera y abundante de vida para nuestras
almas. Las gracias espirituales serán mayores si
seguimos el método enseñado por los santos. San
Gaspar del Búfalo, serafín de la preciosa sangre, nos
aconseja fijar la mirada en el cuerpo ensangrentado de
Cristo para profundizar en el siguiente pensamiento:
“¿Quién dio la Sangre por mí? El hijo de Dios”.
Cuan agradecidos estamos a aquellos que nos hacen
bien, por lo tanto ¿cuánto más hemos de estarlo a aquel
que siendo Hijo de Dios se dio por entero a mí?, sin
embargo, ¡cuánta ingratitud recibe de nuestra parte!
San Pedro nos exhorta diciendo: “… habéis sido
rescatados de la conducta necia heredada de vuestros
padres, no con algo caduco, oro o plata, sino con una
sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin
mancilla, Cristo” (1 Pedro 18-19). ¿Y qué méritos tenía
yo? Ninguno. Sabemos que una madre daría la sangre
por sus hijos y el que ama la derramaría por el amado.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
11 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Pero yo, a causa de mi pecado, era enemigo de Dios,


más Él no se fijó en mi delito, sino en todo el amor que
me tenía. ¿Cómo se entregó? Del todo, hasta la última
gota de su sangre y en medio de insultos, blasfemias y
tormentos. Jesús quiere, a cambio de tanto dolor
movido por su infinito amor, nuestro corazón; quiere
que huyamos del pecado, que le amemos con todo
nuestro ser. Amemos a este Dios clavado en la cruz,
amémoslo intensamente para que sus sufrimientos no
hayan sido en balde y su sangre derramada nos
purifique de todas nuestras inmundicias.

EJEMPLO
El mayor apóstol de la devoción a la preciosa sangre
fue sin duda San Gaspar del Búfalo de Roma, nacido el
6 de enero de 1786 y fallecido el 28 de diciembre de
1837.
La hermana Inés del Verbo Encarnado, que murió
envuelta en un halo de santidad, vaticinó que San
Gaspar sería “La trompeta de la sangre divina”, debido
al gran ardor con que difundió esta devoción y el amor
con el que cantaba las glorias. Se vio sometido a
grandes sufrimientos y calumnias, pero finalmente
tuvo la alegría de fundar la Congregación de los
Misioneros de la Preciosa Sangre, extendida ahora por
muchos lugares del mundo. En una ocasión se
encontraba celebrando la santa misa y, tras la
consagración, le fue mostrado el cielo desde donde
descendía una cadena de oro que, pasando por el cáliz,
ataba su alma para llevarla a la gloria. Todo le fue
presentado para consuelo en sus muchas tribulaciones.
A partir de ese día tuvo que sufrir aún más, pero su
afán por llevar a las almas todos los beneficios de la
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sangre de Jesús se hizo cada vez más intenso. Fue


beatificado por San Pío X el 18 de diciembre de 1904 y
canonizado por Pío XII en 12 de junio de 1954. Su
cuerpo que descansa en la iglesia de Santa María en
Trivio, Roma, se encuentra dentro de en una rica urna.
Desde el cielo continúa alcanzando gracias y favores
especialmente a los devotos de la preciosa sangre.

INTENCIÓN: Pensaré con frecuencia, especialmente


en los momentos en los que me vea tentado, en los
sufrimientos que Jesús padeció por amor a mí.

JACULATORIA: Te adoro, ¡oh, sangre preciosa de


Jesús derramada por amor a mí!

DÍA 4
LA SANGRE DIVINA DE JESÚS
Todo buen cristiano debe fijar con frecuencia su
mirada en las llagas de Jesús crucificado de donde
brota su preciosísima sangre. Durante la santa misa, ha
de contemplar con devoción el cáliz consagrado que el
sacerdote eleva en alto. Pero al hacerlo, no debe
considerar sólo los sufrimientos del redentor, sino
también ha de meditar en el hecho de que esa sangre,
emanada de las venas de Jesús, es sangre Divina, es la
sangre del Dios encarnado. Esa es la razón
fundamental del culto a la preciosa sangre. De hecho,
es de fe que en la persona de Jesucristo se unen dos
naturalezas: la divina y la humana; por tanto, la sangre
que Él derramó es sangre divina y humana, por ser la
sangre de Jesús, verdadero Dios, y verdadero hombre.
¡Gran misterio incomprensible para toda mente creada!
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
13 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Dios quiso tomar nuestra humanidad y derramar su


sangre para salvarnos: “Y el Verbo de Dios se hizo
carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14). Por tanto, es
digno de recibir la gloria y las bendiciones de nuestras
almas, es digno de todo nuestro amor. Adoremos
profundamente este misterio de sabiduría y amor
elevando el himno de nuestra gratitud a la preciosa
sangre de Jesús, por haber realizado así la salvación de
nuestras almas.

EJEMPLO
La Beata María de Mattias nacida en Vallecorsa
(Italia) el 4 de febrero de 1805 fue un alma
verdaderamente devota de la preciosa sangre de jesús.
Ella, impregnada de las enseñanzas de San Gaspar del
Búfalo, decidió ingresar en un convento. Con este
convencimiento fue a pedir consejo al santo misionario
y éste, por inspiración divina, le dijo que el Señor la
llamaba a otra misión. La puso bajo la guía espiritual
del Venerable Don Giovanni Merlini, sacerdote y
moderador general de la sociedad de los Misionera de
la Preciosísima Sangre.
La joven dejó a su familia y se marchó a Acuto en el
Lazio, donde, después de varias dificultades, abrió la
primera casa y escuela de las Adoratrices de la Sangre
de Cristo. A pesar de todos los obstáculos, privaciones,
luchas y sufrimientos, fundó nuevas casas para la
educación cristiana de las jóvenes. No solamente fue
muy devota de la preciosa sangre, sino que pasó toda
su vida difundiendo este culto. Repetía constantemente
a las hermanas de su orden: “No se alejen nunca
vuestros corazones de aquel manantial eterno que en la
herida amorosa del costado de Jesús brotaron sangre y
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agua. Jesús Crucificado, nuestro Esposo, aliviará todos


los sufrimientos de nuestra vida si se los ofrecemos por
amor a Dios”.
Murió en Roma el 20 de agosto 1886 y fue beatificada
en el año santo de 1950. Su cuerpo descansa en la
Iglesia de la Preciosa Sangre en Roma, en el Barrio
Latino. Desde su Altar brotan gracias y bendiciones
para los que recurren a su intercesión.

INTENCIÓN: Besaré el crucifijo diciendo: ¡Divina


sangre del redentor, yo te adoro y te amo!

JACULATORIA: Divina sangre de Jesús aumenta mi


fe y otorga fuerza a mi alma.

DÍA 5
LA SANGRE QUE PURIFICA
Jesús nos amó y nos purificó de la culpa en su sangre.
La humanidad se encontraba bajo la pesada carga del
pecado y sentía la inagotable necesidad de expiación.
En la antigüedad se sacrificaban víctimas, consideradas
inocentes y dignas ante Dios, con este fin
propiciatorio; algunos pueblos llegaron incluso a
sacrificar víctimas humanas; pero, ni estos sacrificios,
ni todos los sufrimientos humanos que se pudieran
ofrecer, hubieran sido suficientes para purificar al
hombre del pecado. El abismo entre el hombre y Dios
era infinito, por lo que ninguna criatura humana que
hubiera sido creada, podía pagar semejante deuda. Era
necesario una víctima inocente, capaz de méritos
infinitos como Dios, pero al mismo tiempo de
naturaleza humana, para levantar esa naturaleza caída.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
15 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Dicha víctima sólo podía ser el mismo Dios. De este


modo, se manifestó toda la caridad de Dios para con el
hombre, porque envió a su Hijo único a sacrificarse por
nuestra salvación. Jesús quiso elegir el camino del
sufrimiento, con el derramamiento de su sangre, para
purificarnos de la culpa. Por lo tanto, es necesario
recurrir a la sangre de Jesús, al cáliz de la salvación, si
queremos tener el perdón de nuestros pecados y
mantenernos en la gracia de Dios.

EJEMPLO
El siervo de Dios Mons. Francesco Albertini, para
promover mejor la devoción a la sangre de Cristo,
fundó la Cofradía de la Preciosa Sangre. Mientras
redactaba los estatutos en el convento de la Paolotte en
Roma, se escuchaban gritos inquietantes que asustaron
a las religiosas y, de un modo especial, a la hermana
sor María Agnese del Verbo Incarnato. Él, con aire
tranquilo, les dijo: - No tengáis miedo, es el diablo que
anda enfadado, porque vuestro confesor está haciendo
algo que le desagrada mucho.
En otra ocasión, Mons. Francesco se encontraba
escribiendo la Coronilla de la Preciosa Sangre, cuando
el maligno despertó en él tantos escrúpulos que a punto
estuvo de destruirlo, pero Sor María Agnese, la misma
monja a la que él hubo de tranquilizar, inspirada por
Dios, al verlo exclamó: - ¡Oh! ¡Qué bonito regalo nos
trae, padre! - ¿De qué regalo habla, hermana? -dijo
Albertini con asombro, pues nunca le había confiado a
nadie lo que andaba escribiendo. Más ella, con firmeza,
le respondió: - La coronilla de la preciosa sangre, padre,
no la destruya, porque se propagará por todo el mundo
en beneficio de las almas. Y así fue como Monseñor
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Francesco superó aquellos reparos y la dio a conocer


durante las misiones. Hasta los pecadores más
obstinados quedaron conmovidos. Albertini fue
elegido obispo de Terracina, donde murió santo.

INTENCIÓN: Meditar la cantidad de sangre


derramada por Nuestro Señor y el alto precio al que
fuimos rescatados. Aborrecer el pecado que nos aleja de
tan admirable redentor.

JACULATORIA: Salve, preciosa sangre, que brotas


de las heridas de nuestro Señor Jesus crucificado y
lavas los pecados del mundo entero.

DíA 6
LA SANGRE QUE PACIFICA CON DIOS
Después del diluvio universal, Noé ofreció a Dios un
sacrificio de alabanza y agradecimiento, y como
símbolo de esta alianza Dios hizo aparecer el arco iris
en el horizonte. Dios, aplacado, juró que nunca más
destruiría a la humanidad:
“Dijo Dios a Noé y a sus hijos con él: He aquí que yo
establezco mi alianza con vosotros, y con vuestra
futura descendencia, y con toda alma viviente que os
acompaña: las aves, los ganados y todas las alimañas
que hay con vosotros, con todo lo que ha salido del
arca, todos los animales de la tierra. Establezco mi
alianza con vosotros, y no volverá nunca más a ser
aniquilada toda carne por las aguas del diluvio, ni
habrá más diluvio para destruir la tierra”. (Génesis 9,
8-11)
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
17 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

El sacrificio ofrecido por Noé prefigura la inmolación


de Cristo, quien, con el sacrificio de su propia sangre,
justificaría a la humanidad con Dios. ¿Qué es el pecado
sino un acto de rebeldía del hombre contra su Creador?
Esta rebeldía genera enemistad y alejamiento. El
pecado clama la justicia divina que, por medio de la
sangre de Cristo, queda aplacada. Los cuatro ángeles
del Apocalipsis que Dios envía para castigar al mundo
escuchan una voz: “No causéis daño ni a la tierra ni al
mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello
la frente de los siervos de nuestro Dios” (Apoc 7, 3) y
en Apocalipsis 7, 13-14 se lee: “Uno de los Ancianos
tomó la palabra y me dijo: «Esos que están vestidos
con vestiduras blancas ¿quiénes son y de dónde han
venido». Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás» Me
respondió: «Esos son los que vienen de la gran
tribulación; han lavado sus vestiduras y las han
blanqueado con la sangre del Cordero»”.
¡Cuánta bondad la del Señor para con nosotros! No
sólo nos purificó con su sangre, sino que también quiso
borrar todos nuestros pecados, llamándonos a una vida
nueva, vida en Cristo. Debemos corresponder a todo lo
que Dios ha hecho para rescate nuestro. ¡Qué negra
ingratitud sería la nuestra si nos atreviéramos a
ofenderlo y traicionarlo con el pecado! pues Él, con
abrazo paternal, nos aferra a su Corazón.

EJEMPLO
Los santos, que conocen bien el valor de un alma, han
trabajado con ahínco para atraer a los hombres a Dios.
Un apóstol incansable fue San Francisco Javier, de la
Compañía de Jesús, elegido por San Gaspar como
protector de los Misioneros y Adoratrices de la sangre
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de Cristo. Abandonó los honores y las comodidades de


su noble casa, entró en la Compañía de Jesús y navegó
por los océanos para llevar la fe de Cristo a la India y a
Japón. El crucifijo fue su espada conquistadora y, en
una ocasión, viajando por el mar tormentoso, le fue
arrebatado por la furia de las olas, pero al día siguiente,
mientras oraba en la orilla del mar, pudo recuperarlo
gracias a un cangrejo que lo llevaba consigo. Después
de la India y de Japón, todavía con sed de almas, trató
de penetrar en China, pero no pudo cumplir la misión
porque Dios lo llamó a la eterna gloria para
recompensar tantos esfuerzos vividos. Murió en la isla
de Sanciano, frente al Cantón, el 3 de diciembre de
1552. Ese brazo, que bautizó a miles de infieles, se
exhibe en la iglesia del Gesú en Roma.

INTENCIÓN: Si tengo la desgracia de caer en


pecado, recordaré el gozo y la dulzura de mi alma
cuando está en paz con Dios. Pediré perdón y me
confesaré lo más pronto posible.

JACULATORIA: Cordero de Dios, que con tu sangre


quitas los pecados del mundo, ten misericordia de mí.

DÍA 7
LA SANGRE QUE REDIME
El pecado, no solamente aleja al hombre de la gracia
enemistándolo con Dios, también lo hace esclavo de
satanás. La redención otorga tres efectos en las almas.
A saber:
-Devuelve la gracia santificante.
-Purifica de la culpa y pacifica con Dios
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
19 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

-Y libera de la esclavitud de satanás.


El hombre, al pecar, rechaza el dulce y suave yugo de la
Ley divina, sometiéndose la tiranía del maligno. Quien
peca -dice San Juan- pertenece a satanás. (1 Juan 3,8)
¿Qué precio pagó Jesus para arrebatar nuestras almas
de las garras del enemigo? Su preciosa sangre. ¡Este es
el valor de una Alma! “¿Cuánto vales tú?” -Dice San
Agustín “Examina el precio de tu salvación”. Dios te
había perdido y ha vuelto a comprarte derramando
toda su sangre. ¿Y tú? ¿cómo te presentas? ¿cuántas
veces, cediendo a la violencia de las tentaciones, huyes
de Dios y te vendes otra vez a satanás? Sé fuerte,
mantén tu fe en las virtudes de la Divina sangre,
implora a la divinidad y no sucumbirás en la batalla.
Así lo asegura San Pablo: “¡Con cuánta más razón,
pues, justificados ahora por su sangre, seremos por Él
salvos de la cólera!” (Rom 5, 9).

EJEMPLO
Al Venerable Don Juan Merlini, segundo sucesor de
San Gaspar en la dirección general de la congregación
de la Preciosa Sangre, mientras predicaba en Segni, en
Lazio, se le presentó un hombre que había vendido su
alma al diablo por veinte escudos diarios. El pacto lo
escribió y firmo él y se lo entregó al mismísimo
satanás. El desafortunado hombre recibía
misteriosamente todos los días sus veinte escudos, pero
no tenía paz. A pesar de que los veinte escudos
suponían una buena suma, el hombre estaba lleno de
deudas por la cantidad de gastos y vicios a los que se
sometía. Estaba desesperado cuando oyó hablar del
santo misionero. Lo buscó y al encontrarlo se postró a
sus pies implorando su ayuda. Don Merlini,
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Forma Extraordinaria del Rito Romano 20

ofreciéndole consuelo, le dijo: - ¡Tenga fe, hijo! La


sangre de Jesus volverá a comprar su alma. Con esta
disposición, el siervo de Dios comenzó a rezar, a
ayunar y a mortificarse con total disciplina rogando a
Dios por el rescate de aquella alma, y, a través de sus
ruegos y mortificaciones, la sangre de Jesus triunfó
teniendo satanás que dejar de atormentar a aquella
alma arrepentida.
¡Qué decir de los hombres que por placeres
despreciables venden sus almas a satanás! ¡Si pensaran
cuántos tormentos le costaron a Jesus!

INTENCIÓN: Para evitar el pecado mortificaré mi


voluntad, mis sentidos y, sobre todo, mis ojos.

JACULATORIA: ¡Sangre preciosa de Jesús, precio


infinito de nuestro rescate, que seas siempre amada por
todos los hombres!

DÍA 8
LA REDENCIÓN DE LA PRECIOSA SANGRE
FUE ABUNDANTE Y UNIVERSAL
Los judíos pensaban que el Mesías tenía que encarnarse
para llevar a Israel al antiguo esplendor del reino de
Israel.
Jesús, en cambio, vino a la tierra para la salvación de
todos los hombres. Su fin era espiritual y no político.
“Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuese de
este mundo, mi gente habría combatido para que no
fuese entregado a los judíos: pero mi reino no es de
aquí”. (Jn 18, 36). La redención, operada con su
preciosa sangre, fue copiosa; es decir, que no derramó
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
21 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

algunas gotas de su sangre, sino que la entregó por


completo. Nos mostró el camino través de su ejemplo,
de su palabra, de su gracia derramada sobre nosotros y
de su cuerpo entregado en el sacrificio del altar para
alimento nuestro. Quiso redimir al hombre en su
totalidad: voluntad, intelecto y corazón, sin limitar su
obra redentora a algunos pueblos o castas privilegiadas:
“«Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque
fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación»" (Apoc
5; 9).
Desde lo alto de la cruz su sangre fue derramada sobre
la tierra inundándola por completo. De este modo, la
naturaleza tembló frente a tan inmenso sacrificio.
Jesús era el Mesías esperado y todos los hombres están
llamados a participar de esta inmolación mirando hacia
el Calvario en el altar del santo sacrificio. Cristo es el
único manantial de salud espiritual. A los pies de esta
gloriosa cruz fue engendrada la Iglesia y de este cuerpo
místico salieron y saldrán todos los cristianos que,
respondiendo a la misión que Dios les tenga
encomendada, le darán inmensa gloria. Pensemos en
los apóstoles de la preciosísima sangre. Para que sus
voces anuncien, de manera firme y clara, las
propiedades de la preciosa sangre de Cristo.

EJEMPLO
La santa cruz es la reliquia más insigne impregnada
con la preciosa sangre de Cristo. Tras su
descubrimiento, por parte de Santa Elena y de San
Macario, la cruz se quedó en Jerusalén durante tres
siglos, hasta que los Persas conquistaron la ciudad y se
la llevaron a su país. Catorce años después, el
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 22

emperador Eraclio, habiendo conquistado Persia, quiso


llevársela a la ciudad santa. Apenas habían comenzado
a subir el camino hacia el Calvario hubieron de parar,
movidos por una fuerza misteriosa que les impedía
avanzar. Estando allí el santo obispo Zacarías, se
acercó al emperador diciéndole: - No es posible
caminar ataviado de tanto lujo por la misma vía por
donde Jesús subió con tantísima humildad y dolor. El
emperador entonces, despojándose de sus fastuosas
vestiduras y de sus ostentosas joyas, pudo proseguir el
camino y colocar con sus propias manos la santa cruz
en la colina del Gólgota.
También nosotros, en muchas ocasiones, nos dejamos
llevar erróneamente por la tentación de querer llevar la
cruz sin despojarnos del bienestar, de nuestros apegos,
vicios, pasiones... lo cual es incompatible con el camino
que abrió nuestro Señor. Es necesaria la humildad para
recorrer la vía señalada por la sangre de Jesús.

INTENCIÓN: Por amor a la sangre Divina aceptaré


gustoso los sufrimientos y humillaciones y me
desprenderé de alguna cosa para ofrecérsela a los
pobres.

JACULATORIA: ¡Te adoramos oh, Cristo y te


bendecimos! ¡Que por tu santa cruz redimiste al
mundo!

DÍA 9
CONSANGUÍNEOS DE CRISTO
POR LA GRACIA
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
23 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

El apóstol San Pedro aconseja a los cristianos no


descuidar la propia dignidad, pues, tras la redención,
como consecuencia de la gracia santificante y de la
comunión del cuerpo y la sangre del Señor, el hombre
se ha convertido en partícipe de la misma naturaleza
divina realizada en nosotros por la inmensa bondad de
Dios. Misterio insondable por el cual somos
incorporados a Cristo por su sangre y en su sangre.
Podemos decir que, por la gracia, participamos del ser
de Dios, es decir, somos hermanos en Cristo. Santa
Catalina de Siena nos dice: “Por amor nuestro Dios se
hizo hombre y el hombre fue hecho Dios”.

EJEMPLO
Resulta conmovedor un episodio acaecido durante la
primera guerra mundial que tuvo lugar en el campo de
batalla entre dos soldados, uno francés y el otro
alemán, que se encontraban moribundos tendidos en el
suelo. Estando en esta situación tan crítica, el soldado
francés, haciendo un gran esfuerzo, logró sacar un
crucifijo empapado en sangre de su chaqueta.
Sosteniéndolo entre sus manos se lo llevó a los labios
y, con voz débil, comenzó a recitar el Ave María. Ante
esta invocación, el soldado alemán que yacía casi sin
vida a su lado, se sacudió y, lentamente, como le
permitían sus últimas fuerzas, extendió su mano
poniéndola junto a las del francés con las que se
aferraba al crucifijo y, con voz débil, se unió a la
oración. Estas dos almas se reconocieron como
hermanos en Cristo. Sólo el amor de Jesús nos une al
pie de su cruz, donde su sangre es derramada por
nosotros.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 24

INTENCIÓN: Meditar estas palabras de San Agustín


acerca de la eucaristía: “Este signo sagrado fue
instituido por Jesucristo quien dio a sus discípulos la
cena consagrada por sus manos. Nosotros no
estuvimos sentados a la mesa en aquel convite. Sin
embargo, por medio de la fe, participamos a diario de
la misma cena. Y no crean que es algo importante
haber asistido, sin fe, a la cena ofrecida por las manos
del Señor, ya que es mejor la fe posterior que la
incredulidad de entonces. No estuvo allí Pablo, que
luego creyó; sin embargo, estuvo Judas, que lo entregó”
(San Agustín y la Eucaristía. Punto 9).

JACULATORIA: Te pedimos, Señor, que ayudes a


tus hijos, a quienes has redimido con tu preciosa
sangre.

DÍA 10
LA SANGRE DEL AMOR
“La sangre Divina se mezcla con el fuego del Amor
divino, porque fue derramada por amor” (Santa
Catalina de Siena). Antes que ella, ya lo había
expresado San Juan, el discípulo amado: “Antes de la
fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su
hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado
a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el
extremo” (Jn 13, 1).
El don de la sangre de Cristo fue la coronación de un
testimonio continuo de amor. Por amor se encarnó,
vivió entre nosotros, obró maravillas, sintió hambre y
sed, lloró... y finalmente nos dio la prueba suprema del
amor: “Nadie tiene amor más grande que el que da la
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
25 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

vida por sus amigos” (Jn 15, 13). “No fueron los clavos
—dice Santa Catalina— los que sostenían a Cristo en
la cruz, si no el amor, porque su sangre fue derramada
con el fuego del amor”. Si pudiera surgir alguna duda
sobre esta verdad flagrante, bastaría mirar la
abundancia de sangre derramada y las atrocidades de
los dolores sufridos para convencernos de que, todo lo
referido a la pasión, nos habla de un amor hasta el
extremo. “Hija mía - le dijo Jesús a Santa Gemma
Galgani- mírame y aprende a amar. ¿No sabes que el
amor me hizo dar la vida? Estas heridas, esta sangre,
esta cruz es la obra de mi amor”. ¿Y cómo
respondemos a tanto amor? Un rápido examen de
conciencia descubriría nuestra ingratitud. Recitemos
esta oración de Santa Gema:
Señor, cuando mis labios se acerquen a los tuyos,
déjame sentir tu hiel; cuando mis hombros se apoyen
en los tuyos, déjame sentir tus azotes; cuando mi
cabeza se acerque a la tuya, déjame sentir tus espinas;
cuando mi costado se acerque al tuyo, déjame sentir tu
lanza; cuando tu carne se comunique con la mía,
hazme sentir tu Pasión.

EJEMPLO
En Barbastro, durante la revolución española, el bando
republicano había capturado a un seminarista de 18
años. Al verlo valiente e imperturbable, comenzaron a
cubrirle de insultos y a golpearlo sin piedad. Aquel
seminarista, lejos de perder su fe, la mantenía de
manera admirable. Irritados por tanta firmeza, los
soldados decidieron matarlo. - Hagámosle morir como
a Cristo -dijo uno de ellos y lo clavaron en una cruz de
tablas. El joven permaneció fuerte incluso en el cadalso
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 26

y no profirió lamento alguno. Antes de morir, de sus


labios brotaron estas palabras: - ¡Jesús, todo lo ofrezco
por amor a ti y por la salvación de mi país!

INTENCIÓN: Amarás a Jesús con toda tu mente, con


todo tu corazón y con todas tus fuerzas.

JACULATORIA: ¡Oh Corazón ensangrentado de


Jesús que arde de amor por mí, enciende mi corazón de
amor por Ti!

DÍA 11
LA SANGRE DEL DOLOR
La preciosa sangre nos fue dada con los dolores más
atroces. El profeta Isaías hace referencia a Jesus como
“varón de dolores” (Is 53, 3). Jesús; herido, coronado de
espinas, atravesado por los clavos y la lanza, es la
máxima expresión de dolor. ¿Quién pudo haber sufrido
más que Él? ¡Ni una sola parte de su cuerpo
permaneció sana! Algunos herejes afirmaron que la
tortura de Jesús fue puramente simbólica, porque
siendo Dios, no podía sufrir, ni morir. Pero no
entendían que, el Verbo encarnado, al asumir la
naturaleza humana la aceptó en todo, menos en el
pecado; por lo tanto, la suya es verdadera sangre, el
espasmo que sufrió fue verdaderamente amargo y su
muerte fue tan real como la muerte de todos los
hombres. La prueba de su humanidad la tenemos en el
huerto de los olivos, cuando su carne se rebela contra el
dolor y exclama: “¡Padre, si es posible, aparta de mí
este cáliz; pero no se haga mi voluntad sino la tuya!”
(Lc. 22, 42). Al meditar sobre los sufrimientos de Jesús
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
27 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

no debemos detenernos en el dolor de la carne;


debemos penetrar en su Corazón torturado, porque el
dolor de su Corazón fue más atroz que sus dolores
físicos: “Mi alma está triste hasta el punto de morir;
quedaos aquí y velad conmigo” (Mt 26, 38) ¿Cuál es la
principal causa de tanta tristeza? Ciertamente la
ingratitud humana, pero de manera particular, la de
aquellas almas que están más cerca de Él, que han sido
llamadas a vivir una intimidad mayor y que, en vez de
amarlo y corresponder a tantas gracias, no dejan de
ofenderle con sus múltiples desprecios.
Consolemos a Jesús en sus dolores, pero no sólo con
palabras, sino con el corazón, pidiéndole perdón por
nuestros pecados y tomando la firme resolución de no
volver a ofenderlo jamás.

EJEMPLO
Santa Gemma Galgani murió en Lucca en el año 1903.
Tenía mucha devoción a la preciosa sangre y de
continuo repetía: “¡Jesús, sólo Jesús y éste crucificado!”
Desde los años más tiernos sintió la amarga copa del
sufrimiento, pero siempre la aceptó con heroica
sumisión a la voluntad de Dios. Jesús le había dicho:
“En tu vida te daré muchas oportunidades de ganar
mérito para el cielo, si puedes soportar el sufrimiento”.
Toda su vida fue una prueba constante, sin embargo, a
estos sufrimientos tan atroces los llamaba “dones del
Señor” y se ofrecía a Cristo como víctima de la
expiación por los pecadores. A los padecimientos que
el Señor la enviaba se sumaron las vejaciones de
satanás, por las cuales se dolió aún más que por las que
le venían de Jesús. La vida de Santa Gemma fue
renuncia, oración, martirio, inmolación. A esta alma
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 28

privilegiada el Señor, a menudo, le daba consuelo


sumiéndola en éxtasis en los que se quedaba
embelesada contemplando a Jesús crucificado. ¡Qué
hermosa es la vida de los santos! Su lectura es muy
enriquecedora y un estímulo para nuestra vida de
piedad. Tratemos de imitar a los santos en humildad y
perseverancia, para alcanzar la gloria de la
resurrección.

INTENCIÓN: Aceptaré gustoso todo sufrimiento de


las manos de Dios, consciente de que son necesarios
para obtener el perdón de los pecados y merecer la
salvación.

JACULATORIA: ¡Oh, sangre divina inflámame de


amor por ti y purifica mi alma con tu fuego!

DÍA 12
LA SANGRE DE CRISTO Y EL PECADO
Jesús con infinito amor y amargo dolor purificó
nuestras almas del pecado, pero seguimos
ofendiéndolo. Los pecadores -dice San Pablo- clavan a
Jesús en la cruz de nuevo (Cfr. Hebreos 6, 6). Nuestros
pecados prolongan su pasión. El pecador obstinado que
rechaza la gracia divina no sólo mata su propia alma,
sino que hace vana para sí la obra redentora de la
sangre de Cristo. Es necesario profundizar en la
gravedad que entraña todo pecado mortal que nos
separa de Dios y nos deja como miembros muertos del
cuerpo místico de la Iglesia. “El pecador, por su pecado
-dice San Agustín- se aparta de Dios, que es la luz
verdadera, y se vuelve ciego. Todavía no siente la
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
29 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

pena, pero ya la lleva consigo” (Sermón 11, 5). ¿Y quién


de nosotros no tiene pecado? ¡Cuántas veces nos
hemos rebelado contra Dios alejándonos de Él para
ofrecer nuestro corazón a las criaturas! Contemplemos
a Jesús crucificado: ¡Él es quien borra los pecados del
mundo! Volvamos a su Corazón que late con infinito
amor por los pecadores, bañémonos en su sangre,
porque es la única medicina que puede sanar nuestra
alma.

EJEMPLO
En una ocasión en la que San Gaspar del Búfalo se
encontraba predicando en una misión, un grupo de
personas le imploró que fuera a casa de un moribundo
que, habiendo llevado una vida de pecado, se negaba a
recibir los sacramentos. Pronto el santo se acercó a su
cama y, con el crucifijo en las manos, le habló de la
sangre que Jesús había derramado por amor a él. Sus
palabras conmovieron a cuantos estaban en aquella
sala, más el moribundo permaneció indiferente y sin
muestras de arrepentimiento. Entonces, San Gaspar,
dejando sus hombros al descubierto, se arrodilló junto
a la cama del agonizante y comenzó a disciplinarse
produciéndose heridas por donde fluía su sangre. Ni
siquiera esto conmovió al obstinado. El santo no se
desanimó y le dijo: -Hermano, no quiero que te
pierdas, no me detendré hasta que haya salvado tu
alma. Entonces, uniendo su dolor a la pasión de Cristo
intensificó su oración. El moribundo, tocado por la
gracia rompió a llorar, confesó sus pecados y murió.
Los santos, siguiendo el ejemplo de Jesús, también
están dispuestos a dar su vida para salvar un alma.
Nosotros, en cambio, con nuestros escándalos, quizás
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 30

hemos sido la causa de su perdición. Pidamos al señor


el celo por las almas y oremos por la conversión de los
pecadores.

INTENCIÓN: Lloraremos nuestros pecados ante


Dios pidiéndole nos alcance la gracia de no volver a
ofenderlo más. Sería como enjugar y ensalzar su rostro
atormentado por causa de nuestras culpas.

JACULATORIA: ¡Oh preciosísima sangre de Jesús,


ten piedad de mí y purifica mi alma del pecado!

DÍA 13
LA SANGRE DEL PERDÓN
La sangre de Jesús nos ha redimido y elevado a un
estado sobrenatural, pero no nos ha hecho impecables.
Cada uno de nosotros está sujeto a fuertes tentaciones
que, lamentablemente, a veces van seguidas de caídas
catastróficas. Por lo tanto, ¿debe el hombre ser
condenado eternamente por ceder a la tentación? No.
“Dios, rico en misericordia, conocía nuestra fragilidad
y pensó en preparar un remedio vital” (Santo Tomás).
En virtud de la sangre divina, en el sacramento de la
penitencia, nuestros pecados son perdonados. La
confesión no es una obra humana, sino un sacramento
instituido por Jesucristo: “A ti te daré las llaves del
Reino de los cielos; y lo que ates en la tierra quedará
atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará
desatado en los cielos” (Mt 16, 19). “Para lavar nuestros
pecados, solo existe el lavado de la sangre de Cristo”
(Santa Catalina). ¡Oh inmensa bondad de Jesús, que
encontró el camino para renovar perpetuamente la
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
31 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

redención de nuestras almas, el camino para derramar


continuamente su sangre en el sacramento del perdón!
¡Cuánta maldad debe limpiar la preciosa sangre de
Cristo! Sin embargo, Jesús llama continuamente al
pecador a este sacramento y le dice que no se asuste
por la gran cantidad de sus pecados, porque siempre
está dispuesto a perdonar: ¡Ven, ven que estás
manchado por la mácula de tus pecados! ¡Quien se
bañe en esta sangre de salud será purificado! Así pues,
corramos a los pies del sacerdote. “Él no hace más que
arrojar la sangre de Cristo sobre nuestras cabezas”
(Santa Catalina). No nos dejemos vencer por la
vergüenza, los respetos humanos o cualquier otro
miedo. Es Jesús quien te espera en el confesionario.

EJEMPLO
El Padre Matteo Crawley narra que en España un gran
pecador fue a confesarse y aunque sus pecados eran
enormes, el sacerdote le dio la absolución. Pero, poco
después, cayó en los mismos pecados y el confesor,
creyendo que no tenía voluntad de enmendarse, le dijo:
- No puedo absolverte, eres un alma maldita. Ve, no
hay redención para ti. El hombre, al escuchar tremenda
sentencia, se echó a llorar ante aquel pastor de almas.
Mientras esto sucedía, una voz les llegó desde el
crucifijo: - ¡Oh sacerdote, no diste la sangre por esta
alma! Tanto el confesor como el penitente quedaron
absortos al ver que de la imagen del crucifijo comenzó
a brotar sangre de un lado. También nosotros hemos
podido experimentar estas sentencias irrevocables por
parte de algún sacerdote demasiado estricto. Hemos de
saber que el tiempo de la misericordia se prolonga
durante nuestros días en la tierra, debemos apelar
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 32

siempre a ella, pero con corazón sincero y con la firme


resolución de no volver a pecar más, pues no debemos
abusar de ella infravalorando el precio de nuestra
redención y el dolor que le acarrearon a Cristo todos y
cada uno de nuestros pecados.

INTENCIÓN: Si estás en pecado mortal corre a los


pies del sacerdote y pídele la confesión. Si no fuera
posible, haz un acto de contrición con la firme
resolución de no volver a pecar más.

JACULATORIA: Padre eterno y divino, escucha la


voz de la sangre de Jesús y ten piedad de mí.

DÍA 14
LA SANGRE DE LA MISERICORDIA
El hombre es verdaderamente un privilegiado. Los
ángeles tuvieron una sola ocasión para decidir servir a
Dios. Aquellos que, tras el no serviant de Lucifer,
marcharon con él, fueron heridos por la justicia divina
y se les abrió de inmediato el abismo del infierno. El
hombre, en cambio, pecó y Dios, en el momento de
condenarlo, le prometió un redentor. El hombre, por su
naturaleza caída, siguió pecando, pero Dios no falló a
su promesa y se hizo carne para reparar esta naturaleza
herida. Jesús, en su vida pública, perdonó a María
Magdalena, comió con pecadores, predicó e instruyó a
través de parábolas como las del hijo pródigo o la oveja
perdida… La sangre de la misericordia late en el
Corazón de Jesús y exclama: “No he venido a llamar a
los justos, sino por los pecadores” (Mt 9, 13). Y, en el
momento de donar su vida en rescate de los hombres,
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
33 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

desde lo alto de la cruz, el Dios de la misericordia lanza


un grito de misericordia: Padre, perdónales.
Lamentablemente en el mundo la culpa se renueva con
cada pecado y por cada falta cometida, siendo la sangre
de Jesús la que sigue clamando: ¡Misericordia! “Ahora
comprendo -escribe San Bartolomea Capitanio- cómo
el mundo puede existir y no está hundido por la
enormidad de los pecados que en él se cometen: la
sangre de Jesús y sus llagas claman continuamente
misericordia”. ¡Qué consuelo para nosotros! Si no
fuera por la sangre de Jesús, ¡estaríamos condenados!
Pero ¿sabemos aprovechar la misericordia del Señor?
No abusemos de ella porque si su misericordia es
grande para los pecadores, su justicia es tremenda para
los que la pisotean.

EJEMPLO
Siempre ha habido almas santas en el mundo que se
ofrecieron víctimas para quitar los castigos de Dios a la
pobre humanidad. Una de ellas fue Santa María
Maddalena de Pazzi, noble florentina. Fue muy devota
de la preciosa sangre y llevó una vida de amarga
penitencia y oración continua. Muchas veces al día
hacía la ofrenda de la sangre divina al Padre eterno,
para obtener misericordia por los pecadores. Un día,
Jesús se le apareció cubierto de sangre y ella le pidió
poder sufrir sus propios dolores. Jesús entonces, le dijo:
-Mi sangre no busca venganza como la de Abel, sino
misericordia. ¡Ata las manos a la Justicia Divina!
Entonces la santa respondió: Cúbreme con tu sangre,
¡oh, Jesús! y Dios no verá mis pecados.
Con frecuencia nos preguntamos a qué dedicarán
tantas horas los religiosos y religiosas, encerrados en
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 34

los conventos todo el día. Ellos se dedican a rezar.


Muchas son las horas empleadas a la oración por la
salvación de las almas. ¡Ay si no estuvieran allí! Si su
oración continua, unida a la de Cristo, no ascendiera a
Dios, ¿quién suplicaría misericordia para nosotros?

INTENCIÓN: Me examinaré para ver qué uso he


hecho de la misericordia de Dios. Si he abusado de ella,
pediré perdón.

JACULATORIA: ¡Oh, Padre misericordioso! Escucha


la voz de la sangre de nuestro salvador Jesús que clama
a ti desde la cruz en nuestro favor y pide misericordia
para nosotros (San Bernardo).

DÍA 15
LA SANGRE DE LA ESPERANZA
Quien mire el Corazón traspasado de Jesús y vea
brotar de Él la preciosa sangre, no puede desesperar de
su propia salvación. Cuando el soldado Longino le
traspasó con la lanza, sin saberlo, abrió el corazón del
hombre a la esperanza. Es tradición que fue el primero
en disfrutar de sus riquezas: unas gotas de sangre
cayeron sobre sus ojos enfermos y les dieron la luz de
los ojos y de la fe. Desde entonces la cruz sangrienta se
convirtió en el ancla al que se aferraron las almas de
los más grandes pecadores en el momento de la
desesperación, seguras del perdón que otorga el amor
de Cristo. San Pablo, el gran perseguidor golpeado por
la gracia en el camino de Damasco, nos anima: “Todo
proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por
Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
35 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Porque en Cristo estaba Dios reconciliando al mundo


consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de
los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la
reconciliación” (II Cor 5, 17-19). “Y tú, ¿de qué tienes
miedo? No digas: ¡no me salvaré! ¡Tienes la sangre de
Cristo! ¡Toda tu esperanza es la sangre de Cristo!”
(San Agustín). ¿No dijo Jesús que hay más celebración
en el cielo por un pecador arrepentido que por noventa
y nueve justos? Ciertamente en el paraíso las filas de
los arrepentidos son mucho más numerosas que las de
los inocentes. Nosotros también, si sabemos imitarlos
en la penitencia, algún día estaremos con ellos en el
reino de los cielos. Acerquémonos a la cruz e
invoquémosla: ¡Te saludamos, santa cruz, única
esperanza!

EJEMPLO
Santa Catalina de Siena fue llamada la “mística de la
sangre”, porque la preciosa sangre de Jesús estaba
constantemente en sus pensamientos. Sus numerosas
cartas comienzan nombrando la preciosa sangre. A su
confesor le dijo: “Tenga siempre la sangre de Jesús
frente a sus ojos”. Y en los Diálogos escribe: “Esa
sangre es la única maestra. La sangre de Jesús nos ha
vuelto a crear”. Con la invocación a la preciosa sangre
obtuvo la conversión del caballero perugiano Niccolò
Toldo, sentenciado a la pena capital. Habría muerto
desesperado y con odio en el corazón si Santa Catalina
no hubiera intervenido. Lo acompañó hasta la horca
hablándole de la sangre de Jesús y, una vez allí, tomó
la cabeza entre sus manos acomodándola bajo el
cuchillo. En esta situación, el pobre moribundo murió
exclamando: - ¡Jesús! ¡Catalina!
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 36

Digamos también con ella: “¡Oh, Jesús, mi corazón se


enciende al pensar en Ti!” Las almas de los santos son
hornos encendidos que arden sólo con el amor a Jesús
¿Y el nuestro? ¡Cuánta tibieza! ¡Qué apego a las cosas
terrenales!

INTENCIÓN: No pondré mi confianza en las


criaturas, sino sólo en Dios, que es fiel y no engaña.

JACULATORIA: Cordero Inmaculado, en tu sangre


que se ofrece en el altar, ponemos todas nuestras
esperanzas (San Gaspar).

DÍA 16
LA SANGRE DEL SACRIFICIO
Una religión, sea verdadera o falsa, tiene el sacrificio
como elemento esencial. Con él no sólo se adora a
Dios, sino que también se implora el perdón, se expía
la culpa y se agradece a Dios por los dones recibidos. El
mismo Dios los pidió al pueblo elegido. Pero ¿qué
valor podrían tener entonces? ¿Podía la sangre de los
animales apaciguar a Dios y purificar al hombre? San
Gaspar del Búfalo responde así: “No hay liberación, no
hay alianza, no hay expiación; sino en la sangre del
Cordero, asesinado desde el origen del mundo”. Es
decir, esos sacrificios tenían un valor puramente
simbólico y fueron un preludio del sacrificio de Cristo.
Para encontrar el sacrificio verdadero, único y
definitivo debemos ir al Calvario, donde Jesús, cargado
con nuestros pecados, es el santo e inocente sacerdote
y, al mismo tiempo, es la Víctima inmaculada
agradable a Dios. En el altar, nuevo Calvario, el Padre
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
37 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

acepta este sacrifico agradable, porque el río de la


redención fluye desde el altar como en su día lo hizo
desde el calvario. La cruz está en el Calvario, así como
la cruz está en el altar; la misma víctima del Calvario
está en el altar; la misma sangre se entrega por
nosotros para darle gloria a Dios y redimir al mundo.
Jesús se sacrificó en el Calvario y se inmoló en el altar.
En el altar, como en la cruz, está la madre de Jesús,
están los grandes santos, hay penitentes que se golpean
el pecho; en el altar, como al pie de la cruz, están los
verdugos, los blasfemos, los incrédulos, los
indiferentes. No vaciles en tu fe si en el altar, en lugar
de a Jesús, ves a un hombre como tú. El sacerdote
recibió el mandato de Jesucristo de hacer lo que Él hizo
en el cenáculo. Que tu fe no vacile al no ver la carne y
la sangre de Cristo, sino sólo el pan y el vino. Tras las
palabras pronunciadas en la consagración ese pan y ese
vino cambian de sustancia transformándose en
verdadera carne y verdadera sangre de Cristo. La santa
misa es un puente sobre el mundo porque une la tierra
al cielo. Los Tabernáculos son los pararrayos de la
justicia divina. ¡Ay de nosotros si llegara el día en que
el sacrificio de la misa ya no se ofreciera a Dios! ¡Sería
el final del mundo!

EJEMPLO
Era la Pascua de 1171 y en Ferrara, en una pequeña
iglesia llamada Santa María in Vado, un sacerdote se
encontraba celebrando la santa misa cuando fue
tentado con fuertes dudas sobre la presencia real de
Jesucristo en la eucaristía. Después de la elevación,
cuando rompió la Hostia consagrada, salió sangre con
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 38

tanta vehemencia que se rociaron los muros y la


bóveda. Este prodigio se extendió por todo el mundo y
la piedad de los fieles erigió una grandiosa basílica que
contiene intactos los muros y la bóveda del pequeño
templo, sobre el que aún hoy, rodeado de muchos
anillos dorados, se pueden ver claramente las gotas. de
la sangre prodigiosa. En la actualidad, el templo es
custodiado por los misioneros de la preciosa sangre y
es el destino de muchas almas devotas. ¡Cuántas
excusas encontramos para no escuchar la santa misa ni
tan siquiera en las fiestas de precepto! ¡Cuántas veces
la misa festiva se convierte en el momento de las citas,
de la ostentación, de los placeres mundanos! ¡Pareciera
que, en algunas personas, la fe se hubiera extinguido
por completo!

INTENCIÓN: Tratamos de no perdernos nunca la


santa misa en días festivos y de asistirlos con la mayor
devoción posible.

JACULATORIA: ¡Oh, Jesús, sacerdote eterno,


intercede por nosotros ante tu divino Padre en el santo
sacrificio de tu Cuerpo y de tu sangre! (San Gaspar).

DÍA 17
LA SANGRE QUE NUTRE
“No le bastó a Jesús dar a la humanidad una prueba de
su inmenso amor derramando su sangre una sola vez,
sino que quiso perpetuarlo en el tiempo instituyendo la
eucaristía, sacramento incruento de su pasión y entrega
continua, como si quisiera morir todos los días por
nosotros”. (San Bernardino). De hecho, el amor no se
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
39 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

contenta con sacrificarse por el amado, sino que


siempre quiere estar cerca de él entregándose por
completo al amado. Por eso Jesús, con la misma
omnipotencia que había empleado para ocultar su
divinidad bajo la sombra de la carne humana, ahora la
esconde bajo las especies del pan y del vino y,
precisamente en esa noche en que los hombres se
preparan para darle muerte, pronuncia las solemnes
palabras “Tomad y comed, este es mi Cuerpo” (Mt 26,
26). “Tomad y bebed, esta es mi Sangre” (Mt 26, 28).
Para perpetuar este gran don a lo largo de los siglos
instituye el sacerdocio y les dice a los apóstoles:
“Haced esto en mi memoria” (Lc 22, 19). La Eucaristía
es el memorial de la pasión de Cristo, es el verdadero
alimento y bebida que nutre nuestras almas. Cuando
los fieles se acercan a la sagrada comunión deben ser
conscientes que en la sagrada forma se encuentra
contenido no sólo el Cuerpo, sino también la Sangre
del Señor. En cada partícula de la sagrada forma está
Cristo de manera íntegra. Reflexionemos en
profundidad sobre la necesidad que tiene nuestra alma
de la comunión, pues sólo ella puede otorgarle vida:
“Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no
coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su
sangre, no tenéis vida en vosotros” (Jn 6, 53). Por eso la
Iglesia sitúa esta fuente viva que brota para la vida
eterna en el centro de su vida diaria, porque, así como
el pecado consume diariamente la vida del alma, así el
cuerpo y la sangre de Cristo alimentan y sacian su sed.
El alma necesita de esa sangre porque frena el vicio y
apaga el fuego de las pasiones; necesita que la
refresquen y la vigoricen en la lucha contra el mal; lo
necesita cuando está abrumada por la tristeza y la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 40

sequedad; lo necesita del mimo modo que el cuerpo


necesita el pan de cada día. Por tanto, corramos a la
sangre de Jesús para purificar y saciar nuestra sed;
corramos a este río de gracias que se desborda de los
cálices para inundar el mundo; corramos hacia el
tabernáculo, donde Jesús nos espera prisionero de
amor. Confiémosle nuestras alegrías, esperanzas y
dolores; y ofrezcámosle, con sincero corazón, nuestro
amor. Reparemos las ofensas que recibe de tantas
almas ingratas cada vez que nos acerquemos a
comulgar.

EJEMPLO
La persecución de Diocleciano se enfureció y los
cristianos fueron encerrados en las cárceles de Roma
esperando ser arrojados a las bestias. Sólo esperaban
una cosa de los hermanos que aún estaban libres: el pan
de los fuertes, el Jesús eucarístico. Sólo Él podía darles
el vigor en esa cruel lucha. Ante semejante situación y
necesidad, un sacerdote preguntó ¿quién se atreverá a
entrar en esas cárceles tan cuidadosamente custodiadas
para llevar a Cristo eucaristía? Se le acercó un niño
llamado Tarsicio y le dijo: - Santo Padre, ¡yo voy! -
Pero eres pequeño, ¿cómo puedes defender la
Eucaristía de la profanación, si te descubren? -
Precisamente porque soy pequeño nadie sospechará de
mí. Si me descubren, daré mi sangre, pero la Eucaristía
no será profanada. El sacerdote accedió y Tarsicio se
dirigió hacia la cárcel agarrándose al pecho el Pan
consagrado, cuando unos pilluelos lo detienen, quieren
que juegue con ellos, quieren ver qué trae, pero ante la
actitud de Tarsicio lo entienden: - ¡Es cristiano, trae los
misterios! ¡Matémoslo! Al momento, una densa lluvia
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
41 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

de piedras lo derriba, pero ninguna fuerza consigue


arrebatarle a Jesús de sus manos. Un centurión que lo
estaba viendo todo coge a Tarsicio y lo lleva preso a las
catacumbas.
La Eucaristía está bañada en la sangre inocente.
Cuánto coraje por parte de Tarsicio y cuánta
admiración suscita en nosotros que tanto miedo
tenemos a los juicios humanos y nos avergüenza
descubrirnos la cabeza cuando Jesús pasa por las calles;
nos da vergüenza arrodillarnos ante la elevación en la
santa misa y tratamos de ir a escondidas para cumplir
el precepto dominical, como si fuéramos a realizar una
mala acción.

INTENCIÓN: Prepararé mi corazón con toda mi


conciencia para recibir la sagrada comunión e intentaré
visitar con frecuencia a Jesús sacramentado.

JACULATORIA: ¡Alabado y bendito sea el sagrado


Corazón y la preciosa sangre de Jesús en el santísimo
sacramento del altar!

DÍA 18
LA REINA DE LA PRECIOSA SANGRE
Nuestra Señora es el regalo más hermoso que Dios nos
ha dado, después de la eucaristía. Ella no sólo es la
Madre de Dios, la obra maestra de la redención, la
llena de gracia, la bendita entre las mujeres, ¡sino que
también es nuestra dulce Madre! Los cristianos se
regocijan con su nombre y se refugian a la sombra de
su manto. Ahora bien, toda la grandeza de María brota
de la preciosísima sangre: la carne de Cristo es la carne
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 42

de María, la sangre de Cristo es la sangre de María; por


ello la invocamos con el hermoso título de Reina de la
preciosísima sangre. Concebida sin pecado original
María fue la fuente más pura de la que brotaría la
sangre de Jesús, en anticipación de los méritos de la
preciosa sangre. Alegrémonos de haber recibido de
Dios una Madre tan excelente y dulce y mirémosla al
pie de la cruz, donde ofrece al eterno Padre la sangre de
su amado Hijo por nuestro rescate. Su alma está
atravesada por la espada del dolor y sus lágrimas son
las más amargas que una madre haya derramado en la
tierra. ¡Miremos con cuánto amor acoge a toda la
humanidad que Jesús le confía en la persona del
apóstol San Juan! ¡Veamos cómo esa sangre cae sobre
ella para derramarla sobre nosotros, pobres pecadores!
Consideremos cómo Dios la convirtió en un canal de
gracia, dispensadora de sus tesoros y digámosla: ¡Oh
María Reina de la preciosísima sangre, haz que mi
alma se tiña con la sangre divina de tu Hijo,
defiéndeme de los asaltos del diablo, especialmente en
el momento de la muerte, obtén para mí la contrición
de los pecados y la perseverancia final! Amén.

EJEMPLO
Una de las devociones más entrañables de San Gaspar
del Búfalo fue la de la reina de la preciosa sangre.
Tenía él una imagen de la Virgen pintada con el Niño
Jesús sobre sus rodillas sosteniendo el cáliz de su
sangre en la mano. La Virgen demostró, con muchos
prodigios, lo querida que para ella era esa devoción a la
preciosa sangre. En muchas ocasiones, durante los
sermones, el santo detuvo la lluvia bendiciendo el cielo
con esa imagen prodigiosa. A un grupo de devotos, que
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
43 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

habían venido de lejos para escucharlo y que no podían


regresar porque había estallado una furiosa tormenta,
les entregó ese cuadro y ellos, mientras caminaban bajo
la lluvia, llegaron perfectamente secos a sus casas.
Frente a esa efigie, tras la recitación de tres Avemarías,
instantáneamente curó a un granjero que se había
lastimado gravemente el dedo. En Albano, Laziale,
invocando el Nombre de la Virgen, salvó de una
muerte segura a un hermano misionero que había caído
en un carruaje desde lo alto de un puente. Muchas
veces mientras predicaba, se vio una luz misteriosa que
descendía del cielo e inundaba tanto la imagen de la
Virgen como el rostro del santo.
Imitemos a San Gaspar en esta devoción tan poderosa,
unamos nuestro amor a la Virgen a nuestro amor a la
preciosa sangre y, sin duda, estaremos colmados de
favores celestiales. Pero, de manera especial, evitemos
todo pecado, pues ellos renuevan las perforaciones del
adorable corazón de nuestra Madre celestial.

INTENCIÓN: Celebraré las fiestas de Nuestra


Señora con devoción y especialmente la de la Virgen
de los Dolores.

JACULATORIA: Santa Madre de Dios y Madre


nuestra, que las llagas del Señor queden grabadas en mi
corazón.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 44

DÍA 19
LA ESPOSA DE LA SANGRE.
LA SANTA IGLESIA
La obra de Jesucristo nace en la cruz. La sangre de
Cristo tenía que fluctuar en las almas a través de los
sacramentos; el evangelio debía ser transmitido a
millones de hombres y la verdad defendida por los
apóstoles de todos los tiempos. Por lo tanto, la Iglesia
debía ser una, santa y universal, con la capacidad de
llevar a cabo esta misión salvífica. Jesús la fundó sobre
Pedro, roca inexpugnable, pero la hizo brotar de su
Corazón. “Esa sangre que sale del Corazón de Cristo -
dice San Ambrosio- es preciosa, porque la Iglesia nos
la da”. Añade San Gregorio: “La Iglesia se fundó con
sangre, creció con sangre, se nutrió de sangre, ¡su fin
será, por tanto, sangre!”. Y concluye Santa Catalina:
“La sangre de Cristo es el tesoro de la Iglesia”. Es la
sangre de Jesús quien anima a la Iglesia porque de ella
recibe los medios para su propia santificación. La
Iglesia no es sólo su eterna conservadora, sino su
dispensadora, habiendo recibido de Cristo el mandato
de hacerla fluir para la salud de todas las almas. Ella es
la esposa de la sangre de Cristo y la madre universal de
todos los redimidos. Para ella no hay distinción de
razas, clases y personas; todos sus hijos reciben el
mismo bautismo, se sientan a la misma mesa
eucarística, reciben la misma gracia en los sacramentos
y son objeto de su cuidado maternal. Sin embargo,
¡cuántas persecuciones contra esta santa y generosa
madre! ¡Cuántas veces también nosotros nos hemos
avergonzado de declararnos sus hijos! ¡Cuántas veces
nos hemos negado a obedecer sus leyes! ¿Amamos a la
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
45 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Iglesia como un buen hijo ama a su madre? Porque,


verdaderamente, fuera de ella no puede haber
salvación.

EJEMPLO
Un ejemplo de la fidelidad heroica a la Iglesia y al Papa
fue San Gaspar del Búfalo. En julio de 1809, Napoleón,
después de haber ocupado Roma, hizo arrestar y
arrastrar al exilio a Pío VII. Se impuso un juramento
de lealtad al emperador tanto a cardenales, obispos y
sacerdotes. Cuando Gaspar, un sacerdote ordenado
hacía poco más de un año, fue llamado por el
magistrado e invitado a jurar, respondió con firmeza: -
¡No puedo, no debo y no quiero! De nada servían los
halagos más suaves y las amenazas más terribles. Las
consecuencias de tal decisión fueron el exilio en
Piacenza y las cárceles en Bolonia, en San Giovanni in
Monte, en Imola y en Lugo di Romagna. Los
sufrimientos y privaciones sufridos en esos lugares de
castigo fueron tan severos que lo llevaron al borde de la
tumba. Pero, incluso en esas condiciones, se mantuvo
inflexible cada vez que se le ordenó que declinara su
fidelidad al Papa. Las persecuciones más violentas
obtienen grandes frutos y, lejos de destruir la Iglesia, la
fortalece. El Papa es el vicario de Cristo, el sucesor de
Pedro, el maestro de la verdad que debe confirmar en
la fe a toda la Iglesia.

INTENCIÓN: Dar gracias de pertenecer a la Iglesia


de Jesucristo y, cuando sea difamada, defenderla.

JACULATORIA: Padre eterno, te ofrezco la


preciosísima sangre de Jesucristo para la propagación
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 46

de la Iglesia, por el sumo pontífice, por los obispos, los


sacerdotes, los religiosos y la santificación del pueblo
de Dios.

DIA 20
LOS MINISTROS DE LA SANGRE
Jesús fue el primer sacerdote que ofreció su sangre al
divino Padre para la remisión de nuestros pecados.
Para perpetuar su ofrenda en la última cena, después de
la institución de la eucaristía, instituyó también el
sacerdocio: “Haced esto en mi memoria” (Lc 22,19).
Esta verdad es confirmada por los apóstoles y por la
tradición perenne de la Iglesia. “El sacerdote -dice
Santo Tomás- teniendo que ser ministro de la preciosa
sangre es consagrado por la sangre de Cristo”. En la
consagración recibe los poderes más amplios: consagra
el Cuerpo y la sangre de Cristo, absuelve de los
pecados, confiere la gracia administrando los
sacramentos y ora por el pueblo y en nombre del
pueblo cristiano ante Dios. Verdaderamente es “el
Señor de la sangre” (Santa Catalina). ¿Quién llama al
sacerdote a tan sublime cargo? Uno no se hace
sacerdote por propia voluntad, sólo aquellos que son
llamados por el Señor pueden subir al altar. Dios no
tiene preferencias por los hombres de linaje ilustre, al
contrario, casi siempre elige a sus sacerdotes de entre
las familias más humildes y pobres. Si la
responsabilidad del sacerdote es grande, también lo es
la dignidad y el respeto que se les debe. “Si al sacerdote
le corresponde ser ministro de la sangre de Cristo, esta
función diviniza su dignidad y establece la deuda de
reverencia de todos: reverencia que se dirige a Dios
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
47 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

mismo y a la sangre gloriosa” (Santa Catalina).


¡Cuántos méritos los del sacerdocio católico! Tanto en
el campo de la caridad como en el de la ciencia y el
progreso siempre ha estado a la vanguardia hasta el
heroísmo más sublime. Sin embargo, el sacerdote es el
hombre más odiado y perseguido. Pero él, siguiendo el
ejemplo de Cristo, debe perdonar a sus perseguidores y
alegrarse de poder unir su sangre a la de Cristo que se
ofrece cada día en el altar.

EJEMPLO
El cardenal Massaia en 1863 en Abisinia (Etiopía) tuvo
un encuentro con dos nuevos conversos, marido y
mujer, que le pedían constantemente ser admitidos a la
sagrada comunión. Finalmente los satisfizo y en su
cabaña, decorada de la mejor manera, comenzó la
celebración de la santa misa. Inmediatamente después
de la consagración del cáliz, la mujer comenzó a gritar
¡Fuego, fuego! El sacerdote, al término de la
celebración, le preguntó el motivo de esos gritos y ella
dijo: - Cuando vuestra merced levantó el cáliz, vi un
rayo de fuego descender del cielo y pude ver cómo sus
manos y el mismo cáliz estaban en llamas.
El cardenal Massaia pensó en una alucinación o
exaltación de la pobre mujer y la puso a prueba.
Después de la consagración, primero levantó una
hostia y un cáliz, no consagrados, luego los
consagrados, y tuvo que cambiar de opinión, porque la
mujer seguía viendo solo la Hostia y el Cáliz
consagrados enrojecidos por el fuego. ¿No dijo Jesús
que había venido a traer fuego a la tierra? El fuego de
su amor, para que el mundo entero arda con él; ordenó
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 48

a sus sacerdotes que lo mantuvieran vivo en todas las


almas, llenándolas de su preciosa sangre.

INTENCIÓN: Respeta y ama al sacerdote, porque él


dispensa los tesoros de la sangre de Cristo.

JACULATORIA: ¡Oh, Jesús eterno y sumo sacerdote!


ofrezco tu preciosa sangre al Padre eterno, para que
envíe sacerdotes santos y fervientes a su Iglesia.

DÍA 21
LOS SERAFINES
Y LOS HÉROES DE LA SANGRE
La sangre de Cristo ha arrastrado con su estela un
grupo luminoso de almas heroicas: las de los santos.
Sus vidas tenían el único propósito de imitar a Cristo
crucificado y sangrante. Todos los santos sin
excepción, tanto los que veneramos en los altares como
los que permanecen ocultos, son los verdaderos
serafines e insignias de la preciosa sangre. Algunos
viviendo en cuevas, otros en desiertos, en los picos de
las montañas, en las celdas de los claustros, en los
hospitales, en tierra de misión, en las grandes ciudades,
en sus casas… pero todos con el mismo fin: amar sólo a
Cristo, vivir crucificados con Él y entregar su vida
como lo hizo Él. La vida de cada santo está impregnada
de sangre. ¡Los mártires no son solamente aquellos que
dieron su sangre por Cristo! Hay varias formas de
entregar la sangre: a través de la mortificación
voluntaria, de la caridad, del apostolado, del trabajo...
La máxima de todos los santos es común: ¡sufrir, morir
y ser sepultados en Cristo! Con estas insignias han
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
49 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

alcanzado el más alto grado de perfección, pero a costa


de un sufrimiento inaudito. ¡Qué gran ejemplo para
nosotros! No debemos caer en el error de pensar que
los santos fueron afortunados o privilegiados. Dios
quiere que todos seamos santos y a todos nos da la
gracia suficiente para serlo. ¡También nosotros
debemos de poner la mirada en el santísimo, en Jesús
sacramentado! Su sangre es la sangre vital de la
santidad. Amémosle con ardor y también nosotros
seremos santos.

EJEMPLO
La sangre de Jesús siempre encendió el alma de San
Gaspar del Búfalo. Su predicación admirable, su
capacidad para aceptar el sufrimiento y el desprecio
por sí mismo, fueron el fruto de esa llama. Siempre
tenía la sangre de Jesús en los labios como la tenía en el
corazón, y al hablar parecía un serafín, porque su
rostro se iluminaba con cada palabra que pronunciaba.
En una ocasión sus misioneros, ansiosos por escucharlo
hablar sobre la sangre de Cristo le dijeron, a sabiendas,
que dicho tema era un tanto árido y complejo. Él,
tomando la palabra, comenzó a instruirles durante
horas sin cansarse ni repetirse. Sus oyentes quedaron
cautivados con su plática.
Para difundir la devoción a la preciosa sangre sufrió
increíbles persecuciones y, en ocasiones, incluso por
parte de personas que deberían haberlo comprendido y
defendido. Pero nada de eso le hizo desistir.
Dondequiera que iba, erigía la Pía Unión de la Preciosa
Sangre, inculcando la práctica del mes a la preciosa
sangre e introduciendo la recitación diaria de la
coronilla en honor a la preciosa sangre. Hizo imprimir
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 50

panfletos y folletos con oraciones que luego distribuyó


gratuitamente a los fieles e hizo por acercarse a
aquellos sacerdotes que iban a tierras de misión para
exhortarles a difundir el culto de la preciosa sangre. En
las misiones, cuando las almas obcecadas en el pecado
desistían hacer penitencia para alcanzar el perdón,
hacía traer la imagen de Cristo crucificado y con gran
solemnidad les hablaba sobre la sangre de Jesús
mientras se disciplinaba a sí mismo. Muchas fueron las
conversiones obtenidas de esa manera. En el momento
de su muerte, San Vicente Pallotti, que lo asistió, vio
su alma ascender al cielo en forma de estrella brillante
y a Jesús que le fue a su encuentro.
Pidamos para que el ejemplo de San Gaspar nos
encienda de amor por la sangre de Jesús y nos dé la
esperanza de poder, algún día, cantar sus alabanzas en
compañía suya.

INTENCIÓN: ¡Quiero ser santo! Repitámoslo no solo


de palabra, sino imitando a los santos e invocando su
ayuda.

JACULATORIA: Preciosa sangre de Jesús ablanda mi


corazón y enciende en él un fuerte deseo de perfección.

DÍA 22
LA SANGRE DE CRISTO Y LA SOCIEDAD
La sociedad humana, si realmente quiere el bienestar
de sus miembros, no puede prescindir de la sangre de
Cristo pues es la primera y verdadera fuente de donde
ha de beber. “Mas ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los
que en otro tiempo estabais lejos, habéis llegado a estar
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
51 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

cerca por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz:


el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro
que los separaba, la enemistad, anulando en su carne la
Ley de los mandamientos con sus preceptos, para crear
en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo,
haciendo la paz, y reconciliar con Dios a ambos en un
solo Cuerpo, por medio de la cruz, dando en sí mismo
muerte a la Enemistad” (Efesios 2, 13-16) La sangre de
Cristo elimina las diferencias entre los hombres,
rompe las barreras y compone un organismo
armonioso, humano y divino. Cuando comprendamos
en verdad que, por la gracia, todos hemos sido
llamados a esta redención por la sangre de Jesús, el
odio entre nosotros cesará, dando lugar al verdadero
amor fraterno que triunfará sobre todo egoísmo
humano. Tras el inicio de la segunda guerra mundial,
Pío XII recordó que el Salvador había derramado su
sangre para reconciliar a todos los hombres con Dios y
unirlos, aunque fueran de diferentes naciones y razas.
Pero los hombres no lo escucharon y todos sus
esfuerzos por evitar aquella catástrofe fueron en vano.
Todos pertenecemos a esta gran sociedad humana y
debemos cooperar para un progreso justo y digno en
connivencia con la ley divina. Tenemos el deber de
amar la patria y poner a disposición de la sociedad
todos aquellos dones con los que hemos sido
bendecidos.

EJEMPLO
A finales del siglo XVIII la revolución francesa hizo
estragos con la quema de iglesias y con la ejecución de
gran número de sacerdotes. Como ejemplo citaremos el
de una iglesia de París; una de las más numerosas que,
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 52

en plena revolución, fue sorprendida por un


malhechor, el cual, entrando en su interior, cogió el
crucifijo del altar y, seguido por una multitud, fue a
arrojarlo al Sena al grito de: - ¡Cristo se ha ahogado y
no volverá jamás!
Este gesto nos recuerda que cuando se expulsa a Dios
de la sociedad, el hombre se ciega por sus pasiones,
intereses personales y envidias, dejando paso al odio
entre iguales y entre clases. Así se vivió en Francia
durante la revolución, que invadida por el terror y la
ferocidad, vio cómo en todas sus ciudades se izó la
guillotina que no dejó de funcionar día y noche. En
apenas tres meses, más de cien mil cabezas fueron
cortadas sólo en la capital. Fue la sangre de aquellos
hombres que, derramándose en las calles y plazas, tiñó
de rojo el paisaje, mientras que la sangre de Cristo dejó
de enrojecer aquellos altares que fueron destruidos.

INTENCIÓN: Oremos por una nueva sociedad


fundada en el amor a Cristo y a los hermanos.

JACULATORIA: Padre eterno, te ofrezco la preciosa


sangre de Jesucristo, para la gloria de tu santo nombre
y para la paz de todos los pueblos.

DÍA 23
LA SANGRE DE PAZ
La paz es la aspiración más ardiente de los pueblos, por
eso Jesús, al venir al mundo la trajo a los hombres de
buena voluntad. Él mismo se llamó príncipe de la paz,
rey pacífico y manso que con su sangre reconcilió a los
hombres con Dios. Tras la resurrección se apareció a
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
53 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

sus discípulos y los saludó así: “La paz sea con


vosotros” (Jn 20, 19). Pero, para mostrar a qué precio
había obtenido esa paz que sólo Él puede darnos, les
mostró sus heridas. Jesús obtuvo para nosotros la paz
con su sangre: ¡La paz de Cristo en la sangre de Cristo!
Por tanto, no puede haber verdadera paz sin Cristo.
Tenemos dos opciones, o dejamos fluir su sangre de
forma pacífica o acaba derramándose la de los hombres
en luchas fratricidas. La historia de la humanidad es
una sucesión de guerras sangrientas. En vano Dios, en
esos momentos bélicos, movido de piedad, envía a los
grandes apóstoles de la paz y la caridad para recordar a
los hombres que, muerto Cristo, basta su sangre
derramada en el altar para alcanzar lo verdaderamente
importante. No fueron escuchados, sino perseguidos y,
muy a menudo, asesinados. Dios condena de manera
terrible a aquellos que derraman la sangre de su
prójimo: “Quien vertiere sangre de hombre, por otro
hombre será su sangre vertida, porque a imagen de
Dios hizo Él al hombre” (Gn 9, 6). Congreguémonos
alrededor de la cruz, estandarte de paz, invoquemos la
venida del reinado de Cristo en todos los corazones y
se levantará una era eterna de paz y bienestar.

EJEMPLO
En 1921 en Pisa, por razones políticas, ocurrió un grave
acto de sangre. Un joven fue asesinado y la multitud,
movida a compasión, acompañó el ataúd hasta el
cementerio. Detrás del féretro iban los padres
consternados, llorando la pérdida. El locutor oficial
concluyó así su discurso: - ¡Frente al crucifijo juramos
vengarlo! Ante estas palabras, el padre de la víctima
tomó la palabra y, con voz quebrada por el llanto,
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 54

exclamó: - ¡No! mi hijo es la última víctima del odio.


¡Paz! Frente al crucifijo juraremos hacer las paces entre
nosotros y amarnos.
¡Sí, paz! ¡Cuántos crímenes por salvar el honor!
¡Cuántos homicidios por robos, viles intereses y
venganzas! ¡Cuántos atentados en nombre de una idea
política! La vida humana es sagrada y sólo a Dios le
corresponde llamarnos a la hora que Él tenga
designada. Que nadie se engañe a sí mismo pensando
estar en paz con su conciencia cuando, siendo culpable,
logra una absolución en los tribunales humanos, pues
Dios es el verdadero juez que todo lo conoce y es a Él a
quien, un día, deberemos rendir cuentas.

INTENCIÓN: Trabajaré para facilitar la paz en las


almas, evitando fomentar la discordia y el rencor.

JACULATORIA: Cordero de Dios que quitas los


pecados del mundo, danos la paz.

DÍA 24
LA SANGRE DE CRISTO Y EL SUFRIMIENTO
Jesús no entregó su sangre sólo para redimirnos. Él
quiso entregarse hasta el extremo, soportando un mar
de dolores para darnos ejemplo, consolarnos en
nuestros padecimientos y ser modelo de entrega. El
dolor es un triste legado del pecado y nadie queda
inmune a él. Jesús, precisamente porque estaba
cubierto de nuestros pecados, sufrió. En el camino de
Emaús les dijo a los dos discípulos “¿No era necesario
que el Cristo padeciera y entrara así en su gloria?” (Lc
24, 26). Por lo tanto, quiso experimentar todos los
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
55 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

sufrimientos y miserias de la vida: ¡Pobreza, trabajo,


hambre, frío, desprendimiento de los más santos
afectos, ingratitud, traición, persecución, martirio y
muerte para darles sentido a nuestros padecimientos!
Dios permite todos los sufrimientos que nos vienen
para que nos ayuden a purgar nuestros propios pecados
y poder así alcanzar la salvación de nuestras almas. Es
un rasgo de la misericordia divina. ¡Cuántos han sido
llamados a volver al camino de la salvación por el
camino del dolor! ¡Cuántos ya, lejos de Dios, golpeados
por la desgracia, han sentido la necesidad de rezar, de
volver a la iglesia, de arrodillarse al pie del crucifijo
para encontrar fuerza y esperanza en Él! Y, aunque
suframos injustamente, demos gracias al Señor porque
las cruces que Dios nos envía “son la corona de gloria
que no se marchita” (1 Pedro 5; 4).

EJEMPLO
En un hospital de París un hombre, golpeado por una
enfermedad repugnante, tuvo que sufrir de manera
atroz. Todos lo abandonaron a su suerte, incluso sus
familiares y amigos más cercanos. Sólo una hermana
de la Caridad permaneció junto a su cama. En un
momento de desesperación, el enfermo gritó: - ¡Un
revólver! ¡Ese será el único remedio eficaz contra mi
enfermedad! Pero, la religiosa, con sumo cuidado, le
entregó un crucifijo y le murmuró suavemente: - ¡No,
hermano, este es el único remedio para tus
sufrimientos y el de todos los enfermos! El hombre,
mirándolo con ternura, lo besó y de sus ojos
comenzaron a brotar abundantes lágrimas. ¿Qué
significado tendría el dolor sin fe? ¿Por qué sufrir? El
que tiene fe encuentra en el dolor la fuerza y la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 56

resignación. El que tiene fe descubre en el dolor una


fuente de mérito poderosa, se topa de frente con Cristo
sufriente que padeció por y con nosotros.

INTENCIÓN: Aceptaré de las manos del Señor toda


tribulación. Consolaré a los que sufren y visitaré a
algunos enfermos.

JACULATORIA: Padre eterno, te ofrezco la


preciosísima sangre de Jesucristo para la consagración
del trabajo y el dolor, por los pobres, los enfermos y los
afligidos.

DÍA 25
DEMOS NUESTRA SANGRE A CRISTO
“No os extrañéis del fuego que ha prendido en medio
de vosotros para probaros, como si os sucediera algo
extraño, sino alegraos en la medida en que participáis
en los sufrimientos de Cristo, para que también os
alegréis alborozados en la revelación de su gloria” (1
Pedro 4, 12-13). San Pablo nos enseña que nuestros
sufrimientos son la culminación de lo que falta a la
pasión de Cristo. Es precisamente en el dolor donde se
reconoce al verdadero cristiano. El hombre tibio o
incrédulo se desespera, maldice y jura ante el dolor; sin
embargo, el cristiano se alegra de poder sufrir por aquel
que tanto padeció por nosotros y se goza al poder
ofrecérselo a Dios en beneficio del cuerpo místico al
que pertenece todo cristiano. Por lo tanto, los
discípulos del Señor, cuando fueron perseguidos se
gozaron, porque habían sido dignos de insultos por el
nombre de Cristo. ¡Entreguemos, como ellos, también
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
57 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

nuestra sangre a Cristo! ¿Deberíamos ir en busca de


verdugos? No, no es necesario. Pero cuando Dios
quiera visitarnos con sufrimientos le ofreceremos
nuestra sangre. La Iglesia siempre ha reconocido a los
que sufren porque sabe que tienen una gran riqueza
que ofrecer a Cristo para beneficio de todos. Millones
de almas están sufriendo con Cristo, un ejército de
mártires voluntarios, en quienes la Iglesia cuenta como
el pilar más firme de su fuerza. Los hospitales, los
orfanatos, todas las casas y camas donde se sufre por
amor a Dios y a la Iglesia, constituyen el mayor tesoro
de la Iglesia; allí descansa la mirada de Dios y cede su
indignación por los crímenes de la humanidad.

EJEMPLO
En las primeras décadas del siglo XX México fue
oprimida por un régimen de terror y despotismo. La
Iglesia fue ferozmente perseguida. Cientos fueron los
episodios de heroísmo de los católicos,
independientemente de la edad, el sexo o la condición
social: niños, mujeres, hombres, sacerdotes… llenaron
las cárceles y dieron con valentía su sangre por la fe
cristiana. En el pueblo de Falisco, Fiorentino Álvarez,
un joven de 18 años, fue detenido y obligado a gritar
públicamente: - ¡Abajo Jesucristo! Lejos de eso,
Fiorentino, respondió con firmeza: - ¡Soy católico, no
puedo y no quiero! - Lo que eres es un revolucionario,
enemigo del Estado y te fusilarán. - No-respondió el
joven- sólo soy católico y amo a mi país. Tras esta
confesión, fue atado detrás de un camión y arrastrado
por las calles hasta llegar frente a su casa. La madre,
torturada al ver a su hijo ensangrentado, lo apretó
contra su pecho y le dijo: - Hijo mío, sabes cuánto te
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 58

amo y cuánto sufro al verte en este estado, pero te digo


que seas fuerte y no niegues a Cristo porque la fe es
más preciosa que la vida. Los soldados, enfurecidos,
comenzaron a golpear a la madre y al hijo, que con
cada golpe gritaban más fuerte: - ¡Viva Cristo Rey! El
joven murió en los brazos de su madre. Por esta
entrega generosa su nombre fue inscrito con letras de
oro en el Martirologio de la Iglesia Mexicana, y en el
cielo, Dios lo recibió en la hueste resplandeciente de
sus mártires. ¡Qué ejemplo para tantos jóvenes de hoy
que no sólo se avergüenzan de ser cristianos, sino que
incluso luchan contra la Iglesia, esposa de la sangre de
Cristo!

INTENCIÓN: En tus sufrimientos agradece y


bendice al Señor, que te hace digno de sufrir algo por
Él.

JACULATORIA: ¡Oh, Jesús acepta todos mis dolores!


Te los ofrezco en unión con tu preciosa sangre.

DÍA 26
AMEMOS A CADA UNO
EN LA SANGRE DE JESÚS
“Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los
unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os
améis también vosotros los unos a los otros” (Jn 13, 34).
Estas son las vestiduras del verdadero cristiano: el
amor mutuo. “En esto conocerán todos que sois
discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros”
(Jn 13, 35). Todo hombre tiene un alma inmortal y por
cada alma Jesús derramó su sangre. Hemos de amar a
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
59 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

los hombres y buscar, en la medida de nuestras


posibilidades, su salvación. El que odia es un homicida,
porque mata a su prójimo en su corazón. “Mirad cómo
se aman”, decían los paganos admirando a los primeros
cristianos. Hoy ¿qué dirían si nos vieran?
Reflexionemos sobre este tema. Cuando se rompe la
comunión con el prójimo, también se quiebra nuestra
comunión con Cristo y, por lo tanto, se ocasiona un
daño grave a nuestra alma. Dejemos que la sangre
pacificadora del Cordero corra por nuestras venas, para
que renazca el amor que Cristo profesó en la cruz
apiadándose de todos nosotros. Y así, fortalecidos con
su sangre, obtendremos la gracia necesaria para pedir
perdón a aquellos hermanos contra los que hayamos
pecado y, a su vez, sabremos perdonar todas las ofensas
con las que nos hayan herido. Sólo de esta manera
podremos esperar el perdón y el amor de Cristo.

EJEMPLO
San Juan Gualberto, un noble florentino muy diestro
en armas, perdió a su hermano Ugo asesinado en una
de las luchas que en ese momento estaban desgarrando
a las familias más poderosas de Florencia. Le juró
venganza y buscó activamente al asesino para matarlo.
Era la mañana del viernes santo de 1003 cuando se
encontró cara a cara con el asesino en un callejón de la
ciudad. Inmediatamente se arrojó sobre él para
matarlo. Aquel infeliz, incapaz de defenderse, no pudo
evitar pedirle perdón y misericordia en el nombre de
Jesús crucificado. Juan, con un esfuerzo sobrehumano,
enfundó su espada, abrazó a su enemigo y le dijo: - ¡Sí,
sólo por Él, por Jesús crucificado te perdono! Con el
alma aún turbada, entró en una iglesia y se postró a los
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 60

pies del crucificado quedando atónito al contemplar


cómo en ese momento el rostro de Cristo, aquella
cabeza majestuosa y coronada de espinas, comenzó a
moverse hacia donde él se encontraba. Entonces el
orgulloso caballero arrojó su espada, se retiró a
Vallombrosa y fundó la Orden de los Monjes de
Vallombrosani. Perdonar a nuestros enemigos es el
acto más heroico y la victoria más poderosa para
someter nuestro orgullo. Si perdonamos por el amor de
Jesús, Él mismo perdonará todas nuestras faltas.

INTENCIÓN: Por el amor a Jesús perdona a tus


enemigos y pide perdón a los que hayas ofendido.

JACULATORIA: ¡Oh preciosa sangre de Jesús, te


pido no sólo por mis amigos, sino especialmente por
mis enemigos!

DÍA 27
LA OFERTA DE REPARACIÓN DE SANGRE
Jesús quiere almas reparadoras que se ofrezcan por su
preciosa sangre tan indignamente profanada y
blasfemada. Pareciese escucharse el lamento del divino
maestro diciendo: “¿En vano he derramado mi
sangre?” Así como en Getsemaní no hubo nadie que
velara con Jesús, hoy también contemplamos los
Tabernáculos abandonados.
Jesús le dijo a un alma piadosa: “Busco consoladores y
no los encuentro. No soy amado. Las oleadas de
crímenes humanos se elevan hasta el Padre, mi Vicario
en la tierra es calumniado, el placer y el orgullo
triunfan, la ley de la caridad es violada
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
61 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

escandalosamente, algunos son generosos en palabras,


pero cuando se les presenta la cruz, huyen. Quiero
almas reparadoras dispuestas a sufrir con valentía,
llenas de caridad por los pecadores, almas que ofrezcan
mi sangre al Padre sin desfallecer jamás en expiación
de los pecados. El mundo puede salvarse con mi
sangre. Encuéntrame una legión de almas
restauradoras, diles a mis sacerdotes que celebrando el
santo sacrificio me ofrecen como víctima de reparación
a mi Padre celestial y que, cuando la liturgia lo
permita, celebren la misa votiva de la preciosísima
sangre”.
Esta llamada de Jesús está dirigida también a nosotros,
¿cómo permanecer indiferentes? Unámonos a esa
multitud de almas que se ofrecen a sí mismas con sus
dolores, en unión con la preciosa sangre de Jesús, para
que su reino triunfe en el mundo. ¡Que nuestra alma
sea también un alma reparadora!

EJEMPLO
En una ocasión Santa Teresita de Lisieux, después de
haber escuchado la santa misa, se encontraba haciendo
sus oraciones cuando vio el brazo de Jesús crucificado
sobresalir en una imagen. En ese instante, el
pensamiento de la pasión la tomó tan vívidamente que
esa mano, el clavo y la sangre le parecieron cosas vivas
y reales. Se enardeció aún más por el sufrimiento del
Señor y se dispuso a dar a conocer todo el amor y el
dolor que Jesús sintió en la cruz. En esos momentos se
le vino a la cabeza un tal Pranzini, que estaba a punto
de ser ejecutado y no mostraba signos de
arrepentimiento pues había rechazado la asistencia de
un sacerdote. Estando el réprobo con la cabeza bajo el
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 62

cuchillo, Santa Teresita sintió la necesidad de orar por


él. Así lo hizo y rogó al Señor con muchísima
intensidad. De repente, el condenado pidió confesarse
y el sacerdote pudo darle la absolución que la recibió
con abundantes lágrimas de arrepentimiento. El Señor,
a través de la oración de Santa Teresita, abrió las
puertas del cielo a ese pobre pecador que había sido
restaurado en su sangre. Cuando sintamos sequedad en
nuestros corazones y nos demos cuenta de que el
arrepentimiento por nuestros pecados tarda en llegar,
pensamos en la sangre de Jesús que tiene el poder de
ablandar incluso los corazones más duros.

INTENCIÓN: A menudo haré la ofrenda de la sangre


de Jesús al Padre eterno en reparación por mis pecados
y los del mundo entero.

JACULATORIA: Corazón de Jesús, consolado en tu


agonía por un ángel, consuélame en mi agonía.

DÍA 28
LOS PERSEGUIDORES DE LA SANGRE
“La pasión Cristo no terminó en el Gólgota, hoy,
todavía Jesús sigue crucificado derramando su sangre.
La lucha contra la Iglesia y los cristianos es contra
Cristo, porque los perseguidos son miembros del
Cuerpo de Cristo. De este modo Cristo sigue
sangrando, no sólo por la sangre de los mártires, sino
por todas las torturas infligidas a sus fieles, por las
humillaciones de sus ministros, por los insultos a su
Vicario, por las iglesias quemadas y profanadas, por la
caridad rota, por la calumnia... Gobiernos, escritores,
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
63 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

oradores, filósofos… toda una coalición diversa de


perseguidores que matan o entorpecen la obra del
amor, la doctrina y la expansión de la Iglesia,
prolongando así, la Pasión de Cristo, haciendo brotar
más sangre de sus heridas” (L. Giordani. La sangre de
Cristo). ¡Cuántas veces, incluso en nuestros días, el
santo sacrificio debe celebrarse en secreto porque los
sacerdotes están en la cárcel o son perseguidos! Hay un
estribillo que dice así: ¡Cristo sí, sacerdotes no! Esta
afirmación no es posible porque son los sacerdotes los
que traen a Cristo a la tierra renovando el sacrificio
agradable al Padre. La realidad que se deriva de esas
palabras es una persecución contra el primer Sacerdote,
Cristo. Dice Santa Catalina de Siena: “Si estás en
contra de la Iglesia, ¿cómo vas a poder participar de la
sangre del Hijo de Dios? ¡Quien desprecia a este dulce
Vicario de Cristo, desprecia la sangre del Cordero!”.
Quizá pienses que tú no eres un perseguidor de la
sangre de Cristo, pero conviene tener en cuenta que no
sólo los que encarcelan, matan o persiguen son
enemigos; también lo son aquellos que calumnian,
odian, escandalizan a los demás con sus malos
ejemplos o son indiferentes a la doctrina Existen los
llamados parásitos de la sangre, es decir, los que se
benefician de los frutos de la redención, pero no hacen
nada por Cristo. ¡Cuántos piensan que están haciendo
una gran concesión al sacerdote asistiendo a la iglesia
el domingo! ¡Y por eso quieren ser venerados,
elogiados y ayudados! ¡No! Debemos ser cristianos
generosos, debemos profesar la fe por la fe y no por
motivos ocultos. Debemos emplear todas nuestras
energías por cooperar en la solidez de la Iglesia,
nuestra madre.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 64

EJEMPLO
El padre Rey relata un episodio acaecido durante el
mes de la preciosa sangre que tuvo lugar en la ciudad
de Petersburgo, durante la persecución bolchevique.
Los revolucionarios, no teniendo un lugar para
reunirse, habían decidido ocupar una iglesia al
amanecer de aquel día. Algunos niños, al enterarse de
que el templo sería profanado, entraron la noche antes
para velar y, al día siguiente, cuando los soldados
rompieron las puertas para acceder, se encontraron a
todos los infantes arrodillados ante el altar. Invitados a
salir, los niños se opusieron fuertemente. Entonces, los
revolucionarios les apuntaron con sus armas, pero los
pequeños no se movieron. Irritados por tanta firmeza
dispararon matando a dos e hiriendo a los demás. Un
niño herido y agonizante cuando fue llevado a su casa
le dijo a su madre: - Nosotros defendimos a Jesús y los
revolucionarios no se atrevieron a poner las manos en
el Sagrario. No tengamos miedo a las persecuciones.
Vanas son las esperanzas de los verdugos. La Iglesia
nunca será destruida y la sangre de los mártires será la
semilla fecunda de nuevos cristianos.

INTENCIÓN: Profesemos abiertamente nuestra fe y


si no tenemos el privilegio de derramar nuestra sangre
por Cristo, ofrezcamos el martirio de nuestro deseo.

JACULATORIA: ¡Jesús, corona de mártires, por los


méritos de tu preciosa sangre, fortalece a los héroes de
la fe!
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
65 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

DÍA 29
LA SANGRE QUE CONDENA
Desafortunadamente, la sangre de Jesús no es de
salvación para todos, para muchos es de condenación.
El anciano Simeón le dijo a María: “Este está puesto
para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser
señal de contradicción” ¿Depende de Dios si la misma
sangre que fue derramada para remisión de nuestros
pecados acaba siendo ruina para tantas almas? No.
Depende de nuestra voluntad. Dice San Agustín: “Para
quien lo quiera será de salvación, para quien no lo
quiera será de condenación”. Judas arrojó los treinta
denarios diciendo: “Pequé entregando sangre inocente”
(Mt 27, 4) y se ahorcó. Por otro lado, Pedro negó al
Maestro, lloró amargamente y fue perdonado. A diario
se eleva una voz al cielo que clama: ¡Venga oh, Señor
la sangre de tus justos que ha sido derramada! Si la voz
de la sangre de los mártires es tan poderosa, ¿cómo será
la voz de la sangre de Cristo? ¡Cuán terrible será esa
voz en el día del juicio! ¡Los clavos y las llagas de
Cristo serán mostradas a aquellos que despreciaron esa
preciosa sangre clamando justicia! Dice el profeta
Ezequiel: “Si por el contrario adviertes al malvado y él
no se aparta de su maldad y de su mala conducta,
morirá él por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida”
(Ezequiel 3, 19) Es cierto que Jesús es misericordioso,
pero si no condenara a los que pisotean su sangre,
despreciándola, sería injusto. Si millones de almas han
sufrido por esa sangre, debe ser su gloria; si, por el
contrario, tantos pecadores lo han profanado y no se
han arrepentido de ello, debe ser su condenación.
"Como la misericordia, dice el Espíritu Santo, así la ira
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 66

divina desciende rápidamente sobre nuestra cabeza"


(Cfr. Eclesiástico 5, 7) . ¿Y para nosotros? ¿Será la
sangre de Jesús de salvación o de condenación? ¡Oh,
Jesús haz de tus llagas nuestro refugio en la vida y en
la muerte, y de tu sangre nuestra salvación, porque
confiamos en ti y te amamos!

EJEMPLO
Innumerables y terribles son los ejemplos en los que
podemos ver cómo Dios castiga, incluso en esta vida, a
quienes ultrajan la preciosísima sangre de su Hijo.
En Málaga durante la guerra civil, unos jóvenes
entraron en una iglesia donde se veneraba una imagen
prodigiosa del crucifijo y, apoderándose de ella,
comenzaron a maldecirla arrastrándola por las calles, la
pisotearon y la hicieron pedazos. De repente, uno de
los jóvenes con expresión furiosa, dijo: - ¡Desechemos
a este Cristo! Parece mirarme de cierta manera…. Los
demás se rieron de su recelo. Tras el acto sacrílego
fueron a una taberna, se emborracharon y cantando
canciones obscenas se dispusieron a volver a sus casas.
Por el camino, el que había sentido turbación por el
rostro de Cristo, exclamó: - ¡Qué noche tan oscura,
muchachos! - Se ve que estás borracho -respondieron
los compañeros- el tiempo es hermoso, las estrellas
brillan en el cielo y la luna ilumina esta noche
espléndida. El joven, al llegar a casa, se fue a la cama
muy alterado y tuvo sueños extraños. Por la mañana
su madre fue a despertarlo, diciéndole mientras abría la
ventana de para en par: - Es tarde, levántate y disfruta
de este maravilloso día soleado. El joven se frotó los
ojos llorando desesperado y diciendo: - Madre, no veo.
Ayer profané el rostro ensangrentado del crucificado y
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
67 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Dios me castigó. ¡Me he quedado ciego! ¿Pudo haber


sido una coincidencia? ¡Quién sabe!

INTENCIÓN: Pensemos en las penas del infierno y


no ofendamos más a Dios.

JACULATORIA: ¡Oh, Jesús por los méritos de tu


preciosa sangre no dejes que me pierda para siempre!

DÍA 30
LA SANGRE DE JESÚS Y EL PURGATORIO
Si en el infierno los condenados desesperan porque la
sangre de Cristo es su eterna condenación, en el
purgatorio el sufrimiento es temporal, porque esta
sangre constituye el objeto principal de su esperanza.
Para nosotros, la vida es una oportunidad para purgar
nuestros pecados ofreciendo nuestros sufrimientos en
la cruz de Cristo. La existencia del purgatorio es una
verdad de fe. Las almas que no han sido condenadas,
pero conservan algún pecado venial que les impide
gozar de la visión beatífica, se encuentran en el estado
deseado por el amor purificador de Dios, que
comúnmente llamamos purgatorio. También es de fe
que debemos aliviar esos dolores aplicando los méritos
de la sangre de Jesús a dichas almas. Jesús, después de
su muerte, descendió a los infiernos y se apareció a las
almas de los justos que aguardaban su venida, para
llevarlos a su gloria. ¡Tú, oh, Señor con tu sangre
liberaste a los prisioneros de ese pozo profundo donde
no hay agua! Por lo tanto, los medios para librar a las
almas del purgatorio son: la oración de intercesión, el
ofrecimiento de nuestros propios sufrimientos y la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 68

aplicación de los méritos de la sangre de Cristo.


Debemos tener en cuenta que, de todos ellos, el más
excelso es la santa misa, pues en ella se renueva, de
forma incruenta, el sacrificio de Cristo en el altar. Por
lo tanto, así como los méritos de la sangre de Cristo
fueron infinitos en la cruz, así lo son también sobre el
altar. ¿Qué podríamos ofrecer más precioso a Dios en
beneficio de esas almas? ¿Y cuándo es más eficaz
nuestra oración sino cuando recibimos el cuerpo y la
sangre, el alma y la divinidad de nuestro señor
Jesucristo? ¿Podrá acaso negarnos su misericordia por
aquellas almas tan queridas de su corazón? Ayudemos
a las almas del purgatorio. Recordemos que es nuestro
deber hacerlo. Son las almas de nuestros parientes, de
las personas que nos querían y nos hicieron bien en la
vida. Un día, también nosotros iremos al purgatorio.
¡Cómo nos gustaría que todos nos ayudaran entonces!
Pero ¿cómo esperarlo si ahora somos indiferentes a los
que nos precedieron en ese lugar de expiación?

EJEMPLO
En 1890 murió la venerable María Rosa Carafa della
Spina. De familia muy noble y napolitana. Se
distinguió en su vida por una especial devoción a la
preciosa sangre y a las almas del purgatorio. En una
ocasión, coincidiendo con el día de los difuntos, Jesús
le mostró el purgatorio. Un mar de llamas apareció en
su mirada y quedó aterrorizada. Jesús le dijo: - Hija
mía, tienes un gran medio en tus manos para apagar
esas llamas. Toma la sangre de mi Corazón y
derrámala sobre ellas. Así lo hizo y pudo ver a las
benditas almas ascender al cielo como estrellas
brillantes. Entonces la venerable oró a Jesús de esta
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
69 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

manera: - ¡Señor, quiero liberar a todas estas almas! y


Jesús le respondió: - ¡Ay, si los hombres pensaran en el
tesoro que tienen en sus manos y en cómo pueden
liberar a miles de almas que aquí sufren!
¿Seremos también insensibles a la invocación de las
almas del purgatorio? Meditemos en que estas almas,
una vez libres de aquel lugar, estarán muy agradecidas
a aquellas personas que, ofreciendo oraciones y
sacrificios, contribuyeron a su liberación. Si en verdad
queremos protección y socorro en la hora de nuestra la
muerte, ofrezcamos la sangre de Jesús por ellas.

INTENCIÓN: Si puedes, ofrece una misa por las


almas más necesitadas del purgatorio.

JACULATORIA: Jesús redentor mío, recuerda que


cada alma ha costado el precio inestimable de tu
preciosa sangre. Te pido por todas las almas del
purgatorio. (San Gaspar)

DÍA 31
LA SANGRE DE LA GLORIA
A aquellos que en la tierra depositen toda su confianza
en Cristo, en su preciosa sangre, se les abrirán las
puertas del cielo y tendrán un gozo sin fin “…Esos son
los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus
vestiduras y las han blanqueado con la sangre del
Cordero” (Apoc. 7, 14). El propósito por el cual Jesús
derramó su sangre no fue solo para la gloria de Dios y
restauración del orden perturbado por el pecado, sino
también para restablecer la herencia del hombre al
Paraíso. “Estamos seguros -dice Santo Tomás- de
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 70

entrar en el Sancta Sanctorum celestial por la sangre


de Jesús”. Por eso los santos dicen que la sangre de
Cristo es la llave del cielo y que nadie puede entrar en
Él si no se purifica en Él. Y si en la tierra esa sangre
constituye la única razón de nuestra esperanza, en el
cielo será la causa de nuestro triunfo y el objeto de
nuestra alegría. “La sangre de Cristo es un nuevo rayo
de luz que centellea y abre un nuevo camino a la
contemplación de los espíritus celestiales, porque, por
Él, han tenido la oportunidad de admirar y exaltar la
misericordia de Dios” (San Juan Crisóstomo).
¡Qué resplandeciente será el triunfo de la preciosa
sangre! ¡Con qué luz deslumbrante brillarán las llagas
de Cristo! ¡Qué gozo tan inmenso sentirán los santos
al fijar su mirada en esa sangre gloriosa! Por la misma
sangre por la que sufrieron recibirán ahora la corona
para toda la eternidad. Tú también estás destinado al
cielo. Embriágate en la tierra con la fuente de esa
sangre para gozar de sus beneficios en la eternidad. A
ti también, como un día a Santa Catalina, Jesús
mostrándote una túnica bañada en su sangre, te dice:
Hijo mío, aquí tienes la túnica que debes ponerte si
quieres entrar en el reino de los cielos.

EJEMPLO
El apóstol San Juan, mientras los demás huían, siguió
al maestro hasta el calvario y tuvo la gracia de ser
bañado en la sangre divina mientras estaba al pie de la
cruz. En los últimos años de su vida fue desterrado por
los perseguidores del cristianismo a la isla de Patmos,
donde tuvo esas maravillosas visiones que narra en el
Apocalipsis. Embebido en el éxtasis, vio al Cordero
inmaculado, cubierto de sangre, sentado con toda
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
71 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

majestad en un trono, rodeado de veinticuatro


ancianos, quienes le ofrecieron perfumes en copas de
oro. De sus bocas salió un cántico nuevo diciendo:
“Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque
fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación y has
hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de
Sacerdotes, y reinan sobre la tierra” (Apoc 5, 9-10).Las
voces de miles y miles de ángeles corean este himno
diciendo con fuerte voz: Digno es el Cordero degollado
de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el
honor, la gloria y la alabanza (Apocalipsis 5, 12).
Después, una serie interminable de espíritus benditos,
vestidos con estolas blancas y agitando las palmas de
las manos, se postraron en adoración ante el trono del
Cordero y uno de los ancianos preguntó: ¿Quiénes son
estos? Y Él mismo respondió: Esos son los que vienen
de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las
han blanqueado con la sangre del Cordero (Apocalipsis
7, 14) ¿No sentimos el deseo en nuestras almas,
quemadas por la sed, de participar en ese cántico de
gloria? ¡Sí, eleva tu mirada! ¡Al Paraíso, al Paraíso,
porque allí, con Jesús, nos esperan la Virgen y los
Santos!

INTENCIÓN: Nuestra devoción a la preciosa sangre


no debe cesar a finales de julio. Mantengámosla
siempre viva en nuestros corazones. La sangre de
Cristo nos librará de todo peligro y será nuestro gozo
eterno.

JACULATORIA: Santa María, santos ángeles y todos


los santos del cielo, dadme vuestra voz, para que pueda
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 72

alabar y exaltar la preciosísima sangre de Jesús por los


siglos de los siglos. Amén.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
73 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

SAN GASPAR DEL BUFALO, SACERDOTE,


FUNDADOR DE LOS MISIONEROS DE LA
PRECIOSÍSIMA SANGRE Y APOSTOL DE ESTA
DEVOCIÓN
21 octubre
La noble y decaída familia romana del Búfalo, el 6 de
enero de 1786 se alegró por el nacimiento de un hijo
que, habiendo llegado a este mundo en la solemnidad
de la Epifanía, fue bautizado con los nombres de
Gaspar, Baltasar y Melchor. Desde una temprana edad
se sintió atraído por la oración y la penitencia. Gaspar
estudió en el Colegio Romano, entonces confiado al
clero secular, tras la supresión de la Compañía de
Jesús. Dado que su padre era cocinero en el Palacio
Altieri, frente a la Iglesia de Jesús, Gaspar aprendió a
conocer y venerar a san Francisco de Sales, a quien
atribuyó una curación milagrosa obtenida en su
juventud.
En 1798 Gaspar entró al seminario, vistió la sotana y
comenzó a proporcionar asistencia espiritual y
material a los menesterosos y abandonados de Roma.
Se distinguió, en particular, por su gran dedicación al
apostolado del catecismo que organizó en el oratorio de
la iglesia de Santa María del Llanto, donde explicaba
con lenguaje sencillo los principios de la fe cristiana,
especialmente a los "barozzari": los campesinos y
carreteros que llevaban la paja al campo llamado
"Campo Vacuno", como se llamaba entonces el
abandonado Foro Romano. También se preocupó de
preparar un grupo de jóvenes capaces para la
enseñanza de la catequesis y los envió a servir a los
pobres, reviviendo de hecho la Ópera de Santa Gala.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 74

En 1808, finalmente, fue ordenado sacerdote e


intensificó el apostolado entre las empobrecidas clases
trabajadoras, transformando, entre otras cosas, la
pequeña iglesia de Santa María en Pincis, cerca de la
Rupe Tarpea, en un floreciente centro de piedad.
En la época de Gaspar, Roma y los Estados Pontificios
estaban ocupados por las tropas de Napoleón. La noche
del 5 al 6 de julio de 1809 la crítica situación llegó a su
clímax y el Papa Pío VII fue encarcelado y deportado.
Contemporáneamente, Napoleón obligó a los obispos y
párrocos de la ciudad a firmar un juramento de lealtad
al nuevo régimen. El 13 de junio de 1810 el juramento se
impuso también a Gaspar, quien sin embargo hizo su
objeción de conciencia pronunciando las famosas
palabras: "No debo, no puedo, no quiero". En ese
momento fue encarcelado y llevado al exilio. Cumplió
su condena en las cárceles de Piacenza, luego en
Bolonia, Imola y finalmente en Lugo, cerca de Ravena,
por un total de cuatro años. No volverá a Roma hasta
1814.
En 1815 Gaspar fundó una nueva Congregación
llamada Misioneros de la Preciosísima Sangre. Esta era
la devoción que sentía más cercana, estrechamente
ligada a la del Sagrado Corazón de Jesús, y se convirtió
en su más ardiente apóstol. En realidad, él mismo
había experimentado que sólo el amor de Cristo, que
había derramado su sangre para la redención de los
hombres, era el recurso y el medio más eficaz para
obtener la conversión de nuestra humanidad herida por
el pecado. Pío VII se dio cuenta de su celo apostólico y
confió a su Congregación la tarea de reevangelizar los
territorios de los Estados Pontificios y para promover
la renovación de la fe y de la vida cristiana. En la
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
75 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

práctica le pidió que fuera allí donde nadie quería ir y


que se enfrentara a gente con la que nadie habría
querido establecer algún tipo di amistad.
Había en aquel entonces principalmente dos plagas que
afligían a Roma y que Gaspar y sus misioneros debían
enfrentar: la masonería y el bandolerismo. Contra las
sociedades secretas, consideradas como las fraguas de
un peligroso secularismo ateo, sus habilidades como
predicador tocaron las cimas y alcanzaron resultados
inesperados: logró volver a poner en el camino de la fe
y de la vida cristiana a logias enteras y sacar a la luz un
problema oculto, tanto que se ganó el apodo del
"martillo de los sectarios". No menos eficaz fue su
trabajo con los bandoleros: yendo en una misión por el
camino entre Roma y Nápoles, armado sólo con un
crucifijo y la misericordia evangélica, Gaspar se acercó
a ellos, les explicó el amor de Jesús que lo llevó a
ofrecer su vida y su sangre en sacrificio para la
salvación de toda la humanidad. Y así, poco a poco,
logró lo que hasta entonces nadie había obtenido: una
ciudad menos violenta y más segura.
En 1834, gracias a la colaboración de María De Mattias,
a quien había conocido a los 17 años, Gaspar fundó la
rama femenina de la congregación: las Hermanas
Adoratrices de la Preciosísima Sangre de Cristo, que
hoy en día tienen misiones en todo el mundo,
especialmente en India y Tanzania. Tres años después
murió. Fue canonizado por Pío XII en 1954. Hablando
de él a los miembros del Capítulo General de la
Congregación el 14 de septiembre de 2001, Juan Pablo
II les dijo: "Confiado en que la petición del Papa era
una orden de Cristo, vuestro Fundador no dudó en
obedecer aunque el resultado fue que muchos le
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 76

acusaron de ser demasiado innovador. Arrojando sus


redes en las profundas y peligrosas aguas, hizo una
sorprendente pesca."

PENSAMIENTOS DE
SAN GASPAR DE BÚFALO

 “Este es el precio de la redención, éste es el


motivo de mi confianza en mí salvación; a esta
devoción quiero consagrar mi vida; y soy yo
sacerdote para aplicar la Sangre Divina.”
 “Nombrar a Jesús es dar a conocer la dignidad del
Redentor…nombrar la Sangre de Cristo es dar a
conocer la dignidad de la redención.”
 “El culto a la Sangre Divina recompense el abuso
que tanto hacen en estos tiempos; que sea ofrenda
al eterno divino Padre para la reconciliación tan
deseada; y en su aplicación, purifique las
conciencias de los hombres: pacificando todo por
la Sangre…justificados por su Sangre, seremos
salvados de la ira por méritos de él.”
 “Nuestro Instituto debe estar dirigido a la
propagación de esta devoción que reúne a todas
las otras, aquella del Precio de nuestra salvación.
Desde ahora, nuestra obra está confiada a los
méritos de la Sangre de Jesús.”
 “¡Oh qué tesoro una devoción tan saludable!
Quisiero tener mil lenguas para enternecer cada
corazón hacia ella, y deseo que el alma mía se
compenetre de ella siempre más.”
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
77 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

 “¡Oh, cuánto bien haremos, carísimo mío en


Jesucristo! ¡Oh, almas, vengan a purificarse en la
Sangre del Cordero!”
 “Imagínese que Jesús la precede en cada cosa con
la Cruz y con un Cáliz, que se lo hace tragar por
gotas.”
 “Expanda, extienda y promueva siempre más la
devoción a la Sangre Divina y tendrá paz y
tranquilidad.”
 “Tenemos la estrella propicia que es María
Santísima; ¿a qué le tememos? Animo, pues. El
abatimiento esté siempre lejos de nosotros.”
 “Que el Santísimo Sacramento sea el centro de
nuestro corazón, es indiscutible. El Sagrado
Copón es la mística Bodega de Vino en donde
Jesús arrebata y llama a Sí nuestros afectos.”
 “Que nuestro temor esté lleno de confianza en
Aquel que por nosotros ha derramado su
Preciosísima Sangre hasta la última gota”.
 “Cuando el oficio y la Misa se dicen en sequedad
de espíritu, sin miras humanas, ofrezca a Dios sus
sufrimientos; no siempre recogemos rosas de
nuestro jardín, a veces también mirra. A veces
ofrecemos oro de amor ardiente, a veces mirra de
padecimientos especiales, y siempre el incienso de
la oración. Nunca nos presentaremos a Jesús con
las manos vacías”.
 “El culto a la Sangre Divina recompense el abuso
que tanto hacen en estos tiempos; que sea ofrenda
al Eterno Divino Padre para la reconciliación tan
deseada; y en su aplicación, purifique las
conciencias de los hombres: ‘Pacificando todo por
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 78

la Sangre…justificados por su Sangre, seremos


salvados de la ira por medio de El”.
 “En las tentaciones, invoque la Sangre Divina”.
 “Mientras que el demonio quisiera hacer a todos
víctimas de la justicia, nosotros los ministros del
Santuario debemos manifestar la fuente de la
misericordia; en esta devoción tenemos los tesoros
de la sabiduría y de la santidad; en ella está
nuestro consuelo, la paz y la salvación”.
 “La Sangre Divina sea para nosotros fuente de
amplias bendiciones”.
 “Rece sin interrupción, y tenga siempre valor por
los méritos de la Sangre Preciosísima de
Jesucristo.”
 “Que en ti, corona, pueda yo poner mi cabeza. Oh
clavos, dejen libres esas manos inocentes de mi
Señor y traspasen mi corazón de compasión y de
amor. Amadísimo Señor, embriaga nuestros
corazones con este vino, quémalos con este fuego,
hiérelos con esta saeta de tu amor.”
 “El amor de Dios nos incita a pensar, hablar,
actuar y sufrir por su grande y divina gloria. Es
como un fuego que consume en nosotros todo lo
que pudiere retrasarnos en la más íntima unión
con el Sumo Bien, y en este sagrado fuego
dejemos que el Señor nos purifique para ser, como
dice S. Francisco de Sales, irrevocablemente todo
suyos”.
 “Nunca pierda la dulce confianza en Dios; nunca
pierda la serenidad de la mente en Dios. Gocemos
aquella paz que Dios nos brinda y en Su Divino
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
79 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Corazón encontraremos la calma ante tantas


tempestades que nos rodean.”
 “Acérquese a Jesús con sed, y háblele con el
lenguaje tierno de amor”.
 “Permanezcamos, pues, en la santa inseparable
unión del Corazón Divino; acudamos al santo y
divino amor para hacer el bien para gloria del
Señor, pero siempre en los sufrimientos y Cruces.
La Cruz es la real escala al Cielo”.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 80

FIESTA DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE


Forma Extraordinaria del Rito Romano
1 de julio
La devoción a la Preciosísima Sangre, cuyo propagador
admirable fue, entre los siglos XVIII y XIX, el
sacerdote romano San Gaspar del Búfalo, obtuvo
merecido asentimiento de la Sede Apostólica: por
mandato de Benedicto XIV se compusieron la Misa y
el Oficio. que Pío IX, en cumplimiento de un voto
hecho en Gaeta, extendió la fiesta litúrgica a la Iglesia
universal [10 de agosto de 1849]. Por último Pío XI, de
feliz memoria, como recuerdo del XIX Centenario de
la Redención [1933], elevó el rango de dicha fiesta.
La Sangre de Cristo, precio de nuestro rescate, prenda
de salvación y de vida eterna, ha de ser objeto de más
devotas meditaciones y más frecuentes comuniones
sacramentales por parte de los fieles, reflexionando en
el valor sobreabundante, infinito, de esta Sangre
verdaderamente preciosísima, de la cual una sola gota
puede salvar al mundo de todo pecado, como canta la
Iglesia en el Adoro te devote. Porque, si es infinito el
valor de la Sangre del Hombre Dios e infinita la
caridad que le impulsó a derramarla desde el octavo día
de su nacimiento y después con mayor abundancia en
la agonía del huerto, en la flagelación y coronación de
espinas, en la subida al Calvario y en la Crucifixión y,
finalmente, en la extensa herida del costado, como
símbolo de esa misma divina Sangre, que fluye por
todos los Sacramentos de la Iglesia, es no sólo
conveniente sino muy justo que se le tribute homenaje
de adoración y de amorosa gratitud por parte de los que
han sido regenerados con sus ondas saludables
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
81 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

INTROITO Ap 5, 9-10. Sal 88, 2


REDEMÍSTI NOS, NOS REDEMISTE, oh
Dómine, in sánguine tuo, Señor, con tu Sangre, a
ex omni tribu et lingua et nosotros hombres de toda
pópulo et natióne: et tribu, lengua, y pueblo y
fecísti nos Deo nostro nación, y nos hiciste un
regnum. V/.- reino para nuestro Dios.
Misericórdias Dómini in V/.- Las misericordias de
ætérnum cantábo: in Dios cantaré eternamente
generatiónem et de generación en
generatiónem annuntiábo generación proclamará mi
veritátem tuam in ore boca tu verdad. V/.
meo. V/. Glória Patri. Gloria al Padre.

COLECTA
Omnípotens sempitérne Omnipotente y sempiterno
Deus, qui unigénitum Dios, que constituiste a tu
Fílium tuum mundi Unigénito Hijo Redentor
Redemptórem del género humano, y
constituísti, ac ejus quisiste aplacarte con su
Sánguine placári voluísti: Sangre: te suplicamos nos
concéde, quǽsumus, concedas, que de tal modo
salútis nostræ prétium veneremos con solemne
sollémni cultu ita culto el precio de nuestra
venerári, atque a salvación, y seamos
præséntis vitæ malis ejus preservados en la tierra, por
virtúte deféndi in terris; su virtud, de los males de la
ut fructu perpétuo vida presente, que gocemos
lætémur in coelis. Per para siempre de su fruto en
eúndem Dominum el cielo. Por el mismo
Nostrum Iesum Jesucristo Nuestro Señor,
Christum, Filium tuum, tu Hijo que contigo vive y
qui tecum vivit et regnat reina en la unidad del
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 82

in unitáte Spíritus Espíritu Santo y eres Dios


Sancti, Deus, per ómnia por los siglos de los siglos.
sæcula sæculórum. Amén.
Amen.

EPISTOLA Heb 9-11-15


LÉCTIO EPÍSTOLÆ LECCIÓN DE LA
BEÁTI PAULI EPÍSTOLA DEL
APÓSTOLI AD APÓSTOL SAN PABLO A
HEBRǼOS. LOS HEBREOS
Fratres: Christus Hermanos: Cristo, ha
assistens Pontifex venido como Sumo
futurorum bonorum, per Sacerdote de los bienes
amplius et perfectius futuros. El, a través de una
tabernaculum, non Morada más excelente y
manufactum, id est non perfecta que la antigua –no
huius creationis, neque construida por manos
per sanguinem hircorum humanas, es decir, no de este
et vitulorum sed per mundo creado– entró de una
proprium sanguinem vez por todas en el
introivit semel in Santuario, no por la sangre
Sancta, aeterna de chivos y terneros, sino
redemptione inventa. Si por su propia sangre,
enim sanguis hircorum obteniéndonos así una
et taurorum et cinis redención eterna. Porque si
vitulae aspersus la sangre de chivos y toros y
inquinatos sanctificat ad la ceniza de ternera, con que
emundationem carnis, se rocía a los que están
quanto magis sanguis contaminados por el pecado,
Christi, qui per los santifica, obteniéndoles
Spiritum aeternum la pureza externa, ¡cuánto
semetipsum obtulit más la sangre de Cristo, que
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
83 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

immaculatum Deo, por otra del Espíritu eterno


emundabit conscientiam se ofreció sin mancha a
nostram ab operibus Dios, purificará nuestra
mortuis ad serviendum conciencia de las obras que
Deo viventi. Et ideo llevan a la muerte, para
novi testamenti permitirnos tributar culto al
mediator est, ut, morte Dios viviente! Por eso,
intercedente in Cristo es mediador de una
redemptionem earum Nueva Alianza entre Dios y
praevaricationum, quae los hombres, a fin de que,
erant sub priore habiendo muerto para
testamento, redención de los pecados
repromissionem cometidos en la primera
accipiant, qui vocati Alianza, los que son
sunt aeternae llamados reciban la herencia
hereditatis. eterna que ha sido
prometida.

GRADUALE Joann. 5, 6 et 7-8. 9


HIC EST, qui venit per JESUCRISTO es el que
aquam et sánguinem, vino a lavar nuestros
Jesus Christus: non in pecados con agua y sangre:
aqua solum, sed in aqua no sólo con agua, sino con
et sánguine. V/.- Tres agua y sangre. V/.- Tres
sunt, qui testimónium son los que en cielo dan
dant in coelo: Pater, testimonio: el Padre, el
Verbum et Spíritus Hijo y el Espíritu Santo; y
Sanctus; et hi tres unum tres son los que en la tierra
sunt. Et tres sunt, qui dan testimonio: el Espíritu,
testimónium dant in el agua y la sangre: y estos
terra: Spíritus, aqua et tres son una misma cosa.
sanguis: et hi tres unum
sunt.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 84

Alleluia, alleluia. V/.- Si Aleluya. Aleluya. V/.- Si


testimónium hóminum admitimos el testimonio de
accípimus, testimónium los hombres, mayor es el
Dei majus est. Alleluia. testimonio de Dios.
Aleluya.

EVANGELIO Lc 11, 5-13


SEQUÉNTIA SANCTI LECTURA DEL SANTO
EVANGÉLII EVANGELIO SEGÚN
SECÚNDUM SAN JUAN
JOÁNNEM. En aquél tiempo: Después
In illo témpore: Cum de beber el vinagre, dijo
accepísset Jesus acétum, Jesús: «Todo se ha
dixit: Consummátum cumplido». E inclinando la
est. Et inclináto cápite cabeza, entregó su espíritu.
trádidit spíritum. Judǽi Era el día de la Preparación
ergo (quóniam Parascéve de la Pascua. Los judíos
erat), ut non remanérent pidieron a Pilato que
in cruce córpora sábbato hiciera quebrar las piernas
(erat enim magnus dies de los crucificados y
ille sábbati), rogavérunt mandara retirar sus
Pilátum, ut frangeréntur cuerpos, para que no
eórum crura et quedaran en la cruz durante
tolleréntur. Venérunt el sábado, porque ese
ergo mílites: et primi sábado era muy solemne.
quidem fregérunt crura Los soldados fueron y
et altérius, qui crucifíxus quebraron las piernas a los
est cum eo. Ad Jesum dos que habían sido
autem cum venissent, ut crucificados con Jesús.
vidérunt eum jam Cuando llegaron a él, al ver
mórtuum, non fregérunt que ya estaba muerto, no le
ejus crura, sed unus quebraron las piernas, sino
mílitum láncea latus ejus que uno de los soldados le
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
85 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

apéruit, et contínuo atravesó el costado con la


exívit sanguis et aqua. Et lanza, y en seguida brotó
qui vidit, testimónium sangre y agua. El que vio
perhíbuit; et verum est esto lo atestigua: su
testimónium ejus. testimonio es verdadero y
él sabe que dice la verdad,
para que también ustedes
crean.
Credo
OFERTORIO 1 Cor 10, 16
Calix benedictiónis, cui El Cáliz de bendición que
benedícimus, nonne bendecimos, ¿no es la
communicátio sánguinis comunión de la Sangre de
Christi est? et panis, quem Cristo? Y el Pan que
frángimus, nonne partimos, ¿no es la
participátio córporis participación del Cuerpo
Dómini est?. de Cristo?

SECRETA
Per hæc divína mystéria, Haz que por estos divinos
ad novi, quǽsumus, Misterios nos lleguemos a
Testaménti mediatórem Jesús, mediador del Nuevo
Jesum accedámus: et super Testamento, y que
altária tua, Dómine renovemos sobre tus
virtútum, aspersiónem altares, oh Señor de los
sánguinis mélius ejércitos, la aspersión de
loquéntem, quam Abel, su Sangre, más elocuente
innovémus. Per eúndem que la de Abel. Por el
Dóminum nostrum Iesum mismo Nuestro Señor
Christum, Fílium tuum, Jesucristo, tu Hijo, que
qui tecum vívit et regnat contigo vive y reina en la
in unitáte Spíritus Sancti, unidad del Espíritu Santo
Deus, per ómnia sæcula y es Dios por los siglos de
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 86

sæculórum. Amen. los siglos. Amén.


PREFACIO DE LA CRUZ
VERE DIGNUM et VERDADERAMENTE es
iustum est, æquum et digno y justo, equitativo y
salutáre, nos tibi semper saludable, que te demos
et ubíque grátias ágere: gracias siempre y en todo
Dómine, sancte Pater, lugar: Señor, Padre Santo,
omnípotens ætérne Dios todopoderoso y eterno:
Deus: Qui salútem Que pusiste la salvación del
humáni géneris in ligno género humano en el árbol
Crucis constituísti: ut de la cruz, para que de
unde mors oriebátur, donde salió la muerte, de
inde vita resúrgeret: in allí renaciese la vida, y el
quo ligno vincébat, in que en un árbol venció, en
ligno quoque vincerétur: un árbol fuese vencido: por
per Christum Dóminum Cristo, nuestro Señor. Por
nostrum. Per quem quien los Ángeles alaban a
majestátem tuam tu Majestad, la adoran las
laudant Angeli, adórant Dominaciones y tiemblan
Dominatiónes, tremunt las Potestades. Los cielos y
Potestátes. Cæli las virtudes celestiales y los
cælorúmque Virtútes, ac bienaventurados Serafines
beáta Séraphim, sócia la celebran con el mismo
exsultatióne júbilo. Te suplicamos,
concélebrant. Cum Señor, que con sus voces
quibus et nostras voces, admitas también las
ut admítti júbeas nuestras, diciéndote con
deprecámur, súpplici humilde confesión:
confessióne dicéntes:
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
87 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Heb 9, 2


CHRISTUS semel UNA SÓLA vez fue Cristo
oblítus est ad multórum inmolado, para destruir los
exhauriénda peccáta: pecados de muchos: por
secúndo sine peccáto segunda vez, destruido el
apparébit exspectántibus pecado, aparecerá para
se in salútem. salvar a los que le esperan.

ORACIÓN POSTCOMUNIÓN
AD SACRAM, LOS QUE hemos sido
Dómine, mensam admitidos oh Señor, a la
admíssi, háusimus aquas sagrada mesa, hemos bebido
in gáudio de fóntibus con gozo las aguas de las
Salvatóris: sanguis ejus fuentes del Salvador: por eso
fiat nobis, quǽsumus, te rogamos que su Sangre
fons aquæ in vitam sea para nosotros una fuente
ætérnam saliéntis: Qui de agua que salta hasta la
tecum vivit et regnat vida eterna. Tú que vives y
reinas.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 88

LETANÍAS
DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
Con tu sangre has comprado para Dios,
hombres de toda tribu, lengua, pueblo y nación;
has hecho de ellos una dinastía sacerdotal,
que sirva a Dios y reine sobre la tierra.
Apocalipsis 5, 9-10

Kyrie, eleison Señor, ten piedad.


Christe, eleison Cristo, ten piedad.
Kyrie, eleison Señor, ten piedad.
Christe, audi nos Cristo, óyenos.
Christe, exaudi nos. Cristo, escúchanos.

Pater de caelis, Deus, Dios Padre celestial,


R/. Miserere nobis. R/. Ten misericordia de
Fili, Redemptor mundi, nosotros.
Deus, Dios, Hijo, Redentor del
Spiritus Sancte, Deus, mundo,
Sancta Trinitas, unus Dios, Espíritu Santo,
Deus, Trinidad Santa, un solo
Dios,
1. Sanguis Christi,
Unigeniti Patris 1. Sangre de Cristo, Sangre
aeterni, del Unigénito del Padre
R/. Salva nos. Eterno
2. Sanguis Christi, Verbi R/. Sálvanos.
Dei incarnati, 2. Sangre de Cristo, Sangre
3. Sanguis Christi, Novi del Verbo Encarnado
et Aeterni 3. Sangre de Cristo, de la
Testamenti, nueva y eterna Alianza.
4. Sanguis Christi, in 4. Sangre de Cristo,
agonia decurrens in corriendo por la tierra en
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
89 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

terram, la agonía
5. Sanguis Christi, in 5. Sangre de Cristo,
flagellatione brotando en la flagelación
profluens, 6. Sangre de Cristo,
6. Sanguis Christi, in emanado en la coronación
coronatione spinarum de espinas
emanans, 7. Sangre de Cristo,
7. Sanguis Christi, in derramada en la Cruz.
Cruce effusus, 8. Sangre de Cristo, el precio
8. Sanguis Christi, único de nuestra salvación
pretium nostrae 9. Sangre de Cristo, sin la
salutis, cual no hay perdón
9. Sanguis Christi, sine 10. Sangre de Cristo en la
quo non fit remissio, Eucaristía, bebida y baño
10. Sanguis Christi, in de las almas
Eucharistia potus et 11. Sangre de Cristo, Fuente
lavacrum animarum, de Misericordia
11. Sanguis Christi, 12. Sangre de Cristo,
flumen misericordiae, vencedora de los
12. Sanguis Christi, demonios
victor daemonum, 13. Sangre de Cristo,
13. Sanguis Christi, fortaleza de los mártires
fortitudo martyrum, 14. Sangre de Cristo,
14. Sanguis Christi, fuerza de los confesores
virtus confessorum, 15. Sangre de Cristo, que
15. Sanguis Christi, engendra vírgenes
germinans virgines, 16. Sangre de Cristo,
16. Sanguis Christi, constancia de los tentados
robur periclitantium, 17. Sangre de Cristo, alivio
17. Sanguis Christi, de los enfermos
levamen laborantium, 18. Sangre de Cristo,
18. Sanguis Christi, in consuelo de los que lloran
fletu solatium, 19. Sangre de Cristo,
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 90

19. Sanguis Christi, esperanza de los que


spes poenitentium hacen penitencia
20. Sanguis Christi, 20. Sangre de Cristo, alivio
solamen morientium, de los moribundos
21. Sanguis Christi, 21. Sangre de Cristo, paz y
pax et dulcedo dulzura de los corazones
cordium, 22. Sangre de Cristo,
22. Sanguis Christi, prenda de la Vida Eterna
pignus vitae aeternae, 23. Sangre de Cristo, que
23. Sanguis Christi, libera a las almas del
animas liberans de Purgatorio
lacu Purgatorii, 24. Sangre de Cristo,
24. Sanguis Christi, dignísima de toda gloria y
omni gloria et honore honor
dignissimus,
Cordero de Dios, que quitas
Agnus Dei, qui tollis los pecados del mundo
peccata mundi, R/. Perdónanos, Señor.
R/. Parce nobis, Cordero de Dios, que quitas
Domine. los pecados del mundo
Agnus Dei, qui tollis R/. Escúchanos, Señor.
peccata mundi, Cordero de Dios, que quitas
R/. Exaudi nos, los pecados del mundo
Domine. R/. Ten misericordia de
Agnus Dei, qui tollis nosotros.
peccata mundi,
R/. Miserere nobis,
Domine.
V/. Señor, Tú nos redimiste
V/. Redimisti nos, en tu Sangre.
Domine, in sanguine
tuo. R/. E hiciste de nosotros un
R/. Et fecisti nos Deo Reino para Dios y Padre
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
91 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

nostro regnum. tuyo.

Oremos.
Oremus. Omnipotente y Sempiterno
Omnipotens sempiter- Dios, que constituiste a tu
ne Deus, qui Unigénito Hijo Redentor del
unigenitum Filium mundo y quisiste aplacarte
tuum mundi con su Sangre; te suplicamos
Redemptorem nos concedas que de tal
constituisti, ac eius modo veneremos el precio
sanguine placari de nuestra Redención, que
voluisti: concede, por su virtud seamos
quaesumus, salutis preservados en la tierra de
nostrae pretium ita los males de la vida presente,
venerari, atque a ¡para que gocemos en el cielo
praesentis vitae malis de su fruto eterno! Por
eius virtute defendi in Jesucristo, Nuestro Señor.
terris, ut fructu R/. Amén.
perpetuo laetemur in
caelis. Per eundem
Christum Dominum
nostrum. R/. Amen.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 92

NOVENA A LA PRECIOSA SANGRE

(Repetir durante nueve días la oración siguiente y recibir el


sacramento del perdón y la Sagrada Comunión, al menos en
uno de los días de la Novena)

ORACIÓN DE LA NOVENA
¡Jesús mío, Varón de Dolores!, acepta el homenaje
que quiero tributar a tu Preciosísima Sangre durante
esta novena, como señal de mi más sincera gratitud por
los dolores y sufrimientos que voluntariamente
padeciste en reparación de mis innumerables pecados y
como una prueba de vuestro inmenso Amor hacia mí.
Te adoro como a mi único Dios, que quiso hacerse
hombre para salvarme de la muerte eterna.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
93 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Te doy gracias como a mi mejor Amigo, porque


entregaste tu vida como una prueba del mayor amor
posible.
Te pido perdón por las pocas veces que me he
acordado de ti, Varón de Dolores, y por haber sido la
causa de tus dolores y sufrimientos con los muchos
pecados que he cometido.
Te ruego, Jesús mío, me concedas todas las
Gracias que necesito para conocerte, amarte y servirte
fielmente hasta la muerte y salvar mi alma. Alcánzame
una devoción ferviente a tu Sagrada Pasión por la que
me has redimido, y venerar de un modo especial tu
Preciosísima Sangre. Enséñame a saber unir las penas
y sufrimientos de mi vida con los tuyos.
Por los méritos de tu Preciosa Sangre y la
intercesión de tu Madre, la Virgen de los Dolores, te
pido me concedas la Gracia especial que deseo en esta
Novena. (Petición):
Con filial confianza abandono a tu Santa
Voluntad mi petición. Y si no es tu Voluntad
concederme lo que te pido, te suplico me concedas lo
que consideres más beneficioso para mi alma.
Concédeme la Gracia de conocerte, amarte y
sentir arrepentimiento de haberte ofendido. Te pido
esta Gracia por tu Preciosa Sangre.
Por aquella Sangre Preciosa que bañó tu Cuerpo
Sagrado y cayó gota a gota hasta el suelo en el Huerto
de los Olivos.
Por aquella Sangre Preciosa que fluía de tu
Cuerpo Sagrado durante los azotes.
Por aquella Sangre Preciosa que cubrió tu Rostro
Sagrado en la coronación de espinas.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 94

Por aquella Sangre Preciosa que brotó de tus


Manos y Pies en el Calvario.
Por aquella Sangre Preciosa que manó de tu
Sagrado Corazón después de tu Muerte.
Por la Sangre Preciosa que todavía se ofrece cada
día sobre nuestros altares en la Santa Misa.
Por la Sangre Preciosa que bebemos en la Sagrada
Comunión, de la que dijiste: “El que come mi Carne y
bebe mi Sangre tiene Vida Eterna”.

ALABANZAS A LA SANGRE DE CRISTO


V/. Jesús, autor de nuestra salvación.
R/. ¡Bendita es tu Preciosa Sangre!
V/. Jesús, que diste tu Sangre en precio de nuestro
rescate.
V/. Jesús, cuya Sangre nos reconcilia con Dios.
V/. Jesús, que con tu Sangre nos purificas.
V/. Jesús, que con tu Sangre limpias nuestras culpas.
V/. Jesús, por cuya Sangre tenemos acceso a Dios.
V/. Jesús, que nos das tu Espíritu cuando bebemos tu
Sangre,
V/. Jesús, con cuya sangre pregustamos las delicias
del cielo.
V/. Jesús, que con tu Sangre fortaleces nuestra
debilidad.
V/. Jesús, que nos das tu Sangre en la Eucaristía.
V/. Jesús, cuya Sangre es prenda del banquete eterno.
V/. Jesús, que nos vistes con tu Sangre como traje del
Reino.
V/. Jesús, cuya Sangre proclama nuestro valor ante
Dios.

1. LECTURA DEL TEXTO CORRESPONDIENTE


MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
95 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

2. ALABANZAS FINALES
V/. Sangre de Cristo, victoria sobre el demonio.
R/. SÁLVANOS.
V/. Sangre de Cristo, fuerza de los mártires.
V/. Sangre de Cristo, vigor de los confesores de la fe.
V/. Sangre de Cristo, que engendra vírgenes.
V/. Sangre de Cristo, fortaleza de los que peligran.
V/. Sangre de Cristo, alivio de los que sufren.
V/. Sangre de Cristo, consuelo en la aflicción.
V/. Sangre de Cristo, esperanza del pecador.
V/. Sangre de Cristo, seguridad de los moribundos.
V/. Sangre de Cristo, paz y delicia de los corazones.
V/. Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna.
V/. Sangre de Cristo, liberación de las almas del
purgatorio.
V/. Sangre de Cristo, digna de toda gloria y honor.

V/. Nos has redimido, Señor, con tu Sangre.


R/. Y has hecho de nosotros un Reino para nuestro
Dios.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 96

TEXTOS PARA CADA DÍA DE LA NOVENA

ORACIÓN ANTES DEL TEXTO BÍBLICO


Dice el Apocalipsis: “Con tu Sangre has comprado
para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y
nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que
sirve a Dios y reina sobre la tierra”: (Ap. 5,9).
Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y
en la comunión con toda la Iglesia veneramos esa
Sangre divina que nos rescató del poder de las tinieblas
y nos trasladó al reino de la luz, y rendimos culto
reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos.
Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado
con tu Sangre, ¡te alabamos!, ¡te bendecimos!, ¡te
adoramos!, ¡te damos gracias rendidas!, Y te pedimos
la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu
Sangre Sagrada. Amén.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
97 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

DÍA PRIMERO
Leemos en la Palabra de Dios: “¡Dichosos los que lavan
sus vestiduras en la Sangre del Cordero!” (Apocalipsis
22:14).
¿Debe espantarnos el pecado? Sí; porque es el mal de
los males, que lleva consigo la separación de Dios y la
condenación eterna. Dios nos ofrece su perdón, pero
nosotros podemos desoír la llamada del Espíritu, que
nos invita siempre a la conversión y a la perseverancia.
¿Y si yo he pecado? Podría anidar en mi alma cualquier
sentimiento, menos el de la desesperación; Porque
tengo un Salvador que pagó por mí y me llama de
nuevo a su amor.
Confío en la Sangre de Cristo, que me ha limpiado de
toda mancha.
Señor Jesús, ¡gracias por tu bondad! No quiero pecar
más en adelante. Lo que quiero es amarte cada vez más
con todo mi corazón.
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Oh Dios, que nos pides el amor de nuestro
corazón, concédenos la gracia de vivir siempre en el
amor a Jesús y obtener por su Sangre nuestra salvación
eterna. Por Jesucristo nuestro Señor Amén.

DÍA SEGUNDO
Leemos en la Palabra de Dios: “Tenemos, hermanos, una
confianza jubilosa de entrar en el santuario del Cielo por
virtud de la Sangre de Jesús”(Hebreos, 10:19).
Dios nos infundió en el Bautismo la esperanza, junto
con la fe y el amor. Podemos alcanzar el Cielo por los
méritos de la Sangre de Cristo. A ellos uno mi
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 98

esfuerzo, para corresponder con mis obras a lo que Él


hizo por mí. Mi vida, para conseguir la salvación, debe
ser digna de la Sangre que me compró. Por eso, debo
trabajar siempre mi salvación con “temor y temblor”,
como nos dice San Pablo. Miedo a Dios, no; porque Él
es Fiel y me salva; sino miedo a mi debilidad o malicia,
porque yo puedo fallar a Dios. Pero, ¡confianza! Porque
Jesús y yo juntos lo podemos todo.
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Oh Dios, que nos has redimido con la Sangre
Preciosa de tu Hijo, conserva en nosotros la acción de
tu misericordia para que podamos conseguir sus frutos
eternos. Por Jesucristo nuestro Señor Amén.

DÍA TERCERO
Leemos en la Palabra de Dios: “Ellos vencieron al dragón
por la fuerza de la Sangre del Cordero y en virtud del
testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta
morir por él”. (Apocalipsis 12: 9-1I).
¿Qué significa mi vida cristiana? Es lucha: contra el
dolor, que podría desesperarme; contra el cansancio,
que podría rendirme en el camino; contra los que
atentan mi fe y mi virtud, que exigen mi testimonio;
contra mí, contra el pecado, que podría hacerme perder
a Dios… Pero tengo en mis manos la fuerza del mismo
Cristo. Él luchó contra Satanás y el pecado hasta la
sangre, y con su Sangre nos da la victoria a nosotros.
¿Puedo yo acobardarme y ceder ante el enemigo, si
cuento con la fuerza de la gracia de Cristo?...
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
99 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Oración. Oh Dios, que en la Sangre de Jesús,


derramada valiente y generosamente en la cruz, nos
das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que por
ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo
nuestro Señor Amén.

DÍA CUARTO
Leemos en la Palabra de Dios: “El Espíritu Santo os ha
constituido vigilantes, para que apacientes la Iglesia de Dios,
que él se adquirió con su propia Sangre” (Hechos 20:28).
Lo que dice San Pablo a los pastores de la Iglesia vale
para todos nosotros, porque todos somos Iglesia por la
cual Cristo derramó su Sangre. ¿Puedo desentenderme
yo de la Iglesia? ¿Puedo aceptar los ataques de que es
objeto? ¿Puedo ver despreciada su verdad? ¿Puedo
tolerar la desobediencia a sus Pastores? ¿Puedo mirar
sin horror a los que abandonan con peligro grave su
salvación? ¿Puedo dejar de trabajar en una u otra obra
de apostolado, tal como lo exigen mi Bautismo y
Confirmación? Si no trabajo por la Iglesia, estoy
traicionando a la Sangre con que Cristo se la adquirió…
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Señor Jesucristo, hazme vivir en tu Iglesia,
Esposa tuya que adquiriste con tu Sangre. Que por ella
trabaje, en ella viva y en ella sobreviva. Tú, que vives
y reinas por los siglos de los siglos Amén.

DÍA QUINTO
Leemos en la Palabra de Dios: “¡Bebed, pues ésta es mi
sangre!” (Mateo 26:27-28). “El cáliz de la bendición que
consagramos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo?”.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 100

“Cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz,


proclamáis la muerte del Señor hasta que vuelva” (I
Corintios 10:16; 11:26).
¿En qué hago consistir yo mi devoción a la Sangre de
Cristo? En oraciones, ciertamente. Pero jamás podré
buscar otro punto en que centrar esa mi devoción como
la Eucaristía. Recibo la Sangre de Cristo en la
Comunión. En la Comunión me comunica la Sangre
divina toda su fuerza. En la Comunión me aseguro
para siempre el fruto de la salvación que Cristo me
ganó al derramar su Sangre por mí. ¿Comulgo todas
las veces que puedo y de la mejor manera que puedo?...
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu
Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias
que me embriagarán en la Patria celestial. Amén.

DÍA SEXTO
Leemos en la Palabra de Dios: “Os habéis acercado a
Jesús, que nos ha rociado con una sangre que habla más
elocuentemente que la de Abel” (Hebreos 12: 23-24).
¿Qué pedía a gritos la sangre de Abel? ¡Venganza! “La
sangre de tu hermano grita a mí desde la tierra”, de
Dios a Caín. Pero la Sangre de Cristo clama mucho
mejor: “¡Padre, perdónalos!”… La Sangre de Jesús nos
da la paz con Dios y derriba todo muro que nos divide
a los hombres, porque “todo lo pacificado con la sangre
de su cruz”. Entonces, ¿Somos dignos de Cristo
cuando anida un rencor en nuestro corazón? ¿Somos
como el Jesús de la cruz, si no perdonamos nosotros de
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
101 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

verdad?... ¿Podemos beber la Sangre de Cristo en la


Comunión si no rebosamos amor a todos?...
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Señor Jesucristo, que nos mandas a perdonar
generosamente hasta el peor de nuestros enemigos.
Infúndeme tu mismo amor a fin de que, amando sin
distinción a todos, merezca tu perdón y tu gracia.
Amén.

DÍA SÉPTIMO
Leemos en la Palabra de Dios: “Vi el cielo abierto. Y el
que se llama desde siempre El Verbo de Dios, estaba cubierto
con un manto lleno de sangre” (Apocalipsis 19: 12-13).
Jesucristo, el Hijo de Dios, aparece en el Cielo como
un militar triunfador. Se empapó de sangre, en la suya,
y ahora ostenta la propia, luchando contra el enemigo
condecoraciones ganadas en una guerra a vida o
muerte. Ha vencido en toda la línea. “El príncipe de
este mundo ha sido echado fuera”. Y llega el día en que
“todos sus enemigos estarán colocados como escabel de
sus pies”… ¿Me doy cuenta a qué me llama el Señor? El
Cielo no es para cobardes, sino para los esforzados que,
como Jesús, saben enfrentarse cada día, hasta la sangre,
en la lucha contra el mal.
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Señor Jesucristo, que nos dijiste que el Reino
de los Cielos lo arrebatan únicamente los valientes.
Dame el esfuerzo que necesito para ir contigo hasta el
Calvario a fin de subir desde él al Cielo. Amén.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 102

DÍA OCTAVO
Leemos en la Palabra de Dios: “Estos son los que han
lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del
Cordero. Por eso están ante el trono de Dios” (Apocalipsis
7:14).
Hemos de contar con el pecado como una triste
realidad de nuestra vida. Heredamos de nuestros
padres Adán y Eva una naturaleza dañada, y nuestra
malicia, a veces, y nuestra debilidad siempre, nos
llevan a ofender a Dios de muchas maneras. ¿Quién
pondrá remedio a esta dolorosa condición nuestra?
¡Gracias sean dadas a nuestro Señor Jesucristo, que con
su Sangre nos ha librado de tan lastimosa condición!
Dios nos pide solamente arrepentimiento, conversión,
reconciliación con Él mediante los Sacramentos. Y, eso
sí, lucha valiente para no hacer nunca las paces con el
pecado.
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Señor Jesucristo, amador de los pecadores,
que somos todos. Derrama sobre mí la abundancia de
los méritos de tu Sangre, para que, con limpieza de
corazón, vea siempre a Dios en todas las cosas. Amén.

DÍA NOVENO
Leemos en la Palabra de Dios: Tenemos un Pontífice
excelso, Jesús, que ha penetrado los cielos-con su propia
sangre- y está siempre vivo para interceder por los que por él
se llegan a Dios” (Hebreos 4:14, 19:12, 7:25).
Una última mirada a la Sangre de Cristo. ¿Qué nos ha
merecido Jesús con ella? Nada menos que la Gloria de
Dios, la misma con la que Dios es infinitamente
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
103 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

dichoso, la que tiene el mismo Jesucristo glorificado a


la derecha del Padre. Y ante este su Padre está
repitiendo continuamente: “Quiero que donde yo estoy
estén también los míos que Tú me diste”. Ya que para
esto se adelantó: “Voy a prepararos un lugar” Nuestro
destino es el Cielo, que no es propio de almas débiles,
sino de los espíritus más grandes, que no se contentan
sino con Dios.
Pida cada uno la gracia que desee alcanzar.
Padrenuestro.
Oración. Señor Jesucristo, autor, guía y consumador
de la fe, que vas al frente de los que caminan hacia la
Patria del Cielo. Hazme seguir fielmente tu evangelio
para conseguir ese Cielo que me tienes prometido y
preparado. Amén.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 104

CARTA APOSTÓLICA INDE A PRIMIS


DE SU SANTIDAD JUAN XXIII
A LOS VENERABLES HERMANOS
PATRIARCAS, PRIMADOS,
ARZOBISPOS, OBISPOS Y DEMÁS
ORDINARIOS DE LUGAR
EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE
APOSTÓLICA SOBRE
EL FOMENTO DEL CULTO A LA
PRECIOSÍSIMA SANGRE
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Venerables Hermanos,
salud y Bendición Apostólica.
Muchas veces desde los primeros meses de nuestro
ministerio pontificio —y nuestra palabra, anhelante y
sencilla, se ha anticipado con frecuencia a nuestros
sentimientos— ha ocurrido que invitásemos a los fieles
en materia de devoción viva y diaria a volverse con
ardiente fervor hacia la manifestación divina de la
misericordia del Señor en cada una de las almas, en su
Iglesia Santa y en todo el mundo, cuyo Redentor y
Salvador es Jesús, a saber, la devoción a la Preciosísima
Sangre.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
105 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Esta devoción se nos infundió en el mismo ambiente


familiar en que floreció nuestra infancia y todavía
recordamos con viva emoción que nuestros
antepasados solían recitar las Letanías de la
Preciosísima Sangre en el mes de julio.
Fieles a la exhortación saludable del Apóstol: "Mirad
por vosotros y por todo el rebaño, sobre el cual el
Espíritu Santo os ha constituido obispos, para
apacentar la Iglesia de Dios, que El adquirió con su
sangre" [1], creemos, venerables Hermanos, que entre
las solicitudes de nuestro ministerio pastoral universal,
después de velar por la sana doctrina, debe tener un
puesto preeminente la concerniente al adecuado
desenvolvimiento e incremento de la piedad religiosa
en las manifestaciones del culto público y privado. Por
tanto, nos parece muy oportuno llamar la atención de
nuestros queridos hijos sobre la conexión indisoluble
que debe unir a las devociones, tan difundidas entre el
pueblo cristiano, a saber, la del Santísimo Nombre de
Jesús y su Sacratísimo Corazón, con la que tiende a
honrar la Preciosísima Sangre del Verbo encarnado
"derramada por muchos en remisión de los
pecados" [2].
Sí, pues, es de suma importancia que entre el Credo
católico y la acción litúrgica reine una saludable
armonía, puesto que lex credendi legem statuat
supplicandi (la ley de la fe es la pauta de la ley de la
oración) [3] y no se permitan en absoluto formas de
culto que no broten de las fuentes purísimas de la
verdadera fe, es justo que también florezca una
armonía semejante entre las diferentes devociones, de
tal modo que no haya oposición o separación entre las
que se estiman como fundamentales y más
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 106

santificantes, y al mismo tiempo prevalezcan sobre las


devociones personales y secundarias, en el aprecio y
práctica, las que realizan mejor la economía de la
salvación universal efectuada por "el único Mediador
entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que
se entregó a sí mismo para redención de todos" [4].
Moviéndose en esta atmósfera de fe recta y sana
piedad los creyentes están seguros de sentirse cum
Ecclesia (sentir con la Iglesia), es decir, de vivir en
unión de oración y de caridad con Jesucristo, Fundador
y Sumo Sacerdote de aquella sublime religión que
junto con el nombre toma de El toda su dignidad y
valor.
Si echamos ahora ,una rápida ojeada sobre los
admirables progresos que ha logrado la Iglesia Católica
en el campo de la piedad litúrgica, en consonancia
saludable con el desarrollo de la fe en la penetración de
las verdades divinas, es consolador, sin duda,
comprobar que en los siglos más cercanos a nosotros
no han faltado por parte de esta Sede Apostólica claras
y repetidas pruebas de asentimiento y estímulo respeto
a las tres mencionadas devociones; que fueron
practicadas desde la Edad Media por muchas almas
piadosas y propagadas después por varias diócesis,
órdenes y congregaciones religiosas, pero que
esperaban de la Cátedra de Pedro la confirmación de la
ortodoxia y la aprobación para la Iglesia universal.
Baste recordar que nuestros Predecesores desde el siglo
XVI enriquecieron con gracias espirituales la devoción
al Nombre de Jesús, cuyo infatigable apóstol en el siglo
pasado fue, en Italia, San Bernardino de Sena. En
honor de este Santísimo Nombre se aprobaron de
modo especial el Oficio y la Misa y a continuación las
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
107 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Letanías [5]. No menores fueron los privilegios


concedidos por los Romanos Pontífices al culto del
Sacratísimo Corazón, en cuya admirable propagación
tuvieron tanta influencia las revelaciones del Sagrado
Corazón a Santa Margarita María Alacoque [6]. Y tan
alta y unánime ha sido la estima de los Sumos
Pontífices por esta devoción, que se complacieron en
explicar su naturaleza, defender su legitimidad,
inculcar la práctica con muchos actos oficiales a los que
han dado remate tres importantes Encíclicas sobre el
misma tema [7].
Asimismo la devoción a la Preciosísima Sangre, cuyo
propagador admirable fue en el siglo pasado; el
sacerdote romano San Gaspar del Búfalo, obtuvo
merecido asentimiento de esta Sede Apostólica.
Conviene recordar que por mandato de Benedicto XIV
se compusieron la Misa y el Oficio en honor de la
Sangre adorable del Divino Salvador; y que Pío IX, en
cumplimiento de un voto hecho en Gaeta, extendió la
fiesta litúrgica a la Iglesia universal [8]. Por último Pío
XI, de feliz memoria, como recuerdo del XIX
Centenario de la Redención, elevó dicha fiesta a rito
doble de primera clase, con el fin de que, al
incrementar la solemnidad litúrgica, se intensificase
también la devoción y se derramasen más
copiosamente sobre los hombres los frutos de la Sangre
redentora.
Por consiguiente, secundando el ejemplo de nuestros
Predecesores, con objeto de incrementar más el culto a
la preciosa Sangre del Cordero inmaculado, Cristo
Jesús, hemos aprobado las Letanías, según texto
redactado por la Sagrada Congregación de Ritos [9],
recomendando al mismo tiempo se reciten en todo el
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 108

mundo católico ya privada ya públicamente con la


concesión de indulgencias especiales [10].
¡Ojalá que este nuevo acto de la "solicitud por todas las
Iglesias" [11], propia del Supremo Pontificado, en
tiempos de más graves y urgentes necesidades
espirituales, cree en las almas de los fieles la
convicción del valor perenne, universal,
eminentemente práctico de las tres devociones
recomendadas más arriba!
Así, pues, al acercarse la fiesta y el mes consagrado al
culto de la Sangre de Cristo, precio de nuestro rescate,
prenda de salvación y de vida eterna, que los fieles la
hagan objeto de sus más devotas meditaciones y más
frecuentes comuniones sacramentales. Que
reflexionen, iluminados por las saludables enseñanzas
que dimanan de los Libros Sagrados y de la doctrina de
los Santos Padres y Doctores de la Iglesia en el valor
sobreabundante, infinito, de esta Sangre
verdaderamente preciosísima, cuius una stilla salvum
facere totum mundum quit ab omni scelere (de la cual una
sola gota puede salvar al mundo de todo pecado) [12],
como canta la Iglesia con el Doctor Angélico y como
sabiamente lo confirmó nuestro Predecesor Clemente
VI [13]. Porque, si es infinito el valor de la Sangre del
Hombre Dios e infinita la caridad que le impulsó a
derramarla desde el octavo día de su nacimiento y
después con mayor abundancia en la agonía del
huerto [14], en la flagelación y coronación de espinas,
en la subida al Calvario y en la Crucifixión y,
finalmente, en la extensa herida del costado, como
símbolo de esa misma divina Sangre, que fluye por
todos los Sacramentos de la Iglesia, es no sólo
conveniente sino muy justo que se le tribute homenaje
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
109 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

de adoración y de amorosa gratitud por parte de los que


han sido regenerados con sus ondas saludables.
Y al culto de latría, que se debe al Cáliz de la
Sangre del Nuevo Testamento, especialmente en el
momento de la elevación en el sacrificio de la Misa, es
muy conveniente y saludable suceda la Comunión con
aquella misma Sangre indisolublemente unida al
Cuerpo de Nuestro Salvador en el Sacramento de la
Eucaristía. Entonces los fieles en unión con el
celebrante podrán con toda verdad repetir
mentalmente las palabras que él pronuncia en el
momento de la Comunión: Calicem salutaris accipiam et
nomem Domini invocabo... Sanguis Domini Nostri Iesu
Christi custodiat animam meam in vitam aeternam. Amen.
Tomaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del
Señor... Que la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
guarde mi alma para la vida eterna. Así sea. De tal
manera que los fieles que se acerquen a él dignamente
percibirán con más abundancia los frutos de redención,
resurrección y vida eterna, que la sangre derramada
por Cristo "por inspiración del Espíritu
Santo" [15] mereció para el mundo entero. Y
alimentados con el Cuerpo y la Sangre de Cristo,
hechos partícipes de su divina virtud que ha suscitado
legiones de mártires, harán frente a las luchas
cotidianas, a los sacrificios, hasta el martirio, si es
necesario, en defensa de la virtud y del reino de Dios,
sintiendo en sí mismos aquel ardor de caridad que
hacía exclamar a San Juan Crisóstomo: "Retirémonos
de esa Mesa como leones que despiden llamas, terribles
para el demonio, considerando quién es nuestra Cabeza
y qué amor ha tenido con nosotros... Esta Sangre,
dignamente recibida, ahuyenta los demonios, nos atrae
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 110

a los ángeles y al mismo Señor de los ángeles... Esta


Sangre derramada purifica el mundo... Es el precio del
universo, con ella Cristo redime a la Iglesia...
Semejante pensamiento tiene que frenar nuestras
pasiones. Pues ¿hasta cuándo permaneceremos inertes?
¿Hasta cuándo dejaríamos de pensar en nuestra
salvación? Consideremos los beneficios que el Señor se
ha dignado concedernos, seamos agradecidos,
glorifiquémosle no sólo con la fe, sino también con las
obras" [16].
¡Ah! Si los cristianos reflexionasen con más frecuencia
en la advertencia paternal del primer Papa: "Vivid con
temor todo el tiempo de vuestra peregrinación,
considerando que habéis sido rescatados de vuestro
vano vivir no con plata y oro, corruptibles, sino con la
sangre preciosa de Cristo, como cordero sin defecto ni
mancha!" [17]. Si prestasen más atento oído a la
exhortación del Apóstol de las gentes: "Habéis sido
comprados a gran precio. Glorificad, pues, a Dios en
vuestro cuerpo" [18].
¡Cuánto más dignas, más edificantes serían sus
costumbres; cuánto más saludable sería para el mundo
la presencia de la Iglesia de Cristo! Y si todos los
hombres secundasen las invitaciones de la gracia de
Dios, que quiere que todos se salven [19], pues ha
querido que todos sean redimidos con la Sangre de su
Unigénito y llama a todos a ser miembros de un único
Cuerpo místico, cuya Cabeza es Cristo, ¡cuánto más
fraternales serían las relaciones entre los individuos,
los pueblos y las naciones; cuánto más pacífica, más
digna de Dios y de la naturaleza humana, creada a
imagen y semejanza del Altísimo [20], sería la
convivencia social!
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
111 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

Debemos considerar esta sublime vocación a la que


San Pablo invitaba a los fieles procedentes del pueblo
escogido, tentados de pensar con nostalgia en un
pasado que sólo fue una pálida figura y el preludio de
la Nueva Alianza: "Vosotros os habéis acercado al
monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, a la Jerusalén
celestial y a las miríadas de ángeles, a la asamblea, a la
congregación de los primogénitos, que están escritos en
los cielos, y a Dios, Juez de todos, y a los espíritus de
los justos perfectos, y al Mediador de la nueva Alianza,
Jesús, y a la aspersión de la sangre, que habla mejor
que la de Abel" [21].
Confiando plenamente, venerables Hermanos, en que
estas paternales exhortaciones nuestras, que daréis a
conocer de la manera que creáis más oportuna al Clero
y a los fieles confiados a vosotros, no sólo serán
puestas en práctica de buen grado, sino también con
ferviente celo, como auspicio de las gracias celestiales
y prenda de nuestra especial benevolencia, con efusión
de corazón impartimos la Bendición Apostólica a cada
uno de vosotros y toda vuestra grey, y de modo
especial a todos los que respondan generosa y
plenamente a nuestra invitación.
Dado en Roma, junto a San Pedro, el treinta de junio de
1959, vigilia de la fiesta de la Preciosísima Sangre de
Nuestro Señor Jesucristo, segundo año de nuestro
Pontificado.
IOANNES PP.XXIII.

* AAS 52 (1960) 545-550.


Notas
[1] Act. 20, 28.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 112

[2] Math. 26,28.


[3] Enc. Mediator Dei, AAS. XXXIX, 1947, pág. 54.
[4] 1 Tim. 2,5-6.
[5] AAS. XVIII, 1886, pág. 504.
[6] Off. festi SS. Cordis Iesu, II Noct, leet. V.
[7] Enc. Annum Sacrum, Acta Leonis, 1899, vol. XIX, págs. .71 y ss.;
Enc. Miserentissimus Redemptor, AAS. 1928, vol. 20, págs. 165 y ss.;
Enc. Haurietis aquas, AAS. 1956, vol. 48, págs. 309 y ss.
[8] Decret. Redempti sumus, 10 de agosto de 1849; cf. Arch. de la S.
Congregación de RitosDecret. ann. 1848-1849, fol. 209.
[9] AAS. 1960, vol. LII, págs. 412-413.
[10] Decret. S. Poenit. Apost., 3 de agosto de 1960; AAS. 1960, vol. LII,
pág. 420
[11] 1 Cor. II, 28.
[12]) Himno Adoro te, devote.
[13] Bula Unigenitus Dei Filius, 25 de enero de 1343; Denz. R. 550.
[14] Luc. 22,43. )
[15] Hebr. 9,14.
[16] In Ioannem, Homil. XLVI; Migne, P. G., LIX, 260-261.
[17] 1 Petr. I, 17-19.
[18] 1 Cor. 6,20.
[19] 1 Tim. 2,4.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
113 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO


Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS

DIRECTORIO
SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA
PRINCIPIOS Y ORIENTACIONES
*
* *
LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
175. En la revelación bíblica, tanto en la fase de figura,
propia del Antiguo Testamento, como en la de
cumplimiento y perfección, propia del Nuevo, la
sangre aparece íntimamente relacionado con la vida, y
como antítesis con la muerte, con el éxodo y la pascua,
con el sacerdocio y los sacrificios cultuales, con la
redención y la alianza.
Las figuras del Antiguo Testamento referidas a la
sangre y a su valor salvífico se han realizado de modo
perfecto en Cristo, sobre todo en su Pascua de Muerte
y Resurrección. Por esto el misterio de la Sangre de
Cristo ocupa un puesto central en la fe y en la
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 114

salvación.
Con el misterio de la Sangre salvadora se relacionan o
remiten al mismo:
 el acontecimiento de la Encarnación del Verbo
(cfr. Jn 1,14) y el rito de incorporación del recién nacido
Jesús al pueblo de la Antigua Alianza, mediante la
circuncisión (cfr. Lc 2,21);
 la figura bíblica del Cordero, con una multitud de
aspectos e implicaciones: "Cordero de Dios, que quita
el pecado del mundo" (Jn 1,29.36); en la que confluye la
imagen del "Siervo sufriente" de Isaías 53, que carga
sobre sí los sufrimientos y el pecado de la humanidad
(cfr. Is 53,4-5); "Cordero pascual" (cfr. Ex 12,1; Jn 12,36),
símbolo de la redención de Israel (cfr. Hech 8,31-35; 1
Cor 5,7; 1 Pe 1,18-20);
 el "cáliz de la pasión", del que habla Jesús,
aludiendo a su inminente muerte redentora, cuando
pregunta a los hijos de Zebedeo: "¿Podéis beber el cáliz
que yo voy a beber?" (Mt 20,22; cfr. Mc 10,38) y el cáliz
de la agonía del huerto de los olivos (cfr. Lc 22,42-43),
acompañado del sudor de sangre (cfr. Lc 22,44);
 el cáliz eucarístico, que en el signo del vino
contiene la Sangre de la Alianza nueva y eterna,
derramada por la remisión de los pecados, y es
memorial de la Pascua del Señor (cfr. 1 Cor 11,25) y
bebida de salvación, conforme a las palabras del
Maestro: "el que come mi carne y bebe mi sangre tiene
vida eterna y yo le resucitaré en el último día" (Jn
6,54);
 el acontecimiento de la muerte, porque mediante
la sangre derramada en la Cruz, Cristo puso en paz el
cielo y la tierra (cfr. Col 1,20);
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
115 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

 el golpe de la lanza que atravesó al Cordero


inmolado, de cuyo costado abierto brotaron sangre y
agua (cfr. Jn 19,34), testimonio de la redención
realizada, signo de la vida sacramental de la Iglesia –
agua y sangre, Bautismo y Eucaristía -, símbolo de la
Iglesia nacida de Cristo dormido en la Cruz.

176. Con el misterio de la sangre se relacionan, de


modo particular, los títulos cristológicos de Redentor:
Cristo con su sangre inocente y preciosa nos ha
rescatado de la antigua esclavitud (cfr. 1 Pe 1,19) y nos
"limpia de todo pecado" (1 Jn 1,7); de sumo Sacerdote de
los "bienes futuros", porque Cristo "no con sangre de
machos cabríos y becerros, sino con su propia sangre
entró una vez para siempre en el santuario,
obteniéndonos la redención eterna" (Heb 9,11-12);
de Testigo fiel (cfr. Ap 1,5) que hace justicia a la sangre
de los mártires (cfr. Ap 6,10), que "fueron inmolados
por la Palabra de Dios y por el testimonio que dieron
de la misma" (Ap 6,9); de Rey, el cual, Dios, "reina
desde el madero", adornado con la púrpura de su propia
sangre; de Esposo y Cordero de Dios, en cuya sangre han
lavado sus vestiduras los miembros de la comunidad
eclesial – la Esposa –(cfr. Ap 7,14; Ef 5,25-27).

177. La extraordinaria importancia de la Sangre


salvadora ha hecho que su memoria tenga un lugar
central y esencial en la celebración del misterio del
culto: ante todo en el centro mismo de la asamblea
eucarística, en la que la Iglesia eleva a Dios Padre, en
acción de gracias, el "cáliz de la bendición" (1 Cor 10,16)
y lo ofrece a los fieles como sacramento de verdadera y
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 116

real "comunión con la sangre de Cristo" (1 Cor 10,16), y


también en el curso del Año Litúrgico. La Iglesia
conmemora el misterio de la Sangre, no sólo en la
solemnidad del Cuerpo y Sangre de Señor (jueves
siguiente a la solemnidad de la Santísima Trinidad),
sino también en otras muchas celebraciones, de
manera que la memoria cultual de la Sangre que nos ha
rescatado (cfr. 1 Pe 1,18) está presente durante todo el
Año. Por ejemplo, en el Tiempo de Navidad, en las
Vísperas, la Iglesia, dirigiéndose a Cristo canta: "Nos
quoque, qui sancto tuo/ redempti sumus sanguine,/ ob
diem natalis tui/ hymnum novum concinimus". Pero
sobre todo en el Triduo pascual, el valor y la eficacia
redentora de la Sangre de Cristo son objeto de
memoria y adoración constante. El Viernes Santo,
durante la adoración de la Cruz, resuena el canto:
"Mite corpus perforatur, sanguis unde profluit;/ terra,
pontus, astra, mundus quo lavantur flumine!"; y en
mismo día de Pascua: "Cuius corpus sanctissimum/ in
ara crucis torridum,/ sed et cruorem roseum/ gustando,
Deo vivimus"
En algunos lugares y Calendarios particulares, la fiesta
de la preciosísima Sangre de Cristo se celebra todavía
el 1 de Julio: en ella se recuerdan los títulos del
Redentor.

178. La veneración de la Sangre de Cristo ha pasado del


culto litúrgico a la piedad popular, en la que tiene un
amplio espacio y numerosas expresiones. Entre éstas
hay que recordar:
 la Corona de la preciosa Sangre de Cristo, en la que
con lecturas bíblicas y oraciones son objeto de
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
117 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

meditación piadosa "siete efusiones de sangre" de


Cristo, explícita o implícitamente recordadas en los
Evangelios: la sangre derramada en la circuncisión, en
el huerto de los olivos, en la flagelación, en la
coronación de espinas, en la subida al Monte Calvario,
en la crucifixión, en el golpe de la lanza;
 las Letanías de la Sangre de Cristo: el formulario
actual, aprobado por el Papa Juan XXIII el 24 de
Febrero de 1960, se despliega desde un argumento en el
que la línea histórico-salvífica es claramente visible y
las referencias a pasajes bíblicos son numerosas;
 la Hora de adoración a la preciosa Sangre de Cristo,
que adquiere una gran variedad de formas, pero con un
único objetivo: la alabanza y la adoración de la Sangre
de Cristo presente en la Eucaristía, el agradecimiento
por los dones de la redención, la intercesión para
alcanzar misericordia y perdón, la ofrenda de la Sangre
preciosa por el bien de la Iglesia;
 el Vía Sanguinis: un ejercicio de piedad reciente
que, por motivos antropológicos y culturales, ha tenido
su origen en África, donde hoy está particularmente
extendido entre las comunidades cristianas. En el Vía
Sanguinis los fieles, avanzando de un lugar a otro como
en el Vía Crucis,reviven los diversos momentos en los
que el Señor Jesús derramó su sangre por nuestra
salvación.

179. La veneración de la Sangre del Señor, derramada


para nuestra salvación, y la conciencia de su inmenso
valor han favorecido la difusión de representaciones
iconográficas aceptadas por la Iglesia. Hay dos tipos
fundamentales: la que hace referencia al cáliz
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 118

eucarístico, que contiene la Sangre de la nueva y eterna


Alianza, y la que sitúa en el centro de la imagen a Jesús
crucificado, de cuyas manos, pies y costado brota la
Sangre salvadora. A veces la Sangre inunda la tierra
abundantemente, como un torrente de gracia que
purifica los pecados; a veces junto a la cruz se
representan cinco Ángeles, que recogen cada uno en un
cáliz la Sangre que mana de las cinco heridas; esta
acción a veces la realiza una figura femenina, que
representa a la Iglesia, Esposa del Cordero.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
119 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO


Juan Pablo II, 1 de julio de 2000
Amadísimos hermanos y hermanas, ¡es grande el
misterio de la Sangre de Cristo! Desde los albores del
cristianismo, ha conquistado la mente y el corazón de
tantos cristianos y, particularmente, de vuestros santos
fundadores y fundadoras, que hicieron de él el
distintivo de vuestras congregaciones y asociaciones.
El Año jubilar da nuevo impulso a una devoción tan
significativa. En efecto, al celebrar a Cristo en el
bimilenario de su nacimiento, también estamos
invitados a contemplarlo y adorarlo en la humanidad
santísima asumida en el seno de María y unida
hipostáticamente a la Persona divina del Verbo. Si la
Sangre de Cristo es fuente preciosa de salvación para el
mundo, se debe precisamente a su pertenencia al
Verbo, que se hizo carne para nuestra salvación.
El signo de la "sangre derramada", como expresión de
la vida entregada de modo cruento para testimoniar el
amor supremo, es un acto de condescendencia divina
con nuestra condición humana. Dios ha elegido el
signo de la sangre, porque ningún otro signo es tan
elocuente para indicar la participación total de la
persona.
El misterio de esta entrega tiene su fuente en la
voluntad salvífica del
Padre celestial y su realización en la obediencia filial
de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, a través
de la obra del Espíritu Santo. Por esta razón, la historia
de nuestra salvación lleva en sí la impronta y el sello
indeleble del amor trinitario.
Ante esta maravillosa obra divina todos los fieles se
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 120

unen a vosotros, queridos hermanos y hermanas, para


elevar himnos de alabanza al Dios uno y trino por el
signo de la Sangre preciosa de Cristo. Pero además de
la confesión de los labios debe darse el testimonio de la
vida, según la exhortación que nos dirige la carta a los
Hebreos: "Teniendo, pues, hermanos, plena libertad
para entrar en el santuario en virtud de la sangre de
Jesús, (...) fijémonos los unos en los otros para
estímulo de la caridad y las buenas obras" (Hb 10, 19.
24).
Muchas son las "buenas obras" que nos inspira la
meditación del sacrificio de Cristo. En efecto, nos
impulsa a una entrega total de nuestra vida por Dios y
por nuestros hermanos, usque ad effusionem
sanguinis, como han hecho tantos mártires. ¡Cómo no
reconocer siempre el valor de todo ser humano, cuando
Cristo derramó su sangre por todos y cada uno, sin
distinción! La meditación de este misterio nos impulsa,
en particular, hacia cuantos podrían ser aliviados de
sus sufrimientos morales y físicos y que, en cambio,
languidecen marginados por una sociedad de la
opulencia y la indiferencia.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
121 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

EL TESTAMENTO DE LA SANGRE DE CRISTO


BENEDICTO XVI, 5 de julio de 2009
En el pasado el primer domingo de julio se
caracterizaba por la devoción a la Preciosísima Sangre
de Cristo. Algunos de mis venerados predecesores del
siglo pasado la confirmaron, y el beato Juan XXIII,
con la carta apostólica Inde a primis (30 de junio de
1960), explicó su significado y aprobó sus letanías. El
tema de la sangre, unido al del Cordero pascual, es de
primaria importancia en la Sagrada Escritura. En el
Antiguo Testamento, la aspersión con la sangre de los
animales sacrificados representaba y establecía la
alianza entre Dios y el pueblo, como se lee en el libro
del Éxodo: "Entonces tomó Moisés la sangre, roció con
ella al pueblo y dijo: "Esta es la sangre de la alianza que
el Señor ha hecho con vosotros, según todas estas
palabras"" (Ex 24, 8).
A esta fórmula se remite explícitamente Jesús en la
última Cena cuando, ofreciendo el cáliz a los
discípulos, dice: "Esta es mi sangre de la alianza, que es
derramada por muchos para el perdón de los pecados"
(Mt 26, 28). Y efectivamente, desde la flagelación hasta
que le traspasaron el costado después de su muerte en
la cruz, Cristo derramó toda su sangre, como
verdadero Cordero inmolado para la redención
universal. El valor salvífico de su sangre se afirma
expresamente en muchos pasajes del Nuevo
Testamento. Basta citar, en este Año sacerdotal, la
bella expresión de la carta a los Hebreos: "Cristo...
penetró en el santuario una vez para siempre, no con
sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su
propia sangre, consiguiendo una redención eterna.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 122

Pues si la sangre de machos cabríos y de novillos y la


ceniza de vaca santifica con su aspersión a los
contaminados, en orden a la purificación de la carne,
¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu
eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios,
purificará de las obras muertas nuestra conciencia para
rendir culto a Dios vivo!" (Hb 9, 11-14).
Queridos hermanos, está escrito en el Génesis que la
sangre de Abel, asesinado por su hermano Caín, clama
a Dios desde la tierra (cf. Gn 4, 10). Y
lamentablemente, hoy como ayer, este grito no cesa,
porque sigue corriendo sangre humana a causa de la
violencia, de la injusticia y del odio. ¿Cuándo
aprenderán los hombres que la vida es sagrada y
pertenece sólo a Dios? ¿Cuándo entenderán que todos
somos hermanos? Al grito por la sangre derramada,
que se eleva desde tantas partes de la tierra, Dios
responde con la sangre de su Hijo, que entregó su vida
por nosotros. Cristo no respondió al mal con el mal,
sino con el bien, con su amor infinito. La sangre de
Cristo es prenda del amor fiel de Dios a la humanidad.
Contemplando las llagas del Crucificado, cada hombre,
incluso en condiciones de extrema miseria moral,
puede decir: Dios no me ha abandonado, me ama, ha
dado la vida por mí; y así volver a tener esperanza.
Que la Virgen María, quien al pie de la cruz, junto al
apóstol san Juan, recogió el testamento de la sangre de
Jesús, nos ayude a redescubrir la inestimable riqueza
de esta gracia y a sentir por ella gratitud íntima y
perenne.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
123 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI


Catedral de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
City of Westminster, Sábado 18 de septiembre de 2010

Queridos amigos en Cristo:


Os saludo a todos con alegría en el Señor y os doy las
gracias por vuestra calurosa acogida. Agradezco al
Arzobispo Nichols sus palabras de bienvenida de
vuestra parte. Verdaderamente, en este encuentro
entre el Sucesor de Pedro y los fieles de Gran Bretaña,
“el corazón habla al corazón", gozándonos en el amor
de Cristo y en la común profesión de la fe católica que
nos viene de los Apóstoles. Me alegra especialmente
que nuestro encuentro tenga lugar en esta catedral
dedicada a la Preciosísima Sangre, que es el signo de la
misericordia redentora de Dios derramada en el mundo
por la pasión, muerte y resurrección de su Hijo,
nuestro Señor Jesucristo. De manera particular, saludo
al Arzobispo de Canterbury, quien nos honra con su
presencia.
Quien visita esta Catedral no puede dejar de
sorprenderse por el gran crucifijo que domina la nave,
que reproduce el cuerpo de Cristo, triturado por el
sufrimiento, abrumado por la tristeza, víctima
inocente cuya muerte nos ha reconciliado con el Padre
y nos ha hecho partícipes en la vida misma de Dios.
Los brazos extendidos del Señor parecen abrazar toda
esta iglesia, elevando al Padre a todos los fieles que se
reúnen en torno al altar del sacrificio eucarístico y que
participan de sus frutos. El Señor crucificado está por
encima y delante de nosotros como la fuente de
nuestra vida y salvación, "sumo sacerdote de los bienes
definitivos”, como lo designa el autor de la Carta a los
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 124

Hebreos en la primera lectura de hoy (Hb 9,11).


A la sombra, por decirlo así, de esta impactante
imagen, deseo reflexionar sobre la palabra de Dios que
se acaba de proclamar y profundizar en el misterio de
la Preciosa Sangre. Porque ese misterio nos lleva a ver
la unidad entre el sacrificio de Cristo en la cruz, el
sacrificio eucarístico que ha entregado a su Iglesia y su
sacerdocio eterno. Él, sentado a la derecha del Padre,
intercede incesantemente por nosotros, los miembros
de su cuerpo místico.
Comencemos con el sacrificio de la Cruz. La efusión
de la sangre de Cristo es la fuente de la vida de la
Iglesia. San Juan, como sabemos, ve en el agua y la
sangre que manaba del cuerpo de nuestro Señor la
fuente de esa vida divina, que otorga el Espíritu Santo
y se nos comunica en los sacramentos (Jn 19,34; cf. 1 Jn
1,7; 5,6-7). La Carta a los Hebreos extrae, podríamos
decir, las implicaciones litúrgicas de este misterio.
Jesús, por su sufrimiento y muerte, con su entrega en
virtud del Espíritu eterno, se ha convertido en nuestro
sumo sacerdote y "mediador de una alianza nueva"
(Hb 9,15). Estas palabras evocan las palabras de nuestro
Señor en la Última Cena, cuando instituyó la
Eucaristía como el sacramento de su cuerpo, entregado
por nosotros, y su sangre, la sangre de la alianza nueva
y eterna, derramada para el perdón de los pecados (cf.
Mc 14,24; Mt 26,28; Lc 22,20).
Fiel al mandato de Cristo de "hacer esto en memoria
mía" (Lc 22,19), la Iglesia en todo tiempo y lugar
celebra la Eucaristía hasta que el Señor vuelva en la
gloria, alegrándose de su presencia sacramental y
aprovechando el poder de su sacrificio salvador para la
redención del mundo. La realidad del sacrificio
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
125 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

eucarístico ha estado siempre en el corazón de la fe


católica; cuestionada en el siglo XVI, fue
solemnemente reafirmada en el Concilio de Trento en
el contexto de nuestra justificación en Cristo. Aquí en
Inglaterra, como sabemos, hubo muchos que
defendieron incondicionalmente la Misa, a menudo a
un precio costoso, incrementando la devoción a la
Santísima Eucaristía, que ha sido un sello distintivo
del catolicismo en estas tierras.
El sacrificio eucarístico del Cuerpo y la Sangre de
Cristo abraza a su vez el misterio de la pasión de
nuestro Señor, que continúa en los miembros de su
Cuerpo místico, en la Iglesia en cada época. El gran
crucifijo que aquí se yergue sobre nosotros, nos
recuerda que Cristo, nuestro sumo y eterno sacerdote,
une cada día a los méritos infinitos de su sacrificio
nuestros propios sacrificios, sufrimientos, necesidades,
esperanzas y aspiraciones. Por Cristo, con Él y en Él,
presentamos nuestros cuerpos como sacrificio santo y
agradable a Dios (cf. Rm 12,1). En este sentido, nos
asociamos a su ofrenda eterna, completando, como dice
San Pablo, en nuestra carne lo que falta a los dolores de
Cristo en favor de su cuerpo, que es la Iglesia (cf. Col
1,24). En la vida de la Iglesia, en sus pruebas y
tribulaciones, Cristo continúa, según la expresión
genial de Pascal, estando en agonía hasta el fin del
mundo (Pensées, 553, ed. Brunschvicg).
Vemos este aspecto del misterio de la Sangre Preciosa
de Cristo actualizado de forma elocuente por los
mártires de todos los tiempos, que bebieron el cáliz que
Cristo mismo bebió, y cuya propia sangre, derramada
en unión con su sacrificio, da nueva vida a la Iglesia.
También se refleja en nuestros hermanos y hermanas
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 126

de todo el mundo que aun hoy sufren discriminación y


persecución por su fe cristiana. También está presente,
con frecuencia de forma oculta, en el sufrimiento de
cada cristiano que diariamente une sus sacrificios a los
del Señor para la santificación de la Iglesia y la
redención del mundo. Pienso ahora de manera especial
en todos los que se unen espiritualmente a esta
celebración eucarística y, en particular, en los
enfermos, los ancianos, los discapacitados y los que
sufren mental y espiritualmente.
Pienso también en el inmenso sufrimiento causado por
el abuso de menores, especialmente por los ministros
de la Iglesia. Por encima de todo, quiero manifestar mi
profundo pesar a las víctimas inocentes de estos
crímenes atroces, junto con mi esperanza de que el
poder de la gracia de Cristo, su sacrificio de
reconciliación, traerá la curación profunda y la paz a
sus vidas. Asimismo, reconozco con vosotros la
vergüenza y la humillación que todos hemos sufrido a
causa de estos pecados; y os invito a presentarlas al
Señor, confiando que este castigo contribuirá a la
sanación de las víctimas, a la purificación de la Iglesia
y a la renovación de su inveterado compromiso con la
educación y la atención de los jóvenes. Agradezco los
esfuerzos realizados para afrontar este problema de
manera responsable, y os pido a todos que os
preocupéis de las víctimas y os compadezcáis de
vuestros sacerdotes.
Queridos amigos, volvamos a la contemplación del
gran crucifijo que se alza por encima de nosotros. Las
manos de Nuestro Señor, extendidas en la Cruz, nos
invitan también a contemplar nuestra participación en
su sacerdocio eterno y por lo tanto nuestra
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
127 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

responsabilidad, como miembros de su cuerpo, para


que la fuerza reconciliadora de su sacrificio llegue al
mundo en que vivimos. El Concilio Vaticano II habló
elocuentemente sobre el papel indispensable que los
laicos deben desempeñar en la misión de la Iglesia,
esforzándose por ser fermento del Evangelio en la
sociedad y trabajar por el progreso del Reino de Dios
en el mundo (cf. Lumen gentium, 31; Apostolicam
actuositatem, 7). La exhortación conciliar a los laicos,
para que, en virtud de su bautismo, participen en la
misión de Cristo, se hizo eco de las intuiciones y
enseñanzas de John Henry Newman. Que las
profundas ideas de este gran inglés sigan inspirando a
todos los seguidores de Cristo en esta tierra, para que
configuren su pensamiento, palabra y obras con Cristo,
y trabajen decididamente en la defensa de las verdades
morales inmutables que, asumidas, iluminadas y
confirmadas por el Evangelio, fundamentan una
sociedad verdaderamente humana, justa y libre.
Cuánto necesita la sociedad contemporánea este
testimonio. Cuánto necesitamos, en la Iglesia y en la
sociedad, testigos de la belleza de la santidad, testigos
del esplendor de la verdad, testigos de la alegría y
libertad que nace de una relación viva con Cristo. Uno
de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos hoy
es cómo hablar de manera convincente de la sabiduría
y del poder liberador de la Palabra de Dios a un mundo
que, con demasiada frecuencia, considera el Evangelio
como una constricción de la libertad humana, en lugar
de la verdad que libera nuestra mente e ilumina
nuestros esfuerzos para vivir correcta y sabiamente,
como individuos y como miembros de la sociedad.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 128

Oremos, pues, para que los católicos de esta tierra sean


cada vez más conscientes de su dignidad como pueblo
sacerdotal, llamados a consagrar el mundo a Dios a
través de la vida de fe y de santidad. Y que este
aumento de celo apostólico se vea acompañado de una
oración más intensa por las vocaciones al orden
sacerdotal, porque cuanto más crece el apostolado
seglar, con mayor urgencia se percibe la necesidad de
sacerdotes; y cuanto más profundizan los laicos en la
propia vocación, más se subraya lo que es propio del
sacerdote. Que muchos jóvenes en esta tierra
encuentren la fuerza para responder a la llamada del
Maestro al sacerdocio ministerial, dedicando sus vidas,
sus energías y sus talentos a Dios, construyendo así un
pueblo en unidad y fidelidad al Evangelio,
especialmente a través de la celebración del sacrificio
eucarístico.
Queridos amigos, en esta catedral de la Preciosísima
Sangre, os invito una vez más a mirar a Cristo, que
inicia y completa nuestra fe (cf. Hb 12,2). Os pido que
os unáis cada vez más plenamente al Señor,
participando en su sacrificio en la cruz y ofreciéndole
un "culto espiritual" (Rm 12,1) que abrace todos los
aspectos de nuestra vida y que se manifieste en
nuestros esfuerzos por contribuir a la venida de su
Reino. Ruego para que, al actuar así, os unáis a la hilera
de los creyentes fieles que a lo largo de la historia del
cristianismo en esta tierra han edificado una sociedad
verdaderamente digna del hombre, digna de las más
nobles tradiciones de vuestra nación.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
129 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

CON SU SANGRE CANCELÓ EL DECRETO DE


NUESTRA CONDENACIÓN.
San Alfonso María de Ligorio
En el punto mismo en que caímos en pecado, lanzó
Dios contra nosotros sentencia de condenación eterna,
y ¿qué hizo el compasivo Redentor?: Cancelando el
acta escrita contra nosotros con sus prescripciones, que
nos era contraria, la quitó de en medio, clavándola en
la cruz. Con su sangre canceló el decreto de nuestra
condenación y lo fijó en la cruz, para que, al levantar la
vista para mirar la sentencia condenatoria, viésemos a
la par la cruz donde Jesús moribundo lo enclavó y
borró con su sangre, y así renaciera la esperanza de
perdón y de salvación eterna.
¡Y cuánto mejor habla a favor nuestro y nos alcanza
divina misericordia la sangre de Jesucristo que hablaba
contra Caín la sangre de Abel!. Pecadores, dice el
Apóstol, ¡felices de vosotros, que después de pecar
acudís a Jesús crucificado, que derramó toda su sangre
para ponerse como mediador de paz entre Dios y los
pecadores y recabar de Él vuestro perdón! Si contra
vosotros claman vuestras iniquidades, a favor vuestro
clama la sangre del Redentor, y la divina justicia no
puede menos de aplacarse a la voz de esta sangre.
Cierto que de todas nuestras culpas habemos de rendir
estrecha cuenta al eterno Juez; pero y ¿quién será este
nuestro juez? El Padre... todo el juicio lo ha entregado
al Hijo. Consolémonos, pues, que el Eterno Padre puso
nuestra causa en manos de nuestro mismo Redentor.
San Pablo nos anima con estas palabras: ¿Quién será el
que condene? Cristo Jesús, el que murió... es quien...
intercede por nosotros. ¿Quién es el juez que nos ha de
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 130

condenar? El mismo Salvador, que, para no


condenarnos a muerte eterna, quiso condenarse a sí
mismo, y, en consecuencia, murió, y, no contento con
ello, ahora en el cielo prosigue cerca del Padre siendo
mediador de nuestra salvación.

LA SANGRE DE JESÚS
ES TODA NUESTRA ESPERANZA.
Santa María de Mattías
La sangre de Jesús es toda nuestra esperanza y todo
nuestro bien. Nunca se aleje nuestro corazón de
aquella fuente perenne que brota de las llagas del
Costado de Jesús Crucificado, nuestro amorosísimo
Esposo. En ella encontrarán descanso nuestras pobres
fatigas sufridas por amor de Dios. Fijemos nuestra
mirada en el Crucifijo y elevemos a Él todos nuestros
afectos; recordemos que Él nos ama ardientemente,
por lo que estamos seguras, que no nos dejará perecer
si le somos fieles. ¡Oh, qué honor el nuestro!: servir a
Dios, pensar siempre en Dios, amar a Dios, padecer
para dar gusto a Dios, en fin, vivir todas de Dios. Y
esto se nos concede gracias a su infinita bondad;
permitirnos que nosotras, criaturas miserables, seamos
elevadas a la unión con Él, más aún, es lo que se nos
manda. Ante estas consideraciones ¡cómo se siente
animada nuestra alma! No se apartaría nunca de los
pies de su Señor, para escuchar su voz de suavísimo
amor que la invita a unirse cada vez más a Él; no se
sacia nunca de bendecirle, amarle, alabarle y darle
gracias de todo corazón. No desea nada más que darle
gusto. El gusto de su Señor es toda su complacencia, y
si lo consigue, se considera rica y con tanta
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
131 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

consolación que no sabe cómo expresarlo. Ánimo y


confianza en Dios, pues si nos falta todo el resto, no
importa, con tal que gocemos de la gracia de nuestro
Esposo Jesús Crucificado.
Oremos mucho por la Iglesia y amemos mucho a Jesús
Redentor que la ha fundado con su preciosa sangre.
Confiemos en la palabra santísima de Jesús que nos
asegura que atenderá nuestra oración. Nosotras no
buscamos nada más que su gloria y la salud de las
almas que le cuestan sangre; y por ello esperamos
mucho, mientras ponemos toda nuestra confianza en
los méritos del divino Redentor que con tierno amor
mira a su Iglesia, y aunque ahora la flagele lo hace para
purificarla, para hacerla agradable ante su amorosa
mirada. El fin de nuestro Señor Jesucristo es el de
reunir a todos los pueblos en su Iglesia, por lo que el
flagelo se experimenta por toda partes.
¡Qué triunfo! ¡Qué triunfo! Oremos, oremos, oremos.
Qué consolación ver a las esposas del Cordero Divino,
Adoratrices de la Preciosa Sangre, que con una sola
voluntad, con una sola alma, unidas en un solo
corazón, hacen resonar por todo el Paraíso el himno de
agradecimiento a la infinita bondad de Dios, mientras
ofrecen la sangre de su H ijo por la reconciliación del
cielo con la tierra, la tierra con el cielo. La sangre de
Jesús es toda nuestra esperanza y todo nuestro bien.
Sangre derramada con inmenso dolor y con inmenso
amor por nuestra salvación eterna. Llenémonos de
valor sin temer ni siquiera a la muerte, para que en
todo momento esta sangre sea glorificada, bendecida y
amada por todos. Busquemos la unión con Dios de
nuestro espíritu, donde encontraremos a la persona de
su santísimo Hijo que con infinito amor se nos ha
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 132

entregado, vestido de carne humana, recubierto de


llagas y de sangre, invitándonos a contemplarlo con la
mirada fija, para que nuestro corazón corresponda a las
finuras de su delicado amor. Jesús nos ama sin ningún
mérito nuestro; amémoslo mucho nosotras porque es
digno de ser amado. Amémoslo también por el gran
don de la Redención y por la sangre que ha querido
derramar por nuestro amor. Nuestro único
pensamiento sea hacer que todos conozcan, en cuanto
nos sea posible, el amor Crucificado Jesús, cubierto de
sangre y de llagas por nuestra salvación.
No se desaliente. Mucho ánimo y confianza en Dios
bendito. Mucha oración. Jesús murió por nuestro
amor, los méritos de sus padecimientos son nuestros.
No tema, hija. Una mirada amorosa a Jesús
Crucificado y anímese a fatigar por la escuela, por la
salvación de las almas y por la gloria de su preciosa
sangre. Le recomiendo que haga mucho silencio y
mucha oración.
Para entrar en el Paraíso tenemos que pasar por
muchas tribulaciones. Confiemos mucho en la sangre
preciosa de Jesús. Pi damos a Dios que nos dé a
conocer la preciosidad del sufrimiento. Un alma que
ama a Jesucristo ama el sufrimiento, y siempre le
parece no sufrir lo suficiente por quien tanto ha
padecido y muerto crucificado por nuestro amor.
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
133 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

ORACIÓN A LA PRECIOSA SANGRE DE JESÚS


San Alberto Magno
Yo te adoro, Oh Preciosa Sangre de Jesús, flor de la
creación, fruto de virginidad, instrumento inefable del
Espíritu Santo, y me regocijo al pensar que tu viniste
de la gota de la sangre virginal sobre la cual el amor
eterno imprimió su movimiento; Tu fuiste asumida
por la Palabra y deificada en Su persona.
Yo estoy embargado de emoción cuando pienso de tu
paso del corazón de la Santísima Virgen al corazón de
la Palabra, y, siendo vivificada por el aliento de la
Divinidad, volviéndote adorable porque te volviste la
sangre de Dios.
Yo te adoro dentro de las venas de Jesús, preservada en
su humanidad como el maná en la urna de oro, el
memorial de la Redención eterna que El cumplió
durante los días de su vida terrenal. Yo te adoro,
Sangre de la nueva y eterna alianza, fluyendo de las
venas de Jesús en Getsemaní, de la carne arrancada por
los latigazos en el Pretorioum, de sus manos y pies
perforados y de su costado abierto en Gólgota. Yo te
adoro en los Sacramentos, en la Eucaristía, donde yo se
que estás sustancialmente presente...
Pongo toda mi confianza en Ti, Oh Sangre adorable,
nuestra Redención, nuestra regeneración. Cae, gota a
gota, en los corazones que se han alejado de Ti y
suavízalos de su dureza.
Oh adorable Sangre de Jesús, lava nuestras manchas,
sálvanos de la ira del ángel vengador. Irriga la Iglesia;
hazla fructífera con apóstoles y trabajadores de
milagros, enriquécela con almas que sean santas, puras
y radiantes con belleza divina.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 134

VED LO QUE DA, Y SABRÉIS LO QUE COMPRA


San Agustín
Homilía de san Agustín, obispo
Tratado 120 sobre san Juan
El evangelista ha usado una palabra cuidadosa, de
forma que dijera no «golpeó» o «hirió» su costado, u
otra cosa cualquiera, sino abrió, para que la puerta de la
vida se abriera allí de donde han manado los
sacramentos de la Iglesia, sin los que no se entra a la
vida que es la auténtica vida. Esa sangre ha sido
derramada para remisión de los pecados; esa agua
prepara la copa saludable; ella proporciona el baño y la
bebida. Esto lo prenunciaba la puerta que Noé mando
hacer en el costado del arca, para que por ella entrasen
los animales que no iban a perecer en el diluvio, los
cuales prefiguraban la Iglesia. En atención a esto, la
primera mujer fue hecha del costado del marido, que
dormía, y fue nominada vida y madre de los vivos,
pues antes del gran mal de la prevaricación significó
un gran bien. Aquí, el segundo Adán, inclinada la
cabeza, durmió en la cruz para que de ahí —de eso que
fluyó del costado del durmiente— le fuese formada la
esposa. ¡Oh muerte en virtud de la que los muertos
reviven! ¿Qué más limpio que esa sangre? ¿Qué más
saludable que esa herida?
Discurso sobre la pasión, 95. N.5
Los hombres servían al demonio y eran sus esclavos,
pero fueron rescatados del cautiverio. Porque ellos
pudieron venderse, más no rescatarse. Vino el
Redentor y pagó el rescate: derramando su sangre
redimió el mundo entero. ¿Queréis saber lo que
compró? Ved lo que da, y sabréis lo que compra. La
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
135 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

sangre de Jesucristo es el precio. ¿No vale por el


universo entero? ¿No vale por todas las naciones? Muy
ingratos son, pues, para con el precio de su rescate, o
muy orgullosos, los que dicen que valía tan poco, que
sólo sirvió para comprar a los africanos, o que ellos son
tan grandes, que por ellos solos se pagó todo el precio.
En vano se engreirían o se enorgullecerían. Lo que dio
Jesús, lo dio por todo el mundo.
Sermón 31
Tuvo Jesús sangre con cuyo precio podía redimirnos; y
con este fin, precisamente, la tomó: para que aquella
sangre fuese la que derramaría para nuestra redención.
La sangre del Señor, si queréis, ha sido dada por
vosotros; mas si no queréis, no ha sido dada por
vosotros. Porque diréis tal vez: Mi Dios tuvo una
sangre con la cual podía salvarme; mas ahora, después
de haber sufrido, la dio toda entera. ¿Le queda algo
todavía para darlo por mí? Mas he ahí la grandeza de
su poder: la dio toda de una vez, y la dio por todos. La
sangre de Jesucristo es la salvación del que la acepta y
la condenación del que la rechaza. ¿Por qué, pues,
vacilas, tú que no quieres morir? ¿No quieres ser
también librado de una segunda muerte? Te verás libre
de ella, si quieres tomar tu cruz y seguir al Señor, pues
él llevó la suya y se buscó un servidor.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 136

DESDE EL CORAZÓN ABIERTO BROTA LA


SANGRE DEL REDENTOR
Santa Benedicta de la Cruz
«Ave Crux, spes unica! El mundo está en llamas. ¿Te
sientes impulsada a apagarlas? Mira la cruz. Desde el
corazón abierto brota la sangre del Redentor. Haz libre
tu corazón con el fiel cumplimiento de tus votos;
entonces se derramará en tu corazón el caudal del
Amor divino hasta inundar y hacer fecundos todos los
confines de la tierra… Son innumerables, grandes y
diversos los sufrimientos y males del mundo. Mira al
Crucificado… Unida a él eres omnipresente como él.
Tú no puedes ayudar como el médico, la enfermera o el
sacerdote aquí o allí. En el poder de la cruz puedes
estar en todos los frentes, en todos los lugares de
aflicción; a todas partes te llevará tu amor
misericordioso, el amor del corazón divino, que en
todas partes derrama su preciosísima sangre, sangre
que alivia, santifica y salva.
«Los ojos del Crucificado te están mirando,
interrogándote y poniéndote a prueba. ¿Quieres sellar
de nuevo y con toda seriedad la alianza con el
Crucificado? ¿Cuál será tu respuesta? “Señor, ¿a quién
iríamos? Tú solo tienes palabras de vida eterna” [Jn
6,68]. Ave Crux, spes unica!»
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
137 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre

P. RAFFAELE CARMINE BERNARDO


MISIONERO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
Y DISCÍPULO DE SAN GASPAR DE BÚFALO
Nacio en Colledanchise (Cb el de abril de . ue
ordenado sacerdote de los isioneros de la Preciosa
Sangre el de septiembre de . ras una breve
experiencia pastoral en Patrica ( r , fue llamado a
Roma, a la Pia nion, por su dedicación en la
espiritualidad de la preciosa sangre, especialmente a
traves de la prensa.
Enseguida se revelo su talento en esta materia, no
tanto por lo puramente literario, sino por su capacidad
de atraer a la gente a la sangre de Cristo.
Posteriormente, impulsó la construcción del Santuario
de Nuestra Senora de la Misericordia, en la ciudad de
Rimini, así como los orfanatos de Cesena y Ancona. El
factor decisivo en su vida fue su encuentro con la
figura de San aspar del ufalo, del cual escribio su
vida de un modo sencillo, pero incendiario. Quedó
admirado por sus obras. Hasta ese momento lo habia
visto como el fundador del Instituto; pero acabó
convirtiéndose para él, en el santo patron de su vida.
En enero de fundo un nuevo periodico llamado
Primavera Misionera. Fue su obra maestra. Estaba
centrado en la figura de San Gaspar y dedicado a las
vocaciones. A pesar de la pobreza de la investidura y
de los medios, jugó y sigue jugando un papel
importante para el conocimiento de la espiritualidad de
la preciosa sangre, así como para la atencion pastoral
de los hijos de San Gaspar, para el apoyo a la labor en
el tercer mundo y para consuelo de muchos lectores.
urio el 7 de marzo de 1993 en la India. Y le fue
dedicada la leproseria Sumana Halli.
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 138
MES Y DEVOCIONARIO DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE CRISTO
139 P. Raffaele Bernardo, Misionero de la Preciosa Sangre
IGLESIA DEL SALVADOR DE TOLEDO –ESPAÑA-
Forma Extraordinaria del Rito Romano 140

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