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Introduccién Preexistencias indigenas En el Perd la poblacién indigena se concentrabs én pequefios poblados ery el inmensc tertitoria rural, diferenciéndose de las cludades, y en las postrimerlas del imperio incalco se ad: Virtié una ligera dispersin de la poblacién originada en las querras e tre los hermanos Huss y Atahualpa', yenlos procesos de Ia conquista espafiala, Tanto Francisco Pizarro como el obispo Valven escribian en 1535 que habian verificado uepar las poblaciones y asientos que en la tierra los naturales tienen hecho se ha visto y sab do que en tiempo de los sefores pasados los dichas naturales habfan sido trocados y pasadas Uns partes a otras y sacadios de sus naturalezas para que residiesen y pablasen alli donde habia sido sefialado. La preocupacién del gobernador y el obispo se centraba en que hi bese un Intento de los mitimaes de volver a los pueblos de origen, lo que hubiera significado al del imperio; por ella se dispusa que los mitimaes sirviesen a las jueran otorgados, generandolla radicacién y el control adecuade, un colapso econdmico y s encomenderos a las cuales le Es obvio que a pesar de la reorganizacion ter ritorial, muchos pueblos de indios se for itaciones o estructuras prehispénicas consolidadas que de productos (colcas) ol contralor de lato de Cieza de Leén nos permite constatar la vigencia de aposentos del Collasuyo tanto en la zona de Urces como en la provincia de Canas, sefialando ia de Cachas y luego los de Ayaviri, donde el inca Yupanqui habia hecho una cidn que contaba con un templo del sol, a pesar de que durante las querras de la sta habia venido en gran disminucién' maron sobre sitios donde existian permitian many caminos y calzadas. E enel camin laimpo buena pob! cong pacidades de acumulac MALAGA MEDINA, Alef. "Lax de América, |PGH. Mexico, ullo-diciembje de1995, 5.17 2.AGL Lima 565. Provisidn de 312-1836. L.CIEZA ronica def Peru (1553) Madi, Espa (Calpe, 1962, Pca cai eutzade Peni deans sat Apo Zante en datas, ets el acute prehpnioen usps ‘Mas tardlamente, el Con maes hacia sus ly en él paraje en ef cual los encom ¥ a evangelizacion. Las aldeas indigenas en la producciGn rural, pero tendrian el s Vn defintiva los elementos llevaba nombres del santaral o del patron titular dela iglesia sino que quardabam las nomina Clones indigenas las namenclatures toponiiicas'. Aus hoy, la gran mayor de fos pueblos 4 Indios preservan sus antiguos nombres, aunque 3 veces con graf diversas, a través de fa documemiacién histérica. Na faltan casos de subsistencia del santoral, como Santa Tomas de Chumbivilcas, pero también otras donde el nambre del santaral regresa a la denominacion pre- hispanica, por ejemplo San Francisco de la Victoria, hoy Vilcabamba. No caben dudas de que las caracteristicas proplas del teritorio dea sierra ylos valles de laregién determinaron también dificultades en los asentamientos, wariacianes en ia dtsposicion de estos con traslados y, a la vez, fregmentacianes en las jurisdicciones. Hay pueblos que tienen parte de su poblamiento-en las dos margenes de un rio, como Quiquijana @ Paucartambo, pero ‘otros pueblos estén delimitades por un rio que simplemente separa los asentamientas en nue: vas jurisdicciones, como Chuquinga y Chalhuanca 0 Tambobamba y Palcara. En otros casos 1a docttina esté en tina margen del rio y-el anexo en lade enfrente, come podemos ver en algunas poblaciones de Aymaraes, Todas estas circunstancias nos ponen ante una realidad integradora de la experiencia | de la aldea indigena con su consustanciacién con el paisaje natural y las ideas urbanas de un onien espacial que traen los conquistadors Las reducciones no son niuniasnictras, tampacola sumataria de ambas experiencias, sino mas biemlaintegracién que se proyecta como una Nueva redlidad, Por ella no.compartimos mucho la lectura dialéctica entre ‘ciudad-aldes que plantea José Uriel Garcia enfatizande los opuestos en lugar de ponderar adecuadlamente esta sintesis! Las reducciones en la conformacién de los nuevos pueblos de indios. Una estrategia continental Las redlucciones constituyen ¢l sistema de mayor impacto en la planificacin de los pue- tblos de indios por parte de las espanoles, Se tataba de una. operacién para congregar o"reducir 3 policies decir a control politico, econémice y religioso a le multitud de parcialidades indigenas ispersas ‘Sen Ia fase inicial antillana la necesidad de disponer de mano de obra concentrada habla movide al rey a disponer en 1503 qué los indios “‘vivan Juntos" esta causal unida ala ne- cesaria contraloris fiscal para el pago de los tibutos y a la carencta de ministros religiosos para atender a [a evangelizacian de una poblacién dispersa, habria.de actuar decisivamente en fa segunda mitad del siglo XVI Laidea inicial de cangregar a los caciques ¢ indios en las“goteras' delas ciudadesy villas, de espafiales para tener un mediato servicio persanal o poder evangelizarlos: y dectrinarias, formulado en las"Ordenanzas para e| buen tratamienta delos Indios; canformae| marco teénico de ta politica reduccionat. Las instrucciones de Carlas Va Hernan Cortés para mantener a los Indios en los pueblos: fueron tomadas genéricamente, ye que las circunstancias del proceso de ocupacién de la Nueva: Espavia lleva una dinémica poblacional interna muy impactante.Cabe sefalar aul quela mo- vilidad de la poblacion indigena fue uno de los factores desestructurantes mas graves que afec- 16 0 las comunidades nativas, causando miltiples efectos sicolégicos y sociales que van desde la elevada mortalidad al denominado ‘desgano wital””. También creé una poderasa modalidad 'proplas ciudades de espafoles®. 4.AGI Uma 324 Designacién de: ‘vshadores, 1587 y 1591 |S. UREL GARCIA, José, "Arte colonial ‘cusquatio-Las Gudados alder ‘CoO NP 7/81 9644 TA Ne ee 16 MURRAH. John Formaciomes scone pots de mare anti Lima, atta de Estucsor Reraancs. 1975. 11,Para o caso te Mexico vase OPED SARRELANGUE, Delfin “Lay terrax comunaies indigenes de In Nueva spat ena igi XV, stucor de Hotere Novohnpana Mua, UNAM, vol, NE, 1966; (von WORESER sel. La formacié ‘eka acter ent paca coon. Méico, UNAM, 1982, 12. SOLANA, Francisco. "El fenameno urbane centioamericane ‘en Vempos de Femander de Oviedo’ En ¥* Centenario de Gonsolo ‘Ferndnder de Oviedo. Merron de Congreso stre el Murdo Centroamerican de su tere. Costa ‘ea, Pubbeacion de a Comision Nacional Orgarizadra, 1978 ‘pp. 303-320. "TA. MONTUFAR Fray Atonse Deserpcin de Acobipao de ‘Meco hecha en 1570, Mec Joaquin Tevanas 1297. abr de uilizar con 1 Indios TAMIODS; a efeetg dudosa fidelida, tal cual se hizo con tog tkdades hostiles 0 de est de neutrazat 0 controler Pri wi pario de Carenencca (53a Ana) en a a 2 con tox Cafars del Ecuador que Poblan T rs mexicanas. En todos los casos et taslacloy la con, a a coarener Tesructrsion territorial del ndigena com stra de ec ee wr ay comune cos ca wn ely pos de parentesco. La técnica del trastado también $# suimada at raparta de indigenas para encomiencdias (otra forma habs inmeriueica por las tandas 2 Ta mita minera, configuraban iss a mrad sky Sper ide lo kdentidad cultural de Tos indigenas y su insercion en ‘el sistema econémico colonial espariol en América, de a complementacion de as grupos indigenas dela costa y laser peruana a través del intercambioy la wilzaciin productive segun diversos pisos ecolbgias Herd ala disteucién territorial de “mercedes de tierra” préximas al asentamiento espaticly ex plicit lacrisis del antique sistema ecandmico incaico™. Esta destruccién, La incomprension Los confictos por la acupacién de la antiguas tierras de comunidad 0 por la adjudica .a6n de las nuevas en los pueblos “reducidas” conforman buena parte de la historia social y ‘econémica americana del Ultimo terclo del siglo XVI y de todo el XVI, originando ala vez prema ‘turas formas de decadencia y desaparicidn de multiples reducciones'", Aunque es parcialmente cierto que estos pueblos se construian “a imagen y semejanzs de los castellans’ creemos que es preciso profundizar con detenimiento no s6lo la vigencia de ‘sus propuestas morfeldgicas sino también las formas de uso y persistencias simbdlicas".E] tema troncal de la organizacion de las reducciones es el"desorcien’ que implicatya la distribucion dela pobiacién indigena -muy disminuida, por ola parte~ en el sistema geografico y administrativa espaol. Er'desorden’ tenia que ver con un dominio de la escala territorial que poseia el indigens yy. que no manejaba el espaiiol, cuya experiencia pravenia de ocupaciones de alta densidad con extensiones de therra de labor acotadas e inmediatas al poblado, Se conforma asi una premisa Superestructural bassda en el necesario contralor econdmico y fiscal de la poblacion active y ‘de sus tierras de labor por parte de la autoridad colonial. A ello se vincula coincidentemente it Enel caso de Mésico, la accion de las dreenes religiosas en la formacion de pobtados ve decisive en el avance de las fronteras interna ; fados, que tenlan como elementos centrales ‘peal aap de estos Canin ees ek Cane ——s Cuando la reduccion tiene éxito hubo de primar el cardcter medioovalista y mas que {a plaza el centro generador es la iglesia, que se prolanga en el espacio sacral del atrio’”. En ‘otros casos la mera redistribucién de la forma de asentamiento implica tin cambio notorio en Ia estructura del agrupamiento poblacional. Asi, los pueblos de indios de México que estaban ubicados en sitios elevados para su mejor proteccién fueron trasladados a los valles, mientras que muchas rancherias dispersas fueron agrupadas a semejanza de los poblados-dormitorios del area rural espariola'® En el caso del Per¥, la poblacién indigena se encontraba precisamente desorganizada después de las luchas intestinas de Hudscar y Atahualpa por la sucesién del imperic indigena, A ello debemos sumar los conflictos originados en el proceso de conquista y las querras civiles entre banderias de espafoles, para interpretar que la politica reduccional respondia a una nece- sidad que interpreta cabalmente el virrey Tolede a partir de 1570. ‘Aunque la primera gestion para concentrar a los indigenas vino por parte de los rel giosos que se encontraban imposibilitados de evangelizar sistematicamente a una poblacion rural tan dispersa, el tema se convertiria en un reordenamiento territorial de vasto alcancey de hecho.en una eircunstancia conflictiva similar a una *segunda conquista" Para esta ocasién con- vergleron varios aspectos politicos, sociales, culturales y obviamente econémicos, vinculados a la disponibilidad de las tierras de comunidad para la formacién de las grandes hacienlas de Iatifundio que se cansolidaron en el siglo XV. Elsistema de localizacién incaico de ayllus y parcialidiades dispersas generaba al espaol un problema en la retencién de los tributos que debia cabrarse por ayilu y no por indigena, ‘como mandaban las ordenanzas de la corona en vigencia. A ello se agregaba que-la fuerza del ‘ayllu asequraba la permanencia de las tradiciones incaicas, de aqui que el virrey Toledo impu- siera el plan reduccional, que en la préctica significa una desestructuracién del antiguo sistema y de su base territorial’. Como hemos de ver, esto se lograrla parclalmente; porque en muchos de los nuevos poblados reduccionales se mantuvieron los antiquos ayllus,y las persistencias de mmitos, creenclas rituales indigenas han continuado en ellos hasta nuestres dias. El problema de indole religiosa ya menclonado es el argumente fundamental por la Im- posibilidad de la evangelizacién y adoctrinamiento, Lo sefalaban las comunidades religiosas 3 La Gasca, pidiéndole *congregar a los indios en poblados grandes'y que “tuvieran plaza princi- pal, iglesia, mercado, cabildo, cAreel, corrales, dehesas, etc. ‘Ya en 1549 los religiosos de diversas érdenes hablan efectuaco una presentacién al rey sefalando las dificultades de la evangelizacion por la distancia considerable que habia entre pueblos y caserios. Apelaban entonces a la experiencla mexicana para solicitar que se jos con- gregara en pueblos de mayor tamafo. Camo respuesta, una real cédula de ese mismo af indl- caba que las Indios’estén juntos y noderramados”*. ee fyi 22. Sobre el pericular puede consuars:CAPOCHE tus flan General dea Vie Impeio dle ton, Mati, iia. 1959; icenciado Polo de Ondegardo junté en 1559 cerca de veintemilindige seco v los redujo en cuatro pueblos que se InteQraron Como pare oleae ine estructuracién urbana segregada con clara relaciin centro-periferia. one ae er a cusquesa se reiterarla en otras ciudades, tal elcaso de Chuquiabo -hoy FE oA ae or ecjulas de indlos formoban una constelacion que rodeaba el nicieo de LP ee En defini, elesquema afanzaba la dialéctica de la relacén dual entree 5 oat de saath "Republica de indios: Elsistema de exclusién y segregacién urbana era aeevstnte en ls radii urbanstias deo Espaha peninsula, donde jvderasy more habitaban nucleas verificables y en no pocos casos el “arrabal’ Fue asicoma el’ ‘Asi, como puede verse en el caso de México, el centro espafiol aparece rodeado de barrios Indigenas con sus proplas parroquias y autoridades” que actuan como elementos iden, tificatorios y congregantes. Es frecuente que estos barrios indigenas tengan inclusive un traza. do que no sigue la cuadricula espafiola, Sobre este particular podemos constatar situaciones diferenciadas. En primer lugar, el del barria indigena claramente demarcado, de traza planificada en cuadricula, como seria el caso del bartio del Cercado limefio. En segundo término, los barrios indigenas agregadas a una estructura superpuesta con formas irregulares o siguiendo imposi clones de la topografia, como sucede con las parroquias del Cusco. A ellos podria agregarse ls eexistencla de barrios indigenas irregulares que rodean un nlicleo espafiol de traza regular, entre los que puede mencionarte a los de Chuquiabo (La Paz) y Oruto en Bolivia, Finalmente, estarian los barrios Indigenas irrequlares que rodean un niicleo espafol originariamente irregular. Uno de esos casos es Potosi, donde ademas los indigenas se renuevan por tandas de mita, sequin ‘procedencia geoorifica y formandio un gran campamento™. En la practica, buena parte de estas barrios se regian con normativas similares a las de las reduceiones. En 1562, Pedro Ramirez de Quifiones, regente dela Audiencia de Charcas, exponia que Jos indios tenian “los mas de los repartimientos dividides en muchos barrios y caserios, hay partimientos de indios en 50 barrios y de 6 y 10y 20-casas y por espacio de treinta o cuarenta teguas y en cada uno de estos repartimientas no hay sino un clérigo". Proponia que, por lo tan- ‘0, “sea servido mandar se junten los Indios en pueblos y se hagan iglesias y se provean de lo ecesario para el culto divin y en cada pueblo estén clérigos y religiosos de asiento y esto se haga con autoridad de los Oidores que para ello fuese menester que siempre anden visitando yr trazando las pueblos y compeligndolos a que se junten en policia’™, Debe tenerse en cuenta ue Ramirez de Quifones habia formado pueblos de indios durante un lustro en Guatemala “sacindolos de ls batrancos y montes'y*hacléndoles pueblos e iglesias", ‘Eclérige Sancho de Arena.en 1584, deja claramente su testimonio de lo sucedido en Cuando afrma que-el vierey Toledo se puso "a reducie muchos pueblos de incios, para que fu octrinarle Inrnopuceion rms zonas de alles se biceron pets calgantes de madera como éte, de construccin sella _ymanien'ds pola comand, Si bien las instrucciones del virrey Toledo a los visitadores con el objeto de estructurar las reducciones fueron muy precisas en cuanto a la seleccién del asentamiento, a la dimensin de 400 9 500 Indios tributarias por pueblo, aceptaba que en caso de no disponerse de tierras para todos, el poblado tuviese tierras en dos o tres lugares préximos. Los pueblos habrian de “VS'lyp sae {razarse con calles anchas,‘dejando el hueco de plaza’ lo que muestra el concepto diferencial J! !) =) 9 de no partir de ese amibito para hacer la traza sino de tener un modelo ideal que plantea que hay ue dejar un sitio para el espacio publico, a diferencia de-la ciudad espanola del modelo indian, No siempre la decision dela localizacion de las reducciones tuvo que ver conta disponi- bllidad de tierras fiscales para asegurar el sustento del pueblo de indios. Es m4s, muchas vaces s< optaria por buscar la praximicad de fos asentamientos espanoles para asegurarleslamano de obra. En 1574 el virrey Toledo senalaba los problemas de las lejanias de los asentamienttos res- 28. LEVILLIER. Roberto, Gobernanees ecto de las chacras de los espafoles y la incomodidad que tenian les Indios porta distancia de de/Pen). Cartasypapeles 530.10, lazonaadonde tenian que jr a labrar los indios. Ordenaba entonces que se colocasen sacersiotes Wil Madrid nan Pueyo, 1925, ¥ se hicieron iglesias y casas curales para que alll pudiesen juntarse los yanaconas a doctrinary 35, escoBeD0,Raaal las ‘quevellas fuesen construidas a costa de los duefios de las chacras™, ‘comunidoesincigenasy la La implantacion reduccional fue imperativa: se daban instrucciones para el dio de Uniesdad dt Pts asc, 1997, las antiguas viviendas indigenas, comenzande por las de los caciques, y hasta la destruccién: de sus vasijas de: ica en Caso de reticencia a mudarse”. El rechazo de los indigenas a esta 30, KAULICKE, Peter; URTON, Gary, ‘modificacién territorial no solamente tenia que ver con la pérdida de los bienesfisicos sino:tam- FARRINGTON, In. "identidaey bién con la alteracin profunda de as cosmovisiones y del espacio sagradio del antique imperio jincaico. As, el sistema ce territorios segmentacos a través de los ceques que integraban los Perspectias enqueniepeas | aspectos politicos, religiosos y econémicos, y quearticulaban los recursos natutales disponibles, ertnohistéricas; Boletin de 3€ someteria a nuevas pautas de homogeneidad territorial bajo controtunificade, alterando sus. 94609! Lima, PCR We 7,200, | tancialmente jos citcuitos de diversos pisas ecoldgicos™. Coma ben sfala Juan Marchena en ess proceso la reluclon comunidades (afar. estblesandacn nsulngn \rnacon de ‘pucblose ntes'yo page dela uss de bstay cota mia fuer wesobhe mae ase gaciones fundamentales impuestas a la poblacién indigena que trastornaron y dislocaroncom- POD eIee tas pletamente el universo andino, Las reduicclones @ pueblos de indios originaron el abandono de. las formas de produccién, relacién y articulacion prehispinicas; ul subsistencia, dada la gusencia de muchos productos basicos Poblacidn indigena todavia mas Indefensa ante los embates de —————— he estima que se instalaron unas ciento diecinueve recucciones saleeper ah cee ‘es aproximado al conjunta de dectrinas 0.centios por parte del vieey Toledo, un miimero que es ap parroquiales que luego quedarian estructurados ombramiento del visitador, se indica una primera lista vallar, manteniendo ia grafia de! dacumento y acotan, vahalamas, que no se identifican los pueblos por sui advocacion 1 ae ora au a coequesis tenn ena formacion d ls pola. sa aarmantenlendo les denorninaciones indigenas toponimicas. As, en Andesuyas estaban lar doctrinas de CayCay, Pisac, Lamay, Coya, Huayllabambe, Yucay, Uribambs, Lares. En Vilca- bamba las doctrinas ‘Amaybamba, Challabamba, ‘Amparie y sus anejos. Luego venia Tambo, y tn la zona montahosa de los Andes se contaban como avanzada tos poblados de Pilcapata, ‘Agua, Tono, Acomayo y sus anejas, y Cuchaa con sus anejas con ‘todos sus valles de dicha doc- trina y partido de Andesuyo. Los pueblos de Quiquijana, Yaurisque, Paruro y las demas doctri- nas que estabon a cargo de curas seculares, se constituian en importantes hitos de referencia. £1587, cuando se produce el n de pueblos reducidos que pasamos 2 de Por su parte, los religiosos dela Merced del Cusco atendian hasta la de Cacha, con jos poblados de Juaniquete (:Huanoquite?), Chinchaypugio, Chonto, Pantipata y Limatambo. Mien- {ras tanta los religiosos de Santo Domingo se encargaban de Papres, Cuyutambo y Acos, asi como la doctrina de Tamibo con todos los valles y estancias de dichas doctrinas™, Hecia 1591, el obispo del Cusco fray Gregorio Montalvo nombra al doctor Miguel de Ledn Almonte para que realice {a visita a otra de las zonas cusquefias. En el valle de Abancay ‘encontraria las doctrinas de Curahuast y Cabite, Guancarama y Cotarma, Lambrama, San Juan de Circa, Guirahuacho, Tinta, Alcapampa, Chacana, Carara, en los quechuas. En Andahuayias la grande estan Talavera, Ongoy, Piscobamba, Omaca, Yocopampa, Oripa, Cayara, Cochayca, Mo- liepampa, Uchupampa, Guancaray el grande, Guancaray el chico, Turpo, Colca, Chulianca, Guay: ‘na, Ulcayhuan, Chacarampa, Pampachiri, Omamarca, Punacocha; y ya aparecen las nominacio- _n@s religiosas en jos pueblos, como las de San Pedro y San Jerénimo. Hacia Aymaraes los pueblos por visitar eran Ancopampa, Chupimarca, Tiaparo, Sabay- 9, rescence ‘Antapampa, Mallepampa, Calcauso, Victo, Vilco, Pampamarca, Co- torosi, Caraypampa, Challuanca, Chuquinga, Mudca, Payrara, Soraya, Sanayca, Toraya, Capaya, Yanata Sarayra, Pocuanca, Pichihua, Guancaray, Pachaconas, Ayabaya. En Chumbivlicas estaban ‘Velie, Santo Tomds, Liusco, Quifiota, Colquemarca, Chamaca, Capamarca. Otro grupo era el de ‘Yanahuaras: Chacaro, Tambopampa, Palcaro, Totorguayla, Pit, Mara, Aquira.. Finalmente, en esta zona tan densamente poblada de Cotapampas las teducciones la de Cotaneras,Omasayos,Ptuanca, Cllurque, San Agustin, Cotabamba, San luan de Toto, Corasco, Yayrihuanca, Guayllate, Lichivilca, Palpacachi, Corpahuasl, Chuquipampa, Turpay, Ma- RT ROOUOCION lucirlos a los pueblos; poniendo en evidencia el retorno a la dispersion que se agravaria en ‘ocasién de la epidernia de sarampién que afecto a la region en 1694” Otro tema que originé Una respuesta especifica de una real cédula en 1681 fue la prohi- bicion de que se radicaran en los pueblos de indios los espafoles, mulatos y mestizos “aunque hhayan comprado tierras en sus términos por ser éstala causa principal yarigen dé las opresiones ‘que padecen los indios™ Si tomamos ¢! caso del Qbispado del Cusco en el aia 1613, después de la separacion 4e lox nuevos obispados de La Paz, Huamanga'y Arequipa, veremos que el virrey Marqués cle Mantesclaros lo deja estructurado con 138 doctrinas, de las cuales 113 le corresponden al clera | seculary 25 a los raligiosos conventuales. Un interesante ejemplo de la pérdida del cardcter de los pueblos de indios puede verse ln San Andrés de Chamaca, una teducckin formada en 1571, con unos tres mil indigenas. Hacla 1580 la poblacian del distrito era de 5.843 habitantes, pera de ellos solamente 165 vivian propia- |, ( mente en e! pueblo reduccional. La dispersion y la transferencia de las tierrasdela comunidada | ‘mestizos y esparioles habla, de esta manera, culminado con |a satellzaciOn del nucleo urbana”. ae A analizar el conjunta de ta poblaciin en1786,’seguin la recopilacion que refrenda Benito Mata Linares, y salvando el hecho de que varios de los informantes unifican a espanolesy mestizos en una sole contabilidad, como en Aymaraes y Chumbivilcas, es evidente que la pobla- i6n espafola no llegaba al siete por ciento del total en la regién y probablemente muchos de ellos residian en las haciendas y no en los pueblos de indios. En aigunas ciudades importantes ‘coma Sicuan habia solo sesenta y seis espafiolesy en Paruro diez, mientras que en el partido de Quispicanchis sola treinta y slete eran espafoles, de los cuales veintiséis vivian en el pueblo de Oropesa. Proparcionalmente, el mayor nlimera de espafoles radicaba en la reqitn de Urubam- ba, donde el propio pueblo cabecera tenia la mayor cantidad de esparioles de tada la reghdn™. En cuanto a la poblacién indigena, la concentracién departamental mayoritaria se verificaba en Quispicanchis, Tinta, Aymaraes y Abancay. Los pueblos més poblados de Indigenas en cada departamento eran Zurite y Anta en Abancay, Caraybamba y Antabarmba en Aymaraes, Calca y Chinchero en Calca y Lares, Mara en Cotabambas, Santo Tomas en Chumbiviicas, Paruro en Paruro, Pauicartambo en Paucartambo; Oropesa, Quiquijana y Acomayo en Quispicanchis; Sicuani, Coporaque y Yauri en Tinta, asi como Maras y Ollantaytambo en Urubamba. De todos mados, es interesante comprobar que en el siglo XVII, ¢ inclusive hasta en- trado e! siglo XX, la persistencia de la red territorial de los pueblos y dectrinas wari6 poco, Apa Fecieron algunos pueblos nuevos -Mosollacta- y desaparecieron otros por abandano de los pobladores o por la mortalidad causada por las epidemias —Turpay, 0 bien eambiaron de jerar- quia y se naminaron como villas algunos de ellas, pero to-ciertoes que las permanencias fueron 35-AGl Lima 305. DAIBTRE ROCA CRAIG eh tO Te) OS RENNER EN “36, AGL Lima 82. Real 2se16at, Urbanismo reduccional Lr geile En una mirada tlustrads del siglo XVIil sobre la organizacién de’ los caserios inca cos, Antonio de Ulloa destacaba que en Ia ocupacion de los valles “las epost es erase ee ae ANetable emplacement de Aythuancadoeinand terran de abastecimiento jalonaban estos circuitos que habrian de articular las doctrinas y pueblos con sus anexos. De todos modos no siempre las nuevas estructuras reducclanales perduraron Jo que muestra las difcultades organizativas en un territario vaste y complejo. Con anterioridad a las Ordenanzas de Poblamiento de Felipe ll (1573) y en tiempos en que el virrey Toledo venia organizando sus reducciones, el monarca le dio instrucciones bastan: te precisas sobre la fundacion de ciudades y poblados. Mas alld de las recomendaciones habi- tuales sobre las calidades de la terra donde habia de efectuarse el emplazamiento, le indicaba en 1568 que elegido ef sitio ‘dardis orden que edifiquen sus casas, haciendo con ellos alguna ‘manera de fuerza donde se conviniere se puedan defender ellos y sus ganados"!, Como puede verse estas disposiciones nos remiten casi al tiempo de la conquista, donde era neceseria la for- tificaci6n para ir consolidando la frontera, pero no era valida realmente para la situacién del sur peruano 0 Charcas, donde actuaba el vitrey Toledo, que era un territorio pacificade en proceso de reestructuracién, En ef Peru, ls experiencia reduceional comenzada por el licenciado Garcia de Castro en {a region de Lima se complementaria con las propuestas del okdor Juan de Matienzo para la feorganizacién politica y econémica del Vireinato®. Matienzo abogd como tesis central por una ‘pia poi reducional ecisve forme un plano made pra las nuevas pblaciones ve incorporaba Tanto las instituciones histéricas como el Cabildo, cuanto indigenas como. oncejo de Ancianos (Tucuitica), » : ‘Que, como se sabe. ese elemento Fa, "eSiu ne 208 38 cate eS ¢ inclusive el de las campaias de extirpacién de idolatrias a principios del siglo XVI, Pocos pueblos de indias tenian hospital y escuela en el siglo XVI. como sucedia en Juli, junta al lago —_71-TORRES, Diegode Relarione Teac, donde los jsultas habianFormado una rganizacisn ejemplar en dindnicactecimienta. Dre eo ames dels que llevaria a la identificacién popular como "La Roma de América””.Por otra parte, debemos jrommetedel un, exert paneeken asumir que ni las campaias de extirpacién de idolatrias ni las acciones persuasivas eclestésticas —_raccuglle con gi/indiani di quel rego. llegaron a eliminar buena parte de las creencias y mitos que, sequin Urbana, ‘constituyen aun ef #8m.luigi Zanetti. 1603, fondo del discurso religioso andino”y que se manifestariaen acciones de resistencia y EXPFESIO- 7. yRuaNo, Osalda “Simbsioats nes de mesianismo,? ‘religiosa y comflicyos sociales en et Consolidadas las reducciones, dos mativos fundamentals ~la presién fiscal triburaria y la radicacién en otro pueblo en condicién de“forastero”- llevarian al abandano de los pueblos a east de pag eis ulltch Aiea is el ie ase duque de la Palata bos obligarian a pagar en el pueblo en el cual estuviesen, El despob 7 fue tan vertiginoso que ya en 1600 Francisco de Alfaro sefalaba para ciertas doctrinas de las que son menester’ dadas las cantidades de Indias”.

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