Slant ese Cala al
UTOPIAS
CONSTRUIDAS
LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
—s
FONDO
EDITORIAL
ceINDICE
Agradecimientos 1
Presentacién 19
Introduccién 33
EL PROYECTO MODERNO PERUANO Y LA IDEA
DE UNIDAD VECINAL 47
Exordio: modernidad, modernizacién, hibridacién y proyecto 50
1. La primera modernizacién urbana en Lima 54
2, La modernidad como proyecto politico 61
8. Los arquitectos en la metrépoli 69
4, La eclosion del proyecto moderno y la idea de unidad vecinal 91
5. Planes, programas y proyectos de modernizacion 118
6. Las leyes y reformas en el desborde urbano de Lima 162
7. Ansias, politicas y planes de desarrollo para la nacién 192
Excurso: la disolucién del proyecto y la Carta de Machu Picchu 212
EL RACIONALISMO BUCOLICO
LA UNIDAD VECINAL 3 (1945-1949) 231
Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la urbanidad 233
1. Variaciones trasatlanticas: del garden city al neighborhood unit 236
2, Del neighborhood unit al barrio-unidad y a la unidad vecinal 244
Escaneado con CamScanner8. La definicién del concepto de unidad vecinal en el Pert
4. Vivienda minima y racionalismo en arquitectura
5. La necesidad del paisaje bucdlico en la metrépoli
6. El racionalismo bucdlico en la Unidad Vecinal 3
7. Precisiones sobre el racionalismo bucdlico
Excurso: la Unidad Vecinal 3 y los limites del urbanismo
EL FUNCIONALISMO REGIONAL
LA UNIDAD VECINAL MATUTE (1950-1953)
Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la modernidad
1. Incursiones modernas en la arquitectura
2. Espacio en el tiempo y la arquitectura moderna en el Peru
8. La Casa Huiracocha como manifiesto cultural
4. La Agrupacion Espacio y la ciudad funcional
5. El regionalismo y la Agrupacién Espacio
6. El funcionalismo regional en la Unidad Vecinal Matute
7. Precisiones sobre el funcionalismo regional
Excurso: la Unidad Vecinal Matute y los limites de la modernizacién
LA EXPERIENCIA MONUMENTAL
LA RESIDENCIAL SAN FELIPE (1962-1969)
Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la monumentalidad
1. Nueva arquitectura para la vivienda colectiva
2. Cultura y tradicién en la metrépoli
3. Monumentalidad y arquitectura de posguerra
4. La experiencia de la urbanidad y el corazén de la ciudad
5. La experiencia monumental en la Residencial San Felipe
6. Precisiones sobre la experiencia monumental
Excurso: San Felipe y los limites de la representacion
Escaneado con CamScanner
293
296
300
313
320
326
344
346LA OBRA-ABIERTA COLECTIVA
EL PROYECTO EXPERIMENTAL DE VIVIENDA-PREVI (1968-1975) 417
Exordio: estrategias proyectuales en el reto de la autoconstruccién 419
1, La teorizacién de las barriadas en el Peru 422
2. La internacionalizacién de la invasién y la barriada 430
3. Participacin en arquitectura y la idea de obra-abierta 437
4, El urbanismo de posguerra como arquitectura colectiva 442
5. El concurso y las vicisitudes del proyecto PREVI 449
6. La obra-abierta colectiva en el conjunto PREVI 456
7. Precisiones sobre la obra-abierta colectiva 472
Excurso: PREVI y los limites de la arquitectura 474
Conclusiones 483
Referencias bibliograficas 487
Escaneado con CamScannerCOLECTIVA
cL PROYECTO EXPERIMENTAL
1E VVIENDA-PREVI (1968-1975)
Escaneado con CamScanner& wis
> Figura 5.1. Conjunto PREVI hacia 1985
(cree ae}
Escaneado con CamScannerESTRATEGIAS PROYE
{AUTOCONSTRUCCION CTUALES EN EL RETO
Ja segunda mitad de la década de 1960, jas
ylas desigualdades sociales del pais se veian empeorada:
0 sobresaltos de la economia continental. El ois a ae
se materializé en las incesantes migraciones a aa Si
de vivienda que gener6 los tugurios y las barriadas, ae ~
las barriadas debido a las permanentes oleadas de aa oe
por la falta de ofertas de educacién, mercado laboral, ee
os de salud y otros servicios en las ciudades del interior del
n de este el problema mis urgente de enfrentar.
irregularidades eco-
n de estas formas de urbanizacién y habitacién en la ciudad
enormes problemas para alcanzar el ideal de vivienda colectiva
trabajadores de Lima. Desde el inicio de los afios cuarenta,
‘poblacion de Lima tugurizaba numerosas manzanas en el
ciudad y generaba nuevos «barrios marginales» que crecian
ria de Lima. En ninguno de los casos, esos ciudadanos con-
s condiciones de vida, es decir, servicios de agua y
y espacios ptiblicos. Ya sea por su condicion de aban-
co hist6rico de Lima) o su naturaleza marginal y perifé ica,
ndiciones minimas para el desarrollo de la poblacion.
anteriores, durante los afios
a ‘ul
cionado en los capitulos ore parcularmente
ades capitales latinoamericana P rm
= Ja aparicion y rapida expansion dela Met
s como barriadas, chabolas, villas miseria, barrios, K
de acuerdo con las eo ae Bee seg
del Estado dedicadas 2 !@ vivie ees
nte hacia las «invasio ue Sees
i taro)
en donde experiment
ejorar la calidad de vyida urbana de esto
s
Escaneado con CamScannerUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
Desde los tiltimos aftos del gobierno del general Odria (1948-1956) y g
Jo largo del periodo presidencial de Prado (1956-1962), el Estado concen.
tré su capacidad operativa en mejorar las condiciones de vivienda en lo
barrios marginales de Lima y de este modo abandoné esfuerzos en
unidades vecinales. Bajo la gran influencia de Pedro Beltran, el gobierno
de Prado implementé programas y planes de saneamiento a través de leyes
y oficinas dedicadas exclusivamente a este tipo de urbanizacién. Llegado
al gobierno el arquitecto Belaunde en 1963 y con la JNV encargada de
vivienda en el pais, se esperaba al interior de la JNV que esas mismas poli-
ticas sigan su curso, pero el arquitecto-presidente dio un giro radical enlo
planes de vivienda popular. j
Belaunde asumié que el problema de la vivienda era irresoluble por el Estac
(menos aun en su gobierno) y por ello decidié que la JNV se dedique
vivienda «formal». Asi, el tinico organismo encargado del problema
de la vivienda se concentré en finalizar el trabajo de las unidades
(inconclusas del periodo 1948-1956) y a proyectar nueva vivienda colect
para la clase media y trabajadora en forma de unidades vecinales. De acuer
con los arquitectos que trabajaban en vivienda en esos afios, esa decisién:
nificé un retroceso total y se volvié a la formula inicial de los afios
Sin embargo, a mitad de su mandato, Belaunde rectificé esta act
enfrenté el desafio urbano de la vivienda popular para familias de baj¢
ingresos e incentivé estrategias de creacién de vivienda para los barrios
ginales de Lima, El arquitecto-presidente encargé al Banco de la Vivien
crear las condiciones para trabajar en la vivienda colectiva popular.
este fin, Peter Land fue contratado para formular y organizar un
de vivienda popular. Su trabajo arrojé la propuesta del concurso PRI
Este fue promovido por el gobierno peruano y finalmente apoya
PNUD gracias a que se tenia el objetivo principal de encontrar
soluciones para la expansi6n de las ciudades del tercer mundo.
El concurso se desarroll6 entre 1968 y 1969 y participaron 26 arq
(13 peruanos y 13 internacionales) que presentaron propuestas ar¢
nicas para un conjunto urbano de 1500 familias. Desarroll
y 1971 y parcialmente ejecutado entre 1971 y 1975, PREVI se
sobre las bases proyectuales del concurso y el proyecto
ideas de las tipologias de vivienda y sus clusters y espacios
concurso en un conjunto urbano coherente y atin més experimet
420
Escaneado con CamScannerOa
> Figura 5.2. Planta del conjunto PREVI elabo-
rada por el autor sobre la base del dibujo ori-
ginal de 1971. Archivo personal del arquitecto
Peter Land.
Escaneado con CamScannerLUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
De esta manera, no solo se plantea buscar una nueva solucién al p
de la vivienda colectiva popular y de bajo costo, sino también se
nuevas ideas en la cultura arquitecténica de los afios sesenta,
participacién de los usuarios en la configuraci6n de los espacios are
nicos y urbanos y la reconsideracién de la ciudad informal. En ese
emerge la obra-abierta colectiva para integrar la estandarizacion,
industrial y la organizacién espacial de la vivienda minima de la
tura moderna a la autoconstruccién y organizacién socio-esp
barrios marginales de Lima. En esa yuxtaposicién de ideas y
urbanos se centra el esfuerzo de la obra-abierta colectiva pars
salida a la crisis de la vivienda y la arquitectura de posguerra.
Luego de aceptar la imposibilidad de alcanzarla modern
ciudades y la incertidumbre del desarrollo urbano, los
nos vieron la necesidad de proyectar formas abiertas y f
integracién de la colectividad en la proyeccién de la ciu
rama, la obra-abiertacolectiva reconsidera el ideal
que intenten recuperar una aproximacién 6
cercano a la ciudad tradicional. Precisamente, la p
dicotomias se coagulé en el PREVI, que se
importante durante la década de 1970, para distintas
mundo que también experimentaban las
denciadas en las invasiones y barrios marginales.
1. LA TEORIZACION DE LAS BARRIADAS
La urbanizacion del pais se puede resumir con u
habitantes urbanos del Pera habjan pasado del
al casi 50% en la década de 1960. El Perit habia
aun pais urbano. En ese panorama, Lima era el
més sensible de las transformaciones del pafs.
migraciones masivas de las dreas rurales y pe
(Matos Mar, 2012, p. 57). Por ello, a pesar de los e
la década de 1930 por las oficinas del gobierno
422
Escaneado con CamScannerSHARIF S. KAHATT
— Ee
popular y eee. ipitulos previos) la distanci:
jon de vivienda y su demanda social crecia hasta cared
a jnalcanzable.
moe ha mencionado fenteriormente; Jos esfuerzos del Plan de Vivienda
yl legislacion urbanistica que se presentaron como las respuestas del
amo ala necesidad de modernizacién del pais sirvieron de poco para
t1fenbmeno de explosion demografica e inmigracién, Adolfo Cordova ha
cado esta coyuntura metropolitana como consecuencia natural de
ip revolucion industrial, que habia «llegado al Perti cargada de todos sus
inconvenientes» (1958, pp. 82-83). Hacia finales de los afios sesenta Lima
acumulaba invasiones, barriadas, ambulantes y toda suerte de ocupacion.
informal del espacio urbano.
Eneldiscurso de graduacion de ‘los estudiantes de Arquitectura dela UNIen
1958, Cordova expres6 su preocupacién porla situacién dela vivienday trans-
mitiéalosjévenesarquitectos el compromiso quelaprofesiéndebetenercon
acrisis social del momento. Al mismo tiempo definié las nuevas tareas de
Jaarquitectura en el Perdi aunque reconocié que el problema de la vivienda
esconsecuencia de la pobreza y sintoma del subdesarrollo como el analfa-
betismo, insalubridad, entre otros problemas expandidos a escala nacional.
Igualmente, Cordova comenté sobre el caos urbano y la grave crisis de la
habitacién de Lima y otras ciudades estudiadas por él en la CRAV entre
1956-1958, Asi, destacé el esfuerzo y trabajo desarrollado por los gobiernos
yal mismo tiempo dejé en claro lo insuficiente de esta labor.
[..J en los tiltimos 10 afios, algo més de 8300 viviendas han sido cons-
truidas por estas entidades [...] y mAs de 30 000 familias en el mismo
tiempo, han formado las barriadas marginales de las principales ciuda-
des y muchas otras viven en condiciones lamentables en Jos tugurios
urbanos y rurales del pais (1958, pp- 82-83).
Durante la segunda mitad de la década de 1950, la
poblacién de las barria-
‘bia pasado rapidamente de
&&s habja crecido de forma progresiva y hal
si 120 000 habitantes en 1957 a 320 000 en 1961; es deci, COTTE
“Meo afios pas6 de poco menos del 10% al 17% de la poblacion i
Weeriges cay on 19 886,
Ln ce 157 io xin 8 brit er a vs
®
‘egg, 25% Hacia 1961, la ciudad ya contabs co” Oe
4 179% de su total.
menos deUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
El déficit de vivienda alcanzaba una cifra cercana a las 60 000 en
dad de cerca de 1 900 000 habitantes (Cérdova, 1958).
Como se ha apuntado, la respuesta de parte de las oficinas
dedicadas a la vivienda fue la incorporacién progresiva de las
habitacién marginal a sus politicas oficiales de planeamiento. /
mediados de la década de 1950 estas experiencias con or
forma en las primeras ordenaciones de invasiones por parte ¢
que buscaban mejorar los niveles de vida de estos nuevos as
informales. Hacia mediados de aquella década la CNV
unidades vecinales y sus derivados tipolégicos en Lima y d
esfuerzos en los proyectos de «lotes-y-servicios» junto a los
En esa coyuntura, las unidades vecinales habian
impacto para la propaganda politica de los gobiernos, pero tar
en ser completadas y la cantidad de viviendas que provefa en
creciente demanda se hacia insignificante. Por ello, los arquit
nos concentraron sus esfuerzos y trabajaros en la ct
proyectuales para superar la falta de recursos materiales er
ciones marginales. Al entender el fenémeno de las b
«solucién» a la crisis de la vivienda (en oposicién a la vis
como un «cancer urbano»), los arquitectos Deruanog
experimentar estas ideas fue al sur de Lima, en
de Dios (hoy parte del distrito de San Juan de
alo largo de los afios entre 1954-1958”,
Panielaments tac 2 an C)
Escaneado con CamScannerSHARIF S. KAHATT. ———
social» estaba muy bien visto por el gobi,
a colaboraba con varios proyectos de een a ae va
sop el BID, queer el encargado de oto ~Ademis, también era
pectoris, 2003). Por elo, cudades eee bn
1 Caracas Y Rio de Janeiro, Sao Paulo, Ciudad de vee Soe
ima (Gilbert, 1996, p. 28), también recibian ayuda eee ona
Uj la USAID entre otras ONG y fundaciones de ayuda social a
r a para este
pe este modo, apuntalando esta nueva aproximacién a la vivi
[ar, el gobierno de Prado con la direccién de las pes
CRAV oficializ6 estas ideas en la Ley de Barrios Marginales, ley 13517
fay empo antes de la legada de John Turner al Peri y la posterior
jnternacionalizacion de las teorias de las invasiones y las barriadas
(squatting theories), la idea de proyeccién de la ciudad a través de las estra-
tegias de «lotes-y-servicios» y «autoconstruccién» surgié y se consolidé
entre los proyectos y acciones de arquitectos peruanos que trabajaron en
las barriadas de Lima.
5°71. ideas de autoayuda asistida y de proyectos de sitios y servicios estaban vivos y bien € influ-
Jeron en la potica latinoamericana de Estados Unidos. En 1960, mediante la ly publica 86-736, la
‘nanciacién y la asistencia técnica para la vivienda de autoayuda asistida se ‘convirtié en la politica
oficial de EEUU. hacia Latinoamérica. Se asumi6 que los gobieros latinoamericanos ayudarian ala
de tierras, que el futuro propietario proporcionaria la mano ‘de obra y que (los EEUU)
tafa asistencia wonice'y ayudara & financier el costo de os materiales (Bromiey, 2009, P 278;
ltaticin 8 mi.
También se puede aumentar a los datos que aporta Harris, que
¢ 1978 parla Fundacion Ford report de acuerdo con un rep
organisms internacionales han estado operando los programas:
Meee ee eee ae ee an ncttaprofeconc atone Hein
‘nel desarrollo de as zonas urbanas de las cuales cinco agencias aP0%m recon
{Cearollo de infraestructura de planficacion urbane vind Loe sinc grandee” S01 ey
Organizacién Mundial de la Salud (OMS), la OEA, ‘Agencia de Estados Unidos Pare :
fistconal (USAID) y el Banco Interamericano de ‘Desarrollo (BID)*
$tsduccén es mia).
sina de F. Castillo, en Santiago
{3st con autoayda utaconavecin on ASSN A ae ce
(1964-1970) y la Ciudad Kennedy, en Timiza, Colombia, de Roberto Ser ads
a aparecieron los proyectos Favela Barrio ¥ Rio-Cidade, que ha srs Ademas, Je
aeuerdg ot 08 e8pacios pilblicos ¢ infraestructura do invasion aoe
ena ONG chard Harris, desde los afios ‘cinouenta, ia Oficina
Ureaizg un estudio mae siatematico de foe gobieo= ora?
Escaneado con CamScannerUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
La teorizacién de los barrios marginales y la CRAV
EI equipo de la comisién de la vivienda estaba dirigido por el arqui-
tecto Adolfo Cérdova, el concejo del arquitecto Eduardo Neira, miembro
de la CRAY, y tenia el apoyo de investigacién del socidlogo José Matos:
Mar (coincidentemente los tres miembros de la dispersada Agrupacién
Espacio). Ellos no solo estaban de acuerdo en que las barriadas eran el
resultado forzoso de la pobreza y la falta de recursos de las familias de todo
el pais, sino que también vefan en esta forma de habitaci6n y urbanizacion
la tinica solucién de vivienda posible para la poblacion mas pobre de Lima
y todo el Pera.
De acuerdo con el libro de Cordova, La vivienda en el Perti, derivado del tra-
bajo que hizo para la CRAV (distinto del Informe sobre la vivienda en el Pert,
CRAV), las barriadas son los barrios formados sobre tierras invadidas que
se conforman sin un plan de trazado preconcebido o con uno muy rudi-
mentario, carecen de los servicios pitblicos y sociales mas elementales y
en ellos se dan las condiciones de insalubridad ambiental més deplorables
(1958b, p. 33). Segiin estadisticas de su investigacién, casi 70% de la pobla-
cin total de Lima Metropolitana vivia en serias deficiencias 0 condici
no habitables (pp. 35-36).
Por otra parte, en el trabajo sobre las barriadas de Lima, Arequipa
Chimbote (también para la CRAV), Matos Mar llegé a la conclusion de
el gobierno debia apoyar con todos sus medios la consolidacién y
de las invasiones y barrios marginales; ya que sus habitantes son
danos con roles importantes en las estructuras socioeconémicas del
De acuerdo con Matos Mar, los habitantes de las barriadas no solo son’
de la economia de las ciudades, sino que ademas son los que hacen mi
de los trabajos menos atractivos de la oferta laboral (1977)$. En ese
tido —han apuntado Calderén y Maquet— el trabajo de Matos Mar no.
ret6 y cambié la visi6n tradicional que tenfan el gobierno y la soci
general de las barriadas del Perd, sino que su contribucién se hace
importante al ayudar al entendimiento y valoraci6n general de estos
marginales en las estructuras socioeconémicas del pais (1990, p.
® Parte de este texto fue presentado en 1959 al Seminario Latinoamericano sobre
Urbanizacién y, en 1955 y 1958, a Naciones Unidas. Fue también publicado en 1967
de las barriadas limerias por la UNMSM.
426
Escaneado con CamScanner> Figura 6.3. Vista del cerro San Cosme al centro. El certo El Pino a su derecha (asomandose), el
‘mercado central a su izquierda y el Agustino, atrés a la derecha. Se puede ver la creciente poblacién
marginal en las laderas de los cerros hacia 1957. Archivo del Servicio Aerofotogréfico Nacional
norte det rio Rimac, hacia 1959.
> Fi yen
'9ura 6.4. Urbanizacién Peri, San Martin de Porres, ena marge” er ainales, Archivo del
Sepmtétgenes del Rimac fueron ocupadas progresivament® Pr
G0 Aerofotografico Nacional.
Escaneado con CamScannerUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
Basados en el trabajo de cada familia y la colaboracién innata entre
dores de la sierra peruana —lo que se conoce ancestralmente co
minka y el ayni— se podia contar con una parte importante de los
para llevar a cabo los trabajos’. En este sentido la asignacién ord
lotes con estructuraci6n urbana y servicios minimos de agua, d
clectricidad (lotes-y-servicios); aunado al saber gestionar la autoc
cién como principal recurso de las familias, se presentaban
forma de superacién de la falta de recursos econémicos.
manifestado en distintos pasajes del Informe sobre la vivienda e
Segin el documento publicado por la CRAV:
La CRAV esta segura [de] que la practica de construir su pro
y los arraigados habitos cooperativos de gran parte de la
den ser debidamente orientados para fomentar una vo
de proveerse a si misma de vivienda de mejor condicion ena
que sus recursos y habilidad se lo permitan. En esta form
econémica, sea que este aislada 0 agrupada, puede
blemente bajo un programa de asistencia técnica. (..] El
nuevos programas en vivienda dependeri en no mejor
gente aprenda y mejore sus formas de vida en vi
de un ambiente en cuya creacién ha participado
asistencia de este tipo ser factor decisivo en la so
vienia y ens entree a
més numeroso y menos capacitado
La comisién también proponfa que el gobierno.
minimas de habitacién como la base de ese pro
En el informe de la CRAV lo Ilaman vivienda
planearon como unidades de un piso con.
en lotes de entre 100-150 m?, que pudieran
trios progresivamente con el apoyo técnico |
‘ayuda mutua reciproca entre personas o familias, recreada y
on nc nos easel
obladores, trabajo silente congregando familias paisanas I...}» (2004,
* perpipeteniaidecrie li
1 fue publicada en julio de 1954. Esto fue también proyectado por la Ct
428
Escaneado con CamScannerSHARIF'S. KAHATT. ————
4 1958 8¢ puede leer claramente el espiritu
: ' Positivo de la CRAV hac:
frente hacia la
Es struccion rente a las dimensiones del Problema y la falta de ay rr
oe del Estado:
Se entiende por vivienda elemental a la cons
mera etapa de un plano susceptible de de:
convertirse en una vivienda normal, proporcionada alas necesidades de
Ia familia. Dicha vivienda elemental debe ser construida con material
técnicamente aceptables, servicios sanitarios y estar ubicada dentro %
un vecindario saludable. [...] La introduccién de este critetio evolutivo,
requiere que viviendas elementales como las que se ha descrito, puedan
ser construidas y proporcionadas en venta a plazos dilatados, dejando
a sus ocupantes la tarea de completarlas mediante el esfuerzo propio y
el crédito. Debe tenerse en cuenta que no conviene, bajo ningiin con-
cepto, propiciar programas de viviendas clementales cuando no vayan
acompaiiados de asistencia, mejor atin, cuando no integren programas
de asistencia técnica. De esta manera se evitard que se transformen
en tugurios y se facilitaré que sean completadas mediante la termina-
cién de las habitaciones adicionales necesarias a las caracteristicas de la
familia que las ocupa (p. 66).
truccién hecha como pri-
‘sarrollo por etapas, hasta
Ambas experiencias, los lotes-y-servicios y la propuesta de la «casa elemen-
tal» de la CRAV, se pueden destacar como las bases de la implementacion
de proyectos de organizacién barrial y la construccién de viviendas elabo-
radas a partir de unidades basicas que sera la politica oficial del Estado
para vivienda popular. Estos dos lineamientos, junto al planeamiento de
Tequerimientos programaticos urbanos (servicios, educacin, salud) toma-
ton forma final en el texto de la Ley de Barrios Marginales (ley 13517).
517 que reconocié como «legales»
Un ani ley 13 :
Hepeceaiorulezte® oy Jes y barriadas establecidas antes
todas las invasiones, barrios marginal 4 Rg
de esa fecha como parte «formal» de la ciudad, el eto meer
Beltran (en el gobierno del presidente Manuel Prade) habit Hit
iniciativa importante para el desarrollo urbano de Lim#.
i Satélite
Vi6 la creacién del INVI con el objetivo de desarrollar s ee eon
Ventanilla, un desarrollo urbano basado en Ia idea de
aeons.
alo et titulo sj Vivienda cons
Ela ttulo +La Corporacién Nacional de
Arquitecto Peruano, 1955, 212-213, s/P-
429 ————
Escaneado con CamScannerUTOPIAS CONSTRUIDAS, LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
para descentralizar el desarrollo de Lima hacia el norte de la ¢
La Ciudad Satélite de Ventanilla debia crear un nuevo polo de
lo basado en la creacién de habitacién y empleo para cerca de
personas (20 000 unidades) de bajos recursos que pudieran de
conjunto progresivamente, basados en la autoconstrucci6n y
medios.
Al poco tiempo y con el proyecto en construccién en su p
(algunas casas sin todos los servicios basicos) se detuvo con.
incierto. De acuerdo con la investigacion de Ray Bromley,
tas presiones politicas, el premier y ministro de Economia P
tuvo que renunciar su cargo. Ello desestabilizé el proyecto yo:
idea trunca (Bromley, 2003, p. 287). Sin embargo, Ventanilla
consolidar las ideas que estaban en el imaginario colectivo
tectos peruanos de la CRAV, INVI y ENSBS y apuntalar las i
vivienda popular, participacion y autoconstruccién que disc
estas oficinas del Estado. Igualmente sirvié a Turner, quien lue;
trabajado unos afios antes al interior del pais y haber in tercé
con los arquitectos, trabajé activamente en este proyecto de '
INVI y consolidé sus ideas sobre la vivienda popular.
2. LA INTERNACIONALIZACION DE LA II
Y LA BARRIADA
Llegado a Lima para trabajar en distintos pt
del pais por invitacién del arquitecto peruano E
inicialmente absorbié muchas ideas de la O
de Arequipa (OATA)’ y posteriormente a
estrategias realizadas en las barriadas de Lin
junto al antropélogo del USAID William Man
nos de la OATA, la CVN, la CRAV y el INVI d
aprendié no solo a valorar el tejido social de
el potencial de la autoconstruccién en
® Junto a Neira, Tumer inicié su trabajo en Arequipa ayudando a las:
del terremoto del 15 enero de 1958. Mas adelante, en los afios sesenta, ta
zzonas pobres del interior del pais como Pativica (en el departamento de Lima).
res, Tumer experiment6 y teorizé el quehacer popular.
430
Escaneado con CamScanner‘SHARIF S, KAHATT
as sumadas a su interés por lo vernéculo, popular y su contracul-
ura ingles de posguerra (en contra del consumismo que dominaba la
uropa y Norteameérica), hicieron que trabaje en el Perti entre 1957 y 1965
sa as barriadas, invasiones y Zonas de emergencia.
Durante esos anos, Turner se dedicé a observar «el fracaso» de la cultura
moderna en términos sociales, urbanos y arquitecténicos para ayudar a
mejorar la vida urbana de la sociedad en su conjunto. Del mismo modo
que la CRAV (asi como Cérdova, Matos Mar, Neira y otros), present6,
con optimismo y libertad, a la autoconstruccién como la gran alternativa
ala «comodificacion» de la vivienda y la vida urbana. Pero a diferencia
de Cordova, Neira y Matos Mar, que no se ensafian frente a las flaque-
zas de la cultura y arquitectura moderna, Turner muestra su lado mAs
anarquista en las visiones de la urbanizacién popular al celebrar la
«no-participacién» de los profesionales urbanos en las tareas de solucio-
nar la vivienda colectiva.
[-] que las masas de ciudadanos pobres en ciudades como Lima sean
capaces de buscar y encontrar mejoras a través dela tenencia de su casas,
cuando todavia son considerados tremendamente pobres para esténda-
res modernos, es ciertamente la principal raz6n para su optimismo.
[..] El didlogo intenso que se da entre los invasores, el planeamiento
y las barriadas y el diélogo continuo de su administracién y desarro-
lo —con algunas raras excepciones— estan completamente ausentes
en el proceso de urbanizacion y habitacion moderno (1968b, p. 360; la
traduccién es mia).
En esta publicacién dedicada a la «arquitectura de la democracia», Tumer
concluyé que las invasiones en Latinoamérica (y el resto de paises en vias
de desarrollo) son la mejor demostracién de las necesidades del pueblo.
Tuer afirmé que los habitantes de las barriadas y los barrios informa:
les lograban satisfacer sus necesidades mucho mejor que arquitectos,
agencias y oficinas de gobierno. Luego de haber observado os pace
deexpansign urbana y desarrollo social de varias ciudades en el mundo,
tambien lleg6 a la conclusion de que la crisis de la viviends en el Pert era
Parte de un proceso natural de desarrollo de la region (1963),
431
Escaneado con CamScannerNew temporary invasion Apri
May 1963 Approx. 1000
WS
El Carmen, invasion Jan. 1961
Santa Rosa y Uchumayo,
invasion Oct. 1988. Approx.
570 miles
tage development Teles
eopmentTEMSE
tates ode coetection
ine
fe a
Dotted area Indicates fringe of city;
area, irrigated farmland ; and dark grey ar
> Figura 5.5. Detalle del aticulo de la revista Architectural Design con paginas dedicadas al proces®)
de invasion, ocupacién, delimtacion de los lotes y autoconstruccion de los barrios de Lima Note
ccurrido entre 1950 y 1963 (Turner, 1963, p. 376)
Escaneado con CamScanner‘SHARIF S. KAHATT
reconocer que el proyecto de Turner era legitimar las barriadas y
paisaje urbano, pero sin la participacién de «planes urbanos» ni
técnicas de asistencia» como planeaba la CRAV. De acuerdo con
de la comunidad le sigue el de su medio ambiente y pai-
ello, la progresiva mejora del medio ambiente, desde la invasion
struccion de la casa, veredas y espacios publicos, son componen-
para el desarrollo socioeconémico. Para Turner las barriadas
las libertades elementales de la sociedad: «libertad de autose-
propia comunidad, libertad de distribuir tus propios recursos
d de dar forma a tu propio entorno» (1968b, p. 358; la traduccion
de ese modbo, este autor planteaba un enfrentamiento radical a la
moderna industrializada y reivindicaba la libertad individual (frente
de masas) de crear una arquitectura «vernacula y auténtica».
nfa con «la arquitectura sin arquitectos», propuesta de Bernard
—ampliamente difundida a través de la exposicién del MoMA,
‘teorias de Turner derivadas de su experiencia en el Pert enfa-
oy genuino como rechazo a la industrializacion rampante
occidental. Asi, bajo la idea de que la verdadera arquitectura
nocracia era producto de la libertad de las personas de dar forma
mo, encontré en las barriadas de Lima «la piedra roseta» de sus
izacion y cultura de masas.
Turner —ha apuntado su amigo, el arquitecto Colin Ward—
de ser un problema social, las barriadas son el triunfo de
yunidad y que el empuje social convertiria estas invasiones
; completamente urbanizados con servicios, dandoles a sus
n lugar en la economfa urbana (2000)". A su Tlegada a Norte-
ner continué con las publicaciones y difusién de estas ideas
el potencial de las urbanizaciones marginales esponténeas
vias de desarrollo".
de forma posterior y similar a Valega, Cordova, Neira
habjan llegado a la conclusién de que «la barriada
la urbanizaci6n y la vivienda popular en el Pert»—
menoverto oon Ture, Gianca de Caro ors en 1952, conact
di umer trabaje en e
a aaa relacionados con Lima se pueden non
108, Turner & Steffian, 1969).
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Turner defendié la barriada como la mejor forma para la
adquirir y lograr libertad en el mundo moderno. Por ello, si
se mostraron inicialmente radicales para la cultura urbana
moderna desde el final de la década de 1960, mas tarde, ests
tieron en ideas influyentes a través de muchas instituciones
desarrollo lideradas por el Banco Mundial”, Por ello, la gran
de Turner no se encuentra en la invenci6n de la idea per se, sit
nalizacién, teorizacién, difusién e internacionalizacién de
a él que las condiciones y las estrategias de trabajo en el Pera
conocer en todo el mundo (Bromley, 2003, p. 289).
Sin embargo, hay una diferencia importante entre las ide:
tectos peruanos y la propuesta de Turner. Mientras que
CNV y la CRAV se basaban en las ideas de lotes-y-ser
truccién asistida técnicamente como recurso de at
de una unidad planeada (Iéase, Vivienda Elemental”),
libertad total y auténoma de la construccién de la vi
cién de asistencia técnica. Ir6nicamente, su nombre
asociado a las ideas del desarrollo social y urbano a
lotes-y-servicios y autoconstruccién asistida"*.
La Ley de Barrios Marginales y el Estado
Al iniciarse la década de 1960, la elegalizacin» d
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pero no es hasta el gobierno de Prado que se intensifican medidas legales
yténicas para apoyar los barrios marginales',
‘través de asistencias de la CNV y el FNSBS el gobierno de Prado asumi6
direto de dar «asistencia técnica y social que permita una mejor construc:
jon de las viviendas, trazos urbanos adecuados y aprovechamiento del
esfuerzo de los habitantes de esos sectores, utilizando técnicas modemas
en armonfa con el interés social de su desarrollon'®, Por ello, poco después,
al no ver mejorias en estas urbanizaciones ni la interrupcién de nuevas
invasiones, el gobierno de Prado promulg6, en febrero de 1961, la Ley de
Barrios Marginales””.
En esta ley de febrero de 1961 no solo se «legalizaba» todas las invasiones
existentes hasta ese momento y se proponian sus mejoras en urbanizacion
y servicios, sino también se «prohibi6» la formacién de nuevas barriadas
a partir de la promulgacién de esta ley o constituidas después del 20 de
setiembre de 1960. Igualmente, sefialaba que es de interés nacional la
«cemodelaci6n, saneamiento y legalizacién de las barriadas existentes en
las éreas urbanas y suburbanas del territorio nacional».
Asi, el gobierno se planteaba el reto de transformar las barriadas en UPIS a
través de los lineamientos establecidos en la misma ley. Las UPIS tendrian
areas designadas para contar en un futuro no muy lejano con escuelas, pos-
tas médicas, iglesias, parques, centros civicos, talleres, entre otros servicios
urbanos basicos. Estas nuevas urbanizaciones solo podrian ser creadas
porla CNV, contarian con planes de ordenamiento y proyectos especificos
"112 de enero de 1957 fue creada la Oficina Nacional de Barriadas, como dependencia del
Ministerio de Gobiemo, con el fin de contribuir a alviar los problemas derivados de la formacién
de poblaciones marginales en la ciudad capital y en diferentes ciudades de la Repiiblica. E! 26 de
Ilo de 1957 20 erearon las Oficinas de Asistencia Técnica que reemplazaron a la Oficina Nacional
de Barradas. E] 26 de junio de 1958 el presidente Manuel Prado promulg6 a través ‘de un decreto
‘supremo las «Normas para la solucidn de los problemas de las barriadas marginales» para atacar los:
Broblemas de las creciontes sbarriadas> de las ciudades del Peri. El 4 de julio de 1958 fas Oficinas
4 Asistencia Tecnica fueron incorporadas al Fondo Nacional de Say Biostar Soci) En efecto,
{tela OAT de Arequipa adonde lego Tumer a trabajar enol Peri porinitacon de Noa
para a solucion de los problemas de les barriadas marginales, decreto suPromo
Se junio de 1 117).
ry }958 (Dongo, 1962, pp. 112-117). so del Capita dota Coporacion Nacional do
Ley Orgénica de Barrios Marginales y Aume
‘ienda, ley 19617, | de la Corporacién Nacional de
V ‘Orgénica de Barrios Marginales y Aumento de! Capital
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Escaneado con CamScannerLUTOPIAS CONSTRUIDAS. LAS UNIDADES VECINALES DE LIMA
de infraestructura la implementacién seria hecha con el esfuerzo de
mismos pobladores sobre la base de la autoayuda.
De esta manera, la «ley de barriadas» fue la sistematizacion mas
las bases del «urbanismo de emergencia» que dominé las ciudades
Perit por varias décadas. Basada en el trabajo comunitario y la autoco
truccién, esta ley se convirtié en la herramienta de planeamiento urban
que mejor sistematiz6 las necesidades de la ciudad y planificé lugares pa
el crecimiento en estructuras urbanas.
La concepcién de este principio de planeamiento urbano consiste en
«célula> de urbanizacion marginal que espera integrarse a la ciudad f
mal. En ese proceso, est més cerca a la unidad vecinal que a las barriad
De este modo, en alrededor de una década de trabajo de arquitectos per
nos y agencias internacionales de apoyo al desarrollo urbano en el
habia cambiado la vision de las invasiones y barriadas.
Pero no todo era positivo en la celebraci6n de los barrios marginales cc
solucion. A pesar de todos los factores favorables sefialados, estos bat
también tenian efectos negativos. Como ha sefialado el historiador
Zapata, la expansién de vivienda dispersa y de baja densidad h
més dificil el acceso a la infraestructura y servicios basicos urbanos
Pp. 157-160). Igualmente, Gustavo Rioftio ha apuntado que la exp
de las invasiones y nuevas barriadas hace de la tierra un recurso
ion y ello hace elevarse el precio de la tierra privada (1978). d
A pesar de este tiltimo factor, se inicié la década de 1960 en un
de «optimismo», en el cual la barriada se asume como parte natu
|a ciudad. Por ello, hacia 1966, cuando Peter Land y su equipo
investigar en nuevas soluciones a la creciente crisis de la vivien
luego de los aftos detenidos dedicados a la construccién de
monumentales como el conjunto de la Residencial San
poraron las estrategias de urbanizacin de las barriadas
década anterior”. Estas sirvieron para repensar la pro
moderna como base para la vivienda.
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