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141 EL SINTOMA OBSESIVO Relatores: J.J. Gorog, G. Miller y MAL. Susini Dentro de diez afios festejarenos el centenario de una de las figuras prestigio sas de nuestra Comedia dell 'Arte analitica: el obsesivo. Deberianos en todo caso festejarla, ya que es harto claro que "el obsesivo freudiano" estabilizS, de modo gparentenente duradero, a partir de su aislamiento en los afos 1894-96, un signi- ficante del cual ninguna clinica puede desde entonces prescindir. Un viejo amigo de Ja clinica antes de Freud, segin la feliz expresién de Georges Lantéri-Laura, "la palabra gbsesién floté realmente mucho". El diccionario etimolégico de Bloch y Wartburg je atribuye un bello origen a mitad del siglo XV: gracias al latin cbsidere, evo- ca de entrada “La accién de sitiar". Numerosas hesitaciones se repcodujeron antes de que el tercio Ultimo del siglo XIX busque en él "la imagen o la palabra que se impone a la mente pese a ella", y que Freud, por tiltimo, comience en Las psico- neurosis de defensa -(1894)-a-autononizar. las. "neurosis. con obsesiones” a(2vang~ en Su texto de 1896, escrito directamente en francés, para "Encéphale, Lingridité et 1'étiologie des , iba luego a inmortalizarse en Is lengua misma_como la neurosis obsesiva. ™ — Cound (eens - Con z El sintoms con estructura Aberin [0 Cuando Lacan pramueve el deseo com su interpretacién, el sintoma obsesivo pue de volver a encontrar el lugar que tenia en el dispositive freudiano, fecto, Lacan enfatizaré el lugar del sintoma en la economia del sujeto. El into” es el término que probablemente introduce mejor a esta lectura, ‘por = cen, del sintama obsesivo (Eseritos, p. 281), Lo enriqueceré con el gran argunen— to compulsivo (a propdsito del Hombre de las ratas, Escritos, p. 597), al que ex- plica por la dialéctica que conduce desde lag mit artinatas Sia The (0 el O}0 te, haste ta afias que no Ia arriesgan (Escrites, p- de un Otro que supestanente goza del espectaculo, Une Gtava de los sintanas en ‘sus FETSCIOneS con Ta estructura, serd el sintom como metéfora (Bscritos, p. 528, 689, 708-709) que le servird para el neurético en general pero que Lacan retama para verificar su pertinencia en el obsesivo (El Honbre de las retas, Bscritas, p. 353-354). Les cambios visibles del leberinto (Escritos, p. 630), 0 sea las veriaciones del sfntowa, deben servir para captar la combinatoria mis ja. ja_misma, aqui la impotencia del pacierte aeHibida 2 una Swpucsta “mmopaeie SEL tivo. el sintoma pone en acto permite a Lacan introducir el témino de Ears) Este termina ccupa el lugar de la hamosexualidad reprimiéa, témmino cade, porque evoca la imagen del mismo sexo, alli donde conviene marcar la prima cia simbélica del falo y la disimetria hombre-mjer en lo referente al deseo. Se apoya en las relaciones del sintna con el significante para subrayar lo que éstas revelan: las. jencias del 6, vo lve el escollo de a evanescencia de au dese Caria Gaiam IME eT A medida que su ensehanza avanea, Lacan precisa el objeto a como real, su lu gar en el fantasna y correlativanente su valor (>) en el sintona antes de redo Finis spac Oo} eintne col gore, (6. el curso do JA Hille, 1583-64. ted UWE dude 21gok typnclngew cle Ay, femlet ata hora-de sds W110 gon Oy eerie © 1p. ef EL s{ntona chsesivo es desde entonces ¢l conjunto del dispositive que rantiene para él sijeto el dése0 cans wi imposible, Abord&slo con un ejenplo que no 6S Clinice-plesto que se trata de un character’ en el sentido en que en ingles este término designa un personaje teatral: es el Hamlet de Shakespeare, que Lacan co- menta largamente en su Seminario El deseo ién, publicado en Orni- car? N° 24, 25 y 26-27. La imposibilidad para Hanlet es natar sexin el anhelo de su padre a'Claudius, ening Se as pee y esioes de su ner. ‘su madre: Lacan ya evood en varias circunstanclas-1as relaciones que IS neurosis obéesiva mantiene con la merte: in los Escritos (p> 451-54) habla de las artinafas y de las hazafias por — las Gales el ot a . 55 esta problanitica 1a que se testigo al apunta: el Otro simbdlico que Freud llanaba el padre muerto y que Seo Le smo Cerys oe Pea lamba ob peice meri y & de si'deses, cuando 41 misno ya est mierto_(mortalmente venenada de Laertes), £ a Su sintoma, puéde decirse, aquello de lo que se queja, es decir, el ser inca paz de realizar su anhelo fuera del espacio que Lacan definiré, mis tarde, como el de 1a segunda mierte. Frente al acto imposible, el pensamiento.referente al ser_(To be or not to be) El sintoma recibe su nombre: procrasti- nacién. Y su razén en lo referente al deseo: "el cbsesivo procrastina porque anti. —~ deg Bemo wnpoudte ] aol WIPO s bly 144 cipa siempre demasiado tarde" (Ornicar? N° 26). Bl deseo ve su zesolucién con la.merte. gfectiva del héroe. Es aqui donde puede captarse por qué no es un caso clinico, sino que & la vez puede elevarse hasta el paradigna del deseo obsesivo. Después de todo, permite abordar, no la pregunta del final del andlisis, pero sf la del final del sintoma. Si la muerte es necesaria para su resolucién, ella no basta para eso. Es necesario para ello... toda la pieza. Y primero captar que hay dificultad en io referente al acto y que el ser dé Hanlet esta vinculado con ese acto inposible (To be or not... com el refran ti eres el que mematas (*)). Que ‘compromete en ello su ser, que lo arriesga lo. Este riesgo sélo pucde asumir— Jo a condicién de saberlo mortal. La verificacién 4 1a cual 1a escena sobre 1a es cena se dediica, eI echo de que €1 Otro -Claudio- dese su muerte, com el episo- dio del viaje atortado a Inglaterra lo testinonia, no modifica en nada su posicién subjetiva: estas verificaciones no pruchan lo que él ya sabia. En canto, un encuentro modifica esta posicién y es la escena que Lacan acentia comp Ja de un wuelco, 1s escena efi el caenterio tras lamuerte de Ofelia>Precisa mente Hamlet no soporta que Laertes haga gala de dolor en el entierro dé su herma. na. "Ph la medida en que el objeto de su deseo se ha smelto un objeto imposible vuelve. a_aer_el objeto desu deses"™(Ormicar? p. 29)... "Lo que caracteriza al ob- sesivo como tal es que pone el ac en el encuentro con esta inposibilidad" ( nicar? p. 29). Lacan describe Tasgo esa Superacién del plano-te~le-identificacién amada por Freud incorporacidn del objeto, como realizando el inverso de la for- {clusién: en lugar del retorno en lo real de lo sinbélico forcluido, se asiste aqui, a partir Ge 1a experiencia de la muerte de otro, al hecho de que "él agujero de 1a pérdida en lo real moviliza al significante"'. Este trabajo del duelo es esencial’ para Hamlet, puesto que puede finalmente as{ volver aencontrar 1a hora de su de Sco, Los ritos funerarios movilizan el significante. Estdn en Hamlet abreviados, Clandestinos, 1o que quiere decir que la cadena del significante no se encventra -) desplegada en ellos. El padre de Hamlet es un Otro tachado de entrada, 1o que vale/ es ese estatuto de entre dos fuiertes,de "Ghost". Que sepa, impide su_sequnda miuer—/ te, suimerte sinbSlica. fh esto, la efraccién causada por su doble Laertes, lo 7 conduce @ una relacién con el objeto que le autoriza a asumir el duelo de Ofelia. Se trata all{ de lo que Lacan Ilana superacién del fantasm. In su objeto aprende a leer 1a hora’. La procrastinacién.cede entonces cuando leé en el objeto la hora de su deseo. Se ve en este ejemplo en qué el fantasna que regla la relacién del su jeto con é1 objeto, cuando es atravesado, puede tener efecto sobre el sintama, rincipalmente su reduccién. La asuncién por Hanilet del duelo de Ofelia es una] condicién determinante para que el acto final pueda ser é1 también asumido por Ham | det. Bsta lectura debe ser completada por lo que la ensefianza de Lacan produciré luc go. Asi el objeto a definido com real, dard mds netanente su dimensién real de fantasra, y su atravesaniento podrd ser vinculado con la cvestién del final del andlisis. Pero esta dinensién real del objeto ya estaba presente en "la libra de carne conpranetida en su relacién con el significante", aun cuando el objeto no efa atin radicalmente relacionado con el deseo como su causa. ‘A partir de esta experiencia de 1a clinica que Hamlet presenta, puede enfocarse ccon Lacan 1a consecuencia 1égica que da a su elaboracién del fantasma. Bresente de entrada en 1a cura del obsesivo gue necesita nis bien la puesta en evidencia frtome, por 1a cura misma, la construccién del fantasna autorizaré su reduce! 1 €8 decir, 1a asuncién del acto, al menos en los momentos de franqueamien | to que la clinica indica. a ae Chaudeme, piste ile, conelidiee ole, EL pensamiento del obsesivo, médelo del pensaniento a secas,seré el lugar donde la teoria de Lacan del sivtan Gbsesivo-se-ubicard. De este modo Lacan insiste en la = 90 cono siéndole propio. Y el re conccimiento del, sintana cono no siendo para él un dato: slo se obtiene en Ta cu ra. El sintoma sdlo est GI Sujet sé percata dé él. Por é30 la “dialéctica del cogito por la cual Ia Iégica del fantaara es int sida esté en el nicleo de 1a cuestién, El pensamiento, del lado del "'yo no soy" serd relacionado allf con el inconsciente. Bn cantbio, eI "yo no pienso" sera correlacionado con el aera (*) (v.T.) [Juego hanofénico: Tu/es celui qui me...tues, entre tues, ti eres y tues matas]. 145 SEs Game Beincipio del acto. La relacién entre el inconsciente y el ello seré rea jivada en el arco de Ia transferencia. La verdad del sintom vi ‘Gon el ine é constituida de la falla en ser. Su efecto fertanente, ‘se trata de una esquamatizacién, pues el. sintoma mi objeto cam, por otro lado, lo muestra el hecho no de él, Pero es al separar el pensamiento de éste estd desplazado, en cuanto a 1o imposible que cierne Ge la relacién samcl, 20 aue no cesa de no escribirse, com el ser del sujeto puede instituir su pense Paoneo, sundue no se desembarace de él. De esta destitucién del pensamiento cbsesi Wo, debe intentar dar cuenta el final de 1a cura, en una depuracién légica de la relacién del sujeto con su fantasma. El sintam ohsesivo en la cura Lacan tenatizaré 1a entrada en andlisis con el acti en tanto es lo que per pitird inscribir al sujeto supvesto el saber. 1 sintona camo anslities eq mes bien el. e5t: 35 Sujeto supuesto al saber por Ta transi cia en la Cura No Ja precede. Hay aqui pues un retamar por parte amplice-er texto é spec jones freudianas del sintoma obsesivo. Sélo se captaré el sinto- ima ms tarde en la cura, Se sabe que en 1o que concierne al absesive no picde de. cizse aquello que para é1 en Ta cura hace anton. El ritual no es recsinige ove ces sino tras diez sis. Ta procrastinacién no es percibida por el sus jeto mis que taratanente: S— 18 Guia sélo Se Feduce por sus aledaros. Por eso Lacan) describe el sintara obsesivo jeto puede autorizar*€l paso del analizante y el sintama s6lo se Muelve "analitico" en 1a medida en que completa con el Otro. gPero que el Otro sea Gl destinataric, que siga siemio el lugar donde se jueya un anhelo de merte origi Rario Puede, sin enbargo, ser fundado? zCimo conciliario con el deseo imposible cuyo campromiso realiza el sintama, metonimia del deseo, que satisface a todos? El acting-out nos abre la via de la respuesta que la continuacién de la ensefianza de {Rout nes ropondré con el acto, energencia del deseo como anhelo de merte respec te al Otro, con su retarno obligado sobre el sujeto, 1a retorsién, el castigo que ese anbelo de merte produce. Pero, el castigo precede el cumplimiento del anhelo de muerte en el sintam: es, diganos mejor, la hazafia que el sintoma trata de res- lizar, anticipar 1a retorsién sobre el anhelo de muerte. :Cudl es él efecto sobee 1 sujeto de esta anticipacién? La produccién de una pregunta. ":Por qué este cas- tigo que recee sobre el acto antes incluso de que sea realizado?", marca el las» Gel sintara con 1a cura, pues que esta pregunta sea hecha la implica necesariansn- fe camo compronetida, De esta consecuencia se deduce que el sintana no puede ser Bprehendido mis que como un efecto de la cura, un efecto del acto analitico, Por 680, 2 lo largo de toda su ensefianza, la densa critica sobre el lugar donde se si- ‘tia el psicoanalista penmitird a Lacen el Otro, cuya merte el cbsesivo quiere, mejante, que controla, interpreta, la rio, uno de cuyos modelos da la eqo-psychology. Entre el otro imaginario y el Otro simbélico, falta construir el objeto (a) real, causa del deseo, y presente desde el principio en el sintoma. En su serina- (1962-63) precisa cémo la angustia surge en el obsesivo cuando fo mucde Proceder a sus verificaciones. El objeto (a) es alli a veces falta de fal ta (angustia) otras falta, si la verificacién es efectuada, desvio necesario por dnleme Wl eberdne como hailon were d te muito ate 9° brdiuce aluacto tn Bua tle cones wn th nbr.0iwmo Pe 146 donde el sujeto puede resituarse como deseante. Pero el sintoma no est4 verdade— ramente constituido mis que cuando el sujeto se percata de é1, y Lacan comenta aqui a Freud: "si no estd constituido, no hay forma de atraparlo". mn efecto, es necesario que alguna cosa se destague en el sujeto, que le sugiere que eso tiene ‘una causa, Clertanente, es el analista misno quien se ofrece como sanblante de esta causa, por eso tan sélo lo sugiere. Freud, en "Mds alld del principio de Placer" (p. 75) da un modo de esta inscripcién en el lugar del analista: existe un tipo de suefios, que no obedece al cumplimiento de deseo, sino "més bien a la compulsién a la repeticién que, por otra parte, encuentra su apoyo, en el curso el andlisis, en el deseo estimilado por 1a sugestién, de hacer resurgir lo olvi- dado y 10 inhibido". Se trata de esos susios ubicados por Fretid con los sueios ‘traumiticos y que son explicitamente producidos por el analista en tanto que sem blante (sugestién) del objeto causa del deseo (la repeticién). Fl deseo del suefio ya no €5 realizado sino completado por el analista. Cuando el sujeto se percata de ello, un paso esencial es realizado en 1a cura: Je implicacién de 12 causa en el sintota forna parte del advenimiento del sujeto como dividido ($), y Lacan precisa que la causa entrevista en el sintama obsesi- vo es el cbjeto-voz, que el pensamiento cbsesivo trata de engafiar. Por e50 compar | | tir este pensamiento secreto es 1o que autoriza al mismo tietpo sa des-complete- \ndento, y que el analista figure en 61 com el camplenento nuevo. La desaparicién del sintom no estd, se habré comprendido, una vez que éste re- cibe una definicién estructural, en el horizonte de la cura. Por el contrario, el efecto de inscripcién del sintama en la cura es que la re lacién del deseo del sujeto con el objeto autoriza la construccién del fantasma. ‘Traduccién: Diana S. Rabinovich

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