You are on page 1of 35
Oop {SO1325 a ANDRES AMOROS MANUEL CAMARERO + TOMAS PEREZ VEJO ANTOLOGIA COMENTADA DELA LITERATURA ESPANOLA. SIGLO XIX c& EDITORIAL CASTALIA © Baitoral Castalia, $.4,, 1999 Zurbano, 39- 28010 Madrid - Tel. 91 31958 Realiza mapas Fabo, Disefio Graf lustracion de eubierta: Esquivel. Lectura de Zor (Detalle) Museo del Prado, Madrid Impreso en Espatia - Printed in Spi ISBN: 64-7009-803-2 (Obra completa) ISBN: 84-7039-840-7 Depésito Legal: M.35.109-1999 Prolog Lah El Lac Elan Lal Espafie Lag Libe Elré Los Lak Lain ELKi Lal, Lac. Ela Lan Lav Laliter FIR Cost Real El fi Elle Lan Lae: Lali Los Ele (Queda proba a rep ae La poe, i, registro eres 2 Cara 2. a aD EUROPA EN EL SIGLO XIX é | Sofaciones historicistas. Entre las obras | mids significativas de la arquitectura del | hierro habria que incluir muchas de las | estaciones ferroviarias de la época, pero | _tabin otro po de eco 9 mono | | | La literatura Romanticismo No hay, por ahora, una definicién que precise lo que signific6 en realidad el romanticismo. Ninguno de los inten- tos que se ha Ilevado a cabo contenta a todos los criticos e historiadores de la li [e]la palabra “romdntico” hallegadoa significa a hifica nada. |. el “romanticismo” de un pais ‘otro, y existe, de hecho, una pluralidad de romantics ales. [..] puede existir un d lilos pero si eso es asi, nunca ha sido claramente demostrado, (a0. L0¥E}O¥, Sobel ditncion de os raat tintos complejos concep' Tampoco hay acuerdo sobre la crono- logia del movimiento. Unos entienden aque sus origenes hay que buscarlos en el seno mismo de la Tlustracion, si bien el romanticismo propiamente dicho se ini Giaria entre los tiltimos aftos del siglo eriticos, vty los primeros del x1x; hay como Paul van Tieghem, que ha califica Hl romanticismo del movimiento romantico e imienza en la Edad de la Razén dieciochesca, y esen parte una re historiadores, independientemente de quesientan simpatia ‘acuerdo en una cosa: en que Jean-Jacques Rousseau fue ‘momento’ —en la historia cultural de Furopa novimiento—oel fue quien introdujo el com la publicacion en 1761 de La nueon Elosa, lap ea del prero 1 Sabrela pol sticismo ya pertin mentos: Palacio de Cristal de Londres, 1851; Torre Eiffel de Paris, 1879. En el ano 1895 los hermanos Lumiere levan a cabo la primera proyeccién ci- nematogratica e inician asiel siglo x en la historia del arte. teratura, No faltan incluso quienes ha- len imposible caracterizar el movimiento en general y no admiten otra posibilidad {que particularizarlo en los distintos pat ses en que se desarrollé as cosas que, porsi misma, no sig: ‘puede tener poco en comin con el de ios, posiblemente con muy dis- jenominador comiin para todos do de prerromanticismo el conjunto de es- tos antecedentes, pero advirtiendo que no formaron escuela. Otros criticos, en cambio, entienden que esos antecedentes ya son ya ver daderamente roménticos; asi Maurice Cranston, que afirma 1s un producto dela modemidad; co- aceisn contra esaera, Los a whostilidad hacia él estan de 1 primero de los roménticos. El romantica, [MC CRANSTON, El omantic 1 este término, véase ol volumen an EUROPA ENE Pero no todos los historiadores estén conformes con que Rousseau sea ro mnantico ni con que La nowvelle Hétoi sea una novela romantica. Henry Peyre Tama a Rousseau “antepasado del ro- LSIGLO XIX 65 manticismo” y para Van Tieghem no es sino un prerromadntico. Peyre presenta Ja cronologia del romanticismo francés como eje fundamental del movimiento occidental: Francia [1 fue necesaria una desordenada sucesi6n de olas “roménticas” para evara cabo, fnalmente, la revolucinliteraria de los afios 1830 y siguientes. La més original esla de 1760-1775. ‘Sin embargo, Peyre admite mas abajo que esta revoluicifn literaria de 1760-177 noes obra de “un movimiento conalguna comunidad de puntos de vista y unidad de direcci6n’, sibien el término “prerro- manticismo” parecia indicar lo contrario. No se trata, en realidad, mas que de aislados, de escritores dispersos, adversarios, a ‘veces, los unos de los otfos¥, en un grado extraftamente menor, de miisicos, de Pinte resy de escultores Por qué considerarlo entonces una primera revolucién romantica plemente precursores del ro Son casos aislados, sin duda, pero sign ficativos, que explican los origenes de tun movimiento que se fragua en el seno mismo de la Tustracion, entre los mis- ‘mos ilustrados; un movimiento que geT- ‘mina una nueva concepcion de! mundo y de la vida, en el que desde luego tanto cabe Rousseau como el enciclopedista Diderot. Una concepcién del mundo atin no nacionalista, como la que pro- pugnaran los roménticos, sino cosmo polita, y que florecera en el liberalismo dieciochesco. Parece que estas tendencias crit obedecen a dos concepciones opuestas Camus ticos, En cestos aspectos, hay el romanticismo de una escuela lite florecimiento en 1830, Aquella escuela, evi literatura, Pero hay un mov Jesarrolla hasta hoy, sin interrupaén. ento que comienza nent ol romanticism) (1. PEYRE, Qué nerd de] romanticismo. La una prefiere esta- plecer los limites cronol6gicos de! mo miento como tina fase en la vida intelec~ tual de Occidente. En cambio, la otra es susceptible incluso de interpretaciones més radicales, comolasde quienes hallan temperamentos y sensibilidades roman: ticas en toda época, a la manera de los hermanos Friedrich y August Wilhelm Schlegel, quienes a partir de 1801, en su afin de definit lo romantico en oposicion ‘alo clésico, consideraban romanticos los poemas épicos medievales, la literatura caballeresca y las baladas tradicionales como el Romancero hispanico, a Cervan- tes,a Shakespeare y a Calderon de la Bar. ca Elnovelista y ensayista francés Michel araba en 1962: , desde nego, un romintico.Por ora parte, todos nosotros somos roman quetuvosugren ‘ntemente, forma parte de los manwales de partir del final de siglo XVII y que Hay una continuidad absoluta entre 10810 —————————=—__-~-~- 66 ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LITERATURA FSPANOLA. SIG LO XIX sndnticos yl iteratura contemporénca. Todos os retornos al casicismo que han tenido Tuparen d_lsiglo xix, casi cada diez afios, estan totaly cefintivamente mucho Pero esta forma de entender el ro manticismo corre el peligro de ser vaga ¥y poco iitil para historiar la literatura. ‘Ge ha indagado asimismo la luz que pudiera aportar el origen de las propias palabras roméntico y romanticismo. En in- és romanticyy en francés romanesque, Se gin se documenta en textos del siglo Xvi, se asocian con el mundo de la nove Ja, de lo ficticio, exactamente igual que Io romancesco en espanol, de aparicion ia, En el siglo xvi! la palabra ad- reste” 0 més tard quiere otros valores, como “a + pintoresco” y también alguno de indo- le despectiva, de donde parece provenit Iaacepcién peyorativa de “novelesco” 0 *novelero’”, “sofadar”, “fantasioso en ‘0”, “falto de realismo”. En aleman el término equivalente, romantische, se aplica al mundo caballeresco medieval y 4 laliteratura que lo evocaba, pero en el Werther (1774) de Goethe parece adqui- rir un matiz pasional, “exaltado”. Sin [ SAINT-AUBYN, Entretion avec Mice! Butor) embargo, no sera hasta comienzos del xix cuando la palabra adquiera el val iterario que nos interesa. Es August Wilhelm Schlegel quien opone en 1801 Jaliteratura romidntica ala literatura clési- cry Madame de Staél quien, a través de su eélebre obra Del ‘Allemagne (1813), di fande el uso del término, asi como el de Ja palabra romanticismo, cuya acuacion corresponde a estas mismas fechas, Sin embargo, los escritores y artistas euro eos quie hoy consideramos roménticos fo aceptan en todos los paises de la mis ma manera ser calificados asi ni que el movimiento sea designado con el nom- bre de romanticismo, Ningiin poeta in. glés acepté la denominacién; lord By ton, incluso, la despreciaba. Hasta 1818 Jos franceses la rechazaban asimismo, y s6lo Stendhal se proclama “romantico” entonces, aladherirse alas primeras ma- nifestaciones del movimiento en Italia. Ladesignaci6n que de simismos Racin escritores y postas como” roméntcos” Vs ria considerablemente en los distintos paises Tuchos casos son tardios y de corta vida si coi cote tipo de designacién como el crterio sico para el usomodemo, no ht bbria movimiento roméntico en Alemania {ya que el eemplo de 1818 constituye un cas0 aislado: Stendhal). $i 1818 0 de 18. stimos en tomar el contraste entre los términos “clésico ‘antes de 1808, ninguno en Francia antes de ¥ romantico”, como decisivo, Hogans al fo de 1801 para Alemania, 1810 para Francia, 1811 para Inger, 1816 pese aia et Si ereemos que tuna comprensin de a calidad del romanticism es Pat ficularmente importante, encontrar 1802, romantisme en Francia en 1816, roma tticismo en Italia en 1818, y roman mros el término Romantic en Alemania el ato de nen In Petersen 1623. [Ja historia del trminoy de su introduccién no pucdon 58 20 el aaietrl nstoriadox moderno{..]- Las grandes mocificaciones ocurrierory inéepehy a crnante de la introducci6n de estos términos, antes o después de ellos y sOlo, en cpatadas ocasiones, aproximadamente al mismo tiempo. aca das de qué los terminos que conventan en acasiones fuesen introducidos me cho devpués del momento en que tenia lugar el rchazo real dela radicion neochsc Se sana, por supuesto, que os cambios no fuesen advertidos en ese momen el JMrvpte ues de los terminos "roméntic” y “romanticism” no debe ser encareci Ik WELLEK, El concepto de romanticism en storia teri) cronolog 1790 y 18 do hist6 El trata, 1 cid In Paul buscar v manticis, EUROPA EN ELSIGLO XIX 7 Christoph Jamme dice que en los ail- timos afios se observa cierta coinciden- cia en el establecimiento de los limites cronolégicos del romanticismo entre 1790 y 1830 6 1850, un perfodo enmarca- Revolucion francesa y los movimientos revolucionarios dle 1848, « insiste en que se trata de un fenémeno cultural de am- bito europeo, cuyo concept histérico, en cambio, “se debe por entero al espiri- do histéricamente por el triunfo de la _ tu del idealismo aleman’ FI Romanticismo no es sélo cuestién de un estilo artistico propio de una época; se trata, mas bien, de la expresién de una crisis de conciencia condicionada por la Revolu- ién Industrial y por la Revoluicién Francesa. El Romanticismo es una respuesta aos fe ‘némenos de modernizacién y, como forma de superacién de las crisis de la modernize: ign, guarda paralelo con la lustracién, E] Romanticismo, como forma estéticamente consciente del arte y de la cultura, es una partida hacia la Modemnidad. (CJAMME, Romanticism tora y concep) miento en sus caracteristicas, que estable- ci6 de la manera siguiente’ Paul van Tieghem, que renuncié a buscar una definicién general del ro- manticismo, buscé la unidad del movi- + Los “anti” de ke ‘mosidades literarias.” idualidad; “el xomanticismo protesta contra el absoluto imperio feos: “La mayor parte de los roménticos tenian vivas ani delarazén [..J;no cree que sea suficiente para el hombre y hace que se tengan en. cuenta los derechos del carazén,[.] sila az6n es comin a todos los hombres; 1a sensibilidad y la pasi6n son individuales' "Libertad en literatura”: "la literatura debia evitar aquel carscter axiomstico y necesario en que se complacia la epoca anterior” se cbserva en los roménticos la ausencia de aquella sereni ‘producto de a conformidad con un orden estable pol {que caracterizaba ala mayaria de los neoclésicos[.]y se dad bastante optimista tico, socal lterario: abre sitio alas inquietudes, a las angustias ya los anhelos de una generacion me Sha con lo existento” nos satis + Costumbrismo y és en los hombres dentro de su di vversidad historicay local, en sus costumbres diferentes, en su vivir material de terminado por las circunstancias exteriores. Descuidando con frecuencia la deli ‘cadeza del dibujo, prefieren a brillantez del colorido’ + Antica “rompen con la tradicién grecolatina que el neoclasicismo habia heredado del humanismo y cuyo fandamento estaba en Ia imitacién de los ant sguos. La literatura debia hacerse independiente y francamente moderna” = “Se niegan a sometersea los ‘Se niegan a plegarse ala sujecién det estilo no limpico; rechazan aquellas elegancias artificiales, aquellas perifrasis, que- lias personificaciones de ideas abst = “Quieren que di + Rech acttudesfrancifobas: bres ela literatura neoclasiea [.] pertene resa que el movimiento romsntico adquiera en muchos ‘olor local”: “ponen st in arezca el estilo mitologico. La mayor parte de tales costum el clasicismo wn principalmente ala iteratura fran: ccesa; no debe causar son 68 ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LT 1 de una rebelién contr Francés neoclésico y paises elaspect estilo franceses. dencias de la Francia del sige ‘manticos extranjeros.” (eVANTIEGHEM, Laer wn cambio, en Rene Wellek insisti6, e unidad del la necesidad de definir la ‘Siexaminamos as caracteristicas de fue Mamada “romantica fas mismas concepciones. thea, la misma concepeién ela nat fe, el mismo estilo poético, con un uso de Hentemente distinto al empleado por elne araleza y puede ser reforzad Fados: subjetivismo, medievalismo, ign anotaremos d Sconcial a un aspecto del quehacer literari sraturaleza para la idea del mundo y el sit folklo Mucho més recientemente Anne K. Mellor ha dudado de la unidad del movimiento, pero por motivos bien dis- tintos de los expuestos hasta ahora. Me- un répido examen introductorio r ticas, Ins estratepias formals y nes ten trnticas femeninas y los escri Recuerda, por ejemplo, que laobsesién de los poetas roménticos ms indica [..] que un modelo binai ‘mo masculino, mientras que ls tate modelo de polaridad opositiva en amabilidad. Mas adelante se detiene en larelacion yy sexos y observa la predi- Jina por la poesia y el dra~ snina por la novela, pese a entre géneros: Jeccién mascul ma, y la feme que’ entre 1780 y 1830 las mujeres Prev literatura existent ‘en todo el continente, encontr dela poesia y delas obras y nat fa o modificada en atenci6n ac rian ser particularme 1 asculinos por el principio de: io esta ya profundamente arraig ‘mujeres escritoras del ‘peneficio de atro basado en (GLO XIK TERATURA ESPANOLA. delespirita, del gustoy de fest, pues las ten ala hegemoni aantiguo régimen, claro von acogidas con simpatia por muchos 1 movimiento roméntico europeo y obtt- ‘yo la conclusion siguiente fe quea s{misma se llamo ‘amos a todo lo largo de Europa turaleza de la imaginacion poe ‘jo su relacién con el hombre, y, bisicamen- Ja metafora, del simbolismo y del mito ev icismo del siglo XVII. Esta conclusion stros elementos frecuentemente est= tres crterios que a continsa jo que cada uno es ala cl ore, ete, Pero los rnte convincentes, dad rain para la idea de la poe’ to para el estilo poetico, (& WRLLEK op. cit) jo: lai wloy el lor centra su estudio en la produccion literaria briténica y distingue entre el ro- rmanticismo masculino y el romanticism fe mmenino y defiende que dieroncas entre las preocupaco | gnificativas las escritoras 1 as posiciones ideol6xicas de |. sulinos. Ja polaridad puede jado en el romanticis- 1 periodo romantica se resistin & ia comprensién y 1a cieron no sélo en la produccion de 1a ia poesia ¥ dlisis nO le novela sino también en la de I el drama’ Sin embargo, su ané lusivamente este contrast = ofrece exch que ‘a. nérico (masculino-femenino), s 7 ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LITERATURA ESPANOLA procurd descubrirla interrelacion de am- Bis concepciones, porque entiende que [olla relacion entre el romanticism *m eer estructural, sino de interseccin en un cone vicma posicidn ideol6gica o del sujeto, tanto srascalino o femenino, podria ocuP: Realismo y naturalisino Se ha abusado tanto de términos co- mo “clasicista”, “barroco” o “roménti- co" que es muy dificil emplearlos para designar movimientos que se desarro laren en perfodos histGricos determina- dos, Pero pocos conceptos de esta indole han alcanzado un grado de polisemia tan amplio como retlismo, de forma que te necesario precisar su significado siem~ pre que se usa, Hay quienes han llegado Pigudar de su verdadera pertinencia y eguyen queuin concepto.s atilen tanto Gque no caigaen el resbaladizo terreno de Qrambigiedad y aun dela pérdida de Cuando surge en Europa, amediad hace tempo que los escitores os artistas fe, pues el Realismo estaba ya en germen tran, el Romanticismo—y no s6lo el Romanticisme revolucionario y 1 1876), Bepronceda (1808-1842), etc-— integra tna Hugo (1802-1885), George Sand (180 resin del entomo, m0 sistemética pero Muy P: 2 Pa Charles Dickens (1812-1878) y, spor a4e [1o83-182), a Honoré de Balzac (1794-1 no? a Eugenio Sue (1804-1 rosy pintores costumbristase5 liso" (OL LISSORGUES, ET Rel El término realisma se us6 por prime- raveren Francia aplicado alla literatura, on 1826, Pero en esas fechas todavia ha- ia referencia a la descripcién detallada ‘Muy pronto el término fue tr contempo! 57), a Fernan Caballero (17 oles, para poder hablar letimamente de un “Pres Art y llenatura, gneas, tal como se presenta en Balzac y Mur ta distincion genérica del romanticismo no es de cardcter biolégico sino social: asculino” y el “femenino” no.es, en fin, de opo- um que fluye. Cualquier eseritor, AK MELLOR, Rontnticism 6 Gender) tuna significacion eficaz. Sin embargo, ¢s posible distinguir entre lo que tildamos ee renlista como tipologia, porque califica todo intento de representar verosimil- mente la realidad, y la etapa historica de fas artes plésticas y de Ja literatura a 1a alismo, a la cual ads que denominamos a pimos tuna serie de obras con caracte: Hsticas comunes, producidasen el émbito Getidental en una cronologia especifica Jasegunda mitad del siglo xt ‘Sin embargo, antes pueden encon trarse manifestaciones que preparan el camino del nuevo movimiento: Jl sig X1K 1 discurso sobre el Realism, ye ‘han puesto ls ojos en la realidad cizcundan ton el Romanticismo. [.~] En sus méltiples for tepico de Victor ente, ¥ sobre todo, basta citar a Stendhal 2), sin olvidar alos eserito 7A ress tenons y stimu idol) dedas indumentacias y las costumbres Gnas obras de Scott, Victor Hugo 0 Mé- timée, es decir, tenfa un sentido seme jante al “color local’ ancferido alla descripcién minuciosa delascostumbrss ger pero su significado cristal dos del Bur qui Ing dal fair EUROPA EN ELSIGLO XIX 7 26 s6lo en as grandes polémicas que hizo surgit, porla década del cincuenta, relacio- —_ nadas con las pinturas de Courbet y por la asidua actividad de un novelista mediocre, Champfleury [Jules Fleury-Russon}, quien en 1857 publicé un volumen de ensayos con elttulo Le Relione, mientras que un amigo suyo, Durant, ediaba una revista decorta ‘ida, Réalisne, entre julio de 156,y mayo de 1857, En estos esrtos se formula undef ido credoliterariocentralizado alrededor de unas cuantasidess sencilla Elarte debe dar una representacin exacta del mundo eal: por tant, debe estudiar la vida y las cos tumbres contempordneas por medio de la observacin meticulosa yl andissculda doso, Debe hacer eso desapasionadla,impereonal y objetivamente. Lo que habia sido tn término ampliamente ulizado para toda representacidn fel dela naturaleza llega a grupoomovimiento, Hubo un amplioacuerdo en que Mérimée, Stendhal, Balzac, Mon ner y Chatles de Bernard eran los precursores mientras que Champflery y despus & Flaubert, Feydau los Goncourt y Dumas el joven consttuian los exponents de lac os cuca; a pesar de que Flaubert por demplo, se incomod con la designaciOny nunca la ca eadmiti para si mismo, J Sus numerosos enemigos juzgeron negotivemente los mis ir mos rasgos quejandose, por elemplo, del excesivo uso del minimo detalle exterior, del ie rmenosprecio al deal y consderaron la alardeada impersonalida y obetividad como a tina extusa para el camo yl inmoralidad iS (R WELLEK op cit) lin Sélo en Francia hubo desde media- os dios veinte ais del siglo, y en dos del siglo xix verdadera conciencia Italia lo denominaron vers é del nacimientoy el desarrollo del realis- En la efimera revista Realisme (1856) & mmo, y desde Francia irradié el debate que junto con el libro Le Réalise (1857) con muy variada intensidad al resto de de Champfleury inicié la definicin del Inglaterra no se habl6 de realismo hasta Nosotros aclmitimas lo feo porque es verdadero, y lo bello porque también To es admitimos lo vulgar como lo extraordinario, porque los dos son verdaderos, (.ASSEZAT.Citado por 1. ALBORG, Hist Los criticos tradicionalistas se escan- te como parte inseparable dela realidad, dalizaron de inmediato y rechazaron es- de la verdad, y a este rechazo se sumé la taincorporacién delofeoy lo ulgaralar- acusacién de inmoral Leed ved en gué guaridas se meten, qué desvergiienzas sociales refieren, qué cloaca de sentimientes remueven —ladrones, prostitutas, conciencias dudosas, se ilecidos—, En lugar de sembrar generosas semillas en el corazén del hombre, agitan lasimpurezas, y empuiando no la lanceta, que tantea las lagas para curaclas, si: el bisturi que las remueve pata ostentarlas, el realista se pasea desde el anfiteatro hasta I depésito de cadaveres. Los tradicionalistas objetaron asi- que los realistas no escribfan li- ieratura, sino que hacian descripciones cientificas. Esta labor de acoso culmin6 con el procesamiento de Flaubert bajo la acusacién de inmoralidad por haber publicado Madame Bovary (1857). Por fortuna Flaubert salié absuelto, aunque el Tribunal Imperial le recrimin6 el cien- tifismo del método que habia empleado para escribir su novela. No tuvo la mis- ma suerte Courbet, quien como conse- ‘cuencia de la controversia suscitada por su pintura y sus manifiestos en favor de! realismo, fue encarcelado so pretexto de haber participado en la Comuna y de: pués desterrado en un pueblecito suizo, donde acab6 sus dias. La novela se destina a describir lo que ramos lo que hemos sido. Una y otra representan una p el hombre, en todas sus v ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LITERATURA ESPANOLA. SIC Elrealismo era entonces sinénimo de oposicién, aun de opesicién politica, de revolucién, No obstante, a medida que aumentaba la reaccion virulenta contra el movimiento, se iba ganando el favor del pablico. Fanny (1858), una novela de un discipulo de Flaubert, Feydean, que se publicd al calor del proceso de Maciar Bouary, aleanzé muy pronto treinta ed iones, Al escandalo superaba el éxito. Pero aquel cientifismo que reprobaba el Tribunal Imperial en el caso Flaubert era precisamente lo que fundamentaba el método de observaci6n y de imit: ién del realismo. Fue el desarrollo del pensamiento positivista lo que dio car~ ta de naturaleza cientifica a la novela realista: somos como la critica se ocupa en mos- ofunda investigacién sobre dJades, todas las situaciones, en todos los ascensos yen fodes las cafdas de la naturaleza humana, Por su seriedad, por su método, por suri gurosa exactitud, por sus posibilidades y sus esperanzas, ambas Taine desarrolla sus teorias en un contexto intelectual muy proclive a e equiparan a la (ELTAINE.Citado por}. ALBORG, op cit) confiar en la ciencia para explicarselo todo: Durante la segunda mitad del siglo, la ciencia sale del estrecho campo de los espe cialistas, se seculariza y, entroncando con la doctrina elaborada por Augusto Comte en. si Curso de iosofia positiea (1830-1842), suscita una verdadera fe en la razén y en el des- Cubrimiento progresivo de las leyes que riger ‘Ga deseneadena una entusiasta sed de conocimiento, sistemas filos6ficos (el de Haeckel, el de Spencer) que pron- otros paises donde surgen to se hacen internacionales y alimentan en t ‘Ctsiones. Esta ebullicion intelectual trasciende el campo de Ia intelectunlicad, Jariza gracias ala prensa y ala publicacion d inlos fendmenos naturales. La feen la cien fen Francia primero y también en 'y acaloradas dis- pope fe un sinntimero de obras de vulgarizaciOn, jodas partes apasionad iccionarios, enciclopedias, etc. [..] Ademds de los conocimientos proporcionados por Ta ciencia experimental —Ia quimica, la fisi -, la biologia y luego la medicina, a psico- fisiologia, ete, el cientfismo se enriquece con todas las grandes teorfacientificas co mo el transformismo de Georges Cuvier (174 win (1809-1882). A su vez, el mismo cient 69-1832), el evolucionismo de Charles Dar rar sus propias tifismo es capaz de gel tipotesisy teorias; por ejemplo, as leyes del determinism biologico de la herenci,ta- ————ouXeX m4 ANTOLOGIA COMENTADA DE LAL les como las asienta el doctor Prospe polyte Taine (1828-1893). Inspirados en este espiritu cientifista Jos hermanos Edmond y Jules Goncourt propusieron en el prologo de su novela Germinie Lacertewx (1864), de acuerdo con las ideas de Taine, un modelo de no- vela fotal, que supuso el paso decisivo del realismo al naturalismo. Cuando Emile Zola publica Thérése Ragquin (1867).se suma al propésito de los Goncourt, pero yaa partir del ano siguiente, en el prefacio a la segunda edicién de la obra, desarrolla su teoria naturalista sintetizando el determinis- mo biolégico y el sociolégico, de mane- ra que, al integrar el componente social supera las limitadas representaciones ppatol6gicas de la realidad que hacian sus TERATURA FSPANOLA. SIGLO XIX 0 el positivisme sociolégico de Hip. Y, LISSORGLES op. cit maestros y se convierte en el verdader jefe de la escuela naturalista. Desde entonces se esfuerza como no: velista, teorico de la literatura y critico : por defender el naturalismo. ELmomen to culminante de su carrera como tedri co Hlega con Ia publicacién de La novela experimental (1880) y Los novelistas na ralistas (1881), donde hace una exposi- cién sistematica de sus ideas y entronca Iatendencia con Stendhal, Balzacy Flau- bert. En La no fal propone un método cientifico para la literatura, adoptando los criterios que Claude Ber- ard exponfa en st I oe cina experimental (1865), ¥ argu Sil método experimental ha podido ser trasladado de la quimica y dela fisica ala fisiologia y a la medicina, lo puede ser dela fisiologia a la novela. Zola resume asi su método: Elnovelista es en parte observador, en parte experimentador: Como observador se ida, estab sonajes caminardn y se desarrollarn los fenémenos. Entonces aparece el exp ‘es deci, provoca que los personajes se muevan en Un coge los hechos,fijael punto de pa dor y emprende el experimento, eel sélido terieno sobre ‘cual los per: rimenta tolato dado para mostrar que la sucesi6n o el orden de los hechos sera tal como lo re ‘quiera la determinacién de los fendmenos bajo estudio. Las novelas de Zola tuvieron un éxi- to tal que enriquecieron a su autor, pero también sus escritos tedricos aleanza- ron gran difusién entre los intelectuales de todo el mundo occidental y fueron objeto de una intensa polémica. Tanto es asi que, cuando escribia un libro, an- te la prevision de las respuestas y los (6-201, La novela experimental) ataques que iba a recibir, preparaba si- multéneamente la defensa contra sus adversarios, Probablemente el ataque mas duro provino de la pluma de un diplomatico conservador, Eugene-Melchior de Vo- git, que habia permanecico varios anos en San Petersburgo y, a su tegreso, PU- Chories F ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LITERATURA ESPANOLA. SIGLO XIX bilicé el ensayo La novela rusa (1886). Vo- al naturalismo de Zola, proponta la ten- site sometia a una enérgica critica elrea-_denciaespritualista de la novela ruse, de la fismo francé ‘ naturalistas, cual no se tenfa noticia alguna en la Eu poco importa el nombre que se les dé"), ropa occidental y que prendio de forma pero ademis, como modelo alternative inmediata alls de las intenciones de Vogité, fue, no obstante, un fermen: El ejemplo ruso, mas realismo. Los rusos no estaban enraizados, como tode gran utilidad para ol futuro de! Ios franiceces,en el racionalismo de los enciclopedistas; procedian de un fondo cultural habia alean: dado al misticismo, alo vago y lo misterioso; el cientifismo de la época ls gado en menor medida y lo habfan fundido con su sentimentalidad roméntica y rel fr consecuencia, no él se volcaron sobre el mundo exterior sino también sobre Como devia Dostoyevski, jactandose por ello mismo de ser més realistas que elinterio Jos positivistas y materialistas franceses. tertura ear, Hauser hasubrayadoelimpacto que fusién de la novela rusa y sus grandes caus6 a fines del xxxen Occidente la di-_logros El milagro de Ta novela rasa consiste en que, a pesat de su sino, arrebata a éstes la direccién y representa la forma literaria mas progresista y vital dela €poca. Junto a las bbbras de Dostoyevski y Tolstoi toda la literatura occidental de la segunda mitad del. slo aparece como agotada y estancada ..] Dostoyevski descubre el més importante principio dela psicologfa moderna: Ia ambivalencia de los sentimientos y la escision de Pod actitud animica excesiva, expresada en formas exageradas y demasiado demostra tivas, No sélo se enlazan mutuamente entre s{amor y odio, orgullo y humildad, realza sjarniento de uno mismo, crueldad y masoquismo, la nostalgia defo sublime ¥ la “nostalgia de la inmundicia”; todo impulso, toda exctaciOn, todo pensamiento en- end su contrario en cuanto aparece en laconciencia de estos hombres. Los héroes de Dosteyevskiestin en todas partes ante alternativas que deberian elegr y no pueien ha ‘erlo; por eso su pensar, su autoandlisisy autocitica son un continuo enojo yrabia con- fa st mismo. [.] Tolstoi esté en muchos aspectos mas cerca del rousseaunianismo que Dostoyevski. Su ideal de simplicidad, naturalidad y verdad es s6lo una variante del ‘malestarante la cultura’ de Rousseau, y su nostalgia del iilio aldeano principal no es smo enemigo de la civilizacion.(..] Elaleja~ syevski, S010 mientoy reb sas que la renovacién del viejo romant miento de la norma naturalista es, en realidad, tan grande como en De {queelalejamiento de Tosti va en direcién opuesta Silas novelas de Dostoyevskitenen sie yrustura dramética, las de Tolsto tienen un earacter épico, como de epopeya. Nin .do de sentirla fluyente corriente homérica de estas 1adro panorimico y panteistico del mundo stim lector atento puede haber deja fovelas, ni haber dejado de experimentar el cu ‘que despliegan. (A HAUSER, Historia scl dla literatura y arte, 1) qe x La literatura espafola del siglo xix El Romanticismo: las polémicas Los origenes del Romanticismo en Espafia aparecen estrechamente vincu- ados a la polémica que se inicié espe. cialmente con ocasién de la publicacién de un articulo titulado “Sobre el teatro espanol. Extractos traducidos del ale- mande A. W. Schlegel porunapasionado dela nacién espanola” (Mercurio Gadite no, 1814). El “apasionado de la nacién espafiola” era Juan Nicolés Bbhl de Fa- ber (1770-1836), un alemén afincado en Cédiz, casado con la gaditana Francisca Ruiz de Larrea (dona Frasquita, 1775- 1838) y padre de Cecilia Bohl de Faber que afios mas tarde se harfa célebre con el seudénimo de Fernan Caballero. Elarticulo de Bohl de Faber traducta Los espanoles que han abandonado su género nacional, hacen mucho ca dice el original de Moratin). Pero las demés dramas naturales (prosaicos y morale haciones no tienen que envidiarles unas composiciones sin poesia, tan comune Lose dasellas. [ jor podfan haber hecho? Sila poesia espa Slo un paso tendran que dar del instinto ciego. ‘admiraran entonces por convencimiento lo que han amado hasta aquf por inclinacion; y sin hacer caso de la critica bastarda del si Jas ideas expresadas por el filésofo ale: man A, W. Schlegel en unas lecciones so- bre la evolucién del teatro occidental, impartidas en Viena en 1808 y publica. das entre 1809 y 1811, en las que reivin- dicaba la importancia de la obra de Sha- kespeare y de Calderdn de la Barca no slo en la historia de la dramaturgia, si- no también como hitos fundamentales en a indagacién de la identidad nacio: nal. Bohl de Faber destaca los fragmen- tos referentes al teatro nacional del Siglo de Oro como base de la que debe partir el teatro moderno, a la vez que rechaza vigorosamente las tendencias neoclési- cas por coercerel espiritu cabulleresco de la delos ‘ioles] han pasado en modorra el siglo XVI en efecto, 2qué me a despierta algun dia, sea en Europa, sea conocimiento media Jo filosétic: pon. {rin todo su conato en componer en el mismo sentido que los grandes modelos de su Siglo de Oro nueva literatura que propugnaba Sch Elarte antiguo separaba severidad todaslas especies; elarte modemo p er la presenta em contras- nde combina todos los opuestos, ¥ ast se complace en amalgamar la naturaleza y la com: postura, Ja poesta Ta prosa, la memoria ya esperanza, elalma y los sentidos, lo terres LALITERATU A ESPANOLA DEL SIGLO XIX 17 tre y lo divino, la vida y la muerte. E] arte antiguo es més sencillo, més claro, y coincide mas con la naturaleza en sus obrasisladas; el arte moderno se acerca mas al secreto del universo, aunque -agedia antigua es un grupo de ma romancesco, un cuadro, en el cual, ademas del colorido brillante de veces no ofrece mas que un caos. La cescultura; el dr las figuras, se ven los derredores y los lejos. En defensa de Ia postura neoelsica sali6 inmediatamente, replicando en el mis: mo peri6dico, el Mirtilo Gaditano: El que haya ob: mayor parte de Europa, desde la Revolucidn Francesa hasta nuestros dias, no podea ‘menos de prever el enorme abuso que se podra hacer entre nosotros de las ideas y ‘opiniones a que se debe la corrupcién de la literatura moderna extranjera. Por esto ¢5 un deber de los escritores pablicos el atajar el mal en su origen, y hacer ver al través de las ideas brillantes y seductoras con que estos novadores revisten sus doctrinas, Jos errores que encierran y los riesgos con que amenazan, La moda de desacreditar reglas eternas del gusto, y de sacudir el yugo de los preceptos, es un contagio tanto ‘as fécil de comunicarse, cuantos més halagos presenta a la mediocridad verse libre de trabas y poder abandonarse a todos los desorcenes de la imaginaciGn. Entre noso- tros el peligro atin es mayor por el abandono en que yacen los estudios clisicos, estos preciosos gérmenes del saber, tan malamente zaheridos por los discipulos de la es xvado con atencién el giro que ha tomado el gusto literario en la ccuela romancesca uno y del ot Lo curioso es que el autor de esta ré- plica, José Joaquin de Mora (1783-1864), habfa sido amigo de la familia Bohl de Faber y visitado para asistir a las tertulias que organiza- ba dona Frasquita, y aun afios después mantuvo trato cordial con Fernan Caba- lero, No tardé Bohl en publicar un folle- tocontrarreplicando: Donde las dan las to: man (1814). Pero la polémica no ces6. El mismo aleman la reinici6 en 1817 diri: giendo una carta a una revista dirigida por Mora en Mai ‘on free di, Crna cie fica y literaria, Se sucedieron las respuestas del de sus planes me sorprende. Pero cuany ee Ee 1d, admiro el ingenio de Calderén, su feliz inventiva, ye artificio de su dislog Ito empero de saber y seneillez. [ inegiristas admiran en él sus defectos més todavia que sus primores.[ al bando de Bohl, que reuni6 sus articulos en el Pasatiempo cri- fico (1818), se sumaron varios escritores menores y aun la mismisima dona Fras. quita, y al de Mora el joven Antonio Al calé Galiano (1789-1865), con quien lle. {30a publicar Los mismos contra los propios DO respuesta al folleto intitulado “Pasatiempo (Barcelona, 1818). En este titulo aparecia una carta de Alcala Galiano que arremetia contra los colaboradores del aleman y, a propésito de Calderén, apun taba: critico’ La travesuira (que tal nombre merece) se eleva, su afectacién, su hinchazén, sus su as me repugnan infinito. Cabalmente aplaudo yo en él lo conteario a lo que el sefior critico [Bohl] le atribuye, pues éste halla en su lenguaje inocencia y ilu y yo in: nanes que se han LALITERATURA ESPANOLA DEL SIGLO XIX 129 Bw intrelgbie strate cuneanono dems evens bales oo gue agra én aquellos piss en donde por un amo de petra inependenca mal rerio, Guillermo Carnero dice que “ia mica calderoniana es una manife: hist6rica de la existencia de esas “dos Es- pahas” de las que hablé Machado”: 1a Espana ultraconservadora y la Espafia | delliberalismo. Anade que Bohl de Fa- ber ysu mujer actuaban, en realidad, por motivos politicosy que en sus escritos se postulaba, “con ei pretexto de argumer taciones literarias” , una ideologia rea cionaria nacionalista caracterizada por Ja exaltacién de los valores del Antiguo Régimen, representados por “un c6digo de virtudes distintivas [el honor, la reli- giosidad, el patriotismo, el odio a lo ex tranjero} que forman un peculiar caracter nacional", y el ataque a todo lo francés mediante una confusa y deliberada identificacion de afrancesados, ilustra- dos, liberales y neoclasicos. Entre las numerosas acusaciones que hacen los Bohl a Mora y Alcala Galiano en- contramos varias veces la amenaza de que si € contrarian sujetos a responsabilidad por delito politico, La sugerencia, Gobierno se fijara en sus ideas, se en- or hacerse pa- blicamente en letra impresa en una época de terror y represién como eran los afios 1814-1821 iano se quejé en mas de ana ocasi6n de la actitud de Bohl: inis aindig Es verdad que mueve merecfa ser tomada en cuenta y era muy peligrosa, (G.CARNERO, Juan Nicods Bal de Faber) nacién quea risa la malicia del eritcastro alemn Irecalcar tanto sobre el gusto francés. ;Quervs, acaso, despertar odios politicos, termi nados ya con la causa que los motiv protago o renacimiento dela novela e de 1868. ¥ es que para refiejar como debe la fueron el acicate ideolégico que origind ln aparicidn del » cha posteriora la Revoluci vida moderna las ideas actuales, la aspir jones del espiritu presente, necesita este género més libertad en politica, costumbres y iencia de la que exista en los tiempos anteriores a 1868. Fs la novela el vehfculo que la elgermen fecundo de la vida c te poring en en nuestro tiempo para llevar al pensamiento general, ala cultura comin Y fue logicamente este géneroel que mis mejor prosperd después que respiramos el aire dela libertad del pensamiento. ue los realistas ape. nas se detuvieron en el proletariado in- dustrial: (CLARIN, Soe de Clarin Las obras dan cuenta del mundo burgués, cuya vida y vicisitudes se registran mi nuciosamente, Sin embargo, cierzan los oj prolelaria, Ja Revolucién de 1868:1a Esp ———— Se oe Ta otra cara ce Espaiia. La que emergecon L. EEE———————==—_ << ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LITERATURA ESPANOLA. SIGLO XI 144 revucltas les, Hay no obstant, referencias constants estos problemas POSSE iS pre soslayados caricaturzados, simplificados. S Sin duda, e! objeto central de la pro- la denominada cl | uccién realista es I cial olla asume porssiniciativa y por su inteligencia el siglo xIx con sus virtude Hlaesté el hombre de nafan de reformas, su actividad pasmosa [~ ; Bllaes hoy la base del orden ta soberanfa delasnaciones, yen el joble einsaciable aspiracion, st , vicioty Fola que determina ol movimiento poltco la que adminis Taque ensefia f Bsa clase ae daa mundo los grandes innovadoresylos grandes tinos, los ne ror dela vidnacta), que darian onianladones manos OAnos después (1897), en su discur- _pafiola, el mismo Galdés precisaba los om sode recepcién en la Real Academia Es-_compone tes de la clase media: Zoi i [-Jestan slo informeaglomeracisn dindivios proces de catenin i Lean a ongmoro a dela descomposGn de ambas aie 3 3 ert dena go bj eolecendone lo eons 2 . plebeye, que subs de tacon,delascazeteras files delosnegoris ave viene FE ean atada dela vie politica y municipal A partir dela publicaci6n de El eso participaba en un debateideologico, que a Freee ere Sstonio de Alar- _lascireunstancaspolieas hablan PPS Hs F dato (1879) 2 cna modalidad de fovela_piciado desde a Revolucion de 1963 Pe *docente” o de tesis, a través de la cual se as no oct P. Coloma, Del otro Galas te Pereda, Valbuena De un lado quedaron Alarcén, iasco Ibaiiez.L Palacio Valdés, Azcarate, Villarminio 0B! rnpa de batalla el problema religioso,yést *s posibles desde donde pl ssnovelas deunos y de otr0st0- asnovelas a (ces su primer dato sorpronder y maron por ca lantear el conflict, ¥ te, pues supuso desdeiar otros terreno: we especialmente el politico, que hablan fecuentado os folletinesY ‘que volverian a frecuentar las novelas de principios del XX. {QLOLEZA, La gests del Rell y ta vor de fs En 1880 queen 1879 es ya muy conocido. dos aos después comienzaa Jaridad con la trad nombre de Zola, _crece su popu! Apenas: gusccion parecer en la prensa e

You might also like