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‘Boletin de! Museo de Arqueologia y Antropologia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos 3 Cabezas Trofeo y Rituales de la Cultura Lima en Maranga. Introduccién En 1992, debido a las invasiones que estaban afectando a diversos edificios prehispanicos det Conjunto Arqueolégico de Maranga, tubicado en el distito de San Miguel, provincia de Lima, realizamos una sarie de trabajos de reconocimiento con al fin de evaluar los dafos ocurtidos, Nuestro trabajo com- prendié la visita a la zona afectada, recorriendo de modo especial las Huacas 25 y 26 -segun la nomenclatura de Bonavia, Matos y Caycho (1962-1963), donde obser- vamos la notable depredacién causada a las estructuras. Estas visitas comprendieron también a la Huaca 21 0 “Middendor?’, donde en la parte infe- Tior de un talud, ubjcado en el lado sureste, observamoslo que parecian ser los restos de un entiorro saquead. Sin embargo, después de un examen del material expuesto, observamos que se trataba de restos de cabazas del po escalpes (ig. 1), Figura 1: Cabeza trofeo, vista frontal. tuna de las cuales estaba completa y las otras desarticuladas e incompletas, A\ existir referencias sobre materiales similares provedentes de este mismo sitio y otros contem- poraneos (Jijén y Caamatio, 1949; ‘Stumer, 1953; Cerulli, 1967 y Willy, 1943), creemos importante presentar el material ubicado, con el objeto de ampiiar y discutir la muestra hasta ahora conocida y también para detallar algunas de sus caractetisticas. Estos materiales, todavia son, sin embargo, escasos y pocos estudiados en la arqueologia de la Costa Central del Perl. Ubicacion El conjunto arqueolégico de Maranga, ubicado en el valle del Rimac, es uno de los sitios arqusclégioos cualitativa y cuantita- fivamenta més importantes de la costa central del Peri. El niicleo de construcciones ubicado en el lado norte esta ‘compuesto por grandes pirémides y estructura secundarias pertene- Gentes a la cultura Lima, Unade estas piramides es la Huaca 21 0 Middendorf, la cual esté edificada a base de pequafios adobes, muros de ‘apia y rellenos de cantosrodados. Se trata de una de las construcciones de mayor dimension en toda el area. Todo el conjunto arqusolégico de esta época ha sido considerado como ‘el mayor centro ceremonial religioso de esta época. Las cabezas halladas aqui son cuatro: una casi antera, otra parcialmente desarticulada y dos Juan Paredes Olvera* fragmentadas, de l2s cuales silo se conserva la seccién posterior de la zona del cusllo y occipital (Guillén, 1995: com. pers.). Estas fueron ubicadas en la esquina sureste de ta Huaca 21, en un talud donde se observa material suelto producido por el derrumbe y erosin de las estructuras del monumento, en el mismo sector donde excavé Jjén y Caamafio en 1925 (ver fig. 2). El material se encontrs disperso ya que, aparentemente, abla caido de la parte superior. En et momento del hallazgo recortimos todo el monumento con el objeto de identificar el posible lugar de procedencia del material, pero no fogramos ubicar ninguna zona removida 0 con avidencias de huaqueo. Las cabezas trofeo o escalpes Las cabezas ubicadas son del fpo escalpes, es decir, que la pie! ha sido retirada integramente del créneo, provadiéndose a suturar las aberturas do los ojos y la boca, La parte posterior fue suturada con soguillas de totora (Thypa sp.), formando una especie de bolsa, en la cual s0 introdujeron restos de ma- terial vegetal, obteniendo la apatlencia y forma de una cabeza humana. Las cabezas conservan el ccabello, asi como todos los elementos de la cara, ya sean los orfcios de la nariz y las orejas (algunas con pperforacion en el lSbulo inferior para colocar aretes), Los ojos y labios fueron suturados con hilos de algodén. El material vegetal que * Arquediogo UNMSM. 4 Boletin de! Museo de Arqueologia y Antropologia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Figura 2. Plano de la Huaca 21, El recténgulo indica la zona det hallazgo. rellena el interior de ta cabeza 0 ‘escalpo esté conformado por tolora (Thypa sp.), catticito (Pennisetum Sp), pancas e inflorescencias de maiz (Zea mays}, asl como -por lo menos- ‘uatto variedades de gramineas, las mmismas que estaban colocadas en Pequetios manojos (var gs. 3y 4), Se observa también un poco de algadén (Gossypium barbadense), Para suturar la parte posterior de las cabezas se ha utlizado soguilas de lotora entrelazadas con fibras; también se ha estirado Ia pie! del cuolls@ inclusive la del cabetlo. En la cabeza mejor conservada se identificd un fragmento de ceramica, colocado en al interior, para formar ta prominencia de ta nariz. Este fragmento esta pulido en ta supers interior y muy erosionado en la parte externa, De acuerdo al tipo, color de pasta y acabado, pertenece a la cultura Lima, En esta cabeza se nota claramente que el proceso de escalpado se inicié desde el cuello, siguiondo por la zona del agujero oo- dipital o foramen magnun, despues de haber separado la cabeza del ‘cuerpo. Desde este punto se procedio a cortar a piel hacia la parte de la Protuberancia occipital. E] escalpado habia sido realizado con mucho Cuidado para no dafiar la piel que 2 extala, lo que podia haber producido cortes 0 roturas en la futura cabeza trofeo, El tejido identificado corresponde a la piel y cuero abeliudo; no se observan restos de musculos ni tampoco algin corte ‘especial en la parte supetior de fa piel, aparte de algunas pequefias incisiones, al parecer producidas casualmente en el momento del escalpado. Al revisar con datalle ta superficie externa e intema de la pial se observa una capa de barro en algunos sectores; la cual, parece, recubrié las cabezas o fue parte del tratamiento de momificacion. Se identfican también diferencias de pil y cabello en las cabezes, las que pueden corresponder a distinciones do dad sexo, En dos de elias se ha identficado restos de barba, En una, al lébulo de la oreja tiene una perforacién para colocar arate, Es necesatio mencionar que et trabajo dol escalpado se inicié cuando ta piel estaba fresca, tanto para la sutura de los ojos y labios asi como para nicer €1 proceso de secado y estirado de la piel, una vez retrada del eréneo, con €@l objeto de conservar su forma. Por esto, ol proceso de escalpado debib realzarse con sumo cuidado, siendo un procedimiento de momificacion sumamente complejo. El mantanimiento y cuidado de estas ‘cabezas habria sido especial, por su fragilidad y condiciones de conservacién en al medio ambiente, teniondo en cuenta que entre cu preparacion y enliero final no deblo Figura 3: Relleno de cabeza trofeo. Boletin det Museo de Arqueologia y Antropologia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos 5 haber transcurride mucho tiempo (Gull, 1995: com. pers.) En el caso de las cuatro ‘cabezas trofeo identficadas, ninguna de ellas conserva la parte frontal, lo que nos impide saber si habian tenido © ho un “cordén sujetador’. Por las caracteristicas de ta piel y fa misma consistencia y fragtidad de la cabeza, 6 probable que el cordén no haya existido. Jijon y Caamafio (1949) menciona haber identificade estas soguillas en la coronilla, er matoriales similares ubicados en el mismo sitio hace siete décadas, lo ‘cual no hemos podido corroborar en fas cabezas que presentamos aqui. Comentarios finales En una revision de la bibliografia sobre la cultura Lima, ‘comprobamos fa existencia de datos importantes para considerar la préctica de sacrifcios humanos. Los entiaros de individuos que ‘acompafian a personajes principales, como en Certo Trinidad y Playa Grande (Stumer, 1953; Willey, 1943), sugeririan la practica de sacrificios humanos; asimismo, el hallazgo de cuerpos desarticulados, craneos entetrados, restos éseos y ta presencia de un individuo “descatnado” (Jijon y Caamafio 1949). Todo esto indicaria la existencla de ofrendas mortuorias humanas en la Cultura Lima. Las “cabezas" sorian un elemento partiou- lar de este tipo de rituales, y formarian parte del ajuar funerario (Jijon y Caamafio, 1949; Stumer, 1953; Cerull, 1967 y Willey, 1943). Seria necesario, en todo caso, saber si las cabezas trofeo fuoton preparadas para ta fino silas utilizaron debido @ causas circunstanciales, En ambos casos, creemos que 6! valor ritual de ta cabeza 6s primordial, ya que el tratamiento que sla dio expresa una funcién determinada, es decir, la de Figura 4: Relleno de cabeza trofeo. un objeto sacto cuyo uso esta citounserito por el contexto donde finalmente se le utiliz6, es decir, formando parte del ajuar funeraro, En ol caso de los materiales ubicados en Maranga, nuestro problema fundamental es la falta de _asociacion, lo que nos impide realizar inferencias acerca del uso que se les dio aunque -como hemnos vist, en la Costa Central ests tipo de materiales han sido localizado s6lo corno parte del ajuar funerario. Debido al complejo procedimiento de momificacién al que fueron sometidas las cabezas, pensamos en una funcién esenciaimente ritual. Pero, considerando que la frecuencia de su registro es tan pequefia, creemos que las cabezas debieron ser elementos de culto 0 rito muy especiales. ‘Agradecinlentos Mis agradectnientos alas personas ‘qecoldsraunconest atin, ales sprees

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