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Instrumentos Paidés / 15 Coleccién dirigida por Umberto Eco 1, O. Calabrese - El lenguaje del arte 2. M. Wolf - La investizacién de la comunicacién de masas 3. G. Stefani - Comprender la miisica 4. M. T. Serafini - Como redactar un tema 5. A. Costa - Saber ver el cine 6. M. de Marinis - Ef nuevo teatro, 1947-1970 7. F. Casetti y F. di Chio - Cémo analizar un film 8. M. T. Serafini - Como se estudia 9. A. Campiglio y V. Eugeni - De los dedos a la caleuladora 10. D. Barbieri - Los denguajes del cémic 11. M. Wolf - Los efectos sociales de los media 12. M. T, Serafini - Cémo se escribe 13. G. Bettetini y F. Colombo - Las nuevas tecnologias de la comunicacién 14. V. Pisanty - Como se lee un cuento popular 15. M. Bertuccelli - Qué es la pragmdtica Marcella Bertuccelli Papi Qué es la pragmatica » PAIDOS Baek Buoror ares eso. Titulo original: Che cos’® la pragmatica Publicado en italiano por Gruppo Editoriale Fabbri, Bompiani, Sonzogno, Btas S.7.A., Min ‘Traduccién de Noemi Cortés Léper Cubierta de Julio Vivas I* edicion, 1996 ian igure ais a a uteri xs de on ar a «Coit Biss bens cua err a ect ea ne aller wei 6p Compreeion sepa» clapton ore, Sa isbn a2 senna deca eat sues pesaae pilose © 1993 by Gruppo Editoriale Fabbri, Bompiani, Sonzogno, Etas S.p.A., Milin de todas las ediciones en castellano, Ediciones Paidés Ibérica, S.A., Mariano Cubj, 92 - 08021 Barcelona y Editorial Paidés, SATCR, Defensa, 599 - Buenos Aires ISBN: 84-493-0208-0 Depésito legal: B-357/1996 Impreso en Edim, SC.C.L., Badajoz, 145 - 08018 Bareeiona Impreso en Espafia - Printed in Spain Sumario Agradecimientos Introduci PRIMERA PARTE Nacimiento y evolucién de Ia pragmitica tedrica 1. Origenes y contribuciones filoséficas ae 1.1. Pragmatica, pragmatismo y pragmaticismo . LLL La semidtica . fe ‘ 1.1.2. La semiética de Ch. Morris ......... 1.1.2.1, Primera definicién de la pragma- tica GoaueouGHenG 1.1.2.2. Pragmatica pura y pragmatica descriptiva: el debate Morris- Camap teveee 1.2. La filosofia del lenguaje ........... Wittgenstein: el significado como «uso» . J. L. Austin: los actos lingiifsticos . 1.2.2.1, La clasificacién de los actos lin- giiisticos ........... . La version americana de los actos lingilis- ticos: J. R. Searle .. we 1.2.3.1. La taxonomia searliana 1.2.3.2. Aspectos sintacticos de la clasi- ficacién searliana we 1.2.3.3. Los actos lingiiisticos indirectos 1.3. H. P. Grice: significado del hablante y teoria de las implicaturas coves 13 15 31 33 34 37 41 43 47 49 50 2. Pragmatica y lingiiistica teérica 2.1. La pragmatica como teoria del uso lingitistico El concepto de «uso» es un concepto de la semidtica que ahora asume la pragmatica lingiiistica y establece como cri- terio de identificacién en analisis e investigaciones de natu- raleza muy diversa. ‘Aunque actualmente no existe una teorfa pragmdtica ho- mogénea ni una metodologia unificadora, ni una concepeion undnime de lo que deberfa ser la pragmatica homogénea ni una metodologia unificadora, ni una concepcién undnime de Jo que deberia ser la pragmatic, existe en lingitistica la con- viecién de que hacer pragmatica significa ocuparse del uso lingitistico. ‘Una definicién de este tipo no plantea problemas hasta que se le atribuye un valor orientativo similar al que poseen las definiciones de semantica como ciencia del significado de la sintaxis como ciencia de las propiedades combinatorias de los morfemas —con todo el valor aproximativo que com- portan en el plano de las informaciones sobre las operacio- nes lingilisticas reales desarrolladas dentro de los respectivos campos disciplinarios— Dada la firmeza y la constancia con la que se afirma que Ja pragmatica se enticnde o deberia entenderse como teoria del uso lingiiistico, podriamos creer que, quien trabaja en este Ambito, se adhiere aun concepto de uso bien definido y uni- ficado en todos los campos de investigacién pragmatica, como es el caso del proyecto para el handbook de pragmatica ela- borado por Verschueren, Ostman, Blommaert 1992. ‘Sin embargo, la situaci6n es bien distinta; si existe una uni- dad entre los estudiosos que conciben Ja pragmatica como 72 NACIMIENTO Y BVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA, teoria del uso, ésta no proviene de una definicién intencional del concepio, sino de la reivindicaci6n de la prioridad de los hhechos lingtiisticos, en toda su asistematicidad y fragmenta- tividad, sobre la teoria gramatical que ha privilegiado los he- chos ideales elaborados sin tener en cuenta el contexto, En efecto, para muchos lingijistas hacer pragmatica ha sig- nificado hacer lingitistica «a pesar de Chomsky», a pesar de Ja prioridad atribuida por la gramatica generativa a los he- chos de competencia sobre los hechos de ejecucién. Si en la tradici6n lingiifstica estadounidense el concepto de uso recla- ma inmediatamente el concepto chomskiano de «ejecucién», en la tradicién de la lingiiistica europea dicho concepto logra orientarse hacia’ un tinico polo de atraccién identificable, La reivindicacién de una lingiiistica de la parole, presen- te incluso en las reflexiones de los primeros discipulos de Saus- sure y reconocida por el propio Saussure, no puede consi- derarse propiamente cl presupuesto del nacimiento de una pragmatica como teoria genérica del uso lingtiistico; Ia inves- tigacién lingiifstica europea que estudia las funciones del len- guaje se vale incluso de la definicién de dangue como sistema social para elaborar los temas centrales sobre los usos del lenguaje. . En esta seccién discutiremos brevemente la posibilidad de una pragmatica como teoria del «uso» sobre la base de las dos oposiciones /angue-parcie y competence-performance, pa- sando cn seguida a la presentacion de las pusiciones mas re- cientes sobre la naturaleza del uso lingiifstico. 2.2, La distineién langue-parole Si consideramos que la posibilidad de encontrar en la opo- sicién saussuriana /angue-parole las premisas para los desa- rrollos futuros de una pragmatica lingtiistica significa bus- car en uno 0 en otro miembro de Ia oposicién el objeto de una teoria del uso lingiiistico, entonces la labor se vuelve mas complicada de lo que la divulgacion misma del pensamiento saussuriano podria llegar a creer, La operacién interpretativa, que deberfa analizar los con- ceptos de langue y de parole, y la discusién de las relaciones PRAGMATICA ¥ LINGUISTICA TEORICA 2B de ambas entidades con la facultad del lenguaje exigen an: sis y procedimientos extremadamente delicados; la edicién péstuma del Curso de lingilistica general no establece unas conclusiones definitivas sobre los problemas indicados, y la comparacién con fuentes manuscritas insintia a menudo la vacilacién del pensamiento de Saussure sobre cuestiones pro pias de la ling El manuscrito Engler testimonia expli citamente la legitimidad de una teorfa de la parole: «Para con- cluir, si bien es cierto que los dos objetos (lenguaje y acto lingiiistico) se presuponen reciprocamente, también es cierto que éstos son de naturaleza diversa y requieren cada uno la elaboracién de una propia teorfa» (Engler 342, pag. 56), y aunque la famosa frase «la lingliistica tiene por tinico y ver- dadero objetivo la lengua considerada en si y para si» nunca haya sido pronunciada por el estudioso ginebrino (véase De Mauro 1970, cap. 5), la edicién del 1916 parece indicar que Saussure no considera la lingti'stica de la parole y la lingi tica de la langue de igual modo. Si asignamos a la ciencia de la lengua su verdadero lugar en el conjunto de los estudios sobre e! lenguaje, al mismo tiempo establecemos el lugar que ocupa la lingtiistica. Todos los dems elementos del lenguaje, que constituyen la parole, se subordi- nan autométicamente a esta ciencia y, gracias a esta subordina- cién, todas las partes de la lingitistica encuentran su justifica cidn’ natural (CLG, 36). Y esto est en estrecha dependencia con las definiciones del concepto de parole. En la caraeterizacién que Saussure establece de las dos entidades, 'a parole figura siempre como fendémeno «individual», «accesorio y mas 0 menos acciden- tal», 0 como acto individual de voluntad y de inteligencia, en el que conviene distinguir: 1. las combinaciones de! cddigo de la lengua que utiliza el sujeto hablante para expresar su propio pensamiento personal; 2. el mecanismo psicofisico que le permite manifestar dichas combinaciones (CLG, pags. 30-31). 74 NACIMIENTO Y EVOLUCIGN DE LA PRAGMATICA TEORICA La parole es la «fonacién, 0 sea la ejecucién de las ima. genes actisticas»; es «la suma de lo que la gente dice», no tiene «nada de colectivon, «sus manifestaciones son indivi- duales y momenténeas» (CLG, pag. 38). Caracterizada asi la parole se presenta como objeto posible de la psicologia o de las disciplinas fonico-actisticas, configurndose a un tiempo como actividad de un sujeto pensante que produce significa- ciones individuales, y como el resultado observable de dicha actividad en términos del material fOnico utilizado para su realizacién. Respecto a estas definiciones, las de la /angue se presen- tan més problematicas: la langue se caracteriza como esque- ma, forma pura (CLG, pag. 36), como norma de realizacién, forma material (CLG, pag. 32), y como usage, 0 conjunto de costumbres formales (CLG, pags. 37, 112). Ahora bien, como observa De Mauro 1968, la division de las partes del Curso establecida por los autores ha favoreci- do una tradicién exegética que interpreta la distincién entre langue y parole como distincién entre dos entidades separa- das y contrapuestas, cuando para Saussure la relacién entre ambas entidades se basa en presupuestos distintos de la con- traposicién y la mutua exclusién. Consideremos las palabras siguientes: ‘Sin duda, los dos conceptos estén estrechamente unidos y se presuponen mutuamente: la lengua es necesaria para que Ia parole sea inteligible y produzca todos sus efectos; y la parole ¢s indispensable para que la lengua se establezca; historicamen- 1g, el hecho de la parole precede siempre. ;Cémo podriamos aso- ciar una idea a una imagen verbal si dicha asociacién no se ma- nifestase ante todo en un hecho de parole? Por otra parte, s6lo escuchando a los demas aprendemos la lengua materna; ésta con- sigue depositarse en nuestro cerebro como consecuencia de nu- merosas experiencia. En conclusién, es la parole la que hace cevolucionar la lengua; son las impresiones obtenidas al escuchar alos demas las que modifican nuestras costumbres lingiifsticas. He aqui, pues, la interdependencia entre Ia lengua y la parole, la primera es al mismo tiempo instrumento y producto de Ia se gunda [...] (CLG, pag. 37). Diferenciar la langue de la parole es una exigencia meto- dolégica. Fragmentos como PRAGMATICA Y LING ISTICA TEORICA, 5 Ja ejecucion es siempre individual, el individuo es siempre el di- rector; nosotros le llamaremos parole |...J. Si separamos lengua de parole, separamos a un tiempo: 1) lo que ¢s social de lo que es individual; 2) lo que es esencial de lo que es accesorio y mas ‘© menos accidental (CLG, pg. 30) no pueden interpretarse sin tener presente que Saussure tam- bién distingue entre matidre y objet de la lingiifstica y entre hechos externos ¢ internos en le lengua. La totalidad de los hechos lingiifsticos es materia de la lingiiistica, mientras la langue es el objet, es decir, el obiectum, el fin cognitivo que sélo puede alcanzarse coordinando la pluralidad de los pun- tos de vista (psicoldgico, sociolégico, fisioldgico, ete.) en una «cunidad que consiste en la reconstruccién del sistema de va- lores que hace de una determinada entidad lingiifstica esa en- tidad lingitistica» (De Mauro, 1968, n. 40), Por otra parte, sea la langue o la parole, ambas asumen el valor relacional frente a la feculté du langage; en el ma- nuscrito 160 B Engler, la posicién de la parole al respecto apa- rece expresada de forma nitida’ Ja lengua es un conjunto de convenciones necesarias adoptadas por el cuerpo social para permitir el uso de la facultad del len- Buaje entre los individuos. La facultad del lenguaje es un hecho distinto de la lengua, pero no puede realizarse sin ella. Con pa- role se designa tanto el acto del individuo que realiza su facul- tad pot medio de la convenciéa social como la lengua. __ Es importante subrayar que el concepto de uso esta refe- rido aqui a la facultad del lenguaje, no a la lengua; es la fa- cultad del lenguaje la que entra en uso en la parole, es la ca pacidad de hablar la que se actualiza en la actividad locutiva, y todo ello es posible gracias a la existencia concreta de una Tangue que, como conjunto de convenciones sociales y esque- ma de control de las variaciones, garantiza la mutua com- prensién de los individuos: La lengua, no menos que Ia parole, es un objeto de natura- Jeza concreta, io cual es una gran ventaja para el estudio. Los signos lingiisticos, incluso si son esencialmente psiquicos, no son abstracciones; las asociaciones ratificadas por el contexto 16 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA colectivo y que constituyer en su conjunto la lengua, tienen su sede en ef cerebro (CLG, pag. 32) El problema del uso no se resuelve enteramente en el pla- no de la dicotomia langue-parole; la lingitistica saussuriana distingue entre lingiiistica externa y lingiiistica interna, y con- fiere a la primera los aspectos que no inciden sobre el orga- nismo del sistema como el fraccionamiento dialectal, la rela- cién entre lengua y Jas instituciones de todo tipo y los factores externos del cambio lingiiistico. De nuevo, la distincién pat ce tener en Saussure un valor metodolégico mas que ontol6- gico («la separaci6n de los dos puntos de vista se impone y debe analizarse lo mds rigurosamente posible» [CLG, pag. 42}), pero seria tan incorrecto identificar tout court la lingiiis- tica externa con una lingiifstica de la parole como interpretar Ja lingtiistica de la parole como teoria del uso lingistico. 221 Las discusiones originacas en torno a la relacion entre fan- gue y parole se han concentrado sobre un dualismo ontolé- gico que ha privilegiado lecturas parciales de ambos concep- tos. Asi, Coseriu (1952, en Coseriu 1971), después de haber reseftado y discutido distintas posiciones sobre la relacin en- tre langue y parole, concluye: 2. Al hablar como talno se le puede oponer como realidad distinta la lengua, estando ésta presente en el habla misma y ma- nifestandose concretamente en los actos lingiiisticos; los térmi- nos como lengua y parole no designan secciones auténomas ni tun modo de representarse la lengua, sino mas bien puntos de vista distintos, o sea, maneras diferentes de afrontar el fenéme- no lingttistico, diferentes grados de formalizacién de la misma realidad objetiva. 3. Adoptado el criter'o de los distintos grados de abstrac~ cién, debe reconocerse y clasificar las diferenciaciones identifi- cadas sin intentar reducirlas a los modelos de la famosa di- cotomia. 4. Es necesario realizar las distinciones en el plano de la «conformacidn» del lenguaje, plano en el que se toma en consi- deracién cémo se manifiesta este fendmeno; y no en el plano PRAGMATICA ¥ LINGUIS ICA TEORICA 7 de su esencia, de su realidad intrinseca, que es un plano de uni- ficacién y sintesis, no de diferenciacion y de andlisis (pg. 40). El andlisis de la actividad locutiva, que Coseriu conside- ra prioritario, no puede prescindir de la actividad social de Ja lengua. Una de las contribuciones de mayor relieve de Co- seriu es el considerar al sujeto hablante como «individuo so- cial» que al hablar no realiza Gnicamente un sistema funcio- nal sino también un sistema «normaly. Abandonando la distincién, difusa en el texto saussuriano, entre «individuo asocial» y «sociedad extraindividual», Coseriu introduce un nivel intermedio de abstraccién y formalizaciénentre las ca- racteristicas concretas, infinitamente variadas y variables, de los objetos observados y sus caracteristicas funcionales indis- pensables: es el nivel de la norma, el de las isoglosas que po- nen en comiin los distintos fendmenos de parole en sus ma- nifestaciones como realizaciones individuales reconocidas como pertenecientes a una lengua. Dicho sistema de isoglosas, analizable a posteriori en el interior de una comunidad social limitada en el espacio y en el tiempo, pertenece a una perspectiva de andlisis de la len- gua desde el punto de vista de su uso. Estas consideraciones, que conducen ia investigacién ha- cia Ia exploracién de las latitudes sociales de la individuali dad expresiva, privilegian la relacién de la parole con la len- gua como cntidad de naturaleza social. La individualidad de las realizaciones lingliisticas es también observable desde otra perspectiva, como dimensién que tiene en cuenta al sujeto hablante, analizando los aspectos mas intimos, aquéllos que escapan a la perspectiva «logica» del andlisis lingtiistico. En esta direccién, que examina la relacién de la parole con la na- turaleza psiquica de la lengua, se desarrollan las elaboracio- nes del pensamiento saussuriano realizadas, desde enfoques diferentes, por Ch. Bally y A. Sechehaye. Ambos centran su atencidn en la relacidn entre componentes Idgicos y compo- nentes afectivos de la expresién verbal. Sechehaye sefiala y afirma el poder disgregador y demo- ledor del componente afectivo respecto a las construcciones elaboradas por el intelecto: 78 NACIMIENTO Y EVOLLCION DE LA PRAGMATICA TEORICA ‘una emocién intensa destruye la expresién gramatical. Cuando domina la pasidn, no hay modo de sistematizar formas y par- tes: ésta expresa las ideas completamente desnudas y las arroja en el orden en que se presentan sin ninguna preocupacién para Ja sintagmatica: Yo zmentir® {Mentiroso tii! (Sechehaye 1950, pag. 133) La emocién hace variar la estructura intelectual de la fra- se bien abrevidndola, bien disponiendo los términos consti- tutivos segiin ordenes distintos que responden al movimien- to espontaneo de las ideas, El lenguaje emotivo es capaz de desorganizar totalmente Ja estructura gramatical haciendo emerger una vitalidad que trasciende las reglas de la razén. De esto, Sechehaye concluye que existe la posibilidad de una cierta adaptacién de las formas gramaticales a las necesi- dades de una expresidn enérgica mediante frases breves y drde- nes significativos, Esta adaptacién no se realiza con la interven- cién de funciones sino por medio de una utilizacién ingeniosa de formas apropiadas, con la ayuda de algunos indicios suple~ mentarios y alguna licencia particular. En la otra vertiente de Ja orientacién prevalentemente psi- colégica de la investigacién de Sechehaye, en estas frases es evidente un contraste entre el plano de la afectividad y el de Ja intelectualidad en la estructuracién del mensaje verbal, un contraste sobre el que se rige la dindmica de la adaptabilidad propuesta en las concepciones més recientes de la pragmati- ca (véase también el pardgrafo 3). Con Ch. Bally la subjetividad y la afectividad se convier- ten en objetos de reflexion sobre ia constitucién del sistema lingiistico. ‘Al reivindicar una funcién dialéctica a la parole saussu- riana, Ch. Bally le atribuye un cardcter subjetivo y afectivo que se manifiesta en la lengua hablada siempre y cuando el sistema lo haga posible. En la manifestacién de la lengua ha- blada, observada en sus contenidos afectivos, el sujeto ha- blante, el individuo ingresa en la langue. Para Bally, el pen- samiento mismo que la lengua expresa est4 compuesto de elementos afectivos y de elementos intelectuales; e! compo- PRAGMATICA ¥ LINGUISTICA TEORICA 9 nente afectivo comprende nuestras emociones, nuestros sen- timientos, nuestros impulsos, nuestros deseos, nuestra con- cepcién de la realidad. Los dos componentes coexisten en el sistema lingiiistico. Este tiltimo, en cuanto hecho social y no sélo psicolégico, es capaz de expresar la individualidad tra- duciendo el pensamiento en accién: «para enunciar incluso Ja cosa mas pequefia, es necesario que cl pensamiento se con- vierta en accién y se imponga por medio del lenguaje; es ne- cesario que este tiltimo sea penetrante, incisivo, enérgico, su- plicante, a menudo incluso hipécrita» (Bally 1913, pag. 21). A parte de recordar el discutso que Sdcrates mantiene con Fedro sobre el arte de la oratoria, para Bally el aspecto social del lenguaje es el conocimiento de la funcién interactiva, de la presencia implicita de un interlocutor en cada actividad enunciativa. El sujeto hablante utiliza las posibilidades que ofrece el sistema en el plano sintactico, léxico, fonético, se- gtin modos individuales dictados por la representacién que él mismo realiza del propio interlocutor. En este proceso de adaptacién, sostiene Bally, se encuentran en primer plano la afectividad y la expresividad (y no las formas légicas). Estos son los inicios de la teorfa de la enunciacién. E] estudio de los hechos expresivos del lenguaje organi- zado desde el punto de vista de sus contenidos afectivos es, para Bally, objeto propio de una estilistica que, aunque presu- ponga una correspondencia entre hechos expresivos y unidad de pensamiento, no es una parte de la psicologia sino que se inscribe en el campo amplio de la lingtiistica —de la que po- driamos decir que es una perspectiva de investigacién. La investigacion de los elementos afectivos del lenguaje, iniciada por Bally en direccidn estilistica, se uaduce més tar- de en la teorizacién de la modalidad como componente im- prescindible de la estructura l6gica de la frase. En Bally 1950, Jas relaciones entre racionalidad y afectividad se definen en la articulacién del enunciado en dictum y modus; el primero representa el contenido objetivo del enunciado, el segundo la operacién del sujeto pensante. Esta uiltima es el eje de la comunicacién, «el engranaje principal de la frase, sin el que ésta no puede existir» (Bally 1950, pag. 66): 80 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA, La modalidad es el alma de la frase; como el pensamiento, ésta se constituye esencialmente por la operacién activa del su- jeto hablante. No se puede atribuir valor de frase a una enun- ciacién hasta que no se descubra en ella la expresin de la mo- dalidad, cualquiera que sea (véase pds. 66). Se trata de consideraciones que por un lado pueden rela- cionarse con las reflexiones de Benveniste sobre la subjetivi- dad dei lenguaje (Benveniste 1958), y por otro con el andlisis semantico del enunciado por parte de estudiosos como Fill- more 1968 y Bierwisch 1980. Facilitan la investigacidn de una dimensién de estudio de la lengua que trasciende los conte- nidos expresados para centrarse en el descubrimiento de los modos en que el hablante se comporta frente a su propia enun- ciacién —una direccién que identifica aspectos sistematicos del uso lingiiistico diferentes de los relativos a Ja variabilidad social de la lengua—. Estas consideraciones conducen a una concepcién ideal de la pragmatica como componente consti- tutivo de la estructura del lenguaje. Es la hipdtesis que desa- rrollara en Francia O. Ducrot con el nombre de «pragmatica integrada» (Ducrot 1984; para una valoracién de las relacio- nes entre el pensamiento de Ch. Bally y la pragmatica, vease Ducrot 1986). Mientras el concepto de uso no puede considerarse cen- tral en la lingiiistica saussuriana, el debate que se ha desarro- lado en torno a las relaciones entre Jangue y parole ha pues- to cn cvidencia algunos problemas importantes rclacionados con la posibilidad de construir una teoria del uso lingitistico. Si consideramos el uso de la lengua como un conjunto de fenémenos registrables en la mas disparatada practica co- municativa, entonces la ind.vidualidad y la exclusividad de los actos de parole particulates emergen en toda su potencia y ofrecen al lingiista la posiailidad de descubrir tinicamente sus caracteristicas moleculares, a menos que no se considere el problema de los distintos grados de abstraccién sobre el eje que une la parole a la faculté de langage pasando por la langue ¢ infringiendo las normas. En cambio, si entendemos por «uso» el conjunto de prin- cipios y los procesos mentales que permiten a los individuos comprenderse, y que se caracterizan por la presencia de unas constantes que subyacen a le variedad de las oscilaciones f6- PRAGMATICA Y LINGUISTICA TEORICA 3 nicas y psicosemanticas unidas a la subjetividad de la locu- cidn, entonces el problema es encontrar en el sistema ling! tico los limites y los presupuestos del uso individual. ‘Como veremos, en estas dos direcciones se mueve la in- vestigacin mas reciente de la formulacién de una teorfa prag- mitica. 2.3. Teoria del uso y la distincién competencia-actuacién La posicién de Chomsky respecto al uso lingiifstico esta formulada en términos de la dicotomia competencia-actua- cién (1965). En los preliminares metodolégicos al estudio de las gra- maticas generativas como teoria de la competencia lingiiist ca se confirman tanto la necesidad de una idealizacién en la teoria del lenguaje encaminada a descubrir la realidad men- tal subyacente al comportamiento comunicativo como la con- cepcidn de la actuacién como «aplicacién», «puesta en uso» del sistema de reglas cuya realidad mental comprende: 1La teorla linglistica se ocupa principalmente de un hablante- oyente ideal, en una comunidad completamente homogénea, el cual conoce perfectamente su lengua y no se encuentra influen- ciado por condiciones irrelevantes gramaticalmente como las li mitaciones de memoria, las distracciones, los cambios de inte- 1é y alenciGn y por lus eirores (casuales ¥ caracieristicos) eu la aplicacién de su propio conocimiento de las Ienguas en el trans- curso de la actuacién efective [...]. Para estudiar la actuacion lingiiistica efectiva debemos considerar la interaccién de varios factores, y la competencia subyacente del hablante-oyente no es mas que uno de ellos. Desde esta perspectiva, el estudio del len- ‘guaje no es distinto de la investigacién empitica de otros feni ‘menos complejos. Hagamos wna distincién fundamental entre 7 Ja competencia (e1 conocimiento que tiene el hablante-oyente de su lengua) y la acfuacidn (el uso efectivo de la lengua en si- ‘tuaciones concretas). La actuacién es un reflejo directo de la competencia en la idealizacién enunciada anteriormente. En la realidad, obviamente, no puede reflejar directamente la compe- tencia. La grabacién de un discurso natural mostraré numero- sos comienzos falsos, desviaciones de las reglas, cambios de pro- gramacin a mitad de la conversacién, y asi sucesivamente. Para 82 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA, cl lingtiista, como para el nifio que aprende la lengua, el proble- ‘ma consiste en determinar, partiendo de los datos de actuiacién, el sistema subyacente de regias que el hablante-oyente posee utiliza on la actuacion efectiva. Asi, en sentido técnico, la teoria lingitistica es mentalista, ya que su objetivo es descubrir una rea- Jidad mental subyacente'a un comportamiento efectivo. Los usos observados en la lengua, las disposiciones hipotéticas, costum- bres ete. pueden proporcionar pruebas sobre la naturaleza de esta realidad mental, pero seguramente no pueden constituir el ob- Jjeto propio de la lingiistica, si ésta quiere ser una disciplina se- ria (pag. 48). Como se deduce de Ja tiltima frase de la cita, el juicio chomskiano sobre la posibilidad de un estudio serio del uso lingiiistico ofrece serias argumentaciones contra Skinner, el comportamiento y las practicas analiticas de la lingitistica des- criptiva de tipo bloomfieldiano. Poco después se lee: El descriptivismo, que por principio se limita a la clasifica- cion y la organizacién de los datos, a la «extraccién de configu- raciones» de un corpus de discurso observado, a la descripeién de «costumbres lingiiisticas» o de «estructuras de habitos», en Ia medida en que existen, impide el desarrollo de una teoria de Ja actuacién efectiva (pag. 55) De hecho, el planteamiento reductivo del concepto de uso lingiiistico, elaborado por Bloomfield en el segundo capitulo de El lenguaje, autoriza y exige una postura ideoldgica y me- todol6gica que devuelve a la lingiiistica la dimensién cogni- tiva de su objeto de estudio. Bloomfield 1933 sostiene que el acto de habla, o bien el hablar concreto, est precedido y seguido de eventos concre- tos que representan, respectivamente, un estimulo y una reac- cién del comportamiento. El uso de la lengua consiste en su intervencién entre dicho estimulo y dicha respuesta y puede considerarse una reaccién sustitutiva del hablante que, actuan- do como estimulo sustitutivo sobre el oyente, permite que este tiltimo manifieste la reaccién de comportamiento deseada. Ahora, la verificacién del acto lingiistico, y el transcurso de los eventos coneretos que lo preceden y lo siguen, dependen del conjunto de factores que caracterizan la experiencia pa- PRAGMATICA Y LINGOISTICA TEORICA 83 sada y del estatus psicoldgico inobservable del hablante y del interlocutor; esto carece de impcrtancia para el lingiiista. S6lo es significativo cuando el acto locutivo esté relacionado con eventos concretos y reales, es decir, con estimulos y reaccio- nes. El rechazo de los factores mentales presentes en el com- plejo mecanismo del uso lingtiistico conduce a Bloomfield a analizar el acto lingitistico en términos puramente fisicos y fisiolégicos, como un conjunto de movimientos muscula- res que permite la salida de ondas sonoras desde los érganos fonadores del hablante, las cuales imprimen modificaciones ondulatorias en el aire circundante y alcanzan a los érganos auditivos del interlocutor al hacerlos vibrar; esto produce efec- tos sobre su sistema nervioso que confirman que ha ofdo. El reconocimiento de los sonidos se produce mediante Ia selec- cién de rasgos distintivos que los hablantes de una lengua ad- quieren ¢ identifican en el interior de un continuum sonore a causa de su aparicién constante relacionada con determi- nados eventos fisicos. La radical posicidn inicial de Chomsky tiene, pues, una motivacion bien clara y precisa. La adopcién del principio de idealizacién y el consiguiente rechazo de los factores considerados aprioristicamente irre- levantes para el estudio de la competencia gramatical ha ge- nerado el establecimiento de Ia investigacién sobre aspectos de la formalizacién y ha suscitzdo Ia reaccién de socidlogos y etnégrafos de la comunicacién, que contraponen la com- petencia gramatical a la competencia comunicativa como ob- jeto natural de observacién y teorizacién. Competencia gramatical, competencia comunicativa, competencia pragmitica Bn la caracterizacién chomskiana de Ia teoria lingiiistica, elaborada por Hymes 1971, no se da practicamente impor: tancia a los rasgos socioculturales que definen la variedad in- finita de los usos lingiiisticos. --La teoria de la competencia estudia objetos lingiisticos ideales, abstractos, de igual marera que son abstractos los in- dividuos que la teoria implica, considerados como mecanis- 84 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA ‘mos cognitivos carentes de motivacién y no personas que con- viven en un mundo social en el que «los significados se ganan con el sudor de la frente y la comunicacién se conquista con el esfuerzo» (pag. 216). Por otra parte, la actuacién figura como una especie de categoria residual: es la manifestacién «imperfecta» de un sis- tema subyacente, es «degeneracién» (Chomsky 1965, pég. 31), y finalmente «corrupcién de la compeiencia ideal» (Katz 1967, pag, 144). Pero, como observa Chorasky, estos argumentos derivan ms de la observacién psicolégica del andlisis gramatical que de la atencion prestada a las variables socioculturales del uso lingitistico. Para la gramatica zenerativa, los problemas de ac- tmacién son los relativos a la productividad, la interpretacién, Ja naturaleza de las estructuras formales, como muestran las consideraciones sobre las propiedades de incrustamiento, de autoinclusion, ramificacin multiple o de las inferencias en los procesos de produccién: «ia grabacién de un discurso na- tural mostrard numerosos comienzos falsos, desviaciones de la norma, cambios de programacion imprevistos, etc.» (Chomsky 1965, pag. 45). En realidad, observa Hymes, desde el punto de vista del discurso, las imperfecciones, las incorrecciones, los hechos no explicables gramaticalmente son factores funcionales a la rea- lizacién de un acto social o ala solucién de un problema en la investigacién o en la elahoracidn de una estrategia de com- Portamiento: (Toda ocasién reclama una incorreccién apro- piada» (pag. 223). Esto descarta una teorfa lingitistica que reduce la organi- zaci6n de la lengua a un conjunto de reglas que asocian soni- dos y significados. Un modelo de este tipo presupone que la lengua expresa tinicamente significados referenciales y, por tanto, s6lo estudia un uso determinado de la lengua: la de- signacién. Si consideramos la dimensién social del uso lingiiistico, contimtia Hymes, observamos que las Ienguas también estan organizadas para lamentarse, regocijarse, suplicar, amones- tar, sentenciar, insultar, y en la realizacién de estos actos los factores sociales interfieren con los gramaticales; esta infe- Fencia es relevante para el anilisis lingiiistico, PRAGMATICA Y LINGUISTICA TEORICA 85 Existen reglas de uso sin las que las reglas de la gramética serian indtiles. Igual que las teglas de la sintaxis pueden domi- nar algunos aspectos fonol6givos, e igual que las seménticas do- minan posiblemente aspectos semanticos, también las reglas de Jos actos del lenguaje intervienen como factor dominante en la forma lingiiistica en toda su totalidad (pag. 224), La relacién entre factores sociales y factores gramatica- les, concluye Hymes, no puede fratarse en los términos de la rigida distincién chosmkiana competencia-actuacién. Existe ‘una competencia del uso que es un conjunto de conocimien- tos tacitos sobre los mecanismos subyacentes de la actuacion efectiva y de la habilidad newrofisiolégica que permite usar los medios de actuacién. Si se introduce este iltimo tipo de competencia en el andlisis del lenguaje, entonces el término «actuacién» puede reservarse a los comportamientos realmen- te observables; de esta forma se resuelve la ambigiiedad, pre- sente en la definicién chomskizna, que leva a identificar una teoria del uso con los fendmenos del comportamiento comu- nicativo. Hymes define la competencia comunicativa ¢omo, «la _-competencia que establece cudndo se debe hablar y cuando callar, qué decir, a quién, cémo y de qué modo». Es la capa- cidad de «cumpiir un repertorio de actos lingtifsticos, de par- ticipar en los eventos discursivos, y de valorar su cumplimiento por parte de los interlocutores», y sc integra «con la compe- tencia relativa a la interrelacidn del lenguaje con los demas cédigos de conducta comunicativa» (pag. 223). La adquisi- cién de dicha competencia es fruto de la experiencia social, de las necesidades, de los motivas y de los éxitos de la ac- cién, que a su vez es fuente de nuevos motivos, necesidades, experieneias, pero «la competencia de uso forma parte de la misma matriz evolutiva que la competencia gramaticab» (pag, 225), Consecuentemente, en una teoria del uso que asume el concepto de competencia comunicativa como propio expli- candumi, los argumentos pertinentes no pueden ser tinicamen- te de dos tipos —gramatical o aceptable—: el punto de vista de la persona, que esta definicién de la competencia exige, impone la valoracién de al menos cuatro puntos: I. si (y en qué medida) algo es posible formalmente; 2. si (y en qué me-

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