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La burguesia liberal en el poder | A fin de evitar el radicalismo que podea derivarse de la Cimara kinica establecida por la Constitucién de 1812 y de la intespretacisn revolucionaria del principio de la soberanfa nacional, los liberales: modlerados promulgaron el Estaruro Real de 1834, que introdujo el suftagio restringida y establecié ef bicameralismo division de las Cortes en Estamento de Procuradores, representantes del pueblo, y Estamento de Proceres, designados por el rey con earicter vitalicio y hereditario, El Motin de La Granja de 1836 forzé la promulgacién de una nueva Constitucién, la de 1837, que proclamé ln soberanta nacional, pero mantuvo el bicameralismo. Vendrian después la de 1845, moderada, basada en el principio de la “soberanfa compartida conjuntamente pot las Cortes con ef Rey”, y la de 1868, la mis revolucionaria del siglo. La legishacidn liberal se acecus a los intereses de la burguesia, clase social que monopolist todos los derechos politicos y cconémicos, empezando por el derecho al voro. Las relvindicaciones de las clases sociales mis explotadas -cl campesinado, expoliado por las desamortizaciones, y los joraleros industriales- crecieron entamente por la inexistencia de marco legal. Frente a las posibilidades de asoeineiGn patronal, los obreros carectan del derecho a organizarse, y slo empezaron a hacerlo legalmente al amparo de ka Real Orden de 28 de febrero de 1839, que autorizé la creacién de las sociedades de ayuda mutua. Pero incluso este resquicio se cerraba sistematicamente por la represién. EX: [Cel urola aeta felts} on Ja venta en subasta piblica de los bienes comunales y de los confiscados a ka Inguisicién, a los afrancesadlos y a las Grdenes militares y religiosas, se pensaba obtener recursos para amortizar Ia deuds y sufragar las guctras carlistas. Y, sobre todo, se aspiraba a atraer a la burguesia con las grandes extensiones de tierra que podrian comprar a hajo precio. En 1835 se Una de les monasterio objeto dela d fue el de Guadalupe, ele provincia de Ci venilieron los bienes propiedad de las Grdenes religioss, y en 1856 los comunales y colectives (22). La tercera y altima ola desamortizadora estaria a cargo de los revolucionarios de 1868 y de los gobiernos ulteriores hasta 1874. Ninguna de ellas afect6 a las grandes posesiones de la nobleza Las desamortizaciones fueron un. paso necesario en la revolucidn. burguesa: introdujeron en. la circulacién econdmica una grin extensin de ticeras, hasta entoncés deficientemente explotadas, que fueron roturadas y cultivadas, aumentando asf la riqueza, pero no constituyeron la solucién para la Hacienda y Ja agricultuea, Gran parte del campo espafiol pass de una situacién todayfa semisefiorial a precapitalista, en la cual las grandes propiedades sucedieron a los mayorazgos y a las posesiones de la Iglesia. Asi, el panorama social se desequilibrd atin mis: en extensas zonas, unos cientos de familias pasaron a deventat gran parte de la propiedad, y los trabajadores agri- colas se vieron privados de sus aprovechamientos comunales. Se originé entonces un_yasto prole- tariado agricola, cuyo mayor anhelo pasé a ser el reparto de tierras a través de la reforma agraria 0 de Ja revolucién. La burguesia: media también results perjudicada pues, por falta de recursos, no pudo acceder a la propiedad. (22) Bienes comunales y colectivos: bienes de propiedad ‘municipal que eran explotados comsinalmente. IMAGENES DE ESPANA Pee itteeRo deltas easels ale mo y Cantonalismo L. incapacidad de la monarquia de Isabel IL (1833-1868) para poner término a la crisis politica y ‘econémica fue el origen de la Revolucién de 1868, que se sald6 con el destronamiento y el exilio de la rei- ra, con la promulgacién de la Constitucisn progresista de 1868 -soberanfa nacional, division de poderes, sufragio universal y libertad de coneiencia, de cultos, de reunién y de asociacién- y con la instauraciGn de Ia Primera Repiiblica Espafiola cl 11 de febrero de 1873, tras el corto reinado de Amadeo I de Saboya (1870- 1873). EI pucblo acogis con entusiasmo el cambio politica, Se pensaha que asf desaparecerfan los obsticulos para aleanzar la maxima libertad y para acabar con las injusticias sociales. Pero en realidad, los avatates de los escasos tenes yur dun’ la primera experiencia republicans eonvirtieron la propia palabra de *Repiiblica! en sindinimo de tanarquia y desorden: los republicanos estaban divides entre s,e1 anarquismo y el socialism se extendian entre los obreros y campesinos, ¥ continuaban sin resolver fa insurrecci6n de los cubanos, el problema carlista y la desas- trosa situacién cconsmica. Entre los republicanos, Francisco Pi i Margall (1824-1901) defendfa un programa politico de signo federalista moderado, hase de la Constituci6n de 1873, que nunca fue promulyada. El texto constitucional asignaba la soberanfa a los Municipios, a los Estados regionales y al Federal o Nacional, y distribuia sus respectivas competencias. El federalismo a ulteanza levé al cantonalismo, revolucién social que prendié especialmente en el Sur y en Levante, al tiempo que en el Norte arreciaba la guerra catlista. Desde Cartagena, a partir de julio de 1873, se extendié por todo el pais una ola de cantonalisoo degeneré en una situacién de auténtico caos: muchas ciudades e€ incliso numerosos pueblos se proclamaron cantones inde- pendiontee. Pid Mangal ue resident dela a ee EI movitniento fue reprimido por los militares: el general Pavia elie expla desde ur de 187 disolvié violentamente el Congreso de los Diputades (2 de enero dle 1874) y el general Serrano se hizo cango del poder. Este hecho signifies el fin de la experiencia republicana, lo que dio la raaGn a los que premonitoriamente habjan llamado al nuevo régimen “Primera” Repablica Pspaiola, F] 29 de diciembre de 1874, en Sagunto, el general Martinez Campos proclamé rey a Alfonso XII (1874-1885), hijo de la destronada Isabel II. Terminaba de este modo uno de los perfodos més revueltos de la historia espatola y daba comienzo el dilatado perfodo histérico de la Restauracién, eeu ACR uRsceiiuias kc se relced Wscinesie a lo largo del siglo X[X, Espafia se constituyd en una unin econdémica, dejando asf de ser un conjunto de mercados yuxtapucstos. Esta nueva realidad fue resultado de fa mejora de fas comunicaciones, de la codificacién civil y metcantil, de la unin arancelaria, de la fiscalidad Gnica, de la superacisn del cuos ‘monetario, de Ja configuracién de un nuevo sistema financiero y de la construccién de la red ferroviaria, Con la codificacisn civil y mercantil se pretendia instaurar el Derecho unitario frente a Ia variedad del Antiguo Régimen, ast como establecer un sistema juridico nuevo y de estructura Igica, Los primeros intentos se produjeron durante el Trienio Liberal, avanzaron en 1829 con el Cédigo de Comercio, y se mnarquista y auto-gestionarie que | siglo KIX: Revolucitn Burguese y Romeaticisn0 —<=<=——— a & IMAGENES DE ESPANA ee a La formacion de la union economica espaiiola impulsacon al formarse en 1843 la Comisién General de Codi- ficacién, de la que surgirfan el Cédigo Penal de 1848, prece- dente del de 1870, Ia Ley de En- juiciamiento Civil de 1881, la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 1882, el Cédigo de Comercio de 1885 y el Codigo Civil de 1889, A principios del siglo XIX, la Hacienda espafiols se encontraba muy debilitada, los impuestos pre- sentaban una distribucién muy de- sigual, tanto desde el punto de vista geogeéfico como desde el per- sonal, y la mayor parte de los in- gresos procedian de Castilla. Al objeto de solucionar estos proble- mas, la “reforma tributatia Mon- Santillin” (1845) configurd un nue- vo sistema tributario pata todo el tervitorio nacional, La libertad de comercio interior y la ereaciém de un sistema de pro- teccién frente al exterior eran dos cuestiones fundamentales para la actividad privada. Ta liherrad de comercio interior se decret en tiempos de Carlos HII, y adquiris rango constitucional en las Cortes de Cadiz. El Arancel de Aduanas tinico para todo el pais hasta 1841, Posteriormente el aran- cel oscilé entre librecambismo y proteccionismo. se retrasé El nacimiento del sistema financiero modemo se habia iniciado en 1782 con la exeacién del Banco de San Carlos, que se lla Banco de Espa- sta partis de 1856 y al que en 187 se le atribuyé el monopolio de la e- isin de billetes La mejora de las comumicaciones comenzé con Carlos Ill, que orde- 1né la construccién de los seis “ rminos reales”, desde Madkid a Intin, La Junquera, Valencia, Andalu- cfs, Extremadura y Galicia, La in- troduccién del correo se produjo en 1850. Dos aiios después se inau- guré cl primer servicio oficial de telégrafos. En. 1861 ya habia 7.000 kin cle lineas telegraficas, una ver dadera revolucién de las teleco: municaciones. El sistema ferroviario comenzé a deserrollatse a partie de 1848, afio de la inauguracién de fa primera linea Barcelona-Matar6, Replica det fram que rales al primer trayecs del ferracarl esi Bereelona.¥ “Espaiio no se encuentra entre fos primeros paises que emitieron billetes. Se ha dicho o menudo que Espaiio fue uno de los paises europeos que més tardé en emitir papel moneda y que ello pudo ser debido al prestigio y valor de sus monedas de oro y plata, proce- dentes de América. Se puede pensar también, por otro lado, que en Espatia ocurtié Jo mismo que en ef resto de los paises eu- ropeos, que no se emitieron bille- tes hasta que se creé un banco emisor, y que éste se creé cuando hubo que hacer frente a dificulta- des econémicas y financieras. [..] Desde 1783, afio de la primera ‘emisién de billetes del banco de San Carlos hasta nuestros dias, las emisiones de billetes realiza- ddas por sus amtecesores citados y por el propio Banco de Espafia se pueden caleular en 120. Lo his- toria de estos billetes coincide en algunos aspectos con la historia politica y econémica general def~ pais. Pero, en cierto modo, tam- bién esta historia puede resumir- se come la actividad llevada a cabo por ef Banco de Espaiia en su lucha contra fa falsficacion” En "Una aproximaciéin a la bistoria del pape! moneda en Espatia’ de Teresa Tortella En La peseta y el arte Imagenes en hilletes anteriores al Euro. Safei. 1999. En buena parte, la modernizacién del sistema productivo y de las infraestructuras bésices fue financinda por la inversién extranjera, que, en una primera fase, obtenta de Espaia macerias primas y situaba en el mercado espafiol sus productos industriales. Después de la instauraciGn del proteccionismo en 1892, se prest6 mayor aten ci6n a la industria y a los servicios, La fase expansiva de la economia de finales del siglo XVIIT fue detenida por la invasidn francesa y la Guerra de la Independencia. A causa de la estabilidad politica, del arancel de 1841 y de la reforma tributarin de 1845, la coyuntura cambi6 favorablemente de signo. El periodo comprenclido cntre 1854 y 1875, excepto durante las crisis de 1857, 1868 y 1873, fue de prosperidad relativa; en esas décadas naciezon los primeros Bancos impor tantes y se promulgaron las leyes generales de ferrocarriles (1855) y de minas (1869), que fomentaron la inversién extranjera. a 4 & Bi IMAC Etsiglo XIX: Revolucion Burguesa y Romanticism, ———<—_<_—— Toeindusintinctén ue Espatia se produjo tardiamente ¥y se concentrs sobre todo en las zonas maritimas del Pais Vasco y de Cataluta, adonde Megaba con mayor facilidad el carbén asturiano y el importado. El escaso desarrollo de In industria puede explicarse por una serie de factores: disponibilidad limitada de capital finan- ciero, atraso cientifico y tecnolégico, carencias energé- ticas y bajo nivel de demanda, Ademés, el interven cionismo, la buroctacia y la cormupeién obstaculizaron el ptugreso de las escasas iniciativas innovadores. Sin embargo, Ia debilidad de la industeializacidin no sig- nificd inexistencia: Espafia se incorporé a la economia capitalista y al sistema de produceidn industrial y, como en toxta Europe, los asalariados industriales comenzaron a exigir de Ia burguestn empresarial el reconocimiento A derecioa luterales Mina decane en la provincia de As En Espafia existia una tradicién de socialismo ut6pico y de doctrinas libertarias, pero la recepcién oficial de las nuevas corrientes obreristas se produjo al ealor de la Revolucién de 1868, En octulore se cre6 en Barcelona el Centro Federal de Socieades Obrerus, y Fanelli, enviado de Bakunin, lleg6 a Esparia. Lafargue, mensajero de Marx, Iegoria dos afios después. En noviembre de 1868 se promalg6 cl Decreto regulador del derecho de aso- ciacién y de reunién, y en junio de 1870 se celebe6 en Barcelona el primer conyreso obrero internacional. El movimiento obrero coments a fijarse objetives concretos durance la Primera Repablica: enseftanza obligatoria, prohibicién del trahajo infantil y reduccién de la jornada labaral, que en febrero de 1873 se fijé en 64 horas semanales. eCourant) Fee nomic, fue wh Seis eat Gis ap fn anniv $i imnglnoetin a mollimay al academicismo cll Siglo de las Luces, Los roménticos exaktaron la libertad, lo tradicional, fa historia nacional y lo propio de las sociedtades, el “alma de los pucblos". Apasionamiento, misticisma y una difusa angustia vital fueron comunes ala mayorfa de los rounnticos, Gustaban de lo tétrco, de lo melanedtica, de los amores imposibles, de la isterioso y legendario, pero también de To popular y costumbrista. Asi, la pintura de género, el costumbrismo, los regionalismos y el historieismo urquitecténico fueron fruto de la nueva forma de sentir el arte y la lteratura Incluse el ideal de regeneracidn comiin a muchos movimiemtos culturales de los sigs XIX y XX tuvieron su origen en el afin roméntice por conecer la esencia de los pueblos. Los temas exiticos, los orientales y los medievales ejercieron una intensa atraccidin entze Los romnticas. Por esta zaadn, muchos extranjewos visitaron Espatia, pals de paisajesGnicos en Europa, de extensas parameras,altas corilleras, ddesolads Hnnuras, de gran y variada riquesn artistes y de singulares costumbres populares. Aquellas viajes forjaron una imagen de Espafiay de lo espaol entre mitica y migica, plagada de tOpices, la “Espura de pandereta", que incluso todavia hoy pervive. Este aspecto negitivo seria compensido par el gran interés que lograron suscitur por la cultura cespafola en cl extranjero, origen del movimiento universitario del hispanisan. El primer gran poeta toméntico espadiol fue José de Espronceia (1808-1842), autor de poesiassueltas y de los poemas El diablo mundo y El estudizmee de Salamanca, en los que defiende al individuo ante la sociedad. Enere sus seguidores, Jose Zorclla (1817-1893) es emotivo poeta lirieo y épco inspirado en a tralia lisp: A buen juex, mejor testigo. Gustavo Adolfo Bécquer (1536-1870), autor de Leyendas, en helisima prosa poética, y dle Rimas, de gean intensicad lirica, representa la cumbre de la poesfa romantica, junto con Rosalfa de Castro (1837-1885), aurora en gallego yen. espaol: En las orillas del Sar, Cantares gales, Follas Novas. ESPANA. a IMAGENES DE a ElRomanticismo “La noche estaba serena y hermosa; la fina brillaba en toda su plenitud en lo mds alto del cielo, + el viento suspirabu con un rumor dlulesimo entre las hojas de los drboles Manrigue leg al clause, tends la vista por su vecinto y mivé a amavis de las macigas columnas de sus arcadas.., Estaba desierto, Salié de él, encaminé sus pasos hacia la oscura alameda que com- duce al Duero, 9 atin no habia penetado en ella, cuando de sus labios se escapé ten grito de juila. Habla visto flotar un instante desapavecer el extremo del traje hianco, dal eaje blanco de la maar do sus sueoe, de la migor gue ya amaha como un loco. Corre, corre en su busca; llega al sitio en que la ha visto desapare- cer; pero al llegar se detiene, fija los espantados ojos en ef suelo, permamece un rato inmévil; un ligero temblor nervioso agiva sus ‘miembros, un temblor que va ereciendo, que ex ereciendo, y ofrece dos siutomas de una verdadlera convulsion, y promumpe, al fin, en na careajada, en rena carcajada sonora, estridente, horible. Aquella cosa blanca, ligera, flotante, habia wueto a brillar ance sus ojos; pero habia brillado a sus pies ton instante, no mds que wn instante Bra un mayo de hea, un rayo de hma que penetraba a intereaos por ‘enure la verde fxiveda de os doles cuanci el viento moa las ramas”. El raye de luna, leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer. Aguilar. 1969. La dramaturgia romantica es quizd el género que mejor representa las caracteristicas formales y de fondo de le escuela literarin romantica. Las obras més “Vuelva usted manana -nos dijo el portero-, Et Montomenco al poeia G. A. Bécquer. Madrid representativas son de mediados de los affos treinra de la centuria, entre ellas Don Alvaro o la fuerza del sino, de Angel Saavedra Fajardo. José Zorrilla fue también excelente dramaturgo, recreador del drama histérico nacional y autor de Don Juan Tenorio, que sigue gozando del favor del piiblico en nuestros dias. Su teatro inspiré al de José Eehegaray, Premio Nobel de Literatura 1905. La recuperacién de la imaginaciGn signified ka del género novelesco, irrelevante durante el Siglo de las Laces, que renacié al calor del interés por los temas nacionales, por lo que hubo gran ntimero de culci- vadores del género épico-historico. Entte los autores costumbristas, Mariano José de Larra (1800-1837), Aramaturgo, novelista y, sobre todo, periodista satt- rico-crftico, ironiz6 sobre los vicios sociales y poli- ticos de Espafia. Es bien conocida su frase-epitafio SoiRe lage meencintiecla cuRsGAids “laa dese Eapaaa” y sus dificultades para aceprarse y respetarse mutua- mente: “Aqui yace media Espatia, murié de la otra media.” oficial de la mesa no ha venido hoy. “Grande causa le habrd detenido”, dije yo entre mt. Furmomos a daar un paseo, ¥ nos encontramos, ;qué casualidad!, al oficial de la mesa en el Retivo, ocu- pealsimo en dar una vuelta con su sefiora al her- oso sol de ls inviernos claros de Madrid. Martes era et dia siguiente, y nos dijo el porter: -Vuelva usted maiiana, porque el sefor oficial de la ‘mesa no da audiencia hoy “Grandes negocios habrén cargado sobre é", dije ‘yo. Como soy el diablo y aum he sido duende, bus- ‘qué ocasién de echar una ojeada por el agujero de tuna cerradura, Su seftorfa estaba echando un ciga- aallo al brasero, y con una charada del Correo entre ‘manos, que le debia de costar trabajo el acertar. Ex imposible vere hoy le dije a mi compafiero-; su seftorta est, en efecto, ocupadisimo*. Del articulo de eostumbres "Vicelua usted mariana” tle Mariano José de Larra. Aguilar. 1968. NES DE ESPANA. wm Hd siglo XIX Revolucién Burgwesa y Romanticismo = ——————— eS El Romanticismo Los roménticos erefan que la arquitectura es ln manifestacién del alma de los pueblos, por lo que se limitaron a repetir los estilos anteriores, sobre tod los tnedievales, dle ah el gran nsimeto de iglesias neorroménicus, neogo- ticas, neomudgjares, neoplaterescas, etc,, de la época romsintica. El resultado fue una arquitcctura historicista y carente de originalidad, La arquicectura industrial y el ure banismo compensiron con sus aciertos las limitaciones y la me- diocridad de ta arquitectura cornin- fiea. Fl aumento de la poblacién urbana y la estratificacién de la sociedad en clases exigieron resi tribuir y racionalizar el espacio ur bano. De la épaca isabelina -afios sesenta del siglo- proceden las pla- za de la Puerta del Sol de Madrid y 1 Real de Barcelona. El més interesante proyecto urbanistico de la centuria fue el de reforma y censanche de Barcelona (1859), de Ildefonso Cerdé, realizado slo en. | patte, que disefié una reticula de calles articuladas en torno a gran- Escena de la Puerta del Sol de Madrid en la época previa a la veforma de 1857, des ejes de comunicaciones. Maen Manipal, Marit Los pintores se centraron en conseguir los mayores efectos decorativos, valor supremo para la burguestay que sustituyé a la Iglesia en el consumo de obras de arte, Los artistas, en consecuencia, cultivaron preferentemente los retratos, los temas populares y los destacé por el intenso decorativismo de sus creaciones. éneros paisajistico ¢ histérico. Entre los pintores, Mariano Fortuny La misica romntica espatiola, como la arquitectura de autor, no se distingui por su brillantes. Juan Arriaga fue un notable compositor clasicista de la centuria autor de la Gran Sinfonta, Lo mis destacable del siglo fue la continuacién del ange de la zarcuela y su confirmacién como género netamente espaol; el de fa guitarra, gracias al catalan Fernando Sor (1778-1839), “el Beethoven espaol”, y la emergencia de la corriente casticista ‘que darfa origen al regionalismo y al nacionalismo musicales. Rotated ee E. liberalismo burgués elevs el ideal ecléctico del “justo medio” a la categorta de principio rector de Ia so- ciedad. Asi, a medida que la burguesfa se consolidaba como clase dirigente, la pasién roméntica comenz6 a ser sustituida por la moderacién y por el aan de evitar los extremismos y de encontrar soluciones moderadas a toxlos los problemas. NA Un ejemplo clacuente de eclecticism filossfico fac el de Jaime Balmes (1810-1848), neoescokstico que trats de ‘armonizat empirismo c idealismo, ciencia y religién, y las posiciones politicas antagénicas; en politica rechazs los extremismos ¥ argumenté a favor del acercamiento de los contrarios. El ideal ecléctico del “justo media” subyace tambien en las comedias de costumbtes herederas del moralismo moratiniano, respetuoso del orden vigente y ajeno a cualquier tipo de novedad, como A la jez, vinelas de Manuel Breton de los Herreros. Un ejemplo supremo del eclecticismo politico fue el doctrinarismo, que coneilié Ia tradicisn poltiea expatiola con el liberalismo y defendi6 el principio de la “soberania compartida conjuntamente por las Cortes con el Rey” Bi IMAGENES DE ESI

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