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EL ESCEPTICISMO DE SAN AGUSTIN EN EL CONTRA ACADEMICOS Daisy Aguirre Soto* NFL Honrensto Dr CICERON, AGUSTIN SE ENCUENTRA CON UN LLAMADO INNEGAS avés de la filosofia marcando con esto cl inicio in embargo, no estuvo exenta de problemas como enfrentarse a la “falsa” verdad de los maniqueos 0 el escepticismo de los académicos, por nombrar algunos. En vistas de st importante conexién con la verdad, este trabajo pretende mostrar la relacién del joven, y recién converso, Agustin con el escepticismo de la Nueva Academia y, por consiguiente, con la verdad a la luz de su primera obra Contra Academicos, la cual, veremos, es mucho menos adversa de lo que podria suponerse. sue a buscar la verdad a ual, Palabras claves: San Agustin, Contra Academicos, escepticismo, Ciceron, verdad. THE SKEPTICISM OF ST. AUGUSTINE IN CONTRA ACADEMICOS In Cicero's Hortensius, Augustine found an undeniable call to search for the tru- th through philosophy, marking the beginning of his intellectual path. However, this journey wasn't free from trouble, such as facing the ‘false’ truth of the Max nichacans, or the Academie skepticism, to name a few. In view of its important connection with the truth, this work intends to show the relation of the young, and newly converted, Augustine with the skepticism of the New Academy and, there- fore, with the truth in the light of his first work Contra Academicos, wihich, we will se¢, it is less adverse than might be supposed, Keywords: St Augustine, Contra Academicos, Skepticism, Cicero, Truth, * Universidad Berrardo O'Higgins, Santiago e Chile/ Universidad de los Andes, Santiago de Chile ‘keagulsres@gmail.com 1. La BUSQUEDA INICIAL DE SAN AGUSTIN Durante el ato 372 dC, mientras cursaba sus estudios en Cartago, el joven Agustin cuentra dentro del programa académico con el Hortensio de Cicerén. Mas, siguiendo el orden usado en la ensefianza de tales estudios, Hegué aun libro de un tal Cicerén, cuyo lenguaje casi todos admiran, aunque no asi su fondo. Este libro contiene una exhortacién suya a Ia filosofia y se llama el Hortensio, Ser znte libro camibié mis afectos y mud hacia ti, Seftor, mis siplicas ¢ hizo que mis votos y deseos fueran otros. Para los demas alumnos se tretaria de un libro més, pero no para el santo; para él fue el inicio de una bitsqueda que no terminaria sino hasta su muerte. En aquel libro se encuentra con la exhortacién del célebre retor a buscar la verdad, no en una filosofia en especifico, pues el fin era lo importante ms allé del camino a seguir, y, a pesar de que Agustin parece encontrar més problemas de los que vislumbté en esta bis- queda a través de este llamado, inicia su suftiente itinerario hacia el encuentro con Ja verdad. Una ver decidido a seguir este camino indagatorio se encamina, en primer lugar, alo que mas a mano habfa tenido y que suponia contener la verdad: Las Sagradas Escrituras, pues durante afios escuchd de boca de su madre, Ménik embargo, y como él mismo sefiala afios después, su soberbia fue tan enceguecedora que no le permitié encontrar lo que buscaba: cesta id Por consiguiente, Agustin se dirigié con toda naturalidad a la Biblia aencon- trar su “sabiduria”, Fue una gran decepeién, Se le habia instruido para que esperara de los libros que fueran “cultos y pulides” y preparado cuidadosa- ‘mente para comunicarse con la gente instruida de la (nica manera admisible, esto 6s, en un latin modelado escrupulosamente sobre los antiguos autores. El vulgarismo y la jerga eran igualmente aborrecibles para él, y la Biblia latina de Africa estaba llena de ambas cosas? 1 SANAGUSTIN, Conf IH, 47, CTraduccién, Angel Custodio Vega) 2 Esto debe considerarse como una especulaién en la medida que podria ayudar compeender mejor el cami ‘no escabnos segudo por Agustin y no dar con la meta inmedatamente, Cf SAN AGUSTIN, Beata 2. 3. BROWN, P. Agustin de Hipona, ACENTO Baitril, 200, P46 Para él la Biblia estaba plagada de horrendas e inmorales historias y, por si fuera r, muy distinto al de las lecturas que el mismisimo Cicerén poco, escrita en un lenguaje demasiado val este joven de 19 afos frecuentaba, entre ellas, Otro de los grandes problemas que enfrentd Agustin cuando buscé la verdad en el ctistianismo fue la incuestionable fe que promulgaba la Iglesia; a un intelectual ‘como él le parecia inconcebible asentir a verdades de fe impuestas por las autorida- des eclesidsticas. Ast, con la decepcién de no encontrar las respuestas que buscaba, (que para esta época ya no eran solo en torno a la verdad, sino tambien al problema de la relacién de Dios y la existencia del mal) tlega ilusionado a los que quizés se tornaron posteriormente sus peores y mas recordados enemigos: los maniqucos. El maniqueismo, secta fundada por Manes’ —quien afirmaba ser el iltimo gran profeta después de Jesucristo y San Pablo~ pregonaba resolver de manera racional todos esos “problemas” que el cristianismo resolvia a través de la fe. Con esa promesa el joven hiponense se sentia ilusionado por llegar a la verdad que Cicerén le habia amado a buscar. Sin embargo, solo encontré promesas sin ninguna respuesta y, es quizis en esa medida, en que no solo habia doctrin: ‘cumplir, que el maniqueismo le fue el mAs repulsivo a la hora de recordar su pasado sa, sino que promesas sin Declan Verdad! |Verdad!"y me lo decian muchas veces, pero jams se halla baen ellos... }Ob Verdad, Verdad!, cud intimamente suspiraba entonces por ti desde los meollos de mi alma, cuando aquéllos te hacian resonar en tore mio frecuentemente y de muchos modos, bien que solo de palabras y en sus ‘muchos y voluminosos libros. Estos eran las bandejas en las que, estando yo hhambriento det, me servian en tu lugar el sol y Ta lun, obras tuyas hermosas, pero al fin obras tuyas, no ti y ni aun siquiera de las principales. Porque mis excelentes son tus obras espirituales que estas corporales, siquiera lucidas y celestes. Pero tenia hambre y sed no de aquellas primeras, sino de ti misma, joh Verdad, en quien no hay mudanza alguna ni obscuridad momenténea!* 4 Gf NASH, R. The Ligh ofthe Mind. CSS Publishing Company, Ohio, 2003; HORN, Agutin de ona. Una inrodueciin. ES, 2012. (Tradueciin Patricio Dominguez) O'DALY, G. "The response to ‘kepiciam and the mechanisms of cognition” en The Cambridge Companion of Augustine (Fa. STUMP, Ey KRETZMANN, N) Cambridge University Press, 2001 5 Cfr. BERMEJO, F. £1 Manigueismo, Estudio nroductoro.Fétorial Tota, 2008 6 Conf, 6.10. Después de tantos afios siendo un “auditor” en la secta y sin encontrar nada de lo que buscaba, termind de decepcionarse totalmente cuando se enfrenta a Fausto, un ma- niiqueo que se presentaba con un titulo de gran sabio en lo que a esta secta se referia, ‘no obstante, era tanta la ignorancia de este personaje que, practicamente, Agustin, se terminé convirtiendo en una especie de tutor para éV Con todo lo vivido, después de nueve altos de maniquefsmo, Agustin se habia trans- formado ya en un hombre cauto, pues siguié en la secta, pero esta ver de forma estratégica en la medida en que no se moveria hasta encontrar algo mejor y para no perder los beneficios que le implicaban tener conocidos en esta secta al llegar a Roma en busca de nuevas oportunidades* Desilusionado después de tantos afios, Agustin decide volver atris leyendo @ Ci- cerén nuevamente para saber cémo partir de cero’ y, esta vez, ser un tanto mas sobrio y metédico en esta bisqueda de la verdad, Es esa misma actitud estraté- ‘gica que lo hace indagar en las teorias de 1a Nueva Academia que, como se vera més adelante, debe sus origenes a la filosofia pleténica, Esta nueva escuela, no obstante, tampoco va a ser un aliciente para un Agustin més erecido intelectual y etariamente, pues la Nueva Academia se presenta como escéptica, es decir, la exhortacién inicial de Cicerén chocaria contra la pared del der que el sabio siempre anda en biisqueda de la verdad, pero, al parecer, nunca podré encontrarla: .cepticismo al enten- Aun asi, la skepsis tuvo que haber sido para el profesor de retdrica al menos tuna opeién digna de ser tomada en serio, FI mismo resuelve ol enigma de su fase académica cuando relata que “dudé de todo de acuerdo al estilo de los Académicos”, pero que “no les confi el euidado de su alma enferma."™ Con el materialismo meniqueo a cuestas y con un escepticismo que no le es mucho ms esperanzador, ya en Milén comienza a asistir a los sermones de Ambrosio, un reconocido Obispo y la persona en la cual su madre, Ménica, pondré todas sus espe- rranzas para que su amado hijo vuelva al camino del cristianismo, el cual haba aban- mde lo gue es licito a hombres impos, prinipalmente por sus [rrandes errores de foe gue hay que defender ia dctrin eristlana. Traduoci6n Teodoro C. Madrid) 48. Of, HOLTE,R. Op cit, ‘medida en que no se busca a Dios; Cristo, la Verdad de Dios, es la que realmente hay ‘que busear para ser feliz y si no se da con ella, ol escepticismo es una consccuencia més que una doctrina frente al Agustin Cristiano". Cristo es la meta y Platén es el ‘medio mis poderoso para llegar. Al menos asi lo cree el Agustin de Casiciaco, De esta forma, este trabajo se vuelve un andlisis de la obra Contra Academicos bajo dos perspectivas: sefialar Ia relacion de Agustin con el escepticismo de forma negativa en la medida que si todos aspiramos a ser felices, es poco racional asumir ‘una postura que nos quite nuestra meta; esto, a su vez, nos permite sefialar el eudai- ‘monismo al cual adhiere el autor. En segundo lugar, mostrar una relacién positiva del hiponense con el escepticismo, es decir, es esta una postura viable solo en la medida que es el primer paso a un salto intelectual y de fe hacia Dios por medio de Cristo y Platon. 48 Gr HARDING, B. Op. Cr APIA Acustin pe Hiroxa. Confesiones, en O,C, vol. I, vol. I, Madrid:BAC, 1974-1979 (Trad. Angel Custodio Vegs) - Contra Académicos, en OC, vol. IIl, Madrid:BAC, 1962-1947 (Trad. Vietorino Capénaga) La Vida Feliz, en O.C, vol. |, Madrid:BAC, 1962-1969 (Trad. Victorino Capénaga) Retractaciones, en O.C,, vol. XL, Madrid:BAC, 1995 (Trad. Teodoro C. Madi) srmones (1, en O.C, vol. VII, Madrid:BAC, 1981 (Trad. Miguel Fi y Moisés Campelo) ‘Avosso pet. ReaL. Concepcién. “Cicerén y Agustin de Hipona: Bien y felicidad” en Anuario Filoséfico, 2001, (34), 269 296, Bernnso, Fernando, El Maniqueismo. Estudio introductorio, Madrid: Editorial Trotta, 2008, Bort, Makceto, Las estoicos antiguos. 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