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Morfogenesis: vineulado con fendbacks po Mevan a cambiar la forn a, IScUELA DE Pato Avro sLa Escuela de P, Ja comuni lo Alto (California) es reconocida por sus aport humana, Entre sus auiltiples investigacion trabajo realizado por G. Bateson y P. Watzlawiek, quien \, desarrollan innovadors estudio de s destacaremos el ;, basados en la ciber= teorias de gran amplitud, Bajo el nombre de ela de Palo 4 to se conoce el trabajo de wn conjunto de espe- cialistas que desarrollaron una muy difundida teoria, En esta linea de investigacién, la obra de mayor relevancia y que se ha continuado en investigaciones tanto de psicdlogos de Palo Alto como de y vertientes ted la de Gregory Bat de otras disciplinas - biologia, ologia, ingenieria, woria de sistemas, teoria de la acci rela de Palo Alto a todo e: el ibernéti ny, CLE Os son. Denominar le estuerzo tedrico es indudablemente —como todo nombr: — arbitrario, toda vez que su principal expo- sregory Bateson— dedicé su vida entera a la elaboracién de su pensamiento y s6lo pasé un ti nente ~ empo limitado en esta escuela, Sin embargo, dado que bajo su alero se agrupé en Palo Alto, California, un conjunto de investigadores que, continuando Jo avanzado por Bateson, lo sist denominacién. natizé y lo divulgd, hemos optado por aceptar esta tives, aude a process que \ { 94 RTS TT COMUMICACIONES DE LA ORGAKZACION J Datla Rogue MJ a Pit Opa 2.11.1. Greoory Bareson [La ir oeMaci U5 LA UT TTENCIA QUE TANCE LA DFERENCIA Bate autor (1904-1980) se dejé tiea, dado que npresion, fuertemente por fos conceptos de la perné modos Una relacign de er establece 1 len jgualarse en la medida que el sistema acerca del cual se habla incluya al hombre que habla (Bateson y Ruesch, 1965; 149-150). $i un e de «lo de alguna manera, cualquier cambio en este ord su anterior disposicion y —desde el ey6 encontrar en ellos importantes pistas para comprender le s de conocer y comuni que tienen los seres hi 1 pereepeion importancia fundamental para Bateson es la eeuacién que Wie re informa. cidn y entropia negativa, las que pt azo sv halla order alterard unto de vista de uno evador que conocfa dicha contribuitd al desorden. Si—por otra parte— nadie conoce cémo estén dis disposicién puestas las cartas ¢ el mazo, éste (para cualquier consideracién) es un mazo barajado, vale decir, distribuido al azar, Hl desconocimiento: equiv. Harregto cadtico que ha- bria resultado si se hubiese barajado el mazo, Incluso mas, y sélo para enfatizar el punto, si una persona baraja ef mazo y Iueyormemoriza la disposicidn en que el azar ha dejado Jos naipes, para ella —y tinicamente para ella és Hamente tun conjunto de ordenado, El resto de las personas sélo vera desorden en esos naip La infor én dispone de esta capacidad ordenadora gracias a que, junto con realizar cidn de todo lo que no corresponde a ese enuncia- un enune fectiia ilo positive, do, Asi, Bateson sostiene que la informa contione siempre este doble aspect de afirmacién de un enunetado y de negacidn de cualquier contrario posible indefinido, A modo de ejemplo, si afierno que alyoes un piano, al mismo tiempo y sin que sea necesario explicitarlo, una idea, un computador, una enfermedad, un jar mito, una esperanza, ete. Nuestra relacién con ef mundo es equivalents a la que én es multiplicadora,en el sentido que cualquier evento informativ 2go que sea tina vaca, una pied para Ia tos, un a entre un mapa y el ter 14 Manera, Nos orientamos en el mundo segtin cual torio al que aquel se refiere, De la mis epeidn es un proceso de s Jén en que destacamos al rncia del exterior siempre esti nera, los me nuestro mapa. La pen nos otros de lado, sin considerarlos, La exper istema nervioso, De esta oxo esto oe slatos y a mediatizada por los dryanos de los senticos y por el div con, en cierta medida, 0 jestra creacidn, 808 objetos que pereibimos rtas relaciones y se van configuranilo Gestal- Jos de nuestra percepeld median ten, las que van creando y reereando nuestro mapa. Los prc sles y sGlo somos conscientes de fos productos dle diehos proceso puente entre el territorio y el mapa es la i rocesos en que se mantienen c thos resultan ina de lo percibido (Bateson, 197%: 32). La diferencia detectada en el territorio ne corresponde con la diferencia que se gener el mapa, Sin embargo la diferet ap ul del ferritorio, sino qe denomina, més bien, una condicidn del acto de conocer, Las son earacteristleas cia (Hateson, 1977; 240-241) nei en no constituye ent de la diferet Capit .TEDRIAS DE UA COMUNACACION HUNAN, No es material ni localizable espacial o temporalmente. No es una cantidad ni tiene dimensiones. La percibimos digitalmente, a través de los umbrales de nuestros 6rganos de los sen- tidos: aunque podamos aumentar constantemente el volumen de una radio, slo em- Pezamos a escuchar el sonido cuando se supera nuestro umbral auditivo. Alestablecer una diferencia entre dos cosas —tiza y queso, por ejemplo— el observa- dor necesita seleccionar sélo algunas de las innumerables posibilidades de diferenciarlas. En esa medida, se puede decir que aunque las diferencias son infinitas —tantas cuantas observaciones posibles haya— el observador utiliza unas pocas para hacer su distinci6n: jamAs nos equivocamos al hacer un sandwich de queso, aunque nunca hayamos hecho un andlisis de la composicién quimica de la tiza y el queso para estar seguros de nuestra eleccién. Informacién es la diferencia que hace la diferencia. En otras palabras, la informacién es aquella diferencia que va a provocar cambios en el mapa (Bateson, 1979: 228). El mapa esté hecho por la memoria, 1o que se conoce. Una noticia aporta informacién en la medida que es una diferencia con el mapa que ha de introducirse en éste, haciendo una diferencia, La misma idea se encuentra en el conocido relato “El diario a diario” (Cortazar, 1966), acerca de un seftior que compra un periédico, lo lee en el tranvia y al bajarse trae un montén de hojas impresas bajo el brazo, las que deja en el banco de una plaza. Llega entonces un joven que encuentra un diario en el banco, lo lee y lo deja transformado en hojas impre- sas, Luego pasa por ahi una anciana, quien, al ver el periédico, decide leerlo. Lo hace y Jo abandona mutado —una vez més— en un conjunto de papeles impresos que pueden servir, eventualmente, para envolver pescado. En este cuento, Cortézar demuestra que un diario s6lo es un periédico (vale decir, un informativo), mientras contiene informaciones (Giferencias que harén diferencias). Una vez leido, los articulos con las noticias impresas no provocarén nuevos cambios en el mapa de su lector y, por lo mismo, no constituirin informacién para él, aunque puedan serlo para otra persona que no los haya leido, Otra metafora utilizada por Bateson para explicar el cardcter de Ja informacién es la del interruptor 0 conmutador eléctrico. Un conmutador (0 interruptor) sélo lo es en el momento que conmuta el paso de la corriente eléctrica por el circuito—cuando enciende © apaga la luz—, no antes ni después. Si la luz estaba encendida, por ejemplo, el conmu- tador no era tal, sino parte del circuito. Si, después, la luz esta apagada tampoco es con- mutador, sino un espacio que impide la circulacién de la electricidad. Del mismo modo, la informacién sdlo lo es en el momento en que informa, en que hace la diferencia. No antes, porque no se conoce, ni después, porque ya se sabe, Muchas veces se confunde informa- cién con energia, pero Bateson si ‘ala que la informacién transita por canales previamente energizados. Un observador es un ser vivo, la vida del observador es un supuesto previo ala observacién. Para que el teléfono pueda ser utilizado es necesario. que esté funcionan- do, y cualquier onda televisiva 0 de radio requiere de estaciones transmisoras y de apara- tos receptores conectados a la red de electricidad para que se pueda establecer el contacto radial o de television. Puede haber contados ejemplos, reconoce Bateson, de energia que 95 tt | 96 connicaciones be LA ORGANIZACION J Davo Rodriguez M. Maia Pil Opro n —inadvertidamente ponemos la mano en la actiia al mismo tiempo como informa estufa encendida; el nifio curioso consigue insertar un clavo en el enchufe eléctrico—, pero habitualmente la energia es previa a Ja informacién y la porta. ‘Ahora, es posible referirse a Ja comunicacién como aquel proceso en el que dos —o mas— personas ponen en comiin una cierta informacién. En el conocido juego de las veinte preguntas, en que una persona debe descubrir —merced a veinte preguntas que sélo pueden ser respondidas con un si 0 un no— cual es el objeto en que la otra est pensando, Bateson encuentra un adecuado ejemplo de la naturaleza multiplicadora de la informacién y, también, de las condiciones de la comunicacién. En este juego, cada una de las respuestas va reduciendo el conjunto de objetos posibles, de tal modo que se puede llegar a determinar —Iuego de veinte preguntas— cuél es el objeto en cuestion, el que emerge de un ntimero enorme de posibles objetos (2”=1.048.576). Cada pregunta respon- dida no sélo sirve para orientar la indagaci6n, en un sentido positivo, sino que también permite descartar conjuntos importantes de objetos. Por ejemplo, a la pregunta: :Es un ser vivo?, cualquier respuesta (sf o no) abriré un grupo considerable de objetos y cerraré otro igualmente importante. Desde el punto de vista de la comunicacién, en este juego salta a la vista la necesidad de que ambos interlocutores compartan el sistema de codificaci6n. Si esta condicién no se da y las preguntas son mal interpretadas, es virtualmente imposible que se corria el error, con lo que el resultado ser4 que los Rablantes iran derivando en una verdadera comedia de equivocaciones, sin tener la oportunidad de volver a un curso compartido. La comunicacion puede ser entendida como creacién de redundancia. $i pensamos en dos telegrafistas en que uno de ellos (Ego) tiene un mensaje en su agenda y lo envia codi- ficadamente por via eléctrica al segundo telegrafista (Aller), de tal manera que Alter anota también en su libreta el mensaje debidamente decodificado, se ha producido un caso de redundancia para un observador que conozca o tenga acceso a ambas listas (Bateson, 1976: 158). En la comunicacién, ademas, es posible encontrar que los mensajes constituyen, por tuna parte, una informacion acerca de hechos o fendmenos en un momento anterior y, por otra parte, se transforman en un estimulo para sucesos de momentos posteriores. Ast, el mensaje opera como un puente temporal que une —en el presente— el pasado con el futuro, Para que la comunicaci6n tenga lugar, ambos hablantes deben tener algunas no- ciones basicas acerca de s{ mismos y de su contraparte. Suponen, por ejemplo, tanto en si la capacidad para emitir y recibir mensajes (Bateson y Ruesch, mismos como en el otro, 1965: 169). ‘También hay diferencias centrales en el comunicar referidas a la posibilidad de ser percibido por el otro y al grado de conocimiento que pueda tener respecto a esta post bilidad. En otras palabras, el saber que Aller me percibe y que percibe que lo percibo, rndicionaré los modos de mi comunicacién hacia él (0 de la que podria haber intentado sobre él). En esta situacin, se presenta tun marco que define la relacién entre los hablantes; premisas culturales compartidas, pueden contar con cédigos ellos y entre ambos scleccionarin una cierta forma de rela- Ellos pueden tener —0 n0— comunes 0 no disponer de Capitulo, TEORIAS DE LA COMUNICACION HUMANA cin. Bateson propone llamar “meta comunicacién” a todas las sefiales intercambiadas acerca de la codificacién y de la relacién entre los interlocutores. La importancia de las sefiales meta comtnicativas radica precisamente en que constituyen un marco para Ja comunicacién, con el que esta tiltima adquiere un sentido propio, referido a este marco. EI marco entrega, por consiguiente, importantes instrucciones acerca de la forma en que debe entenderse el intercambio comunicativo enmarcado por él. El marco, dice Bateson, se convierte en parte del sistema de premisas que sirve para descifrar adecuadamente los. mensajes intercambiados. Respecto de los marcos y su importancia en la comunicacién, puede ser inte- resante recordar la tiltima escena de “El rapto del serrallo”, de Mozart.’En ella, ‘un personaje bastante siniestro, llamado Osmin, se sale tres veces de los marcos que encuadran la comunicacién y por este hecho provoca la sorpresa y regocijo del ptiblico, dado que el marco se hace notorio en el mismo momento en que es transgredido, En efecto: Osmin en un plano contradice el marco de conciliacién propio de esta es- cena final de la 6pera. El Pash perdona al joven enamorado que ha intentado salvar a su prometida y todos los personajes entonan alabanzas por la bondad y grandeza de alma demostrada por el Pash. Osmin, en cambio, entona —con Ja misma melodfa— un canto de odio y venganza que no se compadece con la situaci6n. Osmin acompafia su cancién con un balanceo ritmico que va haciéndose mas marcado conforme aumenta la excitacién vengativa del personaje. Una vez terminada la canci6n y la miisica de la orquesta, Osmin continiia por algunos instantes con su frenético movimiento que, apagada la mésica, pierde su cardcter de danza. Finalmente, en esta misma excitacién, Osmin salta sobre la concha del con- sueta, con lo que los espectadores son despertados bruscamente de su fascina- ion y Hevados a recordar que se trata de una representacién: de una épera. Los tres marcos rotos (sentido de la comunicacién, miisica y contexto del escenario) quedan asi en evidencia en el momento en que son quebrantados y se refuerza con ello la ira de Osmin, aunque la situacién adquiere un sentido cémico, que provoca risa antes que espanto, vale decir, también se pone en otro marco. Gran parte del humor se produce recurriendo a este cambio de marcos, que obliga al espectador a descubrir, en un mensaje determinado, posibilidades no vistas previamente porque el marco no lo permitfa y que luego se hacen eviden- tes cuando el marco es reemplazado. (Bergson, 1940) tf 7 9B conurucaciones pe ta oecantzacidn | paso Re Recapitulando GREGORY BATESON: = Lainformacién tie un efecto multiplicador, porque un evento informa- tivo contiene un doble aspecto: afirmacion y negacidn a fa v mundo es andlog mapa con un territo- rio: nos orientamos en el mundo de acuerdo a un proceso de seleccién que define nuestro mapa. - Elpuente entre el territorio y cl mapa es ta diferencia: una diferencia detec- ada en el territorio genera una diferencia en el mapa. La informacion es, entonces, la diferencia que provocaré una diferencia en el mapa. ~ — Caracteristicas de la diferencia: no es material ni localizable, no es mensu- rable, no tiene dimensiones y la percibimos digitalmente a través de los sentidos. 2.11.2. Pau. Warz.awick EL proraconismo ve. rectrtoe: ‘ToDA COMUNICACION ES CONDUCTA Y TODA CONDUCTA ES COMUNICACON, La obra de Bateson se encuentra distribuida en diversos escritos, de alta calidad literaria, plenos de observaciones de gran agudeza que hacen de su lectura un verdadero placer in- telectual. Bs dificil, no obstante, orientarse en esta gama de articulos que, aunque reunidos €n libros tales como “Mente y naturaleza” (Bateson, 1979) 0 “Pasos hacia una ecologia de Ja mente” (Bateson, 1976), abarcan una amplia variedad de temas, Paul Watzlawick (1921-2007), psicdlogo y fildlogo perteneciente a la Escuela de } Palo Alto, sistematiza las ideas de Bateson estructurandolas en torno a cinco axiomas de la comunicacin pragmatica. Sin embargo, seria equivocado restringir el aporte de Watzlawick a un simple ordenamiento de los trabajos de Bateson. Watzlawick hace una decidida opcién pragmitica, con Jo que su teoria, aunque fuertemente inspirada en Bate- Son, se aparta de los intereses de dicho autor. El pragmatismo de Watzlawick implica que su teorfa de la comunicacién s6lo puede basarse en las conductas observables, sin pre- tender hacerse cargo de intenciones, ideas, pensamientos, sentidos subjetivamente men- lados ni cualquier otro concepto que involucre estados mentales internos que escapan del Ambito de lo directamente observable. Se mantiene, al mismo tiempo, en la teorfa de sistemas cibernéticos dentro de cuyos marcos desarrolla Bateson sus investigaciones. La Conexi6n entre la perspectiva pragmiitica y la cibernética es planteada por Watzlawick al Postular que entender el comportamiento de un individuo aislado conduce a una vi monddica que concluira por buscar la naturaleza del espiritu humano, sin lograr jamas Percibir la influencia que dicho comportamiento puede tener sobre la conducta de otros | én ' pital. TEORIAS DE LA COMUNICACION HLAANA. ni tampoco el influjo del proceder de estos otros sobre el del primer individuo. Los seres humanos viven interrelacionados unos con otros y el vinculo que establecen es comu- nicativo. Entenderlo, desplaza el interés desde una ménada artificialmente aislada a la relaci6n existente entre las partes de un sistema ms amplio (Watzlawick, Janet Helmick Beavin y Jackson, 1972: 15). El modo en que la comunicacién afecta los comportamientos es la ocupacién de la mi- rada pragmatica de ésta, a diferencia de la perspectiva semédntica interesada en los signifi- cados y la sintictica que se ocupa de los problemas de la transmisién de los mensajes, tales como los modos de codificacién, el ruido, las necesarias redundancias, etc., que se encuen- tran impresas en Jos diferentes lenguajes. La pragmitica no es s6lo una forma de mirar los efectos de la comunicacién sobre los comportamientos humanos, sino que va mucho mas alli. De hecho entiende que comunicacién y conducta son sindnimos, lo que implica que toda comunicaci6n es conducta y toda conducta es comunicacién. Los hombres comuni- camos cada vez que hacemos algo y no s6lo con palabras, sino también con gestos no ver- bales. Interesa tanto la influencia del mensaje sobre el receptor como los efectos que tiene la reacci6n del receptor sobre el emisor. No se pone, por lo tanto, el acento en la relacion signo-receptor ni emisor-signo, sino en 1 RRR SS EESOGY Irene ;mediadas por la comunicacién (Watzlawick, Janet Helmick Beavin y Jackson, 1972: 17). Una ver. esta- blecida la identidad entre comunicacién y conducta, se pueden definir cinco axiomas de la comunicacién pragmitica (Watzlawick, Janet Helmick Beavin y Jackson, 1972; 45-69): ad fundamental de la conducta —a menudo no vista, aunque evidente— es que no tiene contrario, vale decir no existe la no conducta, $i todo comportamiento es comunicacién y no existe algo que sea un no-comportamiento, ¢s imposible no comunicar. Cada vez que un ser humano hace algo, comunica. Incluso el que duerme sin intencién alguna de comunicar, lo hace: durmiendo, como lo puede apreciar cualquiera que lo vea dormir. comunica que es tituye una meta comunicacién, vale decir, sefala cémo debe entenderse el contenido. Watzlawick hace referencia, en este axioma, a la comunicacién que se puede tener con tuna maquina a la que se alimenta de datos (contenido) y se le indica qué hacer con ellos (relacién). Por ejemplo, se escriben ntimeros en el visor de una calculadora (contenido) y luego se oprime el bot6n de suma (relaci6n). En el caso de la comu- nicacién humana, es muy diferente decir: “No he dicho que él se haya robado ese computador” a "No he dicho que él se haya robado ese computador” a “No he dicho que él se haya robado ese computador” a “No he dicho que él se haya robado ese computador” a “No he dicho que él se haya robado ese computador” a “No he dicho que él se haya robado ese computador”. También es diferente una frase cualquiera: “Te ves muy bien", dicha con una entonacién neutra, admirativa 0 con sorna. Los aspectos de contenido deben ser los centrales en toda comunicacién, quedando los aspectos de relacién como el marco que da sentido al contenido. Sin embargo, dice 99 _HanhEAARAMAHAAHAAMD AMR AAMARAHPGAAHHHAN HHA HAD & 1 100 CCOMUNICACIONES DE LA ORGANIZACION Dario Rodiguer M. | Maria Pilar Opazo 8 iv. Watzlawick, que en relaciones dafiadas se invierte este orden y la comunicaciGn co- mienza a dar vueltas en tomo a la relacién. En otras ocasiones (Rodriguez, 2002: 160- 161) hemos sefialado que este fendmeno no sdlo se produce cuando la relaci6n est dajiada, sino toda vez que por alguna razén la relaci6n se hace relevante a los ojos de Jos involucrados. Los jévenes que inician una relacién sentimental se comunican en un tono afectivo en el que poco importan los contenidos y mucho importa la relacién. Lo central no es lo que se dicen, sino cémo se lo dicen. En las organizaciones, algunos lideres extremadamente persuasivos saben que el modo en que expresan la relacién que desean establecer con sus subordinados puede ser mucho més importante que el contenido de sus comunicaciones. comunicaciones pueden ser vistas como una serie ininterrumpida de intercambios. Podria decirse que van adoptando una forma circular: lo que comunica uno de los participantes lleva al otro a comunicar algo que ser4 continuado nuevamente por el primero... y asi sucesivamente. Habitualmente se estudia un elemento como el estimulo, otro como respuesta y, finalmente se dice que el siguiente es una “respuesta ajustada’ a la reaccién del otro (Mead, 1934). Sin embargo, cuando se trata de secuen- cias de comunicacién relativamente largas, no resulta tan sencillo indicar cuél de Jas conductas fue el estimulo y cudl la respuesta. El problema surge cuando no hay acuerdo respecto a quién comenz6 una discusién, a qué fue lo que inicié la secuencia: cada uno de los involucrados piensa que su conducta es una simple reaccién, una respuesta, ante el desagradable comportamiento del otro que operé como estimulo. EI modo en que cada cual ordena los hechos y les asigna sentido puede llevarlos a disentir al momento de buscar una puntuacién tinica de la secuencia. ee vunica ital y analégica. El primero es més lo para expresar contenidos, en tanto el segundo demuestra mayor adecuacién para expresar relaciones. Los animales —y probablemente también los lenguajes gestuales primitivos— se comunican anal6gicamente. Incluso los animales domésticos en sus relaciones con sus amos humanos también lo hacen analégicamen- te, algo que los seres humanos dejan de ver al traducir digitalmente las expresiones analégicas de sus mascotas: “Me esté pidiendo comida...”, “Dice que quiere salir..”, Ellen- guaje anal6gico carece de sintaxis, no posee negacién ni tiene expresiones condiciona- Jes 0 temporales. Todo esto lo hace inadecuado para comunicar contenidos, particular- mente si estos demandan precisién o abstraccién. En términos muy generales se puede decir que el lenguaje analégico comprende los gestos no convencionales, posturas del cuerpo, entonaciones de la voz, miradas, el lenguaje no verbal. El lenguaje digital est formado por las palabras: Nada en el perro hace que deba llamarse asi. No hay nada perruno en la palabra perro. La palabra perro no ladra y tampoco muerde. También los gestos conven- cionales, los signos del trénsito, las letras, los silbidos de admiracién cuando pasa una mujer bonita las cejas enarcadas para marcar autoridad, etc, son propios del lenguaje digital. Una cierta comunicacion —“el jefe std en su oficna..”— puede hacerse digital- apa W,TEDRIAS DE LA COMUNICACION HUMANA mente, como la frase anterior o mediante un dibujo, que trata de representar anal6é- icamente la misma idea, Este mismo ejemplo nos muestra lo dificil que es expresar 11 forma analdgica, En un diagndstico de cultura organizacional, solicitamos a Hab trabajo, Dibujaron sti empress tupo de obreres an los que hiciera un dibujo coleetivo en que se mostrara su y,en la explicacién del grafico, uno de ellos dijo: “No el palrin”, Le prepuintamos, entonces, c6mo se indicaba en el dibujo la ausencia del propietario y su re (que falta ef auto”. Si bien el lenguaje digital cuenta con una sintaxis lépiea que facilita la comunicacién de contenidlos, tiene dificultades para expresar r 8. Can Una sonrisa, un esto amable, tn abrazo eélido, una mirada, una imagen, pueden comunicar con mu- cha mayor profuncidad la relacién que expresiones digitalizadas, acaso mas claras, 0 “Es obvio que tienes mi apoyo..". spuesta fue: “E: a semant cion de la necesaria rique pero también mids frias: “Sabes que te quiero." v. comu ién es simétrico o complementario, segtin se base en {ferencia. Para las comunicaciones simétricas, el comportamiento no exiuivale al reflejo en el espejo del comportamiento del otro. Si la conducta fuerza de del primero denota agresividad, la del segundo es equivalente; si uno se por demostrar humildad, el otro no le va en zaga en lo modesto. En los intercambios cativos complementarios, el segundo reaceiona de acuerdo a la invitacién im- plicada en la conducta del primero: ante una conducta de dominio se reacciona con una de sometimiento, Para decirlo en términos psicol6gicos: ante una conducta de one up, se responde con una de ane down. Hay, por supuesto, posiciones sociales en entra definido social o culturalmente qué tipo de conductas se debe expresar; cui es el intercambio esperado socialmente, como en el caso de las rela- ciones padre-hijo, superior-subordinado, médico-enfermo, maestro-aprendiz, etc. En comunicaciones entre seres humanos en las que no prima ninguno de estos modos posible que se produzea una suerte de rotacién de los modos de comuni Jas que se enc de intercambio, es intercambio y los papeles que les corresponde a los interactuantes. Sin embargo, tam- bién es posible que los modos de intercambio profundicen su forma. Si se trata de comportamientos simétricos, su profundizacién puede Hlevar a situaciones de esca Jada y, eventualmente, a lo que Bateson denominé Cisma génesis (Sclrsmagenesis), a saber, a la generacién de divisiones. Si, por el contrario, se trata de comportamientos complementarios, se produce la rigidez. y se estabiliza una relacién basada en una cluso, llegar a ser patol6gica. complementariedad que puede, La obra de Watzlawick trata de poner la atencién en el receptor, el destinatario de la co- municacién. En efecto, la imposibilidad de no comunicar tiene sentido desde el punto de vista de alguien que, al observar el comportamiento de otro, es informado respecto a algo que el otro no intenta comunicar, ya que puede que ni siquiera esté consciente de que su conducta est siendo observada. Al hacer equivalente comunicacién con conducta deja de considerar la intencién de comunicar que alguien pueda tener y también pierde sentido la -acién efectivamente lograda, No puede haber patrones de comparacién tuna comunicacién consiguiG los efectos deseados por quien, idea de comunic que hagan posible evaluar 101

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