You are on page 1of 10
AGRICULTURA Y CRECIMIENTO ECONOMICO EN LA EUROPA OCCIDENTAL MODERNA Manuel Ardit Lucas e EDITORIAL SINTESIS 26 2. Sefiorio, propiedad y explotacion 2.1. El seftorio inglés Aunque notablemente erosionade, el régimen seflorial mantuvo una vigencia desigual en toda Europa a lo largo de la Edad Moderna. Muchos historiadores, haciéndose eco del uso del término adoptado durante la Revolucién Francesa, hablan de régimen feudal, feudalidad o feudalismo, concepto que juega, asimismo, un papel central en la interpretacién marxista de la historia, aunque con un significado mas general, referido a una formacién econémico-social 0 modo de pro- duccién Otros historiadores, especialmente medievalistas, consideran abusiva esta interpretacién del término, que creen ha de restringirse a las relaciones propiamente feudovasallaticas, caracteristicas de la Edad Media (J. GODECHOT, ed., 1971). Este capitulo se refiere basicamente al sefiorfo, es decir al territo- rio sobre el que los sefiores ejercian un complejo conjunto de prerro- gativas, que iban desde las facultades jurisdiccionales hasta diferen- tes derechos de propiedad. pasando por otras de innegable origen feudal. Aun reconociendo la mayor precisién del término feudo y de sus derivados en su acepcién estricta, probablemente sea también abu- sivo ignorar una larga tradicién juridica y politica, consagrada en la at Revolucién Francesa y en las revoluciones liberales europeas, que utiliz6 el término feudalismo para referirse al viejo mundo de privilegio y dispersién de la soberanfa contra el que la burguesia y las clases populares estaban luchando, Parece aconsejable utilizar preferente- mente los términos sefiorlo y régimen sefiorial, eservando feudo y feu- dalismo para las supervivencias propiamente feudales o para carac- terizar a la sociedad del Antiguo Régimen en su conjunto, en la linea de la tradicién historiogréfica marxista A pesar de su diversidad, tanto en la Europa continental como en la insular el régimen sefiorial compartfa toda una serie de carac- terfsticas comunes. Dentro de esta profunda unidad hay que resaltar, sin embargo, la peculiaridad inglesa. Como resultado, en parte de una evoluci6n medieval diferente y en parte de una temprana contra- lizacién monérquica, especialmente durante el reinado de los Tudor, los sefiores ingleses habfan visto muy mermadas sus facultades juris- diccionales, Ninguno de ellos posefa la alta jurisdiccién, tan comin en la Europa continental, ¢ incluso la baja estaba muy disminuida, Exis- fan tribunales sefioriales (courts-baron, courts-leet), con facultades que variaban notablemente de un seftorio a otro, pero que general- mente eran muy limitadas. En la préctica puede afirmarse que tanto Ja jurisdiccién como el gobierno local estaban en manos de funciona- ios reales (justices of the peace). Tan insignificante era el poder Jurisdiccional de los sefiores ingleses que fue abolide mas de cien afios después de que le Revolucién lo hiciera en Francia, en 1922. Sin embargo, la aristocracia ejercia un fuerte control indirecto sobre la vida local, tanto por su riqueza y ascendiente social, como por el hecho de monopolizar practicamente las asambleas de justices of the peace y el gran jurado (grand jury) de los condados, que era quien decidia qué causas habian de elevarse a un tribunal superior A pesar de ello la fuerza de la aristocracia inglesa no descansaba en el control del poder local sino en su control del Parlamento y la admi- nistracién central y en su poder econémico Las concesiones feudales (tenures-in-chief), aunque ya entonces habian perdido toda importan- cia, fueron abolidas en 1660. Sin embargo, como veremos més ade- lante, las tenencias consuetudinarias en copyhold tenfan claras con- notaciones feudales, como en general las tenencias de tipo entfitéutico en la Europa continental, Como en toda Europa el monarca era al mismo tiempo rey y sefior Enrique VI Tudor acumulé en su persona un importante patri- monic feudal, como conde de Richmond, duque de York, conde de March y duque de Lancaster A pesar de las enajenaciones realizadas por los monarcas posteriores, el patrimonio real, aunque disminuido, continué siendo muy importante en el siglo XVil| La alta nobleza, tanto laica (peerage) como eclesidstica, aunque muy diversificada, era 28 duefia de sefiorfos (manors) y de grandes propiedades risticas. La baja nobleza o gentry, sin sefiorfos, se comporié a menudo con un mayor dinamismo, acumulando propiedades y rentas que no siempre provenian de la tierra, sino también del oficio, la profesién o el comer- cio. La comunicacién entre ambos estratos nobiliarios, aunque dificil, fue relativamente fluida: muchos nuevos pares proventan de caballe- yos que ascendieran a los niveles superiores de Ja aristocracia. A diferencia de los sefiores continentales (con algunas notables excep- ciones), los ingleses utilizaron todos los mecanismos a su alcance para acabar con las formas consuetudinarias de cesi6n de la tierra, redondeando asi el conjunto de propiedades que disfrutaban de for- ma plena (demesne), que explotaron generalmente mediante arren- damientos. Este proceso, que se examinaré con mayor deteni en un préximo apartado, condujo a un notable debilitamiento del cam- pesinado inglés, aunque no a su desaparicién, como a menudo se ha afirmado, Algunos miembros del estrato superior del campesinado (yeomanry) consiguieron ascender a la gentry, mediante procedi- mientos muy diversos que daban acceso a los rangos de la baja nobleza (knight, esquire 0 gentleman) En tanto que grandes propietarios, cuyas rentas provenfan de la tierra o de los negocios, los sefiores ingleses, al contrario que mu- chos de sus colegas continentales, quedaron a salvo de las conse- cuencias de la abolicién de las tenencias feudales o de la jurisdiccién Aunque existian mecanismos jurfdicos que pretendian evitar la disgre- gacién de los patrimonios nobiliarios, similares a los fideicomisos 0 mayorazgos continentales (strict settlement), factores demograficos, ‘como extincién de lineas sucesorias o alianzas matrimoniales, y eco- némicos, condujeron a la pujanza o decadencia de muchas casas nobi- liarias, con una clara tendencia a le concentracién de la riqueza. A fines del siglo xx la sociedad inglesa estaba todavia dominada por una cdpula de grandes propietarios nobles, entre los que sobresallan los cuatro mayores terratenientes del pais los duques de Northum- berland (186000 acres), Devonshire (139000 acres), Cleveland (104.000 acres). y Bedford (86.335 acres). Hacia 1870, 1.680 propieta- ios de la alta nobleza con mas de 3000 acres posefan 14 millones de acres (56 millones de Ha): el 02 por 100 de los propietarios de tie- tras posefan el 43 por 100 de la superficie cultivada; si sumamos los miembros de la gentry con patrimonios agrarios entre 300 y 3000 acres (el 12 por 100 de los propietarios y el 26 por 100 de la tierra), ‘obtenemos unos porcentajes que revelan el extraordinario nivel de concentracién de la propiedad en el campo inglés el 1,4 por 100 de los propietarios eran duefios del 69 por 100 de la tierra (JV BECKETT, en G.E MINGAY, ed, 1989). 23 2.2. El seftorio continental Una caractertstica fundamental de la nobleza seflorial en el conti- nente europeo fue la posesién y ejercicio de la alta justicia, o justicia criminal, asi como de la baja 0 civil. Con la excepcién de Suecia, la alta nobleza continental poseia generalmente la jurisdiccién plena (merum ac mixtum imperium et potestas gladii) en sus sefiorfos Durante la Edad Moderna la alta justicia sefiorial sufrié algunas limitaciones, per- diendo el conocimiento de causas reservadas a la justicia real, como los crimenes de lesa majestad o aquéllos que comportaban pena de muerte, Asimismo se introdujo de forma progresiva la posibilidad de apelaci6n a los tribunales reales. La jurisdiccién otorgaba el derecho a controlar el gobierno local Generalmente los sefiores nombraban, por procedimientos diversos, a los oficiales de gobierno, imponian contribuciones (tailles en Francia) y cobraban multas gubernativas Las facultades jurisdiccionales no s6lo proporcionaban poder sino que también eran una fuente de rentas No se trataba tan sOlo de las penas judiciales, contribuciones y multas, sino también de los dere- chos de monopolio derivados de la jurisdiccién y de la facultad de gobierno. A parte de los ya examinados, los més importantes eran los monopolios sobre los aprovechamientos del suelo y del subsuelo, as{ como sobre el tréfico y establecimientos industriales o comercia- les Como derivados de la jurisdiccién o ban, en Francia se les lla- maba banalités, en Espafia regalias y generalmente en toda Europa monopolios. Los relativos al uso del suelo y del subsuelo eran los més complejos y variables. En ocasiones tropezaban con el dominio eminente del monarca, como en el caso del subsuelo o el agua de riego. En otros casos con la costumbre y los usos de la comunidad campesina, como en el caso de los pastos, recursos forestales, caza y pesca. Més faciles de controlar eran, cuando se posefan, los dere chos sobre el tréfico y comercio (aduanas, derechos de paso, tien- das, pesos y medidas) o sobre las industrias rurales, especialmente los molinos, bastante generales en todos los sefiorfos del continente europeo. La servidumbre habia desaparecido précticamente en Europa occidental desde el comienzo de la Edad Moderna Los campesinos, durante la Baja Edad Media, habian rescatado su libertad de movi- mientos a cambio de pagos en dinero o en especie Quedaban, sin embargo, algunas bolsas residuales de servidumbre, que de todos modos tendieron a desaparecer, en el Franco-Condado, Borgofia 0 Espafia (remences catalanes que no redimieron los malos usos, mo- riscos valencianos hasta su expulsion en 1609). Un residuo servil eran también las prestaciones en trabajo (corvées en Francia, sernas en Cas- tilla), asf como muchas otras, muy diversas, arcaicas y por lo general 30 poco gravosas. Las prestaciones en trabajo, presentes en casi toda Europa, habfan quedado reducidas, sin embargo, a algunos dias de trabajo al afio o para tareas especificas E] dominio territorial de! sefior se dividia en dos partes radical- mente distintas: aquellas tierras y edificios que posefa en propiedad absoluta (la reserva o domaine proche, como era conocida en Fran- cia) y las tierras y casas que poselan los vasallos (tenencias, tenures en Francia y en Inglaterra). Sobre las primeras el dominio era pleno, similar al de cualquier propietario comin. En Europa continental gene- ralmente las reservas sefioriales eran poco exiensas, aunque con ex- cepciones, Esto no quiere decir que los sefiores no tuvieran a mo- nudo grandes propiedades, pero muchas veces se trataba de tierras © casas que hablan adquirido independientemente de su sefiorfo. En estos casos no se trataba de propiedades sefioriales, sino de propie- dades privadas nobiliarias. Sobre los bienes de sus vasallos los sefio- res poselan un dominio superior que les facultaba para exigir un variado conjunto de prestaciones Este complejo conjunto de derechos, en realidad parte insepara- ble del complexum feodale, tal como fue definido por algunos juris- tas franceses durante la Revolucién, se habla conceptualizado jurl- dicamente mediante Ja figura romana de la enfiteusis. Esta contem: plaba la concurrencia sobre un mismo bien de dos derechos de pro- Piedad jerarquizados: un derecho de propiedad superior (dominium directum), que posefa el sefior, y otro derecho de propiedad subal- terno (dominium utile), que pertenecia al vasallo. Aunque podia esta- blecerse este tipo de relacién mediante contrato entre particulares fuera del ambito del seftorfo, era sin embargo esencialmente feudal, En virtud del dominio directo superior, el sefior tenfa derecho a exi- git una variada gama de tributos. Probablemente los mas importan- tes eran los pagos 0 censos, generalmente en dinero, generaimente también muy devaluados por el paso del tiempo. En algunas regiones, sin embargo, se exigian pagos en especie, o bien fijos 0 bien propor- clonales a la cosecha (champart en Francia, terrage en Flandes) Estos eran normalmente més gravosos. Eran comunes en el Franco Condado, Lorena, Borgofia, Galicia, Portugal, Catalufa, Pafs Valen- ciano, Sur de Italia, entre otros territorios. Su cuota y, por lo tanto, su Tepercusi6n econémica, eran muy variables Junto @ éstos existian pagos irregulares que se exigtan con las trans- misiones patrimoniales, bien mortis causa (entry fine y heriot ingle- ses, mainmorte francesa) o inter vivos (laudemium, droit de quint y Jods et ventes en Francia). Estos pagos, as{ como el derecho de com- iso en caso de incumplimiento de las condiciones de la concesi6n o el de prelacién concedido al sefior en el caso de una compraventa (droit de relief y retrait lignager en Francia, fadiga en Espafia), le daban a 31 6ste una cierta capacidad de maniobra para afiadir a su reserva las propiedades de sus vasallos. Sélo los sefiores ingleses y, en menor medida, los de la Italia centro-septentrional, utilizaron de forma sis- tematica estos medios para engrandecer sus propiedades plenas y volverlas a ceder mediante contratos temporales. Hay que tener en cuenta que el dominio util, por lo general, aunque no siempre, perpe- tuo, era un derecho de propiedad que, con las limitaciones que se acaban de exponer, podla ser objeto de compraventa o transmision hereditaria, En muchos territorios de Europa continental, como vere~ mos seguidamente, los sefiores no pudieron deshacerse de los dere- chos de propiedad de sus vasallos, con lo que se consolidé una pro- piedad no sefiorial, de la nobleza menor, la burguesfa y el campesi- nado, Con el fin de controlar los variados, y generalmente complejos, pagos y prestaciones vasalléticas, los sefiores confeccionaron a me- nudo catastros de propiedad en sus estados (Ilamados terriers y compoix en Francia, capbreus en los territorios espafioles de lengua catalana, apeos en Castilla). Estos instrumentos eran necesarios para clarificar y, en ocasiones, actualizar, los derechos de sefiorio. Los vasallos, aprovechando la complejidad de las prestaciones, as! como el absentismo y la ineficiencia de la administracién sefiorial, aprovechaban todos los medios a su alcance para oscurecer sus obli- gaciones o incluso relegarlas al olvido. Los sefiores, por su parte, en muchas ocasiones enfrentados a una dificil situacién econémica, intenta~ ron, sobre todo en Francia durante la segunda mitad del siglo xvi resucitar obligaciones olvidadas o exigir con mayor eficacia las exis- tentes. Se trata del fenbmeno que ha recibido el nombre de reaccién sefiorial, que forma parte del conjunto de tensiones sociales que ‘acabé estallando de forma abierta durante la Revolucién Francesa. No hay que pensar que la sociedad europea del Antiguo Régimen estu- viera formada por sefiores feudales y vasallos campesinos, ya que la realidad era mucho més compleja El vasallo o amo atil podia ser, y efectivamente era asi muchas veces, un campesino, Sin embargo en muchas otras ocasiones se trataba de grandes terratenientes rureles, burgueses urbanos, instituciones eclesiésticas e incluso de otros sefiores, generalmente de la baja nobleza, que posefan propiedades en dominio stil, Las tensiones entre sefiores y vasallos fueron provo- cadas generalmente por estos notables, para los que el poder sefio- rial era un peligroso antagonista Aunque este planteamiento de la oposicién antisefiorial fue general en toda Europa, aparece con una especial nitidez en la Lombardia del siglo xvi. En el ducado de Mildn durante el periodo de dominacién espafiola, los seftores eran principalmente sefiores jurisdiccionales y aun as{ con atribuciones muy limitadas, tanto por la extensién de la justicia ducal como por la inmunidad de que gozaban los cittadini de las nueve grandes ciuda- 32. des del estado de Milén. Fl poder de los sefiores lombardos era, como el de los ingleses, fundamentalmente poder econémico, deriva- do de sus propiedades En esta situacién, la creacién de sefiorfos duran- te el Seiscientos, impulsada por los monarcas de la casa de Austria, tropezé con una escasa oposicién por parte de los campesinos, quienes incluso en algunas ocasiones los aceptaron de buen grado, en tanto que les podian proporcionar proteccién en las frecuentes guerras. La ‘oposicién vino més bien de los grandes propietarios (D. SELLA, 1979). Estos terratenientes, tanto nobles como plebeyos, raramente utlli- zaron formas de cesién consuetudinarias para la explotacién de sus propiedades résticas, salvo en aquellos casos en que circunstancias concretas asf lo hacfan aconsejable o necesario. As! lo fue, por ejem- plo, en los frentes de colonizacién o tierras fronterizas, donde la repo- blacién s6lo podia realizarse si se otorgaban condiciones ventajosas 2 Jos colonos, o allf donde la fuerza y cohesién de la comunidad campe- sina situaba a ésta en una posicién de fuerza frente a los sefiores. Cuando no se daban estas condiciones, tanto los nobles en sus pro- piedades plenas como los terratenfentes plebeyos, notables rurales 0 burgueses urbanos, utilizaron formas de cesién temporales y renova- bles, como el arrendamiento o la aparcerfa, que no transmitian ningtin derecho de propiedad. Esto ocurrié asi en toda Europa, pero muy es- pecialmente en aquellas zonas més urbanizadas, como los Pafses Ba- Jos 0 la Italia centro-septentrional, donde la burguesfa urbana invirtié notmalmente gran parte de sus ganancias, fuera cual fuera su origen, en la adquisicién de tierras, especialmente en las éreas de agricul- tura intensiva, Aunque ficticia en buena medida, la distinci6n entre las facultades jurisdiccionales de los sefiores o sefiorfo jurisdiccional (Gerichtherrs- chaft en alemén) y sefiorfo territorial (Grundherrschaft), consagrada en Espafia por las Cortes de Cédiz, es stil al fin de clarificar las modificaciones que las revoluciones burgueses introdujeron en el estatuto de la propiedad de la tierra La jurisdiccién, con todas sus prerrogativas y derechos, fue abolida totalmente. No as! los derechos de propiedad, que se consolidaron como propiedad plena capitalista Allf donde los sefiores habfan establecido dominios plenos, como en Castilla 0 en la Italia centro-septentrional, éstos se mantuvieron como grandes terratenientes. Donde la propiedad enfitéutica tuvo relevan- Cia, la situacién se resolvié generalmente en beneficio de los duefios ltiles, campesinos 0 burgueses. Asi ocurrié en Francia, donde la Revo- lucién permitis que éstos rescataran el dominio directo de los sefio- res sin indemnizacién (ley de 17 de julio de 1793). Este fue también el resultado final en Alemania occidental, donde los campesinos se habian visto beneficiados durante el siglo Xvi por la politica de proteccién desarrollada por los soberanos prusianos o austriacos 33 (Bauernschutz). Una evolucién parecida tavo lugar en la Espafia orien- tal y en Italia, donde los enfiteutas pudieron redimir los censos enfitéu- ticos, pero en este caso pagando alos duefios directos el precio de la redencién, Ni que decir tiene que a fines del siglo xvit y comienzos del Xx, el feudalismo era ya en buena medida una superestructura por debajo de la cual se habla desarroliado una sociedad notable- mente compleja Su abolicién, bien por la via mAs revolucionaria, sin indemnizacién, seguida en Francia, bien mediante el rescate oneroso del dominio directo, no hizo sino poner al descubierto una estructura social muy diferenciada y no exclusivamente campesina, Tanto la propia nobleza como la burguesfa, rural y urbana, habian acumulado propiedades agrarias durante el Antiguo Régimen, convertidas ahora en propiedades plenas capitalistas, sagradas e inviolables. 2.3. Propiedad consuetudinaria y propiedad plena En toda Europa occidental pervivieron en mayor o menor medida, alo largo de la Edad Moderna, formas de propiedad y tenencia de la tierra de tipo consuetudinario En el continente este tipo de propie- dad se tipificé mediante la figura romana de la enfiteusis, aunque veces en época muy tardfa, como fue el caso del foro gallego. En virtud de su regulacién por la mayor parte de los ordenamientos lega- les, la cesién enfitéutica podia realizarse por cualquier particular, y de hecho asi ocurrié en muchas ocasiones, pero esta figura juridica en realidad escondfa realidades mas complejas, de claro origen feudal, en la medida en que implicaba algin tipo de dominio y no un simple derecho de propiedad Esto no sélo oscurece el fendmeno, sino que ncluso originé alguna confusién y controversias en la propia época y, sobre todo, durante el proceso de abolicién de los sefiorfos, En Inglaterra, pais en el que se sintié menos la influencia del dere- cho romano, existfa un tipo de propiedad que puede asimilarse a la propiedad plena o propiedad quiritaria romana, llamada freehold. Propietarios plenos eran los sefiores en sus reservas 0 demesnes, ast como propietarios no sefioriales, que podian ir desde pequefios, me- Gianos y grandes campesinos, hasta propietarios burgueses. El estra. to superior del campesinado (yeomanry) posefa una buena parte, si no todo su patrimonio ristico, en este régimen La tenencia consuetudi- naria 0 copyhold, era una propiedad subalterna (asimilada al dominio Util enfitéutico como en Europa continental), que garantizaba una gran estabilidad a sus beneficiarios Las tenencias en copyhold eran, en una gran parte de Inglaterra (especialmente la Inglaterra oriental) perpetuas, mientras que en otras regiones tenfan una duracién limi- tada, aunque larga, medida por vidas (normalmente tres) de sus be- 34 | I | | j | | | } | neficiarios, En todos los casos eran transmisibles por donacién, venta © herencia. Las rentas que pagaban eran por lo general monetarias jas y muy devaluadas; el sefior no tenla posibilidad de elevarlas. Sin embargo disponfa de algunos mecanismos que le permitian ejercer un cierto control sobre sus copyhoiders Si la tenencia estaba limitada a varias vidas, naturalmente se extingula con la titima de éstas, de modo que el sefior podia renovarla o no. En los casos de transmisién de la propiedad los sefiores tenfan el derecho de exigir el pago de una cantidad en metélico (fine, entry fine) y a menudo también un pago en especie (heriot, normalmente un animal). Su cuantia era muy va- tiada en algunas zonas estaba fijada por la costumbre, en otras la fine era arbitraria y el sefior podfa exigir normalmente la cantidad que quisiera Todo este conjunto de prerrogativas posibilitaban la reabsorcién en la reserva de las tenencias campesinas, pero los sefiores ingleses hicieron uso de ellas en funcién de las circunstancias. En muchos casos el cobro de fines elevadas podla ser atractivo. Ademas habia que considerar la ventaja de disponer de cultivadores estables, so- bre todo en periodo de rentas estancadas o decrecientes, como lo fue en general el anterior a 1760, En esta situacién el paso a un sistema de cesién mediante arrendamientos de corta duracién no tenfa demasiadas ventajas. Sin embargo, siempre que les fue posible, utilizando los mecanismos resefiados anteriormente, los sefiores ingleses reconvir- tieron, entre 1640 y 1760, las tenencias en copyhold en arrendamien- tos de larga duracién, que no otorgaban ningiin derecho de propiedad a sus titulares. Se trataba de cesiones por 99 aflos o por tres vidas, en cuyo cémputo se tenfa en cuenta también a las viudas, que fueron nego: ciadas mediante sustanciales rebajas de las fines. El campesino pa- gaba menos por las transmisiones pero perdia la propiedad, el sefior renunciaba a los derechos de transmisién elevados, pero adquitia la propiedad plena de las tenencias El proceso de desaparicién de las tenencias en copyhold no se verificé siempre, sin embargo, en el sentido indicado, en tanto en cuanto la correlacién de fuerzas no siempre jugé a favor del sefior. En ‘ocasiones los copyholders eran ricos campesinos (yeomen), propie- tarios urbanos e incluso nobles, especialmente miembros de la gen- try. En muchos de estos casos fue el propietario en copyhold quien rescat6 el dominio superior y convirtié su tenencia en propiedad plena (freehold), Sea como sea, el hecho es que durante el perfodo mo- derno la tenencia consuetudinaria tendié a desaparecer en Inglaterra, aunque no fue abolida legalmente hasta comienzos del siglo Xx. Lo que caracterizé al campo inglés fue la escasa incidencia de este tipo de propiedad consuetudinaria y su sustitucién progresiva por la pro- piedad plena Esto, a su vez, favorecié la generalizacién de las formas 38 | | | | |

You might also like