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~~ Confianza, mercados Y tendicion de cuentas en la educacion superior Martin Trow** nlosafosrecienteshan | colleges y universidades. Un siste emergidoproblemasen | maparticularenelque Asociaci tomo al sistema norte- nes Regionales Voluntarias de americano de acreditacisn de | Colleges y Universidades -pabli 3,12 de jun colaboracidn con Oliver Fulton s gobierno central sobre las universidades be colaboracign de Fulton sobre mi pensamienco actual y especificamente sus lectunis ¥ comentarios sobre este acticulo, (Tradujo Maria de las Mercedes Guemin) ** University of California, Berkeley. Pasa TAR casy privadas- nombran comités académicos que visitan asus insti- tuciones miembros ¢ informan, primero, si son instituciones de educacién superior razonable mentedecentes y, segundo, como podrian mejorarse. En 1994, el tema masurgenteen Estados Unit dos era el peligro de que la nueva legislacién federal diera a los go- biernosde los estados y federal un rolmésamplioen este proceso} as discusiones pablicas eran acalora- das pero superficiales y mal infor- ‘madas. En ese punto, la Fundacién MellondeNueva Yorky Princeton encomendé a un comité de tres personas, del cual era miembro, escribir un informe que pudiera poner nuestros problemas de ren- diciéndecuentasen una perspec- tiva més amplia y mas iluminada (Graham et al., 1995; para una discusién completa del escenario norteamericano, véase Trow, 1996). En losseismeses siguientes, hhablamos con presidentes de co- lleges y universidades, con gente del gobierno, con asociacionesde educacién superior en Washing- ton, lideres de los cuerpos de acreditacién regionales y otras personas elacionadascon lacues- «én. Al final, elaboramos un in forme que fueampliamence distri bbuidoen los Estados Unidos y que inclufarecomendacionesdetalla- dassobrelareformadelsistemade acreditacién. Incidentalmente, los problemas urgentes que habjan dado lugar a nuestro estudio des- aparecieron con laelecciénde un nuevo Congreso, pero lascuestio- nes de fondo permanecfan. Estearticulo es un esfuerzo para explorar los mismos temas en una perspectiva comparativa. Muchas deestasobservacionescomparati- vvas surgen de mi estudio y expe- riencia directa, ambos en Was- hington y en el gobierno de un Martin Trow college y una universidaden Amé- ricay Europa. Mijustificacién para hacer esta comparacién es que ya hay en Europa una gran cantidad de literatura sobre rendicién de ‘cuentas queampliamente tomala forma de discusién sobre criterios de calidad. Pero hay otras razones para comenzar desde la experien- cia norteamericana, porque en la medida en que las instituciones ‘curopeas ganan mayorautonoméa (como lo estén haciendo fuerade Gran Bretafa), ellas se encuen- tran, como los colleges y universi- dades norteamericanas, mas pro- fundamente envueltascon lasfuer- zas del mercado -comenzamos a verestoenconexiénconlacomer- cializacién de la investigacién universitaria-. Aun més, la situa- cidén agudamente contrastante en laeducacién superior norteameri- cana nos permite ver con mayor claridad la naturaleza subyacente de la rendicién de cuentas como una de las tres formas, o modos fundamentales,atravésde loscua- les colleges y universidades estan ligados a su entorno y alas socie- dades que los financian; las otras formasson laconfianzayelmerca- do.Cada institucién estconecta- da o ligada a su sociedad circun- dante,alacomunidad que la apo- ya, a través de alguna combina- cién de estos tipos de relacién y, por supuesto, esa combinacién tendrd una gran variacién depen- diendo del tipo de insticucién de Ja que se hable. Cada insticucién tiene un tipo de contrato social con su sociedad y su comunidad financiadora en esa sociedad, de- finiendo el peso relativo ylacom- binacién de estos tes tiposde vin- culos, pero: a) estos contratosson tan diversos como las institucio- nes mismas, yb) enccasi todos lados estén en proceso de cambio. De- ‘mos una répida miradaacada uno ATURE 3. de ellos y después volvamos a sus conexiones. Y, al final, me gusta- rfadecir algo acercade larelacién entre el ensefiar y la rendicién de cuentasexterna La rendicién de cuentas es la obligacién de informar a los de- iis, de explicar, de justificar, de responder preguntas sobre cémo hhan sido usados los recursos y con qué resultado. La rendicién de cuentas hacia terceros toma mu- chas formas en diversas socieda- des, con respecto accionestipos de apoyo. Las cuestiones funda- mentales con respecto a la rendi- cién de cuentasson: quién vaa ser responsable, con qué finalidad, paraquién,atravésde qué medios yon qué consecuencias. El vinculo de la educacién su- perior con la sociedad. travésde! mercado es visible cuando el financiamiento de un college © universidad se da a cambio de la centrega inmediatade bienesyser- vicios -en el easo de la educacién superior son casi siempre servi- cios-, en una situacién donde los compradores de estos servicios enfentan miltiples vendedores (jque realmente quieren vender!) ydonde los vendedoresenirentan gleiplescompradores. Losejem- plos mis claros son las escuelas privadas en Estados Unidos que dependen completamente de los arancelesde los estudiantes ypro- porcionan a cambio habilidades cécnicas y profesionales y ayudan a comenzar un trabajo o carrera. Sin embargo, un eleniento de conexién con el mercado puede serencontradoen lamayoriade las institucionesnoreeamericanas,aun cuando a menudo cubierto u os- curecido por otros tipos de arieu- laciones. Los mereados son toda- vvlaun factor tan minimoen Euro- pa, quenisiquiera puede conside- rarse que existaun verdaderomer- articulos cado para la educacién superior y asus gobiernos, incluso, les disgus- tarfa un poco esta idea de un mer- cado para la educacién superior y sus efectos potenciales sobre cali- dad yestatus.Elgobiernoen Gran Bretafia emplea la retérica del mercado en conexién con la edu- ccacién superior, pero desde que el gobierno controla el precio que las universidades pueden poner a susservicios y la cantidad y varie~ dad de servicios que pueden ven- der, en general las universidades, operan no en un mereado,sinoen algomésparecidoauna economia regulada.! El tercer vinculo fundamental entre educacién superior y socie- dad es la confiansa, estoes, la pro- visiondefinanciamientoporcuer- | pos pablices o privados, sin el | requisito de que la institucién en- tregue bienes y servicios especiti- cosacambiode ese financigmien- to, 0 que rinda cuentas especifi- camente y en detalle por el uso de 30s fondos. En gran medida, el financiamiento de las universida- desporel Tesoro britsnico y des- pués el DES), a través del Comité de Financiamiento Universitario antesdesudesaparicién (yenrea- | rioromdsomenos. Laconfianzaes lidad antes de la revolucién | tambignelelementocentralen|as Thatcher), era un ejemplo de la | muysignificativascontribuciones provisién de fondos basada en la otorgadas por individuos y orga confianza;confiabanampliamen- | nizaciones privadas a colleges y teen que las universidades conti universidades norteamericanas, nuarian haciendo ysiendoloque | tantoptblicascomoprivadas, para habfan sido yhechoelsigloante- | lascualesnose demanda ninguna " Gran Bretafa introdujo la reeSrica y el wocabulario del mercado en la educacisn 1 -mucho discurso acerea de consumidores, logeus en eficiencia, marketing y nis el surpimiento de mercados reales. No hace mucho supers cosas por el estilo- pero sin. pe tiempo, algunas universidades respond(an a una situacién de cuasi mercado porque ccompraban algunas investgaciones activas junto con sus bibliogafas (0 tal vez en el camino inverso) para mejorar st posiciin en la proxima ronda de evaluaciones de investigacion, Este era un comportamiento orientado al mercado perfectamente racional; pero al escuchar sobve esto, el Director del Consejo de Financiamiento de ls Educacisn Superior estaba casi iritado y dejé claco que no era eso lo que tenia en mente y suglrié que busearia alguna forma de detener ese tipo de comportamiento. fe la educacidn superior de Gran Bretana cado, sin mercados FRSAWETOUNNERSTANO 14 Es difiil explicar a los norteamericanos tiene la ideologia de las relaciones de rendicion de cuentas. Lacunfian- 2a, sin embargo, es la base en muy larga medida de las autonomiasde los colleges y universidadesdecual- quier lugar que permiten levantar sumassustancialesde dinero parti cular 0 que son financiados por gobiernos que voluntariamente delegan gran parte desu poder en las instituciones y ast le dan a la institucién una gran autonoméa en el uso de los fondos que le coorgan. ‘Con respecto a sus funciones bisicas: en primer lugar, la rendi- cién de cuentases una restriccién sobre l poder arbitrario ysobre las cortupciones de poder, incluido el fraude, la manipulacisn, los actos ilegales y cosas por el estilo. Alserviraestas funciones, laren- dicién de cuentasfortalece lalegi- timidad de fas insticuciones, in- cluidos colleges y universidades, que cumplen sus obligaciones de informar sobre sus actividades a las autoridades y a los grupos que corresponda. Ademds, se sostiene que la rendicién de cuentas man- tiene o aumenta la calidad del desempefio de las instituciones porque las fuerza a examinar eri ticamente sus propias operaciones yy porque las expone a la revi critica externa. ¥ masalli de estas funcionesde restriecién del poder y de aumento de estindares, la rendicién de cuentas puede ser (y es) usada como un mecanismo de regulacién a través del tipo de informesquesolicita y loscriterios implicitos o explicitos a los que debe ajustarselainstivucisn infor- mante. Mientras en principio la rendicién de cuentas opera a tra- vésde informessobre accionesdel pasado, el saber por anticipado que hay que hacer una rendicién decuentas influye sobre lasaccio- nes futuras. Y asf es una presién externa sobre el comportamiento institucional, una influencia que puede variar desde un amplia oriencacién, dejando a la institu- cién alguna medida de autono- mia sobre la implantacién de la politica, hasta las indicaciones di rectas de una agencia de regula- cid externa que usa la rendicién de cuentas para asegurar el cum- plimientodedirectivas y politicas especificas y disefia su sistema de informes para garantizar esa con- formidad? Esco nos recuerda que la rendi- cin de cuentas es una espada de doble filo. Mientras generalmen- te obtiene una buena prensa en una sociedad populisea, debemos tener presente que la rendicidn de Martin Trow cuentas tiene un precio para la | bignextrafaalaconfidencialidad instituci6n bajo sus obligaciones, | de temas sensibles dentro de los quenoesmenor para loscollegesy | colleges y universidades, entre los las universidades. Por un lado, la} cuales las decisiones sobre perso- rendiciéndecuentasesunaalter- | nal ylasdiscusiones preliminares nativaalaconfianzaylosesfuerses | acercadecémoserén afectadoslos para foralecerla generalmente | _departamentos yl distintas uni- envuelvenesfuerzosparalelospara | dades en épocas de restricciones debilitar la confianza. La rendi- | financieras, son s6lo los mas ob- ciéndecuentasyyelcinismoacer- | vios. Yasfelrendircuentaspuede ca del comportamiento humano | serenemigodel gobierno efectivo van delamano. Pero laconfianza | y también del decir la verdad sin tiene mucho para recomendarle | adornos dentro de la institucién; en larelaciénde lasinstituciones | en estos aspectos, la rendicién de con lassociedadesque las apoyan | cuentasatercerostiendearomarel y no menos para los colleges y las | cardcterderelacionespablicas. La universidades, aunque a veces es} _rendiciénidecuentagexternatam- violada y explotada.? bién puede ser una amenaza a la Relacionadoconestoydeespe- | _ libertad de los profesionales para cial interés paraloseducadores:la | manejar us propios tiempos y de- rendicién de cuentas a terceros | finir sus propios trabajos. Y una debilita la autonomiadelasinsti- | rendicién externa, cuando aplica tuciones. Las obligaciones de in- | criterios y estéindares comunes a formar generalmente son obliga- | muchas insticuciones, puede tra- ionesdisfrazadasquetienencomo | bajar en contra de la diversidad verdadero objetivoconformar las | que existe entre elas. cexpectativas externas. En estesen- Pero cualquiera que fuere nues- tido hay, o al menos ha habido, | tra ambivalencia, las obligacio- unaexcepciénparalasinstitucio- | nes inherentes a la rendicién de nes de educacién superior que ‘cuentas son centrales para las so- gozandeunalto grado deautono- “| _ciedades democraticas en la muy mia. extensa tendenciasecularhaciala Larendiciéndecuentasaterce- | fundamental democratizacién de ros,dependiendodelanaturalesa.| la vida.de larque hablaba Max de la obligacisn, puede ser tam- | Weber. Donde la autoridad tradi [La naturaleza y ef detalle de los informes solicitados pueden tenes, ya menudo enen, efectos sobre las insicuciones muy alejados de tas poliicas a implantar pari Jas cuales fueron disefados. La pesada carga de muchos y extensos informes, que caracteriza el actual sistema de financiamiento del gobierno central alas universidades britinicas, afecta a éstas y se suma a los problemas que Tes generan las politcas del gobierno central y la disminucisn de presupuesto Los dos programas federales de educacién superior més exitosos en Ia historia rnorteamericana -el Mortll Land Grane Ace de 1863 y el GI Bll después de fa Segunda Guerra Mundial- se caracteriabar por una supervisiéa débil y una minima rendicién de cuentas sobre las grandes sumas gastadas. Ambos fueron realizados con algo de ccorupeidn en su administraciOn. Pero la mayoria de las personas percibirta slo los logros para fa sociedad norteamericana de ainbos programas sin atender@ la evaluacidn de los costs, ranto los legitimas como los originados por la cortupcisn. Creo que ea ambos casos eto era verdad, menos como un resultado de la politica considerada que por la insuficience bucocracia federal disponible en los dos momentos pata hacer una supervision. Sin embargo, estos ejemplos levantan interrogantes acerca del costo de la rendicidn de cuentas, de su naturatera y deralle, de la efectividad de las politicas piblicas, eal ver especrficamente en lo que se refiere a In educacidn supetior. FaSnaaTOUNESTARS 15 cional esté debilitada y la con- fianza en las elites tradicionales rminada, més justificaciones yren- diciones de cuentas abiertas y for- malesdeben hacersea los diferen- tes organismos que reclaman el derecho de juzgar el desempeiio de las instituciones. La rendicion de cuentas, como sefialé, es una restriccisn fundamental sobre el ejercicio del poder; la restricci6n. descansa en lo que podrian hacer las personas y las instituciones a quienes se dirigen los informes si no les gusta lo que escucharon. En Europa, los vineulos de la educacién superior con la socie- dad, a través de mecanismos de mercado y las elaciones de con fianza, son menos debatidos que los procedimientos de rendicién decuentas. Enelcasodel mercado es porque no ha sido un factor principal en la educacién supe- rior europea y es lo ahora cuan- doesté legandoatener importan- cia en el financiamiento comer- cial de la invescigacién realizada en lasuniversidades. ¥ laconfian- za1no es muy discutida porque su rol en la vida universitaria no es reconocido © porque no es vista como directamente responsable para la politica y la accién, ni por el Estado ni por la institucion. En Estados Unidos, donde laconfian- aes todavia un elemento central en la vida yla auronomiade nues- tras instituciones, gran cantidad deciempo, pensamiento yesfuerz0 se destina a crear y sustentar el elemento de confianza en las co- munidades que las apoyan. Y nada asusta tanto a los educadores nor- teamericanos como queselosacu- sede serresponsables porel hecho dle que la sociedad norteamerica- naesté perdiendo laconfianza ya articulos seguridad en sus instituciones de educacién superior. Este cargo es feecuentemente realizado, en ge- neral, por aquellos que reclaman ‘en mayor medida rendiciones de cuenta formales para superar la falta de direccién (la permisivi- dad) supuestamente provocada por la confianza declinante. El reclamo de que la educacién su- perior esté perdiendo la confianza de la sociedad en sentido amplio, resultaconveniente paraaquellos cuyo interéscreciente est en una educaciénsuperiorobligadaaren- dir cuentas al Estado, que de esta forma aumentarfa su poder sobre estas instituciones. En Gran Bretafia, mi sensacién es que la quita de confianza a las universidades, en lostiltimosquin- ceafios, puede haber sido més un aspecto de la politica del gobier- ‘no, que un cambioen lasactitudes delasociedad. Aunsiesofueraast, igs universidades briténicas nun- ca desarrollaron mecanismos po- licicosque les permitieranconver- tir la confianza de la sociedad en soporte politico directo cuando fueron atacadas por el gobierno. Tal ver ese es el precio que Gran Bretatia pag6 por setenta afios o ands de politicas universitarias de clices, zesueltasen discusiones in- formales en el Athenaeum entre los académicos (lo grande y lo bueno) por un lado, y los emplea- dosdel gobierno y ministros porel otro, quienes en muchos casos hhabian ido a la escuela ya la uni- versidad juntos. Aunque ese acuerdo fuera satisfactorio, las universidades no supieron bien qué hacer cuando tuvieron un Primer Ministro que no era un. caballero;odicho de otra manera, no supieron emo desarrollar, + Aunque esos senrimientos continian respakdando tanto la ley cuanto las formas wadas de financiaaiento, FSISSHTOUNRSTARD ——_16_ después convertir, el apoyo de la sociedad amplia en un apoyo po- licicoque les permitiera defender- seatravésde losmecanismosusua- Iesde la politica real en las socie- dades democriticas (mis amigos briténicos me recordardn que las universidades no tenian tanto apoyo de la sociedad porque ma- triculaban séloeleinco porciento de los que estaban en edad de matricularse y no vefan su rela- cién con los empleados del go- bierno como una parte principal desumisisn).Sin embargo hayen todos lados una conexiGn poten- cial entre confianza yapoyo en les grupos de la sociedad civil e in- fluencias politicas entre ellos. La efectividad de las politicas de la vieja elice durance canto tiempo hizo parecer innecesario que las universidades briténicas convie- tieran ese potencial en una reali- dad politica. Tendemosa pensaracerca dela confianza en conexiénconelapo- yoa la educacién superior y a la ciencia realizada por individuos y fundaciones particulates, pero también podemosver laconfianza enlasrelacionesdel Estado con la educaciGn superior. Mientras que la confianza en las universidades esti profundamente afianzada en las actitudes y sentimientos que definen el uso comin de la pala- bra, también puede serinstitucio- nalizada en leyes y acuerdos de financiamiento yas{ga! arun gra- dode independenciade asactitu- des subyacentes de lasociedad en sentido amplio.* He mencionado elrolde la UGCen Gran Bretafia como unsintoma yun instrumen- to de una relacién de confianza, aunque Gran Bretafia nos recuer- da que la confianza también pue- deer desinstitucionalizada. Pero la confianza por parte de los go- biemosesté muchomésextendida yse muestra de diferentes formas. Muchos Estados han establecido reglamentos que pueden conside- tarse autolimitativos, porque ce den voluntariamente algo de su poder para las universidadesatra- vésde la asignacién de recursos a las instituciones y a los rectores mediante una formula de finan- ciamiento que vincula directa- menteel presupuestocon la matri- cula, oa travésde financiamiento global y plurianual, 0 a través de uuna gran dispersion de onganismos de financiamiento de la investi- gacién piiblica (como en Estados Unidos), porque la falta de coor- dinacién de las agencias guberna- mentales que ocorgan financia- ‘miento para la investigacién en las universidades, las aisla de la politica del gobierno central. Ve- ‘mos niveles de confianza del go- bierno en aumento, por ejemplo, cuando el Estado suizo concede mayor autonom{a a las universi- dadessuizasy cuandoasignarecur- sos del Estado a dos universidades privadas (Trow, 1995); también se observa una tendencia similar ‘muy marcada hacia la descentrali- zacién de la autoridad hacia las instituciones en el lugar en que menos podriamos esperarlo, en Francia, donde el viejo estereoti- po de un sistema universitario napolesnico altamente centeali- zado ya no es més defendible. Un. cierto grado de confianza es visi- ble en todos estos casos donde los Estados reducen sus poderes dis- crecionales sobre las universida- des o incluso difieren sustancial- mente su ejercicio. El significado deestoresalea enelcasobriténico, donde el control del gobierno es minimo, Nuevamente Gran Bre- tafiaesunaexcepcidnenrelacién con los gobiernos del continente que estin flexibilizando las for- mas tradicionales de gerencia- Martin Trow mientodel Estado para las univer- sidades, puesto que el gobierno de Gran Bretafia ha fortalecido en gran medida su control sobre las universidades, que inicialmente «eran mucho més libres quelascon- tinentales Irénicamente cuanto més seve- 18 y detalladas son las obligacio- nes de rendicin de cuentas, me- nos pueden revelar las realidades subyacentes por las cuales las uni- versidades estén siendo obligadas. arendir cuentas. ¥ aqut mi punto de vista se ha formado a partir de la investigacién que llevé a cabo junto con Oliver Fulton sobre la forma en que las universidades briednicas, viejas y nuevas, han estado registrando con seriedad, pero frecuentemente cambiando el contenido de los informes que debian ser presentados a la HEFC. Del lado de la investigacién, por supuesto,sabemoscusn inteligen- tementeel Departamento Acadé- rico maneja sus informes a la HEFC: elcuidado con elque ellos separan las ovejasde las eabras en suplantelde investigadores (;con qué efecto sobre la moral de las cabras?);e1intenso interés queba surgido alrededor de tener los tra- bajos publicados antes de la fecha limite, un interés que en algunos casos llev6a retirarlosarticulosde un periédico para colocarlos en otro, solamente por causa de la fecha de publicacién; el recluta- rmiento de estrellas que traen nu- bes de publicaciones y glorias en su equipaje. Del lado de la do- cencia, la ansiedad por ensayar lo que sucederé en el proximo lugar a visitar, dias enteros dedicados a programar paso a paso la visita, con cada momento de la conver saci6n coreografiado y planifica- doparaobtenerunefectocomple- tojelaunmasexcicante trabajode consultores para asesorar sobre La PRGAENTOUNMERSTANS 17 mejor manera de hacer la presen tacién ante el Comité de Revi- sién,amenudo integradoporcon- sultores queson unreflejode aque- llos que componen el Comité Vi- sitante, por eso esque las viejas y distinguidasuniversidades pueden saber, casi con seguridad, cémo serdn vistos sus métodos de ense- fanza por los revisores de las nue- vvas universidades. Y detrés de la escena, empleados administrati- vvos, empleados de finanzas pla- nificadores compiten con agude- za.con la burocracia del HEFC en secretas manipulaciones de, por ejemplo, la cantidad de estudian- tes parttime que son casi full me (por cierto en algan sentido son full time); de los estudiantes de ‘matemética, quienes con la luz adecuada on asifisicos,al menos hhasta que se gradiien, y otras cosas porelestilo;no voy arevelarahora laspicardias mésefectivascenues- tros informances. Algunos de fos mejores administradoresuniversi- tariosdenuestropaisdedican gran cantidad de tiempo y energiaa la creacién ymanipulacién deinfor- ‘maciénaser incluidaen susdocu- mentos de evaluacién 0 que se remite directamente a la HEFC, informacién delacualdependesu financiamiento y su colocacién ‘enel ranking. Muchas y pequefias picardiasde este tipoaumentanet dinero real del presupuesto; ellas sonparcedel armamentariumdeun habiladministrador universitariog peroocupan inteligencia yun tiem- po precioso que la universidad podria utilizar para enfrentar el desafio de sus problemas financie- 10s y administrativos, para hacer planificacién creativa y no sélo defensiva. Eseo esrendiciéndecuentassslo enelnombre, Parece mésel infor- me de un empleado de un pats vencido al poder de ocupacién 0 del Estado propietario de plantas, industriales y granjas al gobierno central en una economfa regula- da, En todos estos casos, el habito dedecirla verdad se erosiona y los informes que surgen del campo tienen menos y menos relaciSn con los hechos de base que ellos supuestamenterepresentan.Cuan- do la informacién que surge de la linea afecta poderosamente la re- puracién y los recursos que vienen desde el centro disminuyen, en- tonces sabemos que esos informes soncada vez menos ejercicios para descubrir o decir la verdad y cada vermisdocumentosderelaciones pablicas que son, disfamos, parsi- ‘moniosos con la verdad, especial: mente las verdades terribles, que revelan problemas negligencias, enlainsticucién informance. Pero la rendicién de cuentas depende de la verdad. Por lo tanto, el pro- blema central es emo crear un sistema de rendicién de cuentas | } | { | | | | articulos que no castigue a los que dicen la verdad yquenopremie laaparien- cia de éxito. DIVERSAS FORMAS DE LA RENDICION DE CUENTAS Las formas de rendir cuentas varian con las circunstancias. En Estados Unidos, donde el gobier- no federal no es el principal actor del sistema, larendicién de cuen. «as formal ala “sociedad” ha sido realizada en gran medida 2 través de la “acteditacién”. Nuestro in- forme nacional recomends una gran cantidad de reformas a ese sistem En Gran Bretafia por el contra- rio, por lo que sabemos, fa rendi- cidn de cuentas formal es fuerte y directa y parcialmente llevada a cabo a través de informes sobre la calidad de la investigacién, vin- culadosdizectamenteconelfinan- TONNES AR amas ena cciamiento, pero también a través derevisoresexternos de lacalidad dela ensefianza, juntocon muchos otrosinstrumentosde informacién yrendicién de cuentas ordenados porel gobierno que, de una mane- ra evidente, retiré su confianza y trata de impedir que el mercado renga un rol activo. Las universidades, en vatiospat- sesdelcontinente, son financiadas porelEstado, quemantiene elcon- rrolsobre los gastos; larendiciénde cuentas es llevada a cabo a tra auditoriasfinancierasy(creciente- mente) académicas, en lugar de evaluaciones directas del trabajo de lainstitucién vinculadascon el financiamiento. Como observ John Brennan:*LaevaluaciSndels calidad rara vez existe como forma tinica de regulacién externa. El rol que juega en el proceso de rendi- cidn de cuentas prabablemente es influido por otras formas de con- trol extern. Estas son principal- ence la legislacién y las disposi ciones del Estado sobre financia- riento y Ia operacién del merca- do. Donde estas formas de control son fuertes (la primeratradicional- mente en muchas partesdelconti- nente europeo, la iltima en Esta dos Unidos), se podefa hipotetizar que el rol de la evaluacién de la calidaclesdébil. Dondeson débiles (por ejemplo, en Gran Bretafia), entonces se puede hipotetizar que el rol de la rendicién de cuentas tendré mds fuerza que la evalua- cién” (Brennan, 1996). Pero algunas formas de apoyo son mezclas de los tres tipos de vinculos:por ejemplo, los arance- lesestudiantilesen muchos colleges y universidades norteamericanas ‘estén parcialmente basados en la confianza de los estudiantes (y en Ja de sus padres) en la institucién y parcialmente son una transac- ciénde mercado. Peroestetipode apoyo también exige intensos es- fuerzos de rendicién de cuentas, a través de publicaciones dirigidas tanto alos estudiantes como los padres para obtener su respaldo, manteniéndolosinformadosacer- cade loque el college esta hacien- docon losrecursosquerrecibe. Los alumnos también contribuyen sustancialmente con las institu cionesnorteamericanas, antopa blicas como privadas:ese apoyose basa en gran medida sobre la con- fianza en la institucién, pero tam- bign en parreen la expectativade alguna formaderendicién decuen- tas que la instituci6n realizaatra- vvés de publicacionesde todo tipo. Lo que vemos en la educacién superior, tanto en Europacomoen. Estados Unidos, son combinacio- res complejas y variables de gra- dos formalesde rendicién decuen- tas,deconfianza y demecanismos de mercado. Las combinaciones deestas tres formasde vinculacién de los colleges y universidades con sus comunidades de apoyo varian ‘enormementesegtinel tipode ins- titucién, los departamentos ae: démicos, las actividades y los dis- tincosparticipantes. Paracompren- der los problemas que enfrentan Jasuniversidades y el sistema uni- versitariode cualquier lugar seria ltilobservarlanaturalezadelequi- librio de estos tes tipos de vineu- los con sus comunidades de apo- yo. Por ejemplo, la rendicién de cuentas formal en [a educacién superior puede ser vista como un sustituto de la confianza en situa- ciones en las que las fuerzas de mercado son débiles, una situa cidn queusualmente caracteri2aa Gran Bretafia. También seré til comprenderlosefectosde loscam- bios en el equilibrio de estas fuer- 235, cambios en las formas en que las universidades estén vincula- das con sus sociedades. También. Martin Trow podria ser dil para el disefio la politica gubernamental institu cional ASPECTOS DE 1A RENDICION DE CUENTAS Antesde seguiravanzando pue- deser til sefalardosdimensiones ‘aspectosdela rendicién decuen- tas en la educacién superior: la primera se refiere ala distincién entre rendiciSn de cuentas inter- ra y externa; la segunda, por un Jado, ladistinciénentrerendicién de cuentas legal y financiera, y por el otro lado la rendicién de cuentas académica (en lo moral y en materia de conocimientos) Sobre la primera distincién: la rendicién de cuentas externa es Ja obligacién de los colleges y uni- vversidades hacia quienes los sos- tienen, y finalmente hacia la so- ciedad en sentido amplio, para darles seguridad de que ellosestan cumpliendo fielmente sus misio- nes deque estén usando sus recur- sos honesta y responsablemente y cumpliendo sus legitimas expec tativas. La rendicién de cuentas interna es la rendicién para quie- nes estén dentro de un college 0 universidad, de unos hacia otros, sobre cémo los diversos sectores estén cumpliendo sus misiones, cusnbienseestindesempesiando, siestin tratandodesaberdéndees necesaria una mejoria y qué estén haciendo para ealizarla. Larendi- cidn de cuentas externa es como una auditorfa que da bases para la confianza y el apoyo continuzdo, mientrasque larendiciéndecuen- tasintemaesun tipodeinvestiga- cién: indagacién y andlisis de la instituciGn -sobresus propiasope- raciones- otientadas principal mente aperfeccionarsea travésde la investigaci6n y la accién. Y el informe que publicamos (Graham etal., 1995) estaba particularmen- twinteresado en mostrar cémo las formas y las prcticas de la rendi- ci6n de cuentas externa pueden ser realizadas para reforzar, antes «que para minar, una buena rendi- cién de cuentas interna. Lasegundadistincidn, entre ren: diciéndecuentas legal yfinancie- ra yacadémica corta transversal- mente a la primera. La rendicién de cuentas egal y financieraes la obligacisndeinformarsobrecémo sonusados osrecursos:lainstitu- cin esti haciendo loquesesupo- re que debe estar haciendo por ley? Sus recursos se usan para los propésitos que fueron entregados? Elrendir cuentas por el uso de los recursos tiene us propias radicio nes y normas y la auditoriafinan- ciera, tanto internacomodeorga- nismos independientes externos, ha desarrollado buenos mecanis- ‘mos para levarla acabo. La rendi- ci6n de cuentas académica es la obligacién de explicar a los de- iis, tanto alos de dentro comoa los de fuera de la institucién, qué se ha estado haciendo con aque- llos recursos para promover laen- sefianca,elaprendizaje ylaexten- sién (servicios piblicos) yeonqué efectos. Generalmente hay mis controversia sobre larendicién de ‘cuentas académica que sobre fa legal yfinanciera:lasnormascon- tables generalmente son més cla- ras que nuestra habilidad para afir- mat y evaluar los resultados de la ensefianza ya investigacién. Pue- de observarse también este con- 5 tncluyw lo moral como un aspecto de la rendicidn de cuentas para enfatizar las cobligaciones de fa educacida superior hacia los grupos e individuos que son parte de una comunidad que fos apoya aunque no sean “participances” en sentido estict. PERCMENTOUNVESTARNO 19 traste en las formas a través de las cuales estos dos tipos de obliga- ciones son exigidas y cumplidas: en un caso, a través de informes financieros, auditorias y aplica- cin de las leyes pertinentesjen el owo,atravésdeuna grancantidad deformasquelosacadémicosy los administradores académicos uti- lisan para hablar entre ellos sobre lo que estén haciendo y comuni- carlo a los de afuera En Estados Unidos, los esfuerzos para realizar rendiciones de cuen- tasextemassobre lacalidad acadé- mica de todas las instituciones a travésdelaacreditacién, son gene- ralmentelasméscuestionadosque cualquier otra forma de rendicién decuentas.En gran medida, laren- dicidn de cuentas académica ex- ternaen Estados Unidos, principal- mente bajo la forma de acre- ditacién, ha sido irrelevante para mejorar la educacién superior; en algunos casos ha actuado mis para proteger a las instituciones de monitorizaciones efectivas de su propio desempefio educativo que parapromoverlos;en otros casos, es claramente una traba para los es- fuerzos de la institucién por mejo- rarse, Alienta a las instituciones a informar sobre sus fortalezas mas que sobre sus debilidades, sus éxi- tos mis que sus fracasos, y aun a ccultar sus debilidades y fracasos. Mientras la acredieacién es vista comoel tinieo medio porel cual la ‘educacién superior se vigila a sf misma, otros medios mejores yal- cernativos reciben poca atencién. Aqui es donde ha habido més de- bate y nuestro informe nacional (Graham et al., 1995) hizo una de sus recomendaciones principales sobre este tema: que transformemos laacreditacién de revisores exter- nos de calidad institucional en auditorfasde investigaciéndelpro- pio plantel de cada institucién, en articulos ‘un autoexamen eritico, aplicando suspropiosprocedimientosdecon- trol de la calidad interna. Esca es tuna recomendacién familiar para os europeos: es el tema central de losescritos de losprincipales espe- Cialistas europeos sobre la materia (Neave, 1994, 1995;Neavey Van Voght, 1991; Van Vughe y Wes- tetheuden, 1994) Un énfasis sobre la confianza, como elemento lave en fa rela ci6n de la sociedad con la educa cién superior, no implica de nin- guna maneraserciegosa lasnegli- gencias de los académicos y sus instituciones; centramos nuestra atenciSn sobrelacuestiéndequién esel responsable, ante quién y por qué. Hay por supuesto, en cada pais, muchas patologias de la vida aacadémica. Porcierto,algunesaca- démicosy,aveces, departamentos completos transforman a Laurie Taylordeun humoristasatiricoen un soberbio ancropélogo hasta entonces desconocido. Una de estas patologias méscomunes, en- ccontrada en todos lados, son aca- démicos que hacen poca o ningu- na investigaci6n en las universi- dudes que se dedican a la investi- gacién, Los académicos de estas universidades de investigacién generalmente tienen una carga muy leve de docencia para permi- tirles hacer sus investigaciones y tutorfas;sinolashacenconvierten ‘un puesto privilegiadoen una pre- bbenda. Pero esto es un problema que debe enfrentar un departa- mento ouna universidad, supervi- sando con auditorfas externas sus revisiones internas; noes algo que pueda ser efectivamente detecta- do por los formularios de finan- ciamiento del gobierno central, Tratarde llegar desde fuera puede causar més problemas que solu- ciones. Gran Bretafia es el nico pafs que conozco que evaliia a 20, todos os departamentosporobje- tivos de financiamiento. En reali- ddad, la investigacién es realizada porindividuos yequiposde inves- tigacién (cada vez mis interdisc- plinarios),no por departamentos La forma de financiamiento de Gran Bretafia, desde mi punto de vista, confundeuna unidad admi- nistrativa con una unidad de in- vvestigaciéne introduce nuevas pa- tologias en la vida del departa- mento, pot ejemplo, desalentan- do la investigacién interdiscipli Enfaricé que estas tres fuerzas, rendicién de cuentas, confianza y mercado, a menudo estan interre- lacionadasen una situacién parti- cular. Larendiciéndecuentasyla confianza particularmente estén en una peculiar relaci6n de ten- sin, algunas vecesse apoyan mu- tuamente, otras se rechazan. Por ejemplo, la confianza de los adul- tos en la gente y sus instituciones no es, generalmente, ciega, sino que pone en marcha diferentes tipos informales de rendicin de cuentas, tipos que los procedi- mientos de rendicién de cuentas formales no reconocen. Uno de estos es la rendicién de cueritas demandadaasus miembros por las comunidades académicas, susde- partamentos y las disciplinas. Sa bemos acerca de este tipo de ren- dicién de cuentas cuando las nor- mas académicas y profesionales son violadas, comoen losfrecuen- tes esciindalos acerca de plagios académicos o la falsificacién de hallazgos de investigacién. El he- cho de que sean escindalosatesti- guael poder de las normas queson vvioladas y la estructura de sancio- nes vigentesparaexigirsucumpli- miento, Hay ademés, la rendicién de cuentas personal que es asumida por la propia conciencia, rendi- ciéndecuentasa valores intemali- zados. Algunas personas en la vida académica todavia piensan en tér- tminos de lo que ellos conciben que essuobligacién y lohacensin coercign nipresign externa. Con- sideranestocomounacuestionde honor o de lealtad o de lo que se requiere paraser un buen ciudada- rnoen Ia universidad. Todas estas formasde direccién interna,como David Riesman las lamé muchos afiosatris,seseparan ydehechose coponen a los requerimientos de rendiciéndecuentas formales. Esto cs porque los requerimientos de rendiciéndecuentas formalesson por naturalesa inkerentemence suspicacesante elargumentodela responsabilidad personal y profe sional, queconstituyede hechoel fundamento por el cual losacadé- cos de los colleges y universida- des de elite, en rodos los patses, escaparon inicialmentea la mayo- de las rendiciones de cuentas formales externasen relacién con sustrabajoscomodocentesy hom bres de ciencia. En Gran Bretafia, como sugeri, vemos que los académicos pier- den actualmente el poder persua- sivo de sus argumentos de respon- sabilidad personal y profesional, argumentosque,cuandoson hon- tados, son el sustentode la extraor- dinaria confianza que la sociedad britdnica y norteamericanahaco- locadoensuscollegs yuniversida- des. Los académicos en las uni- versidades briténicas se asumen como *, hombres y mujeres que gobiernan sus propios comporca- mientos de acuerdoon los dicta- dos de su conciencia o considera- cionesde honor onormas profesio- nales, dependiendo de su origen social.” Y eso es porque, en la dé cada pasada, al transformar el sis- tema de educacin superior de cliteen uno de masas,el gobierno MartinTrow briténico lleg6 al extremo dene- | esextrafia. Desafortunadamente, garlarelevanciadelospedidosde | cuando estos reclamos por la res- confianza y de someter a todo el | ponsabilidad personal o por el sistema y sus miembros a lo que | _estatus profesional deben ser he- s6lo puede ser visto como una | chosexplicitos,esporquesonreal- especie de ceremoniadedegrada- | mente débiles. La confianza no ciSnmasiva,queimplicélatrans- | puede ser exigida sino que debe formacién del stafff académico | ser libremence entregada. En las (estudiantesycientificos,catedri- | novelasde Trollope, un caballero ticos y profesores) en empleados, | que exige ser tratado como un simplesempleadosdeunaorgani- | caballero,casi conseguridadnoes acién. Y,comolosdemésemplea- | un caballero, dos,sesupone que respondan alas Peroestadeclinaciéndelacon- penalidadesyalosincentivosque | fianzacomounade las tresfuerzas disefian lasagenciasfinanciadoras, | bisicas que apoyana laeducacin obligados como cualquier otro | superior,endondeocurrié, no fue empleadoestatalarendircuentas | sélo resultado de politicas dirigi- sobreellosmismosysucomporta- | das a remodelar a la educacién miento a la burocracia, que poco | superiora imagen de una empresa conocedelhonor,laconcienciay | _privada,mientrasseaumentabael la confianza. En ese mundo, los | poder reglamentarista del gobier- argumentosderesponsabilidaden | nocentral,aunqueel casobritini- la vida académica chocan con la | co pueda llevarnos a creer es0. burlaoelcinismo,sonvistoscomo | Unasituacién tipicaesque, en los ‘un mecanismo transparente para paises europeos, una disminucién justficar los viejos privilegics de | en la confianza es inherente al lavida universitaria (queeviden- | surgimientodela educaciénsupe- tementeeranprivilegios),*incom- | rior de masas, desde la Segunda patiblesconlapoliticaestatalpara | Guerra Mundial, al teemendo au- la educacién superior. Lasalusio- | mentodesuscostos,en particular nesdelosacadémicosalarespon-' | paraeltesoro piblico, yalaumen- sabilidad personal porsustrabajos | to de las diferentes formas que © 2 las obligaciones y pautas 0 | asume laeducaciGn superior, mu- rormas profesionales,son,ame- | chasde lascualesno pueden recla- rnudo,totalmenteincomprensibles | mar para sla autoridad académi- paragentealnquelamismaexpre- | cade modelosde educacién supe- sign “responsabilidad personal” le | riordeelites.”En Europa, masque * En Europa, los académicos tienen algo del estatus de empleado pablico y, con bvias excepciones en las dictaduras, por vietud de su trabajo especial se les ha fwrgade un grado considerate de libertad académica en las universiades, yue ao fran tan auténomas como ea Estados Unidos y Gran Bretata. "Por supuesto, la cesponsabilidad yupal y personal por eomportamientos no estuvo i esc limitada los geemen. Para una discusin reciente sabee estos asunts en la Inglaterra vietoriana véase Himmelfar (1995) * Para una discsién completa sobre las motvaciones y consecueacias de ls poltcas del gobierno central para la educsein superior en Gran Bretata,véase Trow (1994), Ess cemas son generalmente el objeo de mis estuias con Oliver Fulton, 'Soy escéprico acerca de la tan difndida afimmacisn de que hay una profunda disminucin de Ja confianza en la educaciSn superior en Norteamética, poxue es convenientey, en verdad, casi una condicidn necesara para aumentar los mecanismos de reguacion a través de mayors rendiciones de cuentas formales. Hay considerable evidencia, apoyada en diferentes grados de indiscutble cee, de que fa coofiansa cen los colleges yuniversidades norteamericanas no ha disminuido en los afos recientes PRSaTTOUNVERTANS 21 articulos enEstadosUnidos,elenormecte- | _frentadasaun gobiernobostilque, cimiento de la matricula en las | bajo Margaret Thatcher y John altimas cuatro décadas no slo | Major, ha mostrado desconfianza transformé a ta educacién supe- | por todas las viejas instituciones riorenuncompetidorporfinancia- | delestablishment,yparticularmen- miento, con otras agencias del Es- te por las universidades, como tado de bienestar, sino que tam- | agentes de la decadencia. bign llevé a que se plantearan ‘Mientras estas presiones que Interrogantes sobre la calidad y | _unen la rendicién de cuentas con nivel de esas instituciones. La in- | la educacién superior de masas quietud acerca de la “calidad” ha | _ estén presentes en todos los luga- sido exacerbada por la tendencia | res, en muchos patses del conti- de todos los paises europeosadis- | _nenteeuropeohay fuerzascompen- minuir los presupuestos paraedu- | _satoriasquesurgendel mismomo- cacién superior, por lo menos per vimiento hacia la educacion su- capita. Y esto,asutumne,generdlo | _ periordemasas. Elcrecienteypro- que sélo puede ser llamado una | gresivamence diversficado siste- industria de la evaluacién, dedi- | ma de educacién superior, en cada aescribiry asesorar sobre los | muchos patses, simplemenze no problemas de la evaluacién de la | puedesermanejadoefectivamen- ensefianzaylainvestigaciSnenla | te desde el centro y en patses tan educacién postsecundarias y la | diferentes como Suiza, Austria, posible articulacién de laevalua- | Francia y los Paises Bajos, las uni cidn con el financiamiento esta- | _versidades obtuvieron mayor au- tal EntodoestoGran Bretaiaescé | tonomfaen aos recientes. Como excepcionalmente adelante: su | _ sefiala Brennan:"Enelcontinente gran inquietud ante la “decaden- | europeo, hay un retiro general de cia econdmica” y la debilidad | la autoridad estaral” (Brennan, politica de sus universidades, en- 1996). No conozco otro pais, ex- como se asume ampliamente, aunque no hay duda de que ocupa una posicién diferente a la opinidn pblica a la que tenia antes, digamos, de 1966. En Ia década 1981-91, la marricula total continus creciendo (14 por clento) 2 pesar de que los colleges y universdades estaban aumentando sus aranceles pur matricula y ensenansa mis (54 por ciento en dolares constantes) que el fndice de precios al consumidor; durante esta década, el diferencial de ingresos monetarios, considerando los colleges y excuelas superiores de graduados, execis bruscamente, hasta cerca del 88 por cientos las ccontrihuciones privadas para collegs y universidades aumentaron 66 par ciento en dolares constantes; los aportes federsles para investgacisn académica aumentaron 53 Por ciento en técminos ceales entee [981 y 1991; el nimero de estudiantes extranjeros cn los colegs y universidades norteamericanas crecié 31 por ciento y lot grados de “sauisfaccida” en las encuestas de opinin de estudiantes y uevos graduados no dlisminuyeron en los afios recientes (fuente: Gorler, 1995). Por otro lado, entre 1981 y 1995 ta proporeisn de personas que expresacon “un alto grado de confiansa” en “ls principales insticuciones educativas como colleges y universidades” cays de 37 por ciento a 27 por ciento en la encuesca de opiniin publica nacional, aunque auments levemente en los tltimos afios (The Harris Poll, 1995). En esta encuesta, la educacisa superior obtuvo el reece lugar en la sta de instituciones mis eonfiabes pata el pblico y la pérdida de confianza del pdblico en la educacidn superior sigue a la pésdida de conflanza en la instituciones en general (The Harris Poll, 1995). Con seguridad hay lugar para el debate de estos temas y sus implicaciones. Véase Graham etal. (1995) (pp. 3-5) "© Lord Dainton, utilizando nimeros oficiales, calcula que la unidad media de recursos -es decir, “el ingteso corviente por estudiance incluido ef aporte del gobierno y los aranceles”. en Gran Bretafa y la Unisn Europea declind entre 1972/3 en dos tercios y lo peor esté atin por venir (Hansard, 1996), NTN 22 cepto tal vez Australia, que haya mostrado un patrn de conduc- cin de la educacisn superior si- milar al de Gran Bretafia: creci- tmiento, reduccién de la diversi- dad institucional formal y ajusta- dos controlesadministrativosrea- lizados por una agencia del go- biernocentral. Hay tentacin deexagerar elrol del modelo de rendicién de cuen- tas, singular y altamente “entro- metido", que Gran Bretafaimpu- soasuscolleges y universidades en ladécada pasada o.un poco ances. Peroson unsintoma, una respuesta ‘otras fuerzas més profundas que hhan transformado la educacién superior briténica en los tiltimos quince afios: el gran crecimiento, ‘en relacién con el grupo de edad, de la maerfcula de grado en la educacién superior, la dramstica disminucién de los fondos por tudiance® y la descuidada fusién de los dos grandes subsistemas (colleges yuniversidades) han sido las fuerzasqueempujaron laacele- rada creacién de la educacién su- perior de masas en Gran Bretafia. Los nuevos modelos de gerencia y derendiciéndecuentassonaspec- tosde esa transformacién, aunque con consecuencias significativas ‘con respectoa su propia indepen- dencia de las otras uerzas, Peroun crecimiento enel nmerodeestu- diantesbajociecunstanciasde res- triccién financiera, nonecesitaba lafusién de lossubsister as y estos tres hechos juntos no exigfan la creacin de la HEFC ni laclabora- cién de instrumentos de gerencia ydecontrolanivel central. Habia y hay alternativas que no fueron consideradas. Sihay menos inquietud acerca de la “calidad” de la educacién superior en Estados Unidos, es porque nuestro sistema es muy variado en ese aspecto y porque nunca hicimos (ni pudimos ha- cet) ninguna promesa como una nacién, en el sentido demantener un patron comin de calidad en nuestros milesde colleges yuniver- sidades. También estamos menos sorprendidos porel rol del merca- do en Las cuestiones culturales Como Louis Hartz nos recuerda, en América, en contraste con Eu: ropa, el mercado precedié a la sociedad (Hartz, 1995). Esto no libera a nuestros colleges einstiu- ciones del problema de definir y defender uncaracteromisidndis- tintiva, que no esta definida com- plecamente por las fuerzas del mercado. Pero reduce mucho la presidn,en América, porla vigen- cia de fuertes sistemas de rendi- cién de cuentas a insticuciones externas SOBRE LA MEDICION Y LA EVALUACION DE LA ENSENANIA He sugerido que la presién por mayores rendiciones de cuentas nGran Bretafia, yespecialmente las presiones por evaluaciones di- rectasde la calidad de la ensefian- 2a, surgen principalmente por el nacimiento de la educaci6n supe rior de masas y sus efectos sobre profesores y estudiantes. Con res- pecto a estos iltimos, las institu ciones de educacién superior de masas reclutan un grupo de estu- diantes mas diversificado en lo que se refiere a origenes de clase, edad, interesesytalentos. Estasins- tituciones reclutan también dife- rentes tipos de personas para la profesién académica, mishetero- géneos en cuanto a su origen y, cada vermss,de lossectores menos privilegiados. La creciente diver- sidad tanto de estudiantes como Martin Trow de profesores fuerza un cambio fundamentalenelcurriculum yen lapedagogia. Aun cuandolosnue- vvos estudiantes sean académica- mente capaces, sus intereses y motivaciones diferirin. Profeso- res y catedraticos en el sistema de smasas no pueden més asumir que Jos estudiantes aprendersn solos, apenas se puede esperar que los estudiantes aprendan lo que se les ensefia. Esto lleva a dar mayor énfasis a la ensefianza como una habilidad precisa que puede ser ellamisma ensefiada (y evaluada) ycolocaa losestudiantes yal pro- cesodeaprendizaje paulatinamen- te como el tema central de una empresa educativa, una revolu: ciéncopernicana Lasdiferencias entre la educacién superior y la secundaria, en este como en otros aspectos, seachican, Elerecimiento y la diversifica cién de la educacién superior, junto con los cambios asociados en la pedagogta, exigirén que una sociedad y sus sistemas de educa- cin superior abandonen cual- quier idea de claros patrones co- munes de desempetio académico centre as institucionesyaun entre los sujetos dentro de una misma universidad, a pesarde lasafirma- ciones ministerialesen contrario. Silosestudiantesobtienensus gra dosycredencialescon unaamplia gama de niveles de aprovecha- miento y diferentes niveles de di- PaaneNTOU WES 23 ficultad, entonces el significado mismo del grado debe cambiar la educacién superior abandona e! patron oro y los grados son crecientemente evaluados por el nombre (y la reputacién) de la Instituei6n donde fueron obteni- dos y del departamento en el que elescudiante se gradu. Pero para muchos graduados de la educa cin superior de masas, que no continuarin en laadministracién publica, en la docencia, en las profesiones de mayor prestigio 0 en los estudios de posgrado, el grado es menos importante, ape ras como una afitmacién genera- Tizada de que el estudiante tiene un cierto tipodesofisticacién cul- tural, ha aprendido cémo apren- der, puede probablemente apren- der mas, ha mostrado la autodis- ciplina necesaria para aprobar cursos y obtener el grado. En Gran Bretafia, comoencual- quier lugar, el crecimiento en el tamafiodelosdepartamentoshace imposible que un profesor pueda continuargarantizando lacalidad del trabajo de cada uno de los miembros en su departamento. Y cada ver més hay diversos meca- rismos para el nombramiento de docentes de menor rango. Asi, los gobiemnos ylasinstitucionesdesa roollanevaluacionesmissensibles yutilizan procedimientosquease- guren la calidad, en parte porque el viejo mecanismo ya no es con- fiable bajo las nuevas circunstan- cias,en parte porque el sistema es imascaroahora yser4 mascaro aun, ‘en parte porque el gobierno ests ansioso por saber cémo se estin desempefiando las universidades frenteallacreciente globalizacién delacompetenciaeconémica. Por lo tanto, lo que para los ojos nor- teamericanos parece seruna tarea obsesiva por asegurar la calidad surge, en parte, como consecuen- cia de la retirada de confianza en lasinstituciones, ahora vistascomo llenas de estudiantes y profesores menos capaces, y en parte por la ansiedad de saber qué estén ha- ciendo esos profesores yestudian- tes menos distinguidos, especial- menteenelnuevosectorno-elitsta del sistema, mientras el apoyo fi nanciero per edpita declina drésti- camente, ‘A pesar de esto, aun cuando las presionesen esta direccién en Es- tados Unidos todavia son modes- tascomparadascon lasque existen enGran Bretafiayenalgunas otras nacioneseuropeas, loscolleges yas universidades pablicas en algu nosestadosnorteamericanosreci- ben cada ver mis demandas de los gobiernos de sus estados, por mis evidencia, preferiblemente cuan- titativa, que dé muestras de su efi- ciencia oefectividad. Esta aproxi- macién alla evaluacién de lacali- dad de laeducacién tratade medir losefectos de esa educacisn sobre estudiantes individuales, testan- do sus desemperios en diferentes careas y después agregando esos resultados en un ‘“indicador de desempetio”. Pero esasmedidasde “resultados” académicos capeuran s6louna fraccién,en realidad una pequetia fraccién, de la contribu- ci6nde laeducacién superior para la vida de los estudiantes y para la vida de la sociedad como un todo. Pero podemos preguntarnos, articulos {por qué necesitamos reducir la evaluacién de los resultados de la educacién superioraaquellosque pueden ser capturadosen pruebas objetivas del desempefio estu- dliantil? Hay otras formas de eva- luar el impacto de la educacién superior, no sélo sobre los estu- diantessinosobre lasinstituciones ylasociedad como un todo. Qué grandesefecrosesperamosque ten- gan nuestros sistemas de educa- cin superior sobre la sociedad? {Como consideramos los efectos delaeducacién superior, porejem- plo, en lareduccién de losniveles de prejuicio racial y étnicoo en la ‘mayor capacidad de las personas paracambiarsustrabajos,sushabi- lidades y sus profesiones cuando cambia la economia, oen lamoti- vacién de las personas para inseri- birse en programas de educacién continuadurante todasu vidaoen la capacidad de las personas para ctiar los hijos que desean y para conseguir mayor escolaridad que lade sus padres? sDeberfamosutilizarlastasasde logros escolares de los nifios 25 afios antes de la graduacin de sus padres como indicador de desem- perio de los colleges y las universi- dadesde 1970? ;Comoconsidera- mosel valor para lasociedad de las organizaciones creadas para pro- tegerelambiente, paradefendera las mujeres golpeadas, para refor- mar elsistemade justicia criminal oparadefendera los nuevosineni- grantes o a las personas emocio- nalmentealteradas, todaslasinsti- tucionesno gubernamentalesque hacen la vida més civilizada y fhumanitaria, ytodasellas en gran. medidaorientadasyasesoradasppor sgraduadosde colleges yuniversida- des? ;Las tasas de liderazgo y parti- cipacién enestasinstitucionesson usadas también como indicadores de desempesio? PRSRIDTSUNNTSTAND aaaaaaaamennaaaaaaas Se pretende que la educacién sea un proceso que tenga resulta- dos medibles. Esto es lo que hace falsas.atodas las medicionesde los resultados educativos. Podemos necesitar medir algo para justifi- car el adjudicar grados y otorgar certificados, pero no necesitamos compartir la ilusién de que nues- eros exéimenes miden los efectos delaeducacién. Nuncapodremos conocer totalmente nuestro im- pactosobre losestudiantes;sedaa lo largo de toda la vida y se mani- fiesta en diferentes momentos de sus vidas. Esos efectos estan mer- clados como muchas otras fue y factores sobre los cuales noso- tros, en la educacién superior, no tenemos control, entre ellos, el ccardeter de los estudiantes y las circunstanciasen que viven. Ade- mas, nuestra influencia sobre sus vvidas toma muchas formas dife- rentes, las mas importantes son no ‘mensurables. Unade lasfunciones principales de la educacién supe- rior, que escapa a toda medicién, es nuestra habilidad para ampliar loshorizontes de nuestros estudian- tes, para alentarlos a colocar sus ambiciones en una posicién més alta de la que alcanzarian si ellos no hubieran estado bajo nuestra influencia, Los colleges y las uni- versidades hacen lo posible por ensefiara los estudiantes que pue- den de hecho tener nuevas ideas, ideas propias, ms que una mera manipulacién de ideas produci- das por otros. Esa no es una con- cepeién del self que se consiga a menudo en elcolegiosecundario, pero se puede postular que la al- canzan durantesu vida la mayorta delaspersonasquecompletanuna formacién postsecundaria, Ningu- na evaluacién formal mide este aumento de autoconfianza y el convencimiento de la propia cae pacidad para pensar deunamane-

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