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VARIACIONES SOBRE LATINOAMERICA Politica, Cultura y Sociedad Juan Pablo Silva Escobar y Germdn Alburquerque Fuschini (EDITORES) WB0 Cyerocat Vartactones some LATINOAMERICA. Porfrics, CULTURA ¥ SocTEDAD Juan Pablo Silva Escobar, German Alburquerque Fuschini IN? Inscripcién: 298457 ISBN: 978-956-8664-22-0 Los capitulos incluidos en este volumen han sido evaluados y aprobados por un comitéo referato externo compuesto por las siguientes personas + Dr. Eduardo Saucedo, del Instituto Nacional de Antropologia « Historia, México. ‘+ Dr. Mare Huffy, de la Universidad de Ginebra * Dr. Xavier Rougé, de la Universidad de Barcelona. ‘Ademés contaron con Ia aprobacisn de un evaluador interno, Dr. German Morong R,, Director del Centro de Estudios Hist6ricos de la Universidad Bernardo O'Higgins. Imagen de portada: Fragmento de manto bordado, originario de Pera, cultura Paracas, Metropolitan Museum of Art Ediciones Universidad Bernardo O'Higgins - EPOCAL Santiago, 2018 INDICE Presentacién Integeacién de la infancia migeante en Chile: una visin desde el territorio local sx Pave Sor a Oportunidades de la activacidn de bienes ‘minero-industriales en la Regién de Atacama, Chile ‘Mavrscto Lorca Vetoso Malticulturalismo e interculturalidad en la educacién latinoamericana: una delimitacién de los conceptos para el contexto regional Joax Epvanno Onarz Lévez Lineamientos para adentearse en la teoria feminista yen tun tipo de feminismo mapuche-willche Mice Duguesnor Gat. El caso Nicaragua v. Colombia (territorial and maritime dispute): aportes y reafirmaciones al derecho del mar Ferxanpo Viztamizan Lams La pequefia Guerra Fria entre Cuba y Yugoslavia en el Movimiento de Paises No Alineados, 1961-1983 GanaeAw Ansunguenout Fescint ¥ Ctavpro Corowa Rojas . Representaciones ¢ imaginarios de la pobreza en dos peliculas de German “Tin-Tan’ Valdés, el “Pachuco de oro” Juss Panto Suva Esconan. Sobre los autores... u st 81 103 1st 173 LINEAMIENTOS PARA ADENTRARSE EN LA TEORIA FEMINISTA. 2EXISTE UN TIPO DE FEMINISMO ENTRE LOS MAPUCHE-WILLICHE? Michel Duquesnoy Gallez! El eérmino “ferninismo” remonta verosimilmente al socialista ut6pico Char- les Fourier y al novelista republicano francés Alexandre Dumas hijo, quien en 1872 acudié a “las feministas [como} neologismo” segiin sus propias pa labras’. La Revolucién Francesa y la Hustracién fueron sin duda los dos primeros pasos hacia el reconocimiento de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. El movimiento feminista tiene pues una historia arrai- ¢gada en las ideas republicanas del siglo xx. Sea lo que sea, se designa por feminismo a un conjunto variado de ideas politcas,ilossficasy sociales que se dieron como objetivo de alcanzar la plena ¢ integral valoracién de “los derechos de las mujeres en la sociedad civil, asf como en la esfera privada™. En varios aspectos, el Feminismo se distingue por ser un amplio conjanto cde movimientos sociales através de los cuales las mujeres (y hombres) han vindicado una equidad entre ambos sexos/géneros,considerando este punto como una marca ineludible de las sociedades democriticas. Esta aseveracién muestra cudnto se ha avanzado sin lugar a duda y cuanto mas queda por lograr, sobre todo en nuestros tiempos profundamente afectados por los dictados de un neoliberalismo cada vex més salvaje. Para decir las cosas de leuales y Sociales de Amétiea Latina 81 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? otra manera, al poner una“F” maytiscula, el Feminismo se refiere a todas las corrientes del movimiento histérico que lucharon y siguen luchando para denunciar y abatir al patriarcado en todas sus formas, ndependientemente de los lugares, cultura, tiempos clases sociales y econémicas,razasy colores de piel. El Feminismo ¢s la denuncia de la opresién y subordinacién que las mujeres viven a causa del patriarcado en cualquier lugar del mundo y en cualquier época, sin consideracién de raza 0 de clase social, nivel de educacién, o preferencias religiosasy filos6ficas, El Feminismo es la lucha contra la opresi6n y subordinacién de las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Desde la academia, los diversos feminismos, con su earacteristica determinacién, enriquecen las discusiones y aportes teéricos y fueron capa ces de cuestionar enérgicamente la conversadora doxa académica y politica claborada sobre los fundamentes androcéntricos supuestamente itrebatibles La teorfa feminista es un conjanto importante de ideas, conceptos y pro puestas para entender la vida social desde un grupo social imprescindible — las mujeres asi como desde los problemas, alcances y eivindicaciones que le son afnes. Desde sus origenes a teoria feminist se inscribe, por razones obvias,en la linea de pensamiento y estudios en torno a la marginacién, es tigmatizacién, grupos minoritarios, subordinados y vulnerables, de los que utiliza paradigmas conceptuales a la par que, por sus intrinsecasinteracci: nes, contribuye a retroalimentar sus desarrollos de manera particularmente fecunda, De hecho, por ser un pensamiento nacido en los mérgenes, su originalidad cs del todo equiparable a las alternativas conceptuales y préc ticas que emergen en los discursos de los grupos perniciosamente llamados “minoritarios’ como son los de los indigenas, homosexuales,afrodescendien- tes, etc, es decit, dentro el dinamismo que debate “desde la perspectiva de los margenes, desde el punto de vista de lo que y de quienes son excluidos, suprimidos, deslegitimizados, convertidos en locos, imbéciles o infantes”. Este trabajo parte de una exposicidn sobre la teoriafeminista entendida en su globalidad. En efecto, podrfa parecer més correcto entablar una disc sién sobre los feminismos, Personalmente, apuesto sobre la forma singular, ya que desea referrse en estas reflexiones sobre el Feminismo tal como fue definido Iineas anteriores. No obstante, los considerables aportes criticos forjados entre las feministas decoloniales, indigenas y afrodescendientes, ‘me permitirin proponer una reflexién sumaria sobre un tipo de feminismo FT Beahabib, pon 82 i= DUQUESNOYGALLEZ emergente que que aparece posiblemente en mis investigaciones entre las ‘mujeres mapuche-williche de Chile. ‘Como es sabido, la teorfa feminista nunca ha sido monolitica. Alcontra- rio, es plural y sumamente variada debido alas numerosas aristas y matices que el nicleo de enfoque expresa. A final, revela una gran diversidad de in- tereses, propuestas y demandas. En definitiva, posturas tedrico-précticas que cubren la pluralidad de los mundos femeninos aunque sin nunca alejarse de su foco constituyente: las mujeres Varias estudiosas han dejado al conjunto tedrico y filosdfico de esta corriente socioldgica importantes aportaciones que se han vuelto lugares comunes de discusiones académicas y politicas. Citemos ade Beauvoir, Ben- habib, Mouffe, Pateson, Haraway, Anzuelda, Bidaseca, Segato, Hills, Butler, Valedrcel, Millet, Osborne, Femenias, Lamas, Héritier, Phillips y un nume= roso etcétera. Lo que interesa al conjunto de estudiosos que se adscriben a esta corrien- te es centrarse en las mujeres (entiéndase que mujer se ha vuelto en sf un concepto discutido y controvertido a nivel teérico), pero no necesariamente desde un fundamento esencialista o universalista (més abajo esbozaremos las disputas seftaladas). Como Madoo y Niebrugge-Brantley lo recalcan, son tres los argumentos que muestran que la teoria Feminista se centra en las mujeres. En primer lugar, la mujer es el “principal (...) punto de partida de codas sus investigaciones. Es decis, su objeto. En segundo lugar, es igualmente su sujeto central ya que se‘intenta ver el mundo desde el distintivo y ventajoso punto de vista (o puntos) de las mujeres en el mundo social’ Finalmente, la teoria feminista es una teoria critica y actvista que acta en nombre de las ‘mujeres (..) para toda la humanidad’®. Una de las originalidades claves de esta propuesta es que la teoria femi- nista se encuentra al cruce de varias disciplinas, cuyas voceras contemplan tanto al nivel de la teoria como de la observacidn. Antropologia, psicologia, historia, sociologta filosoffay demografia, slo para citar las principales, son las disciplinas que fortalecen y alimentan los debates en torno a la mujer, To que, amén de enfatizarlo, ofrece una visién creativa ya veces disparatada, si no confusa, de la produccién especializada, F Madoo, sen 5, 23 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? Empero, ¢s innegable el enriquecimiento que esta importante ramifica cidn del saber en torno a las sociedades humanas ha proporcionado desde hhace medio siglo (de su origen en los afios 60) hasta la fecha. De Beauvoir: Le Deuxiéme Sexe La publicacién en 1949 de Le Desariéme Sexe (El segundo sexo), por a filé sofa y escritora Simone de Beauvoir, aticula por primera vex una reflexién general en torno a las manifestaciones de la erarquizacién dual que rige as relaciones entre los sexos en Ambitos tan disimiles —aungue complemen- tarios— como la politica, la economia, la educacién, el mundo laboral, cul: tural, bioldgico, ete. Existencialista, De Beauvoir descarta el determinismo y contrapone la responsabilidad humana, Denuncia tanto a los hombres por su cobardia y sexismo, como a las mujeres hundidas en la pasividad, la sumisidn y el conformismo, abogando por el reconocimiento de la igualdad entre sexos La célebre asercién de de Beauvoir, segiin la cual “No se nace mujer, se lo deviene’ denuncia a su manera el discurso imaginario que elabora la sociedad a partir de la diferenciacién biolégica, asf como sus innegables consecuencias.De algiin modo, la publicacién de este libro citado por tantas feministas marcé el inicio de una segunda ola dentro del llamado movi iiento feminista que ya desde el siglo x1x manifestaba una preocupacién por parte de las propias mujeres para defender sus derechos negados por los varones. El libro de la filésofa francesa probablemente no sea la causa del sue gimiento, en Francia, del llamado "Movimiento de Liberacién Femenina” ¢n 1968, De su lado, 1970, considerado erréncamente como el afio cero del Mtr, ve el primer encuentro piblico de las simpatizantes. Es ilustrativo que en este movimiento al igual que en muchas organizaciones del feminismo nunca se haya reclamado la obra de la flésofa existencialista —tampoco de alggin otro tratado— como libro fundante. Referirse a este movimiento es sefialar que con él, y a partir de un cuestionamiento de las relaciones desiguales entre los sexos, aparecen tedricas y activistas estadounidenses, ‘mexicanas, latinoamericanas,alemanas francesas,etc. que fundamentan sus reivindicaciones sobre un armazén conceptual firme, estructurado y analit- 0 original. Se ha podido enfatizar que, a lo largo de sus 40 afos de existencia, 84 i= DUQUESNOYGALLEZ los logros de este movimiento feminista han sido més importantes que en 200 afios, contribuyendo a la maduracién de las democracias como formas de gobierno. En suma, el Feminismo es un movimiento social y politico “discontinuo” y “difuso” (como lo cataloga Fraisse), vector de demandas especificas emanadas de un grupo social determinado, promotor de un cambio general de sociedad. De su lado, el campo académico se ve enriquecido por aportaciones novedosas,criticas y sustentadas en una perspectva teérica sOlida, capaz de rnutritse de los variados alcances de las ciencias sociales y humana. Las seguidoras de la francesa darén eabida a Ia corriente “universalista” en el sentido que buscan que la mujer se vuelva un sujeto 0 un individuo neutral, en oposicin reivindicativa a esta pretensién exclusivamente mas- cailina, Para ellas, la unidad de la razén fundamenta la humanidad en su esencia, La llamada “diferencia entre los sexos” y la consecuente subordina- cién de las mujeres no se puede respaldar en ninguna evidencia natural ya que s6lo es una construccién social que diferencia los sexos y sus relaciones. En efecto, "Ia igualdad entre los sexos es la utopfa necesaria del femninismo”” Ideario teérico La teoriaferinista nace de una preocupacién, por parte de las mujeres, res- pecto al rol y lugar que el colectivo masculino patriarcal les condesciende dentro de las sociedades que controlan y edifican. Partiendo de la consta- tacién de que, en las culturas de tipo occidental, el lugar que ocupan en la toma de decisiones ¢s ausente (desigualdad de géneto), y con frecuencia hasta dentro de los hogares, varias mujeres impulsan un movimiento inte- lectual a favor de su liberacidn. Dicho de otro modo, la tcoria feminista se origina en el rechazo de la posicidn subalterna y subordinada (la opresin de género} de las mujeres. A varias preguntas intentaré aportar respuestas desde un punto de vista no androcéntrico, Preguntas como, por ejemplo: por qué la mujer es descartada de la vida social? (Le inceresa involucrarse en si misma? (Cémo? Con qué medio® siguen movilizando en nuestros dias una suerte de accién colectiva que se artiocula y desarticula al ritmo © Frise of 7 rise sf 85. INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? de sus derrotas y victorias ¥,tal como un ave fénix, vuelve a nacer sobre las bbases de su originalidad fundamental: la lucha por el reconocimiento de la especificidad de las mujeres en tanto sujetos y no objetos. No obstante,en cada batalla se adelantan dentro de laadquisicién y con tol de las decisiones que les conciernen. A nivel politico y social, iin con desajustes evidentes {y progresos que realizar) segin los paises y gobiernos, las mujeres van obteniendo un més amplio control sobre las medidas a favor de la satisfaccién de sus demandas. Eso fue y es un gran paso hacia el control, a veces constitucional, de la igualdad entre los sexos. Aun asi, las cosas no parecen tan evidentes, Pateman’ ha mostrado que el contrato social vigente en las sociedades democriticas se elaboré a partir y sobre un padrdn patriarcal. Eso es, un contrato de subordinacién en el que las mujeres no disponen plenamente de sus cuerpos, fuerzas laborales, singularidades etc De muchas formas, lo anterior plantea una compleja interpelacién en tomo a lo que se debe entender o no en torno a la equidad de los sexos y _géneros. Es permitido preguntarse si el problema de la igualdad no revela alguna identificacién entre ambos sexos a partir de un modelo masculino y por ende, con el objetivo de moldear y asimilar el mundo de las mujeres al de los varones. Esta manera demuestra una neutralizacién de las diferencias objetivas (pero existen?) 0 una hiper valoracién de la masculinidad como norma referente. En definitiva, no actuaria del todo a favor de las mujeres. De otto lado, una estricta oposicidn binaria masculinidad versus feminidad no parece resolver los problemas ya que ladiferenciacién sexual hace correr el riesgo de crear dos mundos opuestos —Io que es la tentacién de Pate ‘man— (cuando deberfan ser complementarios) 0, una vex ind, la indiferen: ciacidn de lo neutral y la disolucién dentro una suerte de individualismo sexuado. En todos los casos, la cuestidn de la dominacién masculina y sus consecuentes tensiones no se ve solucionada. A partir del decenio del 60! las discusiones en torno al concepto gender (género} en uso en la tradicién anglosajona, como lo veremos, parecieron ofrecer en un primer tiempo, pese a su“uso intensivo™, una via de entendimiento. Una de las claves bésicas que proporciona la teorfa feminista es revelar que las mujeres si estén presentes en numerosos procesos sociales. Cuando 3 Pacem, 1988, Ua andlsisde ene tabs en Garau, 2. 9 Bonde 1998 5 86 i= DUQUESNOYGALLEZ no lo estan es porque sencillamente se les impide su intervencién 0 se las limita drastica y determinadamente. Eso implica que son mucho més que madres ylo esposas. La tentacidn existe entre ciertas feministas! de pensar a las mujeres come madres y micleo del Ambito privado de la familia, lugar de encuentro de una nueva y renovada moralidad politica, “nuevo modelo para la actividad de los ciudadanos"". En realidad, el reto es descartar los engaiios del esencialismo y dela identidad de un objeto “mujer” reducido a sus funciones meramente biolégicas de reproduccién. Sila categoria “mu- jee” es una categoria construida —y como categorfa es consecuentemente limitativa— es primordial deconstruir los discursos, representaciones, préc- ticasyyrelaciones sociales que hipostasian fatalmente ala mujer en posturas que implican su subordinacién y silenciamiento. El objetivo principal de esta premisa te6rica es promover politicas que abandonen el paternalis- ‘mo patriarcal de considerar a la “mujer como mujer’; para retomar la bella expresién de Mouffe®, es decir, no ceder a la tentacién de pensar en una identidad mujer’ en la que todas deberfan reconocerse (y ser reconocidas). Pero si pensar a las mujeres desde el enfoque de la subordinacién y de las minorias esto es, como si fuese una ciudadana de segunda categoria) es un je notorio y potente para entender cémo se construyen las relaciones del poder excluyente.Por ende, es ttl para cimentar una democracia ms jasta ¥ equitativa, En este aspecto, por ejemplo, la teoria feminista demuestra su envergadura tedrica y creativa para inscribir sus conclusiones dentro de las grandes teorias sociales de la antropologia, de a sociologia y de la ciencia politica. En efecto, y no es su menor mérito, es un conjunto teérico critico que desafia y cuestiona a profundidad el establishment sociolégico, sesgado por su masculinidad y sus consecuencias en las politicas de género que (in}forman, Género Simone cle Beauvoir y sus seguidorasintercedieron a favor del igualitarismo por otro lado fruto de la lustracién, valor en bogs entze los militantes de la i Ruddick 989.0 Bsheain, 9s, Moule, soot 5 2 Mouffe22er 87 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? inquierda”, Para ellas no parece conveniente enfatizar las diferencias entre sexos, 0 de fa mujer: Por eso, las feministas igualitaristas abogan por el uso del concepto “género” que, segtin su apreciacidn, subraya el cardeter cons truido, social, de la feminidad, Desde esta perspectiva, una supuesta ident: dad de la mujer ode lo “femenino” (una naturaleza esencialfemenina) no es mis que un consteucto que disiraza las relaciones sociales de opresién que dividen el género humano en dos sexos,biparticidn a favor de un género prepotente: el de los varones" Pese a las divergencias entre universalistas, la prioridad es, en términos de Curel, “desenmascarar el patriarcado como sistema a través de demostrar la construccién social, cultural y econémica de las diferencias sexuales”* sumidas como naturales. No obstante, Chantal Mouffe atina cuando intenta conciliar las opo siciones clisicas entre esencialistas y diferencialitas, cuando advierte: “No hay razén para que la diferencia sexual tenga que ser pertinente en todas las relaciones sociales", ya que no todas estas relaciones se traducen sobre ‘un modo confictivo 0 de sumisin. Esbovemos breverente las lineas del pensamiento diferencialista. Cri cas dela corriente igualitarista por haber contribuido, segiin ella, al triunfo del prototipo masculino, la feministas de esta tendencia priorizan la cul- tura de Ia feminidad enarbolando las diferencias genéricas y enfatizando la necesidad de la afirmacién de la diferencia sexual femenina, Fundadas cen estrategias del cuerpo como una fuerza frente a los hombres, militan en pro de la autonomia de las mujeres. La dificultad de esta corriente es que vvuelven a propugnar a favor de una suerte de esencialismo biolégico no desprovisto de la tentacién de hipostasiar a feminidad de las mujeres. Vale resaltar que varias feministas “negras” (sin adentrase en este espacio con los limiantes de tal apelacién) sefalaron que estos debates escudan una femi- nidad blanca, dominante, colonizadora y moralmente correcta”. Revelan que la mujer puede ser lesbian, bisexual, negra, indfgena, etc., por lo tanto no puede haber una “identidad” homogénea de la mujer. De igual forma, llegan a poner en entredicho la nocién de “género Recurrira esta categoria BF De Benwoin aa, 1 Scott 8 1S. Corie, 2608: 99-00. 16 Moule socr 1 Santor Souza, 2008; Segsto, 200, 88 i= DUQUESNOYGALLEZ ros del todo una opcién neutral como lo mostré Butler" En efecto, eta estudiosa remarca que “tener un género significa haber establecido ya una relacidn heterosexual de subordinacién’”. ‘Aunque no se Ilegue del todo a superar los dilemas que plantean las controversias entre igualitarista y esencialistas, son muchas las autoras (y autores) en nuestros dias que optan por referitse al concepto de “género” y hablar de igualdad de géneros (0 entre géneros), sin perder de vista que lo primordial para el beneficio del ejercicio politico es entendernos sobre cuestiones cardinales como: Qué es una mujer y qué es un hombre? Cus les son los puntos comunes y cules son los que les dferencian? Eso con las necesidades, derechos y obligaciones de cada uno, De tal forma no se perderd de vista que son las sociedades particulares las que determinan lo que conviene a unos y a otras sin abandonar la lucha para que cada grupo social sea respetado y representado en todas las instancias de decisiones, No puede existir una arbitraria jerarquia moral que condene o estigmatice a supuestas minorias (homosexuales,transexuales o travesti). La historia ha ensefiado que estos ordenamientos, apoyados en un supuesto orden natural visible, han fracasado y han provocado un formidable potencial de violen- ‘alas cosas ol Programa de las Naiones Unis para el Desol,en su informe relativo a Chile, acuerda, no sin dejar abiertas las discusiones, que el“género es el sistema de atribucidn social de identidades,significados, poderes, funciones, expectativas y prestigios jerarquizados y excluyentes re- feridos al cuerpo, al deseo ya la reproduccién”®. Resuena lineas abajo que los “atributos, oportunidades y relaciones estin construidos socialmente y son aprendidos a través de procesos de socializacién, y varian segiin el contexto social y temporal. Fl género determina lo que puede esperarse, lo que es permitido y valorado en una mujer o un hombre en un contexto dado’ Es decir, las relaciones de género, debido a su carécter dindmico y multidimensional, etructuran las relaciones de poder y la distribucién del mismo, hecho que se tiie inevitablemente de injusticias, sumisin y arbi- trariedad, todos limitantes del pleno desarrollo de las personas que se ven afectadas por causa de su sexo. Estin en juego la calidad de vida humana y BW Buren aos, 19 Buler so26:16 20 yo, 20-38, 89 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? la democracia. Por lo mismo, se puede registrar un “progresivo giro hacia utilizar el género como una categoria de anilisis de todos los procesos y fendmenos sociales” A final de cuentas, el concepto de género es muy discutido y se presta, como era de esperar, a miltiples interpretaciones contradictorias. La mul- tiplicidad de voces a su favor 0 en su contra denota una efervescencia que obliga a dar més atencién a los discursos y practicas de los sujetos cuando “se ce-generan'ello con el fin de detectarsus“posiciones y sentidos singulares™. Disyuntiva del sujeto “mujer” como ente subordinado, El dilema dela identidad La Ilustracién dejé una herencia importante y muy controvertida con su concepto de la universalidad del sujeto. Sus principios se fundamentan en los tes lemas de la Revolucién Francesa: libertad, igualdad y fraternidad. Curie, alo largo del texto mencionado, aboga por un feminismo “negro” ¢s decir, nacido entre las mujeres oprimidas sexual, econdmica social, ideo- [6gica y culturalmente como lo son las negras e indfgenas que viven en las sociedades pluriculturales y racistas de América Latina. Este ferinismo “negro” debe ser libertador de todas las formas de opresién, Frente a estos desafios, la corrientes feministas han de enfrentar el com plejo problema de la identidad: Qué es ser mujer"? Que significa? Son vé lidas estas preguntas y otras’ Con todo, se encuentran las posturas bipolares y ambivalentes “clisicas”en los debates en torno a la identidad, existiendo dos vertientes las posturas que consideran las identidades como (peligrosas) ficciones opresivas y represivas, y las que las contemplan como honorables. La primera vertiente acusa a las identidades de ser responsables de pla 25 como el nacionalismo, el etocentrismo y el esencialismo y sirven a Ia regulacién social debido a su poderoso potencial de categorizacién y normalizacién, Revordemos aquel texto pertinente de Bourdieu, quien BW Bondenav9¥ 5 22 Ronde, 1998 6 25. Conel nee 24 ‘De gual frona, gud es sr hombre? 25. Bourdicu, 1980, 80 i= DUQUESNOYGALLEZ enfatiza que son los grupos del poder dominante quienes disponen de la autoridad legitima para imponer su definicién de si mismos y de los demis. La segunda tendencia rescata a las identidades como capaces de afirma- cin social, cultural y politica. De ahi la virtud de apoyarse para hacer valer sus demandas de transformaciones sociales. Otra vez Bourdieu: “El mundo social es también representacién y voluntad, y existr socialmente significa también ser percibido, y percibido como distinto”™. Este texto, como en definitiva tantos otros que oponen al esencialismo tuna perspectiva constructivista, obliga a pensar que las identidades se erigen ena dinémica relacional y conflictual de ls representaciones sociales”. En definitiva, puede parecer imprescindible una buena dosis de autoafirmacién “identitaria’ frente a la dominacién cultural, social, etc. para deconstruir la categorizacién, atin a nivel simbélico, impuesta por el grupo dominante. Di- cho de otro modo, tal vez mas militante, podria ser legitimo usar el referente identitario como estrategia de reivindicacidn, siendo capaz de eludir de la accién politica la tentaci6n fascista nacionalista y extremista, lo que no deja de ser un piadoso deseo utépico, dirén con ciertara26n los opositores de esta postura, Concretamente, evitar crear y reivindicar una fantasmagérica “raz6n’ feminista, genérica, indfgena y oprimida en la que “Io oprimido es be {o".Esta postara,a su vez, descartara con un simple sacudido de la mano la inmensa riqueza de la diversidad interna singular de cada grupo minoritario ydominado que se ubicaen la fuente creadora de sus muchas producciones caulturales. Esta praxis serfa del todo paradéjica cuando se sabe que el mismo sujeto puede ocupar puntos disfmiles —y numerosos—dentro de la arena social o frente a una reivindicacién colectiva, Seyla Benhabib expresa que “las reivindicaciones individuales de autoexpresién auténtica no tienen por qué irde la mano de las aspiraciones colectivas al reconocimiento cultaral”™ La posicién asumida por Curiel merece ser considerada, sobre todo cuando se trata de estudiar la problemitica de la construccién de la identi dad dentro de un grupo subordinado”, como lo es el de las mujeres indige- nas, por ejemplo, Curiel seiala que es legitimo “apelara las dentidades y al ‘mismo tiempo los peligros que implica asumirlas como objetivos politicos. a 1967 27 Abr, 1994 28 Benhabib, 006: 99, 23. Ochy Cusiel es una ferinita afrocaribefia que se ature como lesbians. Esta pectin es importance para comprender su postu 1 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? Con ello quiero sostener que no se trata de rechazar las identidades o asu- zirlas del todo, porque en un mundo como el nuestro, donde los sectores de poder dominantes mantienen sus certezas de quienes son, es necesario mostrar ciertas certezas a la hora de definirnas y en ese sentido autoafir marnos”®., De ahi probable y eventualmente se tenga que controlar una dinémica dialéctica del péndulo que oscila entee la afirmacién identitaria ya su deconstraccién. La teoria feminista reitera y sustenta ventajosamente, a nuestro parecer, las controversias en torno a la categoria de sujeto tan acariciada por la tendencia esencialista que reduce a [a mujer a una identidad unitaria. Esta postura es insostenible ya que no existe ninguna estabilidad esencial, sino oscilaciones en los procesos permanentes de identificaciones a las que las personas estamos sometidos. Propugnat lo contrario es reificar al ser hums: no asi como a sus grupos de pertenencia y afiliacidn. Nadie puede pretender que se observe una uniformidad infalible en el conjunto de aspiraciones y decisiones, menos imponer desde el exterior esta constancia y homogenti- dada grupos de sujetosa los que no se aparenta. Los actores,sujetos sociales, scan hombres o mujeres, o ambos unidos en ambiciones comunes, se ven agitados por discursos, deseos, anhelos, etc. en los que se consolidan sus referentes sociales, culturales intimos,en una convulsién dialéetica que i pide que haya “identidad social que pueda ser completa y permanentemente adquirida”™.Por lo tanto la unidad, o en este caso, si se desea la identidad de un grupo social y cultural relativamente bien determinado, consiste en Ia reunién de los rasgos parciales pero objetivamente compartidos sobre {os que la mayoria de los actores coinciden para reconocerles como “suyos’ Hazafia que s6lo, amén de recordarlo, puede objetivarse en parte importante através de la mirada de los “otros” Con ello pretendemos que es legitimo asumir el recurso a la categoria de “sujeto” (asf como de “identidad”) —y en lo que nos interesa, de “suje to femenino"— como un ente en construccién™, pluriversal y “de voces 30. Carel aoa: wa, 31 Moule, 200 4 52 Bonder e999) planta una erie de preguntas interesantes en torno ala consteuccién del sujeto:“s posible que un suet originariamente conseuido en y através de decermi- ads structs socals smiles se transforme raicalmente sea capa de enue ors verdad, tos pacers yotasrelaciones de poder Si esto fuera posible émo se producen esas arslormacioneCusles sons condiciones deposed y cules ws 92 i= DUQUESNOYGALLEZ riiltiples” en el que se yuxtaponen varios estratos identitarios fracturados, correspondiendo cada uno a un punto especifco de afliacién dentro del mundo social. En breve, deconstruir esta nocién del sujeto racional y mo- derno no impide revisarla para asignarle caracteristica eriticasy tiles al entendimiento de las acciones operadas por los agentes sociales. Es decis, ‘mantener una postura “minima” de un sujeto femenino, consciente de los limites imaginarios que rechaza asumiéndose plenamente como agente de su emancipacién y empoderamiento, De eso que se llama “feminismo” y del pensamiento indigena La teorfa feminista, en sus numerosos desarrollos, ha alimentado miles de paginas en discusiones, polémicas, posibilidades, desencuentros y enrique- cimientos que probablemente conocersn todavia diferentes e inacabadas aristas. No se propone una sintesis de estas cuestiones en este lugar. Es posible y descable una definicién aceptable del coneepto “ferninismo"? El autor opina que si las definiciones son imprescindibles para delimitar los rmargenes conceptuales de los anslisis a cargo de los cientificos sociales, no es conveniente restringiry encerrar las discusiones en el marco de una de- finicién “universal: Un fenémeno tan complejo como lo ¢s el Feminismo lo impide categéricamente, Ademés, la virtud de esta corriente préctica Y tedrica es agregar —aun al precio de disputas a veves feroces— aportes disimiles que permicen estudiar a las mujeres y favorecer la hucha para fa ‘obtencién del lugar justo que merecen en sus sociedades respectivas. Eso sino todas las mujeres del mundo consideran las mismas vias para llegar a este y otros objetivos que els determinan. Su conocimiento y sus ealidades son situadas (en el sentido de Haraway) y sus contingencias cotidianas se entrecruzan y se intersectan a lo largo de telares étnica, social y econdmi camente singulares Para volver sobre el problema de la definicidn de feminismo, la literatura ofrece un conjunto de enunciaciones que, més que disimiles 0 competidoras entre si, son complementarias las unas de las otras. La mayorfa son objetos de discusiones continuas en fa comunidad cientifica, pues ls y los estudio salos parecen convenir que “feminismo” remite a “mujer” como principio minimo. Frangoise Collin sugiere una definicién lacénica pero prudente {evita a priori caer en los engarios de una percepeidn maniquea):"Lo que 93 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? se califica con la vorfeminismo’ es un movimiento complejo que esa la vez politico, cultural ¢ intelectual, que se afirm6 en el iltimo tercio del siglo xx dentzo de la sociedad occidental para extenderse luego, mediante formas diversas, a todas las regiones del mundo". En un registro binario varén vs. ‘mujer, de las Heras estima que el feminismo es “toda teoria, pensamiento y prictica social, politica juridica que tiene por objetivo hacer evidente y terminar con la situacién de opresién que soportan las mujeres y lograr asi una sociedad més justa que reconozca y garantice la igualdad plena y efectiva de todos los seres humanos"™. Facio se refiere ala dificil y contr: vertida nocién de patriarcado, definiendo el Feminismo "como el conjunto de los movimientos y grupos sociales que desde distintas corrientes del feminismo luchan por el fin del patriarcado”*, Ambas aproximaciones son restrictivas en el sentido que circunsceiben la aceién femenina feminista en un dicotémico y sexualizado marco hombres versus mujeres,es decir, dentro de un indeterminado margen singularizado por la opresién —y solamente ésta. En este tenor, Cumes denuncia ciertas vertientes del feminismo que plantean que “todas las mujeres tienen las mismas problematicas (...)y que todos —como género— tienen una lucha exclusivamente contra el patriar- cado”™*. Para Valedrcel, como pilar imprescindible de cualquier democracia, “el feminismo es el opuesto absoluto al machismo’ entendido el ferninismo como “tradicién politica moderna, igualitaria”™”, Esta tltima apreciacién presenta el defecto de hipostasiar una jerarquizada condicién femenina dentro de una nica dimensién de subordinacién pasiva y limitar asf pe ligrosamente las facultades de resistencia y creatividad politica de la que son capaces las mujeres en todas las sociedades del planeta. En el peculiar contexto histérico-cultural mapuche, las luchas y reivindicaciones se han visto orquestadas y respaldadas tanto por los varones como par las mujeres, cen una légica que aglutina las demandas de ‘odo un pueblo mas que sepe rarlas. Obviamente dicha colaboracién entre hombres y mujeres mapuches hha tenido variaciones y altibajos debido a las contingencias histdricas que ‘marcaron st larga historia, Volveremos en unos instantes sobre la emergen- cia de un feminismo entre las mujeres mapuche-williche contemporineas. 1 Gallin.2or 34 De las Heras, 2009 46-47 35_Facio, 2009: 202 36, Cutmes,2009: 52 a 94 i= DUQUESNOYGALLEZ Seria incorrecto descartar las reparticiones cuestionables de poder y de dominacién asimétrica entre hombres y mujeres en las interrelaciones ge~ riéricas denteo de los pueblos indigenas en general, ya que son conocidas € innegables. Por eso, puede hablarse de feminismo mapuche-williche aun cuando no hay un movimiento explicito que denuncie la opresién de las ‘mujeres? Como lo sugiere la antropéloga Alejandra Leighton (Castro, Chi Jog), “el centro del problema es precisamente romper con una situacién de jerarquia, opresién y machismo” ‘Antes de contestar la pregunta planteada, pareciera necesario conveni dos limites importantes: 1) ubicar claramente el lugar de origen del feri- nismo en Occidente,2) sin negar los numerosos y valiosos aportes perifé 0s (,decoloniales?) poco comparables con las preocupaciones tipicamente eurocéntricas, sean éstas académicas ylo “blancas’ Si hay un mérito que pueda atribuirse a todos los feminismos, s la reflexidn imprescindible ¢ incondicional sobre las aristas politicas, culturales e intelectuales de los aportes te6ricos y una de sus consecuentes escenarios précticos. Contri« buciones valiosas que han estimulado una serie de profundos cambios de mentalidad en numerosas sociedades contemporineas, y probablemente “la reinvencién de las mujeres y de los hombres fuera de los patrones que cstablecen la inferioridad en relacién con el otro”, Mujeres indigenas Las mujeres indigenas han ido ganando una visibilidad en el quehacer po- litico™. Ellas insisten que sus demandas y labores son ala vez individuales yy comunitarias". La equidad de género remite ala complementariedad en fas relaciones hombre/mujer, no a una “autonomia de género™®. También enfatizan que complementariedad no significa igualdad. Descartando la lgica vietimistaen la que los grandes organismos internacionales 0 ciertas ONGs como el nip o el nx pretenden presentarlas,ellas mismas expresan que sélo a partir de sus normas y pardmetros culturales pueden “identificar BH Comunicacién personal 39. Bales 1995: 148. 40 Ranaboldoecal, 2006: Aguire, 200}: Ketter. 201, 41 Quilagueo, zor Keterer 08 42 Masts, 2605 23 95 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? nuestra condicidn de mujeres indigenas, cSmo somos discriminadas, exclu das” dice Nancy Iza". Esta aseveracién desemboca inevitablemente en la dliversidad que caracteriza sus intervenciones, praxis, demandas y discusos, generando la sensacién de que “el debate sobre el significado de la partici: pacidn politica de las mujeres indigenas atin no ha sido resuelto™. Un esquema sencillo puede ayudar a entender sobre queé bases se funda ‘mentan las mujeres indigenas para pensar y acomodar su praxis. De igual ‘manera permite entender cémo articulan sus discursos de tipo feminista alrededor de una cosmovisién holistica: sui generis? En muchos aspectos, las mujeres mapuche-williche han adquirido, en nues tros dias, una evidente visbilidad que las ubica al lado de los hombres en el meollo de las reivindicaciones del pueblo ancestral al que pertenecen. A [a par, un emergente discurso pro-mujer en torno al empoderamiento las vincula de cerca o de lejos con ciertas inquietudes netamente Feministas No obstante, se debe tomar en cuenta que, debido a varias razones (como el desconocimiento), la gran mayoria se niega a autoproclamarse “feminista” Eneste capitulo recurrimosa un concepto heuristico al evocar el feminismo 1B Informe Espa 210 44 rN, 3008 4 96 i= DUQUESNOYGALLEZ sui generis que analizamos desde hace varios afios™, Este tipo de feminismo es sui generis porque se caracteriza por singularidades y afectos propios que las mujeres expresan desde una cosmovisidn y una situacién genérica y éxnica peculiares, condiciones que, a su ver, no pueden ser comparadas € identificadas con otras. De hecho, las situaciones, oportunidades y trabas locales impiden su uniformizacién teérica. En efecto, se observa una for rma diferenciada en a expresién del ser mujer mapuche-williche y, cuando se puede aplicar el caso, de ser feminista. A continuacién entregamos un ejemplo ilustrativo de ello. Cristina (Puerto Octay) nos dejé una nota (2016) para contestar estas preguntas relaciondndolas con su cuerpo y su intimidad Dice: “Me declaro feminista pero como mujer mapuche (...) (Ser mapuche, mujer y feminista] significa que me he ido acercando al secreto de ser mujer desde la cultura de mi pueblo. Ha sido un maravilloso camino hacia mi raiz” inque no se pueda pretender entrar del todo en la profundidad de estas palabras, si existe un feminismo mapuche-williche, su originalidad reside en la conjuncién de sentirse y afirmarse mujer dentro de una cultura ajena a los pardmetros occidentales, con la firme intencién de reapropiarse los cédigos culturales ancestrales y resignificarse como indigena y mujer a par- tir de estos marcadores. Estas formulaciones fortalecen la emergencia de tun conjunto préctico y discursivo que de por s{ fundamenta a las mujeres mapuche en via de empoderarse para explorar su capacidad de decisién yy accién para romper las trabas de su subalternidad. Discurso diferente y ‘nuevo, praxis politica transformadora y cuestionamiento de las estructuras patriarcale... tantas hazafias que deben ser encaminadas en y fuera de sus comunidades y que llegarfan quiza a demostrara posteriori un eje que hace “frente a la colonialidad del poder, (..) del saber" y de la naturaleza” que aqueja a la sociedad en la que las mujeres mapuche estén inmersas Enefecto,en laregién de esta investigacidn, las mujeres mapuche-williche articulan una ldgica de proteccién ambiental que denuncia esta “colonia- lidad de la naturaleza” En efecto, acorde a la visién tipicamente originaria, Ia tierra madre (iukemapu) es un ser viviente poblado por muiltiples se- res (visiblese invisibles) con el que se establece una relacién de respeco y alianza. Consecuentemente, lo que llamamos “natutaleza” y las relaciones Duquesnoy ac 46 Cutie, 2007 00. 7 Wah, oop 16 7 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? ‘mantenidas con ella no pueden ser“mitologizadas” ni menos “folclorizadas’ Este feminismo peculiar —al igual que tantas creaciones singulares de los pueblos originarios— no se elabora en los circulos académicos, ni tampoco se escribe en los textos cientifcos, sino que se procesa en los momentos vividos y considerados en y desde la experiencias que la cosmovisidn ances tral sostiene y alimenta. En estas cunas de la vida sondeada se construye el pensamiento indigena ferenino y ahi evoluciona posiblemente una gesta feminista original en sus multiples y variados estilos,siendo una expresién no eurocentrada de una ola feminista de la emergencia, nacida desde un rineén del sur global Todo indica la consolidacién de un feminismo mapuche particular ges tado por las mujeres mapuche-williche. Vera escudrifa en este sentido entre mujeres mapuche de otras regiones de Chile". Asi, enriquece el acervo feminista que producen las mujeres indigenas del continente americano ya que se movilizan dentro de un “feminismo indigena {entendido como] un ‘término multidimensional, dando a observar la realidad de un fendmeno ‘muy profundo, diferenciado, independiente y en movimiento". Se evider cia que las actividades y praxis social, politica y cultural, emanaciones de un feminismo mapuche-williche, se eslabonan desde: 1. elsistema politico (con una todavia escasa presencia) a 2, Ia accidn piiblica para construir propuestas de 3. una sociedad civil y un Ambito privado més equilibrado. En cada uno de estos planos y con diversos grados de organizacién, las mujeres exigen el mejoramiento de las condiciones de vida del grupo, el reconocimiento pleno del mismo dentro de la vida nacional y el cese de Ia discriminacién que las afecta en tanto mujeres, airmando siempre una lealtad“étnica” imprescindible para visibilizar su quehacer tanto fuera como dentro de su pus En resumen, en sus varias demandas, las mujeres mapuche-williche bus can un reordenamiento territorial, mental y ético mapuche en los princi pios bésicos del ordenamiento social ancestral, Az Mapu. El Kitme Mogen empieza por recuperar los valores de la solidaridad, la cohesién y el respeto ‘mutuo, como To express Damaris Antu Licandeo (Puyehue, Santa Elvira) Ws Ver sau, 49 Sniadecka Kors, 213: 160 65 98 i= DUQUESNOYGALLEZ El siguiente esquema figura lo anterior: + Recuperar + Reconstruir + Revitalizar _ . Organiza + Reivindicar articipar + Dialogar para (reJafirmar sus derechos propios Para cerrar: retos politicos de la teoria feminista Si bien las teorias feministas son diversas y pueden dar lugar a précticas diferentes, todas comparten un denominador comiin en su critica a la do- minacién masculina en todos los Ambitos de las instituciones sociales. De ahjsuambicidn emancipadora presuntamente slo posible desde la prictica ya esfera politica que vincula la accién a la reflexién. Empero, he ahi una de sus originalidades centrales: el paradigma poli tico y te6rico de las relaciones entre sexos se ve a su vex mediado por secto res sociales particularmente tensos dentro de Ia arena societal como razas, clases sociales, preferencias sexuales, minorias étnicas, etc. Esta situacién les impone un desafio permanente a nivel analitico asf como de la praxis transformadora que pretenden impulsar, considerando de antemano que fa lucha contra la dominacién de un sexo sobre el otro no es exclusiva de otras formas de subordinacién, “Si el feminismo debe liberar a las mujeres, debe enfrentar virualmente todas las formas de opresién™®, hazafia que no serfa el menor de sus méritos. En definitiva, lo que sf se perfila como verdaderamente imperioso es reflexionar y proporcionar un modelo novedoso y creativo de ciudadania politica moderna, plural, incluyente y equitativa en la que cada uno pue~ da desempefiarse como miembro de una sociedad democritica, Es decir, tuna sociedad abierta a los grupos (auto)declarados diferentes en el senti- do que sus necesidades y singularidades propias se vean satisfechas en los limites de sus particularismos y acorde con las normas universales de los derechos humanos. 99 INCAMINTOS PARA ADENIRARSENLA TEORAFEMINSA EXISTE UN TPODE FEMINISM ENTRE MAPUCHE LICE? Bibliografia Abric, Jean-Claude (1994) Pratiques sociales et représentations. Paris: PUF Bairros, Luiza (1995).“Nuestros feminismos revisitados” En: Politica y Cattura, 2, México, pp. 458-463, Benhabibs, Seyla (199). “Feminism and Postmodernism: an uneasy alliance” En: Benhabib, Seyla y Butler, Judith: Feminist Contentions. A Philosophical Exchange. 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