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GIOVANNI REALE y DARIO ANTISERT HISTORIA DEL PENSAMIENTO FILOSOFICO Y CIENTIFICO TOMO TERCERO DEL ROMANTICISMO HASTA HOY BARCELONA, EDITORIAL HERDER 1988 PARTE NOVENA FENOMENOLOGIA, EXISTENCIALISMO, HERMENEUTICA Ea a seis do acs vid [J] sta enc nada tone ‘que decimor, Exclye por principio aquellos problemas {fue son le ms acucantes par el hombre, el cul ensues” io empo tan somenido se sete 9 ered de Edmund Huser Le cust oa [.] conse on sber dee font elas tinebas puede bear un ser» aut Jspers sta ltertad eid on esi dl proposer. ta elec: ‘én reels soeords= von Jean Pau Saree “La revolt 6 pogrso‘eundo te a compar con et Paado, pero destiny sora eunndo sls compar con ‘Tfrrlgue ha perm valumbrary que ego ofoch.= Maurie Merlea- Ponty El mundo mismo ende [a apareera veces como un Simple taller de trabsjo, 72 veces como un eelevo nor: mls (sie Maree «Quien dese comprender un ero debe hala puesto {ue date sign goo a Hans-Georg Gademer E. Huss! (189-1938: fu e andar de Ia fonomenaogi, una de las correntes de pensaminto mds ifundiae on noes Gempo. Cartruvo XIX EDMUND HUSSERL Y EL MOVIMIENTO FENOMENOLOGICO 1. PRINcIPIOS GENERALES I movimiento de pensamiento que se conace con el nombre de fen0- menologi est Inimamente vinclado con su iniciadory principal repre- fentent Edmund Homer! (1859-1988). La fenomenologia se sita t- mien aegos utdomon en cl interior de vn replaneamiento de as oncspcioes floss posse, que favo lugar en el sono dea ell ‘siemens dort fs dos stimis ddeadar dl spo pasado, En aquellos hos ls ideas de Marx, Nietasche y Freud, que luego dejrian su impronta nie caltur dela gencracion posterior, eran igoradas cat por completo por los profesores univrsitarios, Sin embargo, ise se halla en contac. to.con Gatos, quienes, ator al desarrollo les eienias positives, de la mmatemstics) tambien dels cencnshrtreo sociale, someten a een {dogmatism postvita de la noién de conacmiesto, ademas de a onfanza religigna que los postvistasGspensaban ala cenca, or este ‘motivo, la fenomenclogia posee en cetoraspecos determinads puntos de contacto bastante relevantes con el neokantismo, el historicismo y la ° filosofia vitalista.. ‘Critica ante el positivismo, la fenomenologia también se presenta co- ‘mo pensamiento que desconfia de todo apriorismo idealista. Gracias a testo se integra en aquel amplio movimiento de ideas que se caracteriza en términos de Jean Wah- por su tendencia «hacia lo conereto». En esta preocupacion por construir una filosofia que se adhiera lo més posible a ‘— se imponen a la intuicion emocional. “Hasta ahora hemos nombrado s6lo a Husserl y @ Scheler. Pero el movi ‘miento fenomenoldgico -como lo denomin6 HI. Spiegelberg- es una vasta y estructurada corriente de pensamiento, en la que sobresalen la concepcién ontol6gica y ética de Nicolai Hartmann, el pensamiento de Heidegger, los andlisis de Sartre, Merleau-Ponty y G. Marcel, las ideas del materalista ialéctico Tran Due Tao, ademas de los trabajos de los discipulos o segui- dores de Husserl: E. Conrad-Martius, E. Finck, E. Stein, A. Reinach, L. Landgrebe. Alexander Pfinder, Oscar Becker y Moritz Geiger. Cabe decir que el influjo de los fenomendlogos sobre la psicologia, la antropolo- sia, la psiquiatria, la filosoffa moral y la filosofia de la religidn ha sido muy Rotable y continda siéndolo. Por esto, escribe A. de todos estén de acuerdo en considerar que el nacimiento del movimiento f noldgico fue un acontecimiento deeisivo para la filosoffa contemporinea». 495 Fenomenologie 2. Los ORIGENES DE LA FENOMENOLOGIA La fenomenologta nace con Husserl como una polémic: antipsicologis- ta, yuna de las ideas fundamentales de Husserly de la fenomenologia es Ja de laintencionalidad de la conciencia. Justamente en relacién con estos dos nicleos de problemas, Husserl se remite a dos penstdores de gran talla: Bernhard Bolzano y Franz Brentano. Botzano (1781-1848), mate- iaticoy flésofo,saerdote cation y profesor de flosota dela Felis €n la universidad de Praga hasta 1819 (ano en que fue apartado de la catedra y suspendido a divinis), nos dejé dos obras importantes: Las para- dojas del infinito (escrita en 1847/48, pero publicada en 1851) y Doctrina de la ciencia (1837). La primera obra tuvo un influjo relevante sobre Ia historia del pensamiento matemético. La segunda, en cambio, elabora la doctrina de la «proposicin en siv y de ia «erdad en si». La proposicién enssf es el puro significado ldgico de un enunciado y no depende del hecho de que sea expresado o pensado. La verdad en si es la que brinda cual- quiet proposicin vila, haya sido 0 no expresada o pensada. Por tanto, Ta validez de un principio l6gico como el de «no contradiccién» por ejem- pio, continia existiendo pensemos o no en dicho principio, lo expresemos Ge palabra o por escrito, o no lo expresemos en absoluto. Las proposici nes en sf pueden derivarse una de otra, o pueden entrar en contradiceiSn. Forman parte de un mundo l6gico objetivo y son independientes de las condiciones subjetivas del conocer. Es muy cierto que los neokantianos, antipsicologistasy antiempirisas, distingufan los problemas de hecho, re~ ferentes al origen del conoeimiento, del problema de derecho que concier- ne la validez del conocimiento. Sin embargo, Husserl toma de Frege y de Bolzano la critica del psicologismo, doctrina que pretendia fundamentar Jas afirmaciones matematicas en los procesos psicol6gicos. Brentano (1838-1917), también sacerdote catdlico que més tarde aban- doné la Iglesia, fue profesor de la universidad de Viena, vivié largo tiem- pocn Florencia y murié en Zurich, Escribié muchas obras sobre Aristote- Fes (Le pricologta de Aristdteles, 1867; El ereacionismo de Aristteles, 1882; Artsistlesy su vision del muindo, 1911; La doctina de Avstteles 30- bre el origen del espiritu humano, 19it). No obstante, la obra que tuvo més éxito fue la Peicologta desde el punto de vista empirico (1874). En ella Brentano afirma el carder intencional de la conciencia. En la Escoléstica \ntentio significaba cl concepto, cn la medida en que indica algo distinto de sf mismo. Segin Brentano, la intencionalidad ¢s lo que caracteriza los fendmenos psiquicos: éstos siempre se refieren a otro. Se dividen en tres clases fundamentales: la representacién, el juicio y el sentimiento. En la representacién el objeto se halla meramente presente, en el juicio, se afirma o se niega; en el sentimiento, se lo ama o se lo odia. Otra teoris de Brentano, que no podemos dejar de citar aqu, es que en su opinién toda realidad ¢s siempre individual, mientras que todo conocimiento capta lo real en su generalidad, Brentano fue profesor de Husserl en Viena. 496 3. EpMuno Hussert 3.1. La polémica contra el psicologismo Hussertnacié en Prossntz (Moravia) on 1859, Estudio matemtica en Berlin, donde asisti a los eusos de dlgebra de Weierstrass, Se doctor6 en 1883 con una tesisacerea del eéleulo Ge las varlaciones. En Viena siguio los cursos de Brentano. En 1891 publi la Flosoffa de la ariontica Catedratico en Halle, fue nombrado profesor de filosofa en Gotinga en 1901, afo en que se publican la Invesigacioneslogicas. La Flosoia como clencia rigurata es de 1911, de 1913 las Ideas para una fenomenologia Dura yuna filogofiafenomenolopica. Se testad6 a Friburgo donde ensefo hasta 1928, ao en que se jbild. No pudo proseguir en calidad de profe- sor emérito su activided docente, porque.era judio y el régimen se lo immpidis, Muris en 1938. La lopica formal y la dgtcatragcendertal aparecis n 1929, En 1931 se publicaron sus conferencias dictadas en Pars, con el tulo de Meditaciones carteianas. A.su muerte Hussen!dejé una gran cantidad de inéditos (alrededor de 45 000 paginas estenografadss) que “Salvados a dures penas durante la guerra por el padre belga Hermann van Breda consttuyen en la actualidad ef Archivo Husserl de Lovaina, De extingente mol demanvsctos shan etal numerone ros edt conocido e importante de los cuales es La criss de las clencias euro {e fonomenolagia rascendenta, publicado en 1950, pero redactado en Ios atiog 1935-1936. En 1891 Husser publica Ia Filosofia de a arimétca. A diferencia de los «logcistas en este ibro el dzefpulo de Brentano sostiene la reduc- Cin del eoneepio de nimero a procesos psiquicos referentes ala actividad de contar. La matematicay a fgiea,segGn Hussel, acaban por llegar a ‘conceptos ditimos y amanimamente’elementalese, no definbles, lo Gnieo que se puede hacer en estos eatoe es mostrar aquellos fendmence coneretos desde los cuales y a través de los cuales se abstraen dichos conceptos» Frege realiz6 una recensiGn muy ertca del libro de Huser, afirman- do que su autor habla adoptado tina concepcién ingenua del ndmeron Segin Frege wna descripeén de los procesos mentales que preceden la tenunciacion de un jucio numérico, por exacta que se, jams podrd subs- tituir una verdadera determinacign del concepto de namero.Jamds podre- ‘mos invocarla para demostrar un teorema ni aprehenderemos gracias & tila alguna propiedad de los nimeros», La representaciOn pricolggica c= particular, cmpiicay subjetiva,Y la psicologie no puede darnos més que Juicios de'hecho, mientras que los jicios matematics son universaes, ‘deales yobjetivos. De acuerdo con Ia definicion de Frege, el ndmero es Clase de todas Tas clases cayos elementos se fallan en correspondenc binivoca entre sf ‘La recension de Frege, por un lado, y una profundizaciGn en el pensa- riento de Bolzano, por el otro, levaron a Husserl aun rechazo del psio- fogismo. En efecto, en el primer volumen de las Investigaciones ligeas “Zonstituid por los Protegomenos a una logica pura (1900)- Musser afir- za que las eyes logics son rigurosamenteuniversales y necesarias, y por esta raz6n no pueden depender de las leyespslcoldgicas, que no son en “or Fenomenologia absoluto necesarias, porque constituyen generalizaciones obtenidas por induecién, Husserl eseribe: «Los hechos de conciencia son singularidades reales, determinadas temporaimente, que surgen y desaparecen. No obs- tante, la verdad es eterna, o mAs bien, es una idea, y como tal, supratem- poral’» Por ejemplo, el principio de no contradiceién no es una conjetura {nductiva, sino una verdad universal y necesaria, Con esto legamos a la nocién de «l6gica pur Hay verdades facticas y verdades universales y nécesarias. Estas glti- ‘mas son las verdades I6gicas, que son comunes a todas las ciencias. Cada iencia en particular tiene sus propias premisas, que lesirven para organi ar sus argumentaciones y demostraciones. Sin embargo, para que sean ‘validas tales argumentaciones, ticnen que lievarse a cabo de acuerdo con los principios logicos: una argumentacién es valida cuando las premisas son verdaderas y la deduccién es correcta. Los principios ldgicos son los principios de la deduccién correcta. Por ello, la l6gica pura es «la teoria de las teorfas, 1a ciencia de las ciencias». Para ser ain mds explicitos, la validez del principio de eno contradiccién» ~segiin Husscrl-es ilimitada, y Ia evidencia de este principio no depende del sentimiento de certidumbre ‘que acompasia a su formulacin, sino que es su validez apodictica la que {genera tal sentimiento. No s6lo son evidencias apodicticas los principios [igicos, sino también las leyes que sirven de base a lq matematica pura. Son objetos ideales la idea de «fojo» o de «altura» (de un sonido), 0 pproposiciones como «el rojo.es un color» o «la altura no es un colors, cuya ‘validez no depende de los datos observables. Las categorias como la con- juncién, la disyuncidn, etc., también son imposibles de reducir a hechos ‘observables, y su uso equivocado lleva de inmediato a afirmaciones caren- tes de sentido (por ejemplo: «amarillo es un ruido»), con respecto a las ‘cuales comprobamos con evidencia apodictica que «no les puede corres- ponder ningén contenidon. 3.2. La intuicion eidética SS ee poate operons uals y nxn codons ue aren mbit eo, ing ape a he propos au abtenp intent parr a coarenc, Eolisdet e i Sgpteias, ena segond ieee logica 2 ehiee einen capital, de zat nunc een ieee per ane de acetate glade tle @ eae eel es eens nea seca cmvencio eae nue cect comin ena os cin eho, ape po oer ere coda scape lent emt, Un esol a seat ay ahr ut Bete ee cntngene, pre Stoo (este sonido, este color, etc.) se presenta ante nuestra conciencia, junto 498 Bdmund Hussel con el hecho captamos una esenca(e sonido, el color, ec.) Enocasiones iy tas podos czas ois mds dvs (ari, wl iano, et), pero en ello siempre reconocemos ago comin, uns esencia Remmi A ves del etho sempre scapes una seni Lo indica e fnuncia ala conciencia mediante lo univers. Cuando la concencia capta tin hecho aqui y ahors, tambien capta Ia esenci, el quid de aquello que ‘parece en uno de sus casos particulares mediante este hecho particulary Contingent. Este colores un caso particular ce la esencia color, este fonido ean caso particular de la esencia sonido, este ruido es Un caso pariclr de enti io, et oro no, la aenia ons mados fos en que aparecen los fendmenos. Nosotfos no abstraemos las esen- Glas ~come afiaban los empstae- de una comparacion entre cosas Semejantes, puesto que la semejanze es ya una esenia ella misma. No abstraemos aida oesencia de triangulo de Una comparacin entre varios triangoos, sino que este, aquél y el otro on tringtios porque consti. Yon exsos particlares dela iden de tngul. Este tHangul isdsceles aibujado sobre Ia pizara esti aguty ahora, con estas dimensiones y no con otras. Fs un dato de hecho, singular. Sin embargo, a través Suy0 aptemos una eseneia,¥ el conocimiento de ls eencis noes vn cone lento medato, qu eobtongs a trves de ln sbsracion oie compare Gin entre varios hecho: ara compat varios hecho cprecso haber aptado ya una esenca, uh aypecto sag el eval ale hechos son seme= fantes el conocimients de las eencat ex una inicio, Se tata de una Intuieidn diferente de agucla que nos permite eaptar los hechos parila. res. Es lo que Hite! lama antuicineidtica o inuicgn de fa exe (Wesen, eidos). Se trata de un conocimiento distinto al que es propo del hecho. Los hechos singalares son casos de esencias eiétics, Estas n0 ton, porlo tanto, objetos mistcriosos 0 evanescentes, Es verdad que Gn tarient lo hechos partculares son reales, que los universales'no son reales, diferencia de los hechos particulars, Los universes, las esen- {Sasson concepts, objtor ideals que sin embargo permiten class, Feconocery dstngur los hechos iniiduales. Cando éstos se presentan ante ela, fa conciencia reconoce su hic ef nae, pero también 8 quid. 3.3. Ontologtas regionales y ontologia formal La fenomenologia'pretende ser ciencia de esencias y no de datos de hecho. Es fenomenologia, clencia de los fenémenos, pero su finalidad reside en deseribir los modos tpios a través de los euales los fendmenos se presentan ala conciencia, Estas modalidades tpicas (por las cuales este sonido es un sonido y no un color o un ruido, o'por las que este dibujo es tun tridagulo y no otto) son justamente las exeneias. En consecuencia, la fenomenologia es cencia de experiencia, pero no de datos de hecho. Los ‘objetos de Ia fenomenologta son las esencias de Ios datos de hecho, son Ios universales que intuye la coneiencia cuando los fendmenos se presentan ante ella. En esto consist la reduccin eidética: en la intuicion de las xencias, cuando en la descripcién del fenémeno que aparece ante la con cienciasabemos prescindi de los aspectos empirios y de las preocupacio- re que nos ligan a ellos. En este sentido, las esencias son invarables. Se 499 Fenomenologia ‘obtienen a través de lo que en los escrtos péstumos de Husserl se denom ‘na método de la variacin eidética. Se toma determinado ejemplo de un concepto que se desea explicar, y luego se van introduciendo de manera paulatina distintas variaciones ‘en sus propiedades, Estas van variando hhasta que se llega a un punto en el que ya no se puede variar més, o de lo contratio ya no tendrfamos el mismo concepto. De Boer escribe: «Las propiedades esenciales son la frontera invariable de la variacién.» Este tipo de andlisis no es nuevo. Aparece un ejemplo eélebre en la segunda “Meditacién de Descartes, cuando éste se pregunta cuél es Ia esencia de las cosas corpéreas. Descartes recurre al ejemplo del troz0 de cera: ésta muestra cierto olor, color y sabor, posee una forma determinada. Sin embargo, cuando acercamos al fuego el trocito de cera se modifican todas las propiedades que acabamos de enumerar. Sin embargo, la cera conser- va tna propiedad: ocupa un espacio determinado. De esto Descartes ex- irafa la conclusién de que la extensién es la esencia de Ia materia ‘Como es obvio, estas esencias no viven tinicamente en el interior del mundo perceptible con los sentidos. También los hechos como los recuer- dos, las esperanzas 0 los descos tienen su propia esencia, se presentan ala contiencia de un modo tipico. Ademés, la distincién entre el hecho (que es un weste») y una esencia (que es un quid) permite a Husseljustificar la légica y la matemética. Las proposiciones logicas y matemiticas son jui- ‘universales y necesarios, porque son relaciones entre esencias. Por serlo, las proposiciones légices y matemséticas no apelan a la experiencia, como fundamento desu validez. La proposicién segén la cual «los cuerpos caen segin un movimiento uniformemente acelerado» es una asercion de hecho, y por lo tanto requiere experiencias que confirmen su validez. En cambio, la proposicién que afirma que «la suma de los éngulosinternos de ‘un triéngulo euclidiano es igual a 180 grados» no necesita de la experiencia, ara comprobar su validez: en efecto, expresa una relacién entre esencias.. és ain: cl que la conciencia pueda referirse de hecho a esencis ideales 1no s6lo legitima la distincién entre las proposiciones ldgicas y matematicas ¥ las proposiciones de las ciencias empiricas. El hecho de fa referencia a fas esenciasideales abre ala fenomenologfa la exploracion y la descripci6n de lo que Husserl denomina «ontologias regionales». «Regionales» en este sentido son la naturaleza, Ia sociedad, la moral yl eligign. El estudio de estas ontologias regionales se propone captar y descrbir las esencias, es decir, las modalidades tipicas con que aparecen ante Ia conciencia los, fenémenos morales 0, por ejemplo, los eligiosos. En esta linea Max Sche- ler efectuara importantes eportaciones a la fenomenologfa de los valores y ‘Rudolf Otto trataré de captar aquello que earacteriza la experiencia reli giosa o la experiencia de lo sagrado. A dichas ontologias regionales Hus- tet contapone Ia onologi formal, que mis tarde identcaé con la gica. 3.4, La intencionalidad de la conciencia La fenomenologia, pues, es la ciencia de las esencias, de los modos tipicos en que aparecen y se manifiestan los fendmenos ante la conciencia, cuya caracteristica fundamental cs Ia intencionalidad. En efecto, la con- 500 [Edmund Huser! ciencia es sempre conciencia de algo. Cuando pereibo, imagine, pienso 0 ‘recuerdo algo. Esto demuestra, dice Huser, que la dstinciOn entre suje- to y objeto ex algo inmediatamente dado: el sujto es un eyo> capaz de realizar actos de conciencia, por ejemplo, percbir, imaginar, juzgar 0 Tecordar; el objeto, en camo, e& aquello que se’ manifesta en estos actos: euerpos colorcados, imagenes, pensamicntos, recuerdos, ete. Por lo tanto, hemos de distinguir entre el aparecer de un objeto y el objeto que aparece. ¥ si bien es verdad que se conoce aquello que aparece, también 3 verdad ~para Huss que fe vive el apareasr de lo que aparece. En las {eas Hisser llama noess al tener coneieneia, y noema avaquello de 1o cual se tene concienefa, Entre fos diferentes noemas, fuser distingue on nitidez entre los hechos y Tas esenciar, como hemos dicho con ante- ioridad. Por lo tanto, la conciencia es intencional. Husserlexcrbe: «La inten- cionalidad es aquello que caracteriza a concienia de un modo cargedo de contenido.» Nuestros actos psiquicos tienen el rasgo de relerirte siempre a tun objeto; siempre hacen aparecer objetos. «No veo sensaciones de color, ‘sino cosas coloreadas; no oigo sensaciones de sonido, sino la cancién de la antante.» Sin embargo, eS preciso sefalar que en Husserl el cardctor tencional de la conetenela no implica por sf mismo una concepei6n rea: lista, En otras palabras la conciencia se reliere a otro, pero esto no signi- ca que este otro exista de veras fuera de mi. En suma, Ia intencionalidad dela conciencia no prejuzga la controversia entre reaitsmo e idealism, Lo que cuenta, en cambio, es descrbir aquello que efectivamente apa- rece anie la conciencia, lo que se manifiestaenellay dentro de ls limites en que se manifest Lo que se manifesta, lo que aparece es el fenémeno, aque no es la apariencia como algo contrapuesto ala cosa en st: no oigo Ia spariencia de una misica,oigo la musica; no peribo a apariencia de un perfume, percibo el perfume; no tengo la apariencia de.un recuerdo, tengo un recuerdo, Por consiguiente, el «principio de todos los principios» ‘que Husser! enuncia en las Zdeas cs el siguiente: «Cada intuicién que Sriginariamente presents alguna cosa es de derecho una fvente de conge’- mmiento; todo To que se ofrece a nosotros orginariamente en Ia intueion (Io que'se nos ofrece, por asf decrlo, en carne y hueso) hay que ae talcomo snes feet, pero tniamente dente de slimes en os ques 3.5. La «epoches 0 reduccién fenomenolégica ‘A través del principio que acabamos de enunciar Husserl pensaba fundamentar la fenomenologia como ciencia rigurosa, como ciencia que ‘mira las cosas, las cosas mismas; una ciencia que se dedica a ver cémo son las cosas. EI lema de la fenomenologia era zu den Sachen selbst! (jvaya- ‘mos a las cosas!). Con la finalidad de ir alas cosas, alas cosas de carne y hhueso ~con objeto de hallar elementos solidos y datos indudables, cosas tan evidentes que no puedan ponerse en duda, y sobre las cuales pueda fundamentarse una concepeién filosofica consistente~ Husserl propone como método de la filosofia la epache o reduccién fenomenolégica. La epocke posee cierta analogia con la duda escéptica (de Ia cual toma so Fenomenologia su nombre: éxoys) y con ta duda metédica cartesiana. Sin embargo, llevar a cabo una epoche no significa estrictamente dudar. Realizar une epoche quiere decir més bien suspender el juicio sobre todo lo que nos dicen las doctrina filosoficas con sus debates metafisicos que carecen de conclusin, sobre lo que nos dicen las ciencias, sobre lo que cada uno de nosotros afirma y supone en su vida cotidiana, en definitiva, sobre las ereencias que configuran lo que Husserl denomina eacttud natural ‘La acttud natural del hombre esta formada por diversas convieciones, ‘tiles y necesaria para la vida cotidiana, la primera de las cuales consiste en que vivimos dentro de un mundo de cosas existentes. Estas convicio- nes, sin embargo, no poseen una evidencia obligatoria y por eonsiguiente hhay que ponerlas entre parcntesis. No se trata de que el filésofo dude de elas: as ea aun ldo no las tia como fandamento de su lost, orgie sia filosofia aspira a ser una ciencia rigurosa, debe emplear como Fendamento slo aquelo que reruiteevidente sin dvds sguna: Por lo tanto, mi conviccin de que el mundo existe no me permite deducir ningu- ‘na proposicién filos6fice, ya que la existencia del mundo, fuera dc la conciencia que la capta, no es en absoluto indudable. Como hombre, el fildsofo cree en la existencia del mundo y, también como hombre, no puede menos que creer muchas otag cosas en su vida préctica, Como l6sofo, sin embargo, no puede tomarlas como punto de partida. Tampo- co puede partir desde los resultados de lainvestigacin cientifica, debido a {que las ciencias, aunque dentro de su propio Ambito avanzan de manera Gritica y rigurosa, interpretan los datos de la experiencia comén y los Aceptan ingenuamente, sin preguntarse si éstos ressten a la accién de Is epoche, es decit, si constituyen reslidades indudables. El fenomenélogo italiano Enzo Paci escribe: «El objetivo de la epoche es el desocultamien- to. El mundo esté siempre ahi. Su existencia no plantea problemas. La «poche aspira a resolver otro problema: cuales el significado, lafinalidad el mundo, para mi, antes que nada Y originariamente, y luego, para todos los sujetos?s Las doctrinas filosdficas, os resultados de la ciencia o las ereencias, ‘és obvias de la acttud natural no pueden constituir puntos de partida {ndudables, que son los que necesita Ia filosofia concebida como ciencia rigurosa. Por lo tanto, todas estas creencias hay que ponerlas entre parén- tei, Empero, jet acao algo deo que nose pueda dud y gue nose je poner entre paréntesis? Si es que existe, qué es aquello que puede fedltrala epoche? Segin Hussed, a concen, osubjlividad eso que resiste ante los staques de la epache, aquello que no puede colocarse entre paréntesis. Aquello cuya existencia resulta absolutamente evidente es el Eogito con sus cogitam, la conciencia ante Ia cual se manifesta todo lo que aparece. La concienci, pues, es el residuo fenomenolégico que es capaz de resistir ante los continuados asaltos de le epoche. "Husserl eontinda diciendo que la conciencia no es solo la realidad més cevidente, sino también una realidad absoluta. Como escribe en Ideas, es el fundamento de toda realidad, es aquella realidad que nulla re indiget ad cexistendurs. El mundo, afirma Husser,esté consttuido por la concienc ‘Algunos intérpretes han entendido esta constituci6n del mundo por la conciencia en el sentido de que es ésa Ia que otorga significado al mundo. ‘Ahora bien, como comenta acertadamente Sofia Vanni-Rovighi, habria, 52 Edmund Husserl que comprobar si «dar significado» quiere decir crear el significado 0 fevelarlo. Husserl no siempre se muestra claro a este respect, : dos diversos de la evolucién de su pensamiento parece vac Primer significado y ol segundo. ‘Tampoco se aprecia con claridad emo es ue el «jo» trascendental que Huser considera como residuofenomeno- Wogico (para Husser el cogio de Descartes es un trozo del mundo que hay gue somcter a epoce) se conlia cone carter mondo e individual lel «yoo. «Soy yo, s0y yoel que cree la epocke, soy yo quien interrogo al mundo en euantofenémeno, aquel mundo que ahora e vlido para mien su ser, y en su ser asi, con todos los hombres que abarca, de los que me cencuenito tan plenamente seguro; soy yo el que esté por encima de todos Tos eates naturales que tienen sentido para mi; yo soy el polo subjetivo de la vida trascendental en la que, en primer lugar, el mundo tiene sentido ‘para mi exclusivamente en cuanto mundo: yo, en mi plena concreacién, abarco todo esto.» 3.6. La criss de las ciencias europeas y el «mundo de la vida» En 1954, con cardcter péstumo, aparece La criss de las eienciaseuro- peasy la fenomenologia rascendentl. Se trata de Is tltima obra de wn Eleange may vast, en la que Huser trabajo cai hasta su muerte. Obvia- ete nei is dens cna cs desu ceniiad no gues Significar para la existencia humana, Husoer escrbe: ala excluciviead con ia-que, durante la segunda mitad del siglo xx, la vision global del mundo aque ex propia del hombre moderno acepto verse determinada por la pros periy que de ella se derivaba, signiicé un alejamiento cn respecto a los problemas decisvos para una humanidad autentica, Lat ciencias mera Mente de hecho crean hombres meramente de hecho.» Hussel somete & Critica al naturalismo y el objetivismo, la pretension de que la verdad Clentiia es la nica verdad véliday la dea vinculada con ela de que el ‘mundo deserito por las ciencas sera la verdadera realidad, Comenzando ‘desde Galileo y Descartes, Hussel traza la historia de dicha pretensién de dicha idea. Sin embargo ~eseribe~ cen ls miseria de nucstra vida [ testa ciencia nada tiene que decimos. Excluye por prinepio aquellos pro- blemas que son los més acuclantes para el hombre, el cual en nuestro tiempo tan atormentado se siente a merced del destino: los problemas del Sentido y de la falta de sentido de la existencia humana en su conjunto». En opinion de Husset, ests problemes, dada su generalidad su neces dad, exigen na slueign que esé racionalmente fundada, «Conciemen al hombre en su comportamiento ante el_mundo que le rodea, humano ¥ extrahumano, al hombre que debe elegit Horemente, al hombre que et libre de plasinarse a st mismo Y al mundo que le circunda.» Hlusierl se Prezuna , la reduceién de jad ala racionalidad cientiica. Ast lo «categoriaby las catego- ientficas~substituye alo concreto, alo precategorial, al mundo de la vida (Lebenswelt). El mundo de la vida es el émbito de nuestras «forma-

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