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LA ISLA DESIERTA Y OTROS TEXTOS Textos y entrevistas (1953-1974) Gilles Deleuze David Lapoujade José Luts Pardo PRE-TEXTOS sa owt St EHO DA FA. P-GARCIA LORCA, Mrs Pus ac De 1A TURE “CENTRE NATONAL HE {a reproduceion total o pareial de este libro, no autorizada por ls editors viola derechos sreervados, CuslquierwtliaciGn debe ser previamentesallitada Primera edicién:fobrara de 2005 Diseto cubierta: Pre-Textos(S. G, Es) Titulo dela ein original em lengus francesa Lite déverte et autres testes (dition préparée par David Lapoujade) De ln traduecin: © Jou Ls Part Tora © Les Faitione de Minuit, 2002 © dele presen is Santngel, 10 “46n5 Valencia PRES 9 ESPNS THD A$ Is B4AI9L-651-X Denese urea: ¥46:2005 INDICE PRESENTACION 1, CASAS ¥ RAZONES DE LAS ISLAS DESIERTAS 2. JEAN HYPPOLITE, LOGICA Y EXISTENCIA 3. INSTINTOS E INSTITUCIONES 4. BERGSON. 1859-1941 5. LA CONCEPCION DE LA DIFERENCIA EN BERGSON 6. JEAN JACQUES ROUSSEAU, PRECURSOR DE KAFKA, DE CELINE ¥ DE PONGE 7. LA IDEA DE GENESIS EN LA ESTETICA DE KANT '8, RAYMOND ROUSSEL O EL HORROR Al. VACIO 9. AL CREAR LA PATAFISICA, JARRY ABRIO EL CAMINO ALA FENOMENOLOGIA 10. EL FUE MI MAESTRO- 11. FILOSOFIA DE LA SERIE NEGRA 12. GILBERT SIMONDON; EL INDIVIDUO ¥ SU GENESIS FISICO-BIOLOGICA 13, EL HOMBRE: UNA EXISTENCIA DUDOSA 14, EL METODO DE DRAMATIZACION 15. CONCLUSIONES SOBRE LA VOLUNTAD DE PODER Y FL ETERNO RETORNO 16. LA CARCAJADA DE NIETZSCHE 17, MISTICA Y MASOQUISMO 18, SOBRE NIET/SCHE Y LA IMAGEN DEL PENSAMIENTO 19. GILLES DELEUZE HABLA DE LA FILOSOFIA 20. SPINOZA Y EL METODO GENERAL DE M. GEROULT 21, FALLA Y FUEGOS LOCALES 22. HUME 23, {COMO RECONOCER EL ESTRUCTURALISMO? 24, TRES PROBLEMAS DE GRUPO 101 105 109 ns 121 17 155 167 a 17 187 19 205 213 2s 251 produccién no se puede clasificar enire los seres vivos. No basta con que Todo comience, es preciso que se repita una vez acabado el ciclo de las combinaciones posibles. El segundo momento no sucede al primero, sino {que es su reaparicion cuando et ciclo de los dems momentos ha termina: do. Fl segundo origen es, por tanto, mas esencial que el primero, porque fpee da la ley de la serie, la ley de la repeticion de la cual el primero nos Gaba solamente los momentos. Pero este tema, atin més que en nuestros Suenos, se manifiesta en todas las mitologias. Es bien conocido como mito del diluvio, Fl arca se detiene en el inico rincén de la tierra que no st rmergido, lugar citcular y Sagrado en donde ef mundo vuelve a empezar. F tina isla © una montafa, o las dos cosas a la vez, la isla es una montatia mae fina y ki montafa una isla seca. Ahi tenemos la creaci6n primera recobr fi en una recreaci6n, concentrada esta dhtima en una terra santa en mitad Gel oveano, Segundo origen del mundo, més importante que el primero, tal Sc la isla santa: muchos mitos nos dicen que alli se encuentra un huevo, un hrucvo cosmico. Como constituye un segundo origen, se confia al hombre, ho ve a los dioses. Esta separada, separada por toda Ia densidad del dilu- tio. Fl eceano y el agua son, en efecto, el principio de una segregacion tal {que, en las islas sagradas, se consttuyen comunidades exclusivamente fe theninas como las de Circe y Calipso. Después de todo, el comienzo partia de Dios y de una pareja, pero no asi el nuevo comienzo, que parte de un huevo, la matemidad mitologica es muy a menudo una partenogénesis. li idea de un segundo origen confiere todo su sentido a Ia isla desferta, su pervivencia de la isla santa en un mundo que tarda en recrearse, En el ide pr de un nuevo comienzo hay algo que precede al comienzo mismo, que Jo recupera para profundizarlo y retroceder en el tiempo. La isla desierta es la materia de lo inmemorial o de esta mayor profundidacd. 2 JEAN HYPPOLITE, LOGICA Y EXISTENCIA* Gonesis y estructura de dle Hegel que se mantenta ta Renomenologia del piri era un comentario inteni interamente heweliano. La intencion de este nue So may dire. Hype erg Lg, Teromen by Feidopedi part una is'y o wap oa cn wy ei fr dee roo, mp ser ro me, [hay tag de secs bay dl ef He vee parece, el tema de est libro esencal en el cual incluso el esto vise una enorme fuerza. Que la filosofia es una ontologia ce mer lugar, que no es una antropologia. ees ii amtropologia quiere ser un dincumo sobre el hombre. En cuanto ra iwesupone cl dseutso emptco del hombre, en el cual quien abla se ene "Tota separado de aquello de lo que habla La reflexion ex un lado, ¥ se reir deine Inn del ou a te ere de hj Poa a et pe essen eget see (auth Superiones que Deleuze deca Hume; dedic a Hume; la memoria de exe abajo se pica en P lager tks Fmpivssmo y subjetvidadd en 1953 ad. oe pss al Thea hati teidad en 1953 ead. cst. Ged, Barcelona, 196, Nel Th, 1 -Fpiméchéee,ditgida por Hyppole, En numerosas entrevists y observaciones pees Wreath ot adiacon exci Raia Hyppolte, + quien es iad, po te pat feist A nen ete co, ta pie eno ae De Hs sie tense unt de prs eee cons como alr de is et evel Piercy repetition : a malismo y viceversa, -La conciencia empitica es una conciencia que se di- Mages un sor preexistente 9 enciera al flexion en la subjevidad Lt subjetividad se comprenderd, en tal caso, como un hecho, y la antropolo- ‘gia se constituira como la ciencia de ese hecho. Y nada cambia esen mente cuando Kant convierte la subjetividad en un derecho, -La conciencia critica es una conciencia que fefleja el yo de la conciencia, pero que confi. na al ser en la cosa en six Ciertamente, Kant se eleva hasta la identidad sin- tética del sujeto y el objeto, pero de un objeto que es Gnicamente relativo aun sujeto: esta misma identidad es la sintesis de la imaginaciOn, no se si- taa en el ser. Kant supera lo psicolégico y lo empirico, pero se queda en lo antropolbgico. Mientras la determinacion siga siendo subjetiva, no podemos salir de a antropologa. 2 preciso salir de ella? Y, por otra pare, m0 lo ‘grarlo? Las dos preguntas son la misma: el medio de salida es también la necesidad de esa salida. Kant ha visto admirablemente que el pensamiento se pone como presupuesto: se pone porque se piensa y reflexiona, y se pone como presupuesto porque la totalidad de fos objetos To presupone Como aquello que hace posible un conocimiento. En Kant, por tanto, el pensamiento y a cosa son idénticos, pero lo idéntico al pensamiento es una cosa solamente relativa, no la cosa en cuanto ser, en si misma. Por ello, Hi igel tata de elevarse hasta la verdadera identidad de la posicion y de lo pre~ supuesto por ella, es decir, hasta Io Absoluto, En la Fenomenologia se nos muestra que la diferencia general del set y la reflexi6n, del en-sy el para: si, de la verdad y la certeza, se desarrolla en los momentos concretos de una dialéctca cuyo movimiento mismo consiste en suprimir es diferencia ‘en conservarla inicamente como apariencia necesaria, En este sentido, la Fenomenologia parte de la reflexion humana para mostrar que esa reflexion humana, y su secuela, conducen a un saber absoluto que ellas mismas pre- suponen. Se trata en verdad, como dice Hypplolite, de «reducir- lo antro~ pol6gico, de siberar lo hipotético- de un saber cuya fuente es ajena, Pero To absoluto no essolamente al final como era al principio, es ya en todos los momentos: una figura de Ia conciencia es, en otro sentido, un momento del concepto; la diferencia externa de la reflexion y el ser ¢s, en otro ‘ntido, la diferencia interna al Ser mismo 0, dicho de otro modo, el Ser idéntico a la diferencia, a la mediaci6n. -Puesto que la diferencia de la conciencia vuelve a la conciencia, estos momentos se presentan enton- ‘ces como conceptos determinados y como su movimiento onginico fun- dado en si mismo. Se dia que se tr a de una postura -presuntuosar, de un modo de tener- se por Dios, de darse a si mismo el saber absoluto. Pero es preciso com prender lo que significa el ser en relacién con lo dado. El Ser, segtin Hyppolite, sentido, Decit que este mundo es suficiente no es no es la esencia, sino el solamente decir que este mundo mos basta, sino decir que se basta a si mo, que remite al ser no al modo de una esencia que se encontraria mas alli de la apariencia, no como a otro mundo que seria el de lo inteligible, sino como al sentido de este mundo. Esta sustituci6n de la esencia por el sentido la encontramos ya, indudablemente, en Platén, cuando nos enseiia ‘que el mundo inteligible esta sujeto a una dialéctica que lo convierte en el sentido de este mundo, y no en otro mundo, Pero el agente principal de cesta sustitucién vuelve a ser Kant, porque la critica sustituye la posibilidad lormal por la posibilidad trascendental, el ser de lo posible por la posbili- stud de ser, la identidad logica por la identidad sintética del reconocimien- to, el ser de la logica por la logicidad del ser ~en suma, la esencia por el sentido, Que no hay otro mundo es, por tanto, segtin Hyppolite, la gran broposicion de la Logica hegeliana, porque ella constituye la raz6n por la ‘ual Ia metafisica se transforma en l6gica y, a la vez, en logica del sentido No hay mis allé- quiere decir que no hay més alla del mundo (porque el Ser no es m que el sentido), que en el mundo no hay un «mas all del pensamiento (porque el ser es lo pensado por el pensamiento), y que ni st ‘quiera hay en el pensamiento un «més allé- del lenguaje. El libro de Jean lyppolite es una reflexién sobre las condiciones de un discurso absohuto; las capitulos sobre lo inefable y sobre la poesia son esenciales 2 este res. ecto. Quienes creen en lo inefable son los mismos que parlotean sin ce- sir, siel Ser es el sentido, el verdadero conocimiento no es conocimiento «ke lo Otto, ni de otra cosa, En cierto modo, el saber absoluto es el mas pr6- Ximo, el mis simple: esta abi, «No hay nada que ver tras la cortina- 0, como slice Hyppolite, -el secreto es que no hay secreto algun» Se percibe, pues, la dificultad ~que el autor subraya vivamente-: si la on ‘ologia es una ontologia del sentido y no de la esencia, si no hay otro mun- slo, ¢c6mo se distingue el saber absoluto del saber empirico? :No regresamos 1 {4 mera antropologia, que habiamos criticado? Es necesatio que el saber thsoluto comprenda todo el conocimiento empirico y nada més que él (pues- to que no hay nada mas que comprender) pero que, ello no obstante y al mismo tiempo, comprenda su diferencia radical con respecto al conoci tient empitico. La idea de Hyppolite es la siguiente: el esencialismo, ese a las apariencias, no era lo que nos aseguraba el empitismo y nos per. tuitia superarlo, Desde el punto de vista de la esencia, la reflexién no es nenos exterior que en el empirismo o en la mera critica. El empirismo plan- teahw la determinacién como algo puramente subjetivo; el esencialismo se lintita « Hevar esta limitacién hasta et final, oponiendo las determinaciones entre si y To Absoluto. Lo primero esta del mismo lado que lo segundo. Por 1 contrario, la ontologia del sentido es el Pensamiento total que s hhoce en sus determinaciones, que son los momentos de fa form. slo se co- anto en lo empirico como en lo absoluto, se trata del mismo ser y del mismo pen- samiento, pero la diferencia empirica externa del pensamiento y el ser es sustituida por la diferencia interna del Ser.que se piensa. Por ello, el saber absoluto se distingue efectivamente del conocimiento empirico, pero solo llega a esta distincién negando también el conocimiento de una esencia indiferente. En la logica ya no hay, por tanto (como sf sucede en lo empiri- co), de una parte lo que yo digo y, de otra, el sentido de lo que digo ~y la dialéctica de la Fenomenologia consiste en la perpetua persecucion de lo uno por lo otro. Mi discurso es légica o propiamente filos6fico, en cambio, cuando digo el sentido de lo que digo, y cuando de ese modo se dice el Ser. Ese discurso, estilo particular de la filosofia, s6lo puede ser circular. Léan- se, a este respecto, las paginas cle Hyppolite sobre el problema del comienzo en filosofia, problema que no es tinicamente l6gico, sino pedagogice. Jean Hyppolite se opone, pues, 2 toda interpretacion antropolégica o hu- manista de Hegel. El saber absoluto no es una reflexi6n del hombre, sino una reflexién de Io Absoluto en el hombre. Lo Absoluto no es otro mundo, y sin embargo el saber absoluto se distingue realmente del conocimiento em- pirico como la filosofia se distingue de todo tipo de antropologia. No obs- tante, si hemos de considerar como decisiva la diferencia entre la Logica y a Fenomenologia, sno se torna més ambigua la relaciGn de la Logica con la filosofia de la historia? Como dice Hyppolite, lo Absoluto como sentido ces devenir; no se trata, ciertamente, de un devenir hist6rico, pero, qué re- lacién guarda el devenir de la Logica con la historia, entendiendo aqui por shist6rico- algo completamente distinto de aquello que reviste el cardecter de lun simple hecho? La relaci6n de la ontologia con el hombre empitico que- da perfectamente determinada, pero no asi la relacion de la ontologia con el hombre histérico. ¥ si, como sugiere Hyppolite, hace falta reintroducir la propia finitud en lo Absoluto, ¢no nos arriesgamos a una recaida en el an- tropologismo, esta vez bajo una forma nueva? Hyppolite deja abieita la con- clusion; crea el camino de una ontologia. Pero querriamos aqui indicar que quiz el origen de la dificultad estaba ya presente en la Logica misma, Hay que reconocer, siguiendo a Hyppolite, que la filosofia, si tiene alguna sig. nificaciOn, no puede ser otra cosa que ontologfa, y ontologia del sentido. El mismo ser y el mismo pensamiento se dan en lo empirico y en lo abso- luto; pero en lo absoluto la diferencia entre el pensamiento y el ser queda superada mediante la posicién de un Ser idéntico a la diferencia, un Ser que, en cuanto tal, se piensa y reflexiona en el hombre. Esta identidad ab- soluta del ser y la diferencia es lo que llamamos sentido. Pero hay un pun- to de esta cuestién en el cual Hyppolite se muestra totalmente hegeliano: cel Ser no puede ser idéntico a la diferencia més que si la diferencia se ele- va a lo absoluto, es decir, a la contradiccion. La diferencia especulativa es un 1 Ser que se contradice. La cosa se contradice porque, al distinguirse de ‘odo aquello que no es, encuentra su ser en esa misma diferencia, se refle- Niona dnicamente reflejindose en lo otro, puesto que lo otto es su otf0 llyppolite desarrolla este tema analizando los tres momentos de la Logica, «ser, la esencia y el concepto. Hegel reprochara tanto a Platon como Leibniz el no haber llegado basta la contradiccion, cl primero por haberse ‘quedado en la pura alteridad, ef segundo por haberse conformado con la mera diferencia, Ello supone, como minimio, que los momentos de la Fe- !womenologiay los de la Logica no to son en el mismo sentido de momento, pero también que hay dos maneras de contraclecitse, la fenomenol6gica y tn logica. Después de este enriquecedor libro de Jean Hyppolite, podriamos Ieguntarnos lo siguiente: no seria posible hacer una ontologa de la life. rencia que no tuviese que clevarse hasta la contradiccion? ;NO seria la con- rdicei6n algo menos que la diferencia, y no algo mas que ella? No seria ls contradiceion solamente el aspecto fenoménico y antropologico de la di terencia? Dice Hyppolite que una ontologia de la pura diferencia nos de- volveria a una reflesién meramente extema y formal, que acabaria revelandose como una ontologia de la eseneia, Sin embargo, esta misma cuestion po- sa platearse de exa manera: lei que el Ser se contac slo mismo «que decie que el Ser se expresa? Aunque en sus partes segunda y tercera el Uhr de Hyppolie funda una teoia de la comtrdiclon en el Ser ov coe «le la propia contradiccién ¢ lo absoluto de la dliferencia en la primera pare te (Ceoria del lenguaje), en cambio, como a lo largo de todo el libro en las slusiones al olvido, a la reminiscencia 0 al sentido perdido), sno ‘sé fundando también Hyppolite una teoria de la expresién, en la cual la erences Is expresion misma y la contradiceia solamente su aspecto fenoménico?

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