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‘Separara de CONFERENCIAS NA FACULDADE DE DIREITO DE COIMBRA 1999/2000 Escaneado con Cams EL DERECHO INTERNACIONAL ANTE UN NUEVO SIGLO JUAN ANTONIO CARRILLO SALCEDO Catedrdtico de Derecho Internacional Piiblico ‘y Relaciones Internacionales Universidad de Sevilla SUMARIO: 1. Cambios experimentados en las relaciones internacionales entre 1945 y |s actualidad. 2. Permanencia y cambios en el concepto y funciones del Derech« internacional. 3. El Derecho internacional en las puertas de un nuevo siglo. cf 1. Cambios experimentados en las relaciones internacionales entre 1945 y Ia actualidad Las mds de cinco décadas transcurridas desde la finalizacién de la Segunda Guerra mundial han sido afios de transformaciones sin precedentes en las relaciones internacionales, e incluso en los modos de vida, hasta tal punto que, en razon de los cambios fundamentales y de gran alcance que han tenido lugar, el mundo de hoy sorprenderia a los politicos y diplomaticos que en 1945 redactaron la Carta de las Naciones Unidas. En este lapso es posible perci- bir Ia presencia de factores que han condicionado tanto las relaciones inter- nacionales como la naturaleza y funciones del Derecho internacional, facto- res entre los que destacan los siguientes: 1) la guerra fria, en \a que las relaciones internacionales estuvieron dominadas por el enfrentamiento ideolégico, politico y estratégico entre dos mundos, liderado cada uno de ellos por una Gran Poten- cia, los Estados Unidos de América y la Unién de Republicas Socia- listas Soviéticas; Escaneado con Cams Confertwcias na Faculdade de Direito de Coimbra 1999/2000 aque impulsd «proceso de universalizacion de la 2 Re On pha eee del fin de los Imperios coloniales; 3) al abinme NortesSun, exro es, a creciente desigualdad entre desarrollo y subderarrollo; 4) ef fin de ta guerra fria, con el hundimiento del Imperio ruso-sovidticn y le emergeneit de.uun mundo nico en el que los principion de la enn vidad y desregulacién — parecen haber alcanzado vigencia universal; 5) la consolidacién de los Estados Unidos de América como sinica poten- ea hegemdnica mundial, teas el hundimiento de la U RS.S. y sin ef Soncrapeso que ésta supuso durante la guerta fla | 6) relevancia de quevos tipos de conflictos, distincos de los tradiciona- les, que se desacrollan en ef interior de los Estados y no entre Esta- mantenimiento de Ia paz y seguridad internacionales; 7) relevancia de las Organizaciones Incernacionales, universales y regio nales, como instrumentos de cooperacién permanente e institucio- nalizada entre los Estados; 8) relative marginacién, sin embargo, de la O.N.U. Y de algunas de las orga- mizationes del sisrema de las Naciones Unidas por parte de la Potencia hegemsénica y del mundo occidental, inclinados a dar preferencia a organizaciones regionales como la incervencién armada de la Alianza Adlntica en Serbia puso de manifiesto. Desde la perspectiva de las relaciones internacionales, los hechos ponen de manifiesto los profundos cambios que han cenido lugas entre 1945 y el pre- sente. Entre talés cambios destacan los siguientes: xados parecen demasiados pequefios respecto de los grandes pro- a es a Paicancacn Peeeuacane oa vida cotidiana, con lo que asistimos a un debliamiento de la ceneraid id del Estado en las ‘relaciones internacionales, a pesar del paralelo y espectacular ersc mienito del fiimero de Estados puesto de manifiesto en el actual miimero de Estados mientbros de las ees Unidas (ciento aa i ta y un miembros originarios en 5 aad. ae east relativa homo- que le habia caracterizado a lo largo de la historia, cuando - EScCdileduy CUI! Udilti< El Derecho internacional ante un nuevo siglo 257 estaba constituido casi exclusivamente por Estados soberanos terri- toriales; La comunidad internacional, en efecto, ya(no)es exclusivamente inte- restaral pues los actores que en ella actWian son muy diversos en su rnacuraleza, con [o-que sut estructura se-ha hecho mas compleja y diversificada, Los Estados, ademés, se ven puestos en cuestién al comprobarse que son incapaces de resolver por si mismos proble- mas que exigen un esfuerzo de cooperacién internacional, y al veri- ficarse que existen otras entidades no estatales (empresas transnacio- nales; Organizaciones Internacionales No Gubernamentales; etc.) que “operan con creciente relevancia en la vida internacionals Ceeciente importancia en las telaciones internacionales de los facto- res econémicos, cientifico-técnicos y culturales; 7 Proceso de difusién del poder, que implica cambios importantes tanto en la naturaleza del poder como-en Ia distribucién del mismo entre los distintos actores de la vida internacional; 6) Progresiva difuminacién, ¢ incluso desaparicién, de los limites entre ‘mundo interno de los Estados y el mundo internacional, esto €s, encce la politica interior y la politica exterior; 7) Revalorizacién de lo humano y de lo humanitario como valores gene- ralmente compartidos y como dimensién de las relaciones internacio- ales; Aparicién de un nuevo consenso internacional en corno a las nocio- nes de derechos humanos y democracia, como valores generalmence aceptados por la comunidad internacional en su conjunto. 4) 8) En esta compleja realidad, los Estados se presentan con rasgos muy dis- tintos de los que les venian caracterizando desde la Paz de Westfalia, rasgos que el profesor René-Jean Dupuy supo expresar magistralmence en las siguientes ‘eflexiones: en primer lugar, los Estados que pretendieron entonces la pleni- ud de soberania ¢ independencia, se encuentran hoy subordinados en razén ke gue les impone la realidad de la nee il su integridad territorial tienen que admitir que ido mucho de su caricter cerrado, pues los hechos les | SCdIeauyV CUIL vans 258 Conferdncian na Faculdade de Dirt de Coimbra — 199912000 privadas que actian exclusivamente en funcién de sus propios intere- 1 tal €to que muchas veces desplazan a los Estados, colocdndolos ante hechos consumados) ¢ imponen sus propias “reglas” en sectores no regu: Iados, o sélo de modo muy preeario, por el Derecho internacional, Ast, por mencionar dés ejemplos concretos, el funcionamiento del mereado continuo de capitales en el contexto de la mundializaciin de los flujosfinancieros, 0 al de la criminalidad organizada internacional (la sociedad internacional incivil © no civilicada, de la que ha hablado con insistencia el actual Sectetario Gene- ral de la Organizacién de las Naciones Unidas), hacen que los Estados, sobre: pasados por fenémenos transnacionales que no controlan, queden_a veces redueidos a intentar defenderse de la dinimica de actores paralelos que ler pric van de parcelas importantes de su soberania € independencia. ; Los procesos de cambio antes seftlados han hecho del mundo, contem- pordneo una compleja realidad cargada de incert La telativa esta- bilidad que presentaba la sociedad incernacional de los siglos anteriores ha dado paso a una creciente movilidad que explica la sensaci6n de ingoberna- bilidad: el mundo ex cada vez mds inestable e imprevisible; la nocién de segu- ridad se ha hecho mucho mis compleja, y hoy no se circunscribe dnicamente 4 los Estados ni se manifiesta sélo en términos politico-militares; el desa técnica, la internacionalizacién de los capitales y Ia revolucién en ‘de comunicacién han hecho del mundo contemporinco una rea- 4 lidad social cada vez rdependiente y global, pero no) menos conflic- ‘tiva nj més segura. Estos factores or ‘cuencias contradictorias: de tua lado, procesos acelerados de dependencia econdmica, politica y cultural y de pérdida de identidad cultural a nivel no sélo estatal sino igualmence humano; de otro lado, conflictos de naturaleza diferente de los del pasado en la medida en que se trata de nuevos tipos de conflicros que, originados por los nacionalismos exacerbados y las tensiones incerétnicas, se desarrollan en el los Estados y pueden llevar incluso a la quiebra y desmembra- fades, -Resulta asi que al mismo tiempo que el sistema incer- jstrado profundos cambios en su estructura y dindiniea, han ‘nuevos problemas y se_han_descongelado conflicros que la ev problemas} oe gel lictos | internacional ha experimentado ripidos y lizacién, y resulta inne- e@auv curl Canis 260 Leaptrtociee et Rereldede de Direto de Coimina — 199912000 = eee con los valores universales en ella enuneciades, que si bien no ha ‘ambiado radi. calmente los presupuestos del Derecho internacional tradicional — |g inde. pendencia y la pluralidad le Estados soberanos — if or pe stlterado y erssio.. made. De ahi que dos concepciones del orten incernac tonal concurran en la configuracién del Derecho internacional Soatemporinen: de wn lads, ef modelo tradicional que todavia pervive « pesar de los cambieg que en 4 han tenide* liga dots, Lin nuevo paradigma en el jue frente a ta pretendide neuers. lidad del Derecho internacional t encia desligado de inapi- radicional, en apari echos sino que, como han puesto de manihes entre otros los andlisis de Wolfgang Friedmann, Richard Falk, René Jean Dupuy y Phillip Allot, coexisten como fendencias 0 aspiraciones commmadictorias, en una especie de palimpresto en el que la ambigitedad resulta inevitable. Los dos modelos de orden internacional antes sefialados Ro son, sin embargo, dos fases histéricas sucesivas, representando la tame de ellas una Superacién y un desplacamienco de la anterior; por el contratio, la vendat que el modelo institucional Y comunitario no ha desplazado al modelo rela- cional, que parece irreductible, pites aquél no ha podido integear a &ce mis que parcialmente y esté como cautivo en una Sociedad de yuxtaposicién de Estados soberanos que, sin embargo, trata de vertebrar, 4 tos modelos imprime al Derecho diferentes ¢ incluso contrapuestos: ‘adh Escaneado con Cams Conferéncia na Faculdade de Dircta de Coimbra — 199912000 ra parte, estos proceyos de cambios en el Derecho intemacional no nd hacia ‘ino en inceraceidn, influyéndose recfprocamente, En sRnsecuencia, el Derecho internacional 9, puede hay ser comprendido exclu- Svamente como un sistema juridico distribuidor de comperencias entre los Esra dos y regulador de sus relaciones de coexistencia y cooperacién. El proceso de insticucionalizacidn del orden incernactonal es dle excepcional _ relevancia politica y juridica y es evidente que a partir de 1945 las Organi- zaciones Internacionales — universales y regionales — han quedado consoli- dadas como entidades distintas de los Estados, esto es, como nuevos actores de la vida internacional hasta el punto que la proliferacién de Organizaciones Internacionales constituye una de las notas mds caracteristicas de las relacio- nes internacionales contemporineas. Las Organizaciones Internacionales, en efecto, en especial las de integracién como la Unién Europea, condicionan la accién de los Estados en la vida internacional, y de ahi que el profesor Fried mianit Viese en ellas, en 1964, un factor de innovacién, ¢ incluso de mutacién, de] Derecho internacional. No obstante, aunque la relevancia del fenémeno de Organizacién Internacional es innegable, creo que ¢s preciso no sobreesti- mar su significado politico y juridico mientras que una instancia de autoridad politica superior a los Estados siga faltando en las relaciones internacionales. En efecto, la estructura de la sociedad internacional sigue siendo una estructura de poder que sélo en segundo término es funcional, por lo que, en definitiva, la base socioldgica de las Organizaciones Internacionales supone mds un principio de coordinacién entre Estados soberanos que de subordinacién de éstos a tuna instancia politica superior. En otras palabras, las Organizacio-nes Incer- nacionales no han transformado la sociedad internacional en un sistema poli- tico centralizado e institucionalizado: desde el punto de vista juridico, sus competencias son siempre de atribucién; desde una perspectiva de Ciencia Politica, consticuyen una realidad intermedia entre el sistema politico de los Estados y el clasico sistema de Conferencias internacionales. Es desde luego que las Organizaciones Internacionales representan un paso impor~ | proceso de institucionalizacién de la comunidad internacional, que & e50 ni ha desplazado a los Estados Ja sociedad internacional no haya perdido del todo sus le soberania ¢ independencia de las entidades polt- T predominantemente descentralizado institucionalizado. de que la aportacion de las del Derecho internacional es ce cincuenta afios, y en todo actian Escaneado con Cams zado de la sociedad incernacional.« “La prictica internacional confirma, en efecto, que siguert existiendo dm! Jos que la ss de los Estados tos y sectores de la vida internacional en : aparece como una nocidn_clave, ¥ qué incluso cuando et Derecho internacio ata de satisfacer los ineereses generales de la comunidad internacional (como ocurre, por ejemplo, con la proreccién internacional de los derechos huma- nos o eon la salvaguardia del medio ambiente), ¥ 0 Jos de los Estados sobe- eee individualmente considerados, fo que hace o definir y regular los com- pornamientos de los Estados en orden ala savisfacciOn cde aquellos intereses ‘generale, leja realidad es que muy probablemence la go tiempo en una situacion de falta de ince- Jos Estados seguirin reguladas por un sie al, que no es un ordenamiento suprand- interestatal, aunque en él se apuntan | progresivamé 5 mas los y dinichsiones mids Comunita aia romo en sus origenes, por tanto, la funcién del Derecho internacional sigue siendo'la-Fegulacién de las relaciones de cpexistencia y de cooperacion entre los Estados, si bien estas ulcimas tienen hoy mucha mayor relevancia que La consecuencia de esta com humanidad permanecers durante la gracién en la que las relaciones entre tema juridico, el Derecho internacion Obviamente, la revolucién cientifico-técnica y los problemas globales a que hoy os enfrentamos (ales como la proteccién internacional de los dere- chos fiumanos, la explosign demografica, el abismo creciente entre desar- rollo y subdesarrollo, la preservacién del medio ambiente y su armonizacién con un desarrollo sostenible, el narcotréfico, el terrorismo internacional, etc.) ponen en tela de juicio el principio de la soberanfa del Estado como ins- ceumento de seguridad. Pero frente a la realidad de la interdependenciay la creciente relevancia de actores no estatales (corporaciones transnacionales; me aa las creencias tradicionales no han per- ni su empuje ni su fuerza; mas atin, los nacionalismos han cobrado fin de la guerra fria, con la peligrosa proliferacién ‘espasmos violentos de afirmacién por parte de ¢ invocan su derecho a la autode- El Derecho internacional ante un NEW siglo 263 caso resulta innegable que(ap) han atminado del odo ol ares. dessensiale- ; 266 Conferéncias na Faculdade de Direito de Coimbra 1999/2000 — Esta compleja situacién de la sociedad internacional contemporinea tiene aque ser tenidla en cuenta en todo esfuerzo dle comprensién del Dereche, cel aacional actual, En este sentido, lo esencial estiba en tomar oe 4a gensignaexistente entre dos realidades bésicas: de una parte, !a soberania de Estados; de otra, el hecho indiseutible de que los Eseados no viven aisla-* dos sino inmersos en un medio colectivo, la comunidad internacional, que’a diferencia del pasado no se reduce exclusivamence a lo interestatal y que cons- tieuye hoy un grupo social universal y Ginico, global, aunque a la ver hetero- géneo y fragmentado. testimonio del triple proceso de institucionalizacién, humanizacién y sociali- zacién que el Derecho internacional viene experimentando, hace que el orden internacional contemporineo presente indiscutibles rasgos de un Derecho de reglamentacién. Un Derecho, sin embargo, que se elabora y aplica primor- dialmence a través de los Estados soberanos, pues los procesos de cambio sefialados no significan que la sociedad internacional haya perdido su estructura predominantemente descentralizada ni que el Derecho internacional se haya con- vertido en un sistema juridico plenamente insticucionali ~ 3. El Derecho internacional en las puertas de un El resultado de todo ello es que en la ac bilaceralista, en Funcién de la inde urine la toma dee multilateralisea del orden El Derecho internacional ance wn nuevo siglo 265 nociones innovadoras como las de comunidad internacional, patrimonio soevdn de la humanidad, reglas imperacivas de Derecho internacional gene- ral, obligaciones de los Estados respecto de la comunidad internacional en su; conjunto, crimenes incernacionales, ete manifestaciones jufdieas de los eam: © bios y eransformaciones del orden internacional. Si el Derecho internacional tradicional ponia el acento en la soberania y a independencia de los Estados, el Derecho internacional contemporineo hace hincapié en interdependen cia y la cooperacidg; de-ah que hoy no sea posible ni tenga atc’ sas leceura de las funciones del Derecho intecnacional idéntica a la que la Comte Permanence de Justicia Internacional hizo en su sentencia de 1927 en el asunco del Lorus, ya que en el binomio coexistencia-cooperacion esta tilima tiene en la actualidad mucha mayor relevancia. Esce es, en mii opinién, el sentido del trénsito de un Derecho discribui- dor de competencias entre Estados a un Derecho de reglamentacién que — por aspicar a la creacién de condiciones poliicas, sociales y econémicas de paz en una comunidad de iguales — presenta, al menos ef alguna medida, dimensiones sociales, dirigistas ¢ intervencionistas que van mis alla de la mera dis- tribucién formal de competencias entre Estados soberanos. EL problema estriba en que dada la estructura descentralizada y escasamente institucionalizada del Derecho internacional (en el que no existe un legislador, ni un jue, ni un mecanismo centralizado de aplicacién de las normas juridicas), las notmas juridicas internacionales son relarivas en el triple sentido siguiente: 1.2 su aleance varia en funcién de las obligaciones asumidas por los Estados, y de ahi la relevancia esencial del consentimiento de los Estados soberanos; 2.2 en principio, la apreciacién de las situaciones juridieas en que un Estado se encuentre implicado depende de cada Estado, ya que las posiciones juridicas y las pretensiones contradictorias de los Estados pueden coexistir dado que el sometimiento de una controversia al arbi- ala jinternacional es voluntario y depende del con- 4 inerinseea « noclones innovadorss como las de imenes inearracionalen, de aqul wen y critieable — com que ls hasea thors ef problems de lax tenvencia de 30 de junio ola opinién consultiva caren obligncionen ange omen, ert a = en emi opinidn de Justicin ha abor rernacronal, come peracivas de Derech re Portugal y Au de 19 ce a Liettud de la amenana 9 of emples de armas puesto de manifiesto 4 definitiva, estamos en presencia de una de las carscteristieas esenciae jel Derecho internacional: s relariviome, En principio, para que wna vincule a un Estado, 0 una situaciéh produnes efectos jurldicos me ig pecto de él, es preciso que dicho Estado haya participado en su creacién o las haya reconocido; de ahi la relevancia del consencimiento en Derecho incer- nacional, y que los Estados pretendan determinar cualquier punto contro- vertido, de hecho o de Derecho, segiin sus propios criterios. Estas pretensio- nes no prevalecen sobre la obligatoriedad de las normas del Derecho internacional, pero éstas son valoradas por cada Estado, unilateral y subjeci- vamente, en cada situacién, sin que las percepciones de un Estado prevalez~ can automiticamente sobre las de otro. Resulta asi que, en sus comportamientos, los Estados tienen que respe- tar, y respetan normalmente, las normas juridicas internacionales; pera 4 ellos corresponde examinar cuales son las exigencias del Derecho internacional en cada sitwacién concreta. Enel sistema juridico internacional, por consiguiente, las siruaciones y las obligaciones de los sujetos difieren segiin el Estado que se con- sidere, ya que cada Estado aprecia unilateral y subjetivamente el alcance de sus Ello trae consigo que, en virtud del principio de equivalencia de las pre~ tensiones, derivado de la lpzaied saberare de los Estados, el orden juridico internacional onal presente como una de sus caracteristicas la de aparecer como una multiplicidad de iones subjeti fF 5 Escaneado con Cams Estatios es un principio constitucional, De ahi la relevancia ju ; sentimiento, de la voluntad de los Estados, el juego del principio de recipro- cidad, y el relativismo del Derecho internacional: cada Estado pretende ejer- cer el conjunto de facultades y derechos que el Derecho internacional le reconoce y confiere, pero al hacerlo choca con las pretensiones de otros Esea- dos; esta concurrencia muestra la razén de ser de la debilidad congénita al Dere- cho internacional, como consecuencia de su caricter descentralizado y esca- samente institucionalizado. En todo caso, sin embargo, el Derecho internacional no puede ser com- prendido en la actualidad con la légica de la sentencia de la Corte Permanente de Justicia Internacional en el asunto del Lotus, porque la afirmacién pro- gresiva de la nocién de comunidad internacional nos ha hecho pasar, por decitlo con palabras del antiguo Presidente de la Corte Internacional de Jus- ticia, Sir Roberc Jennings, de una concepcién del orden internacional basada_ en el Estado ("State-based") a una concepcién del Derecho internacional orien-_ tado por la nocidn de comunidad (“community-bared’). Ello supone una especie de reencuentro con los clésicos del Derecho de Gentes, en la medida en que la referencia a la nocidn civilizadora de comu- nidad internacional tiende a sustituir el concepto clisico de sociedad inter- nacional (como grupo social interestatal, atomizado y fragmentado, compu- esto por un tejido de relaciones bilaterales dominadas por los, intereses nacionales, la reciprocidad y el do ut des), por la visién de una comunidad inter- dependiente, unida y solidaria, que comienza a ser una realidad histérica, 0 al menos un orden en potencia, y deja de ser un mito o una mera aspiracién en el espiritu de los hombres. En definitiva se trata de elaborar — como ha propuesto el profesor José Manuel Pureza, del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coim- bra — un nuevo paradigms del orden internacional a fin de dar respuesta ade- cuada 2 los problemas globales a que nos enfientamos, sobre la base de prin- cipios como los siguientes: 7a 268 Confertncias na Faculdade de Direito de Coimbra — 1999/2000 de Vitoria y de Kant. Con su progresiva realizacién histérica, Pasariamos de un orden basado en el estarocenttismo a una comunidad-mundo, lo que obviamenceincta a una telectura de la nocién del cous orbit, s deci na Fenrerpremcin de les dimensiones écas, polos y jucdics — norman € institucionales, de da umanidad en tanto que comunidad univered. Ee preciso, sin embargo, distinguir los mitos de las cealidades y tomar conciens cia de los dos grandes obstéculos con los que hoy choca la realizacién hised- fica de la concepcién de orden internacional y de las funciones del Denko internacional que acabo de proponer: de una parte, las falacias de la globali- zacién; de otra, Ia realidad de la desigual distribucin det ‘poder en la sociedad internacional contempordnea. Falacias de la globalizacion, co primer lugar, Porguie creo que en él actual discurso sobre el fenémeno hay mucho mis da En segundo lugar, porque la globalizacién es una realidad desequilibrada ¥ si son ciertas las imagenes de "la aldea global" o "la Fabrica global” (que en cl capitalismo “de casino” y en el contexto del juego de los poderosos en el mercado continuo de capitales muchas veces parece més una “Las Vegas glo- bal’), las desigualdades crecientes a escala mundial, las asimetrias de ig glo- balizacién ponen de manifiesto lo que el profesor José Manuel Purest ha denominado acertadamente un “apartheid global” Se twara en efecto, de un sistema en el que el orden establecido por a slobalizacisn legitima las diferencias entre rieos y pobres, atribuyendo a los Poderosos la facultad de perpetuar su superioridad ¥ limitar de forma impe- rativa los horizontes fisicos, culeurales y econémicos de 1 tema en suma — por decirlo con palabras del anti bia, Beliswio Betancourt —, “en el que los glo __ de los globalizados”. Vivimos pues en un mundo cido por la globalizacién a los poderosos la Facultad de pe rativa los horizontes fisicos, En una conferencia Escaneado con Cams 1 Derecho intermaciomal ante wn nev sil ___ 1 Paz, el profesor Purezaexpuso las manifeyaciones de este apartheid global ‘en tres sugestivas metiforas 1) el Soweto global, con mil trescientos millones de seres humanos por debajo del nivel de la pobreza absoluta, de los cuales la mitad con menos de un délar al dia en una economia mundial que toraliza eintisiete mil billones de délares anuales; cl Burecho global, en el que la huida desde Ia miseria, Ia guerra, y la falea de horizontes es la tinica salida para multitudes de habicantes del Soweto global, en busqueda de E| Dorado en el néon de los palses de la abundancia; el Sahara global, por tltimo, resultado del hecho de que la hegemo~ nia absoluta de la compettividad y el consiguiente crecimiento de la pobreza y del endeudamiento — pues por cada tres délares presta- ddos por los bancos de los paises ricos alas élites de los patSes pobres, dos han de ser dedicados al pago de intereses de la deuda — poren- cian el desastre ecolégico como resultado natural de nuestro suicida modelo de desarrollo y de civilizacién. 3) Hoy, ademés, tenemos mayor conciencia de los limites de la globalizacién yen kas noticias que sobre ls flacwuaciones incontroladas de los mercados finan- cieros internacionales legan de América Latina, Asia, Iberoamérica, Rusia y Wall Screet se percibe, cada vez més claramente, una sensacién de fin de época hasta el punto que muchos se preguntan incluso si no se ha terminado el tiempo de la globalizacién, Su hilo conductor — libertad ilimitada para mercancias, informacién y dinero — se ha puesto en cuestién, y se ha hecho mucho mds incensa la sensacién de ingobernabilidad, esto es, la impresién de que vivimos en un mundo de creciente complejidad, movilidad incertidumbre, Y junto a las falacias de la globalizacién, la realidad de _tribucién del poder politico en la so ‘ [ innegable que el Derecho int XX un extraordinario desarrollo espaciales objeto de reg n das por normas juridicas jandro Rodriguez. Cart 1999-2000 en la Uni tido a un creci tiempos p 270 Conferdnivar na Faculdade de Direvva de Coimbra —= 199912000 1 nuevas metas y nuevas necesidades de la vida interrcional. $+ come mos los concenidas de los viejos compendios de Derecho internacional par con tos actuales, escribe Rodriguer Carrién, “verificariamos con facilidad que las concepelones Seer han dado Jugay, aunque sin susticuirlas de forma absoluta, # concepeio~ nes onistas de proteccién de incereses y necesidades comut epee Zonjunto de los Estados, Esra es, sin duda, la grandeta del Di internacional contemporineo y lo que le hace ser cuantirativa y cualita- tivamente diferente del de épocas pretéritas” (Rodriguer Carridn, Ac El Derecho internacional en el umbral del siglo XXI, Universidad de Malaga, 1999, pag. 61). Baste con una referencia — la del libro Droit international public, que dir gido por el profesor Denis Alland ha sido publicado el pasado mes de marzo de este afio (PUF, Pars), y lo que sus autores denominan Derecho internacional material (paz y seguridad; derechos y deberes internacionales de los individuos; Derecho internacional econémico; régimen juridico de los espacios; Derecho del medio ambiente) —, para comprobar lo fundado de la reflexién del pro- fesor Rodriguez Carrién. Pero la realidad del poder, y de su desigual distribucién en el mundo con- remporinco, justifica igualmente la siguiente afirmacién de Alejandro Rodei- guez Carrién: las evoluciones sustantivas experimentadas lo han sido merced al impulso sin parangin del conjunto de Estados poderosos que lideran la sociedad internacional, En ottas palabras, escribe, “los grandes desarrollos se consiguen gracias al interés de ese selecto ~ grupo de Estados que, obviamente por su mayor peso especifico y por su considerable capacidad de influencia internacional, eligen las materias que, a su juicio, exigen un mayor y mis acelerado desarrollo. Sin ‘emba Jos sectores del or 0 en que ellos se sienten mis = Conferéncias ma Faculdade de Direito de Coimbra — 1999/2000 22 ndencia de los Estados poderosos en favor de concepciones unilaceralistas y tendencia lene internacional. lariscas del orden int ; ; Pol todo caso, sin embargo, creo que el Derecho internacional no puede n todo caso, go see comprendidlo en Ia actualidad al margen de la afirmacién progresiva de la nocién de comunidad internacional, que nos permite pasar de una concepcién del orden internacional basada en el Estado a una concepcién del Derecho ingernacional orientado por la nocién de comunidad, en la medida en que la referencia a esta ultima tiende a sustituir el concepto clisico de sociedad internacional por la vision de una comunidad interdependiente,unida y slidaria gue comiencs 1 er una realidad bistrica, 0 al menos un arden en potenca, y deja de ser un mito 0 una mera aspiracion en el espiritu de los hombres, Pero como antes expuse, para que la comunidad internacional sea una realidad es indis. Pensable que existan intereses comunes asi como un pattimonio comiin de valo- res, principios y procedimientos. En principio, parece que hoy existe un con- senso en torno a valores como democracia, desarrollo y paz; sin embargo, las interpretaciones de estos conceptos son muy diversas en ef mundo globalizado y a la vez fragmentado en que vivimos, dominado por lo que el profesor René-Jean Dupuy Ilamé la tensién dialéctica entre "el satélite y el "campa- nario", y estd mds que justificada la duda de si la comunidad internacional es una realidad hist6rica, o si, por el contrario, es un ideal y una aspiracién en el espiritu de los hombres y en el imaginario de los pueblos. En definitiva, y a fin de dar respuesta adecuada a los problemas globa- les a que nos enfrentamos, es necesario que en el umbral de un nuevo siglo el Derecho internacional se cransforme en un orden juridico axiolégicamente comprometido en la construccién de una comunidad de iguales, orientado por los valores de la solidaridad y la universalidad. Concebido tradicionalmente | como un orden juridico distribuidor de competencias y regulador de las rela- iones de coexistencia y de cooperacién entre Estados soberanos, lo que hoy estd en juego es si el Derecho internacional puede Hlevar a cabo un 5 de transformacién de la sociedad internacional, al servicio de la pa mocién y proteccién de los derechos humanos, el desarrollo nible de los pueblos y la preservacién ecolégica del pl misién en la que el Derecho internacional se configura ¢ " dico constructor de condiciones de paz y de una sociedad internacional no ha perdido su estructura centralizada ni el Derecho international se ha con dico plenamente institucionalizado, Pero de elaborar un nuevo paradigma del o en estas paginas, que se apoyan en las ¢ 7 1 Derecho inernecoml ante i mene sie desorden estublecido existe una defensa directa 0 indirecta — de un modelo mas comunitario y solidario), sobre Ia base de principios de equidad (frente a estricta reciprocidad), leg idad lrence a la pretendidla neuralicad axioldgicn del Derecho internacional ery dicional) y comunidad internacional (frente a la tradicional exclusividad de la arridn (en cuyas crfticas al | Rodriguez soberania territorial de los Estados), Bibliografia jdn de exte rexto no viene indicada en la forma La bibliografia que he urilizado en la preparac Indico « continuacidn las geferencias biblion cradicional de noras a pie de paginas grificas bisieas The Changing Soucture of International Law Reviited, Coloquio inernacional celebrado en marzo de 1997 en Paris, copatrocinado por et Pnttut des Hautes Eoudes Inter nationale y la Revista European Journal of International Law. Vol. 8, niimeros 3 ¥ 4, y Vol. 9, auimero 1, de la citada Revicea Aland, Denis, y ots: Droit international public, PUR, Puts, 2000, en especial pigs. 83 ¥ sigs. (multiplicidad actual de los modelos teéricos del Derecho internacional), y quinta parte, Derecho internacional material, capiculos 11 a 15. Alot, Pillip: Eunomeis. New Onder for a New World, Oxford University Press, 1990, y “The Concept of International Law’, en European Journal of Internarional Law, 1999, pags. 31 y sigs. oes ‘Arenal Moyia, Celestino del: “Cambios en la sociedad internacional y Organizacién de Jas Naciones Unidas", Ponencia en las Jornadas extraordinarias de la Asociacién Espanola de Profesores de Derecho Internacional y Relaciones Internacionales con cocasién del Quincuagésimo aniversario de la Carta de las Naciones Unidas. Escuela Dilopmitica, Madrid, mayo 1995. Carrillo Salcedo, Juan Antonio: Droit international et souveraineté des Etats. Curso Gene- oo publico, en EEE le laaaa tl I 37-221; "Reflections ‘istence fierarchy oi Non tenet en peas oa "Contribution de la notion dhuma- Escaneado con Cam

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