Professional Documents
Culture Documents
Zarith
Zarith
A R T Í C U L O D E
I N V E S T I G A C I Ó N 657
Rev Méd Chile 2009; 137: 657-665
A R T Í C U L O D E
658 IN V E S T I G A C I Ó N
ESCALA DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR DE ZARIT - H Breinbauer et al
Anexo 1. Escala de sobrecarga del cuidador de Zarit, versiones original (todos los ítems)
y abreviada (ítems en gris)
* Escala de Zarit (Todos los ítems): Cada respuesta obtiene una puntuación de 1 a 5. Luego se suma el puntaje obteniendo
un resultado entre 22 y 110 puntos. Este resultado clasifica al cuidador en: “ausencia de sobrecarga” (≤46), “sobrecarga
ligera” (47-55) y “sobrecarga intensa” (≥56). El estado de sobrecarga ligera se reconoce como un riesgo para generar
sobrecarga intensa. El estado de sobrecarga intensa se asocia a mayor morbimortalidad del cuidador.
** Escala de Zarit Abreviada (sólo los 7 ítems marcados en gris). Cada respuesta obtiene una puntuación de 1 a 5. Luego se
suma el puntaje obteniendo un resultado entre 7 y 35 puntos. Este resultado clasifica al cuidador en: “ausencia de
sobrecarga” (≤16) y “sobrecarga intensa” (≥17). El estado de sobrecarga intensa se asocia a mayor morbimortalidad del
cuidador.
A R T Í C U L O D E
I N V E S T I G A C I Ó N 659
Rev Méd Chile 2009; 137: 657-665
A R T Í C U L O D E
660 IN V E S T I G A C I Ó N
ESCALA DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR DE ZARIT - H Breinbauer et al
Se registraron edad y sexo del cuidador y deraron valores ≥0,6 como acuerdo sustanciales y
paciente, años cumpliendo función de cuidador, ≥0,8 como acuerdo casi perfecto; 3) la confiabili-
número de salidas mensuales fuera del hogar y dad interobservador se midió con CCI entre dos
realización de otras actividades fuera del cuidado, aplicaciones de la escala por observadores distin-
para comparar los pacientes del programa “VIDA” tos. En su interpretación, se consideraron rangos
con los otros 10 individuos, sin encontrarse equivalentes al kappa.
diferencias significativas, permitiendo su análisis
como un solo grupo. Sensibilidad al cambio. No fue evaluada en este
Los instrumentos fueron aplicados en 3 opor- estudio.
tunidades. Dos veces por observadores distintos al
inicio del estudio (explorando confiabilidad inte- Determinación de utilidad. Se recogió la expe-
robservador), y una tercera vez 4 meses después riencia de los 8 entrevistadores, comentando
por uno de los equipos iniciales (explorando duración de aplicación de los instrumentos, nece-
confiabilidad test-retest). La segunda y tercera sidad de entrenamiento y facilidad de calificación.
aplicación sólo consideró a los 22 pacientes del Para el análisis estadístico se utilizó software
programa VIDA. SPSS 16.0, manteniendo seguridad de 95%.
A R T Í C U L O D E
I N V E S T I G A C I Ó N 661
Rev Méd Chile 2009; 137: 657-665
Aspecto evaluado Prueba Estadística (n) Escala de Zarit (EZ) Escala de Zarit
abreviada (EZA)
de sobrecargab
Correlación de Pearson 32 0,7 0,67
con depresiónb p<0,01 p<0,01
Validez de criterio Correlación entre 32 - 0,92
externo puntuación EZA con EZ p<0,001
(Gold-Standard)b
Alfa de Cronbacha
Confiabilidad
a Valores en Alpha de Cronbach mayores a 0,75 son considerados como alta consistencia interna.
b Valores en Pearson mayores a 0,5 con p <0,05 traducen una correlación fuerte entre ambas variables.
c Valores en CCI y Kappa mayores a 0,6 son considerados como acuerdo sustancial entre dos evaluaciones, y
Tabla 2. Cruce de resultados positivos para sobrecarga intensa entre ambos instrumentos
A R T Í C U L O D E
662 IN V E S T I G A C I Ó N
ESCALA DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR DE ZARIT - H Breinbauer et al
Consistencia interna. Ambos instrumentos alcan- del instrumento (indicador único subjetivo y depre-
zaron altos niveles en alfa de Cronbach. sión). Ambas escalas evidenciaron además excelentes
valores de consistencia interna, confiabilidad interob-
Confiabilidad interobservador. EZ mostró acuerdo servador, y confiabilidad por estabilidad test-retest.
casi perfecto entre observadores, con valores EZA se correlacionó fuertemente con EZ,
sobre 0,81 en el margen inferior del intervalo de apoyando la validez por criterio externo de EZA.
confianza del CCI. EZA mostró rangos sólo un Considerando además la gran área bajo curva
poco menores y siempre con nivel de acuerdo ROC, pareciera que EZA evalúan el mismo fenó-
sustancial entre observadores. meno que EZ, logrando discernir presencia de
sobrecarga intensa en cuidadores.
Confiabilidad de estabilidad. Ambos instrumentos Destaca la potencial utilidad que reviste EZA,
mostraron altos índices kappa comparando el como método de pesquisa en atención primaria
puntaje total en ambas aplicaciones. Independien- para identificar a cuidadores con sobrecarga inten-
temente, todos los ítems mantuvieron un acuerdo sa, considerando una sensibilidad y VPN de 100%,
test-retes al menos sustancial, obteniendo el más además de una alta especificidad y VPP.
discordante un kappa de 0,68. Sin embargo, debemos considerar algunos ses-
gos en esta validación. 1) Tamaño muestral. Aunque
Utilidad. Los encuestadores consideraron ambos apropiado para determinar las correlaciones imple-
instrumento de fácil aplicación. Todos los ítems y la mentadas, serían necesarios 220 cuidadores para
forma de contestar fueron comprendidos rápida- realizar un análisis factorial. Este permitiría una
mente. Leer detenidamente la encuesta una vez fue validación de constructo más amplia, además de
suficiente entrenamiento para sentirse preparados a explorar dinámicas subyacentes en la realidad socio-
implementarla. Aplicar EZ no demora más de 8 min cultural de los cuidadores23. 2) No se determinó
y EZA menos de 3 min. Calificar ambas escalas fue sensibilidad al cambio. Saber si el instrumento es
simple, al sumarse los indicadores de forma lineal. capaz de registrar el impacto de intervenciones es
crucial para elaborar programas de apoyo. Realizarlo
requeriría un estudio controlado de al menos 6
DISCUSIONES meses. Sin embargo, se describe una adecuada
sensibilidad al cambio en la EZ, siendo utilizada
Tanto EZ como EZA mostraron altos niveles de como medida de control en importantes estu-
validez de constructo en relación a dos dimensiones dios32,34. 3) Ruralidad de la muestra. La validez y
A R T Í C U L O D E
I N V E S T I G A C I Ó N 663
Rev Méd Chile 2009; 137: 657-665
confiabilidad evidenciadas en este estudio no pue- original y abreviada para cuidados paliativos.
den ser inmediatamente extrapoladas a un medio Recomendamos ambos instrumentos como útiles
urbano. Un mayor acceso a recursos en un sector y válidos, principalmente en el contexto de aten-
urbano, pudiesen mitigar los efectos de la sobrecar- ción primaria, para la detección de sobrecarga en
ga (un estudio en Santiago estimó casi la mitad de cuidadores de pacientes dependientes y su even-
sobrecarga respecto a la registrada en este estudio3), tual intervención.
alterando principalmente la validez de constructo Con su brevedad y 100% de sensibilidad, EZA
sustentada en la correlación de los instrumentos con representa un excelente método de pesquisa para
sensación subjetiva de sobrecarga y depresión. detectar cuidadores que presenten sobrecarga inten-
Por otro lado, los resultados en este estudio sa, condición asociada a un aumento de morbimor-
son semejantes a los descritos en numerosos talidad30,31. La EZ por su parte, en sus 22 preguntas
estudios internacionales de validez y confiabili- originales, se mantiene como un instrumento de
dad, especialmente para EZ5,6,15,20,26,29,31,43, reali- estudio y seguimiento más fino, que permite guiar y
zados en medios urbanos y rurales. Bajo esta controlar programas de intervención probados en el
consideración, los sesgos descritos tendrían bajo extranjero, como grupos de apoyo, terapia ocupa-
impacto sobre la validez y confiabilidad de estos cional de enfoque comunitario, terapia cognitiva
instrumentos en Chile. conductual y entrega de herramientas de manejo de
En suma, se considera que ambos instrumen- pacientes dependientes32-34.
tos pudiesen utilizarse válidamente en Chile, para
objetivar sobrecarga y guiar procesos de interven- Agradecimientos
ción en diadas cuidador-paciente dependiente. Queremos agradecer a la directora del Departamento de
Salud de la Corporación de Educación y Salud de Melipilla,
Dra. Nelly Madrid, a los funcionarios del Centro de Salud
CONCLUSIONES San Manuel en Melipilla, y a los participantes del internado
rural del Campus Occidente de la Escuela de Medicina de
Este estudio contribuye a validar la Encuesta de la Universidad de Chile, del período abril-julio de 2008, sin
Sobrecarga del Cuidador de Zarit, en sus versiones los cuales este estudio no habría sido posible.
A R T Í C U L O D E
664 IN V E S T I G A C I Ó N
ESCALA DE SOBRECARGA DEL CUIDADOR DE ZARIT - H Breinbauer et al
13. LÓPEZ O, LORENZO A. Morbilidad en cuidadores de 28. ZARIT SH, ZARIT JM. The Memory and behavior
pacientes confinados en su domicilio. Aten Primaria problem checklist and the burden interview: Techno-
1999; 24: 404-10. cal Report, Pennsylvania State University; 1983.
14. SCHULZ R, BEACH S. Caregiving as a risk factor for 29. HÉRBERT R, BRAVO G, PRÉVILLE M. Reliability, validity
mortality. The caregiver health effects study. JAMA and reference values of the Zarit Burden Interview
1999; 282: 2215-9. for assesing infomral caregivers of communiti-dwe-
15. HEPBURN KW, TORNATORE J, CENTER B, OSTWALD SW. lling older persons with dementia. Can J Aging 2000;
Dementia family caregiver training: affecting beliefs 19: 194-507.
about caregiving and caregiver outcomes. J Am 30. REGUEIRO AA, PÉREZ-VÁSQUEZ A, GÓMARA S, FERRERIRO M.
Geriatr Soc 2001; 49: 450-7. Escala de Zarit reducida para la sobrecarga del cuidador
16. SCHULZ R, O’BRIEN A, CZAJA S, ORY M, NORRIS R, MARTIRE LM en atención primaria. Aten Primaria 2007; 39: 185-8.
ET AL. Dementia caregiver intervention research: in search 31. GORT AM, MARCH J, GÓMEZ X, DE MIGUEL M, MAZARICO S,
of clinical significance. Gerontologist 2002; 42: 589-602. BALLESTÉ J. Short Zarit scale in palliative care. Med
17. SCHULZ R, MENDELSOHN AB, HALEY WE, MAHONEY D, Clin (Barc) 2005; 124: 651-3.
ALLEN RS, ZHANG S, ET AL. Resources for Enhancing 32. BELLE S, BURGIO L, BURNS R, COON D, CZAJA S,
Alzheimer’s Caregiver Health Investigators. End-of- GALLAGHER-THOMPSON D ET AL. Enhancing the Quality
life care and effects of bereavement on family of life of Dementia Caregivers from Different Ethnic
caregivers of persons with dementia. N Engl J Med or Racial Groups. Ann Intern Med 2006; 145: 727-38.
2003; 349: 1936-42. 33. NICHOLS LO, CHANG C, LUMMUS A, BURNS R, MARINDALE-
18. ZARIT SH, REEVER KE, BACH-PETERSON J. Relatives of the ADAMS J, GRANEY MJ, ET AL. The Cost-Effectiveness of a
impaired elderly: correlates of feelings of burden. Behavior Intervention with Caregivers of Patients with
Gerontologist 1980; 20: 649-55. Alzheimers’s Disease. J Am Geriatr Soc 2008; 56: 413-20.
19. WISNIEWSKI S, BELLE S, COON D, MARCUS S, ORY M, 34. GRAFF MJL, VERNOOIJ-DASSEN MJM, THIJSSEN M, DEKKER J,
BURGIO L ET AL. The Resources for Enhancing HOEFNAGELS WHL, OLDE-RIKKERT MGM. Community
Alzheimer’s Caregiver Health (REACH): project de- based occupational therapy for patients with de-
sign and baseline characteristics. Psychol Aging mentia and their care givers: randomised controlled
2003; 18: 375-84. trial. BMJ 2006 Dec 9; 333(7580): 1196. Epub 2006
20. MARTÍN M, SALVADÓ I, NADAL S, MIJI LC, RICO JM, LANZ P. Nov 17. Disponible en www.bmj.com.
Adaptación para nuestro medio de la Escala de 35. GUTIÉRREZ-MALDONADO J, CAQUEO-URÍZAR A, KAVANAGH
Sobrecarga del Cuidador (Caregiver Burden Inter- DJ. Burden of care and general health in families of
view) de Zarit. Rev Gerontol 1996; 6: 338-46. patients with schizophrenia. Soc Psychiatry Psychia-
21. ANKRI J, ANDRIEU S, BEAUFILS B, GRAND A, HENRARD J. tr Epidemiol 2005; 40: 899-904.
Beyond the global score of the Zarit Burden Inter- 36. Fondo Nacional de la Discapacidad. Cuidadoras y
view: useful dimensions for clinicians. Int J Geriatr cuidadores de personas dependientes y enfoque de
Psychiatry 2005; 20: 254-60. género en Chile. Santiago, Chile 2007. [citado el 21
22. ZARIT SH, ORR NK, ZARIT JM. The hidden victims of de octubre de 2008]. Disponible en: www.fonadis.cl
Alzheimer’s disease: families inder stress. New York: 37. ALONSO A, GARRIDO A, DÍAZ A, CASQUERO R, RIERA M.
New York University Press. 1985. Profile and Burden of Care in Caregivers of Patients
23. ANKRI J, ANDRIEU S, BEAUFILS B, GRAND A, HENRARD JC. with Dementia included in the ALOIS Program. Aten
Beyond the global score of the Zarit Burden Inter- Primaria 2004; 33: 61-8.
view: useful dimensions for clinicians. Int J Geriatr 38. ARGIMÓN JM, JIMÉNEZ J. Métodos de Investigación
Psychiatry 2005; 20: 254-60. Clínica y Epidemiológica. 2a ed. Madrid: Ediciones
24. LEE YR, SUNG KT. Cultural influences on caregiving Harcourt, 2000.
burden: cases of Korean and Americans. Int J Aging 39. KATZ S, AKPOM CA. A measure of primary sociobiolo-
Hum Dev 1998; 46: 125-41. gical functions. Int J Health Serv 1976; 6: 493-508.
25. DEMERS A, LAVOIE JP. Effect of support groups on 40. Ministerio de Salud. Guía Clínica. Serie Guias Clíni-
familiy caregiver to the frail elderly. Can J Aging cas Minsal N°XX, 1a edición. Santiago: Minsal, 2006.
1996; 15: 129-44. 41. ALARCÓN AM, MUÑOZ S. Medición en salud: Algunas
26. ARAI Y, KUDO K, HOSOKAWA T, WASHIO M, MIURA H, consideraciones metodológicas. Rev Méd Chile 2008;
HISAMICHI S. Reliability and validity of the Japanese 136: 125-30.
version of the Zarit caregiver buden interview. 42. SÁNCHEZ R, ECHEVERRY J. Validación de Escalas de
Psychiatry Clin Neurosci 1997; 51: 281-7. Medición en Salud. Rev Salud Pública 2004; 6: 302-18.
27. TAUB A, ANDREOLI SB, BERTOLUCCI PH. Dementia 43. GORT A, MINGOT M, GÓMEZ X, SOLER T, TORRES G,
caregiver burden: reliability of the Brazilian version SACRISTÁN O, ET AL. Use of Zarit scale for assesing
of the Zarit caregiver burden interview. Cad Saúde caregiver burden and collapse in caregiving at home
Pública 2004; 20: 372-6. in dementias. Int J Geriatr Psychiatry 2007; 22: 957-62.
A R T Í C U L O D E
I N V E S T I G A C I Ó N 665