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HISTORIA DEL QUEHACER CIENTIFICO EN AMERICA LATINA Patricia Escandén + Patricia Aceves Alberto Saladino Garefa + Porfirio Garefa de Len Luz Fernanda Azuela + Ana Ma. Carrillo Beatriz Méndez Carniado Coordinadoras Patricia Escand6n Luz Fernanda Azuela UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO MExico 1993 EN BUSQUEDA DE UNA IMAGEN PARA EL MEXICO DEL SIGLO XIX PORFIRIO GARCIA DE LEON! Introduccién La geografia hist6rica "investiga, describe y explica las condiciones geogrificas de los paises, paisajes y pueblos de los tiempos pasados".” En este ensayo se tratard de hacer una breve resefia hist6rica del desarrollo de la cartografia en el México independiente en el siglo XIX, la cual refleja grificamente caracteristicas geogrificas de nuestro pais en esa época. Se afirma esto sin pretender, como sucedi6 en algiin momento en el pasado, considerar que los trabajos cartograficos constituyen el objeto de la geografia. Se hablaré brevemente de los antecedentes: las representaciones de tipo cartogréfico de la época precortesiana y los mapas coloniales, hasta llegar a los. de la centuria decimonénica y sus consecuentes en el siglo XX. El objetivo fundamental seré el anélisis somero del desarrollo de los trabajos cartogréficos realizados en ¢l territorio nacional durante el siglo Xx. Esta revisién sefialaré la importancia de estas actividades, que tuvieron como fun- damento Ia necesidad de cono j i arla, para establecer el espacio y limite dela nueva nacién independiente, para organizarla 1 Profesor de la Facultad de Filosofia y Letras y de la Esouela Nacional Preparatoria. 2. EsperanzaFigueroa {edit., Antologta de geografia histdrica moderna y contemporénea, Introd. Jorge A. Vivé, México, Universidad Nacional Auténoma de México/Colegio de Ciencias y Humanidades, 1974, (Lecturas Universitarias, 16), p. 19. 3 Gerardo Bustos, Libro de las descripciones. Sobre la visién geogréfica de la peninsula de Yucatén en textos espaiioles del siglo XVI, México, Universidad Nacional Auténoma de ‘México/Instituto de Investigaciones Filoséficas, 1988, p. 30. Si) territorlalmente en estados, o departamenton, cantones, municipios, ete, Era Hecesario conocer lo que tenfamos, situarlo geogritican Y aprovecharsus recursos y, una vez siendo conscientes de su valor, defenderlos de las asechanzas y rapifias extranje le ensayo se intenta hacer un poco d sobre la cartografia mexicana, intimamente vinculada con otras disciplinas cientificas: geografia, geodesia, topografia, estadistica. El desarrollo de dichas ciencias en este periodo se asocia de manera estrecha 4 fin de explotar a la satisfaccién de necesi e i fuente permanente" de su progieso. Por otro lado, los productos cartograficos Son medios de comunicacién ¢ informacién que se elaboran fundamentalmente para ser utilizados en un sentido préctico. De su confrontacién con Ia realidad dependerd el que se considere suficiente 0 completo a un producto de esta naturaleza, o que surja el requerimiento de actualizarlo, modificarlo o desechar- lo. Aceptamos con John D. Bernal que siempre se da una relacién entre Ia historia, la ciencia, y la vida en sociedad; que existe permanentemente una interaccién reciproca entre ciencia y sociedad y que para entender esas relaciones es necesario conocer la historia. "En la ciencia més que en cualquier otra institucién humana es necesario investigar el pasado para poder comprender el presente y dominar el futuro". Vale la pena asentar que un mapa es una representaci6n plana simplificada y selectiva de toda o de una parte de la superficie terrestre. Los mapas se Constituyen utilizando una relacién o escala que permite representar un objeto reduciendo sus dimensiones reales. La concepci6n, preparaciGn y realizacion de los mapas es el objeto de la cartografia, la cual comprende "... el conjunto de estudios y operaciones cientificas, artisticas y tenicas que interviene, a partir de los resultados de las observaciones directas 0 de la explotaci6n de una documentacién, en cl establecimiento de mapas, planos y otras formas de expresién, asi como en su utilizacién".° Entre los elementos "cientificos" de un mapa estén los siguientes: escala, latitud, simbologfa, longitud y proyeccién. En cuanto a los "materiales empleados” éstos pueden ser: papel, pergamino, grabados en madera, cobre, piedra, etcétera.® 4 ohn D. Bernal, La ciencia en la historia, version castellana de Bli de Gorter, México, Universidad Nacional Auténoma de México, 1959, p.25. $ Definicién adoptada por una comisidn de la Asociacién Cartogréfiea Nacional reunida en la Nesco (Paris, 1966) citada en: Fernand Joly, La cartografia, Barcelona, Ariel, 1979, p. 4. 6 Maria Cristina Troviio, "Cartogeafia en la Nueva Espafa’ en: Seminario de carbvorafia hist6rica, México, Secretaria de Programacién y Presuptesto, 1982, p. 25. Alreferimos la historia, podemos considerar tal concepto en cuando menos dos acepeiones; de acuerdo con el Dr. Alvaro Matute: "..entendemos que la historia es el acontecer, la realidad en Ia cual vive el hombre, el conjunto de acciones humanas realizadas en el tiempo y en el espacio [...] historia es también la disciplina que estudia dicho acontecer o que narra las acciones humanas de otra época.’ De éstas, la segunda se acerca més a nuestro propésito, nae también aceptamos que pasado y presente conforman, una unidad indi ble le la historia y que siempre se da una relacién entre la historia, la ciencia y la win en sociedad. Ya que la ciencia no existe por si misma, sino en una socieda determinada, en un lugar y en una 6poca definidos. a Moreno Toscano y Florescano postulan que "... la historia produce el espacio..." y que éste va conforméndose de acuerdo con "... los ritmos de las relaciones de dominio y dependencia que marcan su historia [..] todo espacio conereto es el resultado, a la vez, de los nuevos determinantes sociales que se desarrollan en su seno y de las formas cristalizadas del espacio histéricamente construido..."8 De esta idea basica se parte para estudiar el desarrollo y la organizacién general del espacio en el pais. Aunque yo agregaria que esas relaciones de dominio son fundamentalmente de orden econémico-social, y también politico. Antecedentes cartografico-histéricos México tiene una gran radici6n cartogrética; los pueblos aborigenes tenfan su propia cartografia antes del descubrimiento europeo de América. aa ia tgs mexicano descibin el entomo gogrfio de manera reaita mediante pictografias, utilizanda sfmbolos en los manuseritos, grabados en madera, iedra, etcétera. : be errs las representaban con los glifos corespondientes; Ios rfos con lineas paralelas y huellas de pies desnudos, asf como las montafias y voleanes; la vegetacién y la fauna con las respectivas figuras de magueyes, nopales, venados, coyotes, etcétera. ix is fa de fuentes e interpretaciones Matute [comp.}, México en el siglo xx antologia de fuentes ¢ in i feo WMlico, aiversidad ‘Nacional “AutOnome. de Méxio, 1984 (Lecturas Universitarias, 12), p. 13. nen is ji scan," espacial Parque Florescan y Alejandra Moreno Toseano, El secorexiero y In organzacin espacial rial de México (1521-1910) en James W. Wilkie fal, Contemporary Mesico, Papers ofthe 1V Intenational Congress of Mexican History, Berkeley-México, University of Californi Press/Bl Colegio de México, 1948, p. 177. 9 Bustos, Op. Cit, p. 29-30. 59 Para los cartégrafos del siglo XVII se presentaba como un nuevo reto mejorar Jas representaciones del interior del pais. Los contornos de las costas, de una t otra forma, habfan sido delineados, faltaba ahora adentrarse en el continente. Por tierra habfa tanto 0 més que descubrir, En las representaciones de dreas pequefias disminuye la influencia indigena, se divulga el empleo del cfrculo como signo convencional para representar poblaciones, desaparecen los pies descalzos y las herraduras en los caminos, y Se usa con bastante frecuencia la escala (pitipie) en leguas. Varios mapas locales son una especie de cuadros en los que las eminencias del terreno y los edificios Se reproducen en perspectiva. Como se trata de levantamientos pequeitos, casi nunca surgia la necesidad de la proyeccién 0 de las coordenadas geogrAficas, por lo que quedaban como representaciones aisladas y no relacionadas entre si. Sin embargo, los litigios por tierras en las zonas rurales dicron lugar también a la claboracién de mapas muy precisos. Légicamente, sitios como las principales ciudades de espaiioles, puertos 0 freas de interés politico 0 econémico fueron objeto de importantes esfuerzos cartogrificos. En el Valle de México el problema del desagiie se atacé durante todo el siglo, para lo cual se requirié preparar cartas del valle y sus vecindades. Un avance significativo en la cartografia novohispana del siglo XVIl es sin duda el Mapa General de la Nueva Espaiia, "el primero hecho en México por un mexicano", el célebre poeta, fildsofo, historiador, anticuario, critico, matemético y cosmégrafo don Carlos de Sigiicnza y Géngora (1645-1700). Bl mapa no Ileg6 a imprimirse. Durante esos cien afios se llevaron a cabo exploraciones de reconocimiento en el norte del pafs. Al finalizar la centuria se habfan colonizado, en todas direcciones, grandes espacios de ticrra en una superficie inmensa. En el siglo XVII empieza a formarse una conciencia de la necesidad de descubrir el pais, su riqueza natural y cultural por medios cientificos, basados en el uso de la raz6n para conocer Ia realidad y no como mero instrumento especulativo. Sobre todo en el tiltimo tercio de este siglo y simulténeamente con importantes avances econdmicos, tuvo su auge la produccién cartogréfica; se cultivé la ciencia y se le aplicé al estudio de los problemas nacionales. Los ‘mexicanos se pusicron en contacto con investigadores de varios paises europeos y sus nuevas concepciones cientificas significaron una emancipacién intelectual que sirvi6é como antecedente a la emancipaci6n politica. En la cartografia se dan dos tendencias: una, la holandesa que buscaba la belleza y la comercializacion de sus mapas; la otra, la francesa, que perseguia la precisién y la objetividad en la informacién cartogréfica: hasta en los mapas se reflejé el espiritu de la Edad de la Raz6n. Se abandona en ellos la representacién de figuras mitolégicas, Ieones, monstruos, grandes r6tulos y adomos; a cambio, se establece el rigor Para la historia de la cartograffa, se inicia la centuria con los viajes del célebre jesuita Kino, quien exploré el noroeste de México, determin6 posiciones astron6micas, proporcioné materiales para la carta de la region publicada en 1702 probé que la Baja California era una peninsula y no una isla. Pero a pesar de todo esto y de la existencia de muchos documentos antiguos, todavia transcurrié tiempo para que se aceptara este hecho. 2 EI océano Pacifico vuelve a ser recorrido por diversas embarcaciones; muchas de ellas parten del puerto de San Blas (en donde se forma el departamen- to maritimo de San Blas), reconocen y descubren accidentes y litorales, y sus pilotos levantan planos tomando como meridiano de origen el que pasa por el mencionado puerto. : La figura central del movimiento cientifico que se desarroll6 en nuestro pais en el Giltimo tercio de este siglo fue José Antonio Alzate, que se dedicé al estudio de las ciencias naturales y de Ia filosofia, asf como a la divulgacién y defensa de los descubrimientos y progresos de la ciencia modema, En 1768 publicé en Paris cl "Nuevo Mapa geographic de la América Septentrional perteneciente al Virreynato de México" que fue conocido en la Nueva Espafia en 1792, Alzate utilizé como base el mapa de Sigiienza, lo corrigié y le agreg6 datos recopilados de diversas fuentes. Destacan también los trabajos de Joaquin Velézquez Cirdenas de Le6n, Mamado por Humboldt "el ge6metra més sefialado que ha tenido la Nueva Espafia desde la época de Sigilenza". Velazquez de Le6n fue el primer novobispano que observé los satélites de Jépiter, con lo que pudo determinar en 1771 [a longitud de la ciudad de México. En 1772 elaboré una Carta General, que sefialaba la ubicacién de los reales de minas. A mediados de 1774 realiz6 una triangulaci6n topogréfica entre Ecatepec y Tula, "..5¢ le supone el primer trabajo de esta indole Hevado a cabo en nuestro pats..." En 1779, por orden del virrey Bucareli y para indicar la divisién del virreinato y de las provincias intemas, Miguel Constanz6 elabora la "Carta 0 mapa geogréfico de una gran parte del Reino de Nueva Espaiia”. El virrey conde de Revillagigedo encargé a Carlos de Usrutia el "Plano General de la Mayor Parte del virreinato de la Nueva Espaita" terminado en 1793. En su elaboracién aproveché los planos de las divisiones politicas ordenadas por Bucareli, los propios del conde y los del censo de 1791. 10 Jorge L. Tamayo, Geografia general de Mérico, 2a ed., México, Instituto Mexicano de Investigaciones Econémicas, 1962, I, p. 62. 61 HI istmo de Tehuantepec también fue objeto de estudio de es época, pues buseaba una ruta interocednica. Crame en 1774 y del Corral en 1776 realizaron planos y exploraciones con resultados negativos para tal bésqueda. Las cartas generales fueron precedidas por la elaboracién de una multitud de mapas regionales y locales, en cuya factura contribuyeron las autoridades civiles, los particulares y el clero. Los obispos y las érdenes religiosas necesitaban planos para seftalar sus divisiones provinciales, sus misiones y curatos, ete, Por tal raz6n, se desarroll6 un tipo de cartografia especial, con una toponomsa muy rica, puesto que seaspiraba a representar a todas las poblaciones bajo cierta jurisdiccién eclesidstica. Los trabajos geogréficos en el siglo XViIL se multiplicaron; sin embargo, su circulacién era dificil, faltaban buenos grabadores y su impresi6n era muy costosa. Cuando para poder competir con las potencias europeas, el gobierno espaiiol de los Borbones se vio obligado a abrir sus dominios al comercio internacional, propicié con ello la introduccién de ideas y conocimientos cientificos a Espafia y sus colonias. Asf, el fomento de la "ciencia moderna" en el tiltimo tercio del siglo XVIII fue impuesto por condiciones econémicas y politicas. En la Nueva Espaiia se establecieron instituciones de ensefianza laica, como el Colegio de las Vizcainas y la Escuela de Cirugia, donde se desarrollaron conceptos Tacionalistas como la discusi6n libre y 1a necesidad experimental de partir de Jos hechos y volver a ellos para verificar las conclusiones establecidas.!' De estas fundaciones, la més significativa para nuestro ensayo y para el desarrollo de la ciencia moderna fue el Seminario de Mineria, en el que "profesores seculares" ensefiarfan "Ciencias, Matemdticas y Fisica Experimental...”.!” Los primeros profesores designados en 1792 fueron los de matemiticas, francés, dibujo de figuras y dibujo de planos lineales y geogrdficos. Después se establecerfan las clases de fisica, mineralogfa, geologia, quimica, metalurgia, légicay_geografia. Fue considerado como la primera casa de la ciencia de México,'? pues se constituyé en el principal centro de desarrollo y difusion de la ciencia moderna; sirvié para que aumentara la entrada y la circulacién de libros y, por tanto, la introduccién de nuevas ideas. Pero ademas de la creacién del Seminario, se hicieron observaciones y experimentos mediante la utilizaci6n de aparatos, instrumentos y laboratorios; con ello, se estimuld fa actitud racionalista que se enfrentaba decididamente al escolasticismo imperante. LL Elide Gortari, La ciencia en ta historia deMéxico, México, Editorial Grijalbo, 1980, p.247-251. 12 Jorge L. Tamayo, Breve reseria sobre la Escuela de Ingenieria, México, Armando Escanero, 1958, p. 28. 13 José Joaquin Izquierdo, La primera casa de la ciencia en México. El Real Seminario de Minerta (792-1811), México, Ediciones Ciencia, 1958, p. 28. 62 Todo ello influyé en la educacién general de México y, sin embargo, su repercusién més importante se dio en el plano ideolégico como contribucién al pensamiento revolucionario; no en balde, del Colegio de Mineria en esa época egresé la generacién més significativa y brillante de toda su historia, la de los mineros que lucharon por la libertad: Jos€ Mariano Jiménez, Casimiro Chovell, Ramén Fabie, Vicente Valencia y Rafael Dévalos; todos héroes de la inde- pendencia nacional. La ciencia moderna ‘Agriet6 iremediablemente los cimientos de la autoridad eclesitistica y desaté la revolucién que nos ha trafdo el descubrimiento y la Cconviccién cierta de que en 1a naturaleza no existen situaciones privilegiadas y, por ende, de que los privilegios sociales son destruc- tibles por Ia accién del hombre, ya que no estén ligados de manera ineludible, ni menos son intrinsecos a la naturaleza humana.” Siglo x1x, Los inicios Desde las postrimerias de la pasada centuria, en México empezaron a darse cambios en la sociedad colonial; era la época de 1a Ilustracién, estaba reciente la Revolucién Francesa, las colonias inglesas de Estados Unidos se habfan independizado, se iniciaba la revolucién industrial en Buropa. En el campo de la ciencia, el espiritu moderno acabé por imponer dos cambios basicos en Ia orientacién de la investigacién cientifica: la indagaci6n directa en los procesos de la naturaleza por medio del experimento, y el desarrollo de la explicacién racional de tales procesos. Esto sirvi6 de estimulo para un amplio movimiento de discusi6n, primero de las cuestiones filoséficas, luego de las histéricas, cientificas y socialcs, y, por tltimo, de las politicas. Estas circunstancias conducirfan, finalmente, a la revolucién de independencia. ‘A su llegada a México, en 1803, Alejandro de Humboldt encuentra en los medios intelectuales ese espiritu moderno de la ciencia del que hemos hablado. Durante su estancia efectué expediciones que lo llevaron de Acapulcoa México, deaquia Pachuca y Real del Monte y luego alos actuales estados de Guanajuato, Michoacin, México, Puebla y Veracruz, sitios todos donde realiz6é obser- vaciones y medicines. Para la determinacién de posiciones geogréficas hizo observaciones astronémicas y barométricas. En su Carta General de la Nueva Espaita utiliz6 142 posiciones astronémicas, 36 de las cuales se deben a él mismo. Una la efectué en lo que fue, hasta hace poco, la Biblioteca Nacional en ¢l antiguo 14 DeGortari, Op. Cit, p. 231. 63 convento de San Agustin, Tanto en esta carta como en todos sus trabajos, utiliz6 datos provenientes de exploraciones y estudios hechos con anterioridad en México, especialmente los de Alzate y Velazquez de Ledn, Humboldt también recogié datos sobre aspectos geogrificos (extensién y forma del territorio, orografia, hidrologia, climatologia), estadisticos y demograficos, econémicos (agricultura, minerfa, manufacturas, comercio), politicos y sociales. Con las investigaciones e informes recopilados elabor6 su Ensayo politico del reino de la Nueva Espana, publicado en Paris en 1808 junto con el Atlas Mexicano que contiene 20 mapas. La Carta General, el Perfil del camino México-Acapulco y México- Veracruz, el Mapa del Valle de México, y otros contenidos en el Atlas sirvieron de base para la mayorfa de los trabajos cartogréficos posteriores sobre nuestro pafs, realizados en Europa durante el resto del siglo. El Ensayo ha sido considerado como el "acta de nacimiento de Ia nueva naci6n", significé el reconocimiento mundial dela Nueva Espaiia y su encuentro con la sabiduria ilustrada. Era el redescubrimiento de México que Humboldt realiz6 para los europeos y, en buena parte, para los mexicanos. Jorge A. Vivé Jo denominé el fundamento de la geografia regional moderna y el prototipo de Jas obras de carécter regional en materia geogrifica. Por sus obras y sus métodos de investigaci6n, se considera a Humboldt y a Ritter como cteadores de la geografia moderna. El barén de Humboldt fue uno de los primeros en valorar el arte mexicano antiguo como expresién de una cultura diferente a la occidental. Por ello, se empeiié en que se desenterrara la estatua de piedra de la Coatlicue. La vision sobre México, expuesta en su Ensayo politico, contribuyé a fortalecer la conciencia nacional, alenté 1a independencia y sirvié como orientadora de Ja vida republicana. En los mapas de las postrimerfas del periodo colonial los contomos litorales y la simbologia han mejorado, no asf el trazo de Jos rios y la orografia, cuya representacién era dificil y cuyo conocimiento era escaso. Los mapas de Humboldt fueron los primeros en afrontar seriamente el problema del relieve y los que mas se acercaron, en su época, a una imagen no demasiado errada de la configuracién orogréfica del pais. El recurso grafico que emple6 fue el que por entonces se usaba en Europa: el sombreado, por hachuras o trazos, més obscuro mientras mayor fuera el declive. Las curvas de nivel, utilizadas originalmente en cartas con sondeos marinos, apenas se empezaban a aplicar en mapas topogréficos eurapeos de 4reas bien estudiadas. La larga tradicién cartogréfica mexicana se sirvié también de los co- nocimientos del mundo contempordneo y, a su vez, aporté algo a Ja ciencia universal. La cartografia es, en mi opiniGn, una ciencia acumulativa que rrores cometidos anteriormente para , cada dia mas aproximadas, de la aprovecha los conoeimientos y aun | construir 0 reconstruir nuevas imagen realidad. La cartografia mexicana del siglo xix Nace México como estado independiente y con ello la necesidad de conocer sus caracterfsticas fisicas, configurar su forma y sus fronteras. En 1822 se crea un cuerpo de ingenieros militares bajo la direccién de Diego Garcia Conde, quien, con Tomés R. del Moral, intenta en 1828 formar una carta general; Ja tentativa se repite en 1833 y en 1839, al organizarse la Comisién de Estadistica Militar, predecesora dela Sociedad Mexicana de Geografia y Estadistica. Desde el punto de vista econdmico, el conocimiento de los puertos era indispensable, ya que de sus aduanas provenfan importantes ingresos. El primer presidente de la Republica, Guadalupe Victoria, merece un lugar distinguido en la historia de la cartografia, pues entre sus primeros actos de gobierno en 1825, s esté la adquisiciéa y composicién de una serie de cartas levantadas por la marina espafiola a fines del siglo XVIII y principios del XIX, la del "Portulano de Ta América Septentrional", con 112 planos de puertos, y la memoria descriptiva "Derrotero de las Islas Antillanas de las Costas de Tierra Firme y de las del Seno Mexicano". A pesar de que la nacién estaba en formacién, con todos los problemas inherentes a este proceso, entre 1822 y 1863 se levantaron mapas de casi todas las entidades federativas, algunos de ellos en respuesta a leyes 0 decretos estatales. Muchos aparecicron publicados en el volumen I del Boletin de la Sociedad Mexicana de Geografia y Estadistica. Esto obedecfa al debilitamiento econémico y politico del gobierno del centro frente a la fuerza adquirida por los estados 0 regiones.!® Entre estos levantamientos destacan los de José Maria Narvéez que abarcaron a Colima, Jalisco y Zacatecas en 1824 y a Sinaloa, Alta ja California en 1832. : ee R. del Moral también impuls6 trabajos regionales; en 1828 hizo la carta del estado de México que entonces comprendfa la mayor parte del territorio de los hoy estados de Guerrero, Hidalgo, Tlaxcala, México y Morelos. Mapa apoyado en una red de triangulaci6n y elaborado con el mayor rigor cientilico. Hizo ademés la carta del Distrito Federal. En 1852 publicé la primera Geodesia i éxico, Guadalajara, fanuel Or Berta, Apuntes para la historia de la geografia en México, 15 pnundo Aviga editor, 1973 (Caleclén Biblioteca de facsiniles mexicanos, 8) p. 421. 16 Florescano, Op. Cit, p.75. 65 editada en México, de la cual fue el mas activo tedriee y divulgador, Posible= mente haya sido l primero que en nuestro teritorio apticd los mejores métodos de su época en gran escala,! Resulta interesante advertir que, durante gran parte del siglo, la cartografia da testimionio de los cambios ocurridos, pues queda en ella el registro de intendencias, provincias, estados y departamentos de un pais que fue tanto reptiblica como imperio; asi como las divisiones politicas originadas en constituciones, leyes, invasiones 0 segregaciones, En 1827 Mier y Terdn fue puesto al frente de la Comision de Limites en el noreste, limites, por otra parte, que Estados Unidos no reconocia. De estos trabajos se obtuvieron los mapas de los estados de Nuevo Leon y Tamaulipas. Federico Widner elaboré varios mapas entre 1857 y 1864, entre ellos un plano fotogréfico catastral de la ciudad de Victoria, Durango y la Carta General del Estado de Sinaloa, en la que se incluyen otras cartas, como la Etnografica Lingtiistica; la Carta Geondstica det estado de Nuevo Le6n; Planos y perfiles de minas, Juan I. Matute levanté el plano del estado de Colima en 1863. La comunicacién entre el Atlantico y el Pacifico a través del continente también fue buscada durante este siglo, Humboldt la propuso por el istmo de ‘Tehuantepec. El estado de Veracruz nombré una comisién que obtuvo un plano de esta regién en 1825. Casi simultneamente, el presidente Victoria dio una comisién a Obregoso, quien Ievanté el primer mapa del istmo "que merezca alguna confianza". Posteriormente se hicieron trabajos a instancias de Garay, que formé una comisién dirigida por Moro, cuyos resultados fueron publicados en Londres en 1844, en un libro que incluia cl mapa general del istmo, el del curso de Coatzacoalcos, un mapa geoldgico y otros dos mas. En 1847, en el transcurso de la guerra, la marina norteamericana levant6 wn plano del rio Coatzacoalcos. En las negociaciones de paz Estados Unidos pretendié adquirir el istmo. Poco después, se organizé una expedicién nor- teamericana que efectué los primeros estudios para el proyecto de construccién de un ferrocarril, cuya memoria fue publicada en Nueva York en 1852, con el nombre de The Isthmus of Tehuantepec: Being the Results of a Survey for a Railroad to connect the Atlantic and Pacific Oceans. Los intereses econémicos y politicos determinaron la necesidad de realizar estos estudios y levantamien- tos. Como consecuencia de Ja invasién norteamericana y de los tratados derivados de ella, Guadalupe-Hidalgo y la Mesilla, las tres comisiones mexicanas de Limites entre México y Estados Unidos que sucesivamente funcionaron entre 1848 y 1856 realizaron los levantamientos geograficos mis 17 Tamayo, Geografia... p. 74. 66 cfectundos hasta entonces en el pais. En el articulo quinto del Tratado de Guadalupe-Hidalgo se estipula la utilizacién de dos mapas para fijar los nuevos limites de los "Estados Unidos de México", uno editado por Disturnell en Nueva York en 1847 y el otro, el plano de San Diego de Juan Pantoja, publicado en Madrid en 1802. El Instituto Nacional de Geografia y Estadistica, que se transform6 después en la Sociedad Mexicana de Geografia Estadistica (6MGE), nace el 18 de abril de 1833 y es la mas antigua de nuestras sociedades cientificas, con 159 aifos de existencia. Durante este lapso ha apoyado la investigacién y ha congregado en su seno a insignes hombres de ciencia. Una de sus principales funciones fue formar la Carta General de Ia Repiblica, Ia cual terminé en 1850, asf como el Alas y Portulano compuesto de 36 cartas, ambos inéditos. Interesante y aleccionador resulta conocer las aventuras y vicisitudes de esta primera Carta General, de acuerdo con la Resefia histérica de la SMGE que hizo Enrique de Olavarrfa y Ferrari. En 1828-1829 se nombr6 una Comisién que "wentendiese de esa suprema necesidad y que poco pudo adelantar, pues se ocupé esencialmente en reunir los indispensables datos...". Posteriormente, una Comisién distinta, en la que figuraban Obregoso y Garcia Conde, presenté otro trabajo que, por sus errores, se mand6 reformat. La recién creada Comisién Estadistica Militar (1839) "... formé a su vez una nueva [carta] que no exenta de defectos, result6 muy mejorada: de ella hizo Garcfa Conde una simple reduccién que sin derecho alguno se apropié..." Al requerirsele que devolviera la carta, éste informé que se habia perdido en un naufragio, pero se comprometié a formar otra con miembros de Ia Comisién. "Asi se hizo en efecto, pero una vez:mais fue preciso reformularla, hasta llegar por dltimo a ser presentada la que con aprobacién del Gobierno se habfa enviado a los Estados Unidos..." para su publicacién,!® No se pudo pagar "el exorbitante precio de cincuenta y dos mil pesos" que costaba la edicién, y se decidié enviarla a Londres, a pesar de los peligros que entrafiaba el viaje maritimo, como los del mencionado naufragio que ya antes habfa padecido "la tan querida Carta General, en su viaje de Veracruz a la Repiiblica vecina, [cuando] estuvo siete horas bajo el agua".!? El material legé a Londres en agosto 1852, pero ahora cl presupueto de publicacién ascendfa a sesenta mil pesos, raz6n por la que se determiné mandarla a Paris, donde los resultados tampoco variaron. De ahi pasé nuevamente a Estados exten 18. Enrique de Olavarria, La Sociedad Mexicana de Geografia y Estadistica, Resefia hist6rica, México, Oficina tipogeafica de la Secretaria de Fomento, 1901, p. 58. 19. Olavarria, Op. Cit, p. 64. 67 Unidos, donde, junto con el Atlas Portulano, estuvo en "un rincén del Consulado de Nueva York"; para abril de 1855 ya se habfan depositado estos materiales en el Banco de América de esa ciudad para protegerlos de los incendios.”° En 1857 ambos llegaron a México en dos cajones, y se resolvié que "se mandara barnizar con mucho esmero la Carta General de la RepGblica levantada por esta Sociedad en 1850, y se colocara en el salén de sus sesiones". Como epflogo a su narracién, Olavarrfa, en un lenguaje pomposo propio de su época, narra la historia de la Carta, que entre 1850 y 1864 fue y vino de América a Europa y viceversa, siempre inédita .. en venerable original descubrémonos ante su amarillenta faz arada por las arrugas de su anciana existencia, y disculpemos sus errores y defectos y su candidez {...] Esa Carta General de la Repiblica en 1850, es la anciana madre de cuantas cartas la han sucedido, y para hacérsenos mds interesante luce atin las primitivas vestiduras de la infancia de nuestra ciencia geogrdfica. Merece nuestro carifio por nifa y abuela... El ingeniero Antonio Garcfa Cubas publicé en 1856 el Atlas Geogréfico Estadistico e Historico de la Repiiblica Mexicana, que consta de 29 mapas geogrificos de las entidades federativas y dos cartas generales originadas en la Sociedad. El trabajo es fundamentalmente de recopilacién de materiales de la Sociedad de Geografia, de la Secretaria de Fomento y de otras numerosas fuentes. En 1861 Garcfa Cubas publicé una carta a escala 1:2 000 000. De él mismo es el Atlas pintoresco e histdrico de los Estados Unidos Mexicanos, publicado en México en 1885. Esté compuesto de trece lminas referentes a divisiones politicas, etnogrificas y eclesidsticas; vias de comunicacién, hidrografia, agricultura, minerfa, instruccién piblica, arqueologfa, historia y otros, Cada ldmina esté ilustrada con una serie de bellas cromolitografias. En 1856 la Comisién del Valle de México; comenz6 sus trabajos con la pretensi6n de hacer un atlas de historia y geografia antiguas; geologia, ecologia, boténica, estadistica y "las cartas geol6gicas y geodésico-topograficas del Valle de México". Sus principales productos cartograficos fueron el plano topografico del Distrito de México y la Carta Hidrogréfica del Valle de México. Para realizar estos levantamientos bajo la direccién de Francisco Diaz de Covarrubias, se hizo en la Repdblica la primera triangulacién que puede considerarse geodésica por la longitud de sus lados y la precisi6n con la que se midicron los éngulos y la bases, de manera que constituye, segiin el ingeniero Bustamante, "el primer 20 Ibid, p. 74. 21 Ibid, p. 80. 22 Ibid. p. 96. 68 intento de la geografla mexicana en cuanto a la aplicacién de procedimientos cartogrificos a la representacién del territorio" Estos trabajos fueron ligados con los de la Comisién Cientifica de Pachuca y sirvieron de fundamento para la Carta General del Imperio Mexicano, preparada por Manuel Orozco y Berra en 1865 con la nueva divisi6n politica planeada por el efimero régimen de Maximiliano, También de Orozco y Berra son la Geografia de las Lenguas y la Carta Etnogrdfica de México, publicadas en 1864. Posteriormente, en 1881, este autor edita sus Apuntes para la historia de la geografia en México, que contituye la obra fundamental en que se han basado la mayor parte de los investigadores de la historia de la geografia y la cartografia cn nuestro pais en general, y el presente ensayo, en particular. La demarcacién de limites internacionales result ser una excelente escuela para la formacién de cartégrafos; de ella saldrfan algunos que, como Agustin Diaz, desempefiarfan un papel muy importante en la cartografia mexicana. Por otro lado, las empresas de colonizacién, las concesiones mineras y la construccién de lineas de ferrocarril motivaron la elaboracién de mapas y planos técnicamente avanzados. Sin embargo, el desarrollo de la cartografia reclamaba cada vez mas recursos, equipo, personal y el empleo de complejas técnicas. No era posible avanzar sin un amplio apoyo gubernamental. En general, la cartografia del siglo XIX en todo el mundo empez6 a caracterizarse por estar enmarcada dentro de grandes proyectos nacionales. Por otra parte, hasta la época de consolidacién del gobierno federal se dieron las condiciones y la necesidad de emprender tareas de esta envergadura. Antes de este con- dicionamiento externo a la cartografia, un proyecto nacional de esta naturaleza no era factible ni necesario. El general Vicente Riva Palacio, como ministro de Fomento, creé en 1877 una Seccién Cartografica que encabez6 Agustin Diaz. con el propésito de formar una carta general de la Reptblica mediante La utilizaci6n de las cartas que hasta esa época se habian publicado. En vista de la escasez y deficiencia de las fuentes, el ingeniero Diaz presenté un proyecto que consideraba emprender trabajos de campo. Este, previa aprobacién del presidente, se mandé al Congreso que expidié el decreto del 15 de diciembre de 1877, por virtud del cual se creé la Comisién Geogréfica Exploradora, que fue la primera dependencia del gobierno federal dotada de a organizacién y elementos necesarios para la elaboracin de una cartografia nacional. Esta institucién, cuya sede estuvo en Jalapa, Veracruz, tuvo 36 aftos de existencia, pues desaparecié en 1914. Durante este periodo emprendié la ampbiciosa tarea de editar la Carta de la Reptiblica Mexicana, a la cienmilésima con curvas de nivel a cada 50 metros, empleando la proyeccién c6nica de Bonne. Sélo se publicaron 197 hojas, que cubren el 21% del territorio nacional. La 69 Comisién publicé también mapas a la escala 1;500 000 de los estados de Puebla, San Luis Potos{, Tlaxcala, Nuevo Leén y Morelos. Y 252 planos de poblados de los estados de Sonora, Chihuahua, Nuevo Leén, Tamaulipas, Puebla y Veracruz,” A partir de 1872, con el inicio de la construccién de los ferrocarriles y el renovado interés por las minas mexicanas -ambos rubros abarcados, principal- mente, por empresas norteamericanas- se dio un gran impulso a las ex- ploraciones geolégicas y mineras y, por tanto, a la claboracién de cartas y mapas geolégicos, la mayorfa de ellos publicada en el extranjero. En 1866 se establecié la Comisién Geolégica de México que preparé cartas, mapas, secciones, colum- nas de corte, etc, Con motivo de la Exposicién Internacional de Paris en 1889, la Comisién elaboré el bosquejo de una Carta Geoldgica de la Reptblica Mexicana, una Carta Minera de la Repdblica mexicana y la Carta de los meteoritos de México. Por entonces surgié también Ia iniciativa de crear el Instituto Geolégico de México, establecido en 1892. La Carta Sismica de la Repiiblica Mexicana se publics también en este diltimo afio y fue formada por F, de Montesus de Bailore, luego revisada y completada por Pedro C. Sénchez y Manuel Rangel. De nuevo, el avance cientifico esté aqui claramente ligado a necesidades de tipo econdmico: a las explotaciones mineras y a las exigencias del transporte. En 1899 se funda la Comisién Geodésica Mexicana, afiliada a la Asociacién Geodésica Internacional. México acababa de aceptar colaborar con Canada y Estados Unidos en Ia determinacién de la longitud del arco del meridiano de 98° W de Greenwich. Los trabajos, bajo la direccién del ingeniero Anguiano, se iniciaron en 1901; merced a ellos se logré la liga con la triangulacién norteamericana en 1916. La longitud de la porcién del arco dentro del territorio nacional es de 1 100 kilémetros y la triangulaci6n que se construy6 para determinarla cubre una drea de 80 000 kilémetros cuadrados; ademés, se ejecutaron otras triangulaciones geadésicas ligadas a la primera, la del paralelo de México y la del estado de Hidalgo. Todos estos trabajos sirvieron de apoyo y se tornaron indispensables para los extensos levantamientos cartogrificos que, en cl nivel nacional, realiz6 la Comisién Geografico-Exploradora, una de las instituciones cientificas més importantes del siglo XIX. Resulta interesante constatar que la labor cartogrdfica del siglo XIX pudo realizarse en el pais a pesar de las condiciones imperantes, tales como nos las pinta el ensayo atribuido a Mariano Otero: una sociedad dividida por los més 23 Bernardo Garcia Martinez, "La Comisién Geogrdfico-Exploradora" ea Historia Mexicar Vol. x20, abril unio de 1975, p. 342-555. ere ree 70 opiestos y encontrados intereses, después de la lucha de independenci signifies "...afios de sangre, devastacién y ruina para las clases productora y los inicios de vida independiente en los que ensayaron "todas las formas de gobierno", sin que se emprendicran "las grandes reformas que reclama la civilizacin de la época".”* No obstante pues, en los primeros afios, cuando no existe un gobierno fuerte y cuando los grupos regionales de poder compiten con el centro y establecen verdaderos cacicazgos y feudos, se producen numerosas representaciones cartogréficas de estados y departamentos. No fue posible elaborar una cartografia producto de un proyecto nacional hasta antes de la consolidacién y triunfo de la Repéblica y del establecimiento de un gobierno central poderoso. También me parece importante destacar el valor testimonial de los mapas y cartas que registran las luchas entre federalistas y centralistas, entre los par- tidarios de la Repiblica o del Imperio, las guerras de conquista, la segregacién de tertitorios, la ereccién de nuevos estados, la vigencia de cédigos, leyes © constituciones que sefialaban determinados tipos de divisiones politicas, los tratados internacionales que fijaban fronteras, los intereses econémicos prevale- cientes que, en ciertas épocas, requirieron de apoyos cartogrificos con fines estratégicos, bélicos 0 econémicos: explotacién de minas, construccién de ferrocarriles 0 proyectos de vias interoceénicas. En el aspecto ideoldgico, durante el siglo XIX se entablé una lucha para separara la ciencia dela teologia. Segiin Perla Chinchilla, colaboradora de Elias Trabulse, en México: "Bl materialismo sin precedentes, caracteristica intrinseca de la ciencia del siglo XIX, es asimilado ahora si en forma plena, superéndose con ello una de las més serias barreras de allé y de aqui? En la Historia de la ciencia en México de Trabulse se recogen varios testimonios de cientificos mexicanos participantes de esta lucha, entre ellos el del célebre Ignacio Ramirez, quien afirmé: "No obliguemos al dogma a intervenir contra su volun- tad en nuestras investigaciones cientfficas; arranquemos al mundo de la teologia para contemplarlo".” © también las criticas a las doctrinas metafisicas y el apego radical al método experimental expresadas por Hammeken Mexia: "No nos ocupemos de cuestiones que no pueden sez sometidas al cartabén de la observaci6n y de la experiencia. La parte del mundo que nos interesa es la que 24 Varios mexicanos, "Consideraciones sobre la situacién politica y social de la Repdblic: Mexicana, en el ato de 1847" en Mariano Otero, Obras Completas, 2 vols. México, Porrta, 1967, 1, p. 111. 25. Perla Chinchilla, "La ciencia del perfodo nacional" en Blfas Trabulse, Historia de la ciencia en México, 4 vols., México, FCE/CONACYT, 1984-1985, 1y, p. 13. 26 Ignacio Ramirez, "De los habitantes primitivos del continente americano" en Ibid. p. 141. WA uudiar pormedio del telescopio, del microscopio y demds instrumen- 27 -¥ jas tesis racionalistas del historiador y ge6grafo Amado Chimal- popoca, que critica a los autores que utilizan el "sistema de decir sin raz6n" 0 de ensefiar "sin comprobaciones palmarias" cuando él todo lo ha sujetado a "comprobaciones fehacientes. La mayorfa de los cientificos de finales del siglo XIX se afilia a la corriente filoséfica del positivismo y entre ellos destacan significativamente los més importantes geégrafos y cartégrafos de esa centuria: Francisco Diaz Cova- rrubias y Manuel Orozco y Berra, Esta era la filosofia entonces imperante y ellos en sus ideas tendrfan que reflejar la atmésfera intelectual de su época, pues estaban "sujetos a las mismas influencias formativas y sometidos a las mismas acciones sociales que los otros hombres..."? Todo el movimiento cientifico de finales del siglo XIX se enmarca dentro de las ciencias positivas que estaban, por definicién, emancipadas de todo concepto metafisico y teolégico. La corriente filoséfica del positivismo, expresi6n ideolégica de la burguesta en la primera fase del capitalismo, signific6 un avance para su tiempo yaque mantuvo su confianza ilimitada en Ta razén y en la ciencia positiva en contraposiciGn a la teologfa, pero, al mismo tiempo, justificé al orden burgués, cuya conservacién juzgé indispensable. Como resultado de esta co- rriente y del progreso general de la ciencia en el siglo XIX fue cuantioso el volumen de trabajos cientificos escritos, muchas las instituciones de investigacin y sociedades cientificas creadas y considerable la cifra de memorias y revistas por ellas publicadas, Entre las directamente relacionadas con Ja geografia y la cartografia podemos citar las siguientes: Sociedad Mexicana de Geografia y Estadistica (1833), Comisi6n del Valle de México (1856), Observatorio Astrondmico Nacional (1863), Mission Scientifique au Mexique (establecida por los franceses, 1864), Comisi6n Cientifica de Pachuca (1864), Comisién Geografico Exploradora (1877), Comision Geol6gica (1886), Instituto Geolégico (1891) y la Comisién Geodésica Mexicana (1899). ‘Alreferirse at proceso de la ciencia decimondnica expresa Perla Chinchilla »..estarfa atrasado por la cada vez més directa dependencia del avance cientifico respecto al marco socioeconémico en que se desnvuclve, a tal grado, que llegar a identificarse con Jos intereses politico-nacionales a medida que el nacionalis- mo se afianza...".>) 27 Ibid, |, p.173, Vid. nota 680 28 Amado Chimalpopoca, "Breve balance geografico del siglo xix" en Ibid., IV, p.336. 29 Bernal, Op. Cit, p47 40 De Gortari, Op. Cit, p. 316. ukse, Op. TV, pd. Se requiere estudiar mas profundamente este siglo XIX, crisol de la nacién, y responder a muchas interrogantes que quedan abiertas para que otra vez surjan nuevas preguntas, cuyas respuestas nos ayudarén a lograr un conocimiento cada vez mas objetivo de la realidad.

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