You are on page 1of 8
= quchacer human fra‘contribtr a olvlohar eproblomas Seen desplocaaapslg.at y {Con situaciones tas que tiene que-improvisar, : + ‘Npatecen ast aspectos de.{6 que puede denominar- ‘Existe actualmente una tendencia en el campo "se una “Sociopsiqulatra® para ta cual el psiquiatra psiquiatrico que propone una concepcién aparen- no ¢s el profesional adecuadamente prepatado y se temente cuestionadora de la psicopatologia. Se ‘adentra enclla haciendo no pocas veces una mala *Psiquiatea Social”. ei tuno de tos aspectos de la etiopatogenta de la enfer-’. Creo que ex'impsitarita refléxioner-sobrero ano- mmedad mental a exponsas del estudo y watamiento ado, ya que s realmente se ntenta hacer un enfo- de quien padece una alteraci6n ps{quica. que abarcativo de la psicopatologia de la adoles- Considero que no puede desconocerse Io social cencia, no debe favorecerse Id cuestionable decla- en psiquiatfa. He defendido reitéradas veces'este _ macién pseudasociolégica de profesionales confu- concepto, por cuanto entiendo que Ia psiquiatla Soe en su formacién, en sus objelivos y hasta en su sufrid un exceso de “organicismo”. Pero también _intencionalidad. llamo la atencién que segin mi criteria merece Ia. La realidad cotidiana y el conocimiento mas ade- misma critica el hecho de que los psiquiatras pre- cuada de la psicologin del adolescente obligan tendan convertirse en socidlogos.&: estudios discriminales entre lo “normal” y.lo *pato- La negacién dé lo psicopatolégico puede ex l6gico”. Es necesario admitir que es precisamente la carse de varias manefas, que desde luego no son, ni gran dificultad existente para efectuar esta discrimi podria serlo, fas Gnicas. Propongo reflexionar sobre acién lo que nos leva a discusiones sobre-estos las siguientes posibilidades que se hacen més evi- conceptos tada ver mas difusos en 14 posibilidad dentes en el esiudio de la adolescencia: | de una delimitacién preciso. 1) una “resistencia”, en sentido psicoanalttico, a Es por ello que prefert plantear la existericia de estudiar ¥ profundizar los procesos psicopatolégi-_yna “normal anormalidad de la adolescencia” acla- 95 de la adolescencia, basada en la adolescencla’ rando que de esta ménera intento colocarme en, mal elaborada de los propios investigadores. | una actitud no demagégica y asumir la posicién de. 2) Muchos profesionales sienten la necesidad de quien trata de estudiar el problema, con sus conoci. acompafar las “rmodas" cientificas © pseudocienti- rientos, sus probables errores y su condicién de ficas para no apatecet como desattualizados. Hay’. adulto, sta me obliga no s6lo a-estudiar y conocer tuna. propensién a "ser moderio", manifiestamente “~ mgjaral problema, sino que me impide, por un la- actual, aunque para ello 38 necesite escotomizar la, do, aliarme aparestemente al adolescente para se tealidad clinica. Es una aetitud prejuciosa y cémo~ , dycrlo y enganarle.con tn "compaferismofalso da. Daprestigio y popularidad 9 evita una discusiSn ”oporfuista, y por-otto, poder aceptar-que mis ob- “fundamentada. : Sservaciones pueden ser ingarrectas ngcesitando re- 3) Desplazar todo a lo social evita seguir profun~ “evalgaclones permianentes y una autocritica que se dizando ea lo, psiconeutofstoldgico por un lado y. -impygaie desde el contacte-honesto.con los aloles. en lo psicodinamica por otro..T Adolescente se har caniges! a q ce asi expresi6n pura de lo sociafy que es mas con- |”. Ast.e6 qué: desceibi' un llamado "sindrome de la flictivo’én la época actual. _ adolgsgencia normal®!:?."623, suma de caracteristi- dicina académica'con respects afb pslcdtocial ya, conio anormalidades. Su’ anélisls:pershite, a veces 4a. patologia. evidententeite bloysico-social de la. icon dficiltases, reaonocer-lo que ts propioweres- adolescencia lleva a formaciones Yeuttivas da.gofe-! “ta-edad-evolutiya (ynesmalt) y lo quesvidentemeh: tzar el pols sotial eta conflicive adblescente, |. _e:trangpone tos limites de-un. cansenso de ¢onvt 5) Ld existericla de vetdaderos problétmas sacialds* ” yercia,sidoloscente-pard-ehtrar.e'el campo, de la en los cuales el adolescénte es un protagonist ine-.~ —"psledaialagia' #7 Sete vitable y la falta de real y sincera predcupacion de Los ffecuefites cambios de humor; Ia buséa dé {os adultos responsables ef Yas Hilinias ‘reas del, yna densidad adulta, la atemporaligad ola distem. M ma 48 ca : Escaneado con CamScanner pulquiatra se ve qrctlcamenje “obliged” lidar * 4) La constantey persstente ighofancié dela mie- "cay gua ls o}05 de lodcadultos pueden aparecer” | | | | | pporalidad, 4a tendencia grupal, él disconformismo, fa autenticidad en la religiosidad y ta necesidad de intelectualizar y faritasear son caractersticas habi- tuales de la conducta de cualquier adolescente, fn nuestra sociedad el adolescente'que no cuestiona y no reclama est4 sufriendo de una patologfa espett- fica que hace a una seria perturbacién en su identi- dad, tema éste que merece la nyayor atencién y del cual varios autores nos ocupamos desde una vision complejo del problema’ = Un enfoque transcultural de la adolescencia reve- la coincidencias que tienen su base en lo psicoblo- légico y en lo social, que actiia muchas veces co- ‘mo un tercero que moldea y estructura ala vez que es configurado y cambiado por el interjuego indivi- duo-sociedad, que en la adolescencia adquiere ma- tices dramsticos por su intensidad y rapidez de ac- cién. Es importante clestacar que la accién contra “los otras" es un estimulo permanente. El criterio del “hay que saber defenderse” pfesu- pone la eminencia inevitable del ataque, la agre- si6n.y la actitud paranoide. Si en uri momento des- tacamos que en el proceso adolescente, desde un punto de vista psicodindmico, la psicopatia estaba siempre presente en Ia adolescencia, como estruc- tura 0 mecanismo, que facilitaba la elaboraci6n de los “duelos” normales del desarrollo adolescente'’, hoy debo agregar que el adolescente vive en actitud paranoide. Esta actitud est determinada por una sociedad amenazadora e injusta, que perturba con- fusionalmente con mensajes contradictorios, esqui- zolrenizantes, ya que habla de respeto, derechos humanos , amor y paz, al mismo tiempo que prepa+ ra para la lucha, la “defensa” y no facia la come vencia y la conducta adaptativa.’ Deseo destacar que hablar de conducta adapt pica bus- ‘car [a sumision o la pasividad, sino que'lo adaptati- Yo es locritico estructurante, ef cuestionamiento es- pponténeo para producir las modificaciones socio- ‘econémico-culturales que la humanidad en su pro- pia y real evolucién esté exigiendo. ‘Creo que no resulta dificil entender que fa suma de la psicopitico y lo paranoide, en un organismo: __en plena re-esfructuracion como el del adolescente, Ta convierten en un individuo altamente vulnerable a la psicopatologta. De alli surge uria psicopiatologia con caracterfst- * cas muy especificas'de la.adolescencia’. ~ 1a identidad y sus perturbaciones Hlevan, en for- psicoanalitica que permitié evaluar lo amplio y-lo ma frantamente reactiva al sindrome de “difusién de identidad"":%®, No'son infrecuentes las “depre- siones réactivas", y los especiales procesos *manta- co-depresivos" de la atlolescencia no son sino, pa- ra mi, fjaciones reactivas a las modificaciones del estado de nimo que. descri6f en “sindrome de la adolescencia normal?™63. ‘La "diogadiccién’, la *homosexualidad” y !a “de- linguencia juvenit” son patologtas que en la adoles- ‘cencia adquieren caracteristicas muy espectficas, pluridetérminadas y que precisamente no justfican 4 a pretendida sobresimplificaci6n de colocarlas co- mo “pseudo-patalogtas* 0 “problemas sociales”. Creo que esta actitud aparentemente reinvindicato- tia es saboteadora de'la juventud y sus problemas y conflicis. Aqui es donde el mal pgiquiatra preten- cde operar como pseudo soci6logo, y ni contribuye J aclarar el problema ni promueve soluciones para quienes sufren. EI no abandono de los criterios diagnésticos ~en permanente y til revisi6n- y el estudio mas profun- do de la psicopatologia, con, un criterio dindmico bio-psico-social, faciltaran la capacidad clinica de discriminar lo enfermo de lo adaptativo circunstan- cial, de lo que es proceso de desarrollo adolescen- te 0 fijacién o regresi6n dentro de ese mismo pro- ces0. Considero que sf debemos salir de una delimita- i6m nosotéxica obsoleta, pero debemos adentrar- nos en una nosologia comprehensiva, abarcativa, ‘que permita condcer y reconocer Ja contflictiva ado- lescente; su expresi6n normal y patolégica y la re- lacién con el mundo, éu encuentro estructurante y su soledad elaborativa. La fragilidad del adolescen- te no es una fantasfa despectiva sino una realidad que vulhera al individua y a la Séciedad. Recono- * cer la psicopaidlogta es poder adecuar el tratami see ‘miratal* no debe ni puede llegar.a ser “dome: car" 0 “someter”. Por el contrario, ¢s ayudar al Yo a encontrar su homeostasis, su autorregulacién, y muy especialmente en la adolescencia, permitir y facilitar'esa bisqueda de 'a identidad aduTta que ppermita el logro de safistacciones y.el inefabie pla- ‘cer de sentirse un ser humano en libertad, en per- ‘maneritg lucha por un,Tyjuro mejor, con el altruis- ‘mo del adolescentetjte en su natural atemporal dad puede proyectarte fan el futuro mas alejado de su circlistancia actual’... : ‘Asumiendo el compcomiso de identiicar el mo- ‘mento étchitivo de la adolescencia, considera, des: “49 am Escaneado con CamScanner Ft +-Hogiida sus vicisiludes (la news det, Saas a, ; tl tr le la perspectiva timitadadé mlvexperisncia piso. * nal; envel momento actual queda Investigacion pst. - _ Coanalitica no ofrece ef on sta cipal de elcontpeona splice. clinico-psicol6gi f nuestros objelvan ea goes -Sempranalva para Los ya clasicos “Tres Ensayos sobre una Teott la Sexualidad” publicados por Freud en, o0sty tt sistematizaci6n de la evolucién péicotexual-emo- ‘cional hecha por Abraham en 1924, correlacionan do Ia evolucién de la libido con la psicopatologta!? pueden eximimos de detalles psicoanaliticos que ‘nos abren perspectivas, atin no desartolladas total- mente, para la comprensién de la relacién madre- hijo, la dependencia infantil extrema" "5, a estruc- turacién edipica y la entrada a [a latencia para des- pués comenzar el proceso adolescente 16.17.28, La apertura freudiana nos compromete con'la ho- nestidad de la observacién, la motivaci6n estricta- mente individual y caracterfstica del ser humano, victima y artifie de su historia personal y con el ya~ lor de 1o'subjetivo y de lo irracional que caracteri- zan a este “ser humano”, dandole una trascenden- cia individual y un irrenunciable papel socia?. La sexualidad es patolégica cuando sela considera co- mo alienada a |a condicién humana. Esto seria to- talmente, contradictorio tanto desde una postura - materialista -por cuanto negarfa su determinismo objetivo de especie, como desde una posicién idealista o teol6gica -por cuanto tendria que admi- tirse un error divino o natural-. Asociar la evolucion ibidinal cog. la emocional surge entonces como una posibilidad dé comprensién de la naturalez¥- humana tanto en lo que.conccemos como “salud” ‘como en lo que llamamos “enfermedad, \ “Ocurre como si Freud partigta de los Tres Ensa- de la observacin directa a Ja sexualidad in- facets pare dear en sy devenir y su genesis (lo que Implica una referencia notmativa). Por lodemés, la manera.en que Freud dafingsu md- do de dbsefvacion es muy fanz: trata dp una minuciosa y detallada deécripeion de las forma’ de pesversiones sexuales.sia.prejuicio .ético ni médico: las perversiones sexuales fd se }m- puta en fa cuenta de la deganeraciény sido én la Gel perverso carécter;polimarfo de la sextalidad it. fantil. ¥estaoobservaci6n--objetiva’ permite mica con toda neutialidad la sexualidad del nifio, no seombrarge y sacar las consecuencias de-ello. Ladi, ‘ferencia.entre.el.peryersoy. 2 gig os... adi fantil y sus mitiples varind icaien ensefianzas; se ~ ssylamebte + tiga ie, adulto no'ge sitda érvel nivel de un grado de dege- rneraclén 6 de falta de ella, sino en el de las varia -ciones de la evolucién de una sexualidad que eri un “primer instante aparece como comén y se diferen- cia por un destino diferente 0 una involucién*? (pags. 56-57). + En [a adolescencla todas las situaciones emocio- nales primitivas se conjugan con las actuales que tienen un determinismio biolégico innegable. La ‘maduracién hormonal y sexual son hechos, realida- des del acontecer. adolescente. £1 complejo vital psico-socio-biolégico de la adolescencia se ‘mani fiesta en el confluir emocional de la dependencia Infantil con la no necesidad de definici6n sexual «= manifiesta a nivel genital con la vivencia de una ge~ nitalidad activa y acuciante. Hay asi una verdadera crisis en la vida det individuo® que resolverd o no, para proyectarse en una adultez responsable social- ‘mente o en una variada patologla de desestructuira- ciones y estructuraciones permanentes y agobian- tes. “Normalidad” y “Adolescentcia” son, segin mi criterio ~y desde una perspectiva social actual,'con- tempordnea en tiempo y espacio— incompatibles. EI “esterotipo" contra el adolescente, no s6lo lo vive el adulto de nuestra época; sino que el propio ‘adolescente lo ha asimifado. £1 0 la adolescente para poder ser mas abarcativo, y a pesar de existir diferencias emocionales y conductales en los ado lescentes masculinos y en las de sexo femenino, ge- neeralizo en este trabajo, refiriéndome a las situacio- rneé generales compartidas por varones y nifias—. Desde tiempos remotos se registran quejas contra la.conducta de los adolescentes. En “La Republica", Platon describe a Sécrates en una acusacién contra “fos j6venes, que si se reproduce actualmente, po- ‘drfa ser firmada pot cualquier viejo profesor de. -eualqulera de nuestras universidades. En todas las ‘culturgs aparece el fenémeno y el ya farnoso corr ‘licto-generacional?*2, Estas observaciories, repetidas en clinica, envla es- cuela, la universitlad 4a convivencia, me llevaron a epetir estudios, hacer’ entrevistas, aplicar tests ccuestlonarios, y sobre todo,-a observa, observar in- firiondo; haciendo hip6tesis sobre la base defo pre- ‘observado yf vefificando reacciones pre- sta. j 1 postulé la.existencia'de in *Sindrome-de la eee Nocmal?!®-2.24 que procura describit “tnd o meni sisterndticamente’y-con fines de escla- ecimiento y, dseriminacién’ adecuiada, al adoles-. Escaneado con CamScanner € cente que convive con nosotros y quelesté entre los 14-15 afios a los 22-23 afios de edad." Rs evidente que hablar de un *sindhome de.nor-, malidad” ya eé una contradicci6n. No lo ¢s, 31 lo que pretendemos verficar es lq que rdslmente ocu-- rie. Y debo agregar especificamente que est@ ocu- re en nuestra cultura y en nuestro tiémpo y es-in- dependiente dé sistema polttico en qge se viva. En congresos internacionales, intercambiando ‘ideas con colegaé de otros sistemas politicos diferentes a los nuestros, comprobé que la problématica es la misma, Varta I6gicamente la madalidjd expresiva, Por factores culturales, tradicionales, etc, pero la *zintomatologta” se repite. _* La confluencia de los factores tiormgnales, el cre- cimiento fisico y la mudanza corporal, e! despertar de la genitalidad como manifestacién gexual predo- minante, la lucha por salir y quedar dehtro de la de- pendencia infantil, el enfrentamiento con los padres Que caen.del pedestal de la nifiez del sujeto, y el ppercibir las contradieciones del mundo adulto con impotencia y frustracién, no pueden sino alterar la conducta una y mil veces. Es un verificar, un pre- guntar sin esperar respuestas, un inddgar para en- Contrar la solucién que s6lo fa experfencia puede dr, un jugar al cuerpo que obliga a una conducta inestable, inconstante, a veces incompreniible, y a un juego psicodiémigo y social violestto y peligro- s0. Anna Freud habla de los mecanisnos de defen- sa especiales del adolescente: el ascetjsmo y la in telectualizacion?S y se cuestiona sobre} {a “normall- dad" del adolescente. visto como “normal” por. los adultos de su medio. Lygia ‘cin cde Amaral destaca la presién que debe usar el adplescente de control omnipoterite que no.s6lo se'efiere alo sé- xual, sino que es mucho més arpplio, lleyando a te- ner esas fantasfas de superpodéres™, fon A: Abe rastury y otros colegas hemos destacago los meca-, nisms psicopsticos que resultan ditles en la.ado- lescencia, para poder estructurar un Yd en media.a tanta conmocién einocional"® 7. Estas son las caractersticas psicadijmicas del desaroloemocional, apenas esborad, del perl do adolescente de la vida humana en rhyestra.cultu- ra. Es aii, que en el estjuematizar de cndyictas onstituye el “Sindrome de. la Adolescencla Nof- modalidades vitales manifiestas: “' ~ : 1) Béisqueda de'sj mismo y de laid toa 4 igen Erickson"®-20 1a basqueda de-la : eee ¢s la principal tarea de.la adolescencla. Considero ‘que cada edad de Ia vida tiene su propia “identi- dad" y que, por lo tanto, el aulolescente tiene la su- yp. Pera es'una Identidad en crisis, discriminadora ¥ cuestionadora en la cual el sujeto procura discri- {ninarse delimundo y tener su propio “sel, ser y sa- ber que es:Aél. mismo”. Se pregunta quién es para saber quién llegar a Set y necesita afianzarse en su Jucha contfa los sentimientos de impotencia y de- petidencia'® 34, 2) Tendencta grupal: [a fragilidad egoica obliga a Ia procura de otras identidades'similares que, uni das, transmiten al Ego una vivencia de poder a tra- vés del grupo. Por ello se hacen tan importantes las modas, costumbres, actitudes, actividades deport vvas y recreativas que Hlegan a estereotiparse rigida~ ‘mente, pues, de lo contrario se perderfa la fantasia de unidad que proporciona el grupo. Et grupo, a ve- ces, para el adolescente funciona como una “insti- tucidn" en el sentido de Bleger* y sirve como de- positario de las ansiedades psicéticas de sus inte- grantes. £s!ademés, fundamental en la estructura~ i6n de la identidad. 3) Necesidad de intelectuallzar y fantasear: las mudanzas corporales que se viven como verdade~ 10s duelos por las pérdidas de identidad, cuerpo y padres de la infancia'®debilitan al Yo aGn més, y es- pecialmente, en las fases iniciales de la adolescen- cia, en su aspecto de “Yo corperal’. El sujeto com- ppensa y elabora sus pérdidas infantiles con una in- * tensa actividad de fantastas conscientes, suefios > adultos, que no pocds veces adaptan pas diurnos y actividades intelectuales diversas. No es infrecuente verlo sentitse un gran poeta, literato, hombre rico, empresario, etc. Por eso ya destaqué que A, Freud llamé la atenci6n sobre:lox-mecanis- mos de defeiisa de “intélectualizaci6n” y “ascetis- mo" El cierpo:imaginario es mas significante que el cuerpo Yeal” que pot bastante tiempo seguira siendo, en’ parte, tin desconocido, que paulatina- ance ocopars wu Wogan aise del indi luo. / 4) Crisis religiosas que ostilan del atefsmo més absolute, al. misticismo ‘mas fervoroso,” Gonzalez * mal” podremos describir basicamente las siguléntes_ ~ MonclGs*? destacé como én ambos extremos existe siempre-uih Yentuslasmo:formal” que ‘choca a los. ligiosas acémodaticias y muy-alejadas de la-ética y indeneia.»El. ‘Fendtneris.religioso juvenil es 2 SNES P he # ‘ Escaneado con CamScanner - cial, tanto camo el familiar. La" ? __ necesaria’e inevitable. Serfa pgnoso.verla desapare- .cer. por {a Culpa, ‘el temor-0 tgblenierte-wtiicn ‘ainpayd dé la’honestidad ’ se pslcapiaticaihehite-de los. ismos con finalidadés econéipicas 6 politicas, veces hasta pobremente’ encubjertas. La religios dad suele ser tan necesaria.que fsto puede admit se 2psicbticamente”, consiguidntlose inclusive has- ta un atefsmo mistico que puedd llegar al fanatismo -facilmente; — - . | 5) Desubicaci6n temporal: laj.nociones concep- tuales de presente, pasado y fithro se elabéran du. rante la adolescencia y se adqujeren al finalizat la misma". El adolescente es inmediatista por angus- tia de distemporalidad o atempofal por temor a per- der su infancia (pasado), y més femor aén al futuro (donde le esperan la muerte de kus padres priméro y después su propia muerte). Quiere algo ahora o nunca, 0 se pierde en una espedie de nirvanica ne- gaci6n del pasaje del tiempo, donde siempre hay tiempo para todo... adn para lo|que tenga que Ka- cerse dentro de muy pocas horab. ! i desde el autoeio- lta..Desde la mas- toria para el eje acién impuesta scente el éjercicio ahora vivida con anatomofisiolégi- 6) Evolucién sexual manifiest: tismo a la héterosexualidad ad turbacién IGdica infantil, prepar cio genital, se llega a una ma: por la cultura que impide al adol de la genitalidad, Esta actividad culpa porque existe la posibiliday + ca del ejercicio de la genitalidad, y por lo tanto de la consumacién del incesto™. Hl problema sexual del adolescente gira en torno de [a reaparici6n dela contflictiva edipica, que tiene efitonces' que resol- verse una vez més para alcanzai| una vetdadera g nitalidad madura-y responsable’. conflictos emocionales, las pérdigias de aspectos ji fantiles de dependencia satisfecha, la-inconfortal lidad del-nuevo cuerpo, los “dhélos” én elabora- cién y las adn oscuras perspectias del futuro, obll- gan.a una queja sistematica y. lina reivipdicacién permanente: No se debe ni puédeinegarge que tain: * ‘bién en esos-momentos se-puéden plastnar idedlo- glas s6lidas, pero debe recordarge 1a. combinaci6n. de-fuerza y fragilidad que caratterizan al adoles- ‘cente y que fe-obligan a una Id¢ha en el plano-s9- testa” juvenil es 7) Actitud social anit los Intenso’ bas. situaciongs confligtiv anos gobernantes que no alcan- ‘gana SUB nesciad y hasta la ingenuidad de la relvindicacién juvenil. en todas las mani- festactones de la conducta: 16’ que es bueno hoy puede ser horrible mafiana y viceversa. Es la pro- yeccién en un mundo externo de,la ambigiedad de Ja identidad y mundo interno del adolescente"*. Los deseos y los gustos de los. adolescentes son total- mente impredictibles. La insatisfacci6n con el pro- pio Yo que se desestructura con facilidad y se rear- . ma con pena y dolor, obligan a un accionar corpo- ral casi permanente que tampoco llega a satis Hay necesidad de experiencias. La intelectual cid se hace masturbatoria y la vivencia concreta fi- siolégica de ese cuerpo nuevo obliga a conductas que, contradictorias en apariencia, no son gino la expresion de una especie de juego de “ensayo. y error” que permite estructurar.un complejo vital aceptable. 9) Separacién progresiva de los padres: la “iden-, tidad", que es individualidad y subjetividad perso- thal -en el esquema referencial cientifico que utili- z0- solo puede obtenerse a través de la renuncia de la dependencia absoluta de la infancia para alcan-" zar la Fdependencia adulta” de la interrelacién con el otro en un vinculo creativo", Esto obliga tamibién a hacer un “duelo” por los padres infantiles, que a su véz se resisten. a desprenderse de su hijito o hiji- ta -dominio y posesi6n infantilizantes=, que crea ‘la’ lucha generacional"22 que sélo termina. bien cuando tanto los padres como los hijos son capaces de reconocer.su peculiar sistema individualizante “dentro de una societiad dé colaboracién. w 10) Constantes fluctuaciones del humor y del es- ado de 4nima: no puede haber una depresién per- Manerite, ni tiene por qué existir una elacién ma- ~-nfaca. £I proceso adolescente es duro y penaso, pe- * proc 0 ¢st4 jalonado de pequefios triunfos y logros evi- . dentes. Muchos de ellos se expresan en la actividad lddica corporal, otros en la fantasia y la intelectua- lizaci6n, La variadilidad interna-extema es enorme “y el interfuiego fantasfa-realidad as exeltante, triste 0 exultante. Todo acontece con un ritmo psicopatico de actuar-y fidcer’actuar y.no resulta facil “enten- > der” esas fluctivdciones antmicas, que escapan a ve- ‘¢6s,a la, comrensi6n. del propio adolescente que ‘as vive con Intensidad y, a veces, con perpljidad sida Escaneado con CamScanner ‘Como puade verse en fa descripcion de este *Sin- . drome” la normalidacspseudonormalidad ¢s4a con- comitancia “sintomatol6gica” que da raxéti de ser. al “sfndrome”. La fijacién en uho-o algunos dé sus aspectos destacados, nos coloca ya frente a la po: E , bilidad de la:patologia mental. No débe pues ol darse que estas conductas, en donjunto, son én réa- Tidad adaptativas y estructurantes de Ia personali- € dad en este perfodo dé la vida. No debe nl puede rotularse como patolégica algunas de estas conduc- tas que son la resultante légica de una situacién conflictiva en proceso de reestructuraciones perma- nentes. " 7 Claro esta que todo lo anotado nos permite infe- {que la adolescencia es un perfodo vital vuinera- ble para la expresign psicopatolégica. Los impactos agresivos del medio, la inseguridad y desconfianza que le ofrece el mundo adulto, la marginalizaci6n en que lo colocan y/o se caloca, lo convierten en fécil blanco para que se vea obligado a defenderie precariamente, o sea, a través de estructuraciones psicopatolégicas. 'No puede actualmente pensarse en un determi: nismo untvoco etiopatogénico. Pensamos ¢ inferi- mos de nuestra actual experiencia que hay un poli- determinismo, una policausalidad y -una: pluridi- * mensionalidad en la salud y en la enfermedad. La historia vital” de cada sujeto ya nos da pautas de posiblés desviaciones patoldgicas (fijaciones, regre- siones, situationes traumdticas). Tal vez éste es el momento de entrar a considerar las alteraciones de Ia familia actual y la psicopato- logfa familiar (divorcios de matrimohios j6venes, promiscuidad social, exceso de trabajo, desvincula- ~ “Gi6n padres-hijos, ausencia de uno 0 ambos proge: itores, etc.) para poder sefalar que esta'patologta incide sobre el adoléscente como’una noxa patoge- na de elevado poder desestructurante, Lo mismo podemos decir de la confusa sociedad en que vivir mos, donde bien establecidos valores comienzah a quebrarse y la violencia y el odio parecen sustituir a la colaboracién y el amor. Las figuras de id} mite __ caci6n se hacen borrosas y la re-estructuracién de- + fensiva debe hacerse hasta niveles psicéticos segin los casos. : Entra asf la-vidlencia, agresividad, criminalidad y 1 suicidio como patologias freclientes ya actual 2, enel.adolescente. © : * “gb adolescente,-como'ya dije, presenta la ftagi > dad de sus cambios, pero la firmeza de sys logros. "Los clivajes mentale que, peimiten la concorfitan- clade fo |rractonal junto, a fo, 46gico y formal del pentamiento. De esta manera, puede hablarse de luna manera pecullaf, adolescente, de estructuras, parcialmeiite en forma patoldgica, conservando tra- 120s de capacidall relacional adecuados a la reall- dad, Esta sltuacién és confusa y confusionante y ‘bliga a éstudiar log fengmenos psicdpatolégicos de la adolescencia con un criterio psicodinémico analftico, (esbrozando los complejos vitales pato- {églcos de'los normales. Si todo proceso evolutivo es un proceso discrimi- nativo’S, el proceso adolescente también lo es, co- mo lo es sit expresién patolégica. El discriminar nos ayudaré a percibir esos Nacleos de Patologia Men- tal Adolescente, que no son sino la configuracién’ de un murido interna parcial peculiarmente organi- ‘ado como una defensa patolégica, frente a lo que interna o externamente no permitié la normal evo- luci6n emocional adolescente que Hevaria a un vi vir el ya miencionadé sindrome de la adolescencia normal. | ‘Considefo que éstgs son niicleos bésicos de una copatologla mutable; su’ conocimiento e inser- * Gién en la'propia estructura adolescente les dan ca- racteristicas especiales, a.veces aparentemente in- diferenciables ~por desconocimiento de la normal ‘anormalidad que acompafia al sujeto en este mo- mento evolutivo- 0 desconcertantes porque no si- guen los patrones de una Iinea psicopatolégica ‘"elasica”, de tipo “rétulo definitivo". Las propias circunstancias familiares, sociales y personales que pueden Hlegar a modificarse permiten a veces fa te" solucién “esponténea” de este “ndcleo basico", la psicoterapia en este momento evolutivo, de lo psi- copatolégico es de una extraordinaria ayuda. £1 riesgo que se corre al despreciar ‘el cuadro clinieo, el negligenciarlo, es enornie, pues de él surgen ya {as estructuras psicopatolégicas con mayor rigidez y menor flexibilidad terapéutica. Afuerzade esquemstico, y comorpara iniciar una discusi6n y un estudio més detallado, sistematico y metodolégicamente divecsficado desde otros pun- 0s de vista, me pesnjito sugerir-la existencia de los siguientes ndiclags de patalagia mental adolescen- be que presento comp resultado de mi experiencia clinica: | 1) Niieléo psicopatico. Basado en el predominio, asi fijo, de Jos mecanismos psicopaticos de actua-: , |. cién que’ acompafian a Tos precesos de duelo def proceso adolescerite"*,.£l sujeto actiia y hace actu Escaneado con CamScanner abe. = . * alos otros desprecia'al objeta/que nq puede serin- |." 3) Nicleo Melancélico, El adolescente se = corporado’y astfortaleger su-Yo, y busca entonces ~ desprotegido-yntesvalido, percibe la fragilidad y la + su destrucci6n, conserva su Inteligeneia y suele fé=" —_ pobreza de su Yo y predomina el humor triste y la ate her una‘capacidad corritinicativa seductora. | ‘conducta Tentificada. Estos adolescentes no mar } ‘Ademas de lo estrictamente psicopitigo que.gb- estan afecto por no sentirse merecedores dal mis- servamos en este caso, incluyo aqut.a los adales- mo. Viven en el autorreproche aunque pueden Ile- ' centes de conductas antisociales, disociales, delic- “gar a “explotar” en crisis de irritabilidad y auto y he- | tivas de diverso tipo, agresivas, y a lds que presen- . teroagresiones. Fantasean con el suicidio, pero vis- 4 tan una rebeldia disfrazada-de ideologla. Todos lumbran un futuro, que no por temido es menos de- : ellos intelectualizan y racionalizan sti conducta y _geado. A veces consiguén estructurar una conducta les resulta diffcil aprender de la experiencia (lo que _mifstica, religiosa; que es utiltaria ~contrarlamente 2 ya los diferencia claramente de la ,adolescencia {a la del. adolescente normal- ya que buscan tras- ‘rormal). Constituyen las verdaderas legiones de los ‘cénder para compensar la pobreza interna que \trebeldes sin causa” aunque en su discurso la obje- _sienten en su mundo interno. Este es visto a veces idad y ta *logica” de sus actos peda parecer “** como tan malo, que sélo la. omnipotencia de la di- | convincente, Se delatan en lo patol6gico porlades-" _ vinidad puede redimirlos, y es asf que la buscan os- ) tructividad indtil, desproporcioriada, absurda y por | tentosamente. | ‘ | suformidable masoquismo, que llega A tener carac- tersticas obsesivo-compulsivas. 4) Ndcleo confusional. Una parte de la personali- ‘ i | dad no consigue més que discriminaciones parcia- 2) Niicleo Esquizoide, Se caracterizaipor el predo- les e incompletas, surgen confusiones, incapacidad de {a disociacién-que convive, permanente- _ de comprender y de discriminar. Hay hasta una es- mente con una frégil y tenaz relacién con el mundo pecie de “miedo a entender”. Es como si esé.ndcleo éxtemo. El sujeto parece indiferente, y de hecho lo | _sirviese como defensa contra una visién discrimina- : es en muchas circunstancias. Al mismo tiempo se | dade un mundo excesivamente amenazador, y que aferra a un amigo, un compafiero, su dbjeto.de inte- a través de la parte confusa puede ignorarse. Basi- 1s, trabajo, estudio, arte. Ve la realidatl consensual, camente es aqui donde vemos la iniciacién de los pero no le interésa entenderla mas queen lo minimo ya clésicos sindromes de.“difusi6n de identidad”™*, Que le permita vivir su realidad sin intetferencias,que |. diversos tipos de patologia sexual, eri general per- siente molestas. Es un solitario, a vetes taciturno, . versiones y crisis de desubicaci6n témporo-espacial = con un exacerbado riartisismo. En este nticleo esqui-_‘con'francas manifestaciones de angustia psicética, zoide se manifiestan también otras modalidades de porque se llega a tener la vivencia de desintegra- patologia mental adolescente, como las disociacio- cin, aunque al mismo tiempo consigue comuni- igs” m4 0 menos fu-, _carse de forma clara y alarmante esa vivencia que. nes de la personalidad, “Spli en un no-adolescente serfa aniquilante y llevaria al gaces de“despersonalizacién, fenémenos de pseu- doindiferencia que~te denuncian porque la “indife- ~ mutismo o a la alucinacién y al del renciat va dirigida hacia los otros, ‘mientras que fl e rnarcisismo reclama el maximo de interés de los otros 5) Nacleo. Neirotico. Aquf los mecanismos de hacia el sujeto. Nada les interesa {vera de sus pro- - defensa de cada individu se combinan de acuerdo pios intereses que procuran imponér alos demis. Al- con sus iposibilidades hist6ricas individuales en gunas manifestaciones-de abulia persistentetienen la __ - donde puede reconocerse el predominio de lo fobi- . misma estructura recién descrita, Id mismo que la di: “co, la histérico, lo-ansioso 0 lo hipocondrlaco. La J, sergia adolescente, manifestada por Un desgano!y . ianifestacién de-conducta es clara pero frégil, ré- falta de energias para todo que se dien forma pre- __pidamente mutable para una adaptaci6n a uria rea dominante, aunque puede esponténeamente que- -” lidad que exige. coparticipacién, aunque ésta va a brarse si las circunstancias frecen un tniniqo de... estar teriida con la goloracién neurética caracterié- atractivo especial y a veces ‘bastante singular, MU- <° tica de_cada sujeto.’ Lo Infantil de fa conducta chos casos de inadaptacién-social y/o escolar deben. " acompifia siempre a esta tipo de exprésion neuré~ pésquisatse a la Juz.de este nécleo patoldgico, que. tica,-en donde lo acitiado-queda en general, clara- puede llevar’ a un autématisme'tatdip, cvarido ndla ‘mente manifiesto. Podrlarrios decir que son cuadros. uunathebefrpnia de prondstico mucho mas severo.. __neuréticos de menor intensidlad,-duracién y fjeza. potoe Escaneado con CamScanner tne er etndnnnaeeenen anh En conclusién, plenso que puede darse un valor a la inferencia clinica manifiesta a través de'la con- ducta observable y la deducible dela historicidad del sujeto y su’manifestacién emocional, corporal y de conducta ya mas abarcativa del pensamiento la creatividad. 7 . Divetsos cuadros psicopatol6gicos de la adoles- cencia son combinacién: de sintomatoldgias que surgen de estos Nacleos Bésicos de estructuracién psicopatoldgica de la adolescencia, Considero que ademas de estos “niicleos” hay, durante la adoles- ccencia, un fondo estructural depresivo, una tenden- cia permanente a actitudes psicopa En general, los Nacleos a que he hecha referen- cia son estructuraciones transitorias ~muchas veces producto de defensas contra desestructuraciones Psicéticas-, pero intensas y marcantes, que pueden elaborarse o fijarse en estructuras patolégicas, més cristalizadas, mas rigidas y més éstables. Pueden ser también la base del “cardcter” adulto de ese adolescente, que asf también nos indicaré la linea patoldgica de menor resistencia en el futuro. Resumen Existen algunos trazos caractertsticos de la ado- lescencia que son perfectamente normales en todos los individuos de esta edad. Estudiandolos es posi- ble postular la existencia de un “Sindrome de la ‘Adolescencia Normal”, evitando de esta manera falsos diagnésticos de psicopatologta. La base psicodinémica de esta. cierta normal anormalidad-esté en la elaboraci6n de tres procesos de duelo bésicos: a) duelo por el cuerpo infantil, b) duelo por el papel o rol infantil y c) duelo por los padres de la infancia. Los mecanismos utilizados en esta elaboracién son de naturaleza psicopatica, y es por ello que ras- gos psicopaticos pueden ser detectados en el Sin- rome de la Adolescencia Nérmal, sin que ello sig- nifique que se estructure una personalidad psicop4- “ tica’ Una depresién riéderada acomparia el proce- so adolescente. La psicopatologla en la adolescencia debe ser re- visada y es necesario recordar que todas las entida- des’psicopatolégicas de los adultos puedén encon- trarse durante la adolescencia, pero a veces encu biertos por las caracteristicas tpicas de la adoles- cencian- , Hay también que considerar en forma spel / ‘necesidad de entender th psicopatologia socio-poll- tica, fuertemente relacidnada a ‘nuestro sistema so- ccio-econémico. Violentia, agresin, tanto .como suicldio y homicidio,'soi durante la adoleicencia nosologias psicopatolépicas bastante especificas, Qeben ser reccnocidas Eomo tales y tratadas Como « Comesponde. } El tratamiento debe rarse desde la psicd- farmacologfa, !a psicotetapia y las acciones sociales corresporidientes, | j Padres y/o sustitutos, tanto como instituciones so- > dlales deben considerarge para entrar en el proceso terapéutico. Asistencia terapia son acciones com- plementajias que necesftan complementarse. ' BIBLIOGRAFIA ' Kyoset, M. Psicopatologia de fa adolescencia. Bol. Psi quiat. (Sao Paulo), 7:7 531974, ?Levisxi, D. L. "Adolescéntia - Reflexdes Psicanaliticas*. Artes Médicas, P. A., 19941 + 3Kwone, M.A “Adolesct socials"” Noticias Psiquizr, Rio de Ja ete cept as 1985. | | ( |! Knoee, M. “Adolescent Pyeiny Today”, Cap. Xi, de Past Present ad Futurelof Psychiatry, Vol. 2:733. 75 A. Beigel etal. (Compls) World Scien. Publ fe, 1994, | Kndeet, M. “Delincuencia juvenil. Violencia y Homi dios", Cap, XXIV3, del litho: Manual de Medina de la ‘Adolescencia, pgs. 534-536; T.A. Silber etal-(comp.).O.. P.S,, Washington, D. C. 1992, 6 Knope, M. “La Psiquiat(, [a Universidad y la Soci dad": La Prensa Méd. Argentina (Buerios Aires), 58 (2 1396-1410; 1971. : 7 Kwonet, M. Orientacin Campinas, 1996. “:! Kuoael, M. *Psicosis en a Infancia yen la adolescen- cls", Rev. Argent. de Psichpedagogia, Buenos Altes, 40: 37-40; 1996. / #Knosel, M. “Laradolescedcia como experiencia clitica” = Arch. Crimin, Nevropsiguiat. y Disc. Coneras, Quito Xill (52): 501-511;,1965. | ‘ e 1Koeey, M. “a adolesckncia como personalidad mar- ginal” - Re Instituto ca faljuventud, Madrid, n® 17,25 de Junio, 1968. ™ Kyosa,yM. “Un enfogue Familiat, 2 namic de a psi 20- jal y su dplicaci6n en la bsiqulateta clinica y la medic 11 Féguo, 5, “Three Essayy.on the Theory of Sexuality” 31505); The Horgath Press) tondon, 1962, =. neue en reve stnio dea elu ela bb, Contiderada at la lz de los tristornos mentaes (1924), en Peicdindlsis gtinica, Hormé, Suends. Ares, pt Papirus, | Escaneado con CamScanner

You might also like