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LOSADA BREVE | EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO Jean-Paul Sartre ‘Traduccién: MANUEL LaMANa Losada \w 1 eicin: septiembre 1999 ISBN: 950.03-9205-4 Queda hecho el depésito que marca Ia ley 11.728 Marca y caracteristias gifiea registra en a ‘Oficina de Patentes y Mareas de lu Nacion Impreso en A Printed in Argentina Quisiera defender aqui el existenciatismo de una serie de reproches que se le han formulado. En primer lugar, se le ha reprochado el invitar a las iciones estin cerradas, ha- ferar que la accidn en este mundo es to- , sible y desembocar finalmente en una filosoffa contemplativa, lo que ademis, dado que la ccontemplacién es un lujo, nos conduce a una filosot burguesa. Estos son sobre todo los reproches de los co- ¥€ nos ha reprochado, por otra parte, que subraya- ‘mos la ignominia humana, que mostramos en todos las ‘cosas 10 s6rdido, lo turbio, lo viscoso. y que desaten- demos cierto niimero de bellezas risuefias, el lado ‘minoso de la naturaleza humana; por ejemplo, segin 7 \W sonrisa de! nifio, Los unos y los otros nox reprochan {que hemos faltado a la solidaridad humana. que consi- deramos que el hombre esti aislado, en gran parte, de volver a la solidaridad con los hom- ra del yo, y que no puedo cuptar en ino, se nos reprocha la realidad y la seriedad de las empre puesto que si suprimimos los mandamitentos de Dios y Jos valores inscritos en la etemnidad, no queda més que la estricta gratuidad, pudiendo cada uno hacer lo que quiere y siendo ineapaz, desde su punto de vista, de condenar los puntos de vista y los actos de los dems. ‘A estos diferentes reproches trato de responder hoy: por eso he titulado esta pequefia exposicién: EY umanismo. Muchos podrin ex- trafiarse, de que se hable aqui de humanismo, Tratare- mos de ver en qué sentido lo entendemos. En todo ca- so, lo que podemos decir desde el principio es que entendemos por existencialismo una doctrina que hace posible la vida humana y que, por otra parte, declara aque toda verdad y toda accién implica un medio y una 8 subjetividad humana. El reproche esencial que nos hacen. como'se sabe, ‘es que ponemos el acento en el lado malo de la vida . Una sefiora de la que me.acaban de hablar. Jo por nerviosidad deja escapar una palabra vul- tusindose: creo que me estoy poniendo En consecuencia se asimila fealdad tencialismo: por eso se declara que somos natura- si To somos. resulta extraiio que asus de lo que el natu de los pueblos que es bien triste y nos encuentra mas tristes toda- fa, No obstante, hay algo més desengafiado que de- idad bien entendida empieza por casa". 0 .n0 con la vara dal avellano™? Conocemos lugares comunes que se pueden punto y que muestran siempre la misma cosa: no hay que luchar contra los poderes establecidos, no hay que ichar contra la fuerza, no hay que pretender salir de ka ‘apoya en una experiencia probada esti condenada al fracaso; y la experiencia muestra que los hombres van ia lo bajo, que se necesitan cuerpos s6lidos erlos: bargo, son las gentes que repiten estos tristes prover- 9 FEREY TELE EERE RVVRARRAR ES b id Ah RL a 10 demasiado sombrio. y a tal punto que me pregui el cargo que le hacen es. no de pesimismo, sino mis bien de optimismo. En el fondo, lo que asus doctrina que voy a tratar de exponer zn0 es el hecho de bre? Para tiénen un plano es sma existencialismo? La mayorfa de los que rian muy incémodos para jus tuna moda, no hay €l fondo Ia palabra ha tomado hoy tal amplitud y cextensign que ya no significa absolutamente nada. Pa- fa de una doctrina de vanguard gente dvida de escindalo y de lidad es la doctrina menos escandalos: cestf destinada estrictamente a los técnicos y fil6sot ‘Sin embargo se puede definir facilmente, Lo que com- 15 cosas es que hay dos especies de existencia- stas: Ios primeros, que son cristianos, entre los cuales 1 ateos. tre los cuales hay que colocar a Heidegger, y también tencialistas franceses y a mi mismo. Lo que ideran que la existencia precede a la esenk hay que pai de 1 subjetividad i Qué CConsideremos un objeto fabricado, por ejemplo un libro o un cortapapel. Este objeto ha sido fabricado por ‘un artesano que se ha inspirado en un concept referido al concepto de cortupapel pel es a la vez un objeto que se produce de cierta ma- era y que. por otra parte, tiene una utilidad definida, y no se puede suponer un hombre que produjera un ‘apapel sin saber para qué va a ser 3s entonces que en el caso del el conjunto de recetas y de cualidades n produ sti determinada la presen de tal 0 cul Hes deci ‘Al concebir un Dios creador, este Dios se asi la mayoria de las veces a un artesano superior: y ‘quiera que sea la doctrina que consideremos, trétese de Il 1 2 ios produce al hombre siguiend as y una concepcién, -2-un cortapapel mo con la idea de que Esta idea la encon- derot, en Voltaire y aun en Kar dor de una naturaleza humana, esta naturaleza hums hombres, lo que significa que cada hombre es un plo particular de un concepto unive Kant resulta de esta univers de los bosques, ef hombre de ta naturaleza, como el la misma definicién y poseen ismas cualidades bisicas. Asi, pues, aqui también la esencia del hombre precede a esa existencia histéri- ‘ca que encontramos en la naturaleza. El existencialismo ateo que yo represento es mis coherente, Declara que si Dios no existe, hay por lo ‘menos un serei el que I existencia precede a laesen- 1 cia, un ser que existe antes de poder ser delinido por ningiin concepto. y que este ser es el hombr dice Heidegger, la realidad humana, ;Qué ‘aqué que la existencia precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por e en el mundo, y que después se define, El hon como lo concibe el existencial porque empieza por no ser nada. Sélo seri después. y send 10 se haya hecho. Ast. pu Jeza humana, 10 que no sélo es tal como él ‘como é] se quiere. y como se con 1. como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa aque lo que él se hace. Este es el primer principio del existencialismo. Es también lo que se Hama la subj vvidad, que se nos echa en cara bajo ese nombre. {qué queremos decir con esto sino que el hombre tie ne una dignidad mayor que la piedra o la mesu? Por- ‘que queremos decir que el hombre empieza por que es consciente de proyectarse hacia ET hombre es ante todo un proyecto que se drediimbre 0 una ¢oliflor; nada existe p este proyecto: nada hay en el hombre serd ante todo lo que habré proyectado s No 13 BD ad ah al ae a al th oll DR DBD DO & BD Ss Be & 14 lo que querré ser, Porque lo que eittendemos ordinaria- mente por querer es una decisién consciente, que para la mayorfa de nosotros es posterior a lo que el hombre hha hecho de si mismo. Yo puedo querer adherirme a un partido, escribir un libro, casarme; todo esto no es ms ‘mas original, més ma voluntad. Pero si ver- amente la existencia precede a la esencia, el hombre es responsable de lo que es. Asi, el primer pu 0 del existencialismo es poner a todo hombre en po- sesi6n de lo que es, y asentar sobre él la responsabili- de su existencia, Y cuando decimos que el el hombre es responsal lad, sino que es responsable de todos bres. Hay dos sentidos de la palabra subj adversarios juegan con los dos se smo, por una parte, quiere decir eleccién del su- jeto individual por sf mismo, y por otra, imposibilidad del hombre de sobrepasar ta subjetividad humana. El segundo sentido es el sentido profundo del existencia- lismo. Cuando decimos que el hombre se los hombres. En efecto, no hay ninguno de nuestros ac- tos que al crear al hombre que queremos ser, no cree al ‘mismo tiempo una imagen del hombre tal como consi- deramos que debe ser. Elegir ser esto 0 aquello, es afir- mar al mismo tiempo'el valor de lo que elegimos. por- {que nunca podemos elegir mal: lo que elegimos es siempre el bien, y nada puede ser bueno para nosotros sin serlo pi mismo tiempo que modelamos nuestra imagen. ¢ imagen es valedera para todos y para nuestra época ei f de lo que podrfamos suponer. porque compromete a y obrero, y elijo adheri to cristiano en lug n in quiero indiear que la resignacién es en el fondo la solucién que conviene al hombre, que el rei- ino del hombre no esti en la con esto no me encumino yo solamente, sino que enc rmino a la humanidad entera en la via de la monogamia [Asi soy responsuble para mi mismo y para todos, y creo cierta imagen del hombre que yo elijo; eligiéndo- re. Esto permite comprender lo que ocuentes como ;én, Como veriin uste- todo, {qué se entien- ia suele declarar que el des, es sumamente senci de por angustia? El existenci 15 We Lirenestio 16 hombre es angustia. Esto significa que el hombre que ‘se compromete y que se da cuenta de que es no sélo el mismo tiempo que a sf mismo a ta h no puede escapar al sentimiento de su to cchos ereen al obrar que slo se comprometen a si mis- mos. y evando se les dice: pero jsi todo el mundo procediera asf? se encogen de hombros y contestan: no todo el mundo procede asf. Pero en verdad hay que que miente y se excusa declarando: todo el mundo no procede a es alguien que no esti bien con su con- ica un valor kegaard Hamaba la angi un dngel ha ordenado a Abraham s verdaderamen= teun angel el que ha venido y le ha dicho: t eres Abra- ham, sacrificards a tu hijo. Pero cada cual puede pre- guntarse: ante todo, ges en verdad un ingel, y soy yo en verdad Abraham?, ;Quién me lo prueba? Habia una Joca que tenia alucinaciones: le hablaban por teléfono y fe daban 6rdenes. El médico le pregunt6: Pero ,quién es el que le habla? Y si oigo voces. {qué me prueba que vienen del cielo y no del infierno, o del subconsciente. o de un estado para imponer mi cofcepcién del hombre y mi eleccisn Ja humanidad? No encontraré jamés ninguna prueba. ingiin signo para convencerme de ello. Si una vor se jiempre seré yo quien decida que esta voz es la vor iconsidero que tal o cual acto es bueno, soy yo el que elegiré decir que este acto es bue- no y no malo, Nadie me designa para ser Abraham. y sin embargo estoy obligado a cada instante a hacer ac- ejemplares. Todo ocurre como si, para todo hom- bre, toda la humanidad tuviera los ojos fijos en lo que esto es porque se enmascara su angu: aquf de una angustia que conduzca al qui inaccién. Se trata de una simple angustia, que co- rnocen todos los que han tenido responsabilidades. Cuando por ejemplo un jefe militar toma la responsa~ bilidad de un ataque y envia cierto nimero de hombres ala muerte, elige hacerlo y elige él solo. Sin duda hay 17 Ad AA ADDR HMEMHAHDARHIDDADEADEARRARKRS a 18 ie @ SU mujer, que tenga hijos, etc.. etc... Haremos por lo tanto un pequefio tra I que estos valores existen, a pesar de todo, inseritos igible, aunque. por otra parte Dios no que compromete, No es ara de la acci6n, sino que Forma parte d accién misma, Y cuando se habla de desampuro, ex- resin cara a Heidegger, queremos decir solamente samente estamos en un plano ica que quisiera su- } donde solamente hay ho @ Dios con el menor gasto posible. Cuando '880 algunos profesores franceses trataron de ijeron mas o menos est es una hipét ¥ costosa, nosotros la su- primimos, pero es necesario, sin embargo. para que hit- ya una moral, una sociedad, un mundo vigilado, que ciertos valores se tomen en serio y se consideren como existentes a priori: es necesario que sea ol | Priori que sea uno honrado, que no mienta. que no pe~ euentra ante todo excusas. Si en efecto la existencia precede a la esencia, no se podri jams explicar por re- 1 9 Eldeseanpars 20 los valores, justificaciones o excusas. Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo que el hom- bre esté condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sf mismo, y sin embargo, por otro lado. libre, porque una vez arrojado al mundo es respons: ble de todo lo que hace. El existencialista no cree en el si6n. No pensard nunca que una be jensa que el hombre es responsable dé su pasiGn, El existencialista tampoco pensar que el hom- bre puede encontrar socorro en un signo dado sobre la tierra que lo oriente: porque piensa que el hombre des- sno como ‘prefiere. Piensa, pues, que el hombre, sin ningiin apoyo ni socorro, esti condenado a cada instante a inventar al hombre. Pon- ge ha dicho, en un articulo muy hermoso: “el hombre es el porvenir del hombre”. Es perfectamente exacto. nde por esto que ese porvenir esté que Dios 1o ve, entonces es falso, pues yat no seria ni siquiera un porvenir. Si se entiende que, sea cual fuere el hombre que aparece, hay un por- venir por hacer, un porvenir virgen que lo espera, en- tonces es exacto. En tal caso est uno desamparado. ra conducta. Asi, no tenemos ni de- jelante de nosotros, en el dominia luminoso de dar un ejemplo que permita comprender mejor es el desamparo, citaré el caso de uno de mis alum- ‘nox que me vino a ver en las siguientes circun 1u padre se habfa peleado con la madre cen la ofensiva alemana de 1940, y este joven. con sen- jentos un poco pri muerte del hijo ma- ste joven tenfa, en ese cn las Fuerzas francesas libres ~es decir. abandonar a su madre o bien de permanecer al lado de su madre, y ayudarla a vivir, Se daba cuenta perfectamente de sjer slo vivia para él y que su desaparicién vez su muerte Ia hundirfa en la desesperacién ién se daba cuenta de que en el fondo, concreta- ada acto que Hlevaba a cabo con respecto a su madre tenta otto correspondiente en el sentide de que ir, mientras que cada acto que Hevaba ¥y combatir era un acto ambiguo que podia llegar a Inglaterra o a Argel y ser puesto en un escritorio para redactar documentos. En consecuen- un solo individuo; y otra que se dirigia it un conjunto elegir entre las dos. ,Quién pod ator ¥ 22 ina? No. La doctrina erist sed caritative, amad a vuestro prdjimo, sacrificuos por los dems, +o {euil es el camino més estrecho? 5A quign hay que ‘amar como a un hermano? ,Al soldado o a la madre? lad vaga de comba- inscrita puede decirlo. La moral dice: no tratéis jams a los demas como medi como fines. Muy bien: si vivo al kido de mi madre la trataré como'fin, y no como medio, pero este hecho me pone en peligro de tratar como imedios a los que com- baten en torno de mi: y reciprocamente, si me uno a los, {que combaten, los trataré como fin, y este hecho me po- ne en peligro de tratar a mi madre como medio. Si los valores son vagos, y si son siempre dem do vastos para el caso preciso y concreto que conside- ramos, s6lo nos queda fiarnos de nuestros instintos. Es lo que ha tratado de hacer este joven; y cuando lo vi, decta: en el fondo. 1o que importa es el deberta elegir lo que me empuja verdaderamente «i cierta direcci6n. Si siento que amo a re fo bas- jearle el resto -mi deseo de Venganza, rmi deseo de aventura~ me quedo Puedo decir: quiero 16 bastante a mi madre para que- darme junto a ella, si me he quedado junto a ella. No puedo determinarel valor de este afecto si no he hecho precisamente un cuentro encerrado en un circulo vicioso. Por otra parte, Gide ha dicho muy bien que un sen- timiento que se representa y un sentimiento que se vie ve son dos cosas casi indi decidir que amo a mi madre quedindome junto a ella o representar una comedia que hard que yo permanezca con mi madre, es casi la misma cosa. Dicho en otra forma, el sen to se construye con actos que se realizan: no puedo pues consultarlos para guiarme por él. Lo cual quiere decir que no puedo ni buscar en mi el estado auténtico que me empujard a actuar. ni pedir a una moral los con- 23 ceptos que me permitirin actuar. Por lo menos. diréin ustedes. ha ido a ver a un profesor para pedirle conse- jo. Pero si ustedes. por ejemplo. buscan el consejo de un sacerdote, han elegido ese sacerdote y saben més o Eleccién compromise ‘aun sacerdote. Pero hay sacerdotes co- » Sacerdotes conformistas, sacerdotes de sistencia, ;Cudl elegir? Y si el joven elige un sa- cerdote de la resistencia 0 un sacerdote colahoracionis- ta ya ha decidido el género de consejo que va a recibir. No ha moral eneral moslo: soy yo mismo el que el He conocido, cuando estaba prisionero, a un hombre muy notable que era jesuita. Habia entrado en la orden de los jesuitas en la siguiente fornva: habia tenido que soportar cierto nimero de fracasos muy duros; su padre habfa muerto dejéndolo en la pobreza, 61 ha. bia sido becario en una institucién Tuagofracas6 en cies mdmero de disinconce honortficas que halagan a los nifios: después, hacia gota de agua desbordar el vaso. fracas6 preparacién ues considerar abia fracasado en todo: era un signo, pero csigno peracién. Pero juzg6. cera el signo de q seculares, y que sélo lo santidad, de la fe, le eran accesibles. Vio entonces en testo Ia palabra de Dios. y entré en las érdenes. ,Quién no ve que la decisi fido del signo ha sido to- mada por é1 s6l0? Se bi jeducir otra cosa de esta serie de fracasos ‘que hubiera si- do mejor que fuese carpintero 0 revolucionario. Lleva pues la entera responsabilidad del desciframiento. El desamparo implica que elijamos nosotros ‘nuestro ser. El desamparo va junto con la angustia. En cuanto a la desesperacién, esta expresién tiene un Sen La desesperacn extremadamente simple. Quiere decir que nos li- itaremos a contar con lo que depende de nuestra vO~ ‘on el conjunto de probabilidades que hacen nuestra accién. Cuando se quiere alguna cosa, probables. Puedo contar con la Iegada de un amis tran: eso supone que el tren I ‘o que el tranvia no descurrilard. Estoy en el dominio de las posibilida fe comtar con los po- sibles sino en la medida estrcta en que nuestra acci6n 2.5 ih DA DDD a DBD BD BAB RB de se ee de implica el conjunto de esos posibles. A’ partir mento en que las posibilidades que considero no estin rigurosamente comprometidas por mi accién, debo de~ sinteresarme, porque ningin Dios, ningin designio puede adaptar el mundo y sus posibles a mi volu indo Descartes de jin esperanza. Los marxistas con qui ado-me contestan: Usted puede. en su uci ral. Respondg en primer lugar que contaré siempre con Jos camaradas de lucha en la medida en que esos cama- crea y comin po que yo puedo controlar ms o menos, es de cual estoy a titulo de mi ‘conozco a cada instante. En ese momento, contir con la unidad del partido es exactamente como contar con Hegaré a la hora o con que el tren no des- carvilard, Pero no puedo contar con hombres que no conozco fundindome en la bondad humana, 0 en el in- 26 terés del hombre por el bien de la sociedad. dado que na unidad de un partido o de un gru- el hombre es libre y que no hay ninguna nat ‘mana en que pueda yo fundarme, No sé qué ser de la revolucién rusa: puedo admirarla y ponerla de ejemplo en la medida en que hoy me prueba que el tiriado desempefia un papel en Rusia como no 10 smpefia ‘en ninguna otra nacién. Pero no puedo puedo estar seguro de que lox camaradas de lucha rea- rnudardn mi trabajo después de mi muerte para levar- 1 un maximo de perfeccién, puesto que estos hom- bremente maiiana sobre lo que seré el hombre: mafana, después de mi muerte, al- ‘gunos hombres pueden decidir establecer el fascismo. y los otros pueden ser lo bastante cobardes y desampa- rados para dejurles hacer: en ese momento, el fascis- seri la verdad humana y tanto peor para nosotros: realidad las cosas sera tales como el hombre haya Uscidido que sean. ,Quiere decir esto que deba aban- Uonarme al quietismo? No. En primer lugar. debo lego, actuar segin la vieja Formula: 10 es necesario tener esperanzas para obrar”. Esto no jiere decir que yo no deba pertenecer a un partido, it y que haré lo que pueda. unto: {llegaré la colectiviza- ise?” No sé nada; sélo sé que : fue- haré todo lo que esté en ra de esto no puedo contar con nada. 2 7 f El quietismo es la actitud de la genté que di demas pueden hacer lo que yo no puedo. La doctrina que yo les presento es justamente lo opuesto al g que declara: s6lo hay realidad en ta accién: y lejos todavia, porque agrega: el hombre no es nada mas que su proyecto, no existe més que en la me~ dida en que se realiza, no es por lo tanto mis que el cconjunto de sus actos, nada mis que su vida. De acuer- do con esto, podemos comprender por qué nuestra doctrina horroriza a algunas personas. Porque a menu- do no tienen mas que una forma de soportar su mise~ las circunstancias han estado con- mucho més de lo que he sido: pero es porque no he encontrado ni un hom bre ni una mujer que fuera nos libros porque no he tenido no he tenido hijos a quienes dedicarme, porque no he encontrado al hombre con el que podria haber realiza- do mi vida. Han quedado pues, en mi, sin empleo. y bue- que la simple serie de Ahora bien, en realidad, para el existenci hay otro amor que el que se construye, no hay otra po- no hay otro genio que el que se ma 28 de arte: el genio de Proust es la totalidad de las obras de Proust; el'genio de Racine es la serie de sus trage- to no hay nada. ,Por qué atribuir a Ra- idad de escribir una nueva tragedia. samente no la ha escrito? Un hombre que se comprorete en la vida dibuja su Figura. y fuera Ge esta figura no hay nada. Evidenterente, este pensa- vniento puede parecer duro para aquel que no ha triun fado en la vida, Pero, por otra parte, dispone a las gen tex para comprender que s6lo cuenta Ia real Jos suefios. las esperas las esperanzas. Pe mente defini a un hombre como sueiio d ‘como esperanzas abortadas, como esperas int decir que esto lo define negativamente y no positiva- ‘sin embargo, cuando se dice: 1 no eres otra cO- sa que tu vido, este no implica que el artista ser juz fzado solamente por sus obras de arte miles de otras sas contribuyen igualmente a definirlo. Lo que que ue el hombre no es mis que una serie ‘ees la suma, Ia organizacién, el con- Junto de las relaciones que constituyen estas empress En estas condiciones, lo que se nos reprocha aqui no es en el fondo nuestro pesimismo, sino una dureza optimista. Si la gente nos reprocha las obras novelescas en aque deseribimos seresMojos.débiles,cobardes y a8" na vez francamente malos, no es énicamente porque e- tos seres son flojos, débiles, cobardes o malos; porque «i. como Zola, declardramos que son asi por herencia, remos decir es q El hombre es lo que hace Lit Li peated on nee ee ehh 22 GRD VEERELLIAL ta, cuando describe un coburde. di- ce que el cobarde es responsable de su cobardfa, No lo Porque tenga un corazén. un pulmén 0 un cerebro cobarde; no lo ex debido a ca, sino que lo es porque bre coburde por sus actos. No hay temperamento cobar- de: hay temperamentos nerviosos. hay sangre floja, como dicen, o temperamentos ricos; pero el hombre * que tiene una sangre floja no por eso es cobarde. por- rode el cobarde esta to que realiza, Lo que la gente iente oseuramente y le causa horror es que el cobarde que nosotros presentamos es culpable de ser cobarde Lo que la gente quiere es que se nazca cobarde 0 héroe. Uno de los reproches que se hace a menudo a iherté, se formula asi: pero, en fin, de esa gente que es tan floja, ge6mo hari usted héroes? Esta obje- cidn hace mis bien reir. porque supone que uno nace héroe. ¥ en el fondo es esto lo que la gente quiere pen- sar: si se nace cobarde, se esti perfectamente tranguilo no hay nada que hacer, se seri cobarde toda la vida, hi- ¢gase lo que se haga; si se nace héroe, también se estari Perfectamente tranquilo, se seri héroe toda la vida. se 30 beberd como héroe, se comeré como héroe. Lo que die ‘es que el cobarde se hace cobarde. ‘oe: hay siempre para el cobarde una posibilidad de no ser mis cobarde y para el héroe de dejar de ser héroe. Lo que tiene importancia es el com- iso toial, y no es un caso particular, una accién Imente. Axi. £0 yo, imero de reproches con- Ue ser considerada como una filosofia del quietismo, puesto que define al hombre por la acc ; sta del hombre: no hay doctrina mais cl destino del hombre esti en él slo hay esperanza en su accién, y que la Unica cosa {que permite vivir al hombre es el acto. En consecuen- cia, en este plano, tenemos que vémoslas con una mo- ral de accién y de compromiso. Sin embargo, se nos re- istamos al hombre en su subjetividad individh también se nos entiende muy mal. Nuestro punto de partida, en efecto, es la subjeti vidad del individuo, y esto por razones estrictamente conjunto de bellas teorias, Henas de esperanza y sin fundamentos reales. En el punto de partida no puede haber otra verdad que ésta: p sta es 32 que en el cogito uno no s¢ descubria solamente a si la verdad absoluta de la conciencia captindose a si misma. Toda teoria que toma al hombre fuera de ese momento en que se capta a si mismo es ante todo una teorfa que suprime la verdad, pues, fuera de este casi ty cartesiano, todos los objetos son solamente probo- bles. y una doctrina de probabilidades que no esté sus- pendida de una verdad se hunde en la nada: para definir lo probable hay que poseer lo verdadero. Lue 0 para que haya una verdad cualquiera se necesita una En segundo lugar, es es la nica que da que no Jo convierte uuna dignidad al hombs a todos los hombres, incluido uno tos, es decir, como un conjunto de reacciones determi- nadas, que en nada se distingue del conjunto, de cuali- dades y fenémenos que constituyen una mesa 0 una aleanzamos a tft verdad, no es una subj rigurosamente individual, porque hemos demostrado ) con- trariamente a a filosofia de Descartes, contrariamente la filosoffa de Kant, nos eaptames a nosotros mismos 1 hombre que se capta directa- 10, descubre también a todos los otros yy los descubre como la condi dda cuenta de que no puede ser nada (en el sentido en aque se dice que se es espiritual, 0 que se es malo. 0 que se es celoso), salvo que los otros lo reconozcan portal Para obtener una verdad cualquiera sobre mi, es nece- sario que pase por otro. El otro es indispensable a mi 10 el conocimiento que tengo de mi descubrimiento de mi jencia de vine ‘no quiere sino por o contra mi guida un mundo que tlamaremos ten este mundo el hombre decide lo que es y lo que son los otros. ‘Ademis, si es imposible encontrar en cada hombre una esencia universal que constituya la naturaleza hu- sin embargo. una universalidad humana No es un azar que los pensadores de hoy te de la condicién del hombre verso, Las situaciones puede nacer esclavo en una sociedad pagana. 0 sefior Feudal, o proletario, Lo que no varfa es Ia necesidad 33. ni 34 tar en el mundo, de estar alli en el trabajo. i mortal ubjetivos ni objetivos. 0 mis bien tienen una faz objetiva y una fuz subjetiva, Obje- tivos porque se encuentran en todo y son en todo reeo- bremente en su existencia por relacién a ellos, Y si bien los proyectos pueden ser diversos. por lo menos ninguno puede permanecerme extrafo, Porgu tos presentan en comin una ter los © para negarlos o para aco- los. En consecuencia, todo proyecto. por mas individual que se lor universal. Todo Proyecto, aun el del chino. el del hindd. o el del negro, Puede ser comprendido por un europeo. Puede ser ‘comprendido: esto quiere decir que el europeo de 1945 Puede lanzurse a partir de una situacién que concibe hasta sus sma manera y que puede re- hacer en si el*éamino del chino, del hind o del affica- no. Hay universalidad en todo proyecto en el sentido de que todo proyecto es comprensible para todo hom- bre. Lo que no significa de ninguna manera que este Proyecto defina al hombre para siempre. sino que pue- de ser reencontrado. Hay siempre una forma de com- render al idiota, al nifo, al primitivo 0 al extranjero. siempre que se tengan los datos suficientes, En este sentido podemos decir que hay una universalidad del hombre: pero no esti dada esti perpetuamente cons- truida, Construyo lo universal al comprender el proyects de c werés en demosirar es el en- absoluto de compromiso libre. por el dad del conjunto cultural que puede resultar de tal eleccién; hay que seftalar a la vez la relatividad del smo y el caricter absoluto del compromiso si ustedes lo absoluto jormir, u obrando de una ma- nnera cualquiera. No hay ninguna diferencia entee ser libremente, ser como proyecto, como existencia que elige su esencia, y ser absol in toma todavia muchas formas. La primera es la ‘que sigue: se nos dice: entonces ustedes pueden hacer 35 {que no hay razén para preterir un proyecto a otro: en des eligen. dan con una mano lo que fingen recibir con la otra, Estas tres objeciones no son muy serias. En pri- rimera objecién: pueden elegir cualquier cosa, no es exacta, La eleccién es posible en un si capricho. Si es cierto que -frente a una situacién que hace que yo sea un ser sexuado que puede tener rela- puede tener hijos~ estoy obligado a elegir una act ¥ que de todos modos tlevo la responsabil eleccién que, al comprometerme, compromete a fa hu- 36 gratuito, es porque no se ve la enorme diferencia entre esta doctrina y la de Gide. Gide no sabe lo que es una in; obra por simple capricho. Para nosotros. al contrario, el hombre se encuentra en una ganizada, donde esta él mismo comprot n su eleccién a la humanidad entera, y no

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