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Slant ese Cala al UTOPIAS CONSTRUIDAS LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA —s FONDO EDITORIAL ce INDICE Agradecimientos 1 Presentacién 19 Introduccién 33 EL PROYECTO MODERNO PERUANO Y LA IDEA DE UNIDAD VECINAL 47 Exordio: modernidad, modernizacién, hibridacién y proyecto 50 1. La primera modernizacién urbana en Lima 54 2, La modernidad como proyecto politico 61 8. Los arquitectos en la metrépoli 69 4, La eclosion del proyecto moderno y la idea de unidad vecinal 91 5. Planes, programas y proyectos de modernizacion 118 6. Las leyes y reformas en el desborde urbano de Lima 162 7. Ansias, politicas y planes de desarrollo para la nacién 192 Excurso: la disolucién del proyecto y la Carta de Machu Picchu 212 EL RACIONALISMO BUCOLICO LA UNIDAD VECINAL 3 (1945-1949) 231 Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la urbanidad 233 1. Variaciones trasatlanticas: del garden city al neighborhood unit 236 2, Del neighborhood unit al barrio-unidad y a la unidad vecinal 244 Escaneado con CamScanner 8. La definicién del concepto de unidad vecinal en el Pert 4. Vivienda minima y racionalismo en arquitectura 5. La necesidad del paisaje bucdlico en la metrépoli 6. El racionalismo bucdlico en la Unidad Vecinal 3 7. Precisiones sobre el racionalismo bucdlico Excurso: la Unidad Vecinal 3 y los limites del urbanismo EL FUNCIONALISMO REGIONAL LA UNIDAD VECINAL MATUTE (1950-1953) Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la modernidad 1. Incursiones modernas en la arquitectura 2. Espacio en el tiempo y la arquitectura moderna en el Peru 8. La Casa Huiracocha como manifiesto cultural 4. La Agrupacion Espacio y la ciudad funcional 5. El regionalismo y la Agrupacién Espacio 6. El funcionalismo regional en la Unidad Vecinal Matute 7. Precisiones sobre el funcionalismo regional Excurso: la Unidad Vecinal Matute y los limites de la modernizacién LA EXPERIENCIA MONUMENTAL LA RESIDENCIAL SAN FELIPE (1962-1969) Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la monumentalidad 1. Nueva arquitectura para la vivienda colectiva 2. Cultura y tradicién en la metrépoli 3. Monumentalidad y arquitectura de posguerra 4. La experiencia de la urbanidad y el corazén de la ciudad 5. La experiencia monumental en la Residencial San Felipe 6. Precisiones sobre la experiencia monumental Excurso: San Felipe y los limites de la representacion Escaneado con CamScanner 293 296 300 313 320 326 344 346 LA OBRA-ABIERTA COLECTIVA EL PROYECTO EXPERIMENTAL DE VIVIENDA-PREVI (1968-1975) 417 Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la autoconstruccién 419 1, La teorizacién de las barriadas en el Peru 422 2. La internacionalizacién de la invasién y la barriada 430 3. Participacin en arquitectura y la idea de obra-abierta 437 4, El urbanismo de posguerra como arquitectura colectiva 442 5. El concurso y las vicisitudes del proyecto PREVI 449 6. La obra-abierta colectiva en el conjunto PREVI 456 7. Precisiones sobre la obra-abierta colectiva 472 Excurso: PREVI y los limites de la arquitectura 474 Conclusiones 483 Referencias bibliograficas 487 Escaneado con CamScanner COLECTIVA cL PROYECTO EXPERIMENTAL 1E VVIENDA-PREVI (1968-1975) Escaneado con CamScanner & wis > Figura 5.1. Conjunto PREVI hacia 1985 (cree ae} Escaneado con CamScanner ESTRATEGIAS PROYE {AUTOCONSTRUCCION CTUALES EN EL RETO Ja segunda mitad de la década de 1960, jas ylas desigualdades sociales del pais se veian empeorada: 0 sobresaltos de la economia continental. El ois a ae se materializé en las incesantes migraciones a aa Si de vivienda que gener6 los tugurios y las barriadas, ae ~ las barriadas debido a las permanentes oleadas de aa oe por la falta de ofertas de educacién, mercado laboral, ee os de salud y otros servicios en las ciudades del interior del n de este el problema mis urgente de enfrentar. irregularidades eco- n de estas formas de urbanizacién y habitacién en la ciudad enormes problemas para alcanzar el ideal de vivienda colectiva trabajadores de Lima. Desde el inicio de los afios cuarenta, ‘poblacion de Lima tugurizaba numerosas manzanas en el ciudad y generaba nuevos «barrios marginales» que crecian ria de Lima. En ninguno de los casos, esos ciudadanos con- s condiciones de vida, es decir, servicios de agua y y espacios ptiblicos. Ya sea por su condicion de aban- co hist6rico de Lima) o su naturaleza marginal y perifé ica, ndiciones minimas para el desarrollo de la poblacion. anteriores, durante los afios a ‘ul cionado en los capitulos ore parcularmente ades capitales latinoamericana P rm = Ja aparicion y rapida expansion dela Met s como barriadas, chabolas, villas miseria, barrios, K de acuerdo con las eo ae Bee seg del Estado dedicadas 2 !@ vivie ees nte hacia las «invasio ue Sees i taro) en donde experiment ejorar la calidad de vyida urbana de esto s Escaneado con CamScanner UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA Desde los tiltimos aftos del gobierno del general Odria (1948-1956) y g Jo largo del periodo presidencial de Prado (1956-1962), el Estado concen. tré su capacidad operativa en mejorar las condiciones de vivienda en lo barrios marginales de Lima y de este modo abandoné esfuerzos en unidades vecinales. Bajo la gran influencia de Pedro Beltran, el gobierno de Prado implementé programas y planes de saneamiento a través de leyes y oficinas dedicadas exclusivamente a este tipo de urbanizacién. Llegado al gobierno el arquitecto Belaunde en 1963 y con la JNV encargada de vivienda en el pais, se esperaba al interior de la JNV que esas mismas poli- ticas sigan su curso, pero el arquitecto-presidente dio un giro radical enlo planes de vivienda popular. j Belaunde asumié que el problema de la vivienda era irresoluble por el Estac (menos aun en su gobierno) y por ello decidié que la JNV se dedique vivienda «formal». Asi, el tinico organismo encargado del problema de la vivienda se concentré en finalizar el trabajo de las unidades (inconclusas del periodo 1948-1956) y a proyectar nueva vivienda colect para la clase media y trabajadora en forma de unidades vecinales. De acuer con los arquitectos que trabajaban en vivienda en esos afios, esa decisién: nificé un retroceso total y se volvié a la formula inicial de los afios Sin embargo, a mitad de su mandato, Belaunde rectificé esta act enfrenté el desafio urbano de la vivienda popular para familias de baj¢ ingresos e incentivé estrategias de creacién de vivienda para los barrios ginales de Lima, El arquitecto-presidente encargé al Banco de la Vivien crear las condiciones para trabajar en la vivienda colectiva popular. este fin, Peter Land fue contratado para formular y organizar un de vivienda popular. Su trabajo arrojé la propuesta del concurso PRI Este fue promovido por el gobierno peruano y finalmente apoya PNUD gracias a que se tenia el objetivo principal de encontrar soluciones para la expansi6n de las ciudades del tercer mundo. El concurso se desarroll6 entre 1968 y 1969 y participaron 26 arq (13 peruanos y 13 internacionales) que presentaron propuestas ar¢ nicas para un conjunto urbano de 1500 familias. Desarroll y 1971 y parcialmente ejecutado entre 1971 y 1975, PREVI se sobre las bases proyectuales del concurso y el proyecto ideas de las tipologias de vivienda y sus clusters y espacios concurso en un conjunto urbano coherente y atin més experimet 420 Escaneado con CamScanner Oa > Figura 5.2. Planta del conjunto PREVI elabo- rada por el autor sobre la base del dibujo ori- ginal de 1971. Archivo personal del arquitecto Peter Land. Escaneado con CamScanner LUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA De esta manera, no solo se plantea buscar una nueva solucién al p de la vivienda colectiva popular y de bajo costo, sino también se nuevas ideas en la cultura arquitecténica de los afios sesenta, participacién de los usuarios en la configuraci6n de los espacios are nicos y urbanos y la reconsideracién de la ciudad informal. En ese emerge la obra-abierta colectiva para integrar la estandarizacion, industrial y la organizacién espacial de la vivienda minima de la tura moderna a la autoconstruccién y organizacién socio-esp barrios marginales de Lima. En esa yuxtaposicién de ideas y urbanos se centra el esfuerzo de la obra-abierta colectiva pars salida a la crisis de la vivienda y la arquitectura de posguerra. Luego de aceptar la imposibilidad de alcanzarla modern ciudades y la incertidumbre del desarrollo urbano, los nos vieron la necesidad de proyectar formas abiertas y f integracién de la colectividad en la proyeccién de la ciu rama, la obra-abiertacolectiva reconsidera el ideal que intenten recuperar una aproximacién 6 cercano a la ciudad tradicional. Precisamente, la p dicotomias se coagulé en el PREVI, que se importante durante la década de 1970, para distintas mundo que también experimentaban las denciadas en las invasiones y barrios marginales. 1. LA TEORIZACION DE LAS BARRIADAS La urbanizacion del pais se puede resumir con u habitantes urbanos del Pera habjan pasado del al casi 50% en la década de 1960. El Perit habia aun pais urbano. En ese panorama, Lima era el més sensible de las transformaciones del pafs. migraciones masivas de las dreas rurales y pe (Matos Mar, 2012, p. 57). Por ello, a pesar de los e la década de 1930 por las oficinas del gobierno 422 Escaneado con CamScanner SHARIF S. KAHATT — Ee popular y eee. ipitulos previos) la distanci: jon de vivienda y su demanda social crecia hasta cared a jnalcanzable. moe ha mencionado fenteriormente; Jos esfuerzos del Plan de Vivienda yl legislacion urbanistica que se presentaron como las respuestas del amo ala necesidad de modernizacién del pais sirvieron de poco para t1fenbmeno de explosion demografica e inmigracién, Adolfo Cordova ha cado esta coyuntura metropolitana como consecuencia natural de ip revolucion industrial, que habia «llegado al Perti cargada de todos sus inconvenientes» (1958, pp. 82-83). Hacia finales de los afios sesenta Lima acumulaba invasiones, barriadas, ambulantes y toda suerte de ocupacion. informal del espacio urbano. Eneldiscurso de graduacion de ‘los estudiantes de Arquitectura dela UNIen 1958, Cordova expres6 su preocupacién porla situacién dela vivienday trans- mitiéalosjévenesarquitectos el compromiso quelaprofesiéndebetenercon acrisis social del momento. Al mismo tiempo definié las nuevas tareas de Jaarquitectura en el Perdi aunque reconocié que el problema de la vivienda esconsecuencia de la pobreza y sintoma del subdesarrollo como el analfa- betismo, insalubridad, entre otros problemas expandidos a escala nacional. Igualmente, Cordova comenté sobre el caos urbano y la grave crisis de la habitacién de Lima y otras ciudades estudiadas por él en la CRAV entre 1956-1958, Asi, destacé el esfuerzo y trabajo desarrollado por los gobiernos yal mismo tiempo dejé en claro lo insuficiente de esta labor. [..J en los tiltimos 10 afios, algo més de 8300 viviendas han sido cons- truidas por estas entidades [...] y mAs de 30 000 familias en el mismo tiempo, han formado las barriadas marginales de las principales ciuda- des y muchas otras viven en condiciones lamentables en Jos tugurios urbanos y rurales del pais (1958, pp- 82-83). Durante la segunda mitad de la década de 1950, la poblacién de las barria- ‘bia pasado rapidamente de &&s habja crecido de forma progresiva y hal si 120 000 habitantes en 1957 a 320 000 en 1961; es deci, COTTE “Meo afios pas6 de poco menos del 10% al 17% de la poblacion i Weeriges cay on 19 886, Ln ce 157 io xin 8 brit er a vs ® ‘egg, 25% Hacia 1961, la ciudad ya contabs co” Oe 4 179% de su total. menos de UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA El déficit de vivienda alcanzaba una cifra cercana a las 60 000 en dad de cerca de 1 900 000 habitantes (Cérdova, 1958). Como se ha apuntado, la respuesta de parte de las oficinas dedicadas a la vivienda fue la incorporacién progresiva de las habitacién marginal a sus politicas oficiales de planeamiento. / mediados de la década de 1950 estas experiencias con or forma en las primeras ordenaciones de invasiones por parte ¢ que buscaban mejorar los niveles de vida de estos nuevos as informales. Hacia mediados de aquella década la CNV unidades vecinales y sus derivados tipolégicos en Lima y d esfuerzos en los proyectos de «lotes-y-servicios» junto a los En esa coyuntura, las unidades vecinales habian impacto para la propaganda politica de los gobiernos, pero tar en ser completadas y la cantidad de viviendas que provefa en creciente demanda se hacia insignificante. Por ello, los arquit nos concentraron sus esfuerzos y trabajaros en la ct proyectuales para superar la falta de recursos materiales er ciones marginales. Al entender el fenémeno de las b «solucién» a la crisis de la vivienda (en oposicién a la vis como un «cancer urbano»), los arquitectos Deruanog experimentar estas ideas fue al sur de Lima, en de Dios (hoy parte del distrito de San Juan de alo largo de los afios entre 1954-1958”, Panielaments tac 2 an C) Escaneado con CamScanner SHARIF S. KAHATT. ——— social» estaba muy bien visto por el gobi, a colaboraba con varios proyectos de een a ae va sop el BID, queer el encargado de oto ~Ademis, también era pectoris, 2003). Por elo, cudades eee bn 1 Caracas Y Rio de Janeiro, Sao Paulo, Ciudad de vee Soe ima (Gilbert, 1996, p. 28), también recibian ayuda eee ona Uj la USAID entre otras ONG y fundaciones de ayuda social a r a para este pe este modo, apuntalando esta nueva aproximacién a la vivi [ar, el gobierno de Prado con la direccién de las pes CRAV oficializ6 estas ideas en la Ley de Barrios Marginales, ley 13517 fay empo antes de la legada de John Turner al Peri y la posterior jnternacionalizacion de las teorias de las invasiones y las barriadas (squatting theories), la idea de proyeccién de la ciudad a través de las estra- tegias de «lotes-y-servicios» y «autoconstruccién» surgié y se consolidé entre los proyectos y acciones de arquitectos peruanos que trabajaron en las barriadas de Lima. 5°71. ideas de autoayuda asistida y de proyectos de sitios y servicios estaban vivos y bien € influ- Jeron en la potica latinoamericana de Estados Unidos. En 1960, mediante la ly publica 86-736, la ‘nanciacién y la asistencia técnica para la vivienda de autoayuda asistida se ‘convirtié en la politica oficial de EEUU. hacia Latinoamérica. Se asumi6 que los gobieros latinoamericanos ayudarian ala de tierras, que el futuro propietario proporcionaria la mano ‘de obra y que (los EEUU) tafa asistencia wonice'y ayudara & financier el costo de os materiales (Bromiey, 2009, P 278; ltaticin 8 mi. También se puede aumentar a los datos que aporta Harris, que ¢ 1978 parla Fundacion Ford report de acuerdo con un rep organisms internacionales han estado operando los programas: Meee ee eee ae ee an ncttaprofeconc atone Hein ‘nel desarrollo de as zonas urbanas de las cuales cinco agencias aP0%m recon {Cearollo de infraestructura de planficacion urbane vind Loe sinc grandee” S01 ey Organizacién Mundial de la Salud (OMS), la OEA, ‘Agencia de Estados Unidos Pare : fistconal (USAID) y el Banco Interamericano de ‘Desarrollo (BID)* $tsduccén es mia). sina de F. Castillo, en Santiago {3st con autoayda utaconavecin on ASSN A ae ce (1964-1970) y la Ciudad Kennedy, en Timiza, Colombia, de Roberto Ser ads a aparecieron los proyectos Favela Barrio ¥ Rio-Cidade, que ha srs Ademas, Je aeuerdg ot 08 e8pacios pilblicos ¢ infraestructura do invasion aoe ena ONG chard Harris, desde los afios ‘cinouenta, ia Oficina Ureaizg un estudio mae siatematico de foe gobieo= ora? Escaneado con CamScanner UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA La teorizacién de los barrios marginales y la CRAV EI equipo de la comisién de la vivienda estaba dirigido por el arqui- tecto Adolfo Cérdova, el concejo del arquitecto Eduardo Neira, miembro de la CRAY, y tenia el apoyo de investigacién del socidlogo José Matos: Mar (coincidentemente los tres miembros de la dispersada Agrupacién Espacio). Ellos no solo estaban de acuerdo en que las barriadas eran el resultado forzoso de la pobreza y la falta de recursos de las familias de todo el pais, sino que también vefan en esta forma de habitaci6n y urbanizacion la tinica solucién de vivienda posible para la poblacion mas pobre de Lima y todo el Pera. De acuerdo con el libro de Cordova, La vivienda en el Perti, derivado del tra- bajo que hizo para la CRAV (distinto del Informe sobre la vivienda en el Pert, CRAV), las barriadas son los barrios formados sobre tierras invadidas que se conforman sin un plan de trazado preconcebido o con uno muy rudi- mentario, carecen de los servicios pitblicos y sociales mas elementales y en ellos se dan las condiciones de insalubridad ambiental més deplorables (1958b, p. 33). Segiin estadisticas de su investigacién, casi 70% de la pobla- cin total de Lima Metropolitana vivia en serias deficiencias 0 condici no habitables (pp. 35-36). Por otra parte, en el trabajo sobre las barriadas de Lima, Arequipa Chimbote (también para la CRAV), Matos Mar llegé a la conclusion de el gobierno debia apoyar con todos sus medios la consolidacién y de las invasiones y barrios marginales; ya que sus habitantes son danos con roles importantes en las estructuras socioeconémicas del De acuerdo con Matos Mar, los habitantes de las barriadas no solo son’ de la economia de las ciudades, sino que ademas son los que hacen mi de los trabajos menos atractivos de la oferta laboral (1977)$. En ese tido —han apuntado Calderén y Maquet— el trabajo de Matos Mar no. ret6 y cambié la visi6n tradicional que tenfan el gobierno y la soci general de las barriadas del Perd, sino que su contribucién se hace importante al ayudar al entendimiento y valoraci6n general de estos marginales en las estructuras socioeconémicas del pais (1990, p. ® Parte de este texto fue presentado en 1959 al Seminario Latinoamericano sobre Urbanizacién y, en 1955 y 1958, a Naciones Unidas. Fue también publicado en 1967 de las barriadas limerias por la UNMSM. 426 Escaneado con CamScanner > Figura 6.3. Vista del cerro San Cosme al centro. El certo El Pino a su derecha (asomandose), el ‘mercado central a su izquierda y el Agustino, atrés a la derecha. Se puede ver la creciente poblacién marginal en las laderas de los cerros hacia 1957. Archivo del Servicio Aerofotogréfico Nacional norte det rio Rimac, hacia 1959. > Fi yen '9ura 6.4. Urbanizacién Peri, San Martin de Porres, ena marge” er ainales, Archivo del Sepmtétgenes del Rimac fueron ocupadas progresivament® Pr G0 Aerofotografico Nacional. Escaneado con CamScanner UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA Basados en el trabajo de cada familia y la colaboracién innata entre dores de la sierra peruana —lo que se conoce ancestralmente co minka y el ayni— se podia contar con una parte importante de los para llevar a cabo los trabajos’. En este sentido la asignacién ord lotes con estructuraci6n urbana y servicios minimos de agua, d clectricidad (lotes-y-servicios); aunado al saber gestionar la autoc cién como principal recurso de las familias, se presentaban forma de superacién de la falta de recursos econémicos. manifestado en distintos pasajes del Informe sobre la vivienda e Segin el documento publicado por la CRAV: La CRAV esta segura [de] que la practica de construir su pro y los arraigados habitos cooperativos de gran parte de la den ser debidamente orientados para fomentar una vo de proveerse a si misma de vivienda de mejor condicion ena que sus recursos y habilidad se lo permitan. En esta form econémica, sea que este aislada 0 agrupada, puede blemente bajo un programa de asistencia técnica. (..] El nuevos programas en vivienda dependeri en no mejor gente aprenda y mejore sus formas de vida en vi de un ambiente en cuya creacién ha participado asistencia de este tipo ser factor decisivo en la so vienia y ens entree a més numeroso y menos capacitado La comisién también proponfa que el gobierno. minimas de habitacién como la base de ese pro En el informe de la CRAV lo Ilaman vivienda planearon como unidades de un piso con. en lotes de entre 100-150 m?, que pudieran trios progresivamente con el apoyo técnico | ‘ayuda mutua reciproca entre personas o familias, recreada y on nc nos easel obladores, trabajo silente congregando familias paisanas I...}» (2004, * perpipeteniaidecrie li 1 fue publicada en julio de 1954. Esto fue también proyectado por la Ct 428 Escaneado con CamScanner SHARIF'S. KAHATT. ———— 4 1958 8¢ puede leer claramente el espiritu : ' Positivo de la CRAV hac: frente hacia la Es struccion rente a las dimensiones del Problema y la falta de ay rr oe del Estado: Se entiende por vivienda elemental a la cons mera etapa de un plano susceptible de de: convertirse en una vivienda normal, proporcionada alas necesidades de Ia familia. Dicha vivienda elemental debe ser construida con material técnicamente aceptables, servicios sanitarios y estar ubicada dentro % un vecindario saludable. [...] La introduccién de este critetio evolutivo, requiere que viviendas elementales como las que se ha descrito, puedan ser construidas y proporcionadas en venta a plazos dilatados, dejando a sus ocupantes la tarea de completarlas mediante el esfuerzo propio y el crédito. Debe tenerse en cuenta que no conviene, bajo ningiin con- cepto, propiciar programas de viviendas clementales cuando no vayan acompaiiados de asistencia, mejor atin, cuando no integren programas de asistencia técnica. De esta manera se evitard que se transformen en tugurios y se facilitaré que sean completadas mediante la termina- cién de las habitaciones adicionales necesarias a las caracteristicas de la familia que las ocupa (p. 66). truccién hecha como pri- ‘sarrollo por etapas, hasta Ambas experiencias, los lotes-y-servicios y la propuesta de la «casa elemen- tal» de la CRAV, se pueden destacar como las bases de la implementacion de proyectos de organizacién barrial y la construccién de viviendas elabo- radas a partir de unidades basicas que sera la politica oficial del Estado para vivienda popular. Estos dos lineamientos, junto al planeamiento de Tequerimientos programaticos urbanos (servicios, educacin, salud) toma- ton forma final en el texto de la Ley de Barrios Marginales (ley 13517). 517 que reconocié como «legales» Un ani ley 13 : Hepeceaiorulezte® oy Jes y barriadas establecidas antes todas las invasiones, barrios marginal 4 Rg de esa fecha como parte «formal» de la ciudad, el eto meer Beltran (en el gobierno del presidente Manuel Prade) habit Hit iniciativa importante para el desarrollo urbano de Lim#. i Satélite Vi6 la creacién del INVI con el objetivo de desarrollar s ee eon Ventanilla, un desarrollo urbano basado en Ia idea de aeons. alo et titulo sj Vivienda cons Ela ttulo +La Corporacién Nacional de Arquitecto Peruano, 1955, 212-213, s/P- 429 ———— Escaneado con CamScanner UTOPIAS CONSTRUIDAS, LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA para descentralizar el desarrollo de Lima hacia el norte de la ¢ La Ciudad Satélite de Ventanilla debia crear un nuevo polo de lo basado en la creacién de habitacién y empleo para cerca de personas (20 000 unidades) de bajos recursos que pudieran de conjunto progresivamente, basados en la autoconstrucci6n y medios. Al poco tiempo y con el proyecto en construccién en su p (algunas casas sin todos los servicios basicos) se detuvo con. incierto. De acuerdo con la investigacion de Ray Bromley, tas presiones politicas, el premier y ministro de Economia P tuvo que renunciar su cargo. Ello desestabilizé el proyecto yo: idea trunca (Bromley, 2003, p. 287). Sin embargo, Ventanilla consolidar las ideas que estaban en el imaginario colectivo tectos peruanos de la CRAV, INVI y ENSBS y apuntalar las i vivienda popular, participacion y autoconstruccién que disc estas oficinas del Estado. Igualmente sirvié a Turner, quien lue; trabajado unos afios antes al interior del pais y haber in tercé con los arquitectos, trabajé activamente en este proyecto de ' INVI y consolidé sus ideas sobre la vivienda popular. 2. LA INTERNACIONALIZACION DE LA II Y LA BARRIADA Llegado a Lima para trabajar en distintos pt del pais por invitacién del arquitecto peruano E inicialmente absorbié muchas ideas de la O de Arequipa (OATA)’ y posteriormente a estrategias realizadas en las barriadas de Lin junto al antropélogo del USAID William Man nos de la OATA, la CVN, la CRAV y el INVI d aprendié no solo a valorar el tejido social de el potencial de la autoconstruccién en ® Junto a Neira, Tumer inicié su trabajo en Arequipa ayudando a las: del terremoto del 15 enero de 1958. Mas adelante, en los afios sesenta, ta zzonas pobres del interior del pais como Pativica (en el departamento de Lima). res, Tumer experiment6 y teorizé el quehacer popular. 430 Escaneado con CamScanner ‘SHARIF S, KAHATT as sumadas a su interés por lo vernéculo, popular y su contracul- ura ingles de posguerra (en contra del consumismo que dominaba la uropa y Norteameérica), hicieron que trabaje en el Perti entre 1957 y 1965 sa as barriadas, invasiones y Zonas de emergencia. Durante esos anos, Turner se dedicé a observar «el fracaso» de la cultura moderna en términos sociales, urbanos y arquitecténicos para ayudar a mejorar la vida urbana de la sociedad en su conjunto. Del mismo modo que la CRAV (asi como Cérdova, Matos Mar, Neira y otros), present6, con optimismo y libertad, a la autoconstruccién como la gran alternativa ala «comodificacion» de la vivienda y la vida urbana. Pero a diferencia de Cordova, Neira y Matos Mar, que no se ensafian frente a las flaque- zas de la cultura y arquitectura moderna, Turner muestra su lado mAs anarquista en las visiones de la urbanizacién popular al celebrar la «no-participacién» de los profesionales urbanos en las tareas de solucio- nar la vivienda colectiva. [-] que las masas de ciudadanos pobres en ciudades como Lima sean capaces de buscar y encontrar mejoras a través dela tenencia de su casas, cuando todavia son considerados tremendamente pobres para esténda- res modernos, es ciertamente la principal raz6n para su optimismo. [..] El didlogo intenso que se da entre los invasores, el planeamiento y las barriadas y el diélogo continuo de su administracién y desarro- lo —con algunas raras excepciones— estan completamente ausentes en el proceso de urbanizacion y habitacion moderno (1968b, p. 360; la traduccién es mia). En esta publicacién dedicada a la «arquitectura de la democracia», Tumer concluyé que las invasiones en Latinoamérica (y el resto de paises en vias de desarrollo) son la mejor demostracién de las necesidades del pueblo. Tuer afirmé que los habitantes de las barriadas y los barrios informa: les lograban satisfacer sus necesidades mucho mejor que arquitectos, agencias y oficinas de gobierno. Luego de haber observado os pace deexpansign urbana y desarrollo social de varias ciudades en el mundo, tambien lleg6 a la conclusion de que la crisis de la viviends en el Pert era Parte de un proceso natural de desarrollo de la region (1963), 431 Escaneado con CamScanner New temporary invasion Apri May 1963 Approx. 1000 WS El Carmen, invasion Jan. 1961 Santa Rosa y Uchumayo, invasion Oct. 1988. Approx. 570 miles tage development Teles eopmentTEMSE tates ode coetection ine fe a Dotted area Indicates fringe of city; area, irrigated farmland ; and dark grey ar > Figura 5.5. Detalle del aticulo de la revista Architectural Design con paginas dedicadas al proces®) de invasion, ocupacién, delimtacion de los lotes y autoconstruccion de los barrios de Lima Note ccurrido entre 1950 y 1963 (Turner, 1963, p. 376) Escaneado con CamScanner ‘SHARIF S. KAHATT reconocer que el proyecto de Turner era legitimar las barriadas y paisaje urbano, pero sin la participacién de «planes urbanos» ni técnicas de asistencia» como planeaba la CRAV. De acuerdo con de la comunidad le sigue el de su medio ambiente y pai- ello, la progresiva mejora del medio ambiente, desde la invasion struccion de la casa, veredas y espacios publicos, son componen- para el desarrollo socioeconémico. Para Turner las barriadas las libertades elementales de la sociedad: «libertad de autose- propia comunidad, libertad de distribuir tus propios recursos d de dar forma a tu propio entorno» (1968b, p. 358; la traduccion de ese modbo, este autor planteaba un enfrentamiento radical a la moderna industrializada y reivindicaba la libertad individual (frente de masas) de crear una arquitectura «vernacula y auténtica». nfa con «la arquitectura sin arquitectos», propuesta de Bernard —ampliamente difundida a través de la exposicién del MoMA, ‘teorias de Turner derivadas de su experiencia en el Pert enfa- oy genuino como rechazo a la industrializacion rampante occidental. Asi, bajo la idea de que la verdadera arquitectura nocracia era producto de la libertad de las personas de dar forma mo, encontré en las barriadas de Lima «la piedra roseta» de sus izacion y cultura de masas. Turner —ha apuntado su amigo, el arquitecto Colin Ward— de ser un problema social, las barriadas son el triunfo de yunidad y que el empuje social convertiria estas invasiones ; completamente urbanizados con servicios, dandoles a sus n lugar en la economfa urbana (2000)". A su Tlegada a Norte- ner continué con las publicaciones y difusién de estas ideas el potencial de las urbanizaciones marginales esponténeas vias de desarrollo". de forma posterior y similar a Valega, Cordova, Neira habjan llegado a la conclusién de que «la barriada la urbanizaci6n y la vivienda popular en el Pert»— menoverto oon Ture, Gianca de Caro ors en 1952, conact di umer trabaje en e a aaa relacionados con Lima se pueden non 108, Turner & Steffian, 1969). 433 Escaneado con CamScanner UTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA Turner defendié la barriada como la mejor forma para la adquirir y lograr libertad en el mundo moderno. Por ello, si se mostraron inicialmente radicales para la cultura urbana moderna desde el final de la década de 1960, mas tarde, ests tieron en ideas influyentes a través de muchas instituciones desarrollo lideradas por el Banco Mundial”, Por ello, la gran de Turner no se encuentra en la invenci6n de la idea per se, sit nalizacién, teorizacién, difusién e internacionalizacién de a él que las condiciones y las estrategias de trabajo en el Pera conocer en todo el mundo (Bromley, 2003, p. 289). Sin embargo, hay una diferencia importante entre las ide: tectos peruanos y la propuesta de Turner. Mientras que CNV y la CRAV se basaban en las ideas de lotes-y-ser truccién asistida técnicamente como recurso de at de una unidad planeada (Iéase, Vivienda Elemental”), libertad total y auténoma de la construccién de la vi cién de asistencia técnica. Ir6nicamente, su nombre asociado a las ideas del desarrollo social y urbano a lotes-y-servicios y autoconstruccién asistida"*. La Ley de Barrios Marginales y el Estado Al iniciarse la década de 1960, la elegalizacin» d Escaneado con CamScanner ‘SHARIF S, KAHATT pero no es hasta el gobierno de Prado que se intensifican medidas legales yténicas para apoyar los barrios marginales', ‘través de asistencias de la CNV y el FNSBS el gobierno de Prado asumi6 direto de dar «asistencia técnica y social que permita una mejor construc: jon de las viviendas, trazos urbanos adecuados y aprovechamiento del esfuerzo de los habitantes de esos sectores, utilizando técnicas modemas en armonfa con el interés social de su desarrollon'®, Por ello, poco después, al no ver mejorias en estas urbanizaciones ni la interrupcién de nuevas invasiones, el gobierno de Prado promulg6, en febrero de 1961, la Ley de Barrios Marginales””. En esta ley de febrero de 1961 no solo se «legalizaba» todas las invasiones existentes hasta ese momento y se proponian sus mejoras en urbanizacion y servicios, sino también se «prohibi6» la formacién de nuevas barriadas a partir de la promulgacién de esta ley o constituidas después del 20 de setiembre de 1960. Igualmente, sefialaba que es de interés nacional la «cemodelaci6n, saneamiento y legalizacién de las barriadas existentes en las éreas urbanas y suburbanas del territorio nacional». Asi, el gobierno se planteaba el reto de transformar las barriadas en UPIS a través de los lineamientos establecidos en la misma ley. Las UPIS tendrian areas designadas para contar en un futuro no muy lejano con escuelas, pos- tas médicas, iglesias, parques, centros civicos, talleres, entre otros servicios urbanos basicos. Estas nuevas urbanizaciones solo podrian ser creadas porla CNV, contarian con planes de ordenamiento y proyectos especificos "112 de enero de 1957 fue creada la Oficina Nacional de Barriadas, como dependencia del Ministerio de Gobiemo, con el fin de contribuir a alviar los problemas derivados de la formacién de poblaciones marginales en la ciudad capital y en diferentes ciudades de la Repiiblica. E! 26 de Ilo de 1957 20 erearon las Oficinas de Asistencia Técnica que reemplazaron a la Oficina Nacional de Barradas. E] 26 de junio de 1958 el presidente Manuel Prado promulg6 a través ‘de un decreto ‘supremo las «Normas para la solucidn de los problemas de las barriadas marginales» para atacar los: Broblemas de las creciontes sbarriadas> de las ciudades del Peri. El 4 de julio de 1958 fas Oficinas 4 Asistencia Tecnica fueron incorporadas al Fondo Nacional de Say Biostar Soci) En efecto, {tela OAT de Arequipa adonde lego Tumer a trabajar enol Peri porinitacon de Noa para a solucion de los problemas de les barriadas marginales, decreto suPromo Se junio de 1 117). ry }958 (Dongo, 1962, pp. 112-117). so del Capita dota Coporacion Nacional do Ley Orgénica de Barrios Marginales y Aume ‘ienda, ley 19617, | de la Corporacién Nacional de V ‘Orgénica de Barrios Marginales y Aumento de! Capital 435 Escaneado con CamScanner LUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA de infraestructura la implementacién seria hecha con el esfuerzo de mismos pobladores sobre la base de la autoayuda. De esta manera, la «ley de barriadas» fue la sistematizacion mas las bases del «urbanismo de emergencia» que dominé las ciudades Perit por varias décadas. Basada en el trabajo comunitario y la autoco truccién, esta ley se convirtié en la herramienta de planeamiento urban que mejor sistematiz6 las necesidades de la ciudad y planificé lugares pa el crecimiento en estructuras urbanas. La concepcién de este principio de planeamiento urbano consiste en «célula> de urbanizacion marginal que espera integrarse a la ciudad f mal. En ese proceso, est més cerca a la unidad vecinal que a las barriad De este modo, en alrededor de una década de trabajo de arquitectos per nos y agencias internacionales de apoyo al desarrollo urbano en el habia cambiado la vision de las invasiones y barriadas. Pero no todo era positivo en la celebraci6n de los barrios marginales cc solucion. A pesar de todos los factores favorables sefialados, estos bat también tenian efectos negativos. Como ha sefialado el historiador Zapata, la expansién de vivienda dispersa y de baja densidad h més dificil el acceso a la infraestructura y servicios basicos urbanos Pp. 157-160). Igualmente, Gustavo Rioftio ha apuntado que la exp de las invasiones y nuevas barriadas hace de la tierra un recurso ion y ello hace elevarse el precio de la tierra privada (1978). d A pesar de este tiltimo factor, se inicié la década de 1960 en un de «optimismo», en el cual la barriada se asume como parte natu |a ciudad. Por ello, hacia 1966, cuando Peter Land y su equipo investigar en nuevas soluciones a la creciente crisis de la vivien luego de los aftos detenidos dedicados a la construccién de monumentales como el conjunto de la Residencial San poraron las estrategias de urbanizacin de las barriadas década anterior”. Estas sirvieron para repensar la pro moderna como base para la vivienda. Escaneado con CamScanner

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