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Jerome Bruner Realidad mental y mundos posibles Los actos.de la imaginacién (e[UMe LIER -AH (0 (OM MM tte) Cee eae Ree de realidad y lo estudian para reconstruirlo o deconstruirlo. Estén en busca de la teoria implicitaen la construccién de Heart of Darkness de Conrad on los mun- dos que elabora Flaubert. No sc trata de que se ocupen biogréficamente de Con- rad o de Flaubert, si bien no hacen oidos sordos a lo biogréfico, ni tampoco es- ‘in tan captados por la nueva critica que s6loreparan en el texto y sus arificios, aunque también se interesan en ellos. En cambio, proyectos eer un texto por ‘sus significados y, al hacerlo, poner de manifiest¢lartede su autor. No rechazan Ia guia de la teorfa psicoanaiitica ni de la pottica de Jakobson, ni siquiera la de la filosofia del lengua, a realizar su bisqueda. Pero ésia no se dirige a probar refutar una teorfa, sinoa explorar el mundo de una obra literaria determinada. ‘Los partidarios del enfoque de arriba hacia abajo lamentan la individuali- dad de los que proceden de abajo hacia arriba. Estos ltimos deploran el enfo- ‘que abstracto de los primeros. Lamentablemente, ni unos ni otros se comuni- ‘can mucho entre sf. En los dos ensayos siguientes no contentaré aninguno de estos grupos y, 10 que es peor todavia, no encuentro raz6n alguna para disculparme por eso. Tam- poco puedo justificarme afirmando que, cuando sepamos bastante, los dos mé- todos se fusionardn, No locreo. Lo maximo que puedo afirmar ¢s que, como su- cede conelestereoscopo, se llegamejora la profundidad mirando desde dos pun- tos ala vez. 2 ait Dos modalidades de pensamiento ! Permitaseme comenzar planteando mi argumento de la manera mas audaz posible, para examinarlo mejor en su fundamento y sus consecuencias. Es el si- guiente. Hay dos modalidades de funcionamiento cognitivo, dos modalidades de ensamiento, y cada una deellas brinda modos caracteristicos de ordenar la ex- pperiencia, de construi la realidad, Las dos (si bien son complementarias) son ltreductibles enure si Los intentos de reducir una modalidad ala otra de igno- ‘ar una aexpensas de la otra hacen perder inevitabfemente la rica diversidad que encierra el pensamiento, ‘Ademés,¢sas dos mancras de conocer tienen principios funcionales propios Y sus propios crtcrios de correccidn. Difieren funddamentalmente en sus proce- ‘imientos de verificacién. Un buen relato y un argumento bien construido son clases naturales diferentes. Los dos pueden usarse como un medio para conven- cer aotro, Empero, aquellode lo que convencen es completainente diferente: os Aargumentos convencen de su verdad, los relatos de susemejanza con la vida. En ‘uno la verificacién se realiza mediante procedimientos que permiten establecer ‘una prueba formal y empirica. En el otro no se establece la verdad sino la ve- rosimilitud. Se ha afirmado que uno es un perfoccionamiemto o una abstraccién del otro, Pero esto debe ser falso 0 verdadero tan sélo en la manera menos es- clarecedora. Fancionan de modos diferentes, como ya se observé, y la estructura de un argumento l6gico bien formulado difiere fundamentalmente de la de un relat bien construido. Cada uno de ellos, tal vez, es la especializacién 0 transforma- cién de una exposicién simple, por la cual Ios enunciados de hecho son conver- tidos en cnunciados que implican una causalidad. Pero los tipos de causalidad {mplicitas en las dos modalidades son patentementedistntos. La palabra luego funciona de un modo diferente en laproposicién légica “six, luego y" yen la fra- sedeunrelalo"Elrey muri6, y luego muri lareina”. Con una se realiza una bis queda de verdades universales, con la otra de concxiones probablemente part Culares entre dos sucesos: una pena mortal, un suicidio, un juego sucio. Si es-cierto que el mundo de un relato (para lograr verosimilitud) tiene que ajustar- se a las reglas de una coherencia l6gica, puede transgredir esa coherencia para * Bae capil sparecisparciaimente con el alo de “Narrative and Parndigmatie Modes of, ‘Trovght"ensl Anuatio de 1985 dela Sociedad Nacional para el Esta de ls BaucaciGn, Lear ing and Teaching: The Ways of Knowing B Constiuir la base del drama, Como en las novelas de Kafka, en las que una ar- bitrariedad no légica en el orden social proporciora el motor del drama, on las obras de Pirandello o Becket, donde el elemento de identidad, a=a, es audazmen- {e transgredido para crear perspectivas miltiples. Y. del mismo modo, en el ar- tede la ret6rica se ineluye el uso de la representacién dramética como medio de fijar un argumento cuya base es principalmente légica. Empero,apesar de todo lodicho, un relato (sea verdadero oficcional)es juz ado por susméritosen cuantorelato con criterios diferentes de los aplicados pa ra juzgar si un argumento ldgicoesadecuadoo comtecto. Todos sabemos quemu- chas hipétesiscientificas y mateméticas comicnzan siendo pequeftas historias 0 ‘metéforas, pero alcanzan su madurez cientifica mediante un proceso de verifi- cacién, formal o empiric, y su validez no se basa en su origen literario. Lacrea~ Cidn de hipstesis (a diferencia de la verficacidn de hipotesis) sigue siendo un misterio cautivante, tanto més cuanto que fil6sofos serios de la ciencia, como Karl Poppet’, afirman que laciencia consiste sobre todo en la falsacién de las hi- potesis, independientemente de la fuente de Ia cual provengan. Quiz Richard Rorty® tiene razén cuando dice que la corriente principal de la filosoffa anglo- americana (que, en su conjunto, rechaza) se caraciriza por su preocupacién so- bre el interrogante epistemol6gico de cémo conocer fa verdad, al que él opone eLinterrogante més general de cémo llegamos adarle significado a la experien- Cia, que es lo que preocupa al poeta y al narrador. Primero voy a definirrSpidamente las dos medalidades para poder introdu- cirme con mayor precisién en el tema, Una de lasmodalidades, la paradigmati- cao l6gico-cientifica, trata de cumplirel ideal de un sistema matemético, formal, dedescripcién y explicacién. Emplealacategorizaciéno conceptualizaciény las ‘operaciones por las cuales as categorias se estabiecen, se representan, se idea- lizan y se relacionan ente sia fin de consttuir un sistema, Entre sus conectivos iguran, en el aspecto formal, ideas como, porejemplo, laconjuncidn y ladisyun- cin, lahiperonimia y a hiponimia, la implicaciér estrictay los mecanismos por los cuales se extraen proposiciones generates a partir de enunciados de contex- tos particulares. En términos generales, la modalidad I6gico-cientifica (que en adelante denominaré paradigmética) se ocupa de-causas generales, y de su de- terminaci6n, y emplea procedimientos para asegurar referencias verificables y para verficar la verdad empitica. Su lenguajeestéregulado por requisitos de co- herencia y no contradiccién. Su émbito est4 definido no solo por entidades ob- servables a las cuales se refieren sus enunciados bsicos, sino también por la se- rie de mundos posibles que pueden generarse l6g.camente y verificase frente a Jas entidades observables; es deci, estédirigida por hipéussis de principios, ‘Sabemosmuchosobrelamodalidadparadigmtica del pensamiento y duran- {e milenios se han desarrollado poderosos mecanismos auxiliares para ayudar- > Kan Popper, Objective Knowledge: An Evoluionary Approach, Oxford, Clarendon Prete, 1972, > Richard Rony, Philacophy and the Mirror of Notre, Princeton, Princeton Univeriy Press, 1979, on nos a llevar a cabo su funcién: la ldgica, la matematica, las ciencias, los apa- ‘alos aulométicos para wrabajar en estas campos con la menor cantidad posible de inconvenientes. Asimismo, sabemos bastante sobre el funcionamiento de la ‘modalidad paradigmética en los niflos, quienes primero tienen dificultades pe- +0 luego Hlegan a ser bastante buenos cuando son inducidos a emplear esta mo- alidad. La aplicacién imaginativa de la modalidad paradigmnética da como re- sultado una teorfa solida, un andlisis preciso, una prueba I6gica, argumentacio- nes firmes y descubrimientos empiticos guiados por una hipdtesisrazonada, No Obstante, Ia “imaginacién” (0 intuicién) paradigmatica no es igual a la imagina- in del novelista o el poeta. En cambio, es la capacidad de ver conexiones for- males posibles antes de poder probarlas de cualquier modo formal. La aplicacién imaginativa de la modatidad narrativa produce, en cambio, ‘buenos relatos, obras draméticas inleresantes, crGnicas histdricas crefbles (aun- que nonecesariamente “verdaderas"). Se ocupade lasintenciones y accioneshu- ‘manas y de las vicsitudes y consecuencias que marcan su transcurso, Trata de situar sus milagros atemporales en los sucesos de la experiencia y de situar lacx- periencia en el tiempo y el espacio. Joyce pensaba que las particularidades del Telato eran epifanias de lo ordinario, La modalidad paradigmética, por lo contra- rio, tata de trascender Jo particular buscando niveles de abstracci6n cada vez mds altos, y l final rechazan en teor‘a todo valor explicativo en el que interven gallo particular, La logica esié desprovista de sentimicnto: uno va, en general, a donde lo evan sus premisas, conclusiones y observaciones, uncon algunasde la fats de percepcién a las que también los I6gicos son propensos. Los cien- Uficos, tal vez porque confian en las historias familiares para llenar las lagunas de sus conocimientos, tienen un trabajo més dificil en la préctica, Pero su salva~ cidn reside en eliminar las historias cuando pueden recmplazartas por causas. Paul Ricocurt sostione que la narrativa se basa en la preocupacién por la con- dicion humana: los relatos tienen desenlaces tristes 0 cémicos o absurdos, ‘mientras que los argumentos te6ricos son sencillamente convincentes onocon- vincentes. A diferencia de los vastos conocimientos que tenemos sobre el fun- ‘cionamiento de! rezonamiento légico y cientifico, sabemos muy poco en cual- ‘quier sentido formal sobre la manera de hacer buenos relatos. ‘Quizds uno de los motivos de-esa falta de-conocimientosresida en que en un telato deben construirse dos panoramas simultineamente, Uno es el panorama de Ia accién, donde los constituyentes son los argumentos de la accién: agente, intencién o mela siuacin, instrumento; algo equivalente a una "gramética del relato”. El otro es el panorama de la conciencia: los que saben, piensan o sien- ten, dejan de saber, pensar o sentir los que intervienen en laaccién, Losdos pa- ‘oramas son esenciales y distintos: es la diferencia que media entre el momen- toen que Edipo comparte el lecho con Yocasta antes de enterarse por el mensa- jero de que ¢s su madre y después de enterars. En este sentido, la realidad psiquica predomina en la narracién y toda rea- lidad que exista mds allé del conocimiento de los que intervienen en la historia “Paul Risoesr, Time and Norrtive, Chicago, University of Chicago Press, 1983, 25

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