You are on page 1of 22
_ HORACIO VILLANUEVA URTEAGA. LA IDEA DE LOS INCAS COMO FACTOR FAVORABLE A LA INDEPENDENCIA ‘Los miltiples factores que favorecicron la separacién entre Espafia y sus colonias, no pudieron tener igual influencia en e] dni- mo de todos les sectores sociales de la América espafiola. En el ca- 80, por ejemplo, del pensamiento europeo del siglo XVIII, se tra 4 de elementos intelectuales de importancia decisiva entre los crio- Mos, mientras que para los indios estos mismos elementos fueron claramente inoperantes; pues, como se sabe, la mayorin indigena era analfabeta, y, por consiguiente, se hallaba al margen de todas aquellas ideas nuevas que, importudas de] viejo mundo, originaron los mas -interesantes movimientos liberales de opinién, propios de Iss clases cultas. También es cierto que, en el caso del Peri, los Indios no pu dieron concurrir a aquel proceso de formacién y desarrollo de la Hamada conciencia nacional, por lo menos en Ja forma que tal. pro- ceso alcanzé entre los criollos, es decir, como brote esponténeo del siglo XVIM1 y vigorizacién progresiva de aquel sentimiento de sin- gularidad del pueblo peruano que, acrecentado después por nuevas doctrinas y acontecimientos favorables, segin lo dice Pablo Mace- ra, “hace comprensible y propia nuestra Independencia” (1). Sin (1) MACERA (Pablo)— Tres stupas en el desarrollo de la conciencia nacie- mal. Lima, 1956. p. 17. — im REVISTA UNIVERSITARIA embargo, el indio no permanecié al margen de la lucha libertarian, ¥ su decisién por la causa de la independencia fue tan clara duran- te todo el periods colonial, que ha hecho en la existencia de dos movimientos revolucionarios: uno in y¥ otro criollo, El primero, mis antiguo, con una linea de evidente continuidad histé- rica desde e] siglo XVI, tuvo que sustentarse, neeesariamente, en una base ideal distinta a la que, ya en pleno siglo XVIII y en cali- dad de conciencia nacional. alimenté las ansias libertarias del cric- No y lo encamino hacia la accién revolucionaria, Esa base del movimiento indigena que es, incuestionable- mente, un factor afectivo de lo més decisiva influencia, no sdlo en el dmimo de Jos indins sino también en el de otros sectores socin- Jes de América, consideramos nosotros que fue la venerada. memo- wa de los Incas, tal, como, certeramente, Ja enuncié el virrey del Pert don Agustin de Jéuregui, poco después de Ia célebre subleva- cién de Tipac Amaru. A continuacién diremos por qué consideramos 4 esa memoria de los Incas, ola Idea de los Inces, como factor que favorecié nues- tra independencia. LAS TRES ETAPAS DE LA CONCIENCIA NACIONAL DEL CRIOLLO. Creemos necesario referirnos, previamente, al problema del desarrollo de la Marmara conclencia nacional, tal como ha sido tra- tado por el antes menclonado Pablo Macera. Considera el citudo autor la existencia de tres etapas ideolé- gicas en Ja formacitin de Ja conelencia nacional, La primera, Iama- da etapa incial, dice, “se caracteriza por la Introduccién de las nue- vas Inquictudes curopeas y su provecho para atiterizar la critica del régimen colonial”. Acompafisda por una aguda crisis econémi- ea y por un fenémeno de natural descontento contra el régimen imperante, esta primera etapa ha de manifestarse en una serie de reclamos escritos de diversa Indole, entre los cuales Macera consi- dera como documentos representatives el Hamado “Voto Consulti- vo" de Pedro Bravo de Lagunas, dirigido al virrey Manso de Ve- ee ee eee ae el “Estado Politico del Pera”, eserito anénimo que ha sido atribuido a Victorino Montero, y el conocide "Elogio de a PUinigatT Oe deeb agate: y" Carve, Ee LA IDEA DE LOS INCAS COMO FACTOR... - Pedro Bravo de Lagunas, que era un hombre profunda- mente influenciado por el pensamiento europeo de su tiempo, deja delineada “junto con Ias preocupaciones juridico-eronémicas una ‘econciencia de Ja crisis del Pera y de su singularidad como nacién" Su actitud de maresda critica libre y desdén por las autoridades, es, segiin Macera, “un anticipo de posteriores actitudes espirituales que al hacer pasible el examen de Jos defectos peruanos, favorece- ra la conciencia de un pais singular” (2), Ademas, su contribucién mis significativa a la formacién de esa conciencia estar: “en Ins doctrinas y planes econémicos que propuso en ¢] Voto Consuliive. Ellas, dice Macera, bajo la influencia del mercantilismo y el pensa- miento prefisieerético, suponian una critica del régimen econémi- co que sufria el Pera y ta propuesta de un ideal autarquico, ampara- do por el amor a Ja patria y la conciencia de nuestra simgulari. dad™ (3), Victorino Montero fue més » fondo en su critica del imperante. Como su ataque estaba dirigido a las autoridades, el au- tor debié ampararse en el andnimo y, asi, a cublerto de represa- Mas, pudo sefialar sin temores la manifiesta corrupelin de los fun- cionarios, Ia inaplicabilidad de leyes dictadas sin conocimiento de Ja realidad, y In decandencia de la nobleza, clase social despojada de su papel directive en ta vida colonial por la nueva y vigorosa ‘burguesia. Todo ello tefiido de un sincero anhelo de reformas y a- ‘ompafisdo de un utépleo plan de cambios saludables. Asi “el Estado Politico que 41 (Montero) escribié es un testi monio de la conciencia del descontento y de la propia persenalidad del pais que caracteriza a estos afios” (4). 3 Mas, documento de singular valor para comprender ¢l com- pleja fendmeno que nos ocupa, fue, sin lugar a dudas, ¢] "Elogia de Jéuregui” de Baquijano,y Carrillo, Lo que como doctrina politica Neva en si —soberania esencial del puchlo y delegacién en los man- dataries, conceptos adversos a Ja doctrina oficial del derecho divi- no de los reyes—, ha sido considerado coma trascendental aporte a Ja conciencia nacional. Pero, es de estimarse igualmente importan- te, a pesar del prudente disimulo que por natural cautela tuvo que usar el elogiante, Is critica que hace de In situacién general del pais, de la sistematica opresiin ejereitada por toda clase de funcionarios eiviles y eclesiisticos, y del mal trato que soporinban los aborige- nes. — Ho — REVISTA UNIVERSITARIA ———— Macera afirma que, en cuanto al elogio de Baquijano, inte resa insistir en su contribucién “a ese espiritu criollo que conclul- ra por realizar Is independencia” (5). Esta primera etapa culmina con un vigoroso movimiento in- telectual que corresponde a la época del Despotiamo Ilustrado y que ha sido justamente Ilamado “Los Amantes del Pais”, Riva- Agiiero ha dicho que los hombres de esta generacién realizaron en pecos afios, aunque desordenadamente, la labor que hubiera reque- rido por lo menos un siglo, En efecto, en ninguna época quedd tan marcadamente delineado el sentimiento de lo peruano como cuan- do desde las columnas del] Mercurio fueron reflejados los miltiples aspectos de una realidad claramente peruana, de una realidad que no fue ni pudo ser todo lo peruano, pero que representé lo singu- lar y caracteristico de un mundo que, para muchos, recientemente aparecié como cosa aparte, diferente, singular y nuestra. Cabe sefialar también que Ia actitud del pensamiento peruano manifestada por los Amantes del Pais, implica un claro progreso, ur. significative avance en el campo de las ideas y en relacién con In dicho y lucubrado por los hombres durante Ja primera etapa inicial. El utilitarismo social sustentado por los mercuristas, al lado de su ideal conductor que, al mismo tiempo fue anhelo sincero de poner ia inteligencia al servicio de la ssciedad, implicé In conciencia que esa ilustre generacién tuvo de Ja funcidn social del intelectual, Por otra parte, como dice Macera, “ese ideal utilitario no era... inofen- sivo. Su simple formulacién era un reto, quiz inveluntario, a un sistema social que prescindin de los méritos, en este caso intelectua- les” (6), ¥ su amor al Pera demostrado por la dedieacién y entu- sismo encendido puestos al servicio del conocimiento de la realidad cireundante, fue factor que inerementé en medida insospechada los sentimientos nacionalistas hasta entonces imprecisos en la convic- cién de muchisimas gentes. El Mercurio, dice Macera, representé “gna ilustracién patridtica y cristiana que en relacién con la etapa inicial, representada por Bravo y Montero, amplié casi todos los factores (singularidad del pais, amor por Jo nacional, libre critics espiritu de reforma) que confirmaron la conciencia nacional” (7). ‘La tercera ctapa es Ia que el mismo Macera Hama ia etapa |i eral. Corresponde ya al siglo XIX, y esth concretada en e] movi- miento de tipo politico intelectual que, a semejanza del espafiol, se produjo en el Peri a raiz de In ocupacién francesa de la Peninsula (8) Macera, ob. cit. p. 47. (8) Macera, ob, cit. p. 00. {T) Macera, ob. cit. p. 8%

You might also like