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LA INDUSTRIALIZACION TRUNCA DE : AMERICA LATINA FERNANDO FAJNZYLBER dades numéricas eepin la notacion anglossjons, era. corente ale del mundo de habla hispana. Asi 3,258 sign stor de habla hispane icara tres mil dos ‘Sin embargo, cor fen algunos pafses de lengua es Enel cago de las cantidades dec ial en el mundo de habia hispans, esto es, el uso dela Comey no del punto-—para separer ios enteros dea parie trac: Introduccion imos afios se asiste, a nivel internacional, al ascenso de ysamiento que \lemas econdmicos las presiones “irresponsal ejercidas por grupos representativos de los sectores produc ;ntes”, unidos al ascenso de las “parroquiales presiones nacionalistas’, explicarian las deficiencias en el funcionamiento de las economias de mercado. La creciente opacidad del mercado, jones burocraticas” a la creatividad de los empresarios y jan la erosién del dinamismo y el sur miento de la inflacién. De este diagndstico emanan conclusiones de una gran-simplicidad ycoherencia: es preciso eliminar estos factores de perturbacién social y econémica, y restituir al mercado, nacional e internacional, la fun- clon suprema de regulacién econémica. La jibarizacion de la accion publica y la supresidn de las distorsiones provocadas por la interfe- Fencia de los intereses particulares, conduciré a recuperar el dinami mo, cuyas beneficios se difundirén al conjunto de la sociedad. El sacri- ficio asociado a los inevitables reajustes de corto plazo se verdn am- iamente recompensados, a largo plazo, por la aplicaci6n de esta cientifica propuesta Entre los ingredientes ideolégicos, desempefian un papel destaca- do la sustitucién de los valores de solidaridad y equidad por el indi dualismo y la deificacién de los resultados gonerados por la transpa- rencia del mercado y la erosi6n de la vision integral del hombre, que veria ocupado su lugar por el “eficiente” homo-economicus. Esta nueva concepcién del hombre y la sociedad conduciria a la pulverize cién de este tejido social que articulaba, a través de convergencias y conflictos, a los distintos estratos sociales, favoreciendo asi Ia bre” adhesién individual esta nueva propuesta. Esta concepcién ha recibido apoyo electoral en los paises que lide- raron la primera y segunda revolucién industrial, Inglaterra y Estados 3 ciente de a Unidos est siendo instrumentada con base en el expod covrein en aquelios ptses de Améric Lating ue ena cade de 50 ‘epretentaben ol gredo mas avanzado do urbanizecion, industaliza- ibn integracion socal ona region: Argentina, Chiley Uruguay. Es {or palses tanto los avanzados Como los del Cono Sur, comparten el aber ereeido en l boom de la posguera, 2 un rime signestve mapejo menor que ede as agrupaciones de pales en quo se los suelo inclu r ue ha encon- Ec caso de los paises avanzados, esta propuesta, a tradoun grado variable de recoptvidad, pero que est presente ena tnayor parte de los paises, convoce a ia recuperacion de un pasado rose, izado por el dinamismo, navacién y el liderazgo eugiiak En America Latinetemblon se convocasrecuperar un poss 0" puro en esto caso caracteizado por Io ausoncta do este e* wester industrial, dgsarrolado el emparo de la protec- ia domagogicaintervencion” publica, ‘Aunque le newumentacin intogral de este propuesto se limite por ci mortenta a un numero reducigo de patses, su influancia se hace Sentr on ta mayor parte de fos pases dele region Frente esta propueste, que enfrentates evidenis insuficiencias de laindustrialzecion latinoamericana sobre base del expediente sim- ode cuestionar su existenci, caben las siguientes alternativas " Hacer abstracci6n de esta marea en ascenso y esperar que se de- bilte come conseevencia de los inevitables conflicts soctales que geneia suinstrumentacion; : b) Reivindicar los aspectos positivos del patron industrial preceden- te, tribuyendo sus deiciencias al carder “tardo” de laindustialze- Sion latingamericana, los que deberian resolverse con el teanscurso deltiempor y c) Agumnir en toda su extension: ila distuncionalidad del potron in dvettial precedente, respect ala satefaccion de carencias y eprove- hamiento de potenciaidades de un sector dla poblacién de Amor fa Latina. no obstante los signifieativos aportes que prestd ala trans. formavion productive sociah i) reconocer que porte dole seduesion que elrce la propuesta neoliberal es stnbulble, precisamente, acer {os iracionalidades del modelo precedente yi admitir la necesidad Ge inleler la elaboracion de una propuesta de “nueva Industialize- Sion”, que enfrente en terminos positives a concopcion neoliberal en as reflexiones que se exponen en este libro so inscriben ciertamen- telen est stima vision, Porel earcter general de estas rellexiones y por la lara conciencia de que el émbito industrial es s6l0 Uno de los Campos en que se da esta polémica, e excllye toda pretensién pro- rarnatica, Se trata de contibuiraun debate que reign seiniciay que Sdqulere mayorrelevancia cuanto mds cerca ae encuentre do la dad de cada pats a evidente subordinacion teenolégicalatinoamericana respecto @ lamatrizindustral delos pafses avanzados yel necho de que s® esis, 10 a escala mundial a un periodo de transicién entre dos patrones indus- triales, conduce a insertar esta reflexién en el émbito més general de las transfor tanto capit: La imagen que se difunde en América Latina de que las estrategias, ntadas a la exportacién de algunos paises del sudeste asiético nstituyen una prueba irrefutable de los méritos de la propuesta neo- iberal explica la atencién que se presta a esasexperiencias. El proceso de industrializacién latinoamericana se proyecta enton- ces sobre el telén de fondo de las transformaciones que experimenta {a industrializacién de los paises avanzados y de las “paradigméticas” experiencias del sudeste asidtico, que comparten con América Latina el caracter “tardio”. El andlisis critico del modelo industrial prevaleciente en la regién y las ensefianzas que fluyen de esas experiencias constituyen la fuente central de inspiracion de las reflexiones, incompletas y esqueméticas, que se formulan sobre una “nueva industrializacion”. La diversidad y complejidad de algunos de los temas que se abor- dan merecen—y tai vez constituyen o podrian constituir—el objeto de un vasto programa de investigaciones a ser emprendido por dive centros y organismosnacionales y regionales en América Latina. han tratado en este ensayo, no siempre con la profundidad requerida y a veces con un propésito meramente descriptivo, es porque se de- sea destacar e ilustrar la relevancia decisiva que, para la reflexién so- bre la industrializacién, tienen los factores endégenos y la compren- rmaciones que experimentan paises y regiones con sistemas sociales y grados de desarrollo diferentes que, en conjunto, estan forjando el contexto en que tendré lugar el desarrollo de los pat- ses latinoamericanos en las préximas décadas. Este ensayo apunta més a sugerir y explorar éreas de reflexién que a exponer los resulta- dos de una investigacion exhaustiva que, por lo demas, en algunos de lostemas considerados, atin no se ha emprendido con el rigor necesa- Et capitulo | analiza el papel de la industria en el crecimiento sin pre- cedente que experimentan las economias avanzadas con posteriori- dad a la Segunda Guerra Mundial. Se destaca su funcién de liderazgo contribucién que el agotamiento de ese patrén industrial tendrfa én la explicacién de la recesidn con inflacién de la década del 70. El capitulo Il aborda la tarea de explorar los mitos y la realidad de la, versién que se divulga en América Latina sobre la experiencia de los paises del sui izaci6n de América Latina en las tres ultimas décadas. Se intenta ificar los aspectos en que aparece un grado elevado de similitud dinamico crecimiento industrial de los paises avanzados y aquellos que evidencian la profunda disfuncionalidad con las caren- cias y potencialidades de la regién, " lo IV se retoma ef marco internacional de referencia, indo ahora avanzer en la comprensién de las respuestas sstén dando los paises avanzados al ago- precedente. sapitulos a juce, en el ca} sxiones sobre el contenido de una “nueva indus- jencia que debe- ales de la igunas conside- ‘portadoras de izacion’ Es ésta una reflexidn que sé ubica en un contexto definido por las condiciones vigentes en América Latina. Se aspira a contribuir al de- bate conereto que se da en este momento con las posiciones neolibe: rales, conceatrando la atencion en el sector industrial. Para los efectos de este trabajo interesa més confrontar esas posiciones en un ambito especifico que reivindicar en términos abstractos el advenimiento ine- Vitable de una forma superior de org: ion social. Fernando Fajnzylber * Enero de 1982 2 |. Contenido y expansién del sistema industrial de los paises avanzados en la posguerra 1. El auge de un patrén industrial : La industria como motor del crecimiento ritmo de crecimiento de la industria en las economias avanzadas posguerra précticamente du crecimiento mitad de este siglo. En el periodo 1900-1950, la produccién industrial 975, En este periodo de rapida expansion, el sector industrial no sélo se ‘ademas, arrastra y modifica el iento de actividades productoras de ser lizacién y financi expansi ide transportes y comunica- rectamente, sobre la irectamento, a través de los re- ;ntos que plantea en materia de infraestructura fisica y educa- irectamente a través de la transformacién social inducida por el crecimiento y que se expresa en los 4mbitos sindicales, partida- rios, regionales, de organizacién de consumidores y otras formas de agrupacién 50% tensidad en la década del 60 y que contribuyen a inducir y orientar la expansion del sector publico). En consecuencia, las cifras del cuadro 2, que m namismo di F industri fenémeno de 13 U. La industrializacion exportadora del sudeste asiatico: realidades y mitos 1.introduecién 80 tarse exitosos modelos exportadores comparables a ios del sudeste iti La mistificacién implicita en esta versién de lo ocurrido en los NIC de Asia, como se espera poder demostrar en las paginas siguientes, es Particularmente grave en un doble sentido, Por un lado, porque, avanzar en la comprensién de los factores que realmente explican ese ¥itmo de crecimiento y transformacién «con lo cual se plerde la oportu nidad de aprovechar experiencias sin duda vaifosas, tanto en el ambito de las politicas como de los mecanismos institucionales. Y, porel otro, Porque se formulan recomendaciones que no sélo corresponden en grado muy parcial a las experiencias de las cuales éstas provendrian, Sino que ademds es altamente discutible que aun haciendo abstrac, clon de las vitales condicionantes politicas, al ser aplicadas en Améri- a Latina en fa forma en quo se sugiere, puedan generar resultados comparables alos observados en la presunta fuente de inspiracion de las mismas, Esta es la razén por la que se intanta, en los parrafos siguientes, en forma sin duda esquemstica e incompleta, analizar algunos de los as, Pectos especificos de esas experiencias que muestran a enorme com. lejidad, riqueza y heterogeneidad que las caracteriza, dejando en evi- dencia que las lecciones que puedan extraerse de ellas son sin duc més ricas y valiosas que las que se desprenden de la version “vulgar” ampliamente difundida hasta ahora en la regién, En primer lugar, se presenta una caracterizacién muy somera de los parémetros econdmicos principales de los cuatro paises considera. dos. A continuacién, se deste lacién entre la politica de exporta- faci6n. En tercer lugar, se discuten as Pectos de la politica proteccionista, Posteriormente, se examina el pa pel del Estado en esos modelos. Y. ente, se estudia el contexto internacional en que se dio esa experiencia 2. Descripcién esquemética general ‘Al estudiar los casos de los cuatro paises considerados, es itil distin guir los casos de Hong Kong y Singapur de los de Corea y Taiwan. Los Primeros son ciudades-Estado con una superficie de mil kilometros Cuadrados, un ingreso por habitante superior alos 2 000 d6lares, prac, ticamente carentes de agricultura (2 % del producto bruto) y con un sector de servicios, comercio y finanzas particularmente acentuedes La poblacién es de 4,5 millones en Hong Kon. Su caracter de centro de comer lerar la relacion entre el comercio internacional y el producto, que nzan 183 y 252 % en Hong Kong y Singapur, respectivamente te, tas ciudades-Estado, con una densidad superior alos 2 000 habitentes r kilometro cuadrado, carentes de agricultura, no deberian ser ano ides con los mismos patrones con que se estudian los otros dos 81 paises del sudeste asiético, Corea y Taiwan, que presentan caracteris~ ficas mas cercanas a las del resto del mundo subdesarroliado. Aun siendo de dimensiones geograficas reducidas, 99.000 kilémetros cua drados Corea y 36 000 Taiwan, con pobl respectivamente, y con un producto geografico que en 1976 era cerca- ho a [os 1.000 déiares por habitante (670 en Corea y 1 070 en Taiwan), Ta proporcién del producto generado en el sector agricola de esos pa ‘ses era superior, por ejemplo, a la de México y a la de Brasil (en Corea, 27 %: en Taiwan, 12 96; en Brasil, 8 9; en México, 10 %). Las compara clones con México y Brasil se deben al hecho de que estudios recien- tes de la OCDE incluyen @ esos dos paises como los tinicos represen- tantes latinoamericanos en el grupo sui generis de los NIC. {Lo que tienen en comiin estos cuatro paises asiaticos es sin duda el muy rapido crecimiento del producto, de la produccién y de las expor- taciones industri En términos del ingreso por habitante se observa, en los cuatro pal ses, un incramento significativo que ha permitido una disminucién de fa distancia relativa respecto de los Estados Unidos, por ejemplo. ‘En el caso de las ciudades-Estado, cuyo ingreso por habitante en 1963 representaba para Singapur y Hong Kong, respectivamente, el 23y 20 % del ingreso per edipita, en los Estados Unidos, en 1976 alean. zaba un nivel equivalente al 42 % de los Estados Unidos para Singapur 735 % para Hong Kong; e! nivel de Singapur resultaba comparable al de Teetrgentina y Espana; el de Hong Kong era significativamente supe- fior al del Brasil, a pesar de que en 1963 tenia un nivel muy similar. ‘También en los paises “normales”, Corea y Taiwan, se observa un cre- cimiento relativo significativo, pero a partir de niveles més bajos; Co- fea tonia en 1963 un ingreso por habitante equivalente al 9 % de los Es- tados Unidos, alcanzando en 1976 un 20 % yen Taiwan el crecimiento. parte de 14 % en 1963 pare alcanzar 24 % en 1976. En ambos casos, se trata de niveles de ingreso por habitante inferiores alos de Brasil y Mé- xico. ‘En términos de la produccién industrial, considerando exclusiva: mente las economias de mercado, se observa que on 1963 la prod) cin industrial de esos cuatro paises representaba un 0,35 % de la pro- jas de mercado, elevandose en 1976 y México se ‘1,35 %. En el mismo periodo, la participacién de Bra sitda en 6! 2,6 % en 1963 y en el 3,9 % en 1976." Lo interes Grecimiento industrial es que se acompafe de una impres pansion de las exportaciones industriales. La participacién de la ex portacin de manufacturas de esos cuatro paises respecto al total fnundial’ representaba, en 1963, un 1,35 %, mientras que en 1976 {96 al 4,0 %. En el mismo periodo, la participacién de las exportaciones industriales de Brasil y Mexico se incrementaron del 0,22 % en 1963 al 0,92 % on 1976. La diferencia mas notable, sin embargo, se refiere al 1 OCDE (19798) 2 OCDE (19789). 82 peso relativode las exportaciones enta produccin indus {or mientras en América Latina las exporteciones Indust sentaben al 4 edela produccion industrial en 1873y ese porcentslese SivoboalS hen San y Meio enloehiCaicoaleanzba ve ee muy superiors: 28 % en Taiwan, 37 % en Coree, 78% en Hon Kong y 77 % en Singapur. . area, 78% en Hong 3. Estrategias de industrializacion y de exportationes Con frecuencia se omite le ito ba: i ron en términos de generaci leo, calfcacion ano de roosiaarenarnetpepenascnnase canes scot: te objetode procesamantolocal, con o cual seincorporayraundels ieoles Inca I" al patrimonio local. a racteriza la experiencia de los paises considerados. aed Cuadro 22, Cores: estructura sectorial de a actividad productiva, 1954 19601964 «196819721978 1978 502 443 459 342778280191 Manufsctura 53 84 «93,7150 209282 31,8 45 73 4a 508 SB AOS 83 En el caso de Corea, el producto del sector industrial representaba en 1954 un 5 % del producto nacional. (Véase el cuadro 22.) En un lap- ‘so de 24 aftos, la participacién del sector industriat se eleva, en 1978, a 32%, mientras que la del sector primario se reduce de 50 a 19%, En Taiwan, en 1952 el sector industrial representaba 10 % del pro- ducto, proporcién que se eleva en 1979 al impresionante nivel de 42%, mientras que la produccién primaria se reduce de 37 % en 1952 11 % en 1979, (Véase el cuadro 23.) CCuadro 23, Taiwén: estructura sectorial dela activided productive Particjpacién onelPis 1952 1955 1960 «196519701975 1979 Produccién prmaris”” 37,33 9372 «93872830 1981 15,76 10.56 Monufactura 982 1440 17,44 2001 -27,31 30,84 42,12 Seguridad 961 1047 11,08 1228 13,74 1658 14,96 ices 4283 42,86 39,39 40,15 42,03 40.66 24.58 elevandose en 1979 al 24%. Esta transformacién se nutria parcial- mente de una disminucién relativa del sector primario (del 5 % en 1960 al 2 % en 1979) y, en mayor medida, de la disminucién relativa del sector servicios (que en1960 reprosentaba un 79 % del producto y ‘que en 1979 se redujo a un 70 %). El peso relativo del sector ser refleja Ia especificidad de este centro de distribucién comerci lar a Hong Kong, exigiendo un tratamiento analitico diferente de! que se aplica al resto de los paises subdesarrollados. (Véase el cuadro 24.) ‘Se observa entonces que el notable dinamismo que experimentan las economias de estos paises en la posguerrs es inseparable de la ex- losiva industrializacién reflejada en las cifras anteriores, con lo cual adquiere particular importancia profundizar en la especificidad de esta industrializecién, Un rasgo central de este proceso esté dado por Ia concentracién en la exportacién de bienes de consumo con un con- tenido elevado de importaciones y un uso relativamente intensivo de mano de obra. En el caso de Corea, donde se alcanza tal vez el grado més avanzado de industrializacién se observa, al comparer las expor- 84, taciones y las importaciones industriales, que en elrubro de bienes de consumo se genera un superavit comercial significativo (casi 6 000 millones de délares en 1978), lo que no logra sin embargo compensar ni siquiera la importacién de bienes intermedios, ineluidos combusti- bles, generéndose un deficit el sector de bienes de capital. ( ‘Cuadro 24, Singapur: estructura sectorial de la actividad productive Partcipacion ones 1960 1973 1979 Tota! 1000 1000 1000 Agriculture, pescay Eamnoncr 45 23 w Manutectura 132 226 236 Construcelén ar 58 48 Comercio x6 206 250 os 450 207 “9 lestacar, sin embargo, que esta estrategia de expor- vado de importacién, unida al crecimiento del mercado interno con los consiguiontes requerimientos de importa- cién, explica el hecho de que la balanza comercial de Corea haya sido, entre 1960 y 1978, sistematicamente deficitaria. ; te defetaria, Es important ee jue, entre 1960 y 1973, la expan: 7 "i contri 3 Westphal (1978, Cuadra 12, p. 266) 85 98 Cuadro 25. Corea: exportaciones netas por uso (1972-1978) ‘Wiles de doleres) Concept 1972 1973 1974 1975 1976 17 ~=«1978 i Almentosybebides 28018-06879 +~—~— 72 760.~« 20S AND SSNS 177519 7 ied 492398 «= 830198 -1349050 -1288131 -1439995 -1501547 -2089217 Ui, Gasolinaylubricantes 196985. 272423046903 1700251 1587645 2058075 -2404 129 IV. Bienes de capital excepto 43621 505018702571 eri 714 1.279058 ~1441752 -2713379 1, Bionoedeconits! 419008 «49264 706740 0062557 598209 1157417 -2148712 Z Portocysccoscrios —“iayeh Sates ZaeasnsSesy | “azegse "Sona 888 672 V. Equipo transporte ysccesoron 159260 224142453190 -992233. 148001 278688 ~390360 Vi. Bienes de consumo novspoctteados 616.664 1160767 1957605 1998659 3073969 3793113 4524182 Vil. Bienes noexpecifeados 73 «73605-4171, 20705 809 saa 40878 Bionee de capital “545610727007 1182485 1165385 -701690 -1 262903 -2a12 348 Bionesintermodios 1050329 -1681595 2006128 2475210 2081659 ~4491754 -5 770008, Bienesde consumo 99942 1090795 1761990 2975801 3506396 057098 Seat 861 Tota! -s97914 1015252 -229147@ 2190418 1050522 -7e4p01 2240814 uente: Toshio Wotenabe, An Ansiysis of Stuctral dependence between the Republic of Keres end Japan: towardamore optimal bor", University of Taukabe, Japon, 1980, p11 (Cuodro 28. Corea: balance de bones v servicios (illones de délares) Concopio 1964-1965 1960-1967 1966-1967 1968-1969 1970-1971 1972-1973 1974-1978 1976-1978 Balancede bienesy servicioe 360.8 6348 te 02-1409 sas sermon “vee sn $er00 Fuente woz 2987-4994 1097.5 20281 29950 62460 19 257.0 * 30.6022 1375205, 4 ona ma 06 164 "238 6A Perk Yung-Chul, “Export Growth and the balance of payments in Kores, 1960-1978", Korea University, 1980, 6 “a ; sin embargo, lo que no inculacién entre grupe y el Japén, pais con el cual existe una relacién claramente dife- rente de la que se ha establecido entre ese grupo de paises y los Esta- dos Unidos y Europa. En efecto, concentrando nuevamente la aten- cién en ei caso coreano, se comprueba que si bien sus exportaciones ‘penetran exitosamente en los mercados de los Estados Unidos y Eu- ropa (generéndose un superavit comercial favorable a los paises ex- portadores), con el Japén presentan un défi significative ¥, en el caso de Corea, creciente. En 1970 el déficit de Corea respecto del Japén era de 589 millones de déiares, yen délares, equivalente précticamente al doble del déficit comercial total de Corea en ese afio. Ese déficit comercial con el Japén representaba Un 6 % del producto nacional bruto de Corea en ese afio.* ‘Al analizar la estructura de las relaciones comerciales entre ambos paises, se observa que el Japén tiene una balanza comercial favorable fen las ramas de maquinaria (22), equipo eléctrico y electrénica (23), equipo de transpérte (24), matélicos basicos (19), productos quimicos (14), mientras que la balanza comercial resulta favorable a Corea en las ramas de textiles 9), alimentos (5), hilados (8). Los productos te Jes, juntamente con los hilados, representan el 57 % de las exportacio- nes de Corea al Japén. (Véase el cuadro 27.) ‘Aun dentro de las relaciones comerciales en este sector, se verifica una clay especializacién, ya que Corea exporta principaimente pren- das de Vestir, productos de seda e hilados de algodén, importando los productos intensivos en capital y tecnologia, tales como fibras y pren- das sintéticas.® La segunda rama en importancia de las exportaciones de Corea al Japén es la de maquinaria mente una clara especi isores, relojes, calculadoras de bol je mano de obra. En los otros dos grupos, uso entre los componentes electronicos, lizacién, siendo el Japén importador neto de .grados —para los cuales la tecnologia de pro- .da—y exportador de semiconductores. de que las empresas coreanas en este sector se desarrollaron @ iniciativa de empresas japonesas o nor- smericanas que buscaban, a través de la formula de la subcontrata- cién, aprovechar las ventajas comparativas del cosio de ia mano de obra. Esto se refleja en los elevados coeficientes de exportacién eim- portacién que caracterizan esta rama de Corea: el coeficiente de ex- portacién pasa de 50 a 63 % entre 1970 y 1977, mientras que ciente de importacién se mantiene practicamente constante a nivel de Watanabe (1980. 9.71, 5 Watanabe (1980, pp. 4-8) Cuadro 27. Corea: exportaciones netas dol Jap6n 9 ingice de comer industrial einta-industial (1978) 3 5 & 28 38242 52 pubs ie g 8 8 = ER, g8Fe:, oF 388 53 2 esfisssenpee Peau aan 3238358225 2533 ELEDAEES2 EE 2E2E2 EG egenggesgen: RERESNS fon is i | & i £ 3 mpariCosy by Commo Tony combs 8 rosbleo Gs otrapais etcomuriounie ar apm npe ears ee pot Absa de Fula Sut Jsan Ener a Efe! any Bpaes ee ae aus eageeseee HE 89 81 % en el mismo periodo.® La gravitacién de le presencia de firmas extranjeras en este Sector constituye un caso atipico en la estructura in- dustrial de Corea. En efecto, mientres que se estima que en sleonjunto manufacturer las empresas extranjeras contribuirian con el 15 % del total de las exportaciones, en el caso del sector electro a que representan, incluyendo subsidiaries, joint-ventu- ‘es y subsiiarias de propiedad totalmente extranjora, un 54°% de la produceién, y un 72 % de las exportaciones provendrian de esas em- presas fordneas.? : Existen indicaciones de que esta misma vinculacién vertical existi- ria entre el Japén y ol resto de los NIC asiaticos, siondo que en el caso de los otros paises los coeficientes de especielizacién horizontal se- Han més belo" Esta paiculr vinclacin entre los NIC asaics yl uiere particular relevancia porque muestra que, desde el punto desta del Japan la peraideflatvo do morcads oh los Esta dos Unidos y Europa que representarian las nuevas exportaciones de productos intensivos en mano de obra proveniente de esos paises, so ve compensada por la exportacién indirecta de bienes de capital y productos intermedio’ de origen japonés incorporados en las expor- {aciones de los otros pafses E efecto mulpicador doles expetaiones do Core sobre le eco mia japonesa ha sido cuantificado, confirméndose la apreciacion de que a resultado neto es atamente favorerabe al Japon Estes tuacién tender'a a modificarse en le medida en que esos paises logra ren avanzar en su estructura productive hacia les ramas metaimecs nica y quimfca, en la cuales han dado pasos de alguna significacion. seguida por estos paises he tenido un componente no des. le de sustitucién de importaciones, la que, a diferencia de lo cocurrido en América Latina, ha tenido un cardcter extremadamente saciones que experimenta- ica industrial. Esta cuidadose y selectiva politica proteccionista utilizaba tanto mecanismos arance- larios como no arancelarios, reforzando ambos con disposiciones re- ivas al acceso al mercado de divisas. La selectividad se refer landose las divisas autorizadas para importaciones con las exporta- clones generadas, en las cuales se utilizaban esas importaciones, todo cual implicaba la existencia de mecanismos institucionales que per. mitian una comunicacién permanente entre las autoridades guberna- mentales y las empresas respectivas. Como se vera mas adelante, esta dimensi8n “institucional”, con ferencias de modalidad y de intensidad, estf presente en las cuatro ox- INcias Nacionales y deja en evidencia la existencia de un Estado intervencionista” en la més ortodoxa tradicién japonesa, En ol caso de la politica proteccionista de Corea, un primer elemento para tener presente es el hecho de que la informacién que proporcio. fa el nivel de proteccién arancelaria es extremadamente precaria de- bido 2 que “las restricciones cuantitativas para la importacién han sido mucho mas importantes que las tarifas como medidas para pro- teger la sustitucién de importaciones en Corea.""® En el curso de la denominada “liberalizacién de importaciones” que tuvo lugar en 1967, se introdujo la llamada “lista negativa”, que con. ucla a autorizar automaticamente los rubros de importaciones que no estuviesen en esa lista. Dos veces al afio, el gobierno anunciaba el mero de items correspondientes a imporiacién restringida, o sea.a ‘a negativa. Los criterios para definir los items que perten, ta negativa se relacionaban, fundamentalmente, con la situa de balanza de pagos y los requerimientos de proteccién para la: dustrias domésticas. Las restricciones cuantitativas se aj cipalmente a las importaciones competitivas y portaciones Ila- ‘madas no esenciales o suntuarias, mientras que las importaciones do ‘materia prima y bienes intermedios no competitivos se aprobaban au. tométicamente, Cuando en 1967 se aprobs el sistema de la lista negativa, aproxim: damente el 60 % de los 1.312 items basicos de importaciones (cuci cuatro digitos) no estaban incluidos en ia lista negativa y, por consi les como cuotas o requerimientos de recomendacién del Ministerio de Industria y Comercio 0 de otros ministerios, Entre 1967 y 1978, 0 sea durante una década, los items de importacién prohibida fueron trans. feridos paulatinamente a la lista de importacién restringida, mante- niéndose aproximadamente constante la proporcién dol total de tems correspondientes a la aprobacién automatica. En 1977, la pro- Porcién de items de aprobacion automatica habie disminuido a 52,7 desde 50,4 % que representaba en 1967. Posteriormente, hacia fines de 1978, la proporcién de items de aprobacién automatica se habia elevado @ 64,9 %, (Véase el cuadro 28.) En términos generales, esto ‘muestra que, al menos desde el punto de vista del ntimero de items de importacion permitida o restringida, no se habian observado mod) caciones sustanciales en el decenio posterior a lo que se denomin © Chong Hyun Nam (1980, p. 16) 1 Cuadro 28. Corea: restricciones de importacién no tariferia 128 HA2Ssessgrsagereggs SSeS Roe de importacién y la comparacién de precios entre el mercado interno y elexterno. En el cuadro 29 se observan los niveles de proteccién efectiva para ‘én con los estimados para 1968. Las estimaciones s de Balassay ias caracteristicas interesan- gar, el promedio ponder Conjunto de la actividad productiva se elevé de 14.a 18 % para el perio- do 1968-1978, a pesar de que el promedio ponderado de proteccién ta- rifaria disminuyo de 84 a 38 % para el mismo poriodo, lo que st escasa relevancia que parece haber tenido la proteccién tarifaria en el, caso de Corea. En segundo lugar, se observa, tanto para Ia proteccién nominal ‘como para la proteccién efectiva, una mayor variacién intersector 92 en 1978 que en 1988, Io que sugiere que la politica de promocién sec- tor ado su caracter discriminatorio, Tanto la proteccién snden a ser menores para los bienes inter- ‘medios y mas elevadas para los bienes de capital y de consumo dura- ferencia de lo ocurrido en América Li cado sesgo favorable al sector agri tima década. En 1968, agricola era de 17 % y pai io, en 1978, para si sector at ‘de “autosuficiencia alimenta- ria en los rubros basicos de consumo interno” En sintesis, en las palabras de Chong Hyun Nam “Durante el periodo 1968-1978 parece haberse registrado una libe- .cion gradual de las importaciones. A pesar de que en ese periodo isminuyeron el promedio de los aranceles ofici rubros: medio de 'asa nominal de proteccién aument6 levernen’ Es evidente que esta r y que se han puesto en practica en algunos paises y, ademés, de la versién "vulgar" quo se ha difundido en América Li iwan, aunque los antecedentes disponibles son me- nos exhaustivos, también queda en evidencia que el proceso de libe- ralizacién de 36 % pertenecia a esta categi en el periodo en que se instrumenta la p ingrediente de proteccién a la fabricacién local esta claramente pi sente: “El sistema de proteccién de Tai de muchos otros paises subdesar en el principio de que la disponi portaciones”, 1? 93 Cuadro 29. Corea: proteccién nominal y fectiva ‘Porcentajes) Grupo industria! Tarifalegal * Proteccién nominal Be a ttng MasE OO a IV. Mineria yenergia 122 63 a9 198 40-257 38 IX. Maquineria 82.6 218 29,9 78 44,2 474 > 288 33,2 shanna 7 e186 a ocyeeee eee ee eer * © Westphal and Kim (1977): Industrial Policy and Development. —— Fuente: “Trade and industrial Policies, Development institute, 1980, p. 6. s6 a ‘and the Structure of Protection in Korea”, Chong Hyun Nam, Korea. vedo 30. Tainin: cambios de asieaion a vari catagoie Cena de manufacturas iteportantes (1953-1978) 7 e El criterio basico utilizado era el siguiente: los fabricantes locales ® e que deseaban proteccién debian demostrar que la cantidad y la cz flsgeseseeee2l2 dad de sus productos eran adecuadas para satisfacer la demanda do- jsf 8 888 88 88 Sle ‘méstica y que el costo de las materias primas importadas para fabricar é 2 localmente el producto no excedia el 70 % del costo total de produc- 5 i6n. En 1960, el precio fuera de fébrica de los productos de importa eegeg2e8l2 ida no podia superar en mas de un 25 % los precios de las Bese e RIS REE ortaciones competitivas. En 1964, este margen se redujo al 15%, eee s 22 2)8 en 1968 al 10%, y en 1973 al 5 %, - 2 3 ‘ flesas 3 5. El papel del Estado & 5 Con diferencias de intensidad y de modalidades de intervencién, la 3 accién publica esté presente en los cuatro paises analizados. Aun en Biz © ge S las ciudades-Estado de Singapur y Hong Kong, historicamente condi | 8 2 clonados a desompefar una funcién de centro de distribucién comer- 2 3 cial internacional, existen claras indicaciones de que la estratogia de JEl@i ee 8R 8982 5/8 industrializacion de ia posguerra no sélo ha sido el resultado de la ac- ge Fs an tssss slg ién de las fuerzas del mercado internacional, sino de la adopcion de ie i una decisién estratégica por parte de articulados nacleos intemnoe de can é los Estados respectivos: Bilseassgec steele “En Singapur, el gobierno desemperia un papel clave en el desarro- a ? Ho econémico. No sélo identifica los problemas, formula las politicas g |e 5g apropiadas y establece los incentivos necesarios para una inversion 2 le ? adecuada, sino que ademas porticipa efectivamente en una ampl 2iFleaegagaeaege al gama de actividades econdmicas... El sector publico realiza una con- Slegegrgger ss alge tribucién muy significativa a la formacién de capital. Esa contribucién 2 3g se sitia entre un cuarto y un tercio del total dela formacion bruta de 3 fe capital interno”. iif 8£8 888 8 8) La presencia y a accién del Estado en el caso de Hong Kong reflejan g SN 3 la existencia de nuicleos empresari & 33 nente hist6rico asociedo al largo s ee Estado ha desempefado una fu nificativa en las relaciones de fl;see seen a2 gh ie intermediacién comercial internacional en Asia. A este componente, 8jB $328 88 § § s 3] £2 decantado a lo largo de mas de un siglo, se agrega el aporte en térmi g |e & ie os nos de capacidad empresarial y mano de obra calificada que Hong 7 25 Kong recibe como consecuencia de las transformaciones sociales quo ieee soo 2 2 | 42 experimenta China. En la versién de Tzon Biau Lin y Yin-Ping Ho: 88 e8es2e 88 8/38 é | oe ens s 2/88 é ce ere See sect sie eee) e= M Kuo Sh Lang (1980, pp, 16+ £22885 55 8 8 8) 32 ‘Wong kum Pos os0ee 3 a7 * i macenamiento y actividades portuarias, valiosos vinculos comercia- les, una vasta experiencia de mercados que, junto con sus eficientes ‘crearon una estructura eco- de un comercio exportador de manufacturas ligeras que constituye la base fundamental de su ac- tual crecimiento. Se puede afirmar que strializacin para la ex- Portacién de Hong Kong fue estimulada, primero, por una afluencia ‘masiva de mano de obra, capital y empresarios procedentes de China durante los titimos anos de la década del 40 y los primeros de le del 50. Fue en ese periodo que un grupo de industriales de Shangai, capitales y estilo empresarial permitieron la inmediata expansi6n de la industria textil, se constituy6 en le punta de lanza de la indust cién de Hong Kong en la posguerta. Por otra parte, la gran afluencia de emigrantes chinos, la mayoria de los cuales eran jévenos, diestros y actives, le suministré Una casi ilimitada oferta de trabajo en relacion con la actividasd econémica que existia hasta entonces. Le diferencia entre Hong Kong y la mayoria de las economias excedentarias en mano de obra es que su fuerza de trabajo industrial no proviene —como ocurre habitualmente— del sector agricola, sino de la inmi- gracién."® Los antecedentes expuestos dejan en evidencia que fa exitosa in. dustrializacién de estas dos ciudades-Estado, Hong Kong y Singapur, trascienden en mucho lo que serian los milagrosos resultados obteni- dos por la aplicacién del laissez-faire y confirman la idea de que para ‘comprender estos procesos es preciso ponderar adecuadamente la responsabilidad que en ellos adquieren grupos endégenos en una or- ganizacion social gestada en determinadas condiciones histéricas, especto a las cuales no deberfa hacerse abstraccién. Los antecedentes mencionados anteriormente respecto a la evolu- cién de la politica proteccionista en el caso de Taiwan, reflejan, a su vez, la existencia de una politica proteccionista y una estrate; trial perfectamente definidas por el émbito gubernamental, entre cu- os resultados destacan {a diversificacion relativa que exp la produccién y las exportaciones industriales en el curso d donde se observa una ponderacién reciente de productos qui sidertirgicos y de la industria naval. Result explicar esta (como la petroquimica) y sectares intensivos de mano de obra cal da y tecnologia como refiejo mecénico del ‘esquema de ventajas comparativas estaticas y del ejercicio de presio- es por parte de los paises avanzados, que en rigor se veran afectados or esta diversificacion industrial de Taiwan. Es necesario insistir en que ia estrategie industrial de Taiwan, al igual que en los otros casos, responde en un grado significativo a la decision politica de agentes 12 TzondiguLiny Vining Ho 1080,9, inureson ong Kong y estas ies cos Association Develogmant Digest (1860, pp. & 15). cidn con e papel de los agentes, dos, veese National Pleaning 98 cies” in Industrialization and Trade Po 105 que convergian en ta defi fa por el Estado. Un rasgo especifico de Taiwan, que lo diferencia de Corea, es la menor relevancia de los grandes grupos privados nacionales y su reemplazo por una combinacién de empresas pliblicas y una mayor proliferacién de pequonas y.medianas eiMpresas, “En Taiwan, la participacién del sect6r publico en el valor de la in- dustria manufacturera disminuyé del 26 al 21 % entre 1961 y 1968, mientras que en Corea se mantuvo estable (15 %) desde 1961 hasta 1971" (Mo Huan Hsing: "Taiwan: Industrialization and Trade Pi probablemente hay una subestimacién de la diferent fras de Taiwan son oficiales y presumiblemente no incluyen a las em- presas indirectamente piblicas (subsidiarias de corporaciones pul a5), mientras que las cifras de Corea incluyen un niimero importante de este tipo de empresas. Ademés, la diferencia probablemente haya aumentado en ta década del 70 debido a que el Sexto Plan de Taiwan prevé un giro hacia une industria mas publica y muy intensiva en capi- tal” (Little: "An Economic Reconnaisance”, in Walter Galenson, ed., Economic Growth and Structural Change in Taiwan, Taipei, edicién pi rata, 1974, p. 504). Entre las explicaciones de esta especificidad, el autor menciona: ““Tendencia gubernamental: la mayoria del gobierno est integrada por funcionarios que provi que la mayoria de la comunidad Pare reducirel poder mente, les ha restring} mico. Tendencia de los hombres de negocios: la comunidad de los negocios de Taiwan ha preferido no concentrar sus holdingsen Taiwan y expor- tar sus excedentes para constituir holdings en cual sudeste asiatico. Este fenémeno de trasiado de ca rio en Taiwan, pero no da lugar a mucha preacupacion en Seu. La di- ferencia se puede deber a una de estas razones: a) un punto de vista menos optimista sobre la continuidad, a largo plazo, del respeto porta propiedad privada en Taiwén, ob) posibilidades mucho mayores en Taiwan de inversién extranjera segura y conveniente através de la red de ultramar de China." ‘gobierno, premeditada- individual de poder econd- Otro autor describe el papel del Estado en Taiwén en los términossi- guientes: 1 LP. Jones (1980, pp. 78-80), 99

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