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obras completas de 4LEJO CARPENTIER xt ese musico que llevo dentro obras completas de alejo carpentier volumen 11 ese misico que llevo dentro 2 Kl siglo veintiuno editores, s. a, de c. v. | { *« igio veintiuno edtores, sa de,ov |, Siglo veintiuno de espafia editores, sa ‘gio vaintiuno argentina editores, sa Giglo veintiuno de colombia, da cedicién al cuidado de presentacin plnero poviada de anelo hemander primers edicién, 1987 Biniglo eat editors, sa. de & SeBN 36833 11225 (obra completa) ASBN 9082313953 (wolumen 11) derechos reseryados conforme a ta Tey improve y hecho en muzico/printed and made in mexico win iy ‘82101 014461170 indice A concierto de Villa-Lobos, 3: Redes, 6: Una obra sinfoaica cubana, 8; Honegger y el canto a la veloc dad, 8: Stravaah, Las bodas ¥ Pape Montero, 8; Ue ‘omipositor cubano yun eto en Pate 8; Johany a ‘gel bale, 12: Una mala aventura de LAzaro 9 del Mor de-Covellete rustica, 12; Arthur Honeeger Sel rey Prunle, 1 Un gran estreno en la Opera de Batis: Ly Nuasocia, 13 Maris, a pintor de la os ena, 13; La noc tansfigurada, 15; Opera atonal en ‘SSttbungo, 1; ‘Una grabacion ansiosamente caper 215 Ona. 6pera extudiada por un. poeta, 2 Et mandarin maeroso de Bela Bark, 28 Bl eazador furtive, 15, ts Prinera snfonta Ge Nila, 21; Bl Grfeo dc Monteverdi, 36; Le vestal de Sporn 3: Bi crue dete fuga, 52, 1NBPeleas Melisendai82, 1; ‘Un Baipo ala moda de ayer, 3, Bors en dis [0, Sa Puleinla, 47 Un tuevo orator de Honey ter 4; Un dlsco singular, 48; Estrego en Ia corons io 4; Dna zara aventura lke, 48; EF rete de don Manuel, sr Los arvafos, $8; Una revelacion me SS arta (St, Bt bering 3 Dov Oinjote en ia pantalla, th; Solomé y Eohenarin, G4 Una revision ozsara, 6; ta Opera de tes to has, 6 Ineditos de Mendelssoln, 6; La Stofona ‘eur. 57s Una, grabacion capita, 7 a Teclon fo un disco, 76; La vide breve, 78 Vuelo nocturne fe Lai Dallapiceol, 8; EnscBanzas del disco, Giros necrotdat, 8: Una, Opera de Peet, 87; La “Auldnaida, 8 £1 éngel de fuego, 94; Stravinski en San Marcos, 8; Nueva pera de Hindemith 9: Una gre ‘aclon péstuma, 91; Porgy and Bess en Europa, 38; it; Porgy” end Bess, 10% Porgy NT: tin extreno eo Caracas, 108; Ara trae Naxos, 1, Ascanio en Alba, 1; Ux amcor por {res naranje, 11d; Debate en tormo a a Nowana, 116 to Quinta sinfonia de Prokeicy, MB; Et sorry 10; Er didogo de las carmalias, 135; El mario de san tw) Sebasién, 125: Una dpera mana, 177; Obra de ge no, iy ice ate hey 18, ela ‘Agony Canticum sacrum, 38; Grapos para tes oF ‘qiesas, 188: La pier stenciose, ta, La ingen a de’ Carmen, 121 Le verbena’de ta peloma 15, La rebambaramiba, if; Teayectoia de ‘na pact 18: Daloor 1S B esto de Barba Aas, 155 En 150 aniversario de un escandalo, 158 Bajo el extro del Dues, 1; El jaxe y ts Jovenes, 168) ei faery Ta mica cuts, 105; Una esi di: cision, {6% Un notable bro, 109: El jare ya ters fara, I7l; Las trotamundos del jazz, (74; Beeadencia Sel jazz, 176; Stavinskl y Woody Herman, 13) LA MUSICA BNC RL CINE Los hallazaos de un director, 185; Un error de realt- ‘icién, 187; Misicas cinematogrtieas, 189 GéNenos Y FORMAS MUSICALES Abuso de a palabra folklore, 195; Amor milonauero, 197; Literatura eantada, 199; ET ocaso dela “mdslea Go saldn", 201; Gonealogia det eupie, 208; El "moc- ‘uiemo” en la musica, 206) El rock nd roll, 208 1a catricn Los jvenes y la critica, 213; Polémica y erties, 215, I concierto de anoche, 21; El Requiem de Verdi fn Ia Orquesta Filarménica, 22; El Orfeoa Univer: Stario en La Habana, 225 Albert Ferber, 231; El concierto de la Sinfénica, 28; Et reciente concierto de Ia Sinfénien, 23; Cato Zee 161 183 193 aut 219 ‘hl con la Sinfénica, 27; Msiea de Chmars, 23%; EL primer concerto de Ormandy. 26; El esto de Et Fetabio, 48; El concierto de Horensten, 248, La or questa "de Nueva Orledns, 248; Schoenberg Mahler, Bsi; La Sinfonvitg da Boston, 25%; La Orquesta Si {onic ag Nucra York, 25, Hi segundo concoro de forensteia, 25 Una estadisties interesante, 28; Rstadisticn, 255; EL leneuaie de las cifras (), 267, Efemerides mascates, 248; La problemdtiea popularidad, 271; Un sorpreat Gente balance, 273: Balance de concertos, Zs" Una sompresa, 277; lenguaje de as eras Gi), 219 1 PEDUERA HISTORIA {BL gancho! (Et ganchot, 285; La clave del Juan Cris {bal 288; Un musica joven ante la erties, 257; Cro bles de un escandal, 28, Escandals musicale, 291, ‘Mart, estudiante de’ aslea, 94, bos plagios taux. ‘ales, 256; Una décima a Rosa Gull, Bt San Tuan fe Liz, 30; Un exchndalo. dacograico, 203, Baca ddalo 2. Ais, 30 Estreno en Berlin,” 307 Moulin ‘Rouge ante Ios tribunals, 308 Wagner en la hoguers de Hider, 12; Revelacones sceres de Wagner, a ‘Un pequct ebchndalo musical, 7 DE LA ANTICUEDAD AL si6L0 XIX Yuclve a hablarse de los manaseritos, 323; La mica de og Lzgades, 15; Siplos de grandes ianovadores, ‘37; Ihsieg del Mediavo, 29" Ls evolu del canto Felisioo, 31; Una histoca de la misien expafel ‘RSPB bach de’ Albert Sehweiter, 35; Le bible ‘rails mozartiana, 37; Un Aas dela mask, 339 [BSTETICAS Y CORRIENTES MUSICALES bE ESTE stGto La estética de Debussy, 5; Personalidad... Tem sencias, 345: Los artisias nuevos 9) los “exabilza ‘ost 45; El mito de Loe Sol, 34; Innowadores que 'o lo parecen, 348; Revision de una escuela, 380; Un artculo sobre el nacionalismo, 882: El “misteriosa™ 261 233 at aa vu ‘stonalismo, 34; E) peso de un mensaje, 357; Facto- ree news; 385: Una vane. diacusion, Sel, La, labor Fein del futuro, 36) Gloias perecederas, 366) El Iisterio dela misica concreta, 88; Prefercncias re Yoladorns, 31t; Un. excelente. tratado, 32: Envgle ‘miento relalvo, 378" Una presencia Includible, 377, Snstrumentor electonicos, 39; B1 juego. de last fucnelas, 381; Cuareata compositores suas, 88, fuevs escuela alerana, 388, La musica tallana en 1957, S87; Un excelente libro de consulta, 380; Las que wuelven al red, 392 AMERICA LATINA: DE LA CONOUISTA AL StcLO Xx Del error de cierios “panoramas”, 397; Misicn de In conguists, 399; Una eelelon det Miso’ del Hom bre, df; Mea Colonial venezolanay Md: Aguinaldos Yy'parrandas, si8; Cantos de trabajo del Pucblo We: Ferolano, 407, Fl multiple Maremare, 410" Décimas para cantar y coplas para arrollar, 412; Una cow Grencin musica, abe; Nuestra masiea menor, 417; Buenos Alres Musical, 419 [TEMAS DE LA LIRA ¥ BL BOXeS La consagraciin de nuestros rtmos, 425; Las nuevas ffensivas del cubanismo, 45; Terge de la tira y el bongs, 425; La misica cuibana en Paris, 43; La ree Ponta: calle cabana: 40; Don Aspisza en Parts, 440; El ima de Ia rumba ent Plantation, 40; Soe gore cosongo.. en Pars, 440; Molses Simons en tee Bufes Pavsienses, 40; Un poco de historia, 4 Los srandes festivales de la danza en a Opera de Paris, 44; Triana en la Opera Comica, 447; El Cisne Negro, 7; Coppeta, #9; Variaciones sobre el ballet, {Sir Bl recuerdo de Pavlova, 48; Longevidad de los Sarzarines, 455; La era. dal ballet, 497 Bl recuerdo de una gran danzarina 499; EI Balot de Pla Lopes, $2; EL auge del valle, 464, 882Tortola Valencia: 1955, 4661 Un lbeo de Serpe Liter, 468: Una pobre temporada de ballet, 470; Lifar se reza dl ballet, 413; Sada en Ia danza fees eno, 47; Como hublese ‘Querido verla ‘Thophile Gautier, #77 rr) as ‘Una temporada warneriana en 1896, 83: Resurree dn wagmertan, 488) Del peligro de cerias revsto ‘hes, 487" Novedades on Bayreuth, 409; El rolumbre Ge Bayreuth, #1; Miradas a Bayreuth, 48%; Los nue os Maestros Canfores, 495, Las rarones dun pres ilo, 497; Creseldn de une ciudad, 49 Zaraueas, 505; La zarauela en 1955, $07; Un arma de os tion, 50) ‘opens. ¥ eaysn LIRcco La Opera Rusa en La Habana, S15; Regraso a ta Gpora Sis; Historia del Teatro Heal, S18; Un aconte lmiento en La Seala de Milan, S20; La opereta vie- hes, 822; Monedramas, 524; Nacinalizacion del dra- fn lvico, S26, EL genero de la Opera de camara, S28; na gran ternporada ric, S40" El titre’ Covent Garden, 5:2; Un escandalo eividado, 34; La hermosa histora de La’ Seala, 36; EL empresario de pers, 538: La Opera de Viena, Sil; Shakespeare 9 la dpera, 5A5, Bt temoc al estreno, D4) EI trale en la Ope. 3,547; Una portentosa temporada, $99: Un oratorio SSL; El trindo de la'dpera breve, 55a Madurer del rams Ni, 564; Los compositores ye idioma, 36; Un estreno en el Metropolitan, 389; Las Operas olvidadas, S70; Una vealidad de nuestra tempo, 572 ‘AxoIcE ONOMESTICO “a1 503 513 sm 1% OBRAS MUSICALES El concierto de Villa-Lobos gRecuerdan ustedes el comienzo. de Boris Godu- Gov... Se escuchan siete nota, sin acompaftamien. {o, cantadas por un instrumento de madera. Siete fotas. Pero son siete notas que solo pudleron haber Silo cscritas por un ruso. Toda Ta idisincrasia mo Seal del tuo, su sensibilidad pecaior, las ilexiones Enracteisticas de sus cantos populares, estan repre Sentadas en esas siete notas gue, al panto, reallzan eMnilagro de hacernos “hallar lov universal en as otrafas de lo local”, como queria don Miguel de Tnamuno, Heitor Villa-Lobos renueva constantemente, den- tro de lo americano, et logro de las sete notas de Masorgski, Puede haber eserito en su juventud una Sinfonia como la mim. 2 (ejecutada. en su primer Concierto dado con In Orquesta. Sinfonica de Vene- Sela), queriendo ser fel a In {érmula cielica de la Sohote Contorum, sin acuie ala menor inspiracion feiklorica..- A poco de hablar, el compositor ha creado nucvamente el folklore brasileno de dentro fr afuera, en una frase de los vlolonchelos que es fina modida tan "modina”, como ia de las Bacchia nas en un divis de Tos volines (al final del paimer movimiento) que suena, inequivocamente, a danza Intinoamericann. Villa Lobos dijo cierta vee que “el folklore era tI'yy\en la frase ya famosa se encerraba tina gran verdad: No hay, en el maestro brasleno, esa nga, ese anhelo de abiencion, ese perenne fnterro- gatse, do tantos latinoamericans, por saber To. que Son's como deben serio. A Villa Lobos —como a Mi Sorgski- le basta om siete aotas para saber quign es BI Conocedor de todas las fétmulas, de todas las téc- ticas, de la "modernidad”, jamas se ha preocupado or éstar con tal movimienio, o por ponerse a ton0 on tal o cual escuela. Su nacionalisimo consiste en ser quien es; en conocer profundamente la musica popular de sit pais, en amarla, acercdndose a ella en ‘spiritu, para hablar Iuego al’ mundo con el acento ‘que le correspond Muy pocas veces —en unas melodias para canto y piano, solamente— ha usado Villa-Lobos un tema folkgrica auténic, Si su misiea tiene ‘un acentg tan brasilefio —tan latinoamericano—, es porque el compositor permanecié siempre, en alma, al pie de su arbol genealdgico. Cuando ottos buscaban la ver dad en el atonalismo, él se ocupaba en escribir obras que se titulaban Choros, Serestas, Sirandas; cuando otros se metian en el callej6n sin salida del neocla- smo, él buscaba un clasicismo americano en las Bacchianas. Y las Bacchianas constituye, 2 mi modo de ver, uno de los maximos aciertos creatives de Villa Lo” bos. Recuerdo, a poco de llegar a Venezuela, el asom- bro que me produjo Ia revelacién de un aguinaldo vyenezolano que arrancaba como un concerto gr0ss0 de Handel. (Sefalé, por cierto, el hecho a Carlos Figueredo, quien inicié con ese tema su Primera sinfonia.) Del mismo modo, en mis investigaciones hechas para escribir La miisica en Cuba, habia tenido muchas ocasiones de sorprenderme ante el empaque lisico de ciertos danzones cubanos de! siglo xix. ¥ es que nuestras misias populares de buena ‘—exceptuindose las puramente indias o negras— I van la marca de un “modo de hacer”, de un modo de pensar musicalmente, propios de una época de formacién en que las tinicas obras ejecutadas y es- cuchadas por los miisicos, eran debidas a los macs- tos clisicos. Asi, profunde conocedor de la misica popular de su pais, Villa-Lobos ha encontrado, tras del acento local, esas remotas presencias de lo eld sico —esas posibilidades de tratamiento clasico—, 4 que son comunes a muesras misieas americanas. ¥ fi logrado esos milagros que. son las. Bacchlanas (Guevesuftes) donde una fuga, al desaroliarse, cobra for sf misma el acento brsieho, apenas Tas voces picaron en su orden riguoso, Hay abl un problema Planteado y resuelt, que me parece de orientacion norma para el compositor de nuestro continente Ea'cbras de tal Jorarguia,VillsLobos ha skanzado, parm nosotros. y para la humanidad, ef verdadero Sacionalismo, tal y come debiera nicamente enten dere’ un nacionaliso ds esencas a Bacchiana iim. 8 ejeculada en ai primer con- cierto, es obra magnifica por i bsleea de st conte nidoy su clita de tension lieica. Ee creaciin del Villalobos mds maduro,y, por lo tanto, su orquesia nos resulta mis sobria') ds pena, a In ver, qe I orquesta dela sinfonia antes escuchada, Los dos Momentos colminantes de ean suibe que es, on re Tidad, una sonata para orquesta en cuatro co Maria’ "Tocata”, y “Fuga ia''Modina’y la “Puga’” donde encontrames todo el genio de VillaLabos, con su pasmoso poder de eres Elin melds, dnico de tal rigueza’cn la. epoca presets, Tras dl “Ara que co uma dc las mores Paginas del compositer, ia“"Tocata” alegre, popula Cher ene de Color, pone erin de on dvs negra, mareada por percisiones de cocoe, aner de Pasnrse a ln obra msestra que la “Fuga” foal Por lo deme, ina misica como la de etta Bacehia. tudes ‘an imusial —valga el ploonasmo— tan ajena 2 ceorias, formulas, pronunclamlentos y”conslgnas, aque ofrece pocos asideros a la deseripién verbal Hay que escucharla para saber de su abundancia y termura, de su magnifica fuereay de su sinceridad El Nacional, Caracas, 20 de enero de’ 1953. Redes Tengo a Silvestre Revuéltas por uno de los compo: stores ms importantes y signfictivos que bayan aparecido en nuestro coniinente en los primeros cin- ‘cuenta aftos de este siglo; fue uno de los que seta Jaron caminos, cuando nuestras juventudes estaban hhuérfanas de orientaciones, y su obra, en Su con: junto, es una de las mds coherentes, fuertes y va Tiosas, que la ereacion musical de esencia americana haya mostrado al mundo, Dicho esto, debo confesar que la partitura de Re- des que condcimos en el ultimo concierto de la Or- questa Sinfénica de Venezuela, gracias a la devocién del maestro Abel Eisenberg, me prodajo una serie de impresiones contradictorias. Ante todo, las de ad- miracién por una pagina tan. honda, tan patética como el “Funeral” segundo fragmento de esta sul te— donde el compositor nos dio lo mejor de una partitura destinada inicialmente a una pelicula, y que slo pasé a las salas de concierto por generosa iniciativa del maestro Erich Kleiber, gran admirador de la obra de Revueltas. Y por Io mismo que ese “Funeral” es a pigina més amplia y lirica de los cinco breves movimientos escuchados, deploramios que los otros —incluyendo el magnifico episodio de Ta pesca— quedaran de tal manera en lo esquemsti: ©0, en lo fraginentario, al haberse visto separados de’ las imégenes cinematogrificas que acompanaban. El final, que se inicia sobre un pesado y obsesionante ritmo de remos —en tanto que, en la pelicula, asis ‘famosa una multiplicacién de barcas sobre cl mar— nos deja insatisfechos, al cerrarse precisamente cuan- do Ia progresién orquestal estaba aleanzando una verdadera amplitud. Es decir, que como sus propor- ciones debian ajustarse exaciamente a la secuencia destinada a la pantalla, tuvo que detenerse abi. Y silo que se destina a la pantalla gana en elocuencia 6 | con la concisién-y la brevedad, fa misica, cuando se considera uh. plano eiictamente mia, exige desarroios de tna amplitad condicionada por Ja indote misma de las ideas tratadas, Esto nos sitia ante la suerte de fatalidad que ace- cha a las partituras cinematograficas cuando se se paran de fp pelicula « la que estaban destind Recuecdo el alborozo de muchos. jovenes. compost tores, cuando el cine sonoro empezo.a recur a sllos” para fa misica de peliculas de largo metraje 0 de’ documentales. "Del celuloide pasareios al con serio” —decfan. ¥ pronto vimos en la carelera de fas orquestas sitonteas el titulo de na. partitura de Maurice laubert, destinada primitivamente a un Aocumental de Jean Psinleve sobre. la vida de los erusticeos, en expern del Napoledn de Honegger. Pero, muy pronto, los mismos, compositores renane ciaron a ese paso de su misiea a otto émbito, pucs ada ver que la msiea cinematogratica se insctbia entre partituras do concierto sinfénlcamente conce- das apareta el aspecto endcble,esquemitico, harto breve, de piginas ajustadas a imégenes precsas, y aque, por ende, ignorsban todas Tas tecnicas y grat deras del desarrollo... Ast, la Gnica paritura eine matoeréfica que ha quedado realmente como ‘una gran obra, es la cantata Alexandr Nevski de Proko- Frew, 2Por qué? Sencllamente porque en esa pelicula de Eisenstein, una sola batalla dura diez mints, en un desarrollo constante de lo visual, y, en las esce nas coraies, as imagenes han sepuido'al compositor ¥ no el cofmpositor a las imagenes Redes, de todos modos, es una partitura intresan tisima, sobre todo para quienes tenen presente, en ln'memoria, las imigenes den pelicula. Debomnes agradecer, pues, al maestro Bisenberg el estreno de sn suite de RewueltasKleiber, Pero aspiramos ahora escuchar algunas de las. partituras del maestro mexicans concebidas realmente para el concierto. El Nacional, Caracas, 19 de octubre de 1952, 1

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