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  • Los Crímenes de La Calle Morgue (Cont.)

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    Los crímenes de la calle Morgue (cont.)

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    EDGAR ALLAN POE CUENTOS COMPLETOS Traduccién y notas de JULIO CORTAZAR yer Secresa El misterio de Marie Rogét! CConeriNuactON DE LOS CRIMIENES DE.LA CALLE MoRGue® "eget in RheieacherBopehensitn le der Wikis put Te ot. Seen illen sie mssnmen. Menschen wd Zale msiiien| iii ie ache Begs dase uralionanen exten, nnd ihe Flge lice unvolkoninen snd Sob se Refomaion ste des Proestngsmus kam dit Luterchum beer ise dees de acsecinientos que coren pasos swale: Rar ‘se cnnciden; porlo genes os homes yi suntan modifica Ia sere ideal perfect, as contecwencis son po lo tao igsalnente Ipertcts Tal ocuei5 conf Refine vez dl protean se sot a ern, Nowa Snir Luci tan on tet een eg ‘Sc de Nucor ange st ues psa may ders cole ‘Syne pane ssn re ey a ‘Seale oc ene pon gen ee ec de Senay nen Aun entre los pensadores mis sosezas, pcos hay gue alg zn wz no se hayan sorprendido al comprobar que erfan a meats eno sobrenatural de manera vaga pera sabrecogedors-;basin- dose para ello en cvindidencas de naurslea tan asombrosa que, ‘en cuanto mes coincides, ntelecto no ha aleanzado a pre Ihendes: Tales sentimientos (ya que as ereencias a medias de qne hablo no logran la plena fuerza del penmionto) mancase botran el todo hasta que sc los explia por la doctrina de las posibili- Ades. Ahora bien, este cilculo es puramente matemitico en esen- ‘ia, yas nos encontramos com la anomia de que la cena mis rigida y exacta se aplica alas sombrasy vaguedldes de la espe- culacin mis intangible, Los extraoninarios deelles que me toca da conocer cams ‘itayen, por lo que se refiere al Bempo, la rama principal de ‘una seri de wincidenias apenas comprensbles, cya rama secur claria © Final reconacerin todos los lectores en el reciente asesi- rato de Mary Cecilia Rogers, en Nueva York. (Cuando en un reat ttlado sLos cxetes de la elle Mor quer, pblicado hace un aflo, até de poner de manifesto algue ns notables caracteristicas dela mentalidad de mi amigo, cl che- vulier C. Auguste Dupin, no se me ocurtié que volveria jams « ocuparme del tema, Era mi intencin desribir ests caracteris sicas,y su objeto fe plenamente logrado dentro de ls terrible serie de cizcunstncias que pusieron de manifieto el modo de ser de Dupin. Podsia haber aducida otros ejemplos, pero no hhubieran resultado més probatorios. Los recientes sucesos, sin ‘embargo, con su sorprendente desrollo, me obligaa a propo cionar nuevos detalles que tendri I apariencia de una co sién forza. Pero, lego de lo que he odo en estos dkimos tiem pos,scria vendaderamente extrafo que guardara slenio sobre Io aque wi y of hace ‘Una ver reuelta la tragedia dela maerte de madame UE -panaye y su hi, Dupin se desprcacup nmin lan to y recayé en aus viejos hibitos de melancélicaensofacin. Por si pare, inclinado como soy aI abstracién, no dejé de acom- pafarlo en su humor, sogufamos ocupando ls mismas habitacio- res en el Faubourg Saint-Germain, abandonamos toda preoc- cin por el tur pata sumesginos plicidamente en el presente, ‘daciendo a sueis el moreecine mundo que nos rodeaba ‘Batos seis, sin embargo, solan interrampire, Ficilmen te se imaginard que el papel desempefiado por ti amigo en el drama de la calle Morgue no habfa dejado de impresionar ala policiaparisionse. El nombre de Dupin se habia vuelto familie 4 todos sus miembros, a sencilla mareraleza de aquellasindac— cones por la exales habla desertedado el misterio no fue mtn «a explcado por Dupin a mae, Gera de mi -nisiguier l pre- Fecto-, por Io cual no sorprenders que su intervencién se ‘onsiersta poco menos que milagros, 0 que hs aptitudes ami- lcas del cheval le valieran fama de intitvo. Su femnquera lo hhubieralevido a desengaar a todos los que ereyeran est dt ‘no, pero at humor indolente lo aleaba de la reteracin de un ‘pico que habia dejado de interes hacia mucho. Fue asi como Dupin se convirtié en el lnce de ls mirada dela pole, yen nn pcos caso la prefect trat6 de contratar sus servicios. Uno Ld los ejemplos ms notables lo proporeion6 el asesinato de una hnven Tamads Marie Rogée Et hecho ocurrié unos dos aos después de ls atrocidades vic ls calle Morgue. Matie, cuyo nombre y apellido Imari ‘nnisitamente I atenciba porsu parecido con los de fa infor= wna vendedora de cigarros de Nueva York, era hij nea de la vita Escelle Regt. Su pace habia suerto cuando Marie era vy peste, y desde entonces basta uns diecocho meses antes ‘nos ocupa, madre ¢ hija habfan vivido juntas Saint Anéeé? donde la sefior: Rog, ayuda el ssesinato Aa ale Pa or a joven, dria una penién, Las cous siguiemon asi haa que Marie eumplé veintidés aos, y su gran bellezs ara la aten- cin de un perfumista que ocupaba sno de los negocios en la seria del Pals Royal, cuya cliencela principal constiuian los peligrosos aventureros que infesaban la vecindad. Monsieur Le Blanc? no ignoraba las venajas de que la hella Marie atendiera fa penfamerfa,y su generosa propuesta fie prontamente acep- tae ora joven. aunque urn no a de mona algun ‘Las prevsiones del comerciante se cumplieton,y sus silo nes no tardaron en hacerse famosos gracias lot encantos de la viva grit. Un aio levaba és en sa empleo, cuando sus ach adores quearon confines por su brusca desparcién. Mon- sieur Le Blac no se explicaba su auseacia, y madame Rogét ‘taba Hlena de ansiedad y terror. Los periédicas se ocuparon mmedtamente dl asuntoy a policiaemperab a elects inses- tigiciones cuando, una semana después de su desaparicin, Marie se present6 otra vez en la pesfumeriay reand6 ss ene, d= ola impresin de hallase perféctamente bien, mmnque sv expre~ si6n roflejaba cierta tristeza. Como es natural, toda indagaeién fue inmediatamente suspendida, salvo la de eatieterprivado, Monsieur Le Blane se mostrsimperturbable y no dijo una pal bra Atoka as preguntas ertmalaas, tanto Maris como si made ‘espondieron que la primera haba paso Ta semana con patien tes que vivian en el eampo, La cosa acab ah y five bien pron '0 olvidada, sobre todo porque la joven, deseosa de evitar ls Jmpercinetcias de la curiosidad, no td en despedine defini tivamente del perfamistay buscé reijgio en casa des made, cn la calle PavéeSsine André ‘Habrian pasado cinco meses de su retorno al ga cu: o alarm a sus amigos una segunda y no menos brs despa ricidn, Pasion tes dis sn que se tuviera noticia alguna. Al cuar- to dia el eadveraparecié flotando en el Sena,‘ cerca de ori 1s opuestaal barrio dela calle Saint Andeé,en un punto no muy alejado de la aisha vecindad de ls Barrie du Route ‘Laatrocidad del crimen (pues desde un principio fue evi- dente que se tataba de wn erimen), la juventud y hermossra de La vietima y, sobre todo, st pasada notoriedad, conspiraon pata producir una intensa conmocién en los esptitas de los sensiles parisienses, No recuerdo ningiin caso similar que haya provocado efecto tan general y profindo. Durante aris sea fash dscusi6n del absorbente tema hizo incluso olvidar los temas politicos del momento. El prefecto despleg’ tna Tita actividad y, como es natura Jos recursos de la polieia de Paris fueron empleados en su torlidad Al descubsitee el cadiver, nadie mspaso que el asesino eva

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